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05|03|2011 CRITERIUM SÓLO ESCORT
El espectáculo de los Escort MKI y MKII volvió a significar un muy agradable arranque para la temporada automovilística asturiana. La victoria de 'Lolo' y su copiloto, Javier Rodríguez, fue además el perfecto broche a una prueba que en sólo tres años se ha convertido ya en cita obligada para los amantes de los rallyes.

CRONICA

Para los que nos aficionamos a esto de 'las carreras de coches' allá por la segunda mitad de los setenta hay una serie de marcas y modelos que han quedado para siempre grabados en nuestra memoria. Probáblemente la causa de que perduren tan vivamente en nuestros recuerdos sea que fueron los primeros que captaron nuestra atención, detenidos en aquellas fotos, la mayoría impresas en blanco y negro sobre el frágil papel de los Autopistas, Automóvil o Motor Auto, ilustrando unas crónicas que devorábamos con avidez desde el mismo instante en que salíamos del kiosko. Y entre esos coches, por lo que a mi respecta, los Ford Escort MKII están en uno de los primeros lugares de una lista que, si hablamos de rallyes, lidera inevitablemente el fascinante Lancia Stratos y en la que los Fiat 131 Abarth o los Opel Kaddett GTE ocupan también lugares de privilegio.

Todos los caminos llevan a Cornellana...

...¡especialmente si es al volante de un Escort!

Lo de esta prueba con los MKI y MKII es una auténtica historia de amor

Las cunetas llenas y la cámara de TVMotor como testigo en el primer cumpleaños de nuestro 'proyecto televisivo'

De hecho, el Escort era 'mi favorito' en lo que respecta a la lucha el único título mundial que había entonces en juegos en los rallyes, el de marcas. Un certamen que a finales de los setenta se convirtió en un duelo Ford-Fiat con la marca americana confiando sus colores a la rama británica de la compañía, a través de los Escort MKII, mientras que la empresa italiana arrinconaba el Stratos por cuestiones de marketing para centrar sus esfuerzos en el 131 Abarth, cuya silueta más de coche de calle era perfecta para aplicar eso de 'ganar el domingo para vender el lunes', precisamente la filosofía del fundador de su gran rival, Henry Ford.

Aquellos Escort pilotados por Waaldegard (mi favorito), Mikkola y, después, Vatanen (¡el favorito de todos!), y decorados con los sobrios colores de Ford o los más llamativos de Eaton Yale, Castrol o Rothmans, formaron parte de mi adolescencia, primero como imágenes en las revistas y después como modelos a escala 1/24, montados y pintados con paciencia a partir de los kits de la italiana ESCI, que también ofrecía un buen número de variantes de su gran rival, el 131 Abarth. Así, aquellos duelos sobre la nieve del Montecarlo, el asfalto de Córcega, la tierra de Portugal, las piedras del Acrópolis o el barro del RAC, se reeditaban también en la alfombra de mi cuarto o en sus estanterías, donde los Escort y los Abarth ocupaban siempre lugar preferente.

El Escort fue, también, uno de los primeros coches de rallyes con los que tuve contacto directo en un tramo que ni recuerdo a que rallye pertenecía. Sería el 80 o el 81, y un amigo de mi padre me llevó, junto con otro amigo, a ver una especial cerca de Gijón. Y allí, justo donde estábamos, se fue a parar el llamativo MKII rojo con publicidad de 'Vinos Catedral de León' de José Luis Graña. Recuerdo que lo empujamos entre varios para apartarlo de la carretera, sintiéndonos importantes por haber ayudado en algo al desarrollo del rallye.

El duelo entre 'Lolo' y Ferreiro era intenso por la mañana...

...pero el gallegó se salió y nada pudo ya impedir la merecida victoria del de Quinzanas

Un toque en el penúltimo tramo dejó fuera a Fombona y Guti cuando ya saboreaban la segunda plaza

El segundo puesto acabó finalmente en manos de José Antonio Fernández y Rubén López

Sirva este largo preámbulo (¡año nuevo, viejas costumbres!) para explicar porque los Escort significan para mi (y creo que para muchos aficionados de mi época) algo especial. Y por ello me encanta esa genial idea del Criterium Sólo Escort organizado por Cornellana Clásicos, al que tras no poder asistir el primer año he convertido ya poco menos que en el 'arranque oficial' de mi 'temporada de carreras' en sus dos siguientes ediciones. El año pasado, además, fue en el Sólo Escort donde se acabó de gestar y tomar forma nuestro proyecto de TVMotor, así que cuando el sábado 5 de marzo me dirigía a Cornellana para esa especie de 'viaje al pasado' que es la prueba dedicada a los MKI y MKII, lo hacía también con la satisfacción de celebrar el primer cumpleaños de nuestra 'tele del motor por internet'.

Este año, siguiendo la positiva evolución que lleva la prueba desde su primera edición, los alicientes eran aun mayores, con un aumento tanto en la cantidad como en la calidad de la listas de inscritos, encabezada la de velocidad por los dos grandes favoritos del público, el gallego Ferreiro y el local Manuel Antonio García, 'Lolo'. Junto a ellos, y además de la presencia de Fombona con su MKII, unida a los ya habituales de Ordiales y Pablo López, destacaba la nota exótica que suponía contar con dos equipos belgas. Los MKII del Regnier Racing daban caracter internacional a la prueba, en lo que me parece un muy interesante primer paso de cara a consolidarla en el calendario y poder pensar que, con el tiempo, pudiese llegar a convertirse (¿por qué no soñar?) en algo así como la versión asturiana de esos rallyes para históricos, tipo 'Boucles de Spa', que ganan cada día más adeptos en toda Europa.

Y es que, como puede apreciar cualquiera que se acerque a las cunetas del espectacular y selectivo tramo con salida y llegada en Cornellana, el auge de los 'revival' como este 'Sólo Escort' no es sólo una moda pasajera sino que se basa en bastante más. Para los aficionados que ya peinamos canas se trata de recuperar viejas sensaciones, algo así como pasar unas horas con tu primer amor, sabiendo que ya nada volverá a ser igual pero, precisamente por ello, disfrutando al máximo cada minuto. Y para los más jóvenes, para los que ni habían nacido cuando Waaldegard 'cortaba' por el abismo en una famosa foto del Portugal 77, o cuando Vatanen no iba derecho ni en las escasas rectas de aquellos endiabladamente deslizantes tramos forestales británicos, sirve como 'descubrimiento' de unas sensaciones que hoy transmiten con cuentagotas los hipertecnológicos WRC, S2000 y demás maravillas del progreso, mucho más rápidos y eficaces, sin duda, pero también mucho menos 'agradecidos' para el espectador a pie de cuneta.

El podio lo completó el MKII de los vascos Jon Davoz y Vicky Górriz

Cuarta posición para un modelo de Escort poco visto, el RS2000 de los catalanes Luis Palou y Joan Argemi

El veterano Carlos Aldecoa y la experta Ainhoa Sarasúa lograron la quinta posición

David y Santiago Castro completarón la clasificación de velocidad con el único MKI que completó el rallye en la categoría

Así que a eso voy cada año a Cornellana, a disfrutar de esos 'viejos amores', que siguen deleitándome en cada balanceo a la entrada de la curva, en cada cruzada en pleno viraje, en cada inclinación de sus carrocerías en los apoyos, en cada latigazo de la zaga al acelerar... todo ello acompañado por ese inconfundible y fantástico sonido de unos motores que siguen impresionando por su bramido salvaje, sin más control para sus desbocados caballos que el que ejerce el pie derecho de los pilotos sobre el pedal del acelerador.

Este año, el rallye empezó además con un precioso duelo, al segundo, entre el ganador del año pasado, ese Ferreiro que se ganó a la afición desde su primera visita a Asturias con un MKII, en aquel ya histórico Manzana del 2003, y el ídolo local, nuestro 'Lolo', siempre generoso, siempre rápido, siempre espectacular... pero demasiadas veces desafortunado, como demuestra el hecho de que llegase a este Sólo Escort aun con el casillero de victorias a cero en su marcador. Sin embargo, esta vez el de Quinzanas iba a lograr ese esquivo triunfo a base, primero, de pegarse a Ferreiro en el primer tramo (¡sólo 6 décimas les separaban tras los diez primeros kilómetros de competición!) y, después, de batirle por algo más de un segundo en la repetición para hacerse con el liderato de un duelo que prometía emociones fuertes en las cuatro pasadas restantes.

Desafortunadamente, de tanto 'caminar en el alambre', controlando cruzadas imposibles y negándose a 'levantar el pie' por mucho que su precioso MKI negro se retorciese, el bravo piloto gallego acababa saliéndose a poco de coronar el alto en la tercera especial, 'aterrizando' contra unos árboles que amortiguaban con dureza una caída que pudo haber sido peor.

Con Ferrero y Anido ilesos pero fuera de carrera, resignados a empezar a evaluar los daños sufridos por su coche, 'Lolo' y su copi, Javier Rodríguez, tenían ya vía libre para bajar el ritmo. Pese a tener todavía algún que otro susto, porque ya se sabe que a veces eso de no ir al cien por cien tiene también su peligro, 'Lolo' y Javier culminaban un rallye perfecto: seis de seis scratchs y una victoria absoluta con ese sabor especial que da siempre 'la primera vez', y más aun si es tan cerca de casa y rodeados de amigos como era el caso para el dúo ganador.

La Regularidad es cosa seria, sólo hay que ver el equipamiento necesario para que los copilotos puedan calcular tiempos y distancias

La victoria en el rallye de regularidad fue para el MKI de Jorge y Ceferino Fernández

Segunda plaza para MKII de Marcos Fernández y Víctor Carballo

El tercer puesto fue para el MKI pilotado espectacularmente por Jonathan Alvarez y copilotado por Daniel Pérez

El temprano abandono de Ferreiro no fue la única baja entre los aspirantes a las primeras plazas. De hecho, la criba fue importante entre los que optaban a los puestos de podio, empezando por Juanjo Ordiales y Jorge Miranda, terceros en la primera especial pero con problemas mecánicos en la segunda que les dejaban 'fuera de juego' aunque, al menos, y gracias a la reglamentación de superrally, podrían volver a la acción para deleite de los aficionados. Caso parecido era el de otro de los favoritos de la afición, el joven Pablo López, capaz de interpretar a las mil maravillas el estilo del piloto cuyos colores recrea su MKII, el legendario Hannu Mikkola. Desafortudamente, la mecánica le jugaba una mala pasada al praviano y su copiloto de nombre tan rockero, Miguel Ríos, dejándolos tirados al inicio de la prueba y condenándolos al papel de 'artistas invitados', nada ingrato este rallye ante afición tan entregada como la que poblaba las cunetas de Cornellana.

Tampoco lograban terminar José Antonio Fombona y 'Guti', quienes, al igual que el año pasado, se debía retirar con la meta casi a la vista. Si entonces lo que había fallado había sido el nuevo motor del MKII con los colores de Acuña-Fombona, esta vez el problema era un toque contra unas estacas que dañaba una rueda y obligaba a retirarse al gijonés cuando ya tenía la segunda posición poco menos que asegurada. Una auténtica lástima tras un rallye en el que el pentacampeón nacional de montaña había ido limando segundos practicamente en cada pasada, pese a confesarnos a mediodía alguna que otra 'librada' importante y comentarnos que le estaba costando lo suyo 'mover' la dura dirección del Escort...¡nada que ver con la del Audi A4ST!

No sólo hubo Escorts en Cornallana, en la caravana de seguridad destacaron los Sierras de 'Juanmotor'...

...Daniel García Merino...

...y la potente unidad de Juan Ferro, pilotada de forma espectacular por Marcos García...

...y para completar el 'festival Ford' la guinda fue la presencia de José Antonio Suárez y el Fiesta R2 con los colores que lucirá en el mundial

La larga lista de abandonos la engrosaban también los belgas, con avería para el vistoso MKII verde 'Love Story' de Marchal y doble pinchazo para el más sobriamente decorado de Regnier. Con tantas bajas, la relación de retirados superaba en número a la de supervivientes, entre los que la segunda plaza acaba en manos del precioso MKII 'Roger Clark réplica' (¡no le falta detalle!) de los locales José Antonio Fernández y Rubén López, que fueron de menos a más todo el día para resistir finalmente el ataque de los vascos Jon Davoz y Vicky Górriz, remontando fuerte por la tarde tras perder tiempo a mitad de rallye para acabar finalmente terceros, a sólo dos segundos de alcanzar con su MKII blanco al MKII rojo de los representantes de Cornellana Clásicos.

El rallye también contaba, un año más, con la categoría de Regularidad Sport, una especialidad sin duda complicada y atractiva para sus participantes, aunque para el público resulta, lógicamente, más difícil de apreciar, especialmente si el paso de sus participantes se produce justo tras haber visto a los competidores de velocidad. En todo caso, la media a cumplir en el tramo de Cornellana obligaba a los de regularidad a 'tirarse' también con ganas, lo que contribuía al espectáculo y a hacer su paso mucho más entretenido para el público. Los ganadores, Jorge y Ceferino Fernández, lideraban desde el primer tramo, aunque nunca con ventaja suficiente como para relejarse, logrando finalmente la victoria con su MKI por delante del MKII de Marcos Fernández y Víctor Carballo.

En el precioso MKII 'Clark réplica' de José Antonio Fernández no falta detalle, para muestra el logo del modelo México y la pegatina de Cossack

Javier y Borja Sanz, padre e hijo unidos por la misma afición...

...estrenaron este bonito MKI en Cornellana

Los Escort dejaron una estela de espectáculo y satisfacción ¡ya falta menos para la próxima edición!

En todo caso, y aunque en toda crónica que se precie es obligado hablar de resultados y ganadores, no me importa confesar que en este rallye eso era para mi lo de menos. Fue uno de esos días que te tomas con calma, y lo dedicas a disfrutar sin prisas y sin la presión que también supone para los que trabajamos en los rallyes 'del otro lado de las cintas' cualquier otra prueba puntuable para los diferentes certámenes que cubrimos a lo largo del año. Además de recordar los 'buenos viejos tiempos' viendo en acción a los Escort, disfrutamos del día y de una buena comida en compañía de Jose y nuestra 'tuitera', Lucia (tenía más 'mono' de carreras que nosotros... ¡ya está enganchada a esto de los rallyes!)... y hasta tuvimos tiempo de sobra para 'acribillar' a fotos a José Antonio Suárez, Cándido Carrera y el Fiesta R2 con el fin de tener material para su nueva web que 'inauguraremos' en los próximas días. La presencia en Cornellana del joven praviano antes de iniciar su temporada en la WRC Academy se me antojaba, además, como la perfecta unión entre pasado y futuro de nuestros rallyes. ¡Ojala dentro de unos años podamos asociar a José Antonio con alguno de esos 'recuerdos mundialistas' que ahora despiertan en nuestra memoria los veteranos pero incombustibles Escort!