En Llanes el cielo era de un azul intenso y brillaba el sol a mediodía del sábado, pero a esa misma hora, a 900 kilómetros al sureste, en Parcent, las nubes grises cubrían el panorama cuando estaba a punto de iniciarse la última prueba del Campeonato de España de Montaña, la subida al Coll de Rates que, por segundo año consecutivo, compartía espacio en el calendario con el rallye del oriente asturiano. El año pasado, Jose actuó de enviado especial para esta web en la subida alicantina, pero esta vez no hacía falta mandar a alguien desde tan lejos, ya que Dani López acudía desde la mucho más cercana Totana para encargarse de ser ‘nuestros ojos y oidos’ en la cita de cierre del nacional de montaña. Así que en base a sus informaciones, a los tiempos de las diferentes mangas, a los datos que nos proporcionó la gente de Fotomotor.es destacada en la sala de prensa del Llanes que tenía contacto directo con la prueba y a lo hablado vía telefónica con algunos de los protagonistas, me dispongo a elaborar el último reportaje del año de una especialidad, la montaña, que fue precisamente gracias a la cual nació esta web y en la que, por tanto, siempre tiene un hueco, por mucho que en temporadas como esta del 2009 no haya resultado tan interesante como nos hubiese gustado… aunque no por ello han faltado momentos realmente buenos, de los que, precisamente, alguno se vivió el pasado fin de semana en las rampas del Coll de Rates.

De entrada, la subida alicantina presentaba una inscripción corta en número pero plagada de alicientes, con novedades realmente notables. En la lista del Campeonato de España no faltaba ninguno de los ‘tenores’ de esta campaña, al reincorporarse el ya tetracampeón, José Antonio López-Fombona, ausente en Cortegada tras proclamarse campeón en la prueba anterior, Chantada, y que iba a Denia muy motivado por la presencia de nuevos rivales con los que ‘batirse el cobre’, que es lo que realmente le gusta al siempre competitivo piloto gijonés. Unos ‘rivales nuevecitos’ que diría Obelix, al que también le gustaba eso de ‘pegarse’ con gente nueva de vez en cuando en lugar de ‘machacar’ siempre a los mismos romanos de las guarniciones que rodeaban la irreductible aldea gala. Unos rivales que eran, ni más ni menos, que Ander Vilariño, (todo un pilotazo salido de los circuitos, campeón de España de F3, ganador de carreras en las World Series y ‘reciclado’ con éxito a la montaña europea cuando el espinoso camino a la F1 se tornó intransitable), Txus Jaio (piloto espectacular donde los haya y dos veces campeón de España de Rallyes de Tierra) y Luis Flores (todo un clásico de nuestra montaña, ex-campeón nacional y siempre rápido en las rampas de Rates, su subida ‘de casa’). Los tres contaban, además, con monturas de primer nivel, Ander con el Subaru Impreza WRC de Vilariño Motorsport, con el que, el año pasado, Gorka Apalantza se llevó la Fase B de Arrate, Txus con el Ferrari Modena GT de Chefo Sport, ya visto alguna vez en los rallyes nacionales y que buscaba en Denia nuevos terrenos en los que desplegar su potencial, y Luis con su habitual Peugeot 206WRC, ya acusando el paso de los años (¡y la mengua del presupuesto para mantenerlo) pero, todavía, un 'aparato' de calidad. Junto a ellos no faltaban los Audi A4ST de José Antonio Aznar y Raúl Borreguero, que tenían aun que dilucidar su particular ‘combate de los jefes’ (¡ya que empezamos pues sigamos con los símiles sacados de los comics de Asterix!) para ver quien de ellos se hacía finalmente con el subcampeonato, para lo que el almeriense llegaba a Denia con ventaja respecto al valenciano. El que finalmente no sería de la partida, en cambio, era Angel Castro, cuyo Seat Toledo GT ‘chamuscado’ en Arrate está ya prácticamente listo pero al que le faltaba por montar la siempre imprescindible electrónica, el auténtico cerebro de los coches de competición modernos.

Si entre los turismos del Campeonato de España no faltaban alicientes, la siempre competida copa CM mostraba, en cambio, un aspecto bastante desolador. Entre que el título ya quedó decidido en favor de Pedro Roca en Chantada (y el de CM1 en Cortegada, para Jesús Alvarez), que Oscar Palacio ‘perdió el tren’ del certamen por su lesión en el pié y no ha vuelto al mismo desde el verano… y que alguna ‘mente pensante’ programó el mismo fin de semana de la subida al Coll de Rates una prueba del open CM de circuitos en el nuevo trazado aragonés de MotorLand, a la que acudieron el propio Roca, Xoan Sanmartín o Salvador Terra (y, con ellos, los equipos digamos oficiales de Silver Car y BRC), pocos quedaban para competir en Denia. De hecho, de los habituales del certamen sólo estaban Iñigo Martínez y Pantxo Egozkue, que se jugaban el subcampeonato, el sobrino de Pantxo, Aritz, y el cántabro Luis Jesús Fernández, en lo que respecta a los CM más modernos, a los que acompañaban los CM1 de los también cántabros Juan Antonio Castillo y Juan Carlos Samperio, que se disputaban también el subcampeonato de su categoría. El resto ya eran pilotos locales, en principio con pocas opciones, aunque tenía curiosidad por conocer las prestaciones del siempre espectacular Mateo Lirola, que para la ocasión cambiaba su Sierra Cosworth por un Silver Car y que, desgraciadamente, tendría muy poca suerte a lo largo de todo el fin de semana.

Casi cerrando la corta lista de 40 participantes, estaba el otro foco de atención de la prueba, la categoría de los clásicos, en la que el título todavía estaba en juego entre el vigente campeón, Miguel Angel Clemente, y el aspirante a destronarle, Rafael Serratosa. El rápido piloto valenciano del TVR Griffith se presentaba además con numerosa ‘escolta’, ya que hasta tres Serratosas más aparecían en la relación de participantes: su hijo, de nombre también Rafael y al que ya vimos el año pasado en esta prueba con el precioso Jaguar E, y sus sobrinos Ignacio y José, con sendos Minis. Como además también quedaba por dilucidar el tercer puesto del campeonato entre el levantino Antonio Noguera (Lotus Elan) y el asturiano Rafael Bustelo (Simca Rallye), y no faltaba el rápido murciano Rafael Bornas (también con Simca) ni varios de los habituales de la categoría en esta subida cada año como Gomis (Alpine) o Turgoose (Escort), el resultado era una participación record en ‘clásicos’ que iba a deparar una ‘carrera dentro de la carrera’ a la que merecería la pena prestar atención.

Así que, resumiendo, eran pocos pero bastante escogidos los que acudían al Coll de Rates y, desde luego, podían dar mucho juego. De entrada, por desgracia, uno de los ‘puntos calientes’ del fin de semana, la lucha por el título de clásicos, se decidía por la vía rápida ya en la manga de entrenos libres del sábado. Rafael Serratosa se salía de forma aparatosa con su potente pero nada fácil de controlar TVR y el resultado era un destrozo considerable en el valioso deportivo británico que dejaba a su piloto como espectador de la actuación del resto de miembros de su familia durante lo que quedaba de fin de semana, lo que ponía el título en las manos de Clemente por segundo año consecutivo.

Con el cielo cada vez más negro pero todavía sin lluvia y con el piso perfectamente seco, el primer contacto con las rampas del coll de Rates servía para ver como la lucha por la victoria en la clasificación de los turismos del nacional iba a ser cosa de dos: Fombona y Ander. El joven piloto vasco daba primero, rodando en 2.12.2 en entrenos libres, con el gijonés ‘a su rebufo’, cediendo sólo un par de décimas, mientras que los demás, encabezados por Flores, ya estaban, como mínimo, a más de cuatro segundos. Entre ellos, faltaba Aznar, que andaba ‘loco’ con los diferenciales de su A4 ‘haciendo de las suyas’ y provocando diversos fallos que podían complicarle muy mucho la consecución del subcampeonato.

Justo antes de que empezase la manga de entrenos oficiales, las amenazadoras nubes descargaron finalmente agua sobre la zona, y aunque el chaparrón fue breve y cesó antes del arranque de la segunda subida del día, el piso estaba lo suficientemente mojado como para que los cronos empeorasen de forma considerable. De nuevo el más rápido era Ander, y esta vez con clara ventaja, nada menos que 5.6 segundos sobre Fombona, diferencia suficiente como para empezar a pensar que el heredero de la saga Vilariño pasaba ya a convertirse en el máximo favorito. Algo que, por otra parte, tenía su lógica, teniendo en cuenta tanto su nivel de pilotaje como la calidad de su coche y las características de la subida alicantina, muy ‘de rallyes’ en bastantes partes de su trazado.

Pero ya sin lluvia y con la larga pausa que había entre mangas, propiciada tanto por la puntualidad en su inicio como por su rápido desarrollo, el asfalto se secaba por completo cuando arrancaba la subida decisiva de la Fase A. La primera ‘guerra’ que se decidía en esta era la de los ‘clásicos’, con Clemente marcando el mejor crono al volante de su Seat 124 y asegurándose ya el título del mejor modo posible, con una nueva victoria. Tras el espectacular piloto de Macael, Antonio Noguera superaba con su Lotus, en apretado ‘sprint’ al Simca de Bornás y el Jaguar de Serratosa Jr, quedando los tres separados por apenas tres décimas.

Quedaba por resolver el esperado duelo Ander-Fombona y mientras yo estaba en la sala de prensa del Llanes procesando algunas de las fotos tomadas por la mañana en Torre-Carmen, completaba ya su recorrido el Impreza WRC del vasco, de cuyo crono me informaba Gil puntualmente: ‘ha hecho 2:09:155’, a lo que yo replicaba ‘ese tiempo es batible por Fombona, el año pasado bajó hasta 2:08’ … y, dicho y hecho, José Antonio no me dejaba mal, y aunque no llegaba hasta su fantástico crono del año pasado (con el que, además, le había arrebatado precisamente el record de la prueba en turismos al padre de Ander, Andrés), paraba los dígitos en 2:09:132, exactamente 23 milésimas de segundo menos que su rival. Un suspiro, ¿que digo un suspiro?… ¡ni eso! … o, por otra parte, ¡eso y mucho más! porque cuando se gana, sea por mucho o por poco, la diferencia entre ser primero y segundo en las sensaciones de los que ocupan ambas plazas es todo un abismo. Ese abismo entre el ganador y ‘el primero de los perdedores’, que Fombona cruzaba por décima vez esta temporada, batiendo a su joven y talentoso rival en el primer asalto de un duelo que debía tener su continuidad (quien sabe si con revancha, al día siguiente)… aunque la lectura posterior del comunicado de prensa de Vilariño Motorsport planteaba ya serias dudas al respecto, hablando del descubrimiento, a última hora, de ‘graves irregularidades en la caja de cambios’ que, continuaba la escueta nota, ‘imposibilitarán que Ander Vilariño tome la salida en la Fase B’

En clásicos, Clemente daba todo un festival de llevar de lado el 124 camino de su segunda victoria del fin de semana y de su segundo título de Campeón de España. Su 2:40:1 era 15 segundos más lento que el crono ganador de la víspera pero, aun así, le bastaba para mantenerse fuera del alcance del resto, encabezados por un rapidísimo Bornás, que sobre piso deslizante se movía como ‘pez en el agua’ con el ágil Simca, quedando a poco más de un segundo del Seat y distanciando a Antonio Noguera, de nuevo en el podio con el pequeño Lotus Elan, esa genialidad salida de la fértil mente del legendario Colin Chapman. Tras él acababa el único superviviente de los Serratosa, que habían ido cayendo uno tras otro como si de una maldición se tratase. Tras el ya relatado accidente de Rafael Senior con el TVR, Rafa junior tenía ya un aviso al tocar la aleta delantera de su Jaguar, que derivaba después en otro golpe, bastante más fuerte, que dejaba el E type fuera de combate. Y, por si fuera poco, Ignacio también ‘tocaba’ con el Mini, con lo que sólo restaba ‘en pie’ el de José, que salvaba el honor de la familia acabando cuarto.

En CM se repetía de forma prácticamente total el resultado del día anterior aunque, lógicamente, con cronos más altos dado el peor estado del asfalto. Entre los más veteranos CM1, Castillo volvía a batir a Samperio, aunque esta vez con bastante menos diferencia, mientras que la pelea de los más modernos CM era de nuevo para Iñigo, ahora con bastante más ventaja sobre Pantxo que el día anterior, sellando así el subcampeonato el del Silver con otra victoria.      

Tampoco había cambios en grupo N, con otro fácil triunfo para Rubén que le daba también el subtítulo, ni en GT, de nuevo con Jaio claramente por delante de Castro pero, de nuevo, lejos de los superturismos y World rally cars, aunque recortando ligeramente diferencias, lo que teniendo en cuenta que el piso estaba en peores condiciones para un trasera como el Ferrari no deja de ser un buen síntoma de positiva evolución entre una y otra jornada para el imponente Modena de Chefo Sport.

Justo antes de cruzar la meta el Ferrari lo había hecho el Subaru de Ander, que subía calzado con slicks rayados y paraba el crono en 2:14:690. Un tiempo realmente bueno dado el estado del piso, con el que batía claramente el mejor registro hasta entonces, que era el 2:20:956 de Flores, y del que quedaban lejos tanto Borreguero (2:20:1) como Aznar (2:18:7), enzarzados en su lucha particular por el subcampeonato que se decantaba, definitivamente, a favor del almeriense, quien, además, podría celebrarlo desde el podio ya que sólo faltaba por subir Fombona y aunque el gijonés le batiese, tenía ya asegurada la tercera plaza.

La verdad es que no se me ocurre mejor cierre para el nacional de montaña 2009. Un campeonato que ha sido, siendo objetivos, bastante más flojo y menos interesante que los de temporadas anteriores, pero que ha tenido un broche de oro con este duelo a la décima (¡a la milésima el sábado!) entre el veterano campeón y el joven piloto que llega dispuesto a ‘barrer de la carretera’ a la vieja guardia. Algo que, por ley de vida, siempre acaba pasando, pero que no siempre es tan fácil como a primera vista pueda parecer. Muchas veces, en el mundillo del motor, se mira con cierta suficiencia, casi diría que hasta con algo de desprecio, a la montaña y sus protagonistas. Se ve a la categoría como el pariente pobre, como una especie de ‘cementerio de elefantes’ para pilotos sin opciones en otras especialidades, algo así como un último refugio. Pero esos ‘elefantes’ (dicho esto con todo mi cariño y respeto hacia todos ellos) tienen todavía en su haber la sabiduria y la enorme experiencia de los años, sus buenas dosis de orgullo y, también, sin duda, ese talento que, como dice el refrán, ‘el que tuvo retuvo’. Por eso nadie puede pensar que va a llegar y ganarles ‘sin bajarse del autobús’, como decía Helenio Herrera. Y lo de este fin de semana en Rates diría que ha sido una buena muestra de ello.