El año pasado me perdí, por primera vez, ‘el rallye de casa’ debido a la coincidencia de fechas con la prueba del nacional de tierra en Guijuelo. Este año, los caprichos del calendario van a hacer que sea Guijuelo lo que me pierda, ya que se celebrará el mismo fin de semana de la subida a Santo Emiliano… pero, a cambio, no había nada que me impidiese volver a las cunetas de la prueba del regional de rallyes que más cómoda me resulta de seguir, dada la cercanía desde mi domicilio en Gijón a sus principales puntos de interés.

Así que, por una vez, iba a ser yo el que hiciese de guía a Jose, que ‘debutaba’ en el Arroes-Gijón, prueba que por diferentes razones nunca había estado en su calendario de carreras las pasadas temporadas. Metidos como estamos en faena con todo el proyecto de TVMotor.es, la actividad comenzaba temprano el viernes, con una visita previa al salón del vehículo de ocasión de Avilés, desde donde ya nos dirigíamos a Villaviciosa para grabar algunos planos de las verificaciones y la ceremonia de salida.

El ambiente en ‘la Villa’ era el habitual cada vez que el rallye o la subida de la Manzana ‘toman’ el centro de la localidad. Un ambiente a la vez festivo y ‘de carreras’ que culminaba con el rápido paso de los más de 90 equipos participantes por la rampa de salida situada delante del ayuntamiento. Que, de nuevo, se estuviese muy por encima de las previsiones en cuanto a número de participantes, ya no era sorpresa en una temporada en la que, contra todo pronóstico, se están batiendo records de participación en casi todas las pruebas del regional asturiano. Y aunque la nómina de ‘coches gordos’ era indudablemente menor que en Tineo o en Grao, no faltaban alicientes en una lista con dos claros favoritos al triunfo, Jesús Fernández y Jonathan Pérez, y que proponía, además, varios ‘rallyes dentro del rallye’ como el que deberían protagonizar los participantes en la copa Hankook, los siempre aguerridos ‘coloneros’, los numerosos ‘traseras’ o los valientes de la copa mil.

Durante toda la semana el pronóstico meteorológico se empeñaba en anunciar lluvia para el sábado. Y, por desgracia, los hombres del tiempo acertaban. Cuando a eso de las 8 de la mañana me recogía Jose y nos encaminábamos a mi más habitual destino en este rallye, el cruce de ‘Casa Pepito’, en Peón, un fino ‘orbayu’ se encargaba de mojar el asfalto. Y aunque a la hora de inicio del rallye apenas si llovía, el piso estaba ‘delicado’ en el cruce y, viendo la bruma que cubría la zona alta visible desde el mismo, era de esperar que las humedades fuesen abundantes en buena parte del resto de la especial. El problema era que en Priesca no llovía, habiendo caído apenas ‘cuatro gotas’ en su parte final, por lo que se planteaba para todos los equipos el habitual dilema en estos casos ¿qué gomas montar? Un dilema que resolvían de diferente forma los dos favoritos. Con el número 1 en las puertas de su 207 S2000, Jonathan Pérez optaba por la prudencia y montaba ‘mixtas’, mientras que Jesús Fernández elegía, en cambio, poner slicks en el Subaru WRC número 3, elección que compartía también el segundo en tomar la salida, César Palacio.

Sin embargo, de ahí a final de tramo faltaba todavía ‘un mundo’… ¡y pasaban muchas cosas! Por fortuna, para enterarnos de todo ello estábamos ya desde hacía un buen rato totalmente enganchados a ‘Onda Peñes’, donde Gabri, Miguel Arias, Miguel Angel Blanco, Pablo González, Dani Cué, Jaime y compañía, dieron, a lo largo de todo el día, un claro ejemplo de cómo ha de seguirse un rallye… ¡y eso que debutaban casi todos en algo así! Para que luego me venga a presumir de ‘profesional de la información’ alguno de esos que te amargaba rallye si y rallye también a base de llenar las ondas con su insufrible verborrea en vez de estar a lo que realmente nos interesa en estos casos, saber los tiempos y escuchar a los que siempre han de ser los principales protagonistas: los participantes. Algo en lo que se empleaba a fondo este equipo de ‘aficionados de la información’, que suplían su falta de experiencia en estas lides a base de saber de que estaban hablando y de conocer a prácticamente todos los participantes… lo que, además, hacía que estos se mostrasen mucho más abiertos y naturales delante de los micrófonos de lo que suelen estarlo en otras ocasiones, dándole a la retransmisión un tono muy ‘familiar’ que resultaba realmente agradable de escuchar.

Normalmente cuando han pasado los diez y quince primeros de la lista de inscritos están ya más que definidos los cronos ‘de arriba’ de un tramo… pero en Arroes había dos factores que obligaban a esperar un rato más para ‘cerrar’ definitivamente las primeras posiciones de la especial. Por un lado, había parado de llover prácticamente cuando los primeros tomaban la salida, lo que significaba que a medida que pasaban los minutos se iba secando algo el piso. Y por otro, había un valiente con un 205 que salía con el número 40 y al que, como a Pedro Rodríguez en aquellas legendarias vueltas bajo el diluvio en Brands Hatch con el Porsche 917, ‘nadie la había dicho que el piso estaba deslizante’. Porque, por mucho que el asfalto estuviese algo mejor que al paso de los primeros, sólo a base de echarle todo el valor del mundo se puede hacer lo que hizo Iván Pérez en el primer tramo de este Arroes-Gijón 2010… ¡ni más ni menos que marcar el tercer mejor tiempo con un Peugeot 205 Rallye! El de Grao ya nos había impresionado en el rallye de casa, y su brillante aunque desgraciadamente fugaz aparición en el de Arroes (se salió en la segunda especial traicionado por el tren trasero de su 205) nos hace confirmarlo como uno de esos ‘pilotos a seguir’ a partir de ahora.   

En esa lista también tenemos apuntado otro nombre desde el primer tramo del rallye de Gijón, el de Carlos Ramos, al que, lo confieso, no prestaba excesiva atención cuando lo veía pasar a primera hora de la mañana con su inmaculado C2, pero cuyo séptimo mejor crono en la primera especial haría que me empezase a fijar en él en los siguientes tramos, descubriendo un piloto de esos que puede dar que hablar: fino, rápido y sabiendo llevar muy bien un coche con el que no es fácil ‘hacer tiempos’ como es el pequeño Citroen.

El paso de los 90 coches por el cruce me resultaba rápido, entretenido como estaba escuchando la radio y cambiando impresiones con un compañero de cuneta muy especial que tenía la ocasión de conocer el sábado. Se trataba de un veterano aficionado, que nos hacía sitio para facilitarnos la labor de sacar fotos y que resultaba ser todo un exrallyeman de cuando iba yo de ‘chaval’ a las cunetas: Ramiro Fernández, cuyo nombre confieso que no me sonaba cuando me lo decía, aunque si que me resultaba familiar su Seat ‘rojiblanco’ de Orbayu Competición, cuya foto me mostraba, orgulloso, en su móvil.

Aparte del 207 S2000 de Jonathan, el primer tramo se cobraba otras ‘víctimas’ en cuanto a posibles candidatos a destacar en la general o sus respectivas categorías. Por ejemplo, al 206 Mario Carrete, otro que había montado slicks, ‘se lo comía una cuneta’, como muy gráficamente explicaba el joven piloto la desventura que le costaba una ‘minutada’ y toda opción a estar en la pelea por la victoria en la Hankook y un puesto de prestigio en la general, algo que, como demostrarían sus cronos en tramos posteriores, estaba perfectamente a su alcance. La combinación de gomas lisas y un asfalto que ‘estaba como el cristal’, como el mismo definía, le costaba caro también a Fombona, en el que era su primer rallye del regional con el Escort MKII que había estrenado en Cornellana a principio de temporada. El gijonés se salía “a 20 por hora”, dañando una rueda y perdiendo minuto y medio, que unidos a los ocho de penalización posteriores, le hundían en la clasificación.

Entre los ‘valientes’ de la Hankook, problemas de cambio, que ‘escupía las marchas’, impedían a Pelayo sacar partido de las lisas en terreno más propicio, lo que aprovechaba David González para aumentar hasta los 20 segundos la brecha con  su inmediato seguidor en la copa, manteniendo además la cuarta plaza de la general. Entre ambos se situaba José Manuel Martínez, otro de los que lo había pasado mal en Arroes con gomas lisas en su Clio (“¡está pa matase nin!” era su más que gráfico comentario cuando Miguel Arias le preguntaba en el control stop) pero recuperaba terreno en Priesca. También entre los dos mejores ‘Hankook’ seguía Carlos Ramos, en lo que ya empezaba a ser norma, y lo seguiría siendo a lo largo de todo el día… ¡lo del C2 blanco en el primer tramo no había sido casualidad!

En la asistencia casi todos los tenían ya más claro, a la vista de cómo estaba el día, las gomas con más o menos dibujo eran la opción ‘menos mala’. Y es que el segundo bucle, repetición de los mismos tramos de Arroes y Priesca, presentaba otra vez unas condiciones tan cambiantes que acertar con la monta de gomas óptima era, simplemente, imposible. Porque ahora Arroes estaba más seco mientras que sobre Priesca se bajaba algo más la niebla y aumentaba la humedad en el ambiente y sobre el asfalto.

Lo que no cambiaban eran las posiciones de cabeza. Dos nuevos scratchs de Tano por delante de César elevaban la ventaja de ‘Chus’ por encima del medio minuto cuando se llegaba a mitad de rallye. Y esa era también la diferencia entre segundo y tercero, con Rubén Iván más pendiente de defender su fantástica tercera posición que de pensar en el improbable milagro que sería ganar alguna plaza más.

Por nuestra parte, tras ver el segundo paso por Arroes en la larga izquierda donde arranca la empinada rampa que lleva al área recreativa, Jose y yo emprendíamos camino de vuelta a Gijón para grabar en la asistencia unas cuantas entrevistas que iremos publicando próximamente en la sección ‘3 preguntas a…’ de TVMotor. Una vez completada esa tarea, nuestro siguiente destino era el tramo de Ruedes, del que habíamos elegido el cruce situado en el kilómetro 1.9, con fácil acceso desde la ASII (¡aunque nos equivocábamos al primer intento!), que tenía buena pinta en la descripción del tramo publicada en la web del rallye y que, además, me había recomendado Ramiro cuando charlábamos entre coche y coche en el cruce de ‘Casa Pepito’.

Y en efecto, el cruce era de esos ‘llamativos’, de prácticamente 180 grados, en bajada y con acusado desnivel entre las dos estrechas cintas de asfalto que se unían en el mismo. Así que una vez ubicados en el sitio que nos pareció más seguro (justo el que nos quería prohibir el jefe de seguridad cuando llegó pasadísimo de frenada… ¡y casi se va de frente a la zona donde quería que nos situásemos!) nos aprestamos a disfrutar de una pasada de esas entretenidas, en un sitio que no te dice gran cosa en cuanto a como va cada uno, pero da para una buena ración de derrapadas y levantadas de una o más ruedas según se entre más o menos cerrado y ello obligue a un mayor o menos ‘salto’ a la hora de hacer el cambio de carretera.

A nivel de tiempos, el rallye estaba poco menos que visto para sentencia, y el tercer bucle del día no aportaba más novedad que el primer scratch del día para César Palacio, que en Fumarea batía a un ya conservador ‘Tano’ en apenas un segundo. Con sólo dos tramos por delante, la diferencia a favor del WRC era aun de medio minuto por lo que, salvo sorpresa de última hora, el rallye estaba ya más que resuelto… aunque con la larga racha de mala fortuna del líder uno no podía menos que temer aun por su suerte mientras ya estábamos de vuelta otra vez a la asistencia.

El último bucle lo seguíamos tranquilamente por la radio mientras esperábamos ya a los primeros clasificados en el recinto de la Feria de Muestras (sede del parque cerrado final) para lo que se ha convertido ya en nuestra tarea final de cada rallye, entrevistarlos para Fórmula 10 y nuestro vídeo de ‘protagonistas’. Los dos scratchs finales de César Palacio no ponían en peligro la victoria de Jesús Fernández, que sonaba casi más aliviado que contento cuando comentaba por la radio que “necesitaba acabar… ¡y hacerlo ganando es la bomba!”. Realmente Chus se merecía este triunfo y creo que no me equivoco si digo que todos nos alegramos por él. Los rallyes dan más sinsabores que alegrías pero de estas últimas a Tano últimamente no le tocaba ninguna ¡así que ya era hora! Si además su triunfo, unido al abandono de Jonathan y la segunda plaza de Palacio, le da más interés al campeonato pues ‘miel sobre hojuelas’.

Si a Tano casi le costaba expresar su alegría en la llegada, los que estaban radiantes eran Rubén Iván y Rosana, terceros tras otra demostración de lo mucho que todavía puede dar de si un EVO V grupo N si cae en buenas manos. Rubén se felicitaba con David González, al que ‘recriminaba’ cariñosamente lo mucho que le había hecho correr para mantener la tercera plaza. Y es que el del 106 no se conformaba con ganar la Hankook sino que seguía apretando casi hasta el final, levantando algo el pie en el último tramo, más que nada porque a las gomas ya les quedaba muy poco que ofrecer.

A menos de tres segundos de David concluía José Manuel Martínez, cada vez mejor con el Clio exCepa que lucía una decoración ‘para coleccionistas’ en este rallye. Y es que por un error de interpretación por mi parte, el diseño que le hacíamos era el inverso, en cuanto a los colores azul y blanco, del utilizado en el 207 de Jonathan Pérez… ¡cuando la idea era que ambos fuesen decorados exactamente igual! Así que para el próximo rallye volverá a estrenar traje y seguro que estará de nuevo entre los mejores.

Tras el inalcanzable durante todo el día David González, las siguientes tres plazas de la Hankook situaban a sus propietarios también entre los diez primeros de la general. Segundo de la copa y sexto scratch era Pelayo, que no se rindió nunca y completó también un rallye soberbio. Tercero y conservando aun el liderato del certamen (aunque igualado ya a puntos por David) era Emilio José Luis, noveno scratch en el rallye que le confirma sin duda como un valor seguro en todos los terrenos. Y cuarto pese a tener que ‘hacer brazo’ a causa de problemas con la dirección asistida, era Braña, que aun así cerraba el ‘top ten’. Tanto Nacho como el siguiente en la scratch y la Hankook, ‘Tote’, conseguían en Gijón empezar a enderezar una temporada que empezó fatal para ambos pero en la que seguro que todavía van a dar que hablar.

Mezclando entre Pelayo y Emilio acabaron el rapidísimo Kike Rodríguez, séptimo scratch y ganador del grupo X con su 106 tras otra sobresaliente actuación (¡y ya van unas cuantas en apenas unos meses!), y el que, como ya comenté más arriba, fue ‘mi descubrimiento’ de este rallye, Carlos Ramos, octavo con un Citroen C2 al que seguiremos con más atención a partir de ahora.

Entre los diez mejores debía haber estado también, por méritos propios, Ordiales, autor de cronos fantásticos con su MKII (¡ahí es nada su tercero scratch en el primer paso por Fumarea!). Pero de tanto ir en el filo de la navaja, el bueno de Juanjo no pudo evitar un toque en la penúltima especial que le impidió culminar un rallye simplemente sensacional ¡lástima!

Cosas que pasan, en todo caso, en rallyes como este Arroes-Gijón 2010, en el que no hubo dos tramos en los que el piso estuviese igual, y en el que incluso dentro de cada tramos las trampas y los cambios de ‘grip’ eran tantos y tan acusados como para hacer del llegar a la meta todo un triunfo. Algo que finalmente lograron 70, lo que no está nada mal para lo complicado que estuvo el recorrido.