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02|10|10

RALLYE VILLA de LLANES (CAMPEONATO de ESPAÑA de RALLYES de ASFALTO, 8ª Prueba)
Victoria y título para Alberto Hevia en Llanes. Aunque las diferencias fueroin ajustadas durante toda la jornada, Berti lideró de principio a fin con el Skoda y se aseguró el campeonato a falta de dos pruebas. Su único rival para el campeonato, Fuster sólo pudo ser tercero en su retorno al Porsche, siendo superado también por Ojeda, autor de una convincente actuación en su debut al volante de un Fabia S2000

CRONICA

Es martes de noche y la lluvia cae sobre Gijón cuando me pongo finalmente manos a la obra con esta crónica sobre el Rallye Villa de Llanes 2010. Una lluvia a la que se esperaba el sábado, como factor que podía ser clave en el desarrollo del rallye… pero que acabó llegando el domingo, cuando ya sólo quedaban en la sierra del Cuera los ecos de los motores y de los vítores de los aficionados que habían llenado de sonido un día típicamente veraniego, de cielos totalmente azules y despejados, con apenas una tímida niebla a primera hora de la mañana como único vestigio de un clima otoñal que, finalmente, decidió esperar unas horas antes de recalar en la villa del oriente asturiano.

De todas formas, a la vista del resultado final, el que hubiese llovido tampoco hubiese cambiado muchas las cosas. Porque si en seco no pudo Miguel Fuster mantener vivo el campeonato batiendo con su Porsche al Skoda S2000 de Berti Hevia, está claro que en mojado eso hubiese sido poco menos que misión imposible, salvo error o avería por parte del asturiano. Las cuentas estaban bien claras para todos antes del arranque del rallye, un triunfo de Berti sentenciaba el título a su favor sin tener que esperar al Sierra Morena o a Madrid, mientras que si ganaba Fuster el campeonato quedaba aun abierto… y con dos rallyes por delante que, en teoría, debían de ser aun más favorables al Porsche de lo que ya lo serían unos cuantos de los tramos del Llanes.

Hevia sentenció definitivamente el campeonato logrando el cuarto triunfo del año con el Skoda

Ojeda completó el doblete de los Fabia S2000 a bordo de la unidad del equipo belga René Georges

Fuster no pudo mantener sus opciones al título y terminó tercero en su retorno al Porsche

El recorrido de la edición de este año contaba con la novedad del nuevo arranque para el clásico tramo con llegada en Carmen, que incluía una primera zona estrecha y sucia, en la que los S2000 deberían marcar la pauta, seguida de una porción de la subida al Fito, a realizar en sentido descendente, ancha y rápida, en la que el Porsche podría desplegar toda su potencia. El resto del trazado del rallye era el de la pasada edición, con las rampas de La Tornería o las interminables rectas de Noriega como claro ‘territorio Porsche’, y el resbaladizo Nueva-Labra o la bajada final hacia Puertas como secciones en las que los S2000 iban a estar más a sus anchas. Un recorrido que se presentaba como bastante equilibrado en lo que respecta a favorecer a uno u otro tipo de vehículo, así que tendrían que ser sus respectivos pilotos los que pusiesen ese ‘algo más’ que hacía falta para marcar la diferencia.

El duelo se presentaba, por tanto, realmente interesante. Así que cuando el viernes a media tarde llegamos a las inmediaciones del pabellón de deportes de Llanes, justo cuando los coches de los dos aspirantes al título hacían cola a  su entrada para pasar las verificaciones, no nos extrañaba que hubiese notable expectación alrededor del Skoda de Berti y del Porsche de Fuster. Con ambos compartía protagonismo la gran novedad de la lista de inscritos, otro Skoda, el alquilado al equipo de René Georges por Enrique García Ojeda. El esperado retorno del cántabro al nacional al volante de un S2000 se producía finalmente, pero no con el Fiesta de Nupel, como en principio se había anunciado, ya que este acababa en manos de Xavier Lujua tras otro de esos cambios de planes tan habituales en el equipo patrocinado por la empresa de laboratorios gallega.

El cambio de montura no era, además, el único contratiempo en los planes de Ojeda. Como nos explicaba su copiloto, Pablo Marcos, una avería de motor en los tests realizados la jornada anterior al rallye había obligado a todo un ‘tour de force’ para hacer llegar un motor nuevo desde Oreca esa misma noche, y montarlo en las instalaciones de KRS, en los Corrales de Buelna, a primera hora de la mañana, con el tiempo justo para salir hacia Llanes y disputar el shakedown en el que, afortunadamente, el nuevo propulsor había funcionado a la perfección.

Muy buen rallye de Burgo, cuarto y cerca del trío de cabeza hasta que la mecánica empezó a ceder

Lujúa fue de menos a más en su debut con el Fiesta S2000 para acabar quinto

Problemas de frenos dejaron fuera a Senra cuando luchaba por la quinta posición

La presencia del Fabia, unida al retorno al campeonato del andaluz David Pérez con su 207 y el habitual Peugeot de Jonathan, elevaban la nómina de ‘superdosmil’ a nada menos que cinco. Todo un inesperado record que contrastaba con el escaso número de inscritos en la lista del nacional, un total de 37, cifra que se alcanzaba gracias, en buena parte, a los participantes en la Challenge Hankook del regional asturiano, cuya presencia compensaba en cierta medida la ausencia de la Copa Suzuki Swift. Una veintena de ‘regionales’ (en realidad sería más correcto denominarlos participantes con vehículos no homologados para el nacional) completaban una participación realmente variada en la que había un poco para todos los gustos, desde los S2000 y el Porsche GT hasta el WRC de ‘Tano’ pasando por los aguerridos 106 de la Hankook, los no menos ‘belicosos’ 205 de la AutoColón o los BMW de Garriga y Manuel Ángel, siempre dispuestos a dar espectáculo.

Por lo que a mi respecta, el Llanes 2010 se presentaba diferente a ese fin de semana mezcla de trabajo y vacaciones que venía siendo las pasadas ediciones. La llegada, hace apenas seis meses, de Iyán, hacía que este año los amigos con los que he compartido en años anteriores los tres días alrededor del rallye tuviesen otras prioridades, que eso de ser padres primerizos es toda una tarea que requiere poco menos que dedicación exclusiva. Así que el habitual planteamiento de quedarnos ‘toda la pandilla’ en la casa de Puertas de Cabrales cambiaba y, en su lugar, tocaba ir y volver desde Gijón los dos días.

Además, tras la positiva experiencia del Príncipe, decidíamos repetir la retransmisión vía Twitter de la prueba, así que el viernes a primera hora de la tarde ya salíamos en dirección a Llanes una parte del equipo que juntamos en el anterior rallye asturiano del nacional, Jose, Lucia y yo. El resto, los madrileños César y Miguel, ya estaban de camino a la villa del oriente asturiano, a donde llegaban unos minutos antes que nosotros. Así que una vez todos reunidos, visitábamos las verificaciones, nos dábamos una vuelta por la asistencia y empezábamos a recabar la información que se fue publicando desde media tarde en la cuenta de Twitter de TVMotor (twitter.com/tvmotor) y que se extendió hasta la ceremonia de salida, ya con la noche cayendo sobre Llanes y con pocas estrellas en el firmamento, lo que parecía dar la razón a los pronósticos de lluvia para el día siguiente.

Jonathan Pérez empezó algo falto de ritmo pero fue mejorando para terminar sexto y segundo a efectos del Campeonato de Asturias

José Antonio Suárez cumplió su objetivo de acabar, asegurándose el título Junior y ganando en dos ruedas motrices

Pese a sufrir por la tarde a causa de la electrónica, Cima terminó y estáa un paso del título en la EVO CUP y el grupo N

Unos pronósticos que no se cumplían ya que el sábado, amanecía con cielo brumoso pero sin rastro de lluvia. Nuestro planteamiento del rallye era claro, hacer las dos pasadas en la nueva zona inicial de Arriondas-Carmen, en donde estaríamos todo el equipo al completo para darle una nueva ‘vuelta de tuerca’ al tema del twitter, retransmitiendo a pié de cuneta y, a continuación, dividirnos, quedándonos Lucia y yo en la asistencia por la tarde mientras que Jose, César y Miguel seguían ruta camino de Siejo-Puertas. Así que a eso de las ocho y media de la mañana ya estábamos subiendo hacia la zona de salida del Fito, recorrido bien conocido de tantas veces que lo hemos hecho durante la subida del europeo. Aunque inicialmente pensábamos hacer la primera pasada en el pueblo de Collía, un kilómetro más arriba del cruce, dejando este para la segunda, cuando llegábamos a la popular intersección de la subida del Fito ya había una buena cantidad de gente y los comisarios empezaban a no querer que nadie se moviese mucho, ya que se anunciaba el paso del delegado de seguridad de la española. Optábamos entonces por cambiar de planes y quedarnos en el conocido cruce, sobre el que planeaba una niebla por momentos bastante espesa, factor este que se nos antojaba como favorable para los intereses de Hevia y de Ojeda en detrimento de los de Fuster.

En ausencia de radio (la retransmisión de Antena Norte apenas si era una ‘versión hablada’ de los tiempos en directo de masrallye.com), las únicas referencias que nos llegaban del primer tramo, La Tornería, eran los cronos. El scratch de Hevia, con 1.6 segundos de ventaja sobre Fuster en un tramo con una pendiente ascendente tan acusada en su primera mitad, hablaba bien a las claras de las ganas de Berti de sentenciar el campeonato sin salir de Asturias. Unas ganas que se aliaban con alguna que otra humedad para batir al Porsche del alicantino, que perdía un primer asalto en terreno teóricamente favorable. A 7.2 segundos concluía Ojeda, con susto incluido nada más empezar la especial, al medir mal un interior y dar un ligero llantazo. Como nos comentaría más tarde Quique, la posición de conducción tan baja y atrasada del Fabia hacía que le costase ver bien ‘donde metía las ruedas’, lo que propiciaba ese primer sobresalto y le hacía ser más precavido a la hora de ‘morder’ de ahí en adelante. En todo caso, los tiempos del primer tramo confirmaban lo que se esperaba, el rallye iba a ser cosa de tres: Hevia, Fuster y Ojeda, mientras que el resto estarían en un segundo plano, encabezados inicialmente por Burgo, que no sólo distanciaba con claridad al resto de grupos N sino que batía a los demás S2000, entre los que Lújua, quinto en el parcial, era el más rápido.

España había acabao octavo pero una penalización de diez minutos tras las verificaciones finales le hundió en la tabla

Aquilino Sánchez no falla en el rallye de casa, esta vez acabó octavo scratch y primero de producción

Una salida de carretera por la mañana retrasó mucho a David Pérez que volvió al nacional con su 207 S2000

Nuestra posición en la zona marcada para prensa en el interior del cruce nos permitía tener una buena perspectiva de la izquierda en la que desembocaba la larga recta en bajada, dando paso a la derecha que llevaba al brusco cambio de carretera en dirección ascendente hacia Collía. La niebla contribuía a generar aun más expectación, dándole a toda la zona un aspecto salido de una película épica o un cuento de hadas. Además, la cercanía del inicio del tramo, apenas unos metros a la izquierda de la habitual arrancada del Fito, permitía escuchar al fondo el ruido de los motores, lo que aumentaba la tensión de la espera. Finalmente, el propulsor Ferrari del coche cero pilotado por Marc Blázquez rompía el silencio de la mañana, precediendo su bramar a la llegada del precioso coupé italiano, que se materializaba como una aparición surgida de la bruma.

Igualmente salido de la niebla, pero con mucha más urgencia en sus movimientos, llegaba el Skoda Fabia número 1 de Alberto Hevia y Alberto Iglesias. Berti apuraba a fondo la frenada, dibujaba la S con un trazo seguro y sacaba penachos de humo blanco de las ruedas traseras, al bloquearlas con un preciso toque de freno de mano para hacer girar el S2000 checo y encararlo cuesta arriba por encima de nuestras cabezas. En comparación, la llegada del Porsche de Fuster, frenando bastante antes a final de recta y mostrándose mucho más dubitativo a la hora de negociar el cruce, marcaba claramente las diferencias entre las virtudes y defectos de cada coche y la forma de llevarlo de cada piloto. Unas diferencias que el cronómetro cuantificaba en diez segundos a favor de Berti, y que se mantenían prácticamente intactas en el resto del tramo, ya que en la meta el asturiano superaba en 11.2 segundos al levantino. El primer bucle, con la bruma y las bajas temperaturas de la mañana, se saldaba con casi 14 segundos a favor de Hevia, una diferencia que viendo como se desarrolló el rallye a continuación, fue poco menos que decisiva.

Pero aunque toda la atención la teníamos centrada en el duelo entre los dos aspirantes al título, para ganar el rallye ambos debían de tener en cuenta también a Ojeda. El cántabro calcaba la forma de pasar por nuestra zona del asturiano, si acaso con ese estilo algo más agresivo que le caracteriza y que se traducía en ‘meter más volante’ en busca de los tres vértices a los que había que acercarse para cubrir el menor número de metros posibles. Y al igual que en el caso de sus dos rivales, las diferencias en el parcial eran muy similares a las que se producían en meta. Por nuestro particular ’split time’, Ojeda pasaba con ‘menos 1’ respecto a Hevia, y al llegar a Carmen ganaba por seis décimas, logrando su primer scratch con el Fabia S2000 y relegando a Fuster a la tercera posición.

Al levantino también le batía Burgo en el parcial, situándose el lucense a menos de diez segundos del de Benidorm y ya con amplio margen sobre el siguiente grupo, encabezado por Lújua, y que agrupaba en menos de quince segundos al Fiesta S2000 pilotado por el vasco, a los EVO X de Senra y Cima y a los 207 S2000 de David y Jonathan Pérez, entre los que el andaluz sorprendía batiendo al asturiano en casa.

David González lideró la Hankook durante casi todo el rallye pero una avería le dejó fuera en el último tramo

Pese a rodar sin tercera casi medio rallye, Pelayo acabó décimo scratch y primero de la Hankook

El segundo puesto de la Challenge Hankook fue para Vidal Aramburu

Una vez completado el paso de todos los participantes, entre los que ya faltaba el EVO X de Marbán, al que se unían en la lista de abandonos el 205 de Julio Sánchez, al que veíamos llegar ‘a empujón’, y el Clio de Eva Martínez, que se paraba de golpe en el cruce y, aunque reemprendía la marcha, lo hacía mucho después y ya fuera de tiempo máximo.

Mientras emprendíamos camino cuesta arriba en dirección al pueblo de Collía, la niebla se iba levantando y dejaba paso a un cielo de un azul resplandeciente, en el que el sol ya brillaba con fuerza tras haber pugnado sin éxito minutos antes por perforar el manto de la bruma. La victoria del astro rey era buena noticia para Fuster, que con piso ya más caldeado imponía su ley y la de los caballos de su Porsche en el segundo paso de la Tornería, recortándole dos segundos y medio a Berti y recuperando la segunda plaza de la general ante Ojeda.

En la repetición de Arriondas-Carmen, los Skoda S2000 volvían a ser los más rápidos, esta vez con Hevia por delante de Ojeda, pero las diferencias respecto al Porsche ya no eran las de la pasada anterior, parando Fuster el crono a sólo 3 segundos de Berti. Ello dejaba el balance del segundo bucle en medio segundo a favor del asturiano, que llegaba a la asistencia del mediodía como líder, con 14.4 segundos de ventaja tanto sobre Fuster como sobre Ojeda, que arribaban a Llanes empatados a la décima.

Prácticamente a la vez que ellos llegábamos también nosotros tras la caminata de descenso desde Collía a Arriondas y el posterior ‘tramo de enlace’ hasta Llanes. Mientras Jose, César y Miguel se apuraban para sacar unas rápidas tomas y fotos de los mecánicos trabajando en los coches del grupo de cabeza, Lucia y yo iniciábamos ronda por los ‘boxes’ de los diferentes equipos para recabar información con la que continuar la retransmisión por Twitter, que había sufrido una interrupción más larga de lo previsto al quedarnos sin batería en su netbook que usaba Vodafone, con buena cobertura en el pueblo de Collía… y sin cobertura en el iPhone de César, que confiaba en Movistar para su conexión a la ‘red de redes’… ¡cosas de la tecnología!

La breve charla con los tres principales protagonistas me dejaba la sensación de que, aunque las diferencias fuesen cortas, el rallye, salvo incidentes o averías, estaba bastante decidido. A Berti lo encontraba seguro de sus posibilidades, si acaso con la tensión de saber que cualquier mínimo error sería fatal ya que las distancias eran, después de todo, realmente pequeñas. “Es difícil correr así” me decía, refiriéndose al hecho de que tenía que atacar pero no equivocarse, y cuando se ataca ya se sabe que el error acecha siempre a la vuelta de la esquina. Fuster, en cambio, me daba la sensación de no creerse el “Todo bien” con el que respondía cuando le preguntábamos por como había ido el rallye hasta el momento. El de Benidorm estaba serio y concentrado, mirando el monitor de tiempos, como tratando de ver donde y como se le había escapado ese puñado de segundos que le separaban de la primera plaza. Ojeda, por su parte, estaba ‘a lo suyo’, sin importarle mucho el puesto que pudiese alcanzar a final de rallye y su posible papel como juez en la lucha entre los dos aspirantes al título. Quique nos comentaba sus positivas sensaciones al volante del S2000 checo, con la única salvedad, ya mencionada más arriba, de esa posición de conducción desde la que le costaba ver por donde iba. El resumen de sus palabras era un “no me planteo ser segundo o tercero” que dejaba claras sus prioridades, el objetivo era seguir haciéndose al coche, el resultado final era lo de menos.

El podio de la Hankook lo completó el local Jorge Santoveña, primero de los 205 de la AutoColón

Primer abandono de la temporada para Emilio José Luis

El cántabro Melqui Fernández se impuso en R2

Un resultado para el que el primer paso por el bucle formado por dos tramos tan dispares como Nueva-Labra y Siejo-Puertas, se presentaba como poco menos que decisivo. Al respecto, Berti lo tenía claro: “a ver si nosotros le sacamos más a Fuster en el primero de lo que el nos puede meter en el segundo” era su planteamiento de lo que venía a continuación. En Labra los S2000 tenían que echar el resto porque luego, de Siejo a Puertas, había que pasar por las interminables rectas de la zona de Noriega, y ahí los más de 220 de punta del Porsche harían estragos contra los apenas 170 que alcanzarían los Skodas.

Con ello en mente, Hevia salía a por todas en el primer tramo de la tarde y cumplía su objetivo de incrementar al máximo su renta respecto a Fuster. En recorrer los algo menos de veinte kilómetros entre Nueva y Labra, su Fabia invertía 12.1 segundos menos que el Porsche de su rival, al que superaban también con holgura tanto el Skoda de Ojeda como el EVO de Burgo, empatados a 4.2 segundos del scratch de Berti.

Minutos después era el turno a Fuster, que apretaba a fondo camino de Puertas, llegaba a alcanzar los 232 kms/h de punta y marcaba el scratch… pero ‘sólo’ le recortaba seis segundos y medio a Hevia y algo menos a Ojeda, que seguía intercalado entre ambos en la general. El balance del bucle era favorable a Hevia por casi seis segundos y su renta se elevaba ahora a veinte cuando restaba nada más que la repetición de los dos tramos que se acababan de superar. La sensación de que el rallye, y con él el campeonato, estaba sentenciado, se acrecentaba.

Al igual que en la asistencia anterior, visitábamos de nuevo a los tres ‘duelistas’ y, lo mismo que a mediodía, las sensaciones que dejaban cada uno eran muy diferentes. A Hevia lo encontrábamos relajado, con su hija en brazos, sabiéndose ganador y asintiendo sonriente al “ya queda menos” con el que le saludábamos. Enfrente, Fuster nos atendía con su habitual corrección pero se le notaba serio y con pocas ganas de hablar. Su resumen del tercer bucle era “perdemos más en las zonas que nos perjudican de lo que podemos ganar en las favorables”, lo que nos sonaba a toda una rendición incondicional… lógica, por otra parte, a la vista de la sentencia dictada por el crono en las dos especiales que tocaba repetir. Y con el agravante para sus opciones de que el segundo paso por el tramo que le favorecía ya se haría de noche, y ello siempre es peor para el de fuera que para el de casa, como él mismo ha demostrado más de una vez en esos finales de infarto con desenlace a su favor en Villajoyosa. Al tercero en discordia (y segundo en la clasificación), Ojeda, lo encontrábamos reponiendo fuerzas junto a su mujer y su hija, y nos comentaba que se había encontrado mal al inicio de Nueva-Labra, con náuseas y algo mareado, pero que luego ya había ido a mejor, algo que demostraba sin duda alguna su muy buen crono de Siejo-Puertas que le mantenía por delante de Fuster en la general.

Tras su décima plaza del Príncipe, Angel Paniceres también completó el Llanes con su EVO IX

Arsenio Mateos terminó su primer rallye del nacional y acabó octavo a efectos del campeonato de Asturias

Ballesteros terminó segundo en R2 con el Twingo

Con la sensación de que ‘ya estaba todo el pescado vendido’, lo cual siempre es arriesgado decirlo pero, en esta ocasión, se cumpliría, dejábamos a los tres primeros y aprovechábamos que había un buen margen de tiempo hasta el final del rallye para hablar con todos los participantes que podíamos, recabando las informaciones que iríamos publicando en el Twitter mientras tenía lugar el bucle final. Minutos después, ya de vuelta a la carpa de RMC, donde gracias a la amabilidad del equipo de Roberto Méndez habíamos instalado nuestra base de operaciones, nos afanábamos en subir fotos y comentarios sin dejar de mirar la pantalla de tiempos. Pronto aparecían los de la repetición de Nueva-Labra, que eran casi un calco de los de la primera pasada. De nuevo scratch para Hevia, con Ojeda a 4.6 y Fuster a casi 12. No había duda, todo seguía igual y nada iba a cambiar en el paso final por el vertiginoso Siejo-Puertas. Fuster arrojaba definitivamente la toalla y el último scratch del día era para Ojeda, que se aseguraba la segunda posición. A sólo 4.4 segundos del mejor crono, Berti certificaba victoria y título con un tercero en el parcial que era más que suficiente: el rallye estaba ganado y el campeonato de España era suyo por segunda vez.

La alegría con la que, minutos después, a la entrada del último control horario previo a la asistencia final, el asturiano se abrazaba a su mecánico ‘de confianza’, Manuel, y a su amigo ‘Tano’ (ya vestido de calle tras abandonar por rotura de palier en su Impreza WRC), resumía la satisfacción que Berti, Pin y todo su equipo sentían tras haber logrado el objetivo que se habían marcado cuando, a mediados de la pasada campaña, consiguieron finalmente poner en marcha el proyecto del Fabia S2000. Desde aquellos primeros bocetos virtuales de posibles decoraciones del Skoda que tuvimos el placer de realizar hace ya más de año y medio, hasta que todo fue fraguando y por fin llegó el S2000 checo, pasaron unos meses nada fáciles para Berti y su gente. Luego, al debut con victoria en Ferrol siguió el fantástico (¡y cruel!) Príncipe, y una victoria en Llanes que, un año después, se repetía con premio mucho mayor: el título de campeones de España, el segundo para Berti y Pin tras aquel, que ya parece tan lejano, logrado con el Clio oficial. Y aunque se suele decir que el primer título es el que más ilusión hace, en este caso es el segundo el que mejor sabor les deja, porque aunque a nivel deportivo haya costado menos, llegar a conseguir las condiciones necesarias para lograrlo ha sido, en cambio, infinitamente más difícil. Y eso, aunque desde la cuneta nos resulte complicado de valorar, tiene mucho mérito, especialmente en estos tiempos que corren.

Centrada como estuvo nuestra atención (y la de casi todos) en la lucha por victoria y título, el resto de peleas por las diferentes posiciones, copas y grupos quedó, inevitablemente, algo en segundo plano. Pero, aunque sea brevemente, no quiero terminar esta crónica sin mencionar lo que más me llamó la atención de los otros ‘rallyes dentro del rallye’. De entrada, destacaría la actuación de Burgo, que salió a los tramos de Llanes con la espina clavada del cruel abandono del Príncipe. El lucense hizo una primera mitad de prueba realmente muy notable, distanciando con claridad al resto de EVOs y manteniéndose cerca del trío de cabeza… hasta que el indicador de temperatura de su motor se puso en zona roja y le obligó a levantar el pie por la tarde. De ahí al final, con la junta de culata tocada, Burgo volvió a revivir el sufrimiento del Príncipe, y ni siquiera cuando hablamos con él antes de la última asistencia las tenía todas consigo, pensando incluso que había perdido la cuarta plaza ante Lújua. Algo que, finalmente, no sucedió por poco más de diez segundos. El vasco, que había iniciado el rallye con la lógica cautela de quien se monta por primera vez en un coche del potencial del Fiesta S2000, no tenía reparos en reconocer que había estado “muy perdido” en los primeros tramos para, poco a poco, ir cogiendo algo más de confianza sin dejar de ser consciente de que todavía le faltaba mucho para sacarle todo el jugo al Fiesta.

Jesús Fernández tuvo que abandonar cerca del final por rotura de palier cuando era tercero del campeonato de Asturias

Un fuerte golpe al quedarse sin frenos truncó el excelente rallye de Alejandro Rendueles

El espectacular Julio Garriga no pudo estar en la llegada con su BMW

Aun así, Lújua se impuso a los otros dos S2000 en liza, los 207 de Jonathan Pérez (que nos confesaba haber salido “algo dormido” a los tramos de la mañana, pero que terminaba satisfecho con su rendimiento en la segunda mitad de la prueba), y de David Pérez (que había iniciado bien el rallye pero perdió toda opción al salirse en una zona sucia de la parte inicial de Arriondas-Carmen, hundiéndose en la clasificación).

Tras Jonathan Pérez, sexto scratch y que hacía además una muy buena operación de cara al regional asturiano, en el que cobra una ventaja casi decisiva, terminaba José Antonio Suárez, séptimo y primer dos ruedas motrices con su recién reparado Clio R3. Tras el fuerte golpe del Príncipe, el joven praviano demostraba con hechos aquella frase de John Wayne en un viejo western que decía algo así como “ser valiente no es no tener miedo… sino volver a subirse al caballo”. José Antonio, al que, decididamente, valor no le falta, no sólo ‘ensillaba’ otra vez su ‘pura sangre’, sino que lo hacía galopar a buen ritmo y, además, sin fallos, muy concienciado en terminar para dejar atrás cuanto antes el mal trago del accidente y, de paso, sumar unos puntos que le acercasen al liderato en la general del grupo R3 y le asegurasen definitivamente el título Junior. Objetivo doble que cumplía sin perder su exuberante estilo de pilotaje, que le está convirtiendo en el favorito de la afición, tan necesitada de espectáculo y de pilotos generosos en ofrecerlo.

Octavo en la lista de tiempos tras el último tramo concluía Francisco Javier España, guiado en los tramos llaniscos por el copiloto local 'Juanlu' Sánchez. Pero en las verificaciones finales al cántabro le ‘caían’ diez minutos por una de esas cuestiones cuando menos extrañas de las reglamentaciones técnicas. Resulta que su EVO X, procedente del ‘Producción Rally Racing’ organizado el año pasado por RMC, montaba unos manguitos del turbo permitidos en la reglamentación de la ya extinta copa… pero que, sorprendentemente, ¡no son válidos en la categoría de Producción dentro de la cual dicho monomarca estaba integrado! En vista de que era evidente que no había mala fe en tal discrepancia con lo estipulado por la norma, los comisarios decidían no excluir a España, aplicándole en su lugar la mencionada penalización, que le costaba un doble triunfo en Producción y la EVO CUP.

Y como la desgracia de unos trae a veces la alegría de otros, la sanción a España significaba que sus dos victorias pasaban a los dos siguientes pilotos en la general. La de Producción se la quedaba Aquilino Sánchez, genial una vez más en los tramos de casa, en los que exprimía al máximo su Clio Sport para acabar finalmente octavo absoluto. Y la de la EVO CUP iba a parar a un Fran Cima al que los ‘gremlins’ de la electrónica volvían a perseguir durante buena parte de la prueba, haciéndole perder mucho tiempo, sobre todo en el primer bucle de la tarde. El joven piloto ovetense lograba, pese a todo, un resultado que le deja a las puertas tanto del título en el monomarca de Mitsubishi como en el grupo N, tras una temporada de esas ‘forjadoras de carácter’ en la que está aprendiendo a sufrir, y a no desanimarse cuando las cosas no salen bien, resistiendo siempre y teniendo, al final, premio a su perseverancia.

Siguiendo el repaso a los primeros de la tabla, el 'topten' del nacional lo cerraba el ganador de la Challenge Hankook. Algo que, medio en broma medio en serio, me había atrevido a pronosticar el viernes a media tarde, cuando charlábamos sobre el estado del nacional de asfalto. Y que, finalmente, se producía en una nueva muestra de que el campeonato no va por buen camino. Porque, por mucho que los más rápidos entre los valientes chavales de la copa asturiana se ‘tiren’ con las ganas que se ‘tiran’ al volante de sus veteranos 106, no es de recibo que un coche de estas características, calzado además con gomas ‘monomarca’, se meta entre los diez mejores en un rallye del Campeonato de España. Un logro que estaba en la mano de David González, líder de la Challenge prácticamente desde la salida, pero que se le empezaba a escapar con la hemorragia de líquido de frenos que le hacía sufrir al final del segundo bucle… y se le iba, definitivamente, cuando se averiaba el alternador, dejándole fuera en el último tramo.

Borja Cué estaba rodando realmente rápido con el Fiesta R2 hasta que se salió en el último tramo de la mañana

El Fiesta R2 mejor clasificado fue el del debutante Marcelo Conchado

Segunda posición entre los numerosos 205 locales para el de Alejandro Burgos

El inesperado abandono final de David dejaba la décima plaza absoluta, y primera de la Hankook, en poder de Pelayo Fernández, que también sufría lo suyo tras quedarse sin tercera velocidad por la tarde. Pero, aun así, el valiente ‘Pelayín’ no cejaba en su empeño y lograba un triunfo de esos que tienen sabor especial. Tras él, en la copa, concluía Vidal Aramburu, que hacía un rallye muy cerebral, a su ritmo y sin fallos, ‘recogiendo cadáveres’ a su paso para terminar segundo en una prueba que se cobró un alto número de bajas entre los aspirantes a las primeras plazas de la Challenge. Tantas como para que el podio lo acabase completando el primer 205 de la Auto Colón, pilotado por el tímido ante el micrófono Jorge Santoveña, que completaba un rallye magnífico en una prueba de gran dureza para coches como el suyo… especialmente si se llevan al alto ritmo que el llanisco lo lleva.

Precisamente la entrevista con Jorge, que todavía ni estaba seguro de haber acabado tercero de la Hankook, ponía punto final a nuestra labor en el rallye. Casi a la vez, César y Miguel se encargaban de cubrir la entrega de premios, tras la cual nos reuníamos todo el equipo para cenar y comentar como había ido la jornada. Era el perfecto final a un Llanes que, por lo que a mi respecta, había sido diferente a los de años anteriores pero no por ello menos satisfactorio… aunque no pudiese evitar echar de menos a los amigos, especialmente al día siguiente, cuando escribía los comunicados de prensa de los clientes en Gijón en lugar de seguir el ritual de los domingos post-Llanes, con ese desayuno a base de tortos en Puertas de Cabrales seguido del paseo con el Urriellu al fondo y la deliciosa comida en Covaciella… ¡Iyán, crece rápido que todo eso tienes que conocerlo tu también!