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21|08|10

RALLYE de FERROL (CAMPEONATO de ESPAÑA de RALLYES de ASFALTO, 6ª Prueba)
Alberto Hevia cumplió los pronósticos y sumó en Ferrol su segunda victoria de la temporada... aunque una salida en el último tramo a punto estuvo de costarle el rallye ante Pedro Burgo, segundo en su estreno con el Fiesta de Nupel. Trás los S2000, Víctor Senra se impuso en el duelo entre los Mitsubishi, terminando tercero por delante de Fuster, que cambió esta vez su Porche por un EVO X

CRONICA

Desde el viaje a Eibar, a principios de Julio, para asistir a la subida a Arrate, habíamos tenido ‘vacaciones’ en lo que respecta a pruebas fuera de Asturias. Así que, aunque me daba cierta pereza ‘volver a la carretera’, esta se compensaba por las ganas de retomar el contacto con el nacional de asfalto en Ferrol, un escenario que está entre mis favoritos de cada temporada.

Pese al susto del último tramo, Hevia venció en Ferrol por segundo año consecutivo con el Fabia S2000

Buen rallye de Burgo, segundo con el Fiesta S2000 de Nupel

Senra no pudo con los S2000 y se tuvo que conformar con ser el mejor de los EVOs y acabar tercero

Este año, la cita ferrolana del Campeonato de España cerraba de nuevo el trío de pruebas gallegas disputadas de forma consecutiva que mantienen el centro de atención del certamen en el noroeste peninsular durante buena parte de la temporada. La fecha veraniega y las no excesivamente boyantes economías de los equipos que compiten este año en el asfalto hacían que la lista del 41º Rallye de Ferrol no fuese especialmente llamativa, aunque no faltaban las novedades. Las principales, sin duda, eran los cambios de montura para esta prueba por parte de Pedro Burgo y Miguel Fuster.

El gallego ‘aparcaba’ por unos días su habitual EVO X para convertirse en el tercer piloto (¡y no será el último!) que se sube este año en el Fiesta S2000 de Nupel, un coche que hace bueno aquello de ‘lo que unos no quieren otros lo desean’, ya que en la formación gallega han pasado de escuchar a su piloto original ‘echar pestes’ del mismo y de su equipo, a tener poco menos que ‘lista de espera’ para competir con el Ford… ¡así es la vida!

Y mientras Burgo se bajaba del EVO X para probar el S2000, Fuster prefería dejar a orillas del mediterráneo su potente Porsche GT y subirse en su lugar a un Mitsubishi, montura en teoría más favorable sobre los tortuosos y sucios tramos ferrolanos, y que ya había tenido ocasión de probar unas semanas antes en el rallye Sur do Condado del regional gallego.

Otras novedades en la lista de inscritos, que ‘cogía peso’ gracias a los numerosos Suzuki de la copa y los participantes en el ‘rali galego’, eran el estreno en el asfalto de José Antonio Suárez con un EVO X N+, el debut con otras dos unidades del último modelo de Mitsubishi del gallego Diego Cabanela y el madrileño Daniel Marbán, o la participación de Alvaro Muñiz, fuera de Nupel justo tras el Orense, con un C2 R2 de Auto Gomas. También llamaba la atención la presencia de los canarios Barrios (Subaru) y Cruz (Fiesta R2), cuya actuación pasaría luego bastante desapercibida y la primera aparición en lo que va de año de un vehículo de la categoría Diesel, el Golf del catalán José Angel Barros. En total algo más de cincuenta participantes en el nacional y una quincena en el regional, cifras más que dignas tal y como están las cosas.

Miguel Fuster terminó cuarto tras un rallye en el que le costó hacerse al EVO X

Quinta posición final para Jonathan Pérez y su Peugeot 207S2000

Pese a un par de pinchazos y un par de trompos, José Antonio Suárez acabó sexto

Las interminables obras de la autovía del Cantábrico, dirección Galicia, significaban casi tres horas de viaje para cubrir los apenas 280 kilómetros que separan Gijón de Ferrol… ¡y menos mal que ya hay autovía terminada desde As Pontes! Así que había tiempo, de sobra, para ir dándole vueltas a como podía ser el rallye. Y, a decir verdad, escribiendo ahora este resumen una vez terminada la prueba, veo que esta vez no me equivocaba mucho en mis previsiones de lo que podía dar de si la competición. Para la victoria tenía un favorito claro, Hevia y su Fabia S2000, que deberían celebrar su primer año juntos en el mismo sitio y del mismo modo que empezaron su relación, es decir, ganando. A continuación contaba con que estuviese Burgo y el Fiesta (¡aunque no tan cerca como al final estuvo!),  con el desconocimiento del coche debiendo pesar más en Pedro que el conocimiento del terreno, a la hora de pensar siquiera en inquietar al asturiano. Y luego quedaba por ver cual de los EVO gallegos conseguía llegar hasta el final, ya que si bien tenía claro que tanto Senra como Meira iban a ser rapidísimos… tambien estaba bastante convencido de que difícilmente llegarían los dos a la meta sin incidencias de algún tipo, bien fuese en forma de toques o averías, por lo que difícilmente iban a poder mezclarse en la lucha por la victoria. En cuanto a Fuster, lo lógico era pensar que trataría de hacer un rallye lo más ‘tranquilo’ posible, en busca de sumar unos puntos y esperar tiempos(¡y terrenos!) mejores para sus intereses. Del resto, tenía ganas de ver que tiempos podía marcar ‘Cohete’ con el N+… pero tras enterarme ya por la mañana, antes de iniciar el viaje, de que se había salido en el shakedown (por fortuna sin más consecuencias que ‘susto y chapa’), me quedaba claro que en el rallye iba a tener que controlarse si quería estar en la meta. Resumiendo, digamos que, en conjunto, no me esperaba un rallye con las emociones del Orense… y así sería, aunque el final no estuvo exento de suspense, lo cual nunca está de más.

El ‘Ferrol 2010’ repetía el esquema de dos ‘minietapas’ utilizado ya el año anterior, (y también en Cantabria este año) lo que tiene la ventaja, egoístamente hablando, de ahorrarnos una noche de hotel y poder estar ya de vuelta en casa el sábado por la tarde… aunque a nivel deportivo y de aficionados no sea un planteamiento que me acabe de convencer especialmente, ya que acaba convirtiendo el rallye en una especie de dos rallysprints. En todo caso, por lo que a nosotros respecta, el planteamiento del primer día, el viernes, era claro. Se trataba de llegar al FIMO a media tarde, encontrar allí al resto del ‘equipo habitual’ (es decir, los madrileños César y Miguel y el gallego ‘Chapi’), dar una primera y rápida ‘pasada de reconocimiento’ por las asistencias y encaminarnos ya a la ‘zona de los bares’, ese auténtico laberinto de cruces en el tramo de San Sadurniño en el que ya habíamos estado el año pasado. Para allí iba también uno de nuestros buenos amigos ferrolanos, Luis, con el que hablaba por teléfono minutos antes. El otro, Juanlu, se perdía el rallye de casa por tercer año consecutivo… y es que eso de haber sido padre muy recientemente tiene estas cosas, aunque seguro que las satisfacciones que le da ver crecer a su Sabela compensan, con creces, el no ver un rallye del nacional.

Alberto Meira estuvo en la lucha con Senra hasta que un toque en Vilarmaior le hizo desistir

En un rallye nada propicio para los dos ruedas motrices, Vinyes volvió a ganar la categoría y acabó 7º scratch

En su retorno al nacional, Antxustegui completó el habitual dominio de los Swift S1600 en 2RM

Una vez bien aparcado el coche en el amplio acceso, dejábamos atrás el cruce donde habíamos estado el año pasado y nos dirigíamos al siguiente, también de izquierdas pero más estrecho y sucio… y con otro, hacia el mismo lado y en bajada, justo a nuestras espaldas, ¡a apenas diez metros y compartiendo la misma escapatoria! Con un poco de suerte hasta se podía ver pasar a cada coche dos veces… aunque luego comprobaríamos que eso era poco menos que imposible, ya que entre una y otra curva la distancia se cubría en más o menos un minuto, por lo que casi siempre iban a coincidir dos coches diferentes pasando por cada una de forma simultanea.

No hacía falta esperar mucho para que los vítores del numeroso público apostado en las cunetas de los dos cruces anteriores al nuestro prácticamente ‘tapasen’ el inconfundible sonido del Fabia S2000 de Hevia, que tanto me recuerda al de los Audi A4ST que compiten en el nacional de montaña. Un bramido sordo, que precedía a la visión directa del Skoda, cuya estética de ‘utilitario’ contrasta de forma brusca con lo que esperarías ver produciendo tal ruido. ‘Berti’ lo ‘tiraba’ en el cruce con su habitual decisión, no dejando que el eje trasero rebasase ni un centímetro la dirección que ya marcaban las ruedas delanteras cuando pisaba el acelerador a fondo camino del siguiente de los muchos cruces similares (estrechos, de asfalto roto, sucios) que le esperaban esa tarde y la mañana siguiente en el recorrido del rallye ferrolano.

El siguiente en pasar, en virtud de su buena posición en el campeonato (aunque ficticia si se aplican los descartes) era Vinyes, mucho más exuberante con el Swift S1600, cuya tracción delantera sufría, lógicamente, para hacerlo avanzar sobre tanta grava, polvo y piedras sueltas. Con el tres en las puertas, y cediendo ya un puñado de segundos respecto a Berti, pese a que estábamos no muy lejos de salida, llegaba el EVO blanco de Fuster, que frenaba con cautela y pasaba fino y sin aspavientos, confirmando su visión directa lo que ya esperábamos: lo suyo iba a ser tratar de llegar a meta lo más arriba posible pero sin alardes al volante de un coche con el que tenía muy pocos kilómetros.

A continuación aparecía el Fiesta S2000 con el vistoso ‘naranja Candelas’ que vestía para la ocasión. Burgo apuraba menos la frenada que Berti, para abrirse algo más y ‘redondear’ el ángulo recto del viraje, momento en que el crono marcaba ‘+ 3’ a favor del asturiano en ese punto. Una diferencia que, en meta, se convertía en 7.1, es decir, menos de medio segundo por kilómetro, lo que no estaba nada mal para el estreno del lucense con el Ford, calzado además con las, en teoría, menos perfomantes Hankook. Tres décimas por detrás quedaba Fuster, cumpliendo también dignamente en su primer tramo ’nacional’ con el EVO X.

JPese a problemas con la electrónica del C2 de AutoGomas, Muñiz terminó entre los diez mejores y ganó en R2

Adrian Díaz concluyó a un paso de los diez primeros con el mejor clasificado de los Fiesta R2

En su debut con el Fiesta, Antonio Pérez Fojón demostró buenas maneras y acabó tercero de los R2

Quedaba por ver de que eran capaces los Mitsubishi gallegos. El primero en pasar era el rojiblanco de Senra, ‘mordiendo’ el exterior para ‘hacerle sitio’ a la mole que es la berlina japonesa en una camino tan estrecho. El uso del freno de mano completaba la tarea, y el EVO salía de la curva totalmente cruzado entre una nube de polvo, piedras sueltas y aplausos… y a apenas un segundo de Hevia en el parcial que, en la llegada, acababan siendo 5.3… lo que situaba a Víctor en una momentánea segunda plaza… que acabaría por ser definitiva pese a que hasta nuestra curva nadie llegaba tan rápido como el EVO amarillo de Meira. El de Vincios venía ‘por lo que valía’, y aunque su trazada era menos espectacular que la de Senra, su velocidad de paso era visiblemente superior… y su parcial el mejor de todos, tres segundos por debajo del registrado por Hevia. Pero la habitual mala suerte del vigués se traducía en un pinchazo de su rueda trasera izquierda cuando aun restaban unos kilómetros para meta, por la que, aun así, cruzaba con el quinto mejor crono, a 8.4 del scratch que, definitivamente, era para el Skoda de Berti.
Con otros dos asturianos, Jonathan Pérez y José Antonio Suárez, encabezando el segundo pelotón, pero ya a más de veinte segundos el del 207 y de treinta el del EVO (trompo incluido), había bastado un tramo para delimitar claramente quienes iban a pelear por el podio y quienes no.

Y con sólo uno más, el largo As Somozas y sus casi treinta kilómetros, sería suficiente para separar a esos cinco primeros que se habían destacado de salida en otros dos grupos bien definidos, con los dos S2000 por delante y los tres EVOs por detrás. Lo cual no hacía sino confirmar los pronósticos, aunque la sorpresa era que el liderato cambiaba de manos, pasando a las de Burgo, que marcaba su primer scratch con el Fiesta S2000 en sólo su segundo tramo con el coche. El lucense aventajaba en algo más de 8 segundos a Hevia, que había tenido problemas con la válvula de uno de sus neumáticos, lo que le impidió salir a la especial con las presiones correctas… y la concentración adecuada tras un sector de enlace de lo más tenso.

En el trío de EVOs, Senra volvía a ser el más rápido, pero se dejaba 17 segundos, aunque distanciaba en 15 a Meira, que precedía en algo más de 2 a Fuster. El levantino se quejaba de los frenos de su Mitsubishi, en lo que sería una constante a lo largo de todo el rallye, mezcla de problemas, como la rotura de una pinza que sufría en este tramo, y de su estilo de conducción, que solicitaba en exceso los discos del pesado coche japonés, como él mismo reconocía en sus declaraciones a lo largo de las dos jornadas.

Mientras todo esto pasaba ya estábamos camino del FIMO, a donde llegábamos justo a tiempo para sacar algunas imágenes en las asistencias mientras los mecánicos montaban ya las ‘faradas’ para la segunda pasada por San Sadurniño y el corto tramo urbano que cerraría la jornada inicial y cuyo escenario era el mismo del año pasado, en los alrededores del recinto ferial.

Alex Pais se resarció de su mala suerte en citas anteriores y terminó décimo con su EVO IX

iPese a un doble pinchazo, Rubén Gracia no tuvo mayores problemas para ganar en 'producción'

Daniel Marbán estrenó un EVO X N+ con el que logró la decimosegunda posición

El último tramo ‘de verdad’ del día ponía de nuevo ‘las cosas en su sitio’, con Berti marcando el scratch con claridad y recuperando el liderato, tras distanciar en más de 9 segundos a Burgo, que partía el cuarto en el orden de salida y se quejaba de la mala visibilidad que producía la combinación de la noche con el abundante polvo en suspensión que producía la suciedad del tramo tras el paso de cada coche. Entre ambos se situaba, en el parcial, Meira, que recuperaba casi todo el tiempo perdido respecto a Senra por el pinchazo del primer tramo, quedando en la general a sólo 9 décimas de su rival por la tercera plaza, y con ambos ya a más de 35 segundos del nuevo líder, Hevia. El tercer EVO en discordia, el de Fuster, de nuevo sin freenos en la parte final del tramo, perdía casi medio minuto y se descolgaba poco menos que definitivamente de esa lucha por el tercer escalón del podio.

El tramo-espectáculo completaba el primer día de rallye sin apenas relevancia en cuanto a la clasificación. Un nuevo scratch para Burgo le dejaba a 7.4 segundos de Hevia de cara a la segunda jornada, mientras que Senra aumentaba en un par de décimas su ventaja sobre Meira, y Fuster terminaba el día en ‘tierra de nadie’, quinto a más de un minuto de la cabeza pero con casi medio sobre el siguiente grupo, o más bien dúo, el formado por Jonathan Pérez y José Antonio Suárez, separados por menos de diez segundos tras las cuatro primeras especiales.

El sábado ofrecía dos bucles idénticos, formados por dos tramos largos y bastante diferentes entre si. El primero era el muy roto y complicado Vilarmaior-Irixoa, el segundo el más rápido y no menos difícil Monfero. Como ambos estaban bastante cerca, acabábamos por ver a los primeros coches en uno de los numerosos cruces a la altura de la mitad del trazado de Vilarmaior para, a continuación, ver unos cuantos más, cerca de la salida de Monfero, antes de dirigirnos a la única asistencia larga del día y luego quedarnos ya en el FIMO para esperar la llegada de los participantes al final del rallye y realizar las entrevistas para el reportaje de TVMotor.

Muchos abandonos en la Copa Swift, y victoria para Aitor Fernández

Víctor Pérez acabó segundo entre los Suzuki y se confirma como uno de los aspirantes al título

Los abandonos de Rey y Pazó acabaron convirtiendo a Jorge Pérez en el mejor gallego de la Swift

En nuestra fugaz visita al primer tramo del día, que se producía desde lo alto del exterior situado a la salida de una escuadra a derechas, estrecha y llena de grava, teníamos ocasión de ver la diferencia entre alguien que ya tiene el S2000 muy por la mano, como es Hevia, y quien todavía está empezando a conocerlo, como es Burgo. Berti frenaba justo donde tenía que hacerlo, ‘limaba’ ligeramente el vértice y salía sin movimientos bruscos hacia la siguiente recta, mientras que Pedro llegaba algo ‘largo’ y tenía que tirar de freno de mano para poder pasar, descolocándose vistosamente la ‘culera’ del Fiesta en el proceso. Sin embargo, lo mismo que ‘una golondrina no hace primavera’, se odría decir en este caso que ‘una curva no hace tramo’, y al final de los casi 25 kilómetros de especial, Burgo era el que salía mejor parado, precediendo en casi 2 segundos a Hevia y acercándose a sólo cinco y media en la general ¡todavía había rallye! Incluso Senra amenazaba con dar guerra, marcando el primer scratch ‘no súper2000’ del rallye, aunque su distancia respecto al primer puesto seguía siendo superior al medio minuto.

Para el que, en cambio, se acababa ya toda opción, era para Alberto Meira. Al vigués era al último que veíamos pasar ¡y de que forma! antes de dirigirnos a Monfero. El EVO amarillo aparecía totalmente ‘de costado’ antes de seguir camino al que sería su destino final en este rallye. Pocos kilómetros después, Meira trompeaba en una de las numerosas zonas llenas de grava que jalonaban la especial, con la mala suerte de tocar el frontal de su coche, rompiéndose en el lance un manguito del intercooler. Aunque Alberto llegaba a meta, con más de dos minutos perdidos, un buen rato después lo veríamos detenido en Pontedeume sin opción a continuar en carrera ¡lástima! El abandono de Meira permitía a Fuster ganar una posición, lo cual era todo un regalo para el levantino, que confesaba por la radio haber ido ‘muy perdido’ en el primer tramo del día, que no dudaba de calificar como ‘un infierno’.

Poco después, el primer paso por Monfero completaba el primer bucle del sábado… y prácticamente decidía el rallye. Hevia cubría sus algo más de 25 kilómetros en poco más de 15 minutos, lo que significaba superar, aunque fuese por poco, los 100 km/h de media, toda una barbaridad en carreteras tan estrechas como la de la zona desde la que veíamos su paso. En esta ocasión, la sensación visual era mejor por parte de Burgo, que ceñía más el interior, pero el cronómetro era implacable a favor de Berti a final de tramo. El asturiano comentaba por la radio que en el primer tramo del día tal vez se había ‘dormido un poquitín’ pero que ahora había ‘corrido todo lo que había podido’. Y ese mayor ritmo, unido a unas gomas muy degradadas en el Fiesta de Burgo (Pedro había optado por montar las de compuesto blando, lo que también explicaba en parte su scratch anterior) se traducía en veinte segundos a favor de Hevia (calzado con duras), que elevaba su ventaja a 25.5 a falta de sólo dos tramos. Como, además, Senra pinchaba a unos 6 kilómetros de meta, perdiendo casi 45 segundos, las diferencias se ampliaban de forma notable también en su caso. Salvo sorpresa mayúscula, el rallye estaba decidido… y así sería finalmente, aunque no sin una inesperada dosis de suspense en el tramo final.

Para Pinilla la cuarta plaza de la Copa Suzuki en Ferrol

Rallye lleno de incidentes para Sergio Fernández que, aun así, terminó quinto de la Swift

Pese a problemas con un sensor del ABS y dos pinchazos, Ferrán Pujol acabó séptimo y es el nuevo líder de la Copa Suzuki

Dejábamos Monfero tras ver pasar a los primeros Suzukis,  entre los que la criba era ya importante. El viernes, uno de los grandes favoritos, Pablo Pazó, se quedaba fuera enseguida con problemas de cambio en el segundo tramo tras haber sido el más rápido en el primero, que resultaba ya fatal para otro de los tenores del certamen, Ferran Pujol, que perdía mucho tiempo debido a problemas con un sensor del ABS que volvía loca a la electrónica de su Swift. A Pazó, le sucedía al frente de la tabla otro claro aspirante al triunfo, Pablo Rey, al que se le rompía un palier en el primer tramo del sábado, lo que dejaba el liderato en manos del berciano Aítor Fernández, que ya no lo abandonaría hasta el final, convirtiéndose en el cuarto ganador diferente en otras tantas pruebas de la Swift esta temporada.

Pero antes de eso quedaba la última asistencia y el bucle final. Tras visitar a los diferentes equipos, nos apostábamos en el control horario a la salida del FIMO, en el que la noticia era el retraso en ‘fichar’ por parte del 207 S2000 de Jonathan Pérez. Justo cuando se disponían a salir de su ‘box’, el equipo detectaba un desgaste peligroso en la correa del alternador, y aunque la cambiaban lo más rápido que podían, ‘Yony’ pasaba el control cuatro minutos tarde, lo que significaba penalizar 40 segundos y ser superado en la general por José Antonio Suárez, al que había mantenido más o menos controlado… ayudado en ello por un par de trompos y un pinchazo en el EVO X que el joven praviano llevaba con su habitual exhuberancia. Otro pinchazo para ‘Cohete’ en la repetición de Vilarmaior-Irixoa devolvía la quinta plaza a Jonathan, y pese a que José Antonio se tiraba a por todas en el paso final por Monfero, quedándose a sólo un par de segundos de ser el mejor Mitsubishi del tramo, ello no era suficiente para permitirle superar al 207. Aunque ‘Yoni’ le daba, involuntariamente, algo de suspense al desenlace del duelo entre ambos, tardando unos minutos más en llegar a la puerta del FIMO para el control horario final, el Peugeot aparecía finalmente a tiempo, con su piloto mostrando en la suciedad acumulada en su mono la dureza del rallye ferrolano.

La pelea entre los dos jóvenes pilotos astures por la quinta posición no era, sin embargo, lo más emocionante del tramo final, que seguíamos desde la sala de prensa con la ayuda de la radio y los tiempos por internet. De paso, aprovechábamos para ir experimentando algo más en eso del Twitter, añadiendo algunas informaciones al de TVMotor que complementaban las que César iba lanzando desde la cuneta cuando la cobertura de su iPhone lo permitía. Y aunque a mi esto de las ‘redes sociales’ no acaba de entrarme, no puedo menos que reconocer como, poco a poco, sistemas de este estilo se van a ir imponiendo… así que lo mejor es ir poniéndose al día no vaya a ser que nos quedemos anticuados.

Miguel Angel Blanco no estrenó con buen pie el nuevo look de su Swift, salíendose cerca del final cuando era tercero

Félix Macias se mostró rápido y espectacular con su 206RC, terminando quince de la general

Con su habitual 206XS, Oscar Soto fue tercero en grupo A por detrás de los dos Swift S1600

Poco después de ‘tuitear’ unos comentarios sobre lo acontecido hasta entonces, se iniciaba la conexión radiofónica con Monfero y saltaba la noticia… ¡Hevia se había salido en un cruce de la parte inicial del tramo! Como muy gráficamente le explicaría el propio Berti unos minutos más tarde a Burgo, cuando ambos comentaban el desarrollo del rallye nada más bajarse de sus coches, el Fabia llegaba demasiado rápido a una zona con mucha grava, y viendo que no iba a ‘entrar’, su piloto tiraba de freno de meno y conseguía cruzar el coche lo suficiente para evitar el ‘recto’ y poder retornar a la carretera, perdiendo sólo unos segundos en un lance que pudo costarle el rallye. En meta, el crono del Skoda era casi 20 segundos peor que el de la primera pasada, por lo que, con poco más de 30 de ventaja sobre Burgo, el rallye estaba aun en el aire hasta que el Fiesta cruzase la invisible cinta de llegada de la última célula fotoléctrica. Pero, aunque marcaba el scratch, el lucense, desconocedor del percance de su rival, comentaba a final de tramo que había ‘levantado mucho el pié’, y ello significaba recortarle apenas un par de segundos a Berti, claramente insuficientes para amenazar el triunfo del asturiano.

Un triunfo no por esperado menos importante, que sitúa a Hevia como máximo aspirante al título, tanto por los puntos ya acumulados como, sobre todo, porque ahora llega ‘a casa’, al Príncipe y a Llanes donde, sobre todo en el primer caso, parte como claro favorito ante el que ya es, de hecho, su único rival en el campeonato, Miguel Fuster. El de Benidorm se mostraba satisfecho por haber conseguido, por fin, romper el maleficio que tenía con el rallye ferrolano, donde nunca antes había conseguido terminar. Y aunque la cuarta plaza era algo menos de lo que hubiese querido (su objetivo, difícil, era conseguir la tercera), estar en la meta con el EVO X no era mal premio tras un rallye más de sufrir que de disfrutar… aunque peor hubiese sido con el Porsche como, con buen humor, comentaba el propio Miguel por la radio, diciendo algo así como que de haber salido con el potente GT hubiese acabado llorando alguno de los sucísimos y rotos tramos ferrolanos.

El local Alejandro Seoane metió su Saxo entre los veinte mejores de la general

El canario Barrios no marcó cronos de relieve con el Impreza y acabó abandonando el sábado

Tras cinco rallyes sin participantes, la categoría Diesel se estrenó en Ferrol con el Golf de José Angel Barros

Por delante de Fuster, aunque más lejos de los S2000 de lo que le hubiese gustado, concluía Senra como primer N+, coches que por una u otra causa no acaban de conseguir la ‘machada’ de pelear por la victoria… con excepción del ya clásico triunfo cada año en Cantabria de Ojeda, sea al volante de lo que sea.

Y si los EVOs, con su turbo y su tracción total, no pueden estar cerca de los Súper 2000, nada se les puede pedir a los ‘dos ruedas motrices’, entre los que Joan Vinyes volvió a dar un recital con el Swift S1600, concluyendo séptimo en el que es, probablemente, el rallye más desfavorable para este tipo de vehículos. Justo tras el andorrano en posiciones, aunque a más de tres minutos en tiempos, acabó el otro Suzuki oficial, con el que Antxustegui retornaba, por fin, a la acción, haciéndolo sin errores de importancia y llegando a la meta, lo que siempre es importante en estos casos.

Completaban los diez primeros dos pilotos gallegos que, por distintas razones, estaban más que satisfechos con el resultado. Noveno era Alvaro Muñiz, que completaba un muy buen rallye con el C2 R2 de Auto Gomas, pese a problemas con la centralita que le impidieron rodar en el shakedown y se reprodujeron cerca de meta. Y décimo terminaba Alex País, que se merecía ya un buen resultado en un rallye del nacional con su EVO IX tras la mala fortuna de pruebas anteriores y su buen rodar desde que adquirió este vehículo.

Así que, con un ‘todos contentos’, porque realmente esa era la sensación que me dejaban la mayoría de los pilotos con los que tenía ocasión de cruzar algunas palabras al final del rallye, se concluía un nuevo Ferrol que, una vez más, hacía honor a su fama de dureza y dificultad. Una dificultad acrecentada el sábado por un sol de justicia y un intenso calor, de esos que anuncian tormenta como la que, horas después, descargaba sobre nosotros, ya en Gijón, cuando disfrutábamos de unas sidras con los amigos en una terraza a eso de las 8 de la tarde. Así que, hasta casi se agradecía la refrescante lluvia para cerrar un fin de semana de ‘retorno a la carretera’ que anuncia para nosotros el arranque de una de las épocas más frenéticas de la temporada, ‘el mes del Príncipe’… ¡ya queda menos!