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El Campeonato de Asturias de Montaña 2009 concluyó en el Sueve con lluvia en la segunda oficial, lo que convirtió la primera manga en decisiva. En ella, Fermín Busta, en categoría I, y Rubén Bulnes, en categoría II, se hicieron con los mejores tiempos, lo que finalmente les dio tanto la victoria en la subida del Fito Norte como los respectivos títulos regionales que se decidían en la cita final del certamen.
CRONICA

El Campeonato de Asturias de Montaña 2009 llegaba sin decidir a la última prueba de la temporada. Y hablando de montaña no se me ocurre mejor escenario para un duelo final por el título que las históricas rampas del Fito Norte, poco menos que ‘el santuario’ de las subidas... no ya en Asturias sino, casi me atrevería a decir, en toda España.

En las laderas de la cara septentrional del Sueve se tenían que resolver los dos principales títulos en juego, ya que esta temporada, aunque a veces se nos olvidase a lo largo del año, eran dos los títulos de Campeón de Asturias de Montaña en disputa, el de ‘categoría I’ reservado a los que genéricamente podíamos llamar monoplazas (aunque, estrictamente, sólo los cada día más escasos ‘fórmulas’ lo sean, mientras que las barquetas y los CM, son más bien biplazas o, mejor aun, lo que suele conocerse como ‘sport-prototipos), y el de ‘categoría II’, los turismos o, en argot ‘montañero’, los ‘carrozados’.

Fermín Busta batió el record de CM en el Fito Norte durante la primera oficial y ello le dio la victoria y el título en la categoria I

Oscar Palacio no se rindió nunca pero su mejor crono bajo la lluvia de la segunda oficial no le sirvió para revalidar el campeonato

Ajeno a la lucha por el Campeonato de Asturias, Pantxo Egozkue hizo una buena subida y completó el podio absoluto con su Speed Car

El campeonato de categoría I se jugaba a una carta, la más alta, entre el campeón en título, Oscar Palacio, que empezó el año arrasando, con victorias en Fito, Santo Emiliano y Muncó, pero vio comprometida su temporada por el desafortunado accidente ajeno a las carreras en la playa de Rodiles, y el inesperado aspirante a la corona, Fermín Busta, que llegaba al Fito con ventaja en la general tras secundar a Palacio en las tres primeras pruebas y, después, ganar en Amieva (en ausencia de Oscar) y batir a su convaleciente rival en La Manzana (por la tercera plaza) y en Castrillón (donde ambos se jugaron la victoria). Ello dejaba la resolución final en un mano a mano en el que no habría medias tintas, el que ganase era campeón… o más exactamente, Oscar estaba obligado a ganar mientras que a Fermín le bastaba con que ello no ocurriese… pero sin que hubiera nadie con opciones reales de batirles a ninguno de los dos salvo sorpresa mayúscula, para que Palacio no ganase tendría que hacerlo Busta, así que el líder del certamen tenía una ventaja más sicológica que real, y si quería ser campeón tendría que batir a su rival. Un rival que llegaba al Sueve ya sin la escayola y los hierros que mantenían ‘firme’ su maltrecho tobillo, pero que no estaba aun, ni mucho menos plenamente restablecido, como bien se podía apreciar viéndole caminar a duras penas ayudándose de dos muletas. Algo que, en todo caso, el bravo Oscar no quería usar como excusa: había ido al Fito Norte a por el campeonato y algo (o mucho) de dolor en la pierna lesionada no iba a ser causa suficiente para impedirle dar el máximo ante un Fermín Busta más motivado que nunca, no en vano se iba a jugar su primer título de campeón nada menos que en la subida ‘de casa’.

En categoría II la situación era distinta, con Alberto Ordóñez en cabeza y bastándole acabar entre los cinco primeros para ponerse fuera del alcance de Rubén Bulnes aunque este consiguiese la victoria, para la que era favorito con su siempre rápido Citroen AX A1/2, mientras que el líder de la general tenía ante si la incógnita de las prestaciones de su nueva montura, un Renault Clio ex-Oscar Palacio (el ‘otro Oscar Palacio’, ¡nada que ver con el del CM!) que sustituía a su habitual GT Turbo, fuertemente dañado en el aparatoso accidente de Castrillón.

Jesús Alvarez fue tercero a efectos del Campeonato de Asturias tras otra convincente actuación con su Speed Car GT1000

Carlos Rodríguez confirmó su tercera plaza final en el Campeonato de Asturias en su primera temporada completa al volante del Silver

Rafael Armás se rehizo del trompo en entrenos para acabar sexto de la general

Así que, con dos campeonatos de Asturias en juego y con un escenario tan perfecto para resolverlos como era el de las rampas del Fito Norte, mi ‘reencuetro’ con la montaña regional tras no poder asistir, por diferentes causas, a sus tres citas anteriores, no podía tener más alicientes. Incluso el día se presentaba soleado, en contra de las previsiones de lluvia anunciadas por ‘el hombre del tiempo’ la víspera, cuando a eso de las doce y media cogía la autovía de Santander. Y aunque de camino se empezaban a ver unas nubes bastante grises acercándose a las cimas de la sierra del Sueve, cuando llegaba, dejaba el coche en el parking al lado de la salida y me encontraba con Jose, que esta vez se iba a encargar de grabar en vídeo la prueba para el minireportaje que acompaña esta crónica, el sol apretaba con bastante fuerza y ni se me ocurría coger el paraguas ‘de emergencia’ que siempre llevo en el maletero ‘por si acaso’.

Pocos minutos después ya estábamos en la siempre popular curva de meta, gracias a uno de los coches de GJcars que la organización destinaba a subir y bajar a la prensa, lo que siempre es de agradecer ya que facilita enormemente el trabajo. Mientras esperábamos el arranque de la manga de entrenos, prevista para las tres de la tarde, nos tomábamos un bocata en el bien surtido puesto de comida y bebida que ‘abastecía’ al numeroso público ya presente en la zona y observábamos, con el incomparable paisaje de fondo que siempre se disfruta desde lo alto del Fito, como las nubes se iban apoderando del cielo, del que poco a poco iba desapareciendo el azul, que tornaba rápidamente en un gris cada vez más oscuro. Parecía claro que la lluvia tampoco quería perderse el desenlace de nuestro regional de montaña, quedaba por ver si llegaría a tiempo de participar en el mismo.

Finalmente, y tras unos minutos de retraso debido a la avería sufrida por el EVO que hacía de ‘cero’ (¡lo de los Mitsus de cero en las subidas del Fito ya es de auténtico ‘gafe’!) lo que significaba una ascensión ‘extra’ para el doble 00, el Clio R3 de Jonathan Pérez, (¡que no descansa ni un fin de semana!), empezaba ya la ‘acción’. Con prácticamente todo el público tras el guardarail exterior de la conocida izquierda que lleva a la meta del Fito Norte, dejaba a Jose grabando desde allí y decidía situarme en el ligeramente elevado montículo del interior del viraje, posición que permitía sacar las fotos con el precioso paisaje de fondo, los espectadores animando a los pilotos y los coches trazando la paella. Desde esa especie de 'atalaya' me permitía hasta el lujo de ‘jugar’ con los ‘reglajes’ de la cámara, consiguiendo incluso algún que otro efecto interesante de esos de coche nítido (con rueda delantera en movimiento y rueda trasera ‘parada en el aire’) y paisaje y público difuminado como fondo.

En su segunda salida con el Silver, Javier Beteta se clasificó séptimo

Octava plaza de la general para otro Silver, el de Adrian Díaz...

...y novena posición para otro más de los CM navarros, el pilotado por Antonio Casal

Siendo la pasada de entrenos y estando en la última curva, para muchos era más momento de pensar en el espectáculo que en el crono, así que con el siempre ágil ritmo que producen las salidas a treinta segundos y las numerosas cruzadas y levantadas de rueda, la manga pasaba en un suspiro y resultaba de lo más entretenida. A efectos de ‘show’ el ganador era, con diferencia, Alberto Fernández, que ‘dibujaba’ con su BMW un cero perfecto, sin dejar de acelerar y 'quemar goma' camino de la cima para disfrute suyo y del público. A todo un ‘circuitero’ como el que esto escribe, le encantaba ver los preciosos Alfa del madrileño 'Tito' Martín (un Alfetta de aquellos que competían en el grupo 2 del europeo de turismos allá por finales de los 70), y del asturiano Aldo del Alberto (un Alfasud ‘trofeo’ que ya tuvimos ocasión de ver en Muncó). Más ‘de lado’ el primero, más rápido y por el sitio el segundo, los dos me recordaban una de las causas de que me guste tanto la montaña: la posibilidad de ver coches ‘diferentes’ y procedentes de tan distintos orígenes, que es caso único en esta especialidad tan poco apreciada pero tan apasionante.

Sin más incidente que el trompo de Armás (¡casi calcado el del año pasado en el mismo sitio!), bien señalizado con bandera amarilla por el comisario de la curva anterior, lo que permitía al siguiente en pista, Jesús Alvarez, sortear el obstáculo que suponía el Speed Car atravesado a la salida del viraje, se completaba la manga con el cielo cada vez más plomizo y con Fermín Busta avisando de sus intenciones al registrar un 2.14.6 que ya estaba por debajo de su mejor tiempo de carrera el año pasado. Oscar le seguía, a un par de segundos, y ‘Chuve’, pese a la lógica pérdida de tiempo por el ya comentado trompo del vehículo que le precedía, era aun así tercero, apenas una décima por delante del siempre admirable Pantxo Egozkue, que nos visitaba una vez más, imagino que atraído de nuevo por los buenos recuerdos que debe de tener de esta vertiente del Fito.

En el otro duelo que centraba nuestra atención, el de Bulnes contra Ordóñez por el título de ‘carrozados’, ambos estaban en su papel desde el principio, con Rubén marcando ya el mejor crono, en busca de la victoria, mientras Alberto se situaba de sobra entre esos cinco primeros que le bastaban, ya que era tercero, mostrando muy buenas maneras en su debut al volante del Clio Williams, con el que recorría en tres ruedas toda nuestra curva. Entre ambos se situaba otro Clio, el Sport ex-circuitos de Isaac Moro, que se prodiga poco, pero siempre que sale a correr demuestra su rapidez.

Rubén bulnes impuso su Citroen AX en carrozados y se hizo con el título de categoría II

Una avería en el motor del Clio que estrenaba en el Sueve impidió a Alberto Ordoñez defender su liderato en el regional de carrozados

Isaac Moro subió rapidísimo en seco, ¡y aun más en mojado!

Una breve caminata cuesta abajo nos llevaba a la otra curva típica de la parte alta del Fito Norte, la cerrada de izquierdas con la que concluye una de las zonas rápidas por las que, en tiempos, el paso de las barquetas era de esos de ‘quitar el hipo’. En su exterior nos encontrábamos con Carlos Márquez, quien como buen conocedor de la zona y gran aficionado al 4x4 que es, había llegado hasta allí por una de las pistas forestales que surcan la montaña. Cuando charlábamos con él veíamos llegar la caravana de coches de prensa y cual era nuestra sorpresa cuando de uno de ellos se bajaba Ángel Candás, al que hacía tiempo que no encontrábamos por una carrera, y que nos comentaba como tiene previsto ‘volver’ el año que viene con el Fórmula Nissan, que poco a poco ha ido reparando tras el tremendo golpe de la Manzana hace ya tres años. ¡Sin duda una excelente noticia!

Tomábamos posiciones en el exterior de la cerrada curva, con buena visión de la siempre fuerte frenada que requiere y, minutos después, justo cuando empezaban a subir los primeros participantes, unos rayos de sol, tan inesperados como inoportunos para las fotos, se abrían paso a través de la, hasta momentos antes, tupida capa de nubes, lo que me hacía moverme hacia la salida del viraje para evitar el molesto contraluz. De todas formas, y como solía decir mi abuela, se trataba de un sol de esos ‘de mataburros’, que son más anuncio de lluvia que otra cosa. La tonalidad del cielo iba tornando de nuevo de azul a cada vez más gris, produciendo algunas imágenes con iluminación típicamente otoñal, en las que los tímidos destellos solares apenas si se filtran para dar algo más de claridad a la escena.

Desde mi nueva ubicación, me perdía la fuerte apurada de frenada pero, a cambio, el festival de levantadas de rueda, y de inclinadas de carrocería era constante. De nuevo, Alberto Fernández dejaba su firma en el asfalto, con otro cero ‘para la galería’, y entretenidos como estábamos con el rápido discurrir de la manga, casi ni nos damos cuenta de que faltaba uno de los dos aspirantes al título en carrozados: el Clio blanco de Ordóñez no pasaba, mientras que poco después si lo hacía (¡y muy deprisa!) el AX de Bulnes, que paraba el crono en meta en un ya muy notable 2:32:840, a medio segundo de su mejor registro del año pasado. Quedaba por ver si Alberto podría ser de la partida en la segunda manga, ya que con una subida en la que alcanzase un crono entre los cinco mejores le bastaba aun para mantener el liderato… pero pronto nos enteraríamos de que ello no iba a ser posible. El motor de su Clio se había roto y con él sus ilusiones de hacerse con un título por el que ha peleado realmente duro a lo largo de una temporada que, aunque terminaba para el rápido piloto de Nava Racing con el amargo sabor de boca que deja siempre un desenlace tan desafortunado, ha de recordar como muy positiva, ya que ha estado siempre delante, demostrando una extraordinaria rapidez que le han hecho ganarse el respeto y la admiración de público y rivales. Y eso, Alberto, diría que ya es, en si mismo, un premio tan o más importante que cualquier campeonato.

Primitivo Ambrés completó el podio de carrozados y se impuso en grupo N

Doble victoria en 'propulsión' y grupo S/H para Juan Ramón Suárez

Gustavo Sánchez se llevó el triunfo en el grupo XS

Así que el primero de los dos títulos en liza se resolvía ‘por la vía rápida’ y de forma un tanto decepcionante, ya que siempre es más bonito que la lucha dure hasta el final, gane quien gane. Nos quedaba el segundo, por el que sólo con verlos pasar ya se notaba que tanto Busta como Palacio estaban dispuestos a dar el máximo. Los BRC de ambos llegaban rapidísimos a la frenada y atacaban con decisión el viraje, con Fermín cortándolo más, metiendo algo la rueda delantera interior por dentro de la línea blanca para salir también más abierto hasta casi tocar la raya del otro lado. Mientras, Oscar no llegaba a ‘pisar pintura’ en el vértice y tampoco en el exterior, enderezando antes el CM para encarar la larga y pendiente recta posterior, ganando así la mayor velocidad posible. Al lado de José, que grababa la escena en vídeo, Márquez tomaba tiempos y, con todas las reservas del caso, ya que en montaña los intervalos de salida no son tan exactos al contar cuando el coche pasa por la célula, lo que no siempre es justo 30 segundos después que el anterior participante haya hecho lo mismo, el crono le daba en torno a un segundo de ventaja para su ex-copi. Algo que enseguida me confirmaba, vía telefónica, 'Sasi', del Langreo Motor Club, escudería para la que compite Busta, y que me comunicaba los tiempos que acababan de aparecer en la pantalla de internet: 2:12:108 para Busta, 2:13:119 para Oscar. Dos auténticos ‘tiempazos’, especialmente el de Fermín, por debajo incluso del hasta ahora mejor crono registrado por un CM en estas rampas, el 2:12:114 de Roberto Fueyo hace tres de años, cuando el límite de peso de la categoría era menor que ahora.

El primer asalto era para Fermín y… ¡ese iba a ser el definitivo! Ya cuando el sol se peleaba con las nubes durante la primera oficial, nos habían caído, de vez en cuando, algunas muy aisladas gotas de agua… pero justo cuando hacíamos ‘autostop’ y el coche de prensa nos llevaba hacia salida, la lluvia decidía, definitivamente, acudir a jugar también su papel en este desenlace del regional asturiano de montaña. Un papel que, con sólo el mejor crono de cada piloto contando para el resultado final, se antojaba decisivo, ya que a poco que se mojase la carretera los cronos en la segunda oficial iban a subir y el resultado de la primera sería el que valiese, lo que le daba ya el título a Busta.

Cuando bajábamos del coche en salida, seguía lloviendo, no con mucha intensidad pero si con la suficiente como para mojar el asfalto lo bastante como para dejarlo bien resbaladizo y, por consiguiente, más ‘lento’. La llegada de la lluvia producía, lógicamente, sensaciones muy contrapuestas en los dos aspirantes al campeonato, cuyos ‘boxes’ visitábamos momentos después. Busta estaba sonriente y con él bromeábamos sobre la eficaz danza de la lluvia que debían de haber bailado los miembros de su equipo, junto a los que estaba su antiguo piloto Esteban Vallín, viviendo intensamente el cada vez más cercano éxito de su durante tantos años compañero de fatigas en esos tramos del nacional de rallyes.

Unos metros más allá, Oscar Palacio trataba de poner, y nunca mejor dicho, 'a mal tiempo buena cara', mientras esperaba, sentado en la puerta de su BRC y con las muletas que le ayudan a caminar en la mano, a que se iniciase la manga final. Cuando hablábamos con él ya no llovía, y Oscar, con esa obstinación de todo campeón que se niega a rendirse, todavía quería pensar en el milagro, montando slicks en su BRC y confiando en que el siempre fuerte viento que suele soplar en las rampas del Sueve, secase lo suficiente el asfalto para que fuese aun posible bajar el espléndido crono de Busta.

Primera plaza en grupo A y sexta en carrozados para Nacho Madrera

Fermín Galán fue el primero de clase 8 con su afinado Renault Clio Williams

Héctor Carbajal fue segundo de grupo S y acaba su magnífica temporada como tercero en la general de carrozados

Pero cuando retornábamos a salida para tomar posiciones en lo alto del autobús de dos pisos, que en Santo Emiliano sirvió para el ‘desfile de pilotos’ y que aquí era tanto oficina de dirección de carreras como privilegiada tribuna para ver los primeros metros de la prueba, hacía falta abrir otra vez el paraguas que minutos antes habíamos sacado del maletero de nuestro coche. Por desgracia para el espectáculo, en lo que respecta a la lucha por la victoria y por el título la segunda oficial iba a ser poco más que un mero trámite. Tras sacar algunas fotos desde lo alto del autobús, volvía a bajar para echar un último vistazo, en la cola de presalida, a los coches que quedaban por subir. Entre ellos estaba el AX de Bulnes, que sin Ordóñez en pista tenía claro su objetivo: terminar y llevarse un título, el de categoría II, que ha merecido por su magnífico andar con el ligero y eficaz Citroen A1/2, último vestigio de aquel monomarca de montaña que tanto se echa de menos. Un monomarca en el que competía hasta un tal Berti Hevia (si, ese mismo que ahora ‘les echa carreras a los del IRC’) y que, desgraciadamente, no ha tenido sucesor… ¡y mira que han pasado años desde entonces!

Tras el Ax de Rubén esperaba su turno, calzado con slicks, el Clio de Isaac Moro, otro que no se resignaba a que la carretera estuviese mojada y buscaba el milagro de mejorar su crono de la manga anterior. Algo que el cronómetro, con su exacta tozudez, se encargaba de demostrar como definitivamente imposible. Aun siendo, y con diferencia de más de cuatro segundos, el más rápido entre los carrozados de la segunda oficial, Isaac paraba el reloj en 2:50:198, un tiempo casi 15 segundos peor que el de la primera subida. No había más que hablar, la suerte estaba echada. En categoría II el vencedor de la subida, y campeón de Asturias, era ya Rubén Bulnes… y en categoría I Fermín Busta se iba a llevar victoria y título sólo con llegar a meta. Por ello, su BRC montaba gomas con dibujo, algo en lo que, sorprendentemente, sólo coincidía con los Speed Car de Jesús Alvarez y Roberto Iglesias, mientras que el resto de CMs partían con lisas, aunque la lluvia volvía a arreciar cuando les tocaba partir a los últimos. Que aun así Oscar marcase un tan heroico como inútil mejor tiempo no es sino una muestra más de la ‘raza de campeón’ del langreano, que se negaba a rendirse hasta el final. Un afán de lucha que da más valor también al título alcanzado por Fermín, que le había batido en la primera oficial, sobre seco y con ambos empleándose al máximo. ¡Lástima que no hubo también una segunda manga al límite entre los dos para cerrar de forma poco menos que inmejorable la temporada!

Victoria entre los siempre atractivos históricos para el bonito Alfasud de Aldo de Alberto

Nueva primera posición en clase 1 para el 106 de Miguel García

En clase 5 el triunfo fue para el Kadett de Javier Martínez

El duelo por el título nos hizo prestar menos atención de la merecida al resto, pero no por ello se deben olvidar las buenas prestaciones de Egozkue, tercero y como no queriendo inmiscuirse en una guerra, la de Busta contra Palacio, y que requería, para entrar ella, esa motivación extra difícil de encontrar cuando vienes a competir sin un más pretensiones, como era su caso. Cuarto scratch, y tercer asturiano, acababa Jesús Alvarez, en otro excelente resultado de una temporada tremendamente positiva, con ese título nacional de CM1 como guinda de un pastel cocinado a base tanto de rapidez como de tener las ideas muy claras. Quinto en el Sueve, y gracias a ello confirmando su tercer puesto en la general del Campeonato de Asturias, terminaba Carlos Rodríguez, cuya discreción a nivel personal tal vez le haga pasar más desapercibido de lo que merece. La temporada del tan alto como tímido ex-kartista es de las que tienen mucho mérito, sobre todo teniendo en cuenta que este ha sido su primer año completo compitiendo en el regional de montaña, y que lo ha hecho con un Silver de alquiler y contando con medios muy justos, ya que el presupuesto no daba para más. Aun así, y gracias a estar siempre ahí, sin cometer errores y aprendiendo y progresando en cada carrera, el bueno de Carlos se ha ganado el derecho de subir al podio final del regional de montaña, algo de lo que, personalmente, nos alegramos.

En categoría II, aparte del frustrado duelo Bulnes-Ordóñez, y de la segunda plaza de Isaac Moro (¡cuarto scratch en la segunda oficial, sobre mojado y con slicks!), es de justicia destacar también el podio de Primitivo Ambrés, rapidísimo con su Clio grupo N, o los buenos cronos del ganador en propulsión, Juan Ramón Suárez, subiendo de forma muy eficaz con su Sierra Cosworth. Mención también para Gustavo Sánchez, quinto en carrozados y primero de XS con su 205 tremendamente artesanal pero igualmente rápido, y para Nacho Madrera, al que vimos ascender fino y sin concesiones a la galería para sacar el mejor partido posible de la no siempre fácil de domar caballería de su M3.

Reaparición de Juan Luis Menéndez, que se quedó sólo defendiendo el honor de los fórmulas

Otro que volvía a la montaña tras larga ausencia era Fermín García

Precioso el Alfetta GTV del madrileño Justo Martín Pozas

Y creo que no se me queda nada en el tintero (¡digo en el teclado!). Poco después de las seis y cuarto, y mientras los últimos en salir llegaban ya a meta, Jose y yo aprovechábamos para emprender la vuelta a casa antes de que la caravana estuviese de vuelta y la carretera, convertida por unas horas en zona de asistencia, quedase ‘atascada’ por un rato. De camino a Gijón, la lluvia arreciaba pero ya daba igual. Habíamos disfrutado de un bonito final de temporada pese a que el agua nos chafase algo el fin de fiesta, y todavía nos daba a tiempo de llegar a casa y ver como los Gasol y compañía daban buena cuenta de los griegos camino de ese oro europeo con el que, de crío, soñaba cuando, bajo la sabia batuta de Díaz-Miguel, los Corbalán, Epi y demás se las veían con los entonces poco menos que imbatibles rusos, yugoslavos o italianos. Un papel, el de ‘imbatibles’, que ahora le toca ‘a los nuestros’, a esta increíble 'generación de oro' del basket del español. Y es que, como casi todo en la vida, al final es cuestión de ciclos y, a veces, de saber esperar. Al respecto, el regional de montaña está probablemente en uno de esos momentos bajos que cada ciclo tiene, sólo nos queda desear que pronto comience de nuevo a reemprender la subida… nada más apropiado, por otra parte, para una especialidad que en mis tiempos jóvenes se conocía también como ‘carreras en cuesta’ y en la que, por tanto, de lo que se trata es de ascender lo más deprisa posible.