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Emocionante primera edición del Rallye Villa de Pravia, con cerrado duelo por la victoria entre Fernando Rico, Jonathan Pérez y César Palacio.
Al final, el gallego se impuso con su EVO VIII a los Clio R3 de los asturianos, entre los que Johnny se llevó la victoria que le asegura matemáticamente el título de Campeón de Asturias 2009.
CRONICA

Los vaivenes del siempre errático en fechas Campeonato de España de Rallyes, unidos a la incertidumbre sobre los horarios y la jornada en que se iba a celebrar la primera edición del rallye Villa de Pravia, hacían realmente complicado de planificar un fin de semana que, meses antes, ya tenía ‘en rojo’ en el calendario, con la idea de compartir las dos jornadas del rallye praviano junto a mi buen amigo Juan Tarrazo, que iba a ser uno de los seguros participantes en la nueva prueba de nuestro regional. Una prueba que Pablo y la gente de Pravia Autocompetición tenían intención de convertir en un ‘retorno a los buenos viejos tiempos’, que pasaba nada menos que por hacer prácticamente todo el rallye en horario nocturno y hasta por permitir la ‘asistencia libre’ al antiguo estilo. Esto último era lo primero a lo que tenían que renunciar, ya bastante antes de publicar el primer avance de un rallye que, aun así, se mantenía, de entrada, con la noche como protagonista.

Pero, como se suele decir, ‘el hombre propone y Díos dispone’, lo que llevado al mundo de los rallyes sirve igual, cambiando a Díos por ‘tráfico’, de cuyos permisos depende finalmente que se pueda o no practicar nuestro muy incomprendido (¡y a veces hasta diría que perseguido!) deporte. Y ‘tráfico’ decidía que no, que eso de ‘correr por la noche’ no se podía permitir, quien sabe por qué, lo que llevaba a un rápido replanteamiento de todos los horarios de la prueba, pasando de celebrarse los tramos en la tarde noche del sábado al domingo a hacerlo en un horario más ‘convencional’, es decir entre la mañana y la tarde del sábado… o eso creíamos, porque la coincidencia en fecha con la gala de entrega de los Premios Príncipe de Asturias se convertía en un nuevo e inesperado obstáculo que llevaba a otra negativa para el segundo proyecto de rallye que presentaba la organización del Villa de Pravia.

Pese a este trompo en 'La Campa', el ferrolano Rico repitió victoria en Pravia

Jonathan Pérez se aseguró el Campeonato de Asturias con su segundo puesto, primero a efectos del regional

César Palacio completó el podio scratch con cronos muy cercanos al dúo de cabeza

Menos mal que Pablo y los suyos no son gente que se desanime fácilmente, así que no se rendían, y a la tercera iba la vencida: el rallye se haría el domingo, empezando temprano por la mañana y acabando al final de la tarde, antes de que la noche cayese sobre los tramos trazados en los alrededores de Pravia. Uno de estos, el de ‘La Campa’, daba aun un 'disgusto' más, tras escuchar la organización las opiniones de varios pilotos que, tras reconocerlo en los días previos a la prueba, constataban como la parte final era excesivamente rápida, con zonas en las que habría coches que superarían los 200 km/s durante un buen trecho. Ello llevaba a acortar su recorrido en algo más de tres kilómetros, en la que era, finalmente, la última modificación a un itinerario-horario que costó realmente hacer que llegase a ser definitivo.

Pese a tanto cambio y tanta incertidumbre, la capacidad de convocatoria de este primer Villa de Pravia era espectacular, superándose el límite de inscritos inicialmente previsto en el reglamento y admitiéndose finalmente todas las inscripciones, lo que significaba tener una lista en la que casi se llegaba al número 90, todo un logro para un rallye que debutaba… y más en una año como este en el que la participación en las pruebas no es que sea demasiado abundante en la mayoría de ellas.

Además de cantidad, la lista ofrecía sus buenas dosis de calidad, encabezada por el líder del regional asturiano, Jonathan Pérez, que luciría en las puertas de su Clio el número 1. Entre sus habituales rivales al volante del R3 de Renault, sería finalmente sólo de la partida el del piloto al que Johny aspiraba a suceder en el palmarés del Campeonato de Asturias, César Palacio, mientras que Fran Cima no se apuntaba y Miguel Arias tenía que ‘borrarse’ a última hora, luego de que una inoportuna y dolorosa lumbalgia dejase fuera de combate a su hermano y copiloto, Roberto. Junto al dúo de R3s pilotados por jóvenes promesas de nuestro automovilismo, estaba el C2 R2 de otro que ya empieza a poder encuadrarse perfectamente en esa categoría, el local José Antonio Suárez que, para el ‘rallye de casa’, alquilaba la unidad 'Auto Gomas' que habíamos visto recientemente en el Llanes en manos del cántabro Dani Peña.

'Viti' Pardeiro acabó cuarto y se sitúa segundo en la general del Campeonato de Asturias

Muy positivo retorno a los rallyes de Félix Alvarez, que fue de menos a más para terminar quinto

Juan Tarrazo disfrutó al volante del EVO IX de RMC y marcó tiempos de muy buen nivel que le llevaron a la sexta posición

Los tres ‘jovenes leones’ se las iba a tener que ver con una auténtica jauría de Mitsubishis, de los que se contaban nada menos diez en la lista (al final serían nueve al no tomar la salida el de Rubén González), cubriéndose casi toda la gama del EVO, desde el V al IX. Los más competitivos debían ser el VIII grupo A del ganador el año pasado en el rallysprint praviano, Fernando Rico, el habitual VII ‘XA’ de Félix García, en busca de recuperar el primer puesto en la general del Campeonato de Asturias, y el IX ‘ex-producción’ de ‘Viti’ Pardeiro, tercero en discordia de la lucha por el título regional gracias a su extraordinaria regularidad. También habría que tener en cuenta a Juan Tarrazo (sobre cuyo rallye podéis leer más en detalle en el apartado que le dedicamos al final de esta crónica) con otro IX, un RMC casi tope grupo N pero con caja de serie, y a Félix Alvarez (de vuelta a un rallye tras unos cuantos años), con su habitual VIII grupo A, mientras que el resto ya partían con aspiraciones más modestas, como podría ser el caso de Andrés Fernández (EVO IX), José Ramón Fernández (EVO VI), Rubén Iván Blanco (estrenando un V grupo N) y el leonés Javier González (con otro V).

Ante tanto EVO, los habituales 'guerreros' de los pequeños tracción delantera que habitualmente hace el papel de matagigantes en nuestros rallyes lo iban a tener realmente complicado para tratar, siquiera, de meterse entre los diez mejores, aunque no por ello habría que olvidarse de los 106 de Alonso, Pelayo y David González, el Clio Sport del local Mieres o el Saxo de Braña. Grupo al que se podría unir, si la mecánica de su novedoso 205F2000 respondía, el siempre rápido ‘Lobea’. En la pelea por entrar en el topten también se tendría que contar con los Escort de ‘Lolo’ y ‘Ordiales’, claros favoritos, además, en lo que respecta al concurso de cruzadas, que se iba a dilucidar en el primer paso de los participantes por el cruce de ‘La Campa’.

Con todos estos alicientes y con la idea de pasar todo el rallye con Juan y su equipo, el cambio de fechas de Cabanas, además con el añadido de rallye doble, uno el sábado y otro el domingo, era todo un jarro de agua fría para mi plan de disfrutar del rallye de Pravia. Pero, ya se sabe, está antes el deber que el placer, y en Cabanas había bastante trabajo que hacer, así que lo de estar ya desde el sábado a primera hora en Pravia, para seguir de cerca junto a Juan todos los preparativos, las verificaciones y la ceremonia de salida se iba al traste. Mientras eso iba pasando, procuraba no embarrarme demasiado en el lodazal en que se acababa convirtiendo el rallye gallego del nacional de tierra, aunque al menos conseguía, con la siempre inestimable ayuda de un habitual colaborador ya de esta web, el madrileño César de www.asfaltoytierra.com, hacerme con suficiente material gráfico durante las jornadas del viernes y el sábado como para poder permitirme partir el domingo temprano desde la localidad ferrolana en dirección al rallye asturiano.

'Lolo' García hizo diabluras con el Escort, clasificándose séptimo

'Ordiales' le plantó cara a 'Lolo' en los tramos pravianos, terminando justo tras el piloto local

El EVO VI ya acusa el paso de los años pero José Ramón Rodríguez le sigue sacando buen partido. En Pravia acabó noveno

Poco después de las once de la mañana del domingo llegaba a la altura de la zona de asistencia del Pravia, situada en las instalaciones de la Cadena Casa Grande, en Peñaullán, y justo cuando iba a parar y buscar aparcamiento, veía salir en dirección al siguiente tramo al EVO VIII de Rico. Así que decidía seguirle con la idea de, al menos, ‘pillar’ a Juan en la salida de La Fallona, que era la especial que tocaba disputarse a esa hora. Algo que conseguía ‘por los pelos’, tras aparcar y subir andando ‘a buen ritmo’ hasta la zona del control de salida, a la que llegaba exactamente cuando el EVO IX ‘Asturibi’ se detenía tras el VIII amarillo de Félix Alvarez. El inmediato y alegre saludo de Juan, era seguido de un rápido intercambio de información que me servía para tener una primera idea de cómo le había ido la primera sección. Me comentaba que los tramos estaban muy mal por la lluvia que había caído a primera hora (ahora ya lucía el sol), que había sido sexto en La Fallona y que era octavo de la general.

Sacaba unas cuantas fotos y emprendía camino de vuelta al coche, dirigiéndome a continuación a Pravia, donde en poco más de una hora estaba previsto el reagrupamiento de mitad de rallye. Como llegaba con tiempo de sobra, ‘montaba la oficina’ en la cafetería-confitería situada enfrente del parque cerrado, me conectaba a internet y veía como en el primer tramo, disputado sobre piso muy deslizante, los ‘valientes’ de los tracción delantera habían dado todo un recital, con Jonathan Pérez marcando el scratch con su Clio R3, seguido de ese auténtico ‘cohete’ (¡que apodo más apropiado le han puesto!) que es José Antonio Suárez, al que imagino ‘volando bajo’ por las carreteras de casa en su debut con el C2 R2 para ser segundo scratch, a sólo 1.6 de Johny y 1.8 por delante de César Palacio, con el otro R3 en liza. Cuarto era otro buen conocedor del terreno, Dani Mieres, supliendo con valor y manos la menor competitividad de su Clio Sport para meterse por delante de los EVOs, entre los que sólo el VIII grupo A del ferrolano Rico había batido a ‘mi piloto’ en este rallye, que era, efectivamente, sexto en el primer parcial, tal y como me había comentando momentos antes. Tras Juan estaba ‘Viti’, que precedía con su EVO IX al MKII de Ordiales, completando los diez primeros el EVO VIII de Félix Alvarez y el 106 de David González, primero del grupo de los que podíamos llamar, con todo el respeto del mundo, coches ‘pequeños’.

En esa lista que configuraban los nombres mencionados en el anterior párrafo faltaba uno que debía de estar en su parte alta, Félix García, cuyo EVO completaba la especial fallando, perdiendo casi medio minuto en los apenas cinco kilómetros de tramo, para decir ya adiós al rallye y, prácticamente, al campeonato, dirigiéndose ya a la asistencia sin tomar parte en la siguiente especial.

Félix García dijo adios a sus opciones al título tras abandonar sin haber podido ahcer siquiera un tramo en condiciones

José Manuel Alonso completó los diez primeros y se llevó la clase 4 con su Peugeot 106

Otro 106 que siempre rueda rápido, el de Pelayo Fernández, que se impuso en grupo XS y en clase 7

El segundo tramo, Cañedo, era donde estaban dos de mis ‘enviados especiales’ a las cunetas de este rallye, Jose y Berto, que se encargaban de filmar y sacar fotos para asegurar material mientras yo estaba de camino desde Galicia. Según me comentaban, en la primera pasada había llovido y el piso estaba, además, muy sucio, algo que luego me corroborarían todos los pilotos a los que preguntaba por el estado de las especiales de la mañana, que eran unánimes describiendo como ‘muy malo’ el estado de Cañedo. En esas condiciones, no es de extrañar que la tracción total de los Mitsubishi tuviese ventaja, lo que aprovechaba Rico añadiendo también la necesaria dosis de valor para ‘atreverse’ a confiar en que el 4x4 pase rápido por donde la cabeza te dice que no es posible. El gallego se hacía con el scratch y, de paso, con el liderato, seguido por los R3 de ‘Jony’ y ‘Cepa’ , el R2 de ‘Cohete’ y el Clio de Mieres, mientras que ‘Viti’ encabezaba el grupo de EVO’s que venían a continuación, y en el que estaban los de Félix Alvarez y Juan Tarrazo. Entre los ‘pequeños’ ,el liderato cambiaba de manos, al abandonar David González y ocupar su puesto José Manuel Alonso, que se situaba por delante de Ordiales, quien en un tramo tan resbaladizo no podía defenderse tan bien con el siempre ‘bailarín’ Escort.

La repetición de los dos tramos traía resultados similares, aunque ya no llovía y el cielo estaba incluso bastante despejado. Pero el piso seguía estando notáblemente húmedo en La Fallona y, lógicamente, aun más sucio tras el paso de cerca de 80 coches por Cañedo. De todas formas, los autores de los scratchs eran los mismos: Jonathan Pérez en el primer tramo del bucle, Fernando Rico en el segundo. Y a la llegada a la asistencia, el líder era el gallego, aunque con un margen mínimo, sólo cinco décimas de ventaja respecto al asturiano. Tercero, a sólo cuatro segundos, estaba César Palacio, mientras que tras él ya se abría un ligero hueco hasta la cuarta plaza, que ocupaba José Antonio Suárez, a veinte segundos del líder.
Félix Alvarez, en la quinta posición, era el primero del terceto de EVOs que completaban ‘Viti’ Pardeiro y Juan Tarrazo, entre los que trataba de resistir Dani Mieres con su veterano Clio Sport del modelo más antiguo. Tras Juan, octavo a sólo 40 segundos del primero, ya había otra pequeña brecha, y el siguiente era Ordiales, que había superado a Alonso, quien completaba los diez primeros con el 106, seguido de cerca por ‘Lobea’, autor de tiempos cada vez mejores con su llamativo 205 F2000.

Decimotercera posición de la general para el Saxo de Braña, que siempre destaca cuando el piso está delicado

Buen estreno del EVO V para Rubén Iván Blanco, que se llevó la clase 3

Victoria en grupo N para Primitivo Ambrés y su Renault Clio Sport

La larga pausa del mediodía, con más de una hora de reagrupamiento y sesenta minutos de asistencia, servía para reponer fuerzas y para que las nubes volviesen a la carga. El cielo se cubría por momentos y la incertidumbre se apoderaba de los equipos a la hora de decidir la monta de neumáticos para los tramos de la tarde.
Pero aunque quien más quien menos jugaba al despiste, manteniendo los ‘rayados’ al lado del coche casi hasta el último momento, al final prácticamente todos los del grupo de cabeza optaban por los slicks, aunque con variedad de compuestos y ‘referencias’ en función de las marcas y los modelos de coches y gomas. Así, los R3 salían con A02 el de Jonathan y con A01 el de Palacio, mientras que Suarez montaba ‘veintes’ en el C2, Viti llevaba A10 en su EVO y Juan salía con A11, todos ellos de Michelin/BF-Goodrich. El único que ‘apostaba a lluvia’ y montaba gomas con dibujo era Félix Alvarez, mientras que Rico, montaba también lisas, pero en su caso de Hankook, y me comentaba que dudaba mucho de sus posibilidades de repetir victoria ya que iba sin quinta marcha... información que no coincidía con la que me llegaba después por parte de un mecánico de ‘Viti’, según el cual el ferrolano le había dicho a su piloto ¡que estaba sin segunda ni cuarta!

Fuese esa la causa o no, el caso es que el gallego perdía el liderato al hacer un trompo en la curva de La Campa, lugar al que inicialmente había previsto acudir pero que finalmente ‘cubrían’ Berto y Jose, que siempre prefieren la ‘acción’ de los tramos al ‘aburrimiento’ de la asistencia. En ella me quedaba yo entonces, lo cual agradecía, ya que acusaba el cansancio acumulado del día anterior en Cabanas y, además, así iba avanzando trabajo. Para esto último era de gran ayuda la hospitalidad de Fran Caldevilla y su equipo, que me permitían instalar mi oficina en la cómoda autocaravana de su piloto Angel Paniceres. Desde ahí seguíamos el resto del rallye a través de internet, con la falta de sensaciones de cuneta que ello implica pero, a cambio, con la inmediatez de conocer rápidamente los resultados, lo que en una lucha tan al segundo como la que estaba planteada en las primeras plazas, siempre es garantía de emoción.

Una avería cerca del final privó a José Antonio Suárez de una magnífica cuarta plaza con el C2 R2 de Dani Peña

'Lobea' hizo magníficos cronos con el 205 F2000 hasta que perdió una rueda en La Campa y tuvo que abandonar

Dani Mieres también cayó en el primer tramo de la tarde, en su caso al fallar un cambio y dañar el motor, cuando era 7º scratch y 1º de grupo N

El ya comentado trompo de Rico, unido a un nuevo scratch de Pérez, al que seguía de cerca Palacio, significaba que los dos Clio R3 astures adelantaban al EVO gallego en la general, aunque las diferencias entre los tres aspirantes a la victoria eran mínimas, sólo 5.2 entre Johnny y César, y 3.0 entre este y Rico. Quedaban tres especiales, dos de ellas pasos por el tramo de Sandamías, que con sus algo más de once mil metros era el más largo del rallye… ¡o el menos corto!, que el escaso kilometraje total me parece el único 'pero' a poner al, por otra parte, magnífico rallye praviano.

Y en Sandamías, llevase o no todas las marchas en la caja de su EVO, Rico marcaba diferencias, aventajando en 6.1 a Palacio y en 7.5 a Pérez, lo que le dejaba a sólo siete décimas del liderato, que mantenía este último, y ya en la segunda posición, adelantando a César, que era tercero, a sólo 3.8. Antes de partir para disputar la última sección, Enrique Velasco, el copiloto del primer clasificado, me comentaba que estaban corriendo, pero tampoco querían arriesgar más de la cuenta, ya que, con Félix fuera, un segundo puesto tras Rico sería un primero a efectos del regional ¡y eso les aseguraba el título!… pero tampoco podían ‘levantar’ para asegurar la posición porque Palacio estaba demasiado cerca, así que dar con el ritmo adecuado no iba a ser fácil.

Desde luego, era todo un dilema, ya que la igualdad no podía ser mayor con aun dos tramos más por delante y, exactamente como el bucle matinal, el segundo paso por las mismas especiales deparaba resultados poco menos que calcados, al menos en lo que respecta a los ganadores. En la repetición de ‘La Campa’ se volvía a imponer Jonathan Pérez por delante de César Palacio, pero las diferencias eran mínimas, sólo tres décimas entre ambos y apenas cuatro más ante Rico, que esta vez no trompeaba y se mantenía segundo de la general, a sólo 1.4 de Pérez y con 2.7 sobre Palacio.

A la vista del margen que había obtenido el gallego en el primer paso por Sandamías, el pronóstico parecía claro, iba a repetir victoria en Pravia, el año pasado ganando el rallysprint y este año haciendo lo propio en el rallye. Y, efectivamente, así era. Rico se hacía con el último scratch del día, endosándole casi 7 segundos a Jonathan y algo más de 9 a César, con lo que la victoria era suya por 5.3 sobre Pérez y 12.1 ante Palacio. Un triunfo realmente trabajado para el ferrolano, que se llevaba para Galicia la primera edición del Villa de Pravia por delante de un Jonathan Pérez al que pocas veces perder un rallye por tan escaso margen le va a saber tan a victoria, ya que su segunda plaza le aseguraba matemáticamente el título de Campeón de Asturias. Un entorchado que es el segundo que consigue en una semana, tras dejar sentenciado el fin de semana anterior, en Córdoba, el Trofeo Junior del nacional de rallyes ¡menuda temporada lleva Johnny!
El podio de Pravia lo completaba el campeón ‘saliente’, César Palacio, cada vez más acoplado al Clio R3 y empezando a recuperar las sensaciones que daba con el Clio Sport que le llevó el año pasado al título asturiano.

Victoria en grupo S/A para el VW Golf de Juan Ramón Alvarez

Otro Golf GTI, el de Jorge González, se llevó el grupo S/N pese a un toque por la mañana

Angel Paniceres completó el podio del grupo N en su mejor rallye con el Subaru de Caldevilla

Tras el trío de cabeza, la cuarta plaza que parecía clara en manos de la joven promesa local, José Antonio Suárez, se convertía cerca del final en otro de los puntos de interés de la prueba. Una avería en el C2 R2 que pilotaba de forma realmente efectiva el rapidísimo ‘Cohete’, le privaba de completar un rallye fantástico y dejaba la cuarta posición abierta a un duelo entre los EVOs de Félix Alvarez y ‘Viti’ Pardeiro. Félix cedía terreno en el primer bucle de la tarde, al no resultar acertada su apuesta por las gomas con dibujo, lo que hacía que ‘Viti’ le superase en Sandamías, encarando las dos últimas especiales con nueve décimas de ventaja. Pero ya con slicks, Félix recuperaba la posición en el segundo paso por La Campa y llegaba al último tramo cuatro décimas por delante de ‘Viti’. El langreano se ‘negaba’ entonces a ser quinto otra vez (¡está abonado a esa plaza este año!), atacaba en los 11 kilómetros finales y conseguía pasar definitivamente al avilesino, lo que significaba ser cuarto del rallye y tercero a efectos del campeonato de Asturias, en cuya general provisional ‘Viti’ pasa a ocupar la segunda posición a falta sólo del Montaña Central.

El siguiente en la meta de Pravia era Juan Tarrazo, que hacía dos magníficos cronos en el tramo de ‘casa’, el de La Campa (aunque no acabase especialmente contento de su rendimiento en la primera pasada) y se lo tomaba con más calma en Sandamías, especialmente en la pasada final, que hacía totalmente relajado y saboreando las sensaciones de terminar un rallye con el que llevaba mucho tiempo soñando y en que conseguía un resultado más que notable para un piloto que apenas si compite muy de cuando en cuando y que lo hacía con un coche con el que apenas había rodado unos kilómetros antes del primer tramo del día.

Por detrás de Juan no había, en cambio, tiempo para relajarse. En los tramos de la tarde, ‘Lolo’ salía decidido a recuperar el tiempo perdido por la mañana, cuando tuvo algún que otro susto y cedió más de medio minuto ante Ordiales, ‘colándose’ entre los dos MKII un buen número de tracciones delanteras. La remontada del praviano era espectacular, y culminaba con un fantástico cuarto scratch en el último paso por Sandamías que le permitía superar, in extremis, a Ordiales, para ganar la batalla de los traseras, en la que ambos se emplearon a fondo para deleite de los aficionados.

Otro que remontaba por la tarde era José Ramón Rodríguez, que acababa metiendo su ya veterano EVO VI entre los diez primeros, terminando noveno justo por delante del primero de los ‘pequeños’, José Manuel Alonso, que se imponía por sólo seis décimas a Pelayo Fernández en otro duelo entre monturas del mismo modelo, en este caso los Peugeot 106.

Segunda plaza en grupo S para el 205 de Juan Ramón González

El primer clase 1 fue el Peugeot 106 de Alfonso García

Victorias en el Trofeo Junior y la Copa Mil para Raúl Sánchez

Entre los diez primeros faltaba al final del día el Clio de Dani Mieres, que de tanto ir al límite acababa por fallar un cambio en primera pasada por La Campa, dañando el motor y viéndose obligado a abandonar. Tampoco llegaba a la meta 'Lobea', al llevarse la siempre desagradable de sorpresa de ver como su coche se quedaba, de repente, en tres ruedas, aunque al menos podía pararlo sin más daños, lo que ponía fin a su muy notable prestación en el estreno del Peugeot 205 F2000.
Las retiradas de Dani y 'Lobea' eran dos de las 26 que se producían en un rallye realmente duro pese a su no muy largo recorrido. Un rallye que esperábamos con impaciencia desde que se anunció para, a continuación, pasar a temer hace apenas un par de semanas por su celebración. Un rallye muy bien resuelto por la gente de Pravia Autocompetición, que deseamos se consolide en nuestro calendario regional.
Y si en próximas ediciones se consigue ‘convencer’ a las autoridades competentes de que los rallyes ‘como los de antes’ son perfectamente factibles pues mejor que mejor. Nuestro deporte necesita variedad y nuevos alicientes, y no deja de ser una lástima que cuando alguien se atreve a intentar hacer algo distinto se encuentre principalmente con trabas. Algo que, poniéndose un poco filosófico, no deja de ser, por desgracia, signo de estos tiempos de lo ‘políticamente correcto’ y el ‘pensamiento único’… en la línea de aquello que decía cierto famoso político de ‘el que se mueve no sale en la foto’. Algo que, evidentemente, ni nosotros ni la gente de Pravia Autocompetición comparte, por mucho que este año hayan tenido que plegarse a las exigencias de quienes deciden. Esperemos que sea la última vez que les ocurra algo así, porque si consiguen sacar adelante algunas de sus ideas estoy seguro de que todos saldremos ganando.

EL RALLYE DE JUAN TARRAZO

Las primeras emociones ya en la rampa de salida del sábado (foto Sitorally)

A punto de iniciar la segunda pasada por La Fallona

Cañedo estaba muy complicado y tocaba casi más sufrir que disfrutar

Cuando allá por los años setenta, sin tener siquiera edad para sacar el carnet de conducir, ‘cogía prestado’ el Seat 600 de su madre, le ponía unas barras y unas pegatinas con el nombre del restaurante de sus padres, ‘La Campa’, y participaba en la Subida a la Dóriga, en Cornellana, poco podía imaginar Juan Tarrazo que tres décadas después iba a estar entre los protagonistas de un rallye disputado en Pravia, con un tramo pasando por delante de su casa en el recorrido y compitiendo, además, con un coche puntero… en el que no faltaba el nombre de La Campa en su rotulación.

Aunque me lo imagino, y ello me sirve para ‘novelar’ un poco esta historia, realmente no se si por aquel entonces Juan soñaba con algo así, ya que yo lo conozco sólo desde hace apenas seis años, cuando me llamó la atención en la Subida Isla de Ibiza un Peugeot 106 en el que se podían ver numerosas referencias a Asturias y cuyo piloto, como supe después, era un praviano afincado en Ibiza, donde regentaba, entre otros negocios de hostelería… ¡una sidrería! Desde entonces tengo el privilegio de oírle anteponer siempre la palabra ‘amigo’ a mi nombre cada vez que hablamos, y eso viniendo de alguien que valora la verdadera amistad del modo que él lo hace tiene un significado realmente especial. En estos seis años nuestras conversaciones sobre coches han sido interminables, como han sido inolvidables las horas compartidas en torno a las carreras. Hemos vivido juntos un par de Costa Bravas en los que compitió con desigual fortuna (sufriendo pero acabando con aquel modesto 106 en el 2006, teniendo que abandonar enseguida con el Clio-Asturibi en el 2007). Hemos disfrutado (¡y padecido!) siguiendo desde la cuneta a ‘SU PILOTO’, así con mayúsculas, Sergio Fombona, y hemos hecho planes una y mil veces sobre proyectos que no siempre han salido adelante. Y entre los que si han fraguado ¡y de que forma! esta su participación en esta primera edición del rallye Villa de Pravia.

Cuando se enteró, el año pasado, que Pablo y la gente de Pravia Autocompetición habían decidido ‘liarse la manta a la cabeza’ y organizar un rallysprint, Juan tenía claro que no se iba a perder el retorno de los rallyes a la tierra que le vio nacer, a las carreteras por las que, cuando era un ‘guaje’, soñaba con emular a Zanini y compañía. El año pasado, su participación en el rallysprint no acabó de resultar del todo satisfactoria por diferentes problemas, pero aquello sólo era un aperitivo. Este año, en cuanto se enteró que Pablo ‘subía la apuesta’ y se lanzaba a hacer un rallye, se involucró de lleno. Y más cuando supo que se quería hacer ‘un rallye de los de antes’ y que, además, uno de los tramos iba a pasar, precisamente, por delante de la casa donde sus padres tenían el restaurante ‘La Campa’.

Desde entonces los meses han pasado volando, y gracias al contagioso entusiasmo de Juan he podido seguir de cerca el nacimiento y las múltiples vicisitudes sufridas por ese proyecto de hacer ‘un rallye a la antigua’ que ha acabado chocando contra la incomprensión de quienes no entienden nuestro deporte pero que, afortunadamente, no han podido evitar que se cumpliese el sueño de todos los que querían sacar adelante un rallye en Pravia. Aparte de echar una mano, como patrocinador de la prueba, de Juan fue la idea del ‘concurso de cruzadas’, basada en su experiencia participando en un par de ediciones del rallysprint de Sant Juliá, en Cataluña, donde cada año se realiza el popular concurso de ‘Tivades’ en la conocida curva de la Cantina. El cambio de horario del rallye, por ‘exigencias de la autoridad’, impidió esa auténtica ‘noche del Turini’, con la curva iluminada por focos que Juan había planeado para la ocasión pero, aun así, el proyecto siguió adelante gracias al empeño de Pablo y los suyos en hacer el rallye ‘como fuese’.

Esperando la hora de entrada al reagrupamiento en Pravia

La asistencia de Oscarsan Sport se encargó del EVO IX alquilado a RMC

"¿Corre el 'paisano' o no corre?"

Y una vez asegurada la disputa del rallye faltaba la segunda parte del sueño, competir y hacerlo, además, en las mejores condiciones posibles. Juan llevaba tiempo con ganas de salir con un EVO de RMC, y aunque la coincidencia de fechas con la cita doble del nacional de tierra en Cabanas complicaba el tema, al final entre él y Roberto Méndez se llegaba a una solución, poniendo ‘Cholo’ a disposición de Juan un EVO IX y encargándose de la asistencia Oscar Palacio y su equipo de Oscarsan Sport. Las piezas iban encajando y quedaban ya sólo los últimos detalles. Al igual que el año pasado, en sus dos breves ‘excursiones’ por Asturias, Agustín Ramos ‘Guti’ iba a ser el copiloto, toda una garantía, por mucho que, bromeando, lo llamemos ‘gafe’ de vez en cuando. Había también que decorar el coche, algo que a Juan y a mi nos encanta y con lo que nos podemos pasar las horas muertas probando diseños hasta que todo quede perfecto. Esta vez su  idea original ‘funcionó’ prácticamente a la primera y Alvaro, de Rotularte, se encargó de plasmarla a la perfección en las instalaciones de RMC a la vez que rotulaba también el Mitsubishi con el que Marc Blázquez volvía ‘a la acción’ en la tierra gallega.

El siguiente paso era probar el EVO IX, un N plus con casi todo (frenos ‘grodos’, suspensiones ‘Reiger’, electrónica ‘buena’ y caja de serie para asegurar la fiabilidad), algo que Juan hacía en Leitariegos y la alegría de su voz cuando me comentaba, por teléfono, sus primeras impresiones, no hacía sino aumentar las ganas de ambos de que llegase el ‘gran día’. Un ‘día D’ que venía precedido de la ceremonia de salida, en pleno centro de Pravia, en la que Juan cumplía su ritual de subir al podio de salida conduciendo mientras se fumaba un puro… y en la que no podía evitar las lágrimas de emoción ante las palabras del speaker cuando lo presentaba a ‘su público’.

El domingo, la lluvia de las primeras horas del día era un invitado no deseado, pero no por ello Juan iba a dejar de disfrutar de ‘su rallye’, aun con el hándicap de competir por primera vez sobre agua en mucho tiempo (¡que en Ibiza llueve poco!) y además con un coche que 'le acababan de presentar'. En los días previos habíamos hablado mucho sobre sus posibilidades y he de reconocer que yo tenía sensaciones contrapuestas. Por un lado le decía que debía de tomárselo con calma y que, a poco que fuese tranquilo y sin correr riesgos innecesarios, iba a poder meterse entre los diez mejores sin problemas. Por otro lado, confieso que me daba algo de miedo que sus ganas le hiciesen ‘tirarse’ más de la cuenta, lo cual nunca es buena idea cuando sales con un coche que apenas has probado, aunque sea pilotándolo sobre unas carreteras de sobra conocidas. Resumiendo, recuerdo decirle algo así como, “quiero verte en la meta con el coche entero y una sonrisa de oreja a oreja tras haber disfrutado durante todo el día, da igual que tiempos hagas y en que puesto termines”.

No se si haciéndo caso o no a mis consejos de prudencia (¡probablemente no a la vista de sus tiempos!),  Juan empezaba el rallye en un mojadísimo La Fallona, donde ‘los chavales de los Clio’ (y el del C2) hacían valen ese plus de valor (¡o de inconsciencia!) que da la poca edad para copar las cuatro primeras plazas, seguidos por los mejores de los Mitsus… ¡entre los que Juan era el segundo, sólo superado por Rico! En Cañedo las condiciones eran aun peores, con el asfalto no sólo mojado sino tremendamente sucio y ahí Juan ‘usaba la cabeza’, y aunque por momentos sufría más que disfrutaba, llevaba el coche de vuelta a la asistencia sin un rasguño y en la octava plaza de la general.

El segundo bucle, ya sin lluvia y con el sol empezando a asomar, lo completaba nuestro protagonista con otro sexto en La Fallona y un séptimo en Cañedo, donde bien guiado por ‘Guti’, estaba cerca de bajar los diez segundos que su copiloto le ponía como reto y se quedaba a sólo 4 décimas de la gran promesa local, José Antonio Suárez, quien seguro que no se había 'guardado nada' en su afán por estar en la pelea por el podio con el C2 R2.

Saliendo de la asistencia del mediodía camino de los tramos de la tarde

"Me cago en... ¡que mal entré en La Campa"

De rallyes, en Asturias y entre amigos ¿que más se puede pedir?

En la asistencia del mediodía Juan estaba feliz, rodeado de familia y amigos en el 'box' de Oscarsan y disfrutando del rallye como yo quería verle, sin problemas en el coche, con un copiloto de confianza y hasta con tiempos realmente notables para ‘un paisano’, como él mismo bromeaba con Oscar y sus mecánicos. Con el cielo volviendo a cubrirse, la duda era que gomas montar para el primer bucle de la tarde, en el que el paso por el tramo de ‘su casa’, el de La Campa, debía ser el punto álgido del rallye para el piloto de Asturibi (¡y de 'citadecampeones'!).

Por momentos parecía que iba a volver a llover, y cuando Juan me incluía en la ‘reunión’ con Oscar para decidir que gomas montar, me daba cuenta de que yo no tengo ‘madera de team manager’, porque mi consejo era optar por la prudencia y montar rayadas, pensando evidentemente mucho más en la integridad física del amigo que en las prestaciones que podía conseguir el piloto. Y es que, aunque no lloviese, me daba miedo que saliese con slicks al rápido tramo de casa, se encontrase con una de esas humedades que todavía tenía que haber, y se llevase, como mínimo, un buen susto. Pero Oscar, que sabe mucho más de estas cosas que yo, le decía que montase las ‘onces’, suficientemente blandas como para permitirle pasar bien incluso por las zonas más delicadas.

Al final tanto Juan como prácticamente todos los ‘de delante’ se decidían por los slicks… y acertaban. El quinto mejor tiempo en ‘La Campa’ era un resultado espectacular, aunque Juan poco menos que no se lo creía, disgustado como llegaba a meta tras haber entrado demasiado lento en el cruce de su casa, y seguir a partir de ahí muy descentrado y ‘cabreado’ consigo mismo, lo que le llevaba a hacer un Sadamías menos agresivo, aunque el abandono de Mieres le permitía, de todas formas, ganar una plaza en la general, de la que ya era séptimo.

De vuelta a la asistencia, ya más sereno luego del ‘disgusto’ por no haber hecho ‘su tramo’ como le hubiese gustado, Juan se planteaba con claridad el bucle final: “voy a tirarme un poco más en ‘La Campa’ y luego el último tramo ya me lo voy a tomar con calma, para acabar”. Dicho y hecho, primero se daba el gustazo de 'cruzarlo de mundial' en el cruce de La Campa, ahora que ya no había concurso, del que había decidido mantenerse al margen en la pasada anterior. Y aun con espectacular cruzada para la galería incluida, ‘el paisano’ se permitía el lujo de ser cuarto en el paso final por el tramo de casa de sus padres, desde donde imagino que su madre lo vería pasar con esa mezcla de aprensión y orgullo con la que cualquier madre sigue a un hijo cuando compite en un deporte de riesgo. Desde mucho más arriba, en cambio, su padre seguro que no tenía miedo alguno, en su caso todo debía ser satisfacción y hasta puede que ‘empujase’ de algún modo para que su hijo marcase ese 3.39.0... ¡a apenas 4 segundos del scratch! En meta, plenamente satisfecho esta vez de como había hecho el tramo, a Juan le quedaba incluso la sensación de que en caso de haberse respetado el recorrido original, con su rapidísima parte final que conoce perfectamente y en la que el EVO iba a 'volar' a más de 200 por hora mientras los R3 y R2 no podrían alcanzar tales velocidades, el scratch hubiese podido estar a su alcance... ¡lo que ya hubiese sido realmente alucinante!

A fondo camino del cuarto mejor tiempo en la segunda pasada por la Campa

El objetivo número uno era disfrutar y la cara de Juan lo dice todo ¡se cumplió con creces!

Fiesta en el podio, todo un sueño hecho realidad, terminar el rallye 'de casa'...¡y sexto scratch! (foto Pablo Padilla)

Quedaba sólo ‘pasar’, sin más, por Sandamías, lo que Juan y Guti hacían saludando y disfrutando del momento. En meta eran nada menos que sextos scratch del rallye, un resultado magnífico para ‘un paisano’ que apenas si hace un par de rallysprints al año desde hace ya bastantes temporadas. Así que la satisfacción de Juan cuando me lo encontraba después, celebrándolo ya con su gente en la cafetería situada enfrente del parque cerrado, era más que justificada. Al rato llegaba, además, ‘su piloto’, Sergio Fombona, de vuelta de un viaje de trabajo pero que no se quería perder el colofón de una jornada inolvidable para todos los que, de un modo u otro, estuvimos implicados en su desarrollo.

Restaba nada más que el 'fin de fiesta', la entrega de premios en la que Juan, su sobrino Manu y su hermana se encargaban, respectivamente, de entregar los premios del concurso de cruzadas patrocinado por su empresa, Asturibi, al tercer clasificado, 'Lolo', el segundo, 'Ordiales' y el ganador, el espectacular Héctor, hermano de 'Lolo' que se llevaba el premio tras 'tirar' con toda la fe su modesto AX y salir del cruce envuelto en humo y aplausos. La última sorpresa para Juan era ver como el trofeo a 'mejor praviano del rallye', que con todo merecimiento se había ganado en los tramos, se lo entregaba su madre, lo que arrancaba las últimas lágrimas de emoción de un día lleno de sensaciones fuertes.

Por mi parte, amigo Juan, sólo me queda darte las gracias por lucir con tantísima dignidad el logo de esta que, hoy más que nunca, es ‘tu web’. Y te doy las gracias también porque has conseguido hacer que un sueño, tu sueño, se convirtiese en realidad… algo que a veces uno duda que pueda ocurrir cuando se deja llevar por el desánimo o no ve recompensa al esfuerzo o al trabajo en tantos proyectos, propios o de gente cercana, que muchas veces se van al traste de forma que parece injusta. Esta vez si que ha habido justicia y recompensa. Se han hecho las cosas bien, sin duda, desde ‘Cholo’ poniéndote ese ‘chuletón de 2 kilos poco hecho’ que le habías pedido usando argot de hostelería, hasta Oscar y su equipo encargándose de que todo estuviese en orden, pasando por Guti, guiándote a la perfección, ‘azuzándote’ cuando no lo veías claro pero controlando siempre que no te ‘pasases’, y terminando, naturalmente, por ti, haciendo un rallye de quitarse el sombrero… pero siempre queda esa duda de si, al final, todo encajará como ha encajado, así que cuando eso ocurre, la satisfacción es mayor y, en lo que a mi respecta, compensó de sobra el doblete ‘Cabanas-Pravia’ sólo para vivir de cerca ‘tu rallye’. Algo que ya valió la pena cuando, tras ‘sprintar’ cuesta arriba hacia la salida de La Fallona, llegué justo a tiempo de saludarte antes de que iniciases el tramo y me recibiste con esa sonrisa de oreja a oreja que te había puesto como objetivo para el rallye y que, conociéndote un poco como te conozco, seguro que todavía te dura cuando, ya un día después, estoy escribiendo estas líneas ¡Enhorabuena Juan!