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El abandono por avería del Subaru WRC de 'Tano', cuando dominaba con claridad y restaban sólo dos tramos, propició un igualado final resuelto en favor de Félix García, que sumó su segunda victoria del año.
Jonathan Pérez se hizo con la segunda plaza en la última especial y 'Rayman' completó el podio, seguidos ambos de cerca por Fran Cima.
CRONICA

Fin de semana de verano (¡y no sólo por la fecha!), sin viaje de trabajo (¡ya empieza a apetecer descansar un poco de tanta carretera!) y con un buen rallye del regional cerca de casa: así me coincidía este año el Avilés. Ello me permitía plantearme un buen ‘día de carreras’, de esos de disfrutar sin prisas: ver tranquilamente un par de pasadas al recuperado Arlos (¡sin tener siquiera que madrugar mucho!), acercarme luego a la asistencia del mediodía, estar por allí un buen rato de charla con los diferentes protagonistas, y volver después a casa todavía a una hora razonable para comer y, a continuación, seguir lo que quedase de rallye por la radio e internet, viendo incluso a la vez por la tele el final de etapa del Tour.

Un plan que se cumplía a la perfección y me permitía reencontrarme con el placer de ver un rallye sin los agobios de las pruebas del nacional, del que el antiguo San Agustín ya lleva unos años ausente y, diría, que sin gana alguna de retornar. Como se suele decir, a veces es mejor eso de ser ‘cabeza de ratón que cola de león’ y la sensación que tengo es que la gente de la Escudería Avilesina lo tiene muy claro desde que su prueba ‘se bajó’ de ese tren de alta velocidad (¡que a veces parece ir a descarrillar!) que es el Campeonato de España de Rallyes de Asfalto, con sus cada vez mayores exigencias organizativas, costes, trabas, problemas … quebraderos de cabeza que una prueba del regional está lejos de producir, y más para una organización acostumbrada a bregar con todo lo que el nacional exigía como es el caso.

Segunda victoria del año para Félix García, que presenta su candidatura al título un año más

Jonathan Pérez sigue progresando y en Avilés acabó segundo a base de atacar hasta el último tramo

'Rayman' perdió la segunda plaza en la última especial pero ello no empañó su buen rallye coronado con un podio

Este año, además, tras ya demasiadas temporadas de un excesivo inmovilismo en lo que respecta a su recorrido, el Avilés presentaba, por fin, novedades en su trazado, con el muy esperado retorno a la zona de Arlos-Corvera como la más llamativa de un mapa sobre el que reaparecía también Selgas y en el que las flechas que indicaban la dirección de paso por los ya clásicos Agones y Santoseso cambiaban de sentido y, con ellas, llegaban también nuevas denominaciones para ambas especiales (La Fallona y La Peral). Unos cambios que eran muy bienvenidos tras ya muchas ediciones repitiéndose el mismo esquema, lo que dejaba como una sensación de monotonía o hasta de dejadez que acababa por desmotivar un poco incluso a pilotos y aficionados. Una motivación que las novedades introducidas este año hacían reaparecer en unos y otros, con una inscripción que superaba, con creces, el límite de 70 participantes inicialmente previstos, y una afición que esperaba impaciente el arranque de la prueba… lamentablemente también con algunos excesos en lo que se refiere a eso de ‘dar pasadas’ a los nuevos tramos, especialmente al complicado y laberíntico Arlos, lo que no dejaba de ser la nota negativa de los días previos, cuando había más ‘tifosis’ de la cuenta rodando por las carreteras de la zona, para malestar de los vecinos (¡luego nos quejaremos si no quieren que el rallye pase por allí!) y peligro de todos.

Desde luego, excesos aparte de los inevitables ‘cuatro locos’ de siempre, quedaba claro que Arlos era el tramo que más apetecía ver a la mayoría… y yo no era una excepción. La especial me atraía por su dificultad, por ser la que abría el rallye y por tener multitud de accesos intermedios que iban a permitir escoger ubicación sin problemas y casi con la total seguridad de que, fueses donde fueses, ibas a dar con un buen sitio. Así que para allí partía el sábado, a eso de las ocho y pico, sin un plan fijo en cuanto a donde quedarme para la primera pasada, ¡ya improvisaría según fuese llegando!  Nada más pasar Cancienes veía una señal que indicaba Taujo a la derecha y por ahí me metía, dándome cuenta enseguida de que justo ahí había estado viendo el shakedown del Avilés 2005, antes de partir camino de la subida de Riego de Ambrós, que entonces era valedera para el Campeonato de España y fue mi ‘destino de trabajo’ de aquel fin de semana. Apenas unos metros más allá de la vistosa derecha en bajada donde había hecho fotos entonces, pasaba el primer tramo del rallye de este año, y en la zona apenas si había nadie cuando restaba aun una media hora para el paso del primer coche. Así que podía aparcar cómodamente en un ‘prao’ a apenas 100 metros de las mallas que cerraban el cruce y tenía tiempo más que de sobra para elegir el sitio desde el que ver la primera pasada. Lo bueno de que estuviésemos ‘en familia’, en una zona tan amplia y despejada, era que me iba a poder mover sin problemas arriba y abajo para variar los encuadres de las fotos, lo malo es que eso de sacar imágenes con público de fondo, que siempre queda más vistoso, iba a ser totalmente imposible. De todas formas, casi prefería esa libertad de movimientos que daba el lugar, con visión aunque fuese muy lejana, de la rápida zona en subida que llevaba al cruce, que era también ‘rapidillo’ y hacía virar al tramo ligeramente hacia la izquierda antes de llegar a una derecha en subida, ya algo más pronunciada, seguida de una izquierda, precedida de un muy ligero rasante tras el cual desaparecerían ya los coches de nuestra vista.

Fran Cima se tuvo que conformar con la cuarta plaza, a apenas 20 segundos del ganador

Jesús Fernández tenía el rallye ganado cuando la caja de su Impreza WRC le falló al terminar Selgas

'Viti' Pardeiro acabó de nuevo entre los cinco primeros con y sigue sumando puntos en cada carrera

Lo único malo de una mañana tan veraniega como la que ya se anunciaba a tan temprana hora, con cielo totalmente azul apenas salpicado de un poco de ‘algodón blanco’ aquí y allá, era que el sol era intenso y, prácticamente te pusieses donde te pusieses, molestaba más que iluminaba la escena. Pero bueno, no se puede tener todo, así que decidía usar el exterior de la derecha, donde el contraluz era menor, para ‘asegurar’ las fotos de los primeros, que son las que siempre se van a utilizar después, y luego ya me iría moviendo para hacer ‘experimentos’ y buscar otros ángulos a medida que fuesen pasando los cerca de 90 participantes.

Además, desde ahí se podía ver, a lo lejos, una rápida derecha de la subida, con lo que íbamos a poder tener referencia visual directa por unos cuantos metros antes de ‘pegar el ojo’ al visor de la cámara y tratar de apreciar el paso de los coches por la curva a través de tan angosto y limitado espacio. Todo iba perfecto, y ya había ganas de ver llegar al primero en la lista de inscritos, el Clio R3 de los Arias. Poco después ya se oía desde el fondo del paisaje su inconfundible sonido, con ese motor que sube de vueltas, alegre, y esos petardeos tan característicos. Instantes después, a lo lejos, el Renault blanco y azul aparecía… pero lo hacía muy por el exterior y, de repente, iniciaba una espeluznante cabriola, de esas que te da la sensación de estar viendo a cámara lenta. El Clio, literalmente, despegaba, daba un par de vueltas sobre si mismo en el aire y aterrizaba de forma violenta en la hierba del exterior de la curva, rodando envuelto en tierra y piezas sueltas hasta quedar parado con las cuatro ruedas posadas sobre el terreno. El golpe había sido de esos ‘que asustan’, así que el alivio era grande al ver que, rápidamente, dos figuras, las de Miguel y Roberto, salían de los restos del R3, con el ‘copi’ aprestándose a señalar a los siguientes participantes que ambos ocupantes del destrozado vehículo estaban bien.

Con el susto todavía en el cuerpo (que por muchas carreras y muchos golpes que uno haya podido ver, en directo o por la tele, un accidente de estos siempre impresiona), el paso de los primeros coches por ‘mi curva’ lo seguía un poco ‘con el piloto automático’, ‘disparándoles’ con la cámara pero más pendiente casi de lo ocurrido al fondo que de lo que acontecía delante de mi. Viendo ahora las fotos, con calma, observo lo que se me escapó entonces, es decir esos detalles de cómo trazaron la curva unos y otros que siempre me gusta ‘diseccionar’, y que esta vez, más que nunca, he de hacer apoyándome en la facilidad de estas reflex digitales para sacar ‘nosecuantas’ imágenes por segundo, con lo que hasta un auténtico profano en esto de la fotografía como yo puede conseguir, alguna que otra vez, fotos medianamente dignas. Y observo como, de los primeros, ‘Viti’ y ‘Tano’ se abrieron algo más, metiendo un poco la rueda delantera izquierda en la leve acequia del exterior para así ‘redondear’ mejor la curva en busca de salir más rápidos camino de la siguiente, mientras que Félix trazó más ‘por el sitio’, y los R3 se mostraron más agresivos, especialmente con el interior, siendo Cima el que más se abrió de todos y el que más ‘mordió’ luego, levantando ya algo de tierra, tarea a la que se fueron dedicando cada vez con más intensidad muchos de los siguientes, a medida que el asfalto se iba ensuciando y había que cerrarse lo posible para evitar sustos que te llevasen más de la cuenta hacia el exterior.

Sexta posición para el cántabro Dani Peña con el C2 R2, primer grupo A en la meta

Sensacional rallye del gallego Julio Garriga, séptima absoluto y primero de propulsión

Pese a un pinchazo al inicio, Dani Mieres todavía consiguió acabar octavo scratch y ganar el grupo N

Los cronos de este primer asalto, que ya se había cobrado entre sus numerosas bajas, a uno de los aspirantes a las primeras plazas, dejaban un panorama muy claro en cuanto a lo que se podía esperar de lucha (¡o falta de ella!) por la victoria. Tras el susto de la víspera, cuando problemas con la nueva caja recién llegada de Inglaterra trajeron loco a su equipo y casi le impiden tomar la salida, el Subaru WRC de Jesús Fernández funcionaba como un reloj, y ello permitía a su piloto disfrutar de tan magnífica maquina en un tramo tan bonito como Arlos, marcando el scratch con rotundidad. El que menos perdía, Jonathan Pérez, cedía más de un segundo por kilómetro, lo que en un tramo de casi 15000 metros de longitud se traducía en una desventaja de 16.8 que era realmente significativa. ‘Tano’ se confirmaba como el gran favorito, y con Arias fuera ya no se veía quien podía hacerle sombra. La lucha habría que buscarla por la segunda plaza, y ahí si que se anunciaba guerra. Entre el Clio de Johnny, segundo en Arlos, y el EVO de ‘Viti’, quinto en el primer parcial del rallye, había sólo siete segundos y medio, con otro EVO, el de Félix, y otro Clio, el de Cima, entre ambos, y con un tercer Mitsu (curiosamente cada uno de distinta EVO, ¡un 7, un 8 y un 9!), el de ‘Rayman’, a poco más de diez, seguido de cerca por los C2 del cántabro Dani Peña y del jovencísimo José Antonio Suárez, de nuevo rodando a un ritmo de escándalo, lo que empieza ya a no ser novedad.

El retorno al complicado Arlos cumplía con los pronósticos de tramo duro y que iba a pasar factura, y aparte del fuerte golpe de los Arias, había nada menos que ocho bajas más, de ellas dos también por fuertes accidentes, los que sufrían el 309 de Sergio Alonso-David Canga y el Clio de los hermanos Viña, que requería de asistencia médica para ambos (por fortuna sin consecuencias graves) y obligaba a la neutralización de la parte final del tramo. Tampoco superaba la primera especial, en su caso por problemas mecánicos, otro Clio, el que estrenaba Jorge Suárez ‘el pollo’, en el color rosa característico de su recordado y ‘fenecido’ Saxo y al que veíamos pasar el cruce en tres ruedas y como un tiro (con el Citroen de la cántabra Eva Martínez en su punto de mira)… pero que se paraba poco después, como oíamos comunicar por la emisora interna del radio enlace que estaba situado en la zona.

Tras ‘hincharnos’ a subir y bajar por el ‘prao’ a medida que habían pasado los diferentes coches, era hora ya de volver al nuestro, poner la radio para enterarnos de estos cronos ya comentados de Arlos y de los realizados en la primera de Santoseso (perdón, ¡La Peral!) y buscar nueva ubicación para la segunda pasada, ¡que en esta zona ya no quedaba sitio desde el que no hubiésemos sacado al menos una foto!

En La Peral, se repetía la tónica del paso inicial por Arlós, con nuevo scratch para ‘Tano’ y el Impreza WRC, aunque esta vez había al menos uno de sus rivales que perdía menos de ese ‘segundo por kilómetro’ que había sido norma en el tramo anterior. Se trataba de Félix García, quien aprovechaba la mayor rapidez de la especial para poner tierra de por medio con su EVO VII ante los ‘peleones’ Clios de Pérez y Cima, que aquí tenían menos ‘chance’. También el EVO VIII de ‘Rayman’ batía a ambos en el parcial, aunque en la general tanto Johnny como Fran seguían por delante suyo, haciendo sus Renaults de relleno en un sándwich en el que el pan eran los ‘Mitsus’ de Félix y Manuel Antonio.

Mi cambio de punto de observación era rápido, ya que nada más salir de nuevo a la general, atisbaba pocos metros después el siguiente desvío que indicaba Taujo/Campu La Vega, entraba por él y en un par de minutos ya estaba otra vez aparcando ‘a la puerta del tramo’ ¡así da gusto! Además, el sitio tenía buena pinta, una izquierda en bajada, realmente pronunciada en ángulo y en desnivel, que era de esos puntos en los que, hasta hoy día cuando tan raro es ver a un coche derrapar, íbamos a tener cruzadas de sobra.

'Ordiales' rodó rápido sin dejar de dar espectáculo, terminando noveno

Décima posición de la general para el C2 de Juan Manuel Martínez

César Fernández volvió a la acción y se clasificó undécimo pese a perder tiempo por un pinchazo

Como me había planteado el rallye en plan tranquilo, por una vez había sido previsor y hasta llevaba comida, bebida y lectura en el coche, con lo que la hora que restaba hasta la segunda pasada por Arlos pasaba volando mientras daba cuenta de un buen trozo de empanada casera y una Coca Cola… leyendo además ‘batallitas’ de esas de los ‘buenos viejos tiempos’ de las carreras, que trae cada mes la revista inglesa MotorSport y que tanto me gustan. Las aventuras y desventuras de Jackie Oliver como piloto, primero, y propietario de Arrows, después, amenizaban la espera, y se complementaban con unos cuantos minutos de ‘charla de rallyes’ con el grupo de amigos de cuneta que me suele ayudar en algunas de estas crónicas y que, por absoluta casualidad, habían elegido también el mismo cruce para ver la segunda pasada por Arlós.

De nuevo lo único malo era la posición del sol, no excesivamente favorable para las fotos y, a esta hora, calentando ya de lo lindo. Enseguida empezaba la acción, con ‘Viti’ situando el EVO IX con esa obligada mesura de quien (¡presupuesto obliga!) sabe que, simplemente, no se puede permitir ‘pegar’ y, además, va ‘con lo justo’ a nivel de gomas (siempre usadas), con lo que su objetivo es claro: disfrutar sin excesos y terminar lo más arriba que se pueda sin que ello implica atravesar ‘la delgada línea roja’ que decía aquella película de guerra. Tras él, ‘Tano’ cruzaba el Subaru con más decisión… incluso con un poco más de la cuenta ya que la ‘culera’ acababa por apoyar, brevemente y con escasa violencia, contra el poste de la luz tan amenazadoramente situado justo en el borde exterior del asfalto. El siguiente en llegar era Félix, que trazaba la curva ‘de mundial’, ‘tirando’ el EVO VII ya desde antes de que entrase en nuestro campo de visión, en el que aparecía totalmente de lado y en pleno contravolante para, nada más enfocar la salida del viraje, acelerar con decisión entre una salva de aplausos. El de Trevías tiene el Mitsu muy por la mano y curvas como esta le permiten demostrarlo.

Sin embargo, ya se sabe que espectacularidad y cronos no van siempre de la mano, y aunque el paso de los Clio R3, que venían a continuación, era muchísimo menos llamativo, con los tres (Pérez, Cima, Palacio) abriéndose más a la entrada para ‘redondear’ el agudo ángulo del viraje, entre ellos estaba el único que se acercaba, en cronos, al tercer scratch del día para el inalcanzable binomio ‘Tano’-WRC. Se trataba de Johnny, que se quedaba a apenas un segundo del mejor tiempo y recuperaba la segunda plaza que en La Peral le había arrebatado Félix García. Tercero del tramo era otro Pérez, Manuel Antonio, ‘Rayman’ para entendernos mejor, que ganaba también una plaza en la general, en su caso en detrimento de Cima. La lucha entre los dos EVOs y los dos R3 por las dos posiciones de podio que quedaban tras el ya claramente escapado líder se hacía más cerrada por momentos.

Con los Escort de ‘Ordiales’ y ‘Lolo’ como principales animadores (trompo incluido para el de Quinzanas), el festival de cruzadas más o menos ortodoxas continuaba, y si tengo que destacar a alguien más me quedaría con el sorprendente BMW negro del gallego Garriga. Un coche al que este año habíamos visto en el Fito y Santo Emiliano en manos de Gayoso, y que en los tramos del Avilés no pensábamos que pudiesen andar y rendir como lo estaba haciendo con su nuevo piloto, que lo llevaba con mano firme y ‘pie abajo’, avanzando una barbaridad a ojos vista y viéndose reflejada esa sensación con los cronos que iba realizando y que, a esas alturas, le situaban ya a un paso de los diez primeros de la general.

Buen rallye de Mario Sotero, decimosegundo pese a que su nuevo motor no le rindió como esperaba

Samuel Alvarez hizo un rallye muy regular para llegar a meta en el puesto 13 con este León 1.8T

El ferrolano Oscar Soto fue decimocuarto y tercero del grupo A

Una vez completado el paso de los ya ‘sólo’ 65 supervivientes (una veintena de bajas en tres tramos, ¡vaya criba!), poníamos rumbo a la zona de asistencia en el Quirinal y la radio nos servía para conocer como había quedado la clasificación tras el segundo paso por La Peral, donde un nuevo scratch significaba ‘pleno’ en la primera sección del rallye para Jesús Fernández. El de B9 elevaba ya su diferencia a 48.1 segundos sobre Jonathan Pérez, que aunque fuese por poco, conservaba la segunda plaza en un tramo más favorable al EVO de Félix que, de todas formas, le recuperaba casi toda la diferencia y le seguía muy de cerca, a sólo medio segundo. Entre cuarto y quinto, ‘Rayman’ y Cima, la diferencia era también mínima, sólo 1.7 a favor del EVO sobre el R3, mientras que, ya un poco en ‘tierra de nadie’, venía ‘Viti’, sexto a 15 de Fran y con casi 14 sobre Dani Peña.

Del octavo en adelante lo primero era contabilizar bajas, ya que los tres que ocupaban los puestos 8, 9 y 10 tras Arlos2 ya no volvían en competición a Avilés para la pausa del mediodía. El peor trago era para el rápido y espectacular Daniel García Merino, al que ya no tendríamos ocasión de ver en el parque de asistencia y del que nos llegaban noticias de que había sufrido un tremendo golpe con su Sierra en la rapidísima bajada de La Peral. Golpe de que piloto y copiloto salían indemnes pero que dejaba el bonito Ford muy malparado, como podría apreciar al día siguiente en las fotos del ‘siniestro’ que me hacía llegar un aficionado vía email. A los otros dos que debían decir adiós, dejando libres otro par de plazas entre los diez primeros, si los veía en el Quirinal, pero con los coches ya cargados en sus respectivos remolques. El piloto revelación de la temporada, José Antonio Suárez, me mostraba la dirección dañada en su blanco C2 tras un ligero toque en Arlos2, mientras que César Palacio trataba de buscarle el lado positivo a su segundo abandono consecutivo tras sólo tres tramos con el Clio R3, bromeando con el hecho de que, al menos, estaba ahorrando en gomas nuevas… aunque imagino que la procesión iría por dentro del actual campeón regional, que necesita kilómetros para hacerse a su nueva montura, con la que dista todavía mucho de tener la perfecta simbiosis que llegó a alcanzar con el Clio Sport que llevó al título el año pasado.

El que, lógicamente, no estaba para bromas era Miguel Arias, al que encontrábamos abatido en su asistencia y que nos daba detalles del fuerte golpe del que habíamos sido testigos en la distancia. La causa del ‘vuelo’ del R3 era una arqueta situada en el exterior de la curva que, al entrar demasiado rápido y más abierto de lo previsto, encontraba en su trayectoria, haciendo de catapulta para enviarle fuera de la carretera y, quien sabe, si de la temporada… porque reparar un golpe de esta entidad es todo menos barato, y el presupuesto del de Grao no es tampoco de los que permitan demasiados ‘extras’, aunque seguro que no se va a rendir por mucho que a esas horas del sábado el ánimo estuviese, evidentemente, por los suelos.

Victoria en clase 1 y podio de grupo N para el 106 de Emilio José Luis Castro

Increíbles cronos de Luis Arenas, decimosexto de la general y primero de los 205 llaniscos

Justo tras el de Arenas se clasificó otro de los 205 de AutoColón, el de Juan Luis García

Justo al lado, mientras Jonathan Pérez atendía una llamada en el móvil, comentábamos con su copiloto, Kike Velasco, como iba su rallye y que perspectivas tenían de cara a las secciones de la tarde, en las que, en teoría, los EVOs debían de ser más competitivos. Algo que Kike tenía claro, buen conocedor de las posibilidades de uno y otro coche tras haber tenido ocasión de rodar en ambos junto con Johnny durante estas dos últimas temporadas. En lo rápido los Mitsubishis deberían ser superiores así que no se hacía demasiadas ilusiones de que pudiesen conservar su privilegiada segunda posición pero, por supuesto, iban a intentarlo.

Pero quien se la debía arrebatar según esa lógica, Félix García, tampoco las tenía todas consigo. También en este caso era su copiloto, Miguel Angel, el que nos atendía, explicándonos que iban sufriendo un montón con los frenos, que perdían eficacia de forma alarmante a medida que pasaban los kilómetros de cada especial. Si a ello uníamos un motor que, con el intenso calor que nos achicharraba a todos, no rendía todo lo que puede dar, el panorama no era tan optimista como se podía esperar en el box de los hermanos de Trevías.

En el siguiente duelo de la general, también entre un EVO y un R3, el planteamiento era similar, con teórica ventaja en los más rápidos tramos de la tarde para ‘Rayman’, que estaba satisfecho con como se iba desarrollando su rallye, sin problema alguno, mientras que su rival por la cuarta plaza, Cima, ‘se comía el coco’ con el tiempo que se había dejado, no entendía muy bien como ni donde, en el segundo paso por Arlos, lo que le había hecho no sólo estar por detrás del EVO VIII sino perder contacto con Félix y Johnny, en cuyos cronos si había estado en las otras tres especiales.

Mucho más tranquilo estaba ‘Viti’, disfrutando de una suculenta hamburguesa recién hecha y con las ideas muy claras respecto a cual era su rallye, mantener la posición y esperar a ver si por delante alguno fallaba y podía pescar algo más que la sexta plaza que ocupaba hasta entonces. Y no menos tranquilidad se respiraba en B9, con ‘Tano’ explicándonos como tras los apuros del día anterior para hacer que la nueva caja funcionase como debía, todo iba perfecto, y así esperaba que siguiese en lo que quedaba de día.

Un último repaso a los diferentes equipos que ocupaban posiciones destacadas en la general, me llevaba a charlar unos instantes con César Fernández, que era décimo y al que nos alegraba ver de nuevo ‘en acción’. ‘Santana’ no quería ni tentar a la suerte diciendo que todo iba bien, acostumbrado como está a que la diosa Fortuna le juegue malas pasadas con demasiada asiduidad, aunque ni así podría evitar un posterior pinchazo que le haría perder más tiempo que posiciones. Con otro de esos Clio Fase I que todavía dan guerra, también rondaba los diez primeros Dani Mieres, cuyo copi, un viejo amigo de esta web, el joven Ray Fernández, nos contaba las causas de su retraso en el primer tramo, un pinchazo justo antes de empezar que les hacía penalizar y ceder un buen puñado de segundos. A su lado, Dani nos comentaba que esperaba impaciente los tramos ‘de casa’, en los alrededores de Pravia, dispuesto a remontar posiciones pese a la desventura matinal.

El Saxo de Alejandro Clavel terminó segundo de clase 1 y 18º de la general.

Eugenio Pelaez consiguió acabar entre los 20 primeros con su Clio

Adolfo Vega fue vigésimo con su 205GTI, el único clase 8 en la meta

Tras saludar a Quique Ojeda, en labores de doble cero con un Impreza y dando ese toque ‘campeonato de España’ que no puede faltar en el Avilés cada año, emprendía ya camino de vuelta a casa, dispuesto a seguir el resto del rallye gracias a internet y la radio, que siempre es una herramienta de inestimable ayuda, aunque este año, con eso de la crisis, la gente de la COPE se están prodigando mucho menos de lo que a nosotros (¡y a ellos!) nos gustaría. Y tras un primer paso por La Fallona, que era de nuevo para ‘Tano’ seguido por los EVOs de ‘Rayman’ y Félix, confirmando que, efectivamente, en estos tramos los Mitsubishi iban a sacar ventaja, desde la radio precisamente nos llegaba la noticia del rallye: nada más cruzar la meta de Selgas, de nuevo con el que sería el mejor crono y su sexto scratch del día, el Subaru del líder sufría una más que preocupante ‘hemorragia’ que no auguraba nada bueno. Algo se había roto en el cambio que tanta guerra había dado la víspera, y a ‘Tano’ y su copiloto, Salvador Belzunces no les quedaba más opción que esperar la llegada de la grúa y ver como se les escapaba entre los dedos un rallye que tenían poco menos que ganado, con un minuto de ventaja y sólo dos tramos por delante. Pero, ya se sabe, ‘así son las carreras’… ¡así de injustas!

El inesperado golpe de efecto que suponía la retirada del WRC cambiaba por completo el panorama de la parte alta de la tabla. Lo que a mediodía era una lucha por la segunda plaza entre Félix y Johnny, seguida de otra por la cuarta entre Rayman y Cima, se había convertido ya, tras los cronos de las dos especiales de la tercera sección, en un cerrado grupo, en el que sólo 15 segundos separaban a los cuatro. Un grupo que ahora tenía mayor premio a sus esfuerzos, ya no se trataba de acabar segundo… ¡se trataba de ganar el rallye! Y el que mejor situado estaba era Félix, que acababa de adelantar a Johnny, convirtiéndose en líder virtual, pese a que rodaba con la preocupación de unos valores de temperatura algo más altos de lo recomendable en el propulsor de su EVO VII. Con dos tramos por delante todavía podía pasar cualquier cosa, porque el del Clio R3, a sólo 12.8 segundos, veía opciones de una prestigiosa victoria y no escatimaba en ganas ni en ruedas, que bien merecía la pena el esfuerzo. Y, además, ‘Rayman’ estaba ahí, al acecho, a sólo 4.4 en unos tramos en los que el EVO andaba realmente bien, aunque su piloto reconocía no encontrarse tan a gusto en el de Selgas, que no tenía muy bien entrenado y donde se había visto superado por los dos Renault, entre los que Cima, pese a ir ‘con la calculadora’ en cuanto a gasto de neumáticos (¡hay que ahorrar para Ferrol!) había sido el más rápido.

La espera para conocer los tiempos del primer asalto de este inesperadamente emocionante final se amenizaba de forma magnífica gracias a la genial idea de la gente de la COPE de conectar en directo con el coche de Viti en plena carrera. Ello nos permitía ‘hacer dentro del EVO’ todo un tramo, escuchando a su copiloto Pablo González ‘cantarle’ las notas y marcarle el ritmo de un modo magnífico. Un documento realmente bonito que servía para resaltar esa labor tan poco agradecida (al menos por eso que se llama el ‘gran público’) que es la de ir en el asiento de la derecha. Una posición que yo suelo comparar a la de portero en el fútbol por una sencilla y totalmente injusta razón: ¡se habla más de ellos cuando fallan que cuando aciertan!

Pese a algún que otro contratiempo, 'Lolo' completó el rallye dando espectáculo con su MKII

Sólo tres supervivientes en la Copa 1000, con victoria para el Cinquecento de Pelayo Beteta

El Trofeo Junior sigue contando con pocos adeptos, dos inscritos y nada más que el Saxo de Oscar Bueno en la llegada

Los cronos del segundo paso por La Fallona nos llegaban unos cuantos minutos antes desde la radio que por Internet, confirmándome una vez más que, por mucho que el señor Barroso me insista siempre en que su cronometraje es totalmente automático, online, vía satélite, etc, etc, al menos los resultados que salen en la web son más en ‘ligero diferido’ que en ‘riguroso directo’ la mayoría de las veces, algo que ‘sufren’ especialmente las teclas F5 de los ordenadores en las salas de prensa del nacional de rallyes, pulsadas siempre frenéticamente cuando oyes que ‘fulano’ ya llegó a meta pero en la ‘pantallita’ sigue sin salir su crono ¡cosas de la tecnología! Volviendo al Avilés, los tiempos registrados por los de delante comprimían aun más el grupo de cabeza, al marcar el scratch ‘Rayman’, seguido de Cima, con lo que tercero y cuarto se acercaban un poco más a segundo y primero, entre los que Félix ‘arañaba’ nueve décimas más respecto a Johnny que elevaban su renta respecto al Clio a 13.7… pero disminuían su ventaja al frente de la general, ya que ahora era ‘Rayman’ el que lideraba el ‘intento de caza’, a 11.5, mientras Cima, cuarto, estaba ya también a menos de 20. Diferencias pequeñas pero que, con sólo los 12.5 kilómetros de Selgas por delante, deberían ser suficientes para que el de Trevías sumase una nueva victoria.

Y así era, Félix García aplicaba a rajatabla aquello de ‘no hay mejor defensa que un buen ataque’, marcaba su único scratch del día y se proclamaba ganador del 33º Rallye de Avilés. Un triunfo, su segundo del 2009 tras la victoria de la cita inaugural de la temporada, en Tineo, que le sitúa al frente de la general del campeonato y le propone, un año más, como uno de los máximos aspirantes al título regional.

La sorpresa saltaba justo tras el EVO VII ganador, ya que, definitivamente, Selgas se le atragantaba a ‘Rayman’, que no sólo no podía amenazar el liderato de Félix sino que veía como, por sólo nueve décimas, se le escapaba la segunda plaza, que iba a parar a manos de Johnatan Pérez, otro que se postula como aspirante el campeonato a base de rodar cada vez mejor con el Clio R3. Con el mismo crono que Johnny en la última especial, Fran Cima tenía que conformarse con ser cuarto, imagino que quedándose con esa sensación agridulce que te debe dejar el estar tan cerca incluso de ganar el rallye (¡a sólo 21.8 segundos!) y, sin embargo, terminar incluso fuera del podio.

Raúl Tejerina marcó cronos notables con su 106 de clase 1

César Palacio no pasó del tercer tramo en su segundo rallye con el Clio R3

El leonés Javier González tampoco llegó muy lejos con su EVO V

Quinto, cumpliendo a la perfección su plan de ‘terminar sin problemas’, era ‘Viti’ que, ‘a la chita callando’, es segundo en la general del campeonato tras acabar arriba en los cuatro rallyes que van de temporada y, como los demás se descuiden, va a ‘estar ahí’ a final de año, dispuesto a pescar en río revuelto. El langreano acababa ya a algo más de minuto y medio del ganador, y con margen de sobra sobre el siguiente, el cántabro Dani Peña, que completaba un buen rallye con el C2 R2 de Auto Gomas. A su lado competía Pablo Marcos, en un retorno a la actividad que me alegraba especialmente ya que él, junto con otros ‘copis’ de los que ya he hablado en esta crónica, como su tocayo Pablo González. ‘Kike’ Velasco, o ‘Ray’ Fernández, a los que uniría a gente como ‘Gabri’ Suárez, ‘Kiko’ Benavides o ‘Guti’ Ramos, forman un grupo de copilotos a los que he visto ‘crecer deportivamente’ desde que hago esta web, cada uno con sus medios y posibilidades subiendo, poco a poco, escalones, en un mundo complicado como es el del copilotaje. Un mundo en el que se van abriendo paso a base de hacer las cosas bien, con esa mezcla siempre difícil de conseguir en la que la profesionalidad se ha de unir en la adecuada dosis al entusiasmo. Una mezcla cuyo mejor ejemplo en esto de copilotos asturianos es Salvador Belzunces, al que la injusta avería en la caja del Subaru le dejaba sin el merecido premio de subir a lo más alto del podio de un rallye en el que lleva siendo protagonista tantísimos años.

El repaso a los primeros puestos de la general final nos lleva ya a la séptima plaza, ocupada por el que, para mi, era la gran sorpresa del rallye, Julio Garriga, que hacía tiempos realmente fantásticos al volante del M3 negro con la publicidad de Mayador. Tras él acababa por situarse Dani Mieres, cumpliendo su objetivo de remontar por la tarde en los tramos ‘de casa’ para terminar octavo y primero de grupo N, categoría en la que iba en cabeza ‘Santana’ hasta que un pinchazo en el primer paso por Selgas le mandó para atrás, sacándole además de los diez primeros de la general, en la que terminaba el once. Entre los dos Clio Fase I acababan Ordiales, pese a que su Escort rodaba ‘tocado’ en la parte final de la prueba, y José Manuel Martínez, de nuevo rápido y constante con el C2, al que llevaba al décimo puesto de la clasificación.

Aparte de estos once ya comentados, otros treinta tres eran los que conseguían completar una prueba que se cobraba su habitual alto precio en forma de averías y accidentes. Sólo terminar ya era un triunfo, y si además se hacía en puestos tan altos comparados con sus números de salida (en los ‘setentas’ ambos) como los que conseguían los dos primeros 205 llaniscos, los pilotados por Luis Arenas y ‘Juanlu’ García, nada menos que 16º y 17º de la general, el resultado tiene doble valor. Destacable me parecía también el duodécimo lugar del joven y siempre rápido Mario Sotero Carrete, pese a que el piloto no estaba del todo contento de cómo había rendido la nueva mecánica que estrenaba en Avilés para mover su 206, o la decimotercera posición del muy bien presentado Seat León 1.8T de Samuel Alvarez que, a simple vista, no me había dado sensación de ir tan deprisa pero al que los cronos ‘le salían’, como demuestra su posición al final del día.

Un toque que dañó la dirección dejó fuera a José Antonio Suárez cuando rodaba entre los 10 primeros

Daniel García Merino lideraba entre los 'traseras' hasta su fuerte accidente bajando Santoseso

Angel Alvarez se acercaba a los diez primeros a mitad de rallye pero su 106 kit car cedió

Ya en la parte final de la tabla, como es lógico dada la modestia mecánica de sus monturas, acababan los únicos tres supervivientes de los ocho participantes en la ‘copa mil’, con liderato inicial para el 106 de Raúl Sánchez, que se salía en el segundo paso por La Peral, y claro dominio a partir de ahí del Cinquecento de Pelayo Beteta, al que finalmente secundaba la unidad similar de su hermano Isidoro, una vez que el del ‘motero’ Ricardo Menéndez se quedase fuera de combate a media tarde, cuando era segundo y estaba cerca de conseguir el objetivo que me había apuntado en la asistencia, terminar su primer rallye. Algo que si conseguía, aunque fuese muy retrasado, Manuel Cervantes, completando el podio de la ‘copa mil’ y la lista de tiempos general del rallye.

Tras este interesante Avilés, el Campeonato de Asturias de rallyes se va ‘de vacaciones’, ya que su siguiente cita será el nuevo rallye de Boal, allá por septiembre, justo la semana antes de ese esperado ‘Príncipe-IRC-ERC’ que, estad tranquilos, va para adelante ‘con todo’.