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29|03|10

¡DE COPI EN UN S2000!
Dani Alvarez tuvo la ocasión de subirse en el asiento de la derecha del Skoda Fabia S2000 de Berti Hevia durante los tests de pretemporada del piloto asturiano y nos cuenta sus sensaciones en este reportaje.

Para cualquier aficionado a las carreras, el tener la oportunidad de sentarse en un coche de rallyes “de los de verdad”, y que además a tu izquierda te encuentres con uno de los mejores pilotos de España, es un sueño inalcanzable en muchas ocasiones, y una oportunidad única que cualquiera de los que habitualmente llenamos las cunetas de los rallyes pagaría por disfrutar. Por suerte, desde hace unos días soy uno de esos aficionados que tuvo el privilegio de sentirse, por unos minutos, copiloto de todo un campeón de España de rallyes.

Todo sucedió poco menos que de casualidad, el pasado 10 de Marzo, cuando el equipo Skoda realizaba la segunda jornada de test como preparación a la temporada 2010 en el campeonato de España de Rallyes. Si bien dos días antes era San Román de Sariego el sitio elegido para rodar, ahora todo el equipo se desplazaba hasta Fumarea, un tramo con zonas rápidas y lentas donde poder probar el mayor número de soluciones posibles. Se trata de un tramo que me queda a pocos kilómetros de casa, así que, una vez llegado de clase, me decido a acercarme por la tarde hasta allí y así quitarme un poco ese “mono” de ver rallyes que tenemos todos en estos meses previos al inicio de la temporada.

Nada más llegar al alto de la Fumarea ya vemos una carpa verde y el Skoda Fabia S2000, arrancado y listo para que Berti Hevia hiciese una tanda de pasadas con él. Aparcamos rápido y caminamos un poco hacia abajo para verlo en acción ya en el tramo. Nada más colocarnos, vemos al Skoda pasar por delante de nosotros como un tiro en la que sería la primera de una tanda de cuatro pasadas, tras la cual escuchamos como se mete en la asistencia y para el motor. Como era de suponer que iba a hacer una parada más o menos larga, subimos hasta la asistencia para poder ver con más calma el coche parado y fijarnos cómo trabaja sobre él la gente del equipo. Al llegar, Berti me ve y sale a saludarme ya que nos conocemos desde hace muchos años, como polesos y aficionados a las carreras que somos los dos. Estamos un buen rato charlando en una conversación muy animada, y es tras un rato cuando, para mi sorpresa, me ofrece la posibilidad de subir con él para probar el coche, invitación que por supuesto acepté sin pensarlo. Para mí poder sentarme en un coche de rallyes de última generación, y que además ese coche lo pilote Berti Hevia, uno de mis ídolos, es como para un aficionado al fútbol poder entrenar un día con el Barça o el Real Madrid. ¡Se trata una oportunidad única que no se puede rechazar!

Tras esto seguimos hablando un poco más hasta que lo llaman para mirar alguna cosa del coche, nos despedimos y me alejo un poco para encontrarme con unos amigos que también se habían acercado a ver los test. Después de unos minutos veo de reojo como Berti se monta en el coche, todavía subido en los gatos, y lo arranca. Al cabo de un rato escucho que me llaman desde la asistencia. Me acerco y les digo, “¿Ya?”, a lo que me contestan que sí, que ya voy a montar. Entro en la asistencia, me encuentro a Salvador Belzunces, (quien sustituía a Pin en esos test) esperándome con la puerta del Skoda abierta. Me subo al coche (¡tarea complicada para alguien que mide 1,90!), me pongo el casco y el hans y enganchamos y apretamos bien los arneses.

Al conectar los interfonos, probamos que se escuche bien y nos gastamos unas bromas, ¡ya estamos listos para salir! Lo primero que veo es lo muy abajo y atrás que van sentados piloto y copiloto. Es algo que ya se aprecia desde fuera, pero que desde dentro se nota mucho más. Es increíble cómo se pueden ajustar tanto las trazadas desde una posición tan baja y atrasada. Aunque no era la primera vez que me subía en un coche de rallyes, tenía la sensación de estar por primera vez montado en un verdadero coche de carreras, y es que un S2000 es algo totalmente distinto, es un coche totalmente radical hecho por y para correr.

Salimos marcha atrás hasta la carretera, esperamos un minuto hasta que Berti acabe de hacer los últimos comentarios sobre el coche, y en cuanto cierra la puerta, mete 1ª y ¡ya estamos en marcha! En unos segundos mete 2ª y 3ª y empieza a llenarse el coche de un olor a gasolina que a mí personalmente me encanta. Hacemos las dos primeras paellas y me pregunta “¿Qué tal?”, le contesto que “esto corre mucho” y me dice que todavía íbamos “calentando”… pero que ahora apretaba más. ¡Y así fue! un par de curvas después empezó a conducir de una manera mucho más agresiva y rápida que antes. En lo primero que me fijo es en la frenada. Mentalmente iba buscando referencias de dónde creía que iba a frenar… ¡y todas se quedaban muy atrás! Es alucinante la frenada que tiene un S2000, “parando” el coche justo encima de la curva por muy fuerte que puedas llegar. Siempre había escuchado y leído que la frenada era uno de los aspectos más impresionantes de un coche de rallyes puntero, y ahora estaba comprobando que es totalmente cierto.

Seguimos bajando y llegamos a una zona rápida donde echo un vistazo en el display del cambio ¡y veo que vamos en sexta! Meterse por una carretera como Fumarea, en sexta, es increíble, y pasar por una zona de enlazadas sin levantar del pie del acelerador, es una sensación indescriptible. Llegamos ahora a una zona de cuarta y quinta que hacemos casi darme cuenta. Las curvas pasan muy rápido, enlazamos una con otra casi sin que puedas asimilarlo, lo que me hace admirar más todavía la labor del copiloto, porque yo simplemente iba de “pasajero” sin tener que hacer nada, ¡así que ni me quiero imaginar el estrés al que estará sometido un copi que tenga que cantar notas a esa velocidad!

En esa zona rápida puedo comprobar otro de los puntos fuertes del S2000, el paso por curva. Me parecía imposible que algunas curvas las pasásemos a la velocidad que íbamos, y además sin ningún extraño o susto, todo lo contrario, al igual que en las zonas de morder o cortar por la cuneta. En esas curvas Berti mete el coche con decisión y casi no te das cuenta si no es por el ruido de las piedras al golpear los bajos del coche.

Seguimos bajando a un ritmo rapidísimo y llegamos al final del tramo. Freno de mano y vuelta otra vez hacia arriba. Nada más salir, aprovecho para girar la cabeza y fijarme en cómo pilota Berti, algo que también es un espectáculo. La tranquilidad con la que conduce transmite una sensación de control y seguridad impresionante, como si cualquiera de nosotros fuésemos dando un paseo relajado con nuestro coche… con la diferencia de que, cuando miro de nuevo el display del cambio, ¡ya estábamos en quinta llegando al corte! Cuando entras a esa velocidad en una curva, el coche empieza a derrapar un poco, y Berti lo controla con un pequeño contravolante sin levantar el pié del acelerador ni un centímetro, y con una tranquilidad y control cien veces mayor de la que pueda tener yo en una videoconsola, ¡te das cuenta de por qué correr a éste nivel está al alcance de unos pocos privilegiados!

En esa subida veo también que el motor corre y mucho, y sobre todo que para ser un atmosférico tiene un régimen bastante amplio de entrega la potencia. Algo que, después, tanto su equipo como el propio Berti me comentaban, añadiendo que el motor no tiene una entrega de potencia espectacular, por lo que para el tipo de coche que es, y el chasis, suspensiones, etc que tiene, podría llevar perfectamente algunos caballos más. Aun así, para mí que era la primera vez que subía en un coche de estas características, era todo perfecto.

Seguimos subiendo prácticamente sin bajar de cuarta velocidad en ningún sitio y también me fijo en las trazadas perfectas que va haciendo, ajustando al máximo por los dos lados de la carretera. Especialmente veo por mi lado como los guardarrailes pasan a medio centímetro del espejo sin llegar a rozarlo.

Es entonces cuando volvemos a llegar a la zona más lenta del tramo, las dos paellas seguidas, en este caso en subida, siendo la primera a derechas. Llegamos en quinta y en una frenada impresionante empieza a bajar marchas hasta segunda, para meter primera justo en medio de la curva y salir con toda la potencia hacia la segunda paella a izquierdas, donde empieza nuevamente a bajar marchas, le da un toque de freno de mano a la entrada para hacerla entera de lado y, como me dijeron después, hacer una cruzada impresionante, ¡como a mí me había parecido también desde dentro! Ya estamos llegando arriba del todo, hacemos una derecha y una izquierda cortando mucho, para unos 100 metros después empezar a levantar porque ya veíamos la asistencia al fondo. Berti me pregunta qué me había parecido la experiencia, a lo que le contesto que había sido impresionante… ¡pero que duraba muy poco! Y es verdad, dentro del coche, pasa todo tan rápido y disfrutas tanto que el tiempo pasa volando.

Para que os hagáis una idea, una comparación que hice desde el momento que me bajé del coche es la siguiente. Imaginaos la atracción más fuerte de un parque de atracciones como pueda ser Port Aventura. La sensación que tuve como copiloto en el Skoda fue muy superior a cualquier atracción de esas que haya probado antes. El poder disfrutar de un coche de rallyes como un S.2000 a un ritmo rapidísimo que no está al alcance de la mayoría, y además con la seguridad de ir con un piloto como Berti Hevia, es una experiencia imposible de olvidar. Como me dijo después el propio Berti, iba a un 80%, con lo cual despacio no íbamos en absoluto.

Para acabar, me gustaría agradecer desde aquí en primer lugar y especialmente a Berti Hevia el permitirme disfrutar de esta experiencia impresionante y que no se vive todos los días, ¡¡Gracias de verdad!!, a Salvador Belzunces por dejarme su casco y su hans para la ocasión, y también a toda la asistencia por tratarme como uno más. Tampoco quiero olvidarme de mis amigos Manu, Patricia, Rubén, Pedro, Jairo y Diego por pasarme todas las fotos y videos que hicieron para tenerlas de recuerdo.

Y nada más, lo único que espero es que, a finales de año, pueda decir que en Marzo tuve la oportunidad de subirme en el coche y con el piloto campeones de España 2010.