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28|05|2011 SUBIDA A MUNCÓ
La subida a Muncó celebró su edición número treinta con una numerosa participación y sin que la no puntuabilidad para el certamen regionales mermase en absoluto su interés. Oscar Palacio sumó su quinta victoria absoluta en la clásica subida de la Pola, mientras que Berti Hevia y Jesús Fernández 'Tano' depararon un espectacular duelo por la primera plaza entre los carrozados.

CRONICA

En la décima temporada de ‘cita’ no podía faltar el reportaje de la carrera ‘donde empezó todo’, la Subida a Muncó. Mucho ha llovido desde entonces (¡empezando por la tromba de agua que cayó en aquella edición del 2002, ganada por Pantxo Egozkue, en la que debutamos en sus cunetas!) y casi me da hasta algo de vértigo mirar atrás y ver lo que hemos ido haciendo en todos estos años que han pasado volando. Unos años en los que Muncó ha sido casi siempre cita ineludible, salvo las ocasiones en que coincidencias de calendario con el nacional de rallyes nos obligaron a perdernos una de esas carreras en las que ‘estamos como en casa’… y no sólo por la cercanía geográfica entre Gijón y Pola de Siero, sino, sobre todo, por el magnífico trato que nos dispensa siempre la entusiasta gente del CAS. Tino y los suyos fueron, además, uno de nuestros primeros clientes (llevamos la web de su prueba desde el 2003) y sigue siendo todo un placer trabajar para ellos cada año.

Qunita victoria para Oscar Palacio en Muncó, con record de CM incluido en la manga final

Fermín Busta lo intentó en la primera oficial pero tuvo que conformarse con la segunda plaza

Rafa Guariola mejoró sus cronos en cada manga para acabar tercero con un magnífico 2.03

Joaquín Nachón peleó por el último escalón del podio, terminando finalmente cuarto

En esta edición del 2011, que era además la del 30 aniversario de una prueba que es todo un clásico de la montaña, no sólo asturiana sino, también, nacional, la gran novedad era la no puntuabilidad de Muncó para el Campeonato de Asturias de Montaña. Las aguas bajan demasiado revueltas últimamente en el Automovilismo Asturiano, con una Federación que se mantiene pese a no contar con los apoyos suficientes para formar un ‘gobierno sólido’, con una asociación de pilotos que cuenta con una ‘minoría mayoritaria’ que no acaba de hacer valer definitivamente ni a favor ni en contra de la actual junta, y con el resto de la asamblea dividido entre los que no se implican y los que no quieren o pueden hacerlo por no contar tampoco con los apoyos suficientes para ser decisivos en uno u otro sentido. El resultado de todo ello, unido a lo complicado que es este año sacar adelante cualquier presupuesto, con las elecciones como espada de Damocles sobre muchos ayuntamientos y organismos públicos, que siguen siendo, nos guste o no, los principales patrocinadores de nuestro deporte, está siendo un calendario que, en el caso del regional de montaña, empieza a adquirir tintes desoladores, con pruebas que se caen, pruebas en duda, pruebas que se marchan y pruebas que no quieren volver. Todo ello da como resultado que, a día de hoy, con junio ya empezando, no se haya disputado ninguna subida puntuable y, lo que es peor, con las perspectivas de tener más de tres o cuatro en toda la temporada siendo bastante pesimistas.

Berti Hevia decantó a su favor en la última subida oficial el duelo entre los carrozados

'Tano' batió con el Audi al Fabia S2000 en la primera subida de carrera

Tercer puesto en carrozados para José Ramón Rodríguez con el EVO IX

Alberto Ordóñez volvió a dar muestras de su rapidez, ganando el grupo X

Entre las pruebas que ‘se han marchado’ del regional está precisamente Muncó, que renunció a su puntuabilidad ‘como forma de protesta por el rumbo del automovilismo Asturiano’ según se puede leer textualmente en el comunicado emitido al respecto por el CAS. Una renuncia que, visto el desarrollo de la trigésima edición de Muncó, no afectó en lo más mínimo a una prueba que, como pudimos comprobar el pasado fin de semana, está por encima de campeonatos o puntuabilidades. Juntar cerca de un centenar de participantes en una subida asturiana es, en estos tiempos que corren, todo un logro, Y que esos casi cien acudan a competir ‘por qué si’, sin más aliciente que el de la propia competición y sin importarles que haya o no puntos en juego debería hacer reflexionar a los que se empeñan en basarlo todo en los títulos y los campeonatos. Llevo tiempo observando una preocupante tendencia en nuestro deporte que me hace pensar demasiadas veces en que, para algunos, lo único que importa es ‘ganar algo’, ser ‘campeones de lo que sea’… aunque sea de un grupo con más letras en su nombre que rivales a los que batir. Algo que me parece tan absurdo como contraproducente, porque el valor de cualquier título depende, sobre todo, de la cantidad y calidad de los rivales a los que hubo que superar para lograrlo. Por eso, carreras como la del sábado pasado en Muncó me reconcilian con lo que personalmente entiendo como el verdadero sentido de la competición: el reto de luchar contra un rival o, incluso, contra ti mismo, sin más recompensa que la satisfacción del resultado al final del día y sin las cortapisas que el pensar en ‘asegurar los puntos’ pone muchas veces en el planteamiento de muchas de las competiciones puntuables. Y que no se entiendan estas líneas como un alegato contra los campeonatos, ni mucho menos, simplemente quiero expresar con ellas que, a veces, hay que olvidarse, aunque sea por un día, de los títulos y de los puntos, para salir ahí fuera simple y llanamente a disfrutar, desde el primero al último, cada uno con sus medios y sus posibilidades. Y eso precisamente fue lo que vimos de forma constante el sábado pasado en un día de esos ‘que hacen afición’.

Angel Candás pudo rodar un buen número de kilómetros terminando quinto en su segunda salida con la Norma

Jairo Pesquera se impuso entre el segundo grupo de CM que animaron la prueba

El duelo entre los 'hermanos Peón' fue para Roberto García, que acabó séptimo scratch...

...mientras que Ismael terminó noveno con otro de los Silver de Oscarsan Sport

La edición número 30 de Muncó empezó para mi en la mañana del sábado, ya que el ‘atasco’ de temas pendientes que me están saturando en esta tremendamente ocupada primera mitad de campaña hizo que hubiese que renunciar al siempre agradable rato que paso cada año en las verificaciones que el CAS organiza en pleno centro de la Pola en la tarde del viernes. De todas formas, con Dani y Manu como ‘enviados especiales’, el trabajo se cubría a la perfección y ello me permitía dejar despachado todo lo demás y poder acudir el sábado a las rampas de Muncó sin prisas y sin presiones, dispuesto a pasarlo bien viendo coches en compañía de buenos amigos.

Y es que de eso realmente se trataba este Muncó 2011, de estar y competir entre amigos, como por ejemplo Berti Hevia y Chus Tano, dos de las grandes atracciones de una lista de inscritos en la que había la cantidad, la calidad y, sobre todo, la variedad que sólo la montaña puede ofrecer en estos tiempos de cada vez mayor uniformidad en cuanto al tipo de coches que vemos en nuestras carreras. El caso de Berti y Tano me resultaba además especialmente emblemático. De un lado, estaba el sano pique entre ambos, que les llevaría a bajar cronos de forma constante a lo largo de todo el día, disfrutando de una carrera entre los dos que era para ellos lo principal en el soleado sábado de la Pola. De otro lado, su ‘pelea’ tenía el enorme atractivo de enfrentar un S2000 de última generación con un Superturismo, ya con sus años a cuestas pero que sigue siendo una máquina temible en el que ahora es su medio: ‘los circuitos cuesta arriba’ que son las subidas.

El resultado final, con Tano y el A4 ST ganando la primera oficial, y Berti y el Fabia S2000 ‘vengándose’ en la segunda, era de los que dejan contentos a todos y, de paso, se me antojaba como una excelente reivindicación del nivel que tienen los punteros de la montaña nacional, a los que, me da la sensación, pocas veces se valora lo suficiente. El menos de un segundo por el que Berti (todo un vigente campeón de España de Rallyes corriendo, además, en el ‘pasillo de su casa’), acababa superando a Tano dejaba muy alto el pabellón de los montañeros y demostraba que en las subidas se corre mucho más de lo que algunos piensan. Porque, como nos comentaba el piloto del Skoda en el parque cerrado final, de no ser por unos cambios de reglajes que hizo en la suspensión de cara a la última manga, no hubiese podido bajar más sus tiempos, lo que alejaba cualquier duda que pudiese haber respecto a lo a fondo que se había empleado Berti para ganar a su buen amigo ‘Tano’, y de lo fuerte que había subido este para intentar evitarlo.

Quinto puesto en carrozados para José Luis Alonso con el EVO VIII ex-Rayman

Isaac Moro, segundo de A2, fue otro de los destacados en una subida en la que siempre sube muy rápido

Otro piloto local en la parte alta de la tabla de carrozados fue Ricardo Villa con el EVO VII ex-Félix García

Doble victoria en propulsión e históricos para Juanjo 'Ordiales', que volvió a brillar en la subida de casa

El duelo Berti-Tano era una de las muchas ‘carreras dentro de la carrera’ que propiciaba Muncó. La principal era la que debía de decidir el nombre del ganador, un duelo a dos entre Oscar Palacio y Fermín Busta que se decidía ya en la primera oficial, cuando Oscar paraba el crono 2.01.1, un tiempo medio segundo mejor que el registro ganador de Iñigo Martínez el año pasado. Un tiempo al que Busta, que se quedaba a menos de un segundo con un excelente 2.02, no podía aspirar en la segunda oficial subiendo con las gastadísimas gomas que subía, lo que se podía comprobar con la ‘espantada’ que el BRC el daba en la primera curva y que, unida al recuerdo del golpe del año pasado que tan nefastas consecuencias tuvo para su temporada, hacía ‘recapacitar’ a Fermín sobre los riesgos a correr en la manga final. Unos riesgos que Oscar asumía con naturalidad, destrozando de nuevo el crono en la última subida del día para acercarse ya con su Silver a la barrera de los dos minutos justos. Un tiempo absolutamente estratosférico para un CM, lo queda evidencia si se tiene en cuenta que rebaja en dos segundos su mejor crono con la Osella y le deja a unos cuatro del record absoluto, un 1.56 para el que hace falta subir a lomos de un potentísimo Fórmula 3000. Así que no es de extrañar la satisfacción en el rostro de Oscar cuando le entrevistábamos en el parque cerrado final, con la corona de laurel adornando el techo de su Silver. Para el langreano era, además, el quinto triunfo en una prueba que siempre se la ha dado muy bien y en la que sale especialmente motivado, como demostraba el sábado ganándola sin ‘guardarse nada’ y sin haber nada en juego, por mucho que en dos semanas tenga un compromiso importante en Santo Emiliano.

Daniel Montes fue segundo en grupo X con su Peugeot 205

El podio del grupo X lo completó el GT Turbo de Eloy Reiriz

Rafa Bustelo acabó segundo en históricos y primero de la clase 4 con el Simca Rallye

El primer grupo A en la clasificación fue el EVO VIII de Eugenio Peláez

Otro que tenía motivos para estar muy contento al final del día era Rafa Guardiola. Su caso me sirve, además, para ilustrar otro de los grandes alicientes de la montaña, la lucha contra uno mismo, contra tus propios tiempos y límites, algo que en las subidas es la principal motivación en muchos de sus participantes. Rafa era tercero tras la primera oficial, con un 2.04 que él mismo ya daba ‘por bueno’ cuando le preguntábamos si podría resistir en la manga final el presumible ataque de Nachón, cuarto a apenas unas décimas. Rafa nos comentaba que ese ‘dos cuatro’ era su límite y que le resultaba ya muy satisfactorio, teniendo como referencia en su mente el 2.02 de ‘Monchu’ como meta inalcanzable para su menos potente fórmula. Pero, en la subida final, Guardiola superaba ese límite que el mismo parecía autoimponerse y limaba otro segundo a la ya corta distancia que le separaba de todo un maestro en eso de subir deprisa con un monoplaza por las rampas de Muncó, asegurándose la tercera plaza ante un Nachón que, en cambio, no acababa nada contento y nos comentaba los problemas que había tenido con el nuevo cambio por levas en el volante de su BRC, con el que, en ocasiones, no había habido el necesario entendimiento entre lo que los dedos del piloto pedían y lo que la electrónica le daba. Mientras nos lo explicaba, Joaquín era la viva imagen del deportista competitivo, que no se conforma con el resultado y quiere siempre más, lo que no deja de ser la base para seguir mejorando, que es lo que hace, en cada carrera, el joven expiragüista.

Muncó nos ofrecía también ejemplos en los que no hacía falta luchar por un puesto en el podio para disfrutar de la carrera y tener metas por las que pelear. Ese era el caso de Javier Sanz, con el que charlábamos durante la pausa del mediodía mientras tomábamos un ‘tentempié’ antes del inicio de las subidas oficiales. Al volante de ese MKI que ha ido montando con mimo y que compartía con su hijo en el Sólo Escort, Javier no se quería perder la subida de casa, y a esas horas del día su mejor crono era un 2.32 que estaba aun lejos del 2.29 que se había puesto como objetivo. Un objetivo para el que al final le faltaban al de EXTNOR apenas un par de décimas, bajando del 30.7 de la primera oficial al 30.2 de la segunda en una progresión constante que no es sino el ejemplo de lo que para muchos es la montaña, una lucha contra uno mismo en la que el rival son sólo tus propios límites y en la que salir victorioso produce tanta o más satisfacción que cualquier premio o resultado.

Para el M3 de Jesús Alvarez fue la primera plaza en el grupo SA

Segundo en SA fue otro M3, el de Julio César Castrillo.

Primitivo Ambrés fue el claro ganador en el grupo N

El Escort Cosworth de Daniel Rodríguez fue el mejor clasificado de grupo SN

Historias como las de Javier hay muchas en cada carrera y seguro que Muncó estuvo lleno de ellas, así que me perdonen sus protagonistas si no les presté atención a todas. Pero, como digo más arriba, para mi esta también era una carrera de esas ‘sin presión por el resultado’, de ahí que esta crónica, que estoy acabando de escribir a eso de las diez de la noche del siguiente jueves, ya con la mente puesta en el viaje del día siguiente a Vigo para asistir al Rallye Rías Baixas, sea atípica, mucho más corta y menos concienzuda en el análisis de los resultados que las que suelo publicar habitualmente. Y es que en Muncó 2011, esos resultados eran, para casi todos, lo de menos. Los muchos aficionados que se tostaron bajo el tórrido sol que nos acompañó todo el día se lo pasaron en grande con las cruzadas de unos y otros en ‘la Revoltona’, con el rapidísimo andar de los ya mencionados Palacio, Busta, Guardiola, Nachón, Berti o Tano y con el no menos endiablado ritmo con el que subieron gente como José Ramón, Isaac, Ordóñez u Ordiales, por nombrar sólo a los que más nos llamaron la atención por su velocidad llegando a la apurada de frenada de la derecha por la que se ‘despeñó’, sin mayores consecuencias, el BMW de Luis Díaz. En conjunto, hubo espectáculo del bueno, y al final de la jornada el ambiente festivo en las terrazas de la Pola, con los coches ya ‘descansando’ en el parque cerrado final, ponía el perfecto broche a una carrera que no necesitó ni de puntos ni de campeonatos para ser lo que siempre es, una auténtica fiesta del motor.