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04|06|2011 RALLYE RÍAS BAIXAS
La inesperada tormenta que cayó sobre el tramo de Mondariz decidió a favor de Xevi Pons-Alex Haro y el Fiesta S2000 un rallye al que aspiraban Fuster-Aviñó y el Porsche, que en la primera pasada habían recortado la mitad de la ventaja acumulada por el Ford en los cuatro primeros tramos de la mañana. El podio lo debería haber completado un equipo gallego, pero los abandonos por avería del Lotus de los Vallejo y el 306Maxi de Senra-Vázquez y la controvertida penalización aplicada al EVO de Meira-Bañobre dejaron finalmente la tercera plaza en manos de los asturianos Pérez-Velasco y su 207S2000

CRONICA

Como cada año por estas fechas, el nacional de rallyes de asfalto ‘emigra’ a Galicia, donde se quedará ya hasta finales de verano. Los rallyes Rías Baixas, Orense y Ferrol componen de nuevo en el 2011 esa ‘temporada gallega’ del nacional que da paso después a la doble cita asturiana compuesta por el Príncipe y Llanes. Cinco rallyes en el noroeste peninsular que, en otros tiempos, serían sinónimo de tramos revirados, estrechos, rotos, sucios… pero que, con los avances de las obras públicas en las carreteras locales de ambas regiones, ya no son rallyes tan típicamente norteños como lo eran hace unos años, con la excepción hecha, sobre todo, del que se disputa en Ferrol, el que más mantiene el espíritu de los viejos rallyes del norte.

Pons-Haro fueorn en el límite todo el día y lograron su segundo triunfo consecutivo

Fuester-Aviño esperaban atacar el liderato en los rápidos tramos de la tarde pero la tormenta les dejó sin opciones

Meira-Bañobre subieron por segundo año consecutivo al podio de Vigo pero una polérmica penalización posterior los envió a la octava plaza

El rallye de Hevia-Iglesias se acabó aquí, con el cable del acelerador roto en la primera curva del primer tramo

El Rías, en cambio, ofrece un recorrido en el que los tramos rápidos sobre carreteras de dos carriles y con piso en bastante buenas condiciones tienen más peso en el kilometraje y el resultado final que los disputados sobre asfalto más roto o con zonas más estrechas y tortuosas. Este año, la novedad del recorrido era ‘darle la vuelta’ a gran parte del mismo, lo que siempre es un modo inteligente de variar un rallye sin complicarse la vida buscando nuevas zonas, algo, esto último, cada vez más complicado. Con un trazado así, los rápidos Mondariz y Maceira tenían de contrapunto los más virados Covelo y Ponteareas, con el también rápido, pero muy ‘botoso’ As Neves como término medio entre dos estilos de tramos que, sobre el papel, debían favorecer en un caso a los GT y en el otro a los S2000. Analizando todo ello, y recordando los tiempos de Fuster el año pasado en cuanto paró de llover, mi pronóstico para este Rías 2011 se decantaba más por el levantino y su Porsche, aunque no por ello descartaba de antemano las posibilidades de los S2000, con el Fiesta de Pons y el Fabia de Hevia como evidentes amenazas para el poderío del GT alemán. Con otro GT, el Lotus de Vallejo, y con el Maxi de Senra como posibles outsiders, el rallye presentaba todos los alicientes que puede ofrecer hoy día este nacional de asfalto que no acaba de ser ni la sombra de lo que nos gustaría que fuese pero que no por ello dejaba de atraer ya una buena cantidad de público al centro de Vigo, a donde llegábamos a eso de las 8 de la tarde para asistir a la ceremonia de salida.

Sin embargo, antes del arranque protocolario del rallye, el shakedown de la mañana del viernes había estado a punto de provocar ya una baja en ese quinteto de cabeza sobre el que hablamos en el párrafo anterior. El motor del 306 de Senra se rompía en el tramo de pruebas, lo que obligaba al equipo que con tanto entusiasmo dirige el padre de Víctor, el popular ’Tarolo’, a buscar una solución de emergencia, que llegaba gracias a la solidaridad del otro gallego que compite con un Maxi, ’Bamarti’, cuyo motor era ’transplantado’ al Peugeot del joven Senra a tiempo de que este subiese al podio de la Puerta del Sol entre los aplausos de todos.

El habitualmente aburrido trámite de la ceremonia de salida se nos hacía aun más pesado debido al excesivo celo con la seguridad por parte de los organizadores, que nos impedían quedarnos ’entre bastidores’ como habíamos hecho en Villajoyosa o Cantabria, lo que siempre resulta más interesante de cara tanto a hablar con los pilotos como para que Jose pueda grabar imágenes diferentes y no tener que ceñirse sólo al monótono paso de los coches por el podio para recibir el banderazo de las autoridades. Al menos, la ceremonia se desarrollaba con razonable rapidez y poco después ya estábamos dejando ‘los trastos’ en el hotel para irnos de cena junto con nuestro habitual ‘guía’ en los rallyes gallegos, Miguel Díaz ‘Chapi’, al que acompañaba otro buen conocedor de la zona, Nacho Carballeira. Los cuatro dábamos cuenta de un amplio surtido de tapas típicas en la ‘Taberna del Orensano’, todo un descubrimiento que anotamos en nuestras agendas de lugares recomendables para próximas visitas a Vigo. Así, entre la animada charla, las cervezas, los pimientos de Padrón , el pulpo, la zorza, etc, etc, cerrábamos la primera jornada del Rías 2011 y nos íbamos pronto para la cama, que el sábado tocaba el habitual ‘madrugón’ al que nos somete cada rallye del nacional.

Como en esta ocasión no podíamos contar con nuestro ‘comando madrileño’, al tener César compromisos laborales que le impedían asistir al Rías, me tocaba volver a ejercer de fotógrafo en las cunetas de los tramos de la mañana, antes de montar la habitual ‘oficina’ en la asistencia del mediodía, y seguir ya el resto del rallye desde el interior del IFEVI, perfecta sede un año más de toda la infraestructura de la prueba viguesa. La mañana del sábado amanecía con radiante cielo azul, sol aun bajo pero ya brillando con intensidad y anuncio de jornada muy calurosa. Un panorama muy diferente al lluvioso inicio del año pasado, que le daba aun más peso a mi idea de que este podía ser un ‘rallye para el Porsche’.

En todo caso, el terreno favorable al poderoso GT alemán no llegaría hasta la quinta especial, el corto pero vertiginoso Mondariz. Antes había que dar dos pasadas al más retorcido Covelo y al rápido pero bacheado As Neves. Cuatro tramos en los que Xevi Pons era muy consciente de que tenía que sacar la mayor ventaja posible en el terreno en el que Fuster iba a tener más complicado desplegar toda la caballería de Porsche. Qué Xevi salía decidido y ‘a por todas’ lo comprobábamos de primera mano en la rápida derecha con fuerte apoyo de la parte inicial de Covelo, a cuya salida nos apostábamos para asistir al paso de los participantes en la primera especial. A los que dicen que el catalán ‘no transmite’ les recomiendo que en el próximo rallye busquen un sitio de esos en los que hay que hilar fino y mantener el pedal derecho lo más abajo posible… y entonces igual cambian de opinión. Tras haber visto transitar al 911, rápido pero sin impresionar más de lo que ya impresiona ver un ‘aparato’ de estos rodar a más de 100 hora por una carretera en la que uno no se atrevería a ir a más de 50, el paso del Fiesta S2000 era de los que te ‘respigan’ por un instante. Pons insistía con el acelerador a fondo pese a que la trasera del Ford amenazaba con descolocarse más de la cuenta mientras la rueda interior se levantaba un buen palmo del suelo y la carrocería se inclinaba visiblemente hacia el exterior de la curva. Aun así, el piloto se negaba a ceder ante las exigencias de la fuerza centrífuga, y el coche seguía hacia adelante como un disparo camino del primero de cuatro scratch consecutivos con los que lograría acumular una renta de algo menos de 16 segundos sobre un Fuster que tenía también muy claro cual tenía que ser ’su rallye’: mantenerse cerca en esas primeras especiales y dar el hachazo en las tres siguientes.

Cuando eran terceros, el Lotus volvió a dejar tirados a los hermanos Vallejo cerca del final de un rallye

Dos motores rotos en dos días, demasiado lastre para Senra-Vázquez y el 306Maxi

Pérez-Velasco heredaron una inesperada tercera posición después de hacer un rallye de menos a más con el 207 S2000

Vinyes-Mercader acabaron quintos y ganaron con claridad entre los 2RM y en la Hankook

Pero el rallye no debía ser sólo cosa de ellos dos. Como ya comentamos antes, había otros candidatos a la ‘zona noble’ de la tabla. El primero de ellos era, obviamente, Hevia, al que tocaba pasar un minuto después de Pons. Pero el minuto transcurría y no había rastro del Fabia S2000. El siguiente en trazar la rápida curva era el Lotus de Vallejo, que salía ‘a dos ruedas’ como muestra tanto de su ligereza como de la decisión con que su piloto le obligaba a ir en busca del mejor crono posible. Apenas un minuto después ya se oía el inconfundible bramido del Kit car de Senra y estaba claro que algo le había pasado a Berti. Una llamada telefónica de nuestro amigo vigués Antonio, que junto con su hijo Iago estaba, un año más, siguiendo el rallye de casa, nos sacaba de dudas: el Skoda estaba parado en el primer cruce del tramo, a apenas 500 metros de la salida, como bien se ve en la foto que me enviaban después, y por lo que le habían escuchado comentar a su desconsolado piloto, el problema tenía que ver con el acelerador. Algo que, en unos instantes, confirmaba su copiloto, Pin, cuando era entrevistado por la gente de Radio Voz, cuyo buen trabajo durante todo el día nos volvía a facilitar una gran cantidad de información útil para estar al tanto de lo que iba pasando en cada tramo. El cable del acelerador se había partido y con él se rompía también de forma definitiva una primera mitad de temporada verdaderamente aciaga para el actual campeón nacional, al que sólo un milagro podría permitir ‘reengancharse’ a la lucha por el título en los seis rallyes que restan.

El abandono de Hevia y el brutal ritmo que marcaba Pons en los dos primeros bucles, hacía que a falta de un solo tramo para completarse la primera mitad del rallye, el catalán marchase ligeramente destacado mientras que, tras él, Fuster era acosado de cerca, y poco menos que ‘por turnos’, tanto por Meira como por Vallejo. Alberto salía un año más dispuesto a dar el do pecho en ‘su rallye’, y el ritmo con el que se veía pasar a su vistoso EVO X amarillo hablaba bien a las claras de sus ganas por repetir, por lo menos, el tercer puesto del año pasado. Vallejo, por su parte, empezaba muy bien en el bucle inicial, que completaba en segunda posición, a 7.4 de Pons y 1.3 por delante de Fuster, pero en las segundas pasadas por Covelo y As Neves prácticamente calcaba los registros de las primeras mientras sus rivales mejoraban entre 4 y 5 décimas por kilómetro, lo que enviaba al Lotus a la cuarta plaza, aunque sólo a tres décimas de la tercera posición que ocupaba el Mitsubishi de Meira.

Esta era la situación tras el cuarto tramo, el siguiente al segundo paso por Covelo, que seguíamos desde el ‘graderío natural’ que rodeaba a una prometedora paella de derechas en bajada, muy sucia y con suficiente espacio como para permitir alguna que otra ‘alegría‘. Sin embargo, estos coches y neumáticos de hoy día son tan eficaces que el sitio acababa resultando incluso algo decepcionante, aunque la  interesante conversación con el director de la revista Crono Motor, Bárcena, con el que coincidíamos en la improvisada ‘tribuna’, hacía mucho más agradable nuestro segundo tramo de la jornada.

Mientras emprendíamos ya el camino de vuelta al IFEVI, estaba en marcha la última especial de la mañana, el muy rápido Mondariz, el primero en el que los GT debían de empezar a imponer su ley. Tenía curiosidad por saber cuanto de los casi 16 segundos que Pons había acumulado a base de jugársela en las 50 kilómetros que sumaban las cuatro anteriores especiales le podría recortar Fuster en los poco más de 11 del último tramo antes ‘del descanso‘. La radio nos sacaba pronto de dudas, Miguel, por fin en el terreno que llevaba esperando con impaciencia desde que se iniciase el rallye, apretaba a fondo el acelerador del Porsche y, de golpe, dejaba la ventaja de Pons en poco más de la mitad, recortándole 7.6 y situándose a apenas 8 segundos del liderato. Con otra pasada por este mismo tramo para iniciar las hostilidades a primera hora de la tarde, y con dos pasos por el también rápido Maceira, que además era el tramo más largo del rallye, con más de 23 kilómetros, mis pronósticos iniciales de que este podía ser ‘un rallye Porsche’ iban camino de cumplirse.

Además, el corto Mondariz distanciaba de forma notable a los dos inmediatos seguidores del dúo de cabeza. Meira hacía un doble trompo en el que apenas si tocaba con nada pero en el que se dejaba más de medio minuto, cayendo hasta la quinta plaza, y Vallejo perdía 10 segundos respecto a Fuster en un terreno, en teoría, propicio también para el Lotus pero en el que le superaban tanto el S2000 de Pons como el KitCar de Senra. El de Meira achacaba el resultado al calor, que a esas horas ya era importante y que, al parecer, no le sienta bien al deportivo británico, que prefiere las temperaturas más benignas típicas de su Norfolk natal. Aun así, Vallejo era tercero, a menos de medio minuto del líder, por lo que tampoco había que descartarlo de una pelea en la que, en cambio, nunca había logrado estar Senra pese a que los tramos del Rías eran, sobre el papel, los mejores hasta ahora para el 306Maxi. Víctor llegaba en la cuarta plaza a la asistencia del mediodía tras una mañana en la que su ’mantra’ cada vez que le entrevistaban en la radio era quejarse de la restrictiva reglamentación que se aplica a los veteranos Kit Car. Algo que, por otra parte, ya era sabido desde antes de iniciarse el año y la razón por la que, como ya comentaba en la crónica de Villajoyosa, nunca pensé que estos coches fuesen a tener opciones reales de ‘batirse el cobre’ con los GT y los S2000 en lo que a la lucha por las victorias se refiere. Qué, en cambio, a los GT se les haga un reglamento a medida, según modelo, contrasta con la rigidez aplicada a los ‘capados’ kitcar, y ahí si que habría margen para la discusión pero, en todo caso, ese será tema para el próximo invierno

Antxustegui-Suárez secundaron a sus jefes de filas en la general y en las clasificaciones de 2RM y Challenge Hankook

Marbán-Ferrero tuvieron un rallye mucho más tranquilo que en Cantabria y el premio fue un doble triunfo en el grupo N y la EVO CUP

Pese a algún que otro problema mecánico, los hermanos Pais acabaron segundos de grupo N y fueron los primeros gallegos en la clasificación

Pujol-Rosell completaronel podio de la Hankook y se impusieron en el grupo R2

Un invierno que estaba lejos también en lo que a sensaciones climatológicas se refiere, cuando a eso de las 3 de la tarde llegábamos al IFEVI bajo un cielo totalmente azul, con el sol brillando en todo lo alto, intenso calor y ni una nube en el horizonte. Así que, cuando apenas una hora después, ya cómodamente instalados en el interior de la sala de prensa, oíamos comentar no se que de que estaba lloviendo, lo primero que pensábamos era que la conversación se refería a las motos en Montmeló, el rallye del IRC en Ucrania o hasta a los entrenos del WTCC en Hungaroring, de los que esperábamos noticias sobre la actuación de Javi Villa. Pero no, donde llovía, ¿qué digo llovía?, ¡diluviaba! ¡¡¡hasta granizaba!!! era justo en la zona de Mondariz, hacía donde habían salido hacía unos pocos minutos, calzados con relucientes slicks, todos los participantes. Jose, que se encaminaba al tercer tramo del primer bucle, nos confirmaba por teléfono que estaba ’cayendo una buena’ en la autopista que le llevaba a su siguiente destino, y las informaciones que llegaban a través de la radio hablaban de auténtico diluvio en el primer tramo de la tarde, el que debía permitir a Fuster dejar casi ‘empatado‘ el marcador con Pons y que, en cambio, se iba a convertir en la tumba para sus aspiraciones de llegar como ganador a Vigo al final de la jornada.

Los poco más de 11 kilómetros que el de Benidorm había cubierto antes del mediodía, bajo el sol, en menos de seis minutos y medio y a casi 105 kilómetros por hora de media, se convertían en un auténtico infierno para el del Porsche, que ahora invertía más de nueve y cuarto y no llegaba a los 75 por hora de promedio. No pasaba ni medio minuto de la llegada a meta de un desesperado Fuster, cuando Pons ya estaba también en el control stop, con un registro obviamente también muy alto pero más de medio minuto mejor que el obtenido por su rival. Xevi no sólo no cedía el liderato, algo que parecía hasta posible a la vista de los cronos de la pasada anterior, sino que lo reforzaba ¡y de que forma!

Del grupo de cabeza, sólo Meira le recortaba algo de tiempo a Pons, lo que le permitía superar de una tacada en la general tanto a Vallejo como a Senra que, lógicamente, sufrían más con la tracción a un solo eje de sus coches, el trasero en un caso, el delantero en el otro, que el 4x4 del de Vincios.

La tormenta de verano duraba poco, como se podía deducir simplemente a la vista de los tiempos, con el mejor crono pasando sucesivamente a manos del Twingo de Arias, el Fiesta de Pujol y, finalmente, siendo un ’affaire privado’ entre los Suzuki de la copa, con ventaja final para el catalán Lluis Pérez, que lograba lo impensable, ¡un scratch en un rallye del nacional con un Swift del certamen monomarca! El piso se iba secando en Mondariz, pero en el largo Maceira todavía quedaban bastantes humedades en la mitad inicial, y el que más lo acusaba era de nuevo Fuster, que volvía a ceder terreno en un tramo que, en seco, le hubiese sido muy favorable. El scratch era para Vallejo, que se defendía mejor con el ligero Exige, y el segundo mejor crono de Pons permitía al catalán aumentar su ventaja a 37.1 segundos sobre Fuster, que tenía a sólo cinco por detrás al Lotus. Meira, en cambio, perdía otra vez terreno, al optar por bajar las presiones de los neumáticos en busca de un setup más de mojado que no era nada eficaz en la mitad totalmente seca del tramo, lo que le hacía caer a la cuarta plaza, ya a más de minuto diez del líder.

Restaba el primer paso por Ponteareas para completar el penúltimo bucle. Allí estaba ya nuestro Jose, que nos informaba sobre el clima y estado del terreno: ya no llovía nada y el piso estaba absolutamente seco. Justo lo que hubiese querido Fuster para los dos tramos anteriores llegaba en el que, en teoría, le era menos favorable. Aun así, Miguel no se conformaba con su suerte y marcaba el scratch, recortándole algo más de cinco segundos a Pons. La ventaja del catalán se situaba justo por encima de medio minuto y tocaba hacer cuentas: quedaba el segundo paso por el largo y rápido Maceira, y la repetición de este recién terminado Ponteareas. Para ganar, Fuster tendría que sacarle, como mínimo, un segundo por kilómetro a Xevi en el tramo largo y volver a ganarle por cinco o seis en la última especial.

Una misión que se convertía en imposible cuando el del Porsche lograba, como era de esperar, el scratch en Maceira, pero el del Ford perdía ’sólo’ medio segundo por kilómetro. Pons tenía aun margen de sobra, casi 20 segundos, y Fuster arrojaba ya la toalla, empeorando su crono anterior en la pasada final por Ponteareas, en la que Xevi confirmaba con un scratch su segundo triunfo consecutivo con el Fiesta S2000. Un triunfo muy trabajado y para el que la llegada de la lluvia había sido, probablemente, decisiva. Siempre nos quedará la duda de si Fuster hubiese sido el vencedor de no ‘abrirse los cielos’ sobre Mondariz a primera hora de la tarde, pero las matemáticas apuntan a que el rallye hubiese sido suyo. En los dos pasos ’secos’ de Maceira y Ponteareas, y en el primero de Mondariz, su renta sobre Pons fue de más de 25 segundos, diez por encima de los 15 que había acumulado Xevi en los cuatro tramos iniciales. Así que con otro paso seco por cada uno de ellos no es difícil imaginar a quien perjudicó más la inesperada visita de la lluvia. Pero, evidentemente, la climatología es un factor siempre a tener en cuenta, y saber o poder aprovechar una situación tan crítica como la que los primeros tuvieron que afrontar en el dantesco paso vespertino por Mondariz fue al final la clave de un rallye que, hasta entonces, era uno más de esos ‘duelos a distancia’ que propone la controvertida reglamentación de nuestro nacional, con pocos tramos en los que los diferentes tipos de coche estén realmente igualados.

Los hermanos Arias marcaron todos los scratchs en la Twingo, ganando la copa de Renault con absoluta claridad

La Swift estuvo mucho más reñida, decidiéndose en favor de Pérez-Del Corral, autores del scratch absoluto en el mojado Mondariz.

Carchat-Ribeiro aprovecharon también el piso mojado para hacerse con la segunda plaza de la Copa Suzuki

Rallye con altibajos de Pazó-Portela, líderes de la Swift por la mañana y terceros al final tras un apretado sprint en el último tramo

Aunque si hablamos de controversias, ninguno mayor que la que decidió el tercer puesto del rallye. Una posición a la que aspiraba Vallejo, pero que debía ceder en el penúltimo tramo, cuando su Lotus se paraba y le dejaba, como en Villajoyosa, con ese sabor amargo que siempre provoca abandonar con la meta casi a la vista. La retirada del Exige parecía poner en bandeja el podio a Senra, lo que hubiese sido justo premio para el esfuerzo que él, su padre y todos los miembros de su modesto equipo habían puesto para superar todas las adversidades y estar en la salida del rallye. Pero, desgraciadamente, el motor prestado por ’Bamarti’ seguía la misma suerte que el ya ’fenecido’ en el shakedown, y el 306 se quedaba también ’tirado’ en el paso final por Maceira. Todo ello dejaba a Meira como el tercer gallego que aspiraba al podio y el que finalmente se subía al mismo en la Puerta del Sol de Vigo. Pero eso que se dice de que las carreras no acaban hasta que se cruza la meta no es del todo cierto, ¡a veces terminan unas cuantas horas después!

En este caso, el rallye ‘acababa’ a eso de las dos de la mañana cuando, después de más de una acalorada discusión entre los diferentes implicados, se acababa por publicar la clasificación final oficial, en la que al de Vincios se le aplicaba una penalización de seis minutos que los comisarios deportivos decidían de tal cuantía en base a un informe de posible irregularidad técnica elaborado por los técnicos y al resultado del rallye, con los otros dos EVOs a menos de esa distancia del suyo. Qué se detecte una supuesta ’trampa’ y no se excluya al presunto infractor ya sorprende y te hace pensar que las cosas no estaban muy claras. Y, efectivamente, el asunto era de esos complicados. Resulta que en el reagrupamiento del mediodía se hacía pasar a todos los coches con turbo por una prueba, que se realiza habitualmente en el campeonato portugués, y que consiste en tapar la entrada de aire de la brida con una pelota de tenis. Una prueba que, según nos comentaba el preparador del coche de Meira, Roberto Méndez, había sugerido él mismo al Delegado Técnico de la Española como modo fácil y rápido para descartar cualquier irregularidad en los coches que, al hacérsela con el motor en marcha, se parasen. Algo que ocurría con todos menos con el EVO X de Meira, lo que llevaba a los comisarios a deducir directamente que ello implicaba una irregularidad en el Mitsubishi del gallego. Una deducción que es, cuando menos, discutible, ya que entre la brida y el motor hay, en estos coches, un buen número de elementos por los que puede entrar aire, bien sea por fugas, malos ajustes o hasta golpes y toques (esto último aduce piloto y equipo como la causa, al haberse dañado ligeramente el intercooler en el doble trompo del TC5). En todo caso, lo suyo parece que hubiese debido ser la realización de una inspección más a fondo de todo el sistema de presión del coche de Meira. Pero como esto no se realizaba, a los deportivos les llegaba la ’patata caliente’ de un informe de los técnicos en el que se explicaba lo ocurrido pero tampoco es que se afirmase de forma categórica que en el coche en cuestión hubiese una ‘trampa’ demostrada. El resultado era una decisión de esas ’salomónicas’, en el sentido real de la expresión, es decir de las que perjudican a todos, más o menos como la famosa de ’partir al bebé por la mitad’ que dio origen a la frase. Porque, en estos casos, uno opina que no debe de haber medias tintas, o el coche lleva trampa o no la lleva, y si la lleva hay que demostrarlo y excluirlo, pero si hay dudas al respecto no me parece de recibo sancionarlo.

El resultado de todo ese lío era que Jonathan Pérez se acostaba contento con haber acabado cuarto, tras ir de menos a más y superar a Vinyes en el tramo final, y se levantaba como tercero, sumando su segundo podio de la temporada. Un podio que, evidentemente, no tendrá para el bueno de ’Joni’ el mismo sabor que le logrado en Alicante, pero que premiaba su fe para sobreponerse por la tarde a una mañana complicada, en la que le costó coger el ritmo mientras se peleaba con un coche al que no le acaba de encontrar el punto este año en lo que se refiere a reglajes de suspensión.

Tras el 207 S2000 terminaba en lo que finalmente era la cuarta plaza el Swift S1600 de Vinyes, que de nuevo sacaba el máximo partido del Suzuki, destacando especialmente en los dos tramos en los que la lluvia puso el terreno delicado. En ellos, el andorrano se permitió el lujo de mezclarse con los ’de arriba’, y a punto estuvieron de valerle sus cronos en esas dos especiales para terminar por delante de Jonathan y haber sido él quien heredase ese inesperado tercer escalón del podio.

El otro Suzuki oficial, pilotado por Gorka Antxustegui, cumplió su papel de seguir la estela del ’jefe de filas’, aunque una arriesgada elección de gomas por la mañana, optando por el compuesto más blando, hizo que el joven piloto vasco no empezase a rendir a buen nivel hasta el segundo bucle. Fue a partir de ahí cuando Gorka logró la nada fácil hazaña de ganar en un par de tramos a Joan, y de estar en el mismo segundo en otros tantos, lo que le permitía terminar muy satisfecho con su rendimiento cuando le entrevistábamos al final del rallye.

Los veteranos locales Torre-Seoane acabaron séptimos de la Hankook con el añadido de un cuarto scratch para enmarcar en Mondariz 2

Mantecón-Noriega siguen líderes de la EVO CUP y el grupo N pese a tener que retirarse al inicio de la tarde

El único Histórico en liza fue el Escort 'Rothmans' de los espectaculares Rodríguez-Gradín

En el rallye autonómico la primera posición fue para el 206 S1600 de Pérez-Souto

 

Precisamente en medio de esas entrevistas estábamos cuando la madre de Marbán nos hacía notar el buen rallye de su hijo, doble ganador en la EVO CUP y el Grupo N tras un rallye sin problemas y muy diferente al agitado día que tuvo en Cantabria. El madrileño recupera así distancias en la general de ambos certámenes respecto al todavía líder en ambos, Eugenio Mantecón, que tuvo en Vigo un rallye para olvidar, con problemas de alimentación de combustible que le amargaron la mañana, haciéndole rodar a ritmo lento, perdiendo mucho tiempo en cada tramo pero con la esperanza de, al menos, llegar a la asistencia del mediodía y encontrar allí la causa de los males del EVO X. Algo que, finalmente, no era posible, lo que le forzaba al abandono en el primer sector de enlace de la tarde.

También con problemas en su EVO rodaba durante buena parte del día el local Alex Pais que, al menos, si lograba terminar, y acababa siendo, tras la penalización a Meira, el mejor gallego en la clasificación final, en la que ocupaba la séptima posición.

Completaban los diez primeros dos ganadores de sus respectivas categorías. Noveno, pese a un toque en el tramo final, más aparatoso que dañino, era Ferrán Pujol, que completaba con buena nota su primer rallye con el Fiesta R2, ganando un grupo que se ha quedado sin su principal referencia, Kike Ojeda, luego de la muy comentada desaparición de Nupel de la escena del nacional de rallyes. Un asunto que me suena a ‘crónica de una muerte anunciada’, o al menos así pienso que se podría titular el desenlace del largo culebrón que ha sido la presencia de este patrocinador en el nacional de rallyes. Al menos, el material del ya desaparecido equipo propiedad hasta hace un par de semanas de la empresa farmaceútica, ha acabado en buenas manos, en manos de gente de las carreras como es Roberto Méndez por lo que respecta a la estructura del nacional, o Pedro Burgo en lo relativo a la del regional gallego, así que, al menos algo ha dejado a nuestro deporte el tormentoso paso por el mismo de Jorge Dorribo. 

Volviendo a la clasificación final del Rías, el décimo de la general acababa siendo otro R2, el primero de los Twingo, con el que Miguel Arias superaba con holgura a todos sus rivales, marcando el scratch en todos los tramos y siendo, además, el único que se libraba de la epidemia de pinchazos que asolaba a los pequeños Renault en el segundo paso por Covelo, cuando cuatro de ellos pinchaban exactamente en la misma curva y acababan protagonizando una sorprendente ‘parada múltiple en boxes’, al elegir todos el mismo cruce para cambiar la goma dañada.

Si en la copa de Renault no había duda desde el primer tramo respecto a quien iba a lograr la victoria, en la de Suzuki la pelea volvía a ser de órdago. Los pilotos de los Swift se tiraban con decisión, como bien podíamos apreciar en las dos curvas de tan diferente estilo que veíamos en directo por la mañana, y a mitad de rallye menos de 9 segundos separaban a los cuatro primeros, encabezados por Víctor Pérez, al que seguían como su sombra Lluis Pérez, Pablo Pazó y Joan Carchat. Como, además, el quinto era todo un experto en estas lides como es Pablo Rey, a menos de 20, y el sexto era nada menos que Alberto Monarri, a poco más de medio minuto, estaba claro que cualquier cosa podía pasar por la tarde. Y, al igual que en la lucha por la victoria absoluta, el chaparrón de Mondariz resultaba decisivo. Con el piso mojado pero ya sin lluvia y el asfalto secándose a medida que iban saliendo los Swift, los que mejor partido sacaban de la situación eran Carchat (¡razón tenías Francesc! si que va bien el andorrano cuando ‘resbala‘) y, sobre todo, Lluis Pérez, que salía algo más atrás y, además, nos confesaba a final de rallye que siempre le ha gustado pilotar en agua. Ambos pasaban a ocupar la primera y segunda plaza, Lluis por delante de Joan, y en ese orden llegaban a meta, completando el podio Pazó, que no lograba repetir el triunfo del año pasado pero, al menos, lograba subir de nuevo al ’cajón’ tras superar a Víctor Pérez en el último tramo.

Precisamente las entrevistas con los ’chicos de la Swift’ eran el punto final a nuestro trabajo en el IFEVI. Cansados tras el largo día de rallye, recogíamos los bártulos, cenábamos en el primer sitio que encontrábamos cerca del hotel y nos íbamos a dormir mientras en dirección de carrera se desarrollaba todo el ‘asunto Meira’ ya comentado más arriba. Un mal final para un rallye que estuvo de lo más interesante y que deja el campeonato en ’empate técnico’ entre Fuster y Pons, con liderato ’virtual’ para el catalán pero real todavía para el alicantino en virtud del mayor valor en puntos de su triunfo en Canarias. El desempate tendrá que llegar dentro de poco más de una semana en el siempre tórrido Orense de finales de junio. Una fecha en la que parece complicado que otra tormenta de verano pueda inmiscuirse en un duelo que se presenta interesante, porque si bien es verdad que los tramos orensanos son, en general, rápidos y favorables al Porsche, también es cierto que en ellos Pons se desenvuelve a las mil maravillas, como demostró bien a las claras cuando el año pasado logró la primera victoria con el entonces poco apreciado Fiesta S2000. Como, además, Hevia saldrá con ganas de acabar con su mala racha, el trío de gallegos que salieron malparados de Vigo (Vallejo, Senra y Meira) serán de nuevo temibles y el portugués Magalhaes vendrá de nuevo dispuesto a ser el ‘incomodo invitado’, el rallye que cerrará la primera mitad de temporada se anuncia como, tal vez, el más interesante de lo que va de campeonato. Allí estaremos para vivirlo en directo y contároslo, por mucho que el tremendo calor orensano no sea precisamente algo que nos apetezca vivir un año más.