Ya empieza a ser casi una tradición de esta web que cuando me coinciden dos carreras el mismo día, de una de ellas se encargue 'otro Dani'. Así que al 'Dani murciano' que me ayudó ya varias veces con las subidas del Levante español, y al 'Dani cordobés' que me echó una buena mano hace tres temporadas con la subida del Mármol, se unió para Muncó 2010 otro Dani más, este 'de la casa', nuestro Dani Alvarez que ya debutó como 'cronista' de cita hace un par de meses contándonos de primera mano su experiencia como 'copi por un día' de Berti Hevia. Esta vez, su cometido fue doble, se trataba de cubrir la subida a Muncó tanto para 'cita' como para la web oficial de la prueba. Así que os dejo con su estupendo relato de los hechos, ilustrado con las magníficas fotos de 'acción' que nos proporcionó otro habitual colaborador, 'Sito' y con las imágenes que el propio Dani se encargó de sacar, con muy buen ojo, para la sección de postales.

Tras arrancar en la Subida al Fito, el campeonato de Asturias de Montaña llegaba a Pola de Siero para disputar su segunda prueba puntuable, la tradicional Subida a Muncó. Una prueba muy especial tanto para esta web, ya que como suele comentar Dani, aquí comenzó allá por el año 2002 la andadura de ‘Cita de Campeones’, como para mí personalmente, ya que se trata de la carrera ‘de casa’, la que llevo viendo desde que tengo uso de razón, y que además tengo la oportunidad de disfrutar con mucha más intensidad tanto el día de la carrera como la jornada previa en las verificaciones, dada la facilidad que me supone poder moverme a pie sin tener que sacar el coche para desplazarme en todo el fin de semana. Además, los días previos a la subida me encanta ver como La Pola ya se empieza a preparar para la ocasión y se respira un ambiente muy ‘de carreras’, no en vano estamos en una de las zonas con más tradición automovilística de Asturias, y eso se nota.

Así pues, una vez más, y como es habitual en Muncó, en cuanto se publicó la lista de inscritos vimos que no nos íbamos a aburrir lo más mínimo, encontrándonos nada menos que con 77 participantes, entre los que destacaban nueve CMs, incluyendo el ‘trío de ases’ que formaban Fermín Busta, Oscar Palacio e Iñigo Martínez, ‘a priori’ los principales candidatos a luchar por la victoria, así como la vuelta a la competición del campeón de Asturias de Rallyes Miguel Diego, quien disponía para la ocasión de un Silver Car, cinco Fórmulas entre los cuales sobresalía la vuelta a la competición de Ángel Candás, que reaparecía tras el fuerte golpe que había sufrido en la Subida La Manzana en 2006 y que le había tenido apartado de la competición hasta ahora. Completaban la lista una gran cantidad de carrozados de mucha calidad que nos iban a garantizar el espectáculo, como los dos Ferrari de Bernardo Cardín y Juan José Abia, Julio César Castrillo con el Accent WRC, Miguel Ángel Trigo con el Clio F2000, el siempre espectacular Roberto Ferrero, Juanjo Ordiales o Jaime Montes, que desempolvaba su precioso Simca Rallye. Quizás, y simplemente por poner un ‘pero’ a la lista, echaba de menos algún superturismo como el Audi de José Antonio Fombona o el más habitual en Muncó, Jesús Fernández ‘Tano’, ya fuese con el A4 ST o con el Subaru Impreza WRC, aunque, como digo, la lista era ya de por sí lo suficientemente buena como para suplir con creces estas ausencias. Además la lucha por la victoria se preveía mucho más cerrada que en ediciones anteriores al salir Oscar con su BRC en vez de con la Osella PA/20, que en este caso pasaba a manos de Adolfo Posada que estaba disputando ese mismo fin de semana en Cantabria la Subida a la Braguia.

Para mí la subida ya empezó el viernes con las verificaciones técnicas y administrativas. Una buena oportunidad para pasar una tarde relajada y disfrutar viendo los coches en parado, charlar con unos y con otros y disfrutar de la buena compañía que supone encontrarse con unos cuantos amigos para charlar (para variar) de carreras en un ambiente inmejorable, y disfrutando además de una tarde con una temperatura excelente. Aquí también el tema estrella también fue la polémica Nupel-Vallejo, aunque además dio tiempo a muchas más cosas, alargando así ‘nuestras verificaciones’ hasta una entretenida cena... ¡¡y es que no nos daba tiempo a hablar de todo lo que queríamos!! Eso sí, sin alargarse mucho que al día siguiente había que estar fresco para la verdadera acción.

El sábado nos encontramos con un día despejado, así que, como se preveía, íbamos a tener un día de sol y calor más propio de Julio o de Agosto que del último fin de semana de Mayo, ¡por lo que el típico ‘moreno de cuneta’ iba a estar más que garantizado! Como comentaba antes, el ser de la zona tiene muchas ventajas para los pilotos... pero también para los aficionados, ya que el conocimiento del terreno y de todos los caminos de los alrededores hace que te puedas mover con mucha más facilidad sin tener que depender del coche o de que abran la carretera, situación que aproveché para ver las cuatro pasadas en cuatro zonas totalmente distintas, curiosamente empezando con la primera pasada de entrenamientos en la primera curva de la subida, y acabando en la segunda y última subida oficial en la curva final de la prueba.

Tras dar un paseo por las asistencias situadas como siempre en la Plaza de les Campes, nos situamos en la primera curva para poder ver también la salida y el trozo de recta que hay antes de llegar a ella, donde se aprecia especialmente la potencia de los vehículos con más caballos. Ahí destacaban especialmente por su explosividad los ‘misiles’ de Gabino Fernández (Renault 11 Turbo) y Eloy Reiriz (Renault 5 GT Turbo), pero también podíamos comprobar el poderío mecánico del Sierra Cosworth de Redondo, el Ferrari de Abia o los ‘atómicos’ Peugeot 205 de Dani Montes o Gustavo Sánchez. De todas formas, en esta primera subida de entrenamientos libres, la noticia más destacada, lamentablemente, fue la fuerte salida de carretera de Alberto Ordóñez con su precioso Renault Clio Williams. Miguel Ángel Trigo, dejaba un largo reguero de aceite en la carretera a causa de unos problemas mecánicos y un conato de incendio, y Ordóñez, que salía justo detrás suyo, era el primero que se encontraba ese aceite, ante lo cual no podía hacer nada y se salía, dañando seriamente el coche. Una lástima ya que Ordóñez es uno de los pilotos que merece la pena ver, y aunque los golpes nunca son agradables, son peores todavía cuando vienen de esta manera. Ojalá pueda reparar lo más pronto posible y que esta incidencia no afecte su participación en el campeonato de Asturias de rallysprints. Tras este incidente, y ya que el rastro de aceite era de muchos metros, la organización decidía suspender esta primera subida de entrenamientos libres, para poder limpiar la zona y evitar un retraso considerable en los horarios, con lo cual quedaban sin salir los últimos carrozados y todos los CM y Fórmulas.

Por otra parte, y como era de esperar, los tres mejores tiempos se los repartieron Oscar Palacio, quien dejaba claro que iba a vender muy cara la victoria, seguido de Iñigo Martínez y Fermín Busta. En carrozados el mejor tiempo lo marcaba Félix Álvarez, seguido de Manuel Antonio Pérez ‘Rayman’. Ambos pilotos con sus Mitsubishi Lancer EVO VIII iban a tener una lucha muy cerrada y bonita durante toda la subida, eso sí, sin perder de vista a Alberto Redondo, Juan José Abia o el local Isaac Moro, pilotos que los seguían muy de cerca. Destacar también a Gustavo Sánchez que con su espectacular 205 rallye se había situado 6º en carrozados y 1º entre los pilotos del Gr.X, por delante incluso de Rubén Bulnes, Gabino Fernández y Julio César Castrillo.

Tras finalizar esta subida oficial de entrenamientos, llegaba el parón para comer, ya que la actividad no se reanudaba hasta las 3 de la tarde, hora de inicio de la primera subida oficial. Por lo que habíamos visto hasta ese momento, la igualdad tanto en la lucha por la victoria absoluta como por la victoria en la categoría II (destinada a los vehículos carrozados) era máxima, por lo que tanto pilotos como máquinas debían estar al 100%, ya que el mínimo fallo podía costar unas décimas determinantes.

Ya situados en la parte alta de la subida, en la zona rápida de la prueba, no quedaba otro remedio que buscar la sombra por lo menos hasta que empezasen a pasar los coches, y es que el calor ya comenzaba a pasar factura... ¡y había que tener cuidado de no quemarse! Además con ese calor y después de comer, las ganas de tumbarse y dormir la siesta eran cada vez más insistentes... aunque posteriormente desaparecieron, ya que tras un retraso de más o menos un cuarto de hora ya teníamos los primeros coches subiendo. Ahora ya salían todos los pilotos a correr ‘de verdad’, y en esta zona rápida se puede comprobar bien quienes arriesgan más, y quienes añaden a esto su conocimiento de la subida y el ‘plus de motivación’ que supone correr en casa para marcar auténticos tiempazos. Así pues vemos como gente como Hector Carbajal se sitúa con comodidad en la zona media-alta de la clasificación en una subida que pasa por delante de su casa y que conoce de memoria, así como Juanjo Ordiales, un habitual en la prueba de ‘su otra casa’, que se metía sin problemas entre los primeros puestos de los turismos o Isaac Moro siempre arriba con su habitual. Clio Sport. Mención a parte para una de las grandes atracciones allá donde participe, Roberto Ferrero quien con su BMW 325 puso el espectáculo e hizo disfrutar a los aficionados con sus cruzadas.

Curiosamente, ninguno de los tres pilotos autores de los tres mejores tiempos estaba totalmente satisfecho con sus respectivos BRC. Iñigo decía no estar muy contento con los neumáticos que montaba, Oscar no estaba convencido del rendimiento de su coche, notando una falta de caballos determinante para luchar por la victoria, mientras que Fermín se confundía en la relación del cambio, lo que le lastraba en exceso y le hacía descolgarse de sus dos directos rivales. El 4º mejor tiempo lo marcaba Christian Villar con el Silver Car, mientas que 5º era Rafa Guardiola, que además se quedaba como líder entre los fórmulas tras el temprano abandono de Candás, y la retirada de Victor Abraham sin ni siquiera haber salido de su asistencia, al negarse a arrancar su Ralt por un problema eléctrico y después de haber marcado un 8º mejor tiempo en la subida de entrenamientos oficiales.
Entre los turismos, en esta ocasión Rayman le ganaba la partida a Félix Álvarez por más de 2 segundos, aunque la igualdad era máxima, ya que a Félix lo acosaba Isaac Moro a 7 décimas, seguido de Castrillo a sólo 2 décimas del piloto del Clio, y de Bulnes, a 6 décimas, y así podríamos seguir hasta encontrarnos nada menos que a 10 pilotos en menos de 6 segundos, y prácticamente 3 segundos y medio separaban al tercer clasificado del décimo. ¡Más igualdad imposible!

Una vez finalizada la primera subida oficial, prácticamente sin parones, y con todo por decidir, los coches descendían nuevamente hacia Pola de Siero para comenzar la segunda y última subida oficial, en la que quien quisiera ganar tendría que atacar al máximo. Por desgracia el salir a por todas tiene sus riesgos, y una de las consecuencias de rodar tan cerca del límite es que aumenta la posibilidad de sufrir una salida de carretera, algo inevitable si se quiere ganar, aunque ese es un riesgo que los pilotos tienen asumido.

Y en la lucha por la victoria absoluta, la igualdad era máxima. Iñigo salía a por todas pero no conseguía rebajar el tiempo marcado en la primera oficial, mientras Oscar, que quería lograr su cuarta victoria consecutiva en Muncó, realizaba una ascensión al límite pero tampoco conseguía rebajar su mejor crono. La nota negativa vino por parte de Fermín Busta, quien tuvo un fuerte accidente apenas a dos curvas del final de la subida al rompérsele una rótula de dirección y tras haber tenido anteriormente y en esa misma subida un pequeño toque.