Cuando, a mediados del pasado mes de octubre, terminábamos de escribir la crónica de la subida al Sueve, lo hacíamos temiéndonos que el corto campeonato de Asturias de Montaña 2011 hubiese sido aun más corto de los previsto, terminando ya con la prueba del Fito Norte. La causa eran unas declaraciones del organizador de la siguiente cita del calendario, la Subida de Cudillero, en las que le daba a la celebración de su prueba un exiguo 10% de posibilidades de celebrarse por  no fiarse de la compañía aseguradora. Sin embargo, en los días posteriores a realizar esas declaraciones parece ser que esa confianza perdida se recuperó no sabemos muy bien como, y del diez por ciento se pasó al cien, celebrándose finalmente el pasado domingo 30 de octubre la segunda edición de la subida a Cudillero, cuarta cita de este pobre regional de montaña 2011, uno más de los campeonatos asturianos que esta temporada han estado bajo mínimos, con la crisis económica como excusa final para un problema de fondo en el que la falta de dinero no es sino uno de los factores que han hecho ‘caerse’ de los calendarios (o ‘salirse’ de los campeonatos) a demasiadas pruebas como para que nadie pueda estar satisfecho con como han ido las cosas.

Como, por fortuna, nuestro calendario personal de carreras no se circunscribe sólo a Asturias (¡menos mal, tal y como están las cosas!), el último fin de semana de noviembre lo teníamos ocupado con una cita muy especial, el Jarama Vintage Festival en Madrid. Así que con “TV Motor” y “Sobre Ruedas” de expedición al veterano trazado de la carretera de Burgos, el cierre del regional de montaña lo seguíamos a distancia, gracias sobre todo a Roberto y María, esa pareja de aficionados que son ya poco menos que imprescindibles para ayudar a sacar adelante un buen número de proyectos a lo largo de estas dos últimas campañas de frenético ritmo de competición que llevamos. Ellos dos se encargaban del vídeo y las fotos en una prueba que, en lo climatológico, no podía ser más diferente a su estreno del año pasado, cambiando el diluvió por el sol y el frío y la humedad por un ambiente mucho más seco y agradable.

Evidentemente, sin haber estado en las rampas que parten de Soto de Luiña en dirección a Troncedo, poco podemos contaros que no sea lo que nos han dicho algunos de los protagonistas y lo que se deduce de los tiempos de cada piloto, así que, por fuerza, esta no será una crónica al uso sino, más bien, un breve análisis a posteriori de lo que dio de si la cita final del Campeonato de Asturias de Montaña 2011. Y ya que empiezo el párrafo hablando de rampas, no está de más mencionar un hecho ya sabido el año pasado pero que ha sido bastante más comentado este: la subida carece de la pendiente suficiente para cumplir el reglamento, tanto en lo que respecta a desnivel medio como a la diferencia de altura entre salida y llegada. Algo que, de haberse aplicado entonces el reglamento al pie de la letra (tal y como se hizo, por absurdo que fuese, en el penoso tema de los abandonos/exclusiones) hubiese tenido que llevar a anular la prueba o no autorizar su celebración… pero de lo que nadie se dio cuenta… o nadie se quiso dar, ¡que bastante lío había ya con la polémica que decidió el campeonato! Al menos, este año se solventaba ese posible problema con un añadido al reglamento que dejaba como potestad de la FAPA aceptar recorridos que no cumplan las normas, con lo que, de facto, se le daba el visto bueno al poco empinado recorrido de Cudillero.

Al hilo del párrafo anterior, es evidente que uno de los puntos de interés de la prueba de Cudillero era la decisión del campeonato de la categoría I, que se jugaba entre Oscar Palacio y Fermín Busta, con ventaja para el primero pero aun con opciones para el segundo. Sin embargo, la emoción duraba poco: Oscar ya era claramente más rápido en entrenos y volvía a serlo en la primera oficial, superando a un bastante resignado Fermín en casi tres segundos y dejando ya el título visto para sentencia. En la manga final, Oscar redondeaba la temporada con otra victoria a efectos del regional por delante de Fermín, y añadía así otro Campeonato de Asturias al recientemente conseguido Campeonato de España. Un broche perfecto para una campaña en la que el langreano empezó algo titubeante con el Silver pero que ha sabido enderezar, cogiendo cada vez más ritmo para acabar el año perfectamente acoplado al CM navarro.

Por delante de ambos, en las tres subidas del día, se situaba Andrés Vilariño, inalcanzable para los CM al volante de su potente barqueta Norma 3 litros, con la que no lo tenía fácil en las cerradas horquillas de la parte inicial, aunque el tiempo que pudiese perder en esa zona ante los más ágiles coches de sus rivales lo compensaba con creces en el resto del recorrido para imponerse por algo más de un segundo en la primera oficial y por más de dos y medio en la segunda, en la que dejaba establecido un nuevo record de la prueba con un registro de 2.40.02, a casi 90 km/h de media.

Cerrado el repaso a la categoría I, cuya clasificación cerraban Víctor Abraham, que completaba su primera prueba con el Dallara F3, y Jesús Candás, respectivamente séptimo y octavo de la general, toca el turno de centrarse en el otro foco de atención que ofrecía la subida de Cudillero, la lucha por el título de la categoría II, la de los carrozados. Un título con varios aspirantes que, de un modo u otro, iban quedándose por el camino a lo largo de la jornada, lo que convertía el desenlace del campeonato en una especie de ‘prueba de eliminación’. El primero en ‘caer’ era el que, en nuestra opinión, partía como principal favorito: Alberto Ordóñez, que llegaba a Cudillero en la segunda plaza en puntos totales pero liderando en puntos netos, lo que unido a su habitual rapidez lo convertía en claro candidato. Sin embargo, una avería en la caja de cambios de su afinado Renault Clio dejaba al piloto de Nava fuera de combate ya en la manga de entrenos, lo que abría aun más el abanico de opciones para las dos subidas oficiales.

Las siguientes bajas se daban todas en la Fase A, y cada una con causa diferente. En el caso de Isaac Moro se trataba de una avería mecánica, teníendose que detener en una de las paellas al romperse un buje trasero de su Clio. En el de Miguel Ángel Granda, era un toque lo que le impedía llegar a meta, con lo que los dos pilotos del AMP Team que tenían opciones sumaban sendos ceros y se despedían también del campeonato. En cambio, Rafa Bustelo si que completaba la subida, y lo hacía además con el mejor tiempo de todos los carrozados… lo que le situaba muy bien en la pelea... hasta que su Simca no daba el peso mínimo del grupo X (en el que se había inscrito en esta prueba) lo que significaba su exclusión y el subsiguiente abandono del piloto que decidía no tomar parte en la Fase B.

Ajeno a la lucha por el título, el primer puesto de los turismos en las dos fases de Cudillero era para Jesús Alvarez, que subía realmente rápido con su inmaculado BMW M3 E30 para lograr no sólo la doble victoria en carrozados sino también en ’propulsión’ y la novena plaza de la general scratch, cuyo ’top ten’ completaba precisamente el ya comentado Gustavo Sánchez. Tras ellos terminaba Miguel Ángel Granda, que se rehacía en la segunda manga de su infortunio en la primera y se aseguraba, al menos, el subcampeonato, y  Dani Montes, duodécimo absoluto con un AX en novedosa coloración turquesa que nos recordaba aquellos ’Leyton House’ de F1 donde empezó a darse a conocer el genio de Adrian Newey allá por finales de los 80.