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Victoria de Iñigo Martínez en la Manzana y triunfo a efectos del regional para Jesús Alvarez por delante del 'rallyman' Vallín y de Fermín Busta, que sigue líder del campeonato mientras que el reaparecido Oscar Palacio bastante hizo con acabar justo tras su rival en la lucha por el título.
En carrozados, Jesús Fernández no dio opción en una de sus escasas salidas este año con el Audi A4ST.
CRONICA

Comentaba yo en la crónica de Amieva que Oscar Palacio ya estaba haciendo planes para competir en La Manzana, por mucho que la fuerte lesión de su pie derecho fuese de esas que a cualquiera nos dejaría ‘en el dique seco’ por una temporada. Y, efectivamente, ese tópico de que los pilotos (como los toreros) son ‘de otra pasta’ se cumplía con el langreano, que era de la partida el sábado en Villaviciosa, al volante de su BRC, pese a no estar aun en condiciones, siquiera, de caminar.

Pero, claro está, yo no soy piloto y, por tanto, no estoy hecho de esa ‘pasta especial’ que a ellos les permite sobreponerse al dolor y a lo que sea con tal de no perderse una carrera. Así que, al final, el ausente ‘por lesión’ en la quinta prueba del regional de montaña no iba a ser el actual campeón de Asturias sino quien esto escribe, renqueante desde Chantada y cumpliendo el sábado pasado el reposo prescrito por el médico. Una ausencia, en todo caso, nada relevante para el desarrollo de la competición y que, a efectos de este reportaje, se traducía en seguir la carrera por internet y teléfono para estar al tanto de lo que iba pasando y poder, a partir de todo ello, pergeñar un relato más o menos ajustado a lo allí ocurrido que se ilustra con las fotos que el buen amigo Jorge, habitual colaborador ya en otras ocasiones, se encargó de sacar durante la que acabó siendo muy larga tarde de carreras del pasado sábado en ‘la villa’.

El navarro Iñigo Martínez se impuso con el Silver Car

Jesús Alvarez se llevó la victoria a efectos del Campeonato de Asturias

Esteban Vallín no faltó a su ya tradicional cita de cada año con la montaña y acabó tercero

De entrada, la sexta edición de la subida de La Manzana se presentaba cargada de alicientes, lo cual no dejaba de ser una agradable sorpresa en una temporada no especialmente brillante para la montaña en el regional asturiano. Y aunque, al final, la vistosa lista de inscritos resultaba en exceso ‘optimista’ en lo que respecta a una serie de pilotos foráneos en la misma que acababan por no hacer acto de presencia el sábado por la mañana en Villaviciosa, no faltaban focos de interés, empezando por el que todo hacía pensar que iba a ser el máximo favorito para la victoria final: el navarro Iñigo Martínez y su Silver Car, actual segundo clasificado de la copa CM nacional y piloto con el gen de la montaña en la sangre, no en vano es el hijo de uno de esos ‘barqueteros’ que todo buen aficionado recuerda con nostalgia: Luis Martínez. Además de Iñigo, y aunque ya no es novedad cada año en La Manzana, la presencia del rallyman Esteban Vallín, en su ya poco menos que clásica ‘incursión anual en la montaña’ al volante de un BRC era otra de las novedades de indudable interés en una lista de participantes que acababa superando las seis decenas, lo que no está nada mal tal y como van las cosas este año. Entre ellos, y centrándonos ya en los carrozados, estaban dos binomios coche-piloto que este año se prodigan menos de lo que el aficionado quisiese: los formados por Jesús Fernández y el Audi A4ST y por Julio César Castrillo y el Renault Maxi Megane. El de ‘Tano’ no era el único A4 presente, ya que el leonés Jesús García devolvía a la acción la unidad exRequejo que llevaba ya más de un año ‘cogiendo polvo’. Tampoco faltaban dos asiduos de la prueba con mecánicas de esas que no dejan indiferente: José María Magdaleno, con el siempre impresionante Renault Megane Trophy, y Bernardo Cardín con su precioso Ferrari GT.

Haciendo ahora balance de cara a empezar esta crónica, lo que me resulta siempre más complicado cuando no he sido testigo directo de la carrera, me doy cuenta de que lo de quedarme en casa el sábado tuvo sus ventajas e inconvenientes. Lo malo es que me perdí lo que más me gusta de esta prueba, el magnífico ambiente Racing que se respira en las calles de Villaviciosa cada año, con las asistencias en zona céntrica de una población que, a estas alturas del año, bulle de ambiente veraniego y turístico, lo que le da a la carrera aun más sensación de fiesta de lo que ya de por si suele serlo cualquier prueba de nuestro regional en los lugares donde se disputan. Por contra, lo bueno de quedarme en casa, especialmente para alguien que lleva tan mal eso del calor del verano, fue que me libré de ‘achicharrarme’ en las cunetas de una subida que, en lo que a su recorrido se refiere, sigue sin darme ‘buenas vibraciones’, siendo, para mi gusto, más propia de un rallysprint que de una prueba de montaña. Un trazado el La Manzana que, no me importa confesarlo, me produce cierto ‘respeto’ (¡por no decir miedo!) dada su rapidez combinada con un asfalto un tanto irregular y ni demasiado ancho ni excesivamente protegido en sus márgenes. Algo que, cada año, acaba por dejar una siempre notable ‘ración de chapa’ lo que, por desgracia, volvería a cumplirse en esta su sexta edición aunque, por fortuna, sin más daños que lamentar que esos siempre reparables, los materiales.

Fermín Busta no consiguió mejorar sus registros del 2008 y se tuvo que conformar con la cuarta plaza

Todavía muy mermano físicamente por su lesión en el pie, Oscar Palacio cumplió el objetivo de salir y puntuar

Otro habitual cada año en la Manzana, Chistian Villar, acabó sexto

Cuando a eso de las 2 de la tarde me disponía a ver en directo la calificación del gran premio de Hungría por la tele (¡otra de las ventajas del obligado reposo fue el completo sábado de deporte-sillón en el que había de todo como para no aburrirse!), tenía también un ojo en la pantalla de tiempos de la web de Fotomotor, ya que a esa hora empezaban la manga de entrenos, que se desarrollaba ya con un par de obligadas interrupciones, al ‘visitar’ el mismo guardarail a la salida de una curva a derechas el GT Turbo de Iván Dos Santos y el Speed Car de uno de los foráneos presentes, el cántabro Juan Antonio Castillo. Simultáneamente, asistía por televisión a la increíble y dramática carambola del muelle que golpeaba el casco de Felipe Massa en Hungría, de la que, por fortuna, enseguida llegaban noticias mucho más tranquilizadoras sobre el estado del piloto de lo que las tremendas imágenes de su cámara ‘on board’ hacían presagiar.

Minutos después, la Q3 se completaba cumpliendo esa vieja máxima del circo (¡y del gran circo de la F1!) de que ‘el espectáculo debe continuar’, la situación era realmente surrealista cuando, como había quedado con mi fotógrafo en La Manzana, Jorge, le llamaba para informarle tanto de los tiempos en la manga de entrenos de la subida cómo de la parrilla de salida del gran premio de F1. Con lo de surrealista me refiero a que aquello parecía el mundo al revés: mientras que desde Villaviciosa nos llegaban puntuales, vía internet, los cronos de todos los participantes ‘en tiempo real’, en Hungaroring los pilotos de F1 se bajaban de sus monoplazas y se preguntaban unos a otros por sus respectivos cronos… ¡en el más puro estilo de lo que suele ser habitual en el final de cualquier prueba de montaña!

Centrándonos en lo que más nos interesa en esta crónica, la subida del regional asturiano, la sorpresa era ver en lo más alto de la lista de tiempo a Jesús Alvarez, que se permitía el lujo de situar su veterano Speed Car GT1000 por delante de los más modernos CM de Iñigo Martínez (Silver), Esteban Vallín y Fermín Busta (ambos con BRC). Los cuatro estaban separados por poco más de un segundo, con Jesús parando el crono medio segundo por encima del 1:50, que era estar ya en su ‘record personal’ del año pasado pero que, de todas formas, significaban, en general, cronos todavía altos en comparación con el 1.47 ganador el año pasado de Oscar Palacio. El langreano, imagino que haciendo ‘de tripas corazón’, cumplía su primer objetivo: conseguir salir pese a su talón roto (lo que exigía una especial configuración en los pedales de su BRC para permitirle su adecuado accionamiento) y terminar la ascensión, haciéndolo además en una posición más que digna, la sexta, a cuatro segundos del mejor crono y con el Silver del local Christian Villar entre él y el cuarteto de cabeza.
Entre los carrozados no había lugar a las sorpresas, con ‘Tano’ poco menos que ‘sobrevolando’ al resto con su Audi, siendo el único capaz de bajar de los dos minutos (¡y con holgura!), metiéndose entre los diez primeros en una lista que contaba con 15CMs y un par de fórmulas,  y distanciando al siguiente ‘turismo’, el MaxiMegane de Castrillo, en nada menos que seis segundos. Como Julio César le sacaba también una buena renta al siguiente, 4.3, el interés de la ‘categoría II’ del regional tenía toda la pinta de ir a estar en las posiciones tercera y siguientes, ocupado de momento el tercer escalón del podio por Daniel Montes, que sorprendía con su inmaculado 205 a dos de los máximos aspirantes al título, Alberto Ordóñez con su GT Turbo y Rubén Bulnes, con su AX A1/2.

'Tano' dominó con absoluta autoridad en carrozados, mezclándose además entre los CM

Castrillo acabó segundo de categoría II con su Maxi Megane

El podio de carrozados lo completó el Citroen AX de Rubén Bulnes

Mientras cambiaba de canal en la tele, y con ello de deporte, pasando de la F1 al Tour, donde tocaba la esperada ascensión al Mont Ventoux, seguía ya con más detenimiento los cronos que iban llegando, a partir de las cuatro, desde Villaviciosa donde el sol seguía apretando y ya estaba en marcha la primera subida oficial. Entre ataque y ataque de los Schleck, siempre respondidos por Armstrong o Contador según el que demarrase fuese Andy o Franck, la lista de tiempos de La Manzana se iba llenando de nombres y números, pero el que estaba en lo más alto cambiaba poco, ya que el crono de Minervino Ferrera, primero en salir en virtud del número 68 en su Sierra, se mantenía como el mejor crono por un buen rato. Tenían que pasar quince coches hasta que alguien lo superase, y ese alguien era Héctor Carvajal, con su revitalizado AX apuntando ya hacía otra victoria en grupo S y otro buen puñado de puntos para la general del campeonato. Otros quince números más había que descontar del que figuraba en las puertas del Citroen, el 55, para que su tiempo, un 2:13 fuese rebajado, lo que conseguía Alejandro Suárez, bajando ya del 2.10 con su 205… para ser superada poco después su marca por otro piloto de Nava Racing, el siempre rápido Alberto Ordóñez, que con su GT Turbo azul ya ponía el listón alto al registrar un 2.04.1. Entre ambos se situaba otro 205, el del piloto de Alejandro en rallysprints y compañero también de Alberto en Nava Racing, Daniel Montes.

Aunque faltaban aun cerca de una decena de carrozados por subir, sólo tres conseguían rodar más rápido que Ordóñez. El primero en conseguirlo era Castrillo, que ya rozaba la frontera de los dos minutos con su Maxi Megane. A poco más de un segundo de Julio, pero tres por delante de Alberto se situaba Rubén Bulnes con el AX y, como era de esperar, los cronos de todos palidecían ante el estratosférico registro de ‘Tano’, que paraba los dígitos en 1:54:445, un tiempo que le situaba, de largo, en cabeza de los ‘categoría II’ y que era también imposible de superar para un buen número de CMs. De hecho, había que esperar hasta la llegada a meta del número 12 (el Audi de ‘Tano’ era el 23) para que hubiese otro ‘cambio de líder’. El nuevo ‘maillot amarillo’ era para Christian Villar, de nuevo en acción en La Manzana con uno de los Silver que compitieron el año pasado en la Stadium Race canaria y completando la primera oficial en 1.52.011.

 

Alberto Ordóñez convence en cada subida con el GT Turbo, en 'la villa' fue cuarto de carrozados

Otros dos representantes de Nava Racing fueron cuarto y quinto, con Dani Montes por delante...

i...de su copiloto Alejandro Suárez, ambos con Peugeot 205

Llegaba ya ‘la hora de la verdad’ y el primer puesto cambiaba de manos con rapidez a medida que iban pasando por meta los favoritos. El primero en bajar del 1.50, la barrera que había que romper para optar el podio, era Vallín, pero su liderato duraba apenas los treinta segundos que tardaba en cruzar la meta, tras el BRC rojo, el Speed Car blanco de Jesús Alvarez… que 'destrozaba' su mejor tiempo del año pasado, recortándole en un par de segundos, pero al que el número 1 delante de su nombre le duraba también menos de medio minuto, superado su ya magnífico 1.48.990 por el 1.47.549 del Silver de Iñigo Martínez que ya resultaría imbatible. Ninguno de los tres siguientes, Carlos Rodríguez, Oscar Palacio y Fermín Busta, bajaban del 1.50 y se situaban, en orden inverso al de su salida ocupando los puestos del cuarto al sexto, mientras que, como era de esperar, los fórmulas no tenían opción, algo previsto en el caso del veterano Kayto y, teniendo en cuenta el tipo de trazado, también bastante lógico en lo que respecta a Guardiola que, ‘peleándose’ con el cambio de su Reynard, sólo podía ser duodécimo scratch.

Eran más o menos las cinco cuando comentaba todos estos tiempos con Jorge vía telefónica y quedábamos en que le llamaría después con los resultados finales, mientras el me iría contando las posibles incidencias. Cuando a eso de las seis todavía no aparecía el texto de ‘en competición’ en la página de tiempos ‘online’ le llamaba preguntando por las causas del retraso y me decía que, justo en ese momento, acababa de escuchar por la emisora de un radio enlace el motivo: problemas con la extinción del coche S, el Seat León de Sergio Díaz, que repetía la labor realizada en el Fito con realmente mala fortuna. Cuando el percance quedaba resuelto, la manga se iniciaba… y se paraba casi de inmediato mientras al lado del nombre de Minervino Ferrera aparecía el nunca deseado texto de ‘salida de carretera’. Nueva llamada y nueva información puntual de mi ‘enviado especial’: ‘Miner’ había volcado aparatosamente su Sierra y se había tenido que interrumpir, lógicamente, la competición.

El leonés Jesús García estrenó con cronos discretos el Audi ex-Requejo

El AX de Héctor Carbajal, otra vez primero en grupo S

Bustelo tuvo poca oposición en Históricos con su Simca

La segunda oficial empezaba ‘movida’… y mucho peor se ponía poco después, tras reanudarse luego del anterior parón. Esta vez el tema era bastante más grave aunque, por fortuna, se resolvía con mucho susto y cuantiosos daños materiales pero nada más. A la zona en la que estaba Jorge, más arriba del lugar del incidente, la información que llegaba era que se había parado a poco de salir el 309 de Pico y el siguiente en salir, el BMW de ‘Luisón’ había chocado contra el Peugeot averiado. Y la secuencia de hechos era básicamente esa, como bien podría ver horas después en unas muy elocuentes imágenes que se publicaban en Hisparally.com. El 309 se había quedado parado en plena trazada, el comisario no reaccionaba con la necesaria presteza o, mejor dicho, lo hacía pero de forma equivocada, tratando de ayudar al coche detenido en vez de señalizar su posición con bandera amarilla para avisar a los que venían detrás, y ello significaba que Luisón se encontraba, de frente, con un auténtico muro en forma de Peugeot azul contra el que se empotraba de forma aparatosa y tremendamente peligrosa aunque, afortunadamente, todo quedaba en un tremendo susto, dos coches muy 'arrugados' y algunas contusiones leves para Pico, que en ese momento se disponía a salir de su vehículo.

En conjunto, una situación de esas que nos recuerdan a todos la necesidad de que haya más y mejor preparados comisarios, algo que es más fácil de pedir que de conseguir, lo tengo claro, pero que debería ser una prioridad para todos, desde federación hasta asociación de pilotos y organizadores. Evidentemente es complicado pero algo hay que tratar de hacer porque son muchas las veces que vemos como se echa mano de voluntarios con tanta buena intención como poca preparación y, al final, cuando ocurre un caso de estos es cuando todos nos damos cuenta de la importancia de una labor tan sufrida y poco reconocida como la de los ‘banderas’. Lo ideal sería ser capaces de conseguir una especie de ‘equipo permanente’, al estilo de lo que en Inglaterra llaman ‘marshalls’, gente que son una especie de club formado por comisarios, debidamente preparados, que trabajan juntos y acuden por turnos a las diferentes carreras del calendario, lo que significa mayor capacidad de reacción ante imprevistos, unidad de criterios ante situaciones similares y, como consecuencia, mayor seguridad para todos, desde participantes a público. Ya se que suena utópico pero, a lo mejor, no es imposible si se intenta, entre todos, buscar una adecuada financiación para ello a través de algún posible patrocinador para la iniciativa. Estoy seguro de que al final saldríamos ganando.

Francisco García volvío a destacar con el Seat Ibiza Junior

Miguel García sumó otra victoria en grupo N

Pese a la temprana rotura de la segunda oficial, Carlos Rodríguez todavía acabó sexto de la general

Evidentemente, un golpe tan aparatoso significaba otro largo ‘parón’, de una media hora larga, que nos llevaba ya a cerca de las siete de la tarde… ¡y todavía quedaban por salir del 50 en adelante! Si a mi ya se me estaba haciendo interminable la subida sentado en el sofá de casa, imagino la sensación a pié de cuneta y bajo un sol de justicia ¡casi agradecía la baja por lesión que me había impedido ir!

Al menos, de ahí en adelante las cosas ya discurrían con más tranquilidad y sin más sobresaltos que la rotura de una rótula en el Silver de Carlos Rodríguez, sucedida apenas al iniciar la ascensión, que no le permitía ni llegar al popular ‘lavadero’ del inicio de la primera y empinada rampa que parte del centro de Vilaviciosa. Con tanta interrupción y tanto calor, ni el ritmo de los pilotos debía ser ya el mismo ni el estado del asfalto el mejor para bajar cronos. Mientras se devolvía a salida el Silver de Carlos había tiempo para analizar ya el resultado final en carrozados. De los que, tras la manga inicial, luchaban por el tercer escalón del podio, sólo los 205 de Dani Montes y Alejandro Suárez mejoraban sus registros pero ello no les permitía ganar posición alguna, manteniendo Alberto Ordóñez la cuarta plaza y Rubén Bulnes la tercera. Los dos primeros si arañaban todavía unas décimas a sus cronos anteriores, pero las diferencias eran tan grandes que ello no afectaba en absoluto al resultado final, con Jesús Fernández claramente en cabeza, imponiendo su Audi A4ST como estaba en todos los pronósticos, y Julio César Castrillo secundándole y con la buena noticia de que su habitualmente frágil Maxi Megane completaba las tres mangas del día.

Rafa Guardiola hizo lo que pudo en una subida muy poco apta para su Reynard fórmula 3

En la subida tan relacionada con la sidra no puede faltar el Megane Trophy MAYADOR de Magadaleno...

...ni, por supuesto, el Ferrari EL GAITERO de Cardín

También antes de la avería del Silver de Carlos habían subido ya los tres primeros scratch en la manga anterior y, al igual que en carrozados, no había cambio alguno en las posiciones y apenas en los cronos. Ni Esteban Vallín ni Jesús Alvarez mejoraban sus registros previos, mientras que Iñigo Martínez si lo hacía, quedándose a 7 centésimas de bajar del 1.47 y poniendo más que cara la victoria para los pocos que quedaban por tomar la salida. De ellos, realmente sólo los BRC de Busta y Palacio podían optar, sino a ganar, que el tiempo de Iñigo parecía fuera de su alcance, al menos a meterse en el podio, pero ninguno de los dos lo conseguía: Busta, pese a cambiar el desarrollo de su BRC en busca de más 'rabia' para su motor, poco menos que ‘calcaba’ su tiempo anterior, del que le separaban dos milésimas, mientras que Oscar, supongo que ya en el límite de lo que podía resistir su maltrecho talón, empeoraba un par de décimas aunque, al menos, mantenía la posición del asalto de Christian Villar, que le superaba en el parcial de la segunda manga pero no en la general.

Con todo ello, Iñigo ganaba, Jesús era el primero a efectos del regional asturiano, cuyo podio completaban Vallín y Busta, y Palacio era quinto de la general y cuarto asturiano, lo que significa que, si las cuentas no me fallan, en la general del campeonato Fermín sigue líder, con 22 puntos de ventaja en puntos totales, precisamente los sumados en Villaviciosa y que, de momento, son su resultado a descontar, mientras que el de Oscar es el cero de su ausencia en Amieva… lo que nos deja en situación de ‘empate técnico’ con dos pruebas para acabar la temporada. Una situación de igualdad más ficticia que real, porque lo lógico es que Palacio, incluso aunque para entonces todavía arrastrase su lesión, gane en el Sueve con la Osella… aunque antes deberá defenderse con el BRC en Castrillón, ya con un mes más de recuperación para su maltrecho pie. De todas formas, para Oscar lo más difícil, conseguir siquiera salir en La Manzana tal y como estaba, ya esta hecho… comparado con eso lo demás casi se antoja fácil, aunque seguro que Busta trata de complicárselo.