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13|06|10

SUBIDA A SANTO EMILIANO (CAMPEONATO de ESPAÑA de MONTAÑA, 4ª Prueba)
La lluvia sigue persiguiendo al Campeonato de España de Montaña. En Santo Emiliano no paró de caer agua en todo el fin de semana, lo que no impidió que los principales protagonistas del nacional se empleasen a fondo. El sábado Fombona se impuso con cierta holgura por delante de un sensacional Xavi Riera, mientras que el domingo Aznar dio la sorpresa, batiendo al gijonés por el exiguo margen de 7 centésimas de segundo. La copa CM también deparó dos vencedores diferentes, con clara victoria de Pedro Roca en la Fase A y triunfo de Iñigo Martínez en la B.

CRONICA

Qué lo primero que sonase en la radio del coche cuando salía el viernes por la tarde camino de Sama fuese el clásico de los Credence, ‘Have you ever seen the rain?’, en la voz de Rod Stewart, no dejaba de ser una ironía. ¿Qué se ví la lluvia alguna vez?… ¡pero si no ha dejado de caer en no se cuantos días!... Y lo malo es que, además, no tenía pinta de ir parar tampoco a lo largo de todo el fin de semana, con lo que la Subida de Santo Emiliano iba a estar totalmente pasada por agua.

Fombona ganó con claridad el sábado y recuperó el liderato de la general

Aznar dio la sorpresa el domingo, ganando por 7 centésimas la Fase B

Sensacional segunda plaza de Xavi Riera en la Fase A

Al menos, el viernes íbamos a estar a cubierto de las inclemencias de este desapacible ‘otoño en primavera’ que, en lo que a las carreras se refiere, va camino de convertirse en la ruina de los vendedores de gomas slicks. Las verificaciones de la XXVIª edición de la subida langreana tenían de nuevo como escenario el interior del polideportivo Juan Carlos Beiro, lo que era garantía de no mojarse y hacían muy llevadera la primera jornada de un fin de semana que, en lo que a nosotros respecta, siempre está muy cargado de trabajo… y más aun esta vez con el rallye de tierra de Guijuelo disputándose también el sábado, lo que implicaba tener que atender un par de frentes de forma simultanea. Algo que solventábamos gracias a César y Miguel, de www.asfaltoytierra.com, que se encargaban de las fotos y los vídeos de los tramos salmantinos.

Así que el viernes era una especie de relajado prólogo a todo el ajetreo habitual de los días de carrera, que en el nacional de montaña tienen, al menos, la ventaja adicional de no obligar a madrugar el sábado, ya que los horarios que marca el reglamento del certamen fijan el inicio de la ‘acción’ para las 2 de la tarde. Un par de horas antes ya nos reuníamos en la zona de salida los miembros del equipo ‘tvmotor-Fórmula10-cita’ (o sea Jose, Miguel Collado y quien esto escribe), que en esta ocasión contaba con una nueva incorporación, Lucia, toda una experta en eso tan en boga ahora de las redes sociales, que se iba encargar de nuestro debut en ese mundo tan nuevo como fascinante, retransmitiendo la carrera a través de Twitter.

Una vez hecha la ronda por las asistencias, que con sólo 42 participantes y sin grandes novedades que reseñar en cuanto a los habituales del nacional respecto a las anteriores pruebas del campeonato, no nos llevaba demasiado tiempo, era ya hora de ‘coger el bus’ y dirigirse a tomar posiciones en la subida. Así que dejábamos a nuestra ‘twittera’ perfectamente instalada en la oficina de Dirección de Carrera y nos poníamos en camino. Como la idea de Jose y Miguel era ir grabando ‘de arriba a abajo’, y en la zona de meta estaban apostados dos de nuestros ya habituales colaboradores, nos quedábamos un poco más abajo y tomábamos posiciones. Aunque no llovía mucho, el ‘orbayu’ era insistente y el asfalto estaba todo lo deslizante que puede estarlo en estos casos, lo cual comunicábamos por teléfono ‘a base’ para que empezasen ya los twitts a funcionar.

Borreguero subió al podio de la Fase B pero cedió el primer puesto en la general del campeonato

Además de ganar el Grupo A, Castrillo estuvo a un paso del podio scratch del nacional los dos días

'Viti' volvió a ser el más rápido en grupo N aunque sólo sumó los puntos de la victoria el domingo

Con la habitual puntualidad de cada año en Santo Emiliano, poco antes de las 2 ya veíamos pasar al coche ‘0’, cuyo piloto era este año nuestro nuevo ‘circuitero’, Esteban Vallín, copilotado por todo un veterano ya en estas labores en la subida langreana, Gabri Suárez. Las salidas a 30”, la total ausencia de incidentes, la velocidad a la que pasaban los coches por el rápido zigzag derecha-izquierda donde nos encontrábamos y lo corto de la lista de participantes, hacían que el primer contacto con la prueba fuese poco menos que ‘visto y no visto’. De todos, el que más me llamaba la atención era Castrillo, que subía ‘pié abajo’ con su Accent WRC, y apenas si levantaba durante unas décimas de segundo en la izquierda que le hacía salir de nuestro campo de visión camino de la parte final de la subida. Aparte de esto, lo único reseñable que encontrábamos para comentar en la retransmisión ‘online’ era que Roca y Riera le pisaban los talones respectivamente a Goyo Castro y Magdaleno, lo que no iba a ser problema de cara a las siguientes mangas ya que el orden de salida sería el opuesto al utilizado en los libres, en los que como es norma en el nacional se empieza por el número 1 de la lista de inscritos.

Para los entrenos oficiales bajábamos unos metros en dirección salida y mientras Jose seguía hasta la siguiente curva, Miguel y yo aceptábamos la invitación de un grupo de aficionados que disfrutan de una privilegiada posición desde la ‘tribuna’ que podéis ver fotografiada en la sección de postales. Seguir la carrera sentados y a cubierto de la lluvia era todo un lujo tal y como estaba el día, así que tomábamos posesión de nuestras ‘localidades’ y nos disponíamos a ver el segundo paso de los participantes. Desde nuestra privilegiada posición se observaba perfectamente la salida de la anterior ‘derecha’y un buen tramo de ese ancho y rápido ‘circuito cuesta arriba’ en que se convierte una vez al año el tramo inicial de la AS111, así que la visión de los coches era menos fugaz que en los libres, aunque la distancia le quitaba buena parte de esa sensación de ‘velocidad pura’ que es para mi uno de los atractivos, cada año, de la subida langreana.

De nuevo todo iba realmente rápido, y las pocas incidencias de esta segunda manga se daban justo bajo nuestra ‘tribuna’. La primera era la espectacular rotura del Porsche de Morera, que en plena recta soltaba, de repente, una significativa humareda blanca, síntoma claro de ‘avería de las caras’. Pedro apartaba el coche en lo posible hacia el exterior, los comisarios de los dos puestos anteriores señalizaban la zona con esas banderas amarillas que para algunos pilotos parecen ser transparentes, y la subida continuaba sin interrupciones y permitiéndonos disfrutar desde la distancia de cómo salían del rápido viraje anterior los mejores CM, con mención especial para Roca, siempre aprovechando al máximo el ancho de la carretera, Iñigo, dando esa sensación ya habitual suya de ir siempre en el límite, y Oscar, que controlaba una espectacular cruzada de su BRC.

Las exclusiones de 'Viti' y Noriego en la Fase A dejaron el primer puesto del grupo N en manos de Paniceres

José Ramón Rodríguez fue segundo de grupo A los dos días con su habitual EVO V

Sobre piso mojado Maldonado poco pudo ahcer ante los 4x4, debiendo conformarse con dos terceras plazas en el grupo A

Poco después, Angel Castro circulaba a velocidad muy reducida, con claros síntomas de no poder cambiar de marcha, y aparcaba su Toledo GT apenas unos metros delante del Porsche. En cuanto se completaba la manga, bajábamos como podíamos de la tribuna por la embarrada ladera (¡menos mal que calzaba unas botas Dunlop para ‘lluvia extrema’!) y aprovechábamos la pausa antes de la bajada de la caravana para charlar unos instantes con los dos pilotos (Morera sin poder explicarse como se podía haber roto un motor que era prácticamente nuevo, Castro esperando que la avería tuviese solución, como así sería).

Enseguida llegaban los vehículos de la caravana, así que hacíamos ‘autostop’ y el que llevaban Santos y Javier nos recogía camino de meta, de modo que pudiésemos sacar alguna foto de la zona de llegada para la web de la organización. Allí aprovechábamos también para echar un vistazo a las pantallas de tiempos, que mostraban a los CM de Roca, Oscar e Iñigo con los mejores cronos absolutos, seguidos muy de cerca por el registro marcado por Fombona con el Audi, buena prueba para el que siguiese la carrera desde casa de que el piso tenía que estar muy pero que muy resbaladizo. Por eso mismo, el que justo tras Fombona en la lista del Campeonato de España apareciese el nombre de Xavi Riera me resultaba especialmente llamativo. Evidentemente, ‘el que tuvo retuvo’, pero meterse segundo con un ‘trasera’ como el BMW 320ST por delante de los demás Audis 4x4 era significativo de lo rápido que tenía que haber subido el catalán… ¡y eso que llevaba un año sin correr!

Para la manga final del día optaba por la zona de salida, de modo que pudiese completar el material gráfico que necesitaba para la web de la organización. Así que, como suele ocurrir en estos casos, cambiaba el ver los coches en acción por el enterarme prácticamente de inmediato de los tiempos que cada uno marcaba a su paso por meta.

La primera batalla que se dilucidaba era la de los participantes en la categoría de ‘no homologados’, para los que la Fase A del sábado era sólo el ‘primer asalto’ del fin de semana, ya que su clasificación se iba a decidir en función del mejor crono de cada piloto en una de las dos subidas oficiales. En visión directa nos había llamado la atención lo rápido que habíamos visto pasar a Marcos Marzoa con el Megane que Olsangraf rotuló a la perfección en base al diseño que nos encargó para Automóviles Quintana. Y los tiempos confirmaban la buena impresión dejada por el piloto local, que era el único de la categoría que paraba el crono en la barrera de los tres minutos cero segundos. Marzoa cobraba clara ventaja sobre el resto, encabezados por el inmaculado ZX de Granda, y con el llamativo R11 de Gabino, en manos esta vez del reaparecido Héctor Argüelles, sólo cuarto, lo que se explicaba con verle tomar la salida, con el coche fallando y no pudiendo desplegar todo su potencial.

Angel Castro no tuvo problemas para sumar dos victoria más en GT pero la lluvia le impidió pelear por los puestos de cabeza con su Toledo GT

Abia fue segundo en GT el domingo tras quedar fuera por no dar el peso mínimo el sábado

Xavi Riera Jr. clasificó su BMW diesel entre los diez mejores del nacional en las dos fases

El siguiente duelo no tenía color. La categoría de clásicos que parecía haber tomado auge las dos últimas temporadas, está este año de capa caída (¡como casi todo esta temporada!). En Santo Emiliano se mantenía la tónica de las pruebas anteriores, con sólo dos participantes, Serratosa, que estrenaba en montaña el Porsche 911 con el que compite en rallyes, y Noguera, que retornaba a la acción con su Lotus Elan, ausente de las primeras carreras debido a no tener reparado su motor tras una rotura antes del inicio de la campaña. El duelo era, evidentemente, muy desigual, con clara ventaja para Serratosa, que se anotaba una nueva y fácil victoria.

A continuación le tocaba el turno a la primera tanda de participantes en el Campeonato de España, grupo que cerraba el BMW de Riera marcando un 2.45.004 que se convertía en el tiempo de referencia para optar a la victoria, rebajando en algo menos de segundo y medio el muy buen tiempo registrado por Castrillo. El crono del Hyundai amarillo era más que suficiente para darle la victoria en grupo A por delante del EVO V de José Ramón Rodríguez y del Ibiza Kit Car de Maldonado, que era consciente de su inferioridad ante los 4x4 de los pilotos locales, especialmente en una subida sobre piso mojado.

A la espera de los 10 últimos del nacional, los CM dilucidaban su habitual guerra, para la que personalmente tenía un favorito claro: Pedro Roca. El mallorquín suele ser muy superior cuando el asfalto está mojado, así que aunque por la mañana se mostraba prudente cuando se lo comentaba, recordándome que la última vez que subió en agua (en el Fito, el sábado) acabó saliéndose, las circunstancias esta vez eran muy distintas. Hoy todos iban con las gomas adecuadas y los reglajes se habían podido ir trabajando en las dos mangas de entrenos, disputadas con condiciones prácticamente calcadas a las de la subida oficial, y eso no dejaba margen a las sorpresas. Roca era, de largo, el más rápido, parando su Silver plateado el crono en un estratosférico 2:40:4 que dejaba a su más inmediato seguidor, el BRC de Oscar Palacio, a más de tres segundos ¡que barbaridad! Tercero era otro Silver, el de Aritz Egozkue, definitivamente la revelación de la temporada en la copa CM, y cuarto era Iñigo Martínez, imagino que llevando su BRC por encima de la línea del límite algo más de la cuenta, lo que le hacía quedarse a cuatro segundos y medio de Roca.

Pedro Roca dio otro recital sobre mojado el sábado pero el domingo se le empañó el cristal y quedó lejos de su tiempo de la víspera

Iñigo Martínez ganó la Fase B y sigue cerca de Roca en la general de la Copa CM

Oscar Palacio fue segundo los dos días lo que le mantiene aun en la lucha por el título

Lo siguiente que se decidía era el grupo N… ¡o eso creíamos! ‘Viti’ era el más rápido, lo cual estaba cantado viendo su trayectoria este año y corriendo, además, en la prueba ‘de casa’… pero tanto para él como para Noriego quedaba la amarga sorpresa de verse excluidos en las verificaciones posteriores. La causa era una de esas que demuestran como los reglamentos son, en ocasiones, tan incomprensibles como imperfectos. Resulta que ambos EVO IX montaban los chiclés de 0.8 homologados en la categoría de producción del nacional de rallyes (y ‘oficiosamente’ tolerados en la época del grupo N ‘pre N+’)… pero que, por sorprendente que resulte, son ilegales en el grupo N del nacional de montaña, aunque con la brida libre que permite el reglamento para subidas su influencia en las prestaciones sea mínima… por no decir nula. Pero con la normativa en la mano no se pueden utilizar, así que tanto el asturiano como el extremeño se ‘caían’ de la clasificación, lo que dejaba la primera plaza de la categoría en poder de Angel Paniceres.

En todo caso, de lo anterior nos enteraríamos unas cuantas horas después. A esas alturas de la tarde, apenas las cinco y veinte, partían camino de la cima de Santo Emiliano los tres Audi de Aznar, Fombona y Borreguero, con el Toledo GT de Angel Castro entre ellos. El madrileño no tenía mayor problema para ganar en su categoría, pero el agua le impedía intentar desplegar todo el potencial de su GT en la subida más favorable al mismo… lo que ya viene siendo poco menos que una constante para Angel, que desde que adquirió el Toledo apenas si ha tenido ocasión de utilizarlo en seco.

Antes que Castro había entrado en meta Aznar, sin que el crono de Riera peligrase en lo alto de la tabla. Pero el siguiente en terminar tras el blanco GT era el Audi de Fombona. Y este si que rebajaba la marca establecida por Xavi, subiendo el listón a un 2:42:685 que estaba totalmente fuera del alcance del último en llegar, Borreguero, que no podía siquiera con el tiempo de Castrillo y se veía relegado a la quinta posición.

Así pues, cuando todavía no eran ni las cinco y media ya teníamos completada la primera jornada, con clara victoria para Fombona, que se reponía del mejor modo del traspié del Fito, ganando por quinta vez en lo que va de temporada. La rapidez con que había ido todo se agradecía especialmente en un día de clima tan desapacible, y nos permitía, además, estar en casa antes de las siete, con tiempo de sobra para hacer todo el trabajo relativo a la subida y al rallye de tierra de Guijuelo antes de ir a cenar con los amigos… ¡así da gusto!

Aritz Egozkue subió al podio de la Fase A pero rompió en entrenos de la B

Pantxo Egozkue fue quinto de CM el sábado y cuarto el domingo con el único Speed Car en liza

Fermín Busta acabó sexto los dos días

Eso si, el domingo ya no había forma de librarse del típico ‘madrugón de carreras’. El despertador sonaba, implacable, a las 7 en punto, y a eso de las 8 ya estábamos llegando a la zona de salida… ¡justo cuando el ‘bus de prensa’ arrancaba ya camino de las rampas de Santo Emiliano! Pero la mala climatología nos echaba una mano, y la cerrada bruma que habíamos observado tapando la montaña desde el corredor del Nalón aconsejaba posponer en media hora el inicio de los entrenos libres, lo que nos daba margen tanto a mi como a Miguel, que también había ‘perdido el bus’, para subir en uno de los coches de la caravana y poder encontrarnos con Jose, que ya estaba ‘apostado’ a la salida de la segunda paella.

La niebla matinal se disipaba algo pero la humedad en el ambiente seguía siendo máxima y el orbayu poco menos que continuo. Si hasta ahora, en las tres anteriores citas del nacional de montaña, habíamos tenido al menos un día con subidas sobre seco, esta vez tocaba agua también en la segunda jornada. Un agua que no sólo complicaba la vida a los equipos a la hora de la puesta a punto de los coches. Y lo digo porque a mi también me costaba dar con los ‘reglajes para mojado’ en la Sony de Jose (mi Canon seguía ‘de baja’), y las fotos del sábado habían batido el record, en cuanto a malas, de una temporada en la que en vez de mejorar voy a peor en eso de ‘disparar’. Al menos, parapetado tras el guardarail a la salida de la segunda paella, lograba ir afinando algo y entre las que sacaba ahí en los libres y las que haría luego desde el interior de la primera paella en los oficiales, ‘salvaba’ este reportaje, cuyas imágenes son prácticamente todas de la jornada del domingo… porque de las del sábado mejor no hablar.

La subida de libres añadía una baja más a una lista en la que ya había varias unidades tras las subidas del día anterior. El Silver del campeón vasco, Rubén Nogueiras, golpeaba contra las vallas en la parte final de la subida, dejando una buena cantidad de restos de fibra sobre el asfalto y obligando a sacar la bandera roja para proceder a limpiar la carretera. De todas formas, la interrupción era realmente breve, y en poco más de quince minutos ya volvía la acción, lo que daba tiempo, de sobra, a que todos los participantes tuviesen su primer contacto del domingo con el resbaladizo asfalto, cuyo estado, aunque era difícil apreciarlo a simple vista, debía ser mejor que la víspera, ya que los cronos de los de cabeza estaban ya a la altura de los logrados en la manga oficial de la Fase A.

Juan Carlos Castillo consiguió la quinta plaza de la Fase B

Toño Varela fue décimo el sábado y ganó dos posiciones el domingo

Carlos Rodríguez fue el único participante en CM1 con su Silver Car del 2007

Lo que si se notaba es que la lluvia daba algo más de tregua que el día anterior, y hasta se podía cerrar el paraguas durante intervalos más largos. Incluso, cuando bajábamos desde la primera paella tras la manga de entrenos oficiales (de nuevo vertiginosa en su desarrollo y terminada cuando aun no eran las once), el cielo parecía ir aclarándose algo, o al menos pasaba un poco más de luz a través de la espesa capa de nubes. Pero no era más que un espejismo. Cuando se iniciaba la subida final, a las doce en punto, volvía a llover, y por momentos lo hacía con intensidad. Al igual que el sábado, me situaba en salida, aunque en esta ocasión veía la arrancada desde delante, pudiendo así seguir con la vista a los coches cuando pasaban bajo el minitúnel que forma el acceso de la autovía, y por el que transitaban prácticamente ocultos bajo el fino ‘spray’ de agua que levantaban sus ruedas traseras.

Los primeros en completar su participación en la XXVIª subida a Santo Emiliano eran los participantes en el ‘Trofeo Deporte Asturiano’, que daba cabida a los vehículos no homologados en el nacional. De camino a salida, a la vuelta de los entrenos, nos habíamos encontrado al líder de la categoría, el Megane de Marzoa, parado debido a un problema con una rueda que, de no reparar, ponía en serio peligro su primera plaza. Finalmente, Marcos lograba ser de la partida en la manga final, y aunque no era el más rápido, su crono del día anterior le bastaba para hacerse con la victoria, amenazado de cerca, eso si, por Héctor Argüelles. El R11 ya sonaba mucho más ‘redondo’ el domingo, lo que se reflejaba en los tiempos, quedándose el de la Mallacina a sólo 6 décimas de hacerse con la victoria.

En clásicos no había duda sobre el resultado, con nueva victoria de Serratosa, pese a que la tapa del delco le había dejado sin subir en entrenos. A Rafael y su Porsche los volveremos a ver pronto en Asturias ya que, según nos comentaba, su intención es seguir el nuevo campeonato de España de rallyes para vehículos históricos, por lo que deberá ser de la partida en Avilés.

Entre los turismos que partían antes de los CM, Castrillo era esta vez el más rápido. Lo cual, dicho sea de paso, no era de extrañar viendo como había hecho pasar el Accent WRC por las paellas en los entrenos, totalmente ‘a fondo’ y sin miramientos. Julio César superaba incluso a Xavi Riera, que empeoraba su espléndido crono del sábado tras tener un ‘susto’ en una de las curvas rápidas de la zona media de la subida, lo que le hacía ya perder velocidad y tener que conformarse con llegar a meta sin opciones de repetir la ‘machada’ de la víspera. De todas formas, Xavi acababa el fin de semana contento, y con razón. Tras un año sin competir, volver a ponerse al volante y rodar como rodó bajo la lluvia en Santo Emiliano con el BMW 320ST está al alcance de muy pocos. Viendo su crono del sábado nos quedó la duda de hasta donde podía haber llegado sobre piso seco, algo que comentábamos con Fombona, quien no dudaba en respondernos que no le hubiese extrañado una victoria de Xavi. Lo cual, viniendo de un rival directo, diría es el mejor halago que se puede hacer a las prestaciones de Riera este fin de semana.

'Parrao' se metió entre los diez primeros del Campeonato de España en las dos fases

Doble podio en grupo N para Julián Vázquez y su Clio Sport

Doble victoria sin apenas opsición para Rafael Serratosa en su estreno en montaña del 911

Quedaban por decidirse los resultados en la copa CM y los diferentes grupos del nacional (salvo el A, que era claramente para Castrillo). Y he de confesar que, a la vista de cómo estaba el piso, mi pronóstico era que se iban a repetir exactamente los resultados de la víspera. Sin embargo, los CM eran los primeros que ‘me dejaban mal’. Iñigo Martínez mejoraba notablemente su crono de la Fase A, bajando hasta el 2.41, lo que le valía para superar a Oscar Palacio, que también mejoraba pero se quedaba en un 42. De todas formas, ambos estaban aun lejos del 2.40 que Roca había hecho el día antes… y si ellos habían bajado claramente sus tiempos era de suponer que el asfalto estaba ‘menos mal’, con lo que el balear tenía todas las papeletas para ser el primero en romper la barrera del 2.40. Pero eso era no contar con una de esas ‘tonterías’ que te pueden arruinar una carrera. El parabrisas del Silver se empeñaba y Pedro veía bastante comprometida la visibilidad, lo que le obligaba a ser más cauto con el acelerador que el día anterior, parando el crono en 2.42.3 y viéndose relegado a la tercera plaza. Un resultado que junto con el de la Fase A producía poco menos que ‘tablas’ entre los tres aspirantes al título, ya que Roca acababa sumando 32 puntos por los 30 que añadían Iñigo y Oscar a sus totales, lo que deja la copa CM todavía muy abierta.

El cuarto en la general del campeonato, Aritz Egozkue, no era ya de la partida, tras romper el motor de su Silver en entrenos, así que el relevo en lo de ser el mejor Egozkue en la clasificación lo tomaba Pantxo, acabando a espaldas del trío de cabeza y por delante del Silver del cántabro Castillo y el BRC del campeón asturiano, Fermín Busta, que no acababa de encontrar el ritmo en todo el fin de semana y optaba por no jugársela en exceso para llevar el coche entero a meta… que otro golpe después del de Muncó no hubiera sido buena idea.

Si en CM hubo novedades, en GT todo seguía igual. Ángel Castro ganaba otra vez aunque no conseguía meterse entre los diez mejores de la scratch, pero su crono le bastaba para superar los de Abia, que tras ser excluido el sábado por no dar su Ferrari el peso mínimo, era segundo el domingo una vez el coche convenientemente lastrado para evitar problemas con la báscula.

‘Viti’ también subía en la Fase B con todo ‘en regla’ en su Mitsubishi, y demostraba que los famosos ‘chiclés’ nada tenían que ver con su rendimiento, mejorando sus cronos de la víspera para ganar el grupo N y acabar sexto scratch, cerrando el fin de semana con una alegría tras el disgusto de la noche anterior. Un disgusto que no superaba su único posible rival, el extremeño Noriego, que se había ido ya para casa, desmoralizado por el ‘palo’que supuso la exclusión.

Marcos Marzoa fue el ganador del Trofeo Deporte Asturiano para vehículos no homologados

Héctor Argüellesmarcó el mejor tiempo del grupo X el domingo y acabó segundo en la general de la categoría

El podio de los 'no homologados' lo completó Alejandro Martínez

Quedaba sólo por decidir el nombre del ganador de la Fase B del nacional. Todas las apuestas estaban a favor de Fombona, pero los primeros metros de la carrera ponían dudas en el resultado. Aznar partía tremendamente decidido, con esas ganas que le echa cuando sale motivado a fondo. El almeriense me había comentado por la mañana que algo no acababa de ir bien en los reglajes de su Audi, con el que en el tiempo intermedio de la subida oficial había estado sólo a una décima de Fombona, dejándose más de tres segundos de ahí a meta. Tras cambiar todo lo cambiable a nivel de convergencias y caídas, Aznar salía ‘a por todas’ en la manga final, y cruzaba la línea de meta apenas unas milésimas por encima del 2.42. Un tiempo que era mejor en más de medio segundo que el logrado por Fombona el día anterior… aunque con casi todos bajando algunas décimas el segundo día era de esperar que el gijonés todavía tuviese margen. De hecho, a primera hora de la mañana, le había preguntado precisamente eso a José Antonio, y su respuesta había sido que no había tirado a fondo el sábado.

Pero ese posible margen lo perdía Fombona en la arrancada, cuando el embrague de su Audi ‘hacía de las suyas’ y al superturismo alemán le costaba devorar los primeros metros con la ferocidad con que suele hacerlo. Entre eso y la mejora de Aznar, el resultado era que a Fombona le faltaban siete centésimas de segundo para batir el registro del andaluz. Por cuarto año consecutivo, al gijonés se le escapaba la victoria en la Fase B de Santo Emiliano tras haberse impuesto en la A. De todas formas, el resultado era de esos que deja a todos contentos. Para Fombona, con Borreguero de nuevo por detrás (esta vez tercero tras la quinta plaza del sábado), la segunda posición bastaba para recuperar el primer puesto en la general del Campeonato de España. Y para Aznar la victoria era de esas que tienen un sabor muy especial. El almeriense era el hombre más feliz del mundo cuando lo entrevistábamos minutos después para la sección ‘protagonistas’ de TVMotor.es. Ganar a Fombona en Asturias y sobre piso mojado era un resultado de auténtico ensueño para Aznar, un hombre que ‘vive’ como pocos las carreras y que tiene muy claro eso de que tu victoria es más importante cuanta más categoría tienen los rivales. De ahí su inmensa satisfacción cuando subía luego al podio a recoger su bien ganado trofeo del domingo, en el transcurso de esa ceremonia de entrega de premios en el polideportivo de Langreo que volvía a ser el perfecto fin de fiesta para otro Santo Emiliano intachable.

Y eso que al Langreo Motor Club no se lo pusieron precisamente fácil este año, con la incesante lluvia como remate a todos los condicionantes adversos que supuso para la prueba la polémica sobre su no puntuabilidad para el regional. Afortundamente, y le pese a quien le pese, la prueba volvió a salir adelante con sobresaliente, y si de algo debiera servir lo ocurrido este año tendría que ser para dejar claro que algo así no es positivo para nadie. Porque en estos casos no hay vencedores ni vencidos sino que todos pierden algo: el organizador porque se queda sin una puntuabilidad que había llevado, con orgullo, desde que nació la subida; los pilotos porque no corren en una prueba de prestigio que es, además, de las pocas que les puede dar una mínima repercusión mediática; y los aficionados, porque ven menos coches y menos espectáculo. A cambio, además, no se consigue nada positivo… porque nada se puede conseguir cuando se reivindica algo que los que son objeto de esa reivindicación no tienen posibilidad alguna de cambiar, como ha sido en este caso. Así que sólo espero que de aquí al año que viene las aguas vuelvan a su cauce, porque una cosa es lo que nos gustaría a todos (organizador de la prueba incluido) y otra la realidad que vivimos en la montaña española, reflejo, ni más ni menos, de lo que es todo el automovilismo nacional, a años luz, por desgracia, de los de países cercanos y con los que se supone que estamos ya más o menos equiparados en muchos otros órdenes de índole política o económica. Analizar quien tiene la culpa de esa distancia que nos separa de nuestros vecinos sería ya otra historia con la que habrá que ponerse algún día, buscando soluciones basadas en datos fiables y que den lugar a propuestas factibles, no basándonos sólo en la nostalgia y en el ‘cualquier tiempo pasado fue mejor’… porque aunque esto último pueda ser hasta cierto en el caso que nos ocupa, tampoco nos sirve de nada a la hora de mejorar lo que tenemos ahora mismo. Los tiempos han cambiado y ya nada volverá ser igual, y no sólo en la montaña, sino en el automovilismo en general... por mucho que nos pese.