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19|06|10

RALLYE de ORENSE (CAMPEONATO de ESPAÑA de RALLYES de ASFALTO, 5ª Prueba)
En su primer rallye en asfalto con el Fiesta S2000, Xevi Pons se impuso por delante de un agresivo Vallejo, que buscó con garra la victoria al volante de un 207 pero fue finalmente batido por el catalán pilotando su anterior coche. Tras el dúo de cabeza, Hevia completó el podio con el Fabia y pasa a liderar el nacional aprovechando el temprano abandono de Fuster por rotura de palier en su Porsche.

CRONICA

La segunda cita gallega del nacional 2010 lo tenía todo para convertirse en la más interesante de lo que llevamos de temporada. Con un recorrido formado en su mayor parte por tramos de esos que ‘hacen afición’, y con la inscripción de más calidad del año, en la que destacaban las novedades del debut de Xevi Pons con el Fiesta de Nupel y de Sergio Vallejo con un 207 S2000 de Barroso, los ingredientes eran los justos para vivir un rallye apasionante. Porque además, independientemente del ‘morboso duelo’ entre el catalán y su excompañero de equipo gallego, en la línea de salida estaban también los principales aspirantes al nacional de este año, Fuster y Hevia, y tampoco faltaba el otro ganador de un rallye esta temporada, Ojeda, que reaparecía tras su ausencia del Rías.

Xevi Pons fue a más a medida que avanzaba el rallye y acabó imponiéndose en su estreno en asfalto con el Fiesta S2000

Sergio Vallejo hizo soñar a su afición con una victoria en el debut con el 207 S2000 pero acabó teniendo que ceder ante el Ford de Nupel

Con Fuster fuera y problemas de frenos en su Fabia, Hevia se aseguró la tercera plaza y es el nuevo líder del campeonato

Además, después de tanto mal tiempo, el retorno del sol los días previos a la prueba animaba hasta a los que no somos muy amigos del ‘astro rey’ como es mi caso. Así que el viernes, cuando a eso de las 2 de la tarde me ponía camino de Orense, lo hacía con ganas de disfrutar de un rallye en el que esperaba que hubiese algo más de emoción en la lucha por la victoria de la que habíamos tenido en los anteriores de esta primera mitad de temporada 2010 en el nacional de asfalto. Diría que casi por primera vez en lo que va de año se me hacía muy complicado hacer pronósticos. Porque si en Villajoyosa y Canarias apostar por Fuster y el Porsche era obligado, si en un lluvioso Cantabria el dominio de Ojeda no sorprendió a nadie y si en el Rías quien más quien menos esperaba la primera victoria de Hevia con el Skoda S2000, en Orense la quiniela era de esas llenas de partidos en los que es difícil no caer en la tentación de jugar al triple.

Por lo que a mi respecta, en mi habitual reflexión precarrera mientras conduzco camino de la sede de cada prueba, más que decidirme por un nombre en concreto me hacía una serie de consideraciones previas que tenía ganas de ver si se confirmaban o no. De entrada, una cosa tenía clara, el Fiesta S2000 iba a estar en los tiempos con Pons al volante. Otra cosa sería si ello iba a ser suficiente para que el catalán pudiese hacer eso tan difícil de ‘llegar, ver y vencer’ en un rallye en el que no le iban a faltar rivales de consideración. El calor y la dureza de los tramos orensanos descartaban ya de salida a los N+, y el nuevo recorrido de este año no era ‘tan Porsche’ como el del pasado, lo que unido a esa auténtica ‘encerrona’ que era el tramo espectáculo mixto del viernes, debía complicarle la vida a Fuster. Por el contrario, el nuevo trazado de varias de las especiales debía dar más opciones a los S2000, entre los que Hevia tenía la cabeza más en el campeonato que ‘en echar carreras con nadie’, tal y como me había comentado el domingo anterior en la asistencia de la subida a Santo Emiliano, mientras que Vallejo, en cambio, lo que quería era preciosamente eso, ‘echar carreras’… especialmente contra su antiguo coche. Personalmente dudaba que el de Meira pudiese ganar el rallye, pero ver ‘donde podía estar’ era una de las incógnitas que más interés tenía en despejar.

Una rotura de palier truncó el buen rallye que estaba haciendo Fuster con el Porsche y le costó la primera posición en la general del campeonato

Ojeda fue el más rápido en la tierra de la superespecial pero en el caluroso asfalto orensano los N+ no tenían opción y la cuarta plaza era lo máximo a que podía aspirar

Quinta posición para Pedro Burgo, que acabó siendo el único gallego de los Mitsubishi que completó el rallye sin problemas

Como anticipo unas líneas más arriba, el rallye empezaba el viernes con un aperitivo en forma de tramo espectáculo, que era nuestro primer destino una vez recogidas las acreditaciones en Expourense, donde nos encontrábamos con César y Miguel, que ya habían llegado hacía un rato. Los tres nos dirigíamos al polígono de San Ciprián, donde nos esperaba Chapi, tomando ya posiciones en una de las tribunas que dominaban la zona de tierra, indudablemente el foco de atracción, por su novedad en una prueba del nacional de asfalto. El montaje de todo el tramo era realmente notable, con gradas, pantalla gigante de vídeo y una gran cantidad de espectadores que iban convirtiéndolo en una especie de megaestadio para rallyes. El orden de salida inverso, al ‘estilo montaña’ era otra de las curiosidades de un show que nos parecía perfecto como medio de difusión de los rallyes, pero que nos chocaba bastante como primera prueba cronometrada de un rallye del nacional. Y es que lo mismo que comentábamos en años anteriores respecto a la especial del Jarama en el Shalymar se podía aplicar perfectamente ahora, con el agravante de esa zona de tierra… de la que curiosamente no se quejaba ninguno de los que hace menos de dos años ponían el grito en el cielo ante la posibilidad, nunca consumada, de que se regase alguna curva del trazado madrileño. Ya se sabe que ser objetivo y totalmente coherente es poco menos que imposible… pero nunca deja de sorprenderme el poco esfuerzo que hacen muchos para tratar siquiera de conseguirlo.

En todo caso, la superespecial resultaba entretenida, destacando el modo en que Ojeda movía el Subaru en la tierra camino del primer scratch del rallye. Entre los S2000 las diferencias eran anecdóticas, con Pons sacándole un segundo a Hevia y este uno más a Vallejo… y, como era previsible, el más perjudicado era Fuster, que pasaba el mal trago del mejor modo posible, montando gomas para lluvia en su Porsche para acabar sin errores y con el 14º mejor crono, a 10.9 del tiempo de Ojeda, una distancia nada desdeñable en un tramo de apenas 2 kilómetros.

El sábado nuestro plan para la mañana era ver en el popular cruce del campo de futbol de Toen el único paso previsto por la zona, para, a continuación, dirigirnos a uno de los muchos puntos de interés del tramo de San Pedro de Rocas, en el que veríamos la segunda pasada. Precisamente en San Pedro arrancaba la segunda jornada del rallye, así que mientras cogíamos sitio en el interior del cruce, donde había una zona verde para prensa perfectamente situada (¡hay que destacarlo ya que son ‘rara avis’!), Miguel Cumbraos y el equipo de Radio Voz nos ponían en antecedentes de lo acontecido en el primero de los once tramos previsto en el ‘menú del día’.

Alberto Meira estuvo en la pelea por la victoria entre los N+ hasta que un toque y problemas de frenos le acabaron aconsejando el abandono cerca del final

Víctor Senra sufrió en los tramos de la mañana pero remontó con fuerza por la tarde y acabó ganando la EVO CUP

Fran Cima acabó segundo en el monomarca de Mitsubishi y conserva el liderato de la EVO CUP y el naiconal de grupo N

Tras sufrir en la tierra de la superespecial, Fuster se resarcía en el primer tramo ‘de verdad’ del rallye, que era, además, el más favorable para el Porsche. El levantino marcaba el scratch con el amplio margen de 12.3 segundos sobre su más inmediato seguidor, pero la noticia no era su primer puesto sino el segundo de Vallejo, superando a Pons y Hevia en el primer asalto de la lucha entre los S2000 punteros. El de Meira decía haber ido “atacando duro” y el crono lo demostraba, siendo casi tres segundos mejor que el del catalán y batiendo en más de diez al asturiano. Berti era sólo sexto, superados por los EVOs de Burgo y Senra, tras un tramo en el que confesaba haberse encontrado “algo falto de ritmo” cuando le preguntaban sus primeras impresiones del día en el control stop.

Un ritmo que Berti encontraba en Moreiras, como se podía ya intuir viéndole pasar por ‘nuestro cruce’, en el que ‘tiraba’ con decisión el Fabia para salir totalmente cruzado y gas a fondo. El scratch era suyo, aunque fuese por sólo una décima de segundo respecto a Fuster, lógicamente mucho más comedido en el ángulo donde sacábamos fotos, que superaba sin alardes y tratando ‘apuntar’ el Porsche lo antes posible hacia la siguiente recta para así poder pisar con decisión sin que la zaga del GT le diese un disgusto. En el mismo segundo se metía también Vallejo, que había optado por ‘redibujar’ la curva, frenando antes en busca del vértice, por el que cortaba sin temor pese al amenazador desagüe, semioculto por la hierba. Tres formas totalmente diferentes de pasar por el mismo sitio que, al final del tramo, daban resultado casi idéntico, con sólo cinco décimas de segundo de diferencia entre los tres tras casi diez kilómetros.

A cinco segundos se quedaba Meira, que en el primer tramo había cedido algo más de terreno debido a la rotura del soporte del pedal del acelerador, lo que le había complicaba notablemente el pilotaje. Quinto era Ojeda que iba recuperando sensaciones en unos tramos por los que hacía tiempo que no pasaba, y sexto Xevi Pons, al que habíamos visto subvirar vistosamente en el cruce, por donde ya pasaba con +4 en el parcial respecto a Berti, cediendo en meta otros cuatro lo que le mantenía aun por delante del asturiano en la general, pero perdiendo algo de contacto con Fuster, del que le separaban 12 segundos, y con Vallejo, que le precedía en 8 para delirio de la afición gallega, cuya forma de animar a uno y abuchear a otro que habíamos observado en el cruce iba a ser la poco edificante constante de toda la jornada.

Joan Vinyes ya lleva cinco de cinco en dos ruedas motrices y a base de regularidad es segundo en la general del campeonato

Primer rallye sin mayores sobresaltos para David Pérez, que acabó séptimo con su 207 S2000

Problemas de frenos por la mañana retrasaron mucho a Jonathan Pérez, que recuperó por la tarde para terminar octavo

En ‘A Seara’, último tramo del primer bucle, el nivel de entusiasmo de la afición local subía al máximo: Vallejo marcaba el scratch… ¡y se ponía líder! El de Meira describía su ritmo con un muy gráfico “hemos ido a toda leche” que, en tiempo, se traducía en ‘meterle’ siete a Ojeda, Hevia y Pons, que compartían segundo, y más de trece a Fuster, que se quejaba de la suciedad del tramo y de haber llegado a meta con las ruedas “muertas”. Con un tercio de rallye ya completado, Vallejo era primero, seguido por Fuster a 9.3, Pons a 15.6 y Hevia a 16.2. Entre los cuatro debía jugarse el rallye ya que  a continuación venían los N+, encabezados por Ojeda, ya a casi medio minuto y con la perspectiva de perder más tiempo a medida que la temperatura fuese subiendo.

Al respecto de esto último, cuando a eso de las once y media llegábamos a San Pedro de Rocas para ver el segundo paso por la especial que había abierto la jornada, el cielo estaba despejado pero el sol no apretaba demasiado y corría incluso una agradable brisa. El sitio que había elegido Chapi era magnífico, un cerrado ángulo en bajada, precedido de una zona rápida y desembocando en otra de aun más velocidad, con un importante desnivel entre ambas. Todo ello rodeado de un espectacular anfiteatro natural, lleno hasta la bandera de aficionados y hasta con una grada que convertía la zona en un’mini circuito’ con su tribuna y su ‘pelousse’.

Un ‘circuito’ por el que no iba a transitar el coche que más a gusto se podía encontrar en las rápidas zonas entre los cruces de San Pedro: a poco de iniciar el tramo, un palier se rompía en el Porsche de Fuster y el de Benidorm se tenía que ir ya para casa, privando al rallye de uno de los cuatro aspirantes a la victoria que tenía en estos momentos.

José Antonio Suárez va a más en cada rlalye y en Orense ya sumó su primera victoria entre los Clio R3

Miguel Arias sufrió su primera derrota del año en la Challenge Clio pero sigue como líder destacado de la general

Alvaro Muñiz volvió a rodar a buen ritmo con el Fiesta R2, terminando cuarto de dos ruedas motrices

Con el Porsche fuera, el duelo iba a ser a tres bandas entre los S2000, y de ellos el que aun no había enseñado sus cartas era el Fiesta de Pons. Pero si en los cuatro tramos anteriores habíamos tenido cuatro ganadores diferentes, en la repetición de San Pedro de Rocas se iba a añadir un nuevo nombre a la lista, precisamente el de Xevi. El catalán había comentado en la radio, tras el tramo anterior, que no acababa de encontrarse cómodo pero que no habían cambiado nada en el coche ya que esperaba ir mejor por la tarde, a medida que fuese haciendo kilómetros en asfalto con el Fiesta. Pero el líder del mundial S2000 se adelantaba a sus propios pronósticos siendo ya el más rápido en el arranque del segundo bucle. La velocidad a la que llegó a la frenada y la maestría con la que ‘paró, templó y mandó’ para hacer girar el S2000 de Ford en un palmo de terreno, no se merecían el abucheo con el que la excesivamente partidista afición le recibió, en sonoro contraste con la atronadora ovación que acompañó al 207 de Vallejo, en similar aunque algo menos perfecta maniobra. El primer scratch del Fiesta S2000 en el Campeonato de España situaba a su actual piloto a sólo 10.2 segundos de su anterior usuario cuando todavía quedaba medio rallye… iba a haber guerra ¡y de la buena!

El que cedía algo de terreno era Hevia, al que la visión del Porsche de Fuster parado en un cruce imagino que le haría ser algo más prudente, empezando a pensar ya más en el campeonato que en un rallye en el que se empezaba a convertir en actor secundario en vez de protagonista.

El último tramo de la mañana significaba la primera repetición en el nombre del ganador: Pons volvía a imponer el Fiesta y le recortaba casi tres segundos más a Vallejo. El de Meira llegaba líder a la asistencia del mediodía pero la sensación que me dejaban los cronos del último bucle era que habíamos llegado a un punto de inflexión en el desarrollo del rallye. Tras el fulgurante arranque de Vallejo, Pons era ahora quien rodaba más rápido y, además, dando la impresión de ir a más. Por el contrario, su rival parecía estar ‘tocando techo’, empeorando incluso su crono en la segunda pasada de A Seara con respecto al logrado en la primera.

Nueva victoria en Producción para Rubén Gracia, que se destaca al frente de la general de la categoría

Un pinchazo impidió a Bruno Meira luchar por repetir su triunfo en Producción del Rías

Tercer coche distinto para Alberto Monarri en lo que va de temporada: en Orense compitió sin demasiada fortuna con un Nissan 350Z de la copa

De cara a la tarde, mientras Chapi, César y Miguel seguían ruta hacia ‘Vilariño Frío’, yo ya me quedaba en Expourense para ir adelantando trabajo. Antes faltaban por sacar las fotos y los vídeos de los mecánicos trabajando en los vehículos durante la asistencia del mediodía. El habitual ambiente tranquilo de estos parques de trabajo del nacional se veía perturbado en esta ocasión por la penosa actitud de un nutrido grupo de fans de Vallejo, que se dedicaban a increpar a los componentes del equipo Nupel. Si ya me habían parecido realmente mal los abucheos en los tramos al coche de Pons, las pancartas con mensajes antiNupel o las camisetas de “Vallejo Racing” luciendo un slogan de dudoso gusto (mal traducido, además, a algo que era más ‘spanglish’ que ‘english’)… los gritos y hasta insultos con los que se ‘amenizó’ por parte de un grupo de ‘hooligans’ el paso del Fiesta S2000 por el recinto ferial ya me resultaron definitivamente fuera de lugar.

En todo caso, tanto fanatismo en su contra poco o nada afectaba a Pons, al que le bastaba el primer tramo de la tarde, el estrecho y rápido ‘Vilariño Frío’, para enjugar la ventaja que le llevaba Vallejo y hacerse con el liderato. Se podía pensar que la suerte estaba echada, pero a continuación venía el plato fuerte, cada año, del Orense: el ‘cañón’. Y en sus más de treinta kilómetros, Vallejo ‘tiraba de orgullo’ y batía a Pons por seis décimas de segundo… ¡dejando la diferencia entre ambos en sólo 0.1 a favor del catalán! Pero el comentario de Sergio al llegar al control stop, diciendo que ‘se había comido mucho las ruedas’ era un adelanto de lo que podía pasar en el tramo que cerraba el bucle, Luintra. En sus algo más de 15 kilómetros, Pons volvía a abrir hueco, sumando su cuarto scratch y elevando su exigua renta a unos algo más confortables 5.9 segundos. En la respuesta de uno y otro a la pregunta de ‘¿qué tal les había ido en el tramo?’ se podía deducir que el ánimo era muy distinto. El gallego zanjaba la cuestión con un escueto “todo bien”, sin añadir nada más, el catalán comentaba que iba “mejor, más cómodo”, lo que no dejaba de ser una declaración de intenciones de cara al bucle final en el que el rallye se iba a jugar, definitivamente, entre los dos excompañeros del equipo Nupel.

Ferrán Pujol no se baja del podio de la Copa Swift y en Orense logró su primer triunfo en el monomarca de Suzuki

Pese a un error que le privó de la victoria, Pablo Pazó fue el que más puntos sumó en la Swift, a base de acabar segundo y ganar en la mayoría de los tramos

Sin mezclarse en la lucha por la cabeza, Víctor Pérez acabó en el podio a base de rodar a un ritmo regular y sin errores

El tercero en discordia por la mañana, Berti Hevia, estaba ya a más de medio minuto y, lo que era peor, “sin confianza” debido a problemas con el pedal de freno, que se le iba abajo en ocasiones, lo que le obligaba a extremar las precauciones. Los problemas con los frenos eran también una constante para los N+, entre los que Ojeda perdía el liderato tras pinchar de forma prácticamente simultanea las dos ruedas delanteras de su Impreza, penalizando 40” por retraso en el control horario posterior, lo que le dejaba por detrás de Burgo, único de los Mitsus gallegos que seguía en la pelea por las plazas de cabeza. Los otros dos, Senra y Meira, habían ido perdiendo terreno. Víctor había pinchado por la mañana, había hecho un trompo y había tenido problemas de rendimiento en su EVO X, hundiéndose en la clasificación y viéndose condenado a remontar por la tarde, ya sin opciones de acercarse a los puestos de honor. Alberto, en cambio, había aguantado en la pelea con Burgo y Ojeda hasta ‘el Cañón’, al que confesaba haber salido algo desconcentrado, pasándose de frenada ya en la tercera curva, para pinchar la rueda delantera izquierda unos kilómetros más adelante al ceñirse demasiado en uno de sus numerosos virajes.

Restaba sólo el bucle final, repetición de los mismos tres tramos, y su desarrollo iba a ser casi calcado al anterior. Pons volvía a ganar en ‘Vilariño Frío’, elevando su renta a 11 segundos, Vallejo hacía otro ‘Cañón’ en modo ‘full atack’, pero ello sólo le permitía recortar 3.3, y Xevi rubricaba su victorioso debut con el Fiesta, siendo otra vez el más rápido en Luintra para ganar el rallye con 8.4 segundos de ventaja. Un desenlace de esos que dejaba poco menos que contentos a todos tras un rallye en el que, por fin, habíamos tenido emoción e interés hasta el final. La victoria de Pons con el Fiesta era toda una reivindicación para la gente de Nupel, ya que demostraba que el S2000 de Ford es un coche ganador. Y la segunda plaza de Vallejo con el 207 le sabía casi a victoria al de Meira, aunque verse superado finalmente por el coche que en sus manos no había ganado un tramo en tres rallyes no dejaba de ser, si uno lo piensa fríamente, el peor resultado posible. Visto lo visto, me queda la duda de saber que hubiese pasado en esas tres carreras si Sergio se hubiese empleado con la rabia, el coraje y la decisión que mostró en Orense. Y es que, a veces, lo más difícil no es pilotar sino saber gestionar todo lo que hay alrededor, especialmente cuando se acaba integrado en una estructura del tamaño al que ha llegado Nupel en estos años. Es entonces cuando el piloto tiene que centrarse en su papel, que ha de ser sacar el máximo partido del material que el equipo pone a su disposición. Algo que, por los motivos que fuesen, Vallejo no consiguió en su convulso arranque de temporada 2010… mientras que Pons lo ha logrado a la primera, dejando además la impresión de que corrió cuando y donde lo necesitó para acabar dejando a su rival con la miel en los labios… en la que quien sabe si habrá sido la mejor oportunidad que tendrá Vallejo de ganar al volante de un S2000.

Pérez Oliveira se salió cerca del final cuando trataba de mantener la segunda plaza ante el ataque de Pazó

Miguel Angel Blanco muestra en su Swift las huellas del toque que le costó el abandono

Un palier roto dejó fuera de combate al Clio R3 de César Palacio

Con toda la atención centrada en el duelo por la victoria, y en todas esas connotaciones adicionales que lo hacían ser algo más que la mera lucha por el triunfo en un rallye cualquiera, la tercera plaza de Hevia, que le daba el liderato en la general del Campeonato de España, pasaba poco menos que a un segundo plano. Y eso que para conseguirla Berti había sufrido lo suyo en la parte final del rallye, con el problema en los frenos agravándose, lo que le llevaba incluso a salirse en el segundo paso por el ‘cañón do sil’, con la fortuna de ir a para a un camino en el que no había nada sólido contra lo que impactar, lo que le permitió volver al tramo y completar el rallye. Con Ferrol, el Príncipe y Llanes como tres próximas citas, Hevia tiene razones para ver con optimismo la segunda parte del nacional.

Optimismo y algo más, en cambio, es lo que necesitan los pilotos de los N+, que ven rallye a rallye como salvo en casos tan concretos como la dantesca noche del viernes en el Cantabria Infinita, sus sobrepotenciados ‘derivados de la serie’ no sólo no pueden con los S2000 y el Porsche sino que, en el intento de seguirles el ritmo, sus mecánicas sufren lo que no está escrito. En Orense, pese a que el calor no fue tan fuerte como otros años, los turbos las pasaron canutas… y los frenos de los EVOs y el Impreza de Ojeda se achicharraron aun más. Finalmente, el cántabro de Subaru acabó ganando la batalla tras los S2000, pero la cuarta plaza, a casi 3 minutos de Pons pese a haber ido al límite todo el día, demuestra que difícilmente va a poder repetir triunfo en lo que queda de temporada. Justo detrás de Quique acabó Burgo, quinto y también sin frenos en el primer paso por el cañón, lo que le obligó a bajar el ritmo en la repetición del ‘tramo de tramos’ del Orense. Y sin frenos y marcándose para casa terminó Meira, tras llevarse “un susto muy grande” en ese mismo y exigente escenario, con rotura de radiador incluida en el lance para acabar por frustrar otro rallye en el que el de Vincios volvió a ser uno de esos pilotos a los que el público está deseando ver pasar.

Otro de esos que la afición quiere ver es ese auténtico ‘crowd-pleaser’ que es Joan Vinyes, sexto con el Suzuki Swift S1600 y disfrutando de lo lindo, especialmente en los tramos de la tarde una vez afinados los reglajes de su montura. El andorrano sumó sin problemas su quinto triunfo consecutivo en la categoría de dos ruedas motrices, en la que el segundo clasificado tampoco le va a la zaga en eso de ‘divertir al respetable’ a la vez que va realmente rápido. Me refiero a José Antonio Suárez, que se gana a la afición en cada cruce, pero si lo ves en una zona rápida o analizas sus cronos te das cuenta de que es algo más que un ‘adicto al freno de mano’. El joven asturiano crece en cada rallye, y al verlo pasar no cuesta nada imaginarlo con una sonrisa de oreja a oreja dentro del casco mientras hace lo que quiere con el coche. Batir a Miguel Arias, que es de los que no se guardan nada nunca, no es fácil, y José Antonio ya lo hecho tras sólo tres rallyes completos con el Clio.

Amelia Vinyes demostró muy buenas maneras en su debut en rallyes con el Swift grupo A

Entre los participantes con licencia autonómica gallega, Isaac Prada lideraba hasta que perdió una rueda en el Cañón do Sil...

...dejando la primera plaza en manos de David Cortés

Tanto Suárez como Arias terminaron al borde de los diez primeros, que completaron los dos S2000 restantes y los dos primeros de la EVO Cup. Aunque acabaron seguidos en la clasificación, el rallye de los dos Peugeot de ‘los Pérez‘ no pudo ser más distinto. Para David, el de Orense fue un paso más en su aprendizaje de los rallyes norteños, superándolo sin sobresaltos para acabar séptimo. Jonathan, en cambio, tuvo su buena dosis de problemas en la mañana del sábado, teniendo que hacer un tramo entero sin frenos y perdiendo mucho tiempo que ya no pudo recuperar, aunque por la tarde, una vez el coche ya en orden, marcó cronos interesantes. También fueron muy diferentes los rallyes de Senra, ganador finalmente de una EVO Cup que contó sólo con cuatro participantes en Orense, y de Cima, que lideró el monomarca de Mitsubishi hasta cerca del final. Víctor tuvo la mañana aciaga que ya se comentó más arriba, y pese a rodar realmente rápido por la tarde no pudo pasar de la novena posición. Fran acabó ‘pidiendo la hora’ con problemas de transmisión en el bucle final, aunque vistos los tiempos de uno y otro, aun con el coche en perfectas condiciones parece claro que tampoco hubiese podido contener el empuje de Senra. En todo caso, Fran tiene claro hasta donde puede llegar con el presupuesto del que dispone, y a base de sumar puntos y no cometer errores sigue ahí, al frente tanto de la EVO Cup como del nacional de grupo N, lo que no está nada mal para su primera temporada con el Mitsubishi.

Como observo que ya voy por la sexta página de ‘rollo’, y son más de la una de la mañana, creo que ya es hora de ir cerrando este relato del Orense 2010. Pero no sería justo hacerlo sin dedicarle al menos unas líneas a ‘los chicos de la Swift’ que se dejaron la piel (¡y una buena cantidad de chapa!) en los tramos orensanos. Mención especial merece el ganador, Ferrán Pujol, al que ya no sorprende ver delante en cualquier terreno. En sólo su tercer rallye fuera de Cataluña, la nueva promesa del RACC ya ha pisado los tres escalones del podio. Le faltaba el más alto, y el sábado ya lo visitó en la plaza mayor de Orense. Pero, pese a la victoria, la alegría para Ferrán no fue completa, porque en lo que respecta a puntos para la general del campeonato, el auténtico ganador fue Pablo Pazó. El vigués voló literalmente sobre el caliente asfalto de la ‘ribera sacra’, pero un error en el último tramo de la mañana le costó un par de minutos que no pudo recuperar, aunque sus cronos de la tarde fueron simplemente alucinantes y le permitieron compensar, a base de los puntos que el reglamento de la copa otorga por cada scratch, el fallo que le costó la primera plaza. Ambos se destacan al frente de una copa en la que el fuerte ritmo al que se rueda pasó factura en Orense, con nada menos que siete abandonos por salida de carretera.

Ahora, tanto para los valientes de la Copa Suzuki como para todos los demás participantes en el nacional de asfalto llegan las vacaciones de verano. Hasta la segunda quincena de agosto, en la nueva fecha del rallye de Ferrol (adelantado una semana respecto al calendario original de este año) habrá tiempo de sobra para reflexionar sobre lo que ha dado de si esta primera mitad de temporada en la que, hasta Orense, ha habido casi más noticias fuera que dentro de los tramos. Esperemos que a partir de ahora la tendencia se invierta y los cinco rallyes que restan deparen emociones fuertes sobre todo en la carretera.