Lo único malo de ir a Ubrique cada año es el pesado viaje por carretera desde Asturias, especialmente si se hace en solitario. Así que la compañía de Jose, que este año estará también en todas las pruebas del nacional de montaña para grabar las imágenes que se publican en TVMotor.es, hizo mucho más llevadero el traslado más largo de la temporada. Para él era su primer Ubrique, una prueba que es ya un clásico en el arranque del campeonato de España y también en mi calendario de carreras, ya que desde que fui por primera vez, en el 2004, no he me he perdido ninguna de las pruebas disputadas en la localidad de la sierra gaditana.

Precisamente comentando esto con Jose caía en la cuenta de que, además, la de Ubrique, junto a las dos pruebas asturianas (Fito y Santo Emiliano) y a la subida al Coll de Rates, son las únicas que se han disputado de forma ininterrumpida con puntuabilidad para el nacional en estos últimos siete años. Todo un síntoma de los problemas por los que viene pasando la montaña desde hace tiempo, con costes cada vez más altos que acaban por ‘asfixiar’ a organizaciones cuyos medios son, por lo general, bastante modestos… lo que les lleva a tener que renunciar al campeonato de España tras unos pocos años ‘resistiendo’ en el mismo. La ‘sangría’ de pruebas en estos ocho años que llevo siguiendo en directo el certamen ha sido notable, con paulatina reducción del número de carreras, así que cuando se publicó el primer calendario de la temporada 2011, en el que aparecían sólo cuatro pruebas puntuables (tres de las ‘supervivientes’ ya citadas más la portuguesa de Falperra) la sensación era la de haber ‘tocado fondo’.

Sin embargo, en el último mes se han añadido dos citas más a esa exigua lista, ‘reenganchándose’ al nacional la subida a Rates tras no estar inicialmente calendada, y recuperando para el mismo la prueba de Ibiza, que durante varios años fue un siempre agradable ‘fin de fiesta’ para el campeonato. Además, existe la posibilidad de que tengamos aun hasta dos pruebas más, ambas fuera de la península: la clásica mallorquina de Puigmajor (a disputarse la semana siguiente a Ibiza) y la canaria de Guía de Isora, que ya se ‘subió en marcha’ al calendario el año pasado y que podría hacer lo mismo de nuevo, ya que de la puntuabilidad nacional depende buena parte del patrocinio que recibe de las instituciones insulares. Así que todo parece indicar que ‘tras tocar fondo’ con ese minicalendario de cuatro pruebas, iniciamos ya el ascenso hacía la superficie, aunque no deja de ser realmente extraño que un campeonato arranque sin saberse todavía cuantas van a ser las carreras puntuables… ¡o hasta sin tener claro a ciencia cierta cual va a ser el sistema de puntuación!

El nuevo y controvertido sistema de puntuación no era, afortunadamente, la única novedad con la que nos encontrábamos en Ubrique, cuando llegábamos a eso de las 6 de la tarde del viernes. En la arena de la Plaza de Toros, desde la que Jesulín saltó a la fama y puso el nombre de su localidad natal en boca de todos (¡para bien y para mal!), destacaba la impresionante estampa de todo un ‘miura’ de las carreras, el nuevo Mosler de Raúl Borreguero. Un GT3 de más de seiscientos caballos que fue objeto de todas las miradas a lo largo del fin de semana y que era la punta de lanza de una serie de nuevas monturas que añaden alicientes al nacional de montaña 2011. Entre estas había otro GT, el Porsche 911 de Manolo Cabo, que acudía a Ubrique dispuesto a iniciar una campaña en la que, tras su positiva experiencia del año pasado en Arrate, las subidas sustituyen a su habitual ‘territorio’, los rallyes. Y precisamente el coche que utilizó Cabo para ganar el grupo A en la prueba eibarresa, un Seat Córdoba WRC, era otra de las novedades que teníamos ocasiones de ver por primera vez en la arena del coso taurino ubriqueño, decorado en el inconfundible amarillo habitual de las monturas del almeriense Manuel Maldonado, su nuevo propietario.

Ya fuera de la plaza de toros tras pasar las verificaciones, estaban el parque cerrado el resto de participantes, entre los que el 306Maxi de Manuel Senra era otra de las muy bienvenidas novedades de una lista de participantes no muy numerosa en cuanto a lo que se pueden considerar ‘asiduos’ del campeonato, pero si de una notable calidad y variedad. Precisamente esa variedad de maquinaria, mezclando superturismos, GTs, WRC’s, kitcars, etc, más los siempre espectaculares CM (¡que por fin reciben este año status de Campeonato de España!) sigue siendo para mi uno de los grandes alicientes de una especialidad para la que pocos miran pero que, aunque esté lejos de sus años dorados, sigue resultando muy interesante y casi diría que un ‘oasis de biodiversidad’ dentro de un automovilismo moderno cada día más encorsetado por los certámenes monomarca y las reglamentaciones técnicas restrictivas y que acaban por uniformar enormemente el tipo de coches que se pueden ver en la mayoría de sus especialidades.

El encuentro con Jean Marie Almeras, propiciado por otro auténtico ‘caballero de las carreras’ como es nuestro pentacampeón nacional José Antonio López-Fombona, que fue quien nos presentó al francés en las inmediaciones de la plaza de toros de Ubrique, fue el momento álgido de nuestra primera jornada en el nacional de montaña 2011. Una jornada que cerramos con lo que para mi ya es una tradición en esta carrera, cenar unos medallones de venado en una terraza de ‘El Bosque’, localidad situada a unos kilómetros de Ubrique que es mi habitual ‘base de operaciones’ en la subida de la sierra gaditana.

El sábado, después de ver la emocionante calificación de la fórmula 1 mientras desayunábamos la típica tostada con aceite de la zona, nos dirigimos a media mañana a Ubrique. En la zona de asistencia ya estaban trabajando todos los equipos, lo que aprovechamos para obtener las primeras imágenes y para instalar las cámaras interiores en los dos coches que las iban a montar en la primera jornada, los Audis de Fombona y Aznar. Poco después, a eso de la una y cuarto, ya estábamos en la línea de salida esperando por la furgoneta de prensa que, se suponía, iba a salir a esa hora. Algo que, a la vista de que aun no se había cortado al tráfico la carretera de acceso al pueblo (que coincide con el tramo inicial de la subida) se nos antojaba complicado. Tras una hora de espera mientras el tránsito de coches particulares seguía siendo intenso por lo que debía de ser la zona de salida (donde no había ni siquiera pintada la raya que la indica, como inmediatamente notó el comisario FIA, por cierto), finalmente aparecía nuestro transporte. Pero aunque llegamos a tomar posiciones en el mismo, finalmente se decidía que no había tiempo para subir a los medios de comunicación así que nos tocaba ‘sprintar’ para llegar lo más arriba posible antes de que se iniciase, con considerable retraso, la primera manga del fin de semana.

Al menos, ese retraso nos permitía superar el cruce de la gasolinera, que teníamos previsto cubrir en la manga oficial, para así estar más cerca de salida de cara al final de la prueba. Tras una rápida caminata bajo un sol que ya apretaba de lo lindo (¡y que empezaba a colorear mi piel de forma notable!) acabábamos por detenernos en una zona de rápidas enlazadas derecha-izquierda, buena para el video aunque bastante mala para las fotos… ¡todo no se puede tener!

Aunque la primera manga de libres de la temporada poco podía significar, servía al menos para empezar a tomar contacto con lo que puede ser este año el nacional de montaña. En cuanto a ‘recuperar sensaciones’, la zona rápida en la que estábamos era perfecta para ver, una vez más, lo deprisa que suben los punteros del nacional. En particular, me llamaba la atención lo fuerte que venía el EVO de Noriego desde la derecha anterior a la nuestra, algo más cerrada y de la que el Mitsubishi del piloto extremeño salía ‘desmeleando’, aprovechando al máximo el exterior y casi acabándosele la carretera. A simple vista también destacaba la habitual precisión de Pedro Roca, el único que ‘acariciaba’ con la rueda delantera de su Silver la raya blanca del viraje de izquierdas tras el que los coches se perdían de nuestra vista. Sólo Aritz Egozkue pasaba tan cerca de la línea que avisa de que el asfalto se está acabando, mientras que al otro candidato a la victoria en la rebautizada ‘categoría II’ del nacional, Oscar Palacio, ya le separaban unos centímetros más de la trazada ideal. Cosa lógica, por otra parte, ya que Oscar estaba en su primera subida con el Silver, tras competir el año pasado con BRC.

El cruce no deparaba problemas para ninguno de los participantes y el rápido ritmo de la montaña, con salidas a treinta segundos, unido a la falta de incidentes, permitía recuperar algo del retraso acumulado en el inicio de la prueba. Los cronos de la segunda subida del día ya empezaban a acercarse a los que serían necesarios para estar en la pelea por las primeras plazas. En la categoría I (los ‘carrozados’ para entendernos), Fombona rodaba ya en 2.27 tras haber bajado apenas del 2.30 en la manga anterior, y Cabo presentaba candidatura a un buen puesto en su debut con el Porsche, con el que prácticamente ‘calcaba’ sus tiempos en las dos pasadas, situándose en ambas en el límite de los dos minutos y medio, del que quedaba lejos Aznar, en 2.33 y no muy satisfecho con el comportamiento de su A4, al que superaba el decididamente inspirado Noriego, que corroboraba con los cronos de su EVO grupo N la sensación de rapidez que nos había dejado a simple vista. En la categoría II (los CM), Oscar sorprendía siendo el único en bajar del 2.20 tras haber estado por encima del 2,26 en la primera manga, mientras que Roca y Aritz se marcaban de cerca, los dos en ‘veintes’. El balear empezaba a exprimir algo más su nueva montura, equipada con el motor Suzuki K9 que también montaba el Silver de Palacio y que, según Pedro “estira más arriba” que el propulsor utilizado el año anterior y que sigue equipando el S2 de Aritz.

Para la subida final del primer día, Jose se me unía de nuevo en el cruce, y mientras el se situaba en su vértice exterior (el mejor sitio para el vídeo) yo optaba por ‘disparar’ apuntando hacia la salida del mismo desde la bien protegida plataforma de la gasolinera. La luz seguía sin ser buena pero se podían captar buenas levantadas de rueda…¡o de dos ruedas! como era el caso del Seat de Clemente, que pasaba ‘volando bajo’ camino de una rotunda victoria en la categoría de clásicos, en la que el almeriense superaba con su cada vez más rápido 124 al siempre admirable TVR de Rafael Serratosa, resignado a no poder pelear contra un coche más moderno y mejor calzado que el suyo, al que el reglamento condena a no poder usar slicks.

También llegaba rapidísimo al cruce el EVO de Noriego… tan rápido que su piloto se daba cuenta de inmediato que a esa velocidad no iba a poder ‘entrar’ así que ‘tiraba de freno de mano’ y acababa impactando lateralmente contra las balas de paja que protegen el bordillo exterior. Aunque el Mitsubishi no parecía estar dañado, su piloto prefería no arriesgarse a seguir y quedaba apartado en la amplia escapatoria, viendo como la primera victoria en grupo N de la temporada iba a parar al campeón de la categoría, ‘Viti’ Pardeiro. El langreano estrenaba flamante decoración ‘asturiana’ en su conocido EVO IX, al recibir este año el merecido apoyo de ‘Asturias Paraíso Natural’, gracias al cual podrá sacar adelante una temporada que se le presentaba muy complicada pese a haber ganado el año pasado el campeonato de su categoría compitiendo con medios mínimos.

Con Maldonado fuera de combate, el grupo A se convertía en una cerrada lucha entre el Renault Maxi Megane de Ortuño, habitual de la prueba y siempre rápido en ella, el 206WRC con el que Abia compite este año en el certamen en sustitución del Ferrari con el que siguió el campeonato la pasada campaña, y el 306Maxi de Manuel Senra, uno de los ‘coches de moda’ en este arranque de temporada, tras haber competido, con su hijo Víctor al volante, en el rallye de Villajoyosa. El primer asalto de una pelea que estuvo realmente igualada durante todo el fin de semana era para el andaluz, que se imponía por poco más de una décima al castellano leonés y por menos de cuatro al gallego, quedando el trío de grupos A justo por detrás del 2.33 de Viti que era el mejor crono a falta de que llegasen a meta los cuatro primeros de la lista de inscritos entre los que, en buena lógica, debían jugarse las tres posiciones de podio de la categoría I.

Que los cuatro que restaban tuviesen como referencia al mejor grupo N se debía no sólo a la rapidez de Viti sino, también, a la avería en la transmisión del Porsche de Cabo, que nos dejaba con las ganas de saber si su doble 2.30 de las dos mangas de entrenos era su límite o si todavía podía bajar algo más. Una duda que, desgraciadamente, no habría posibilidad de desvelar ya que, aunque sus mecánicos trabajaban duro en el coche intentando solucionar el problema, finalmente ello no era posible y el 911 del cántabro se convertía en la segunda baja entre los aspirantes a las primeras plazas.  

De todas formas, el tiempo de Viti duraba apenas veinte segundos en lo más alto de la lista de tiempos, superado por el del siguiente coche en cruzar la meta, el Seat Cupra de Angel Castro, que se imponía entre los GT por delante del imponente Mosler de Borreguero. Raúl apenas si había dado un par de vueltas con el coche en un circuito, así que las tres subidas del sábado le servían, sobre todo, para empezar tomarle el pulso (¡y las medidas!) a la ‘bestia’.

El siguiente en meta era Aznar, bajando ya a un más satisfactorio 2.27 tras haber cambiado algunos reglajes en su Audi. Un crono que, en todo caso, era tres décimas peor que el logrado por Fombona en entrenos por lo que, salvo sorpresa mayúscula, el gijonés iba a batir al almeriense. Y, efectivamente, así era: el Audi A4ST del pentacampeón nacional paraba el crono en 2.25.485 y Fombona se llevaba, con claridad, la primera victoria de la temporada en la categoría I.

De vuelta a ‘El Bosque’ tras una larga y calurosa jornada, unas reparadoras cervezas acompañaban para cenar a otro clásico en mi ‘dieta ubriqueña’, los ‘huevos a lo bestia’ del Hotel Enrique Calvillo… ¡que a un tipo duro de la cuenca como Jose tampoco es que le pareciesen tan ‘bestias’, por cierto!

El domingo tocaba el inevitable madrugón para entrar en Ubrique antes del cierre de carretera, que deja la población incomunicada durante el desarrollo de la competición, salvo para las dos o tres paradas que se hacen de la misma en los horarios de salida y llegada de ‘los amarillos’, el equivalente en la zona de nuestros ‘Alsas’. El día amanecía con una densa bruma sobre buena parte de la sierra pero, afortunadamente, esta no impedía la celebración de los entrenos libres, algo que si había ocurrido por su causa hace un par de temporadas. El ambiente fresco de la niebla se agradecía tras el achicharrante sol de la víspera que me había dejado los brazos más rojos que un langostino a la plancha, pero el potente astro rey iba, poco a poco, abriéndose paso, y para cuando se disputaba la manga de entrenos oficiales ya apretaba de firme otra vez.

El fresco de la mañana contribuía, de todas formas, a que la temperatura del asfalto fuese la óptima a esas horas de mitad de la mañana, como demostraba el fantástico crono de Aritz Egozkue en la segunda subida del día, un 2.16.320 que rebajaba en medio segundo el registro ganador de Roca del día anterior y que era, a su vez, nuevo record de la categoría, dos segundos por debajo de la marca establecida por el propio Pedro el año pasado. Tan espectacular mejora se explicaba, sobre todo, por el retorno a los ‘neumáticos libres’ entre los CM, que este año no están obligados a usar un compuesto concreto como era el caso del año pasado, más duro que los utilizados en temporadas anteriores y que, tras un año ‘en el olvido’ se volvían a montar este año, contribuyendo a la bajada de tiempos.

Los neumáticos eran también ‘el as en la manga’ de Fombona para la subida oficial de la Fase B. El asturiano se había guardado un juego nuevo que montaba en la última manga del fin de semana y con el que no sólo repetía victoria sino, también, rebajaba su propio record de la prueba, marcando un 2.23.771 totalmente fuera del alcance de sus rivales. Entre estos, el más rápido era de nuevo Aznar, aunque el almeriense se quedaba unas décimas por encima de su crono de la víspera, lo que achacaba a haber tenido que levantar el pie en dos ocasiones debido a la presencia de banderas amarillas en el recorrido. Uno de los causantes de esas banderas era el Silver de Roca, cuyo motor decía ‘basta’ en plena ascensión, privándonos de lo que se presentaba como un espectacular duelo entre Pedro y su compañero de equipo en Silver, Aritz. Con el asfalto ya más caliente, el joven piloto navarro no conseguía reeditar su sensacional registro anterior (algo que Roca ya nos había pronosticado minutos antes, buen conocedor de cómo la temperatura influye en las prestaciones de las gomas) pero conseguía una importante victoria que, con el abandono del mallorquín y con reglamento tal y como estaba el domingo, le daba una ventaja importantísima al frente del campeonato de la categoría II tras disputarse sólo una carrera.

Capítulo aparte merece el debut del Nova pilotado por Aitor Erro. Con un look a medio camino entre las Osella de montaña y los prototipos de la Grand Am americana, el nuevo CM navarro sufrió importantes problemas de suspensiones durante todo el fin de semana. Algo que era evidente a simple vista, con el coche ‘botando’ de forma preocupante en la zona rápida donde lo vimos por primera vez en acción en entrenos y que nos confirmó su piloto cuando le preguntamos al respecto. La causa de tanto ‘salto’ eran unos amortiguadores traseros rotos, que obligaron a Erro a llegar a meta a marcha lenta en la subida oficial del sábado y que no pudieron ser totalmente reparados para las mangas del domingo, por lo que habrá que esperar a otras carreras para poder empezar a juzgar el potencial del nuevo CM.

Cerrado el repaso a la categoría II, al que llegamos para explicar las banderas amarillas que se encontró Aznar en su camino a la segunda plaza de la categoría I, volvemos a esta para hablar de su tercer clasificado el domingo, Raúl Borreguero. El valenciano y su equipo trabajaron duro todo el fin de semana para ir, poco a poco, cambiando detalles en el Mosler, un coche procedente del nacional de GT en circuitos que llevaba un año parado y al que, evidentemente, hay que adaptar a su nuevo ‘territorio de caza’ en las carreteras de montaña. Una adaptación que, a la vista de los cronos del domingo, va por muy buen camino, ya que en la manga oficial de la fase B, Borreguero rebajó en siete segundos su mejor tiempo del sábado, bajando ya hasta el 2.28 para quedarse apenas a unas décimas de Aznar, subir al podio de la general y ganar entre los GT. Un resultado muy positivo para el estreno del Mosler, un coche al que, visto lo visto, va a ser difícil ‘echar mano’ en Falperra… y al que, antes de la cita portuguesa, dará gusto ver y oír en las zonas más rápidas del Fito.

La progresión de Borreguero con el Mosler dejó a Ángel Castro en la segunda plaza de GT, viéndose también superado el madrileño por Eduardo Noriego. El extremeño se resarcía del toque de la víspera y firmaba una ascensión impecable, ganando con holgura el grupo N y acabando cuarto entre los turismos del nacional. Segundo del grupo N era ‘Viti’ Pardeiro que, de todas formas, salía de Ubrique como claro líder de la categoría... al menos hasta que el jueves la ‘fe de erratas’ ya comentada más arriba diluye algo esa diferencia al permitir descontar un resultado, por lo que Noriego podrá librarse del cero de la Fase A aunque, eso si, no podrá permitirse más fallos en ninguna de las carreras de los sábados.

Completando el repaso a los diferentes grupos de la categoría de carrozados, nos faltan los grupo A y los clásicos. Entre los primeros la lucha volvió a ser cerrada, con victoria esta vez para Abia, con ocho décimas de ventaja sobre Ortuño y apenas un segundo respecto a Senra, quien nos comentaba que su 306Maxi estaba muy ‘de rallyes’ y que habría que adaptarlo algo más a las exigencias de la montaña. Un trabajo ‘de quita y pon’, ya que a nuestra pregunta de si ello significaba que no íbamos a volver a ver al espectacular kit car en los rallyes del nacional de asfalto su respuesta era que su hijo Víctor saldrá de nuevo al volante del Maxi al menos en el Cantabria Infinita.

En cuanto a los clásicos, no había cambios, de nuevo con Clemente como claro ganador (¡y bajando ya de 2,40 con su 124!) por delante de Serratosa y Noguera. A todos ellos los superaba el primer histórico del europeo, el 935 de Almeras, que marcaba un más que notable 2.33 que le hubiese metido en el podio de los GT nacionales. No es de extrañar, por tanto, que Jean Marie se mostrase muy satisfecho con su actuación cuando nos encontrábamos con él de vuelta al parque cerrado para recoger la cámara interior que nos había permitido instalar en su coche y de cuya grabación podréis disfrutar  próximamente en TVMotor.es.