No se quien fue el que dijo que ’no hay nada más falso que el futuro cuando se da ya por escrito’, y algo así se podría aplicar perfectamente a la situación del Campeonato de Asturias de Montaña tras la disputa de la Subida a Muncó. Con tres triunfos en las tres primeras pruebas de la temporada para Oscar Palacio, que elevaban su espectacular racha victoriosa en el regional asturiano a 18 de 19 en apenas tres años, apostar en contra del langreano como Campeón de Asturias también en el 2009 parecía poco menos que absurdo. Y aunque no iba a poder estar presente en Amieva por su coincidencia con Arrate, prueba del nacional en la que tenía previsto tomar parte el pasado fin de semana, Oscar seguía siendo el claro candidato al título y la subida del oriente asturiano no debía de ser más que un corto paréntesis en su dominio del certamen.

De todas formas, si el accidente de Oscar cambiaba, de repente, el futuro poco menos que escrito del regional asturiano, su influencia se dejará sentir en las siguientes citas del mismo, ya que le puede impedir tomar parte en las mismas. Pero la subida a Amieva era, realmente, ’caso aparte’ ya que, de todos modos, Palacio no iba a participar en la misma. El langreano no era el único ausente en la segunda edición de la prueba que SIF Motor puso en marcha por primera vez el pasado año, y que presentaba una inscripción aun más corta que la ya modesta en número de su estreno en el 2008. Apenas una treintena de inscritos es una cifra realmente paupérrima pero que realmente no sorprendía. Entre que este año ya es norma el descenso de participantes, que Amieva queda relativamente lejos y que la prueba se disputaba justo una semana después de Muncó (¿dónde quedó aquella norma tan comentada a principio de temporada de que no se podían celebrar pruebas de un mismo campeonato en fines de semana consecutivos?), y coincidiendo además con una del nacional de montaña a apenas 200 kilómetros, la verdad es que había demasiados factores en contra como para esperar una lista más numerosa.

Todo eso se podía más o menos prever a la vista de la relación de participantes… pero faltaba tener en cuenta un factor en el que pensaba cuando, camino de Arrate, pasaba el sábado a media mañana a la altura del desvío a ‘Picos’ en la autovía que me llevaba, por segundo año consecutivo, lejos de esas preciosas rampas de Amieva que todavía no conozco más que en fotos o vídeos. Me refiero a la lluvia, que era persistente a esas horas cerca de la costa, con lo que me imaginaba que lo más probable sería que su intensidad fuese mayor hacia el interior, quien sabe si incluso acompañada de niebla en la parte alta de una carretera que sube bastantes metros por encima del nivel del mar, como es la de Amieva.

Así que, cuando ya estaba de vuelta al hotel en Eibar, luego de terminar la fase A de la cuarta prueba del nacional de montaña, y consultaba por internet los cronos de la cuarta cita del regional asturiano, dándole un poco de suspense a base de mirar, primero, sólo los de la manga de entrenos, suponía que, efectivamente, debía de haber llovido lo suyo. Porque el mejor registro era para un carrozado (síntoma siempre claro de que las condiciones del piso no son las ‘normales‘), concretamente el Ibiza del leonés Francisco Pérez, y porque los tiempos eran claramente peores que los del año anterior, del orden de medio minuto más lentos. Y, sin embargo, como sabría después cuando hablaba por teléfono con algún piloto y con ‘Sito’, mi ’enviado especial a la prueba’ y cuyas fotos ilustran este texto, realmente no es que hubiese llovido …o, al menos, no como yo esperaba, sino que las condiciones en que se había disputado la prueba, ya desde los entrenos, habían sido, cuando menos, peculiares … y, desde luego, tremendamente complicadas y peor aun que si hubiese caído un chaparrón a lo largo de todo el trazado. El problema era que mientras toda la parte inicial de la subida estaba total y absolutamente seca, en la zona final caía la suficiente agua como para dejar el asfalto tremendamente resbaladizo y convertir en todo un dilema la elección de gomas. Como me explicaba después Fermín Busta, uno de los muchos que ‘caían en la trampa’ de usar los slicks en la manga de entrenos, los ‘lisos’ eran la lógica elección para rodar rápido en toda la parte seca … pero luego las pasabas ’canutas’ en cuanto llegabas a las paellas de la parte final, sobre cuya acusada pendiente apenas si ’se hacía pie’ con neumáticos sin dibujo, perdiendo, y con creces, todo lo que pudieses haber ganado antes en el tramo que no tenía agua sobre el asfalto.

Con un buen número de trompos y ‘sustos’ además de los ya mencionados toques, a todos les quedaba más o menos claro que por muy seco que estuviese el arranque de la subida, la clave se encontraba en la zona húmeda final, que convertía las rampas de Amieva en algo así como una de esas vueltas al circuito de Spa con seco en la zona de Eau Rouge y agua cuando se llega a Les Combes que desaparece de golpe a la altura de la rápida Blanchimont. Una situación complicada para todos y que ya mandaba para casa al precioso Ferrari de Abia, con pocas ganas su piloto de arriesgar tan valiosa maquinaria tras estar cerca de ‘arrugar’ su carrocería en la manga de entrenos. Como Caldevilla era también baja tras el golpe de entrenos, quedaban 28 en liza, de los que 27 completaban la primera oficial, quedándose sólo sin lograrlo Rafa Bustelo, por problemas mecánicos en su afinado pero delicado Simca.

Con todos ya habiéndole cogido, más o menos, ‘el tranquillo’ a como estaba el recorrido, en la segunda oficial tocaba tratar de rebajar los cronos de la primera. Algo que no conseguía Busta, que se colaba ligeramente en la misma paella donde también había estado cerca de salirse el año anterior. De todas formas, Fermín volvía a ser el más rápido, quedándose ahora al filo de los tres minutos y sumando esa primera victoria que todos dábamos por hecha pero que había tenido que trabajarse… ¡y es que ganar nunca es fácil! Un triunfo que, junto con el infortunio de Oscar, abre nuevas perspectivas en lo que respecta a las opciones de uno y otro en el campeonato. De momento, el del BRC pasa al frente de la clasificación y todo queda ahora a expensas de cuando podrá volver Oscar a ponerse al volante … lo que esperamos (¡Fermín incluido!) que sea lo antes posible. Porque ya se sabe que cuanto mejores sean tus rivales mayor mérito tiene la victoria.
También en la frontera de los tres minutos completaba Rafa Guardiola la segunda oficial, a menos de una décima del tiempo de Busta y rebajando en casi cuatro segundos su registro anterior. El único ‘formulero’ que nos queda se resiste a rendirse ante los pilotos de los CM, y a medida que su Reynard se muestra más fiable, lo que le permite concentrarse en pilotarlo en vez de en repararlo, está yendo cada vez más para arriba ¡ojo con él en subidas como el Sueve o Cerredo!

La mejora de Guardiola le daba la segunda plaza de la general, relegando al tercer escalón del podio al ganador entre los carrozados, Rubén Bulnes, que bajaba casi en segundo y medio su crono de la primera manga … lo que le permitía mantener el liderato de la categoría II por apenas unas décimas ante el muy decidido ataque de Ordóñez. Alberto convertía su GT Turbo en una auténtica bala que pasaba ‘rozando’ la victoria en carrozados y le aseguraba la cuarta posición de la general. También ‘mejoraba para quedarse como estaba’ Carlos Rodríguez, que sumaba un nuevo podio de categoría I en la que es su primera temporada completa al volante del Silver, con lo que su margen de progresión es aun grande y, viendo hasta donde ha llegado ya, todo indica que puede ser otro de los que, más pronto que tarde, sumará su primera victoria a poco que las cosas se pongan un poco a su favor.

El sexto puesto, que significaba además cerrar el podio de carrozados, tampoco cambiaba de manos tras computarse los resultados de la segunda oficial. Alberto Redondo lo hacía suyo demostrando que ‘anda con lo que sea’. Amieva era el debut de Alberto con el Peugeot 106 Rallye y el estreno se saldaba, además de con la tercera plaza en categoría II, con la victoria en grupo A, tras cerrado duelo con el leonés Francisco Pérez, que tras batir a todos en entrenos, a base de ser el que mejor ‘leía’ las condiciones iniciales del piso, seguía rodando igualmente rápido en las oficiales, aunque ya sin el 'factor sorpresa' a su favor, quedándose al final a apenas medio segundo de Redondo y consiguiendo la séptima plaza de la general.

A continuación ya se situaban el resto de carrozados, encabezados por ‘Burrón’, que imponía su AX en el grupo S ante el Sierra que habitualmente pilota Redondo y con el que esta vez subía José Ramón Suárez. Para ellos eran los puestos 13 y 15, con otro Suárez, Alejandro, colocando entre ambos su 205, y de ahí para atrás ya había un poco de todo, desde los que, imagino, subían más ‘a por tiempos’, como el primer grupo N, el 106 de Miguel García, hasta los que optaban por aprovechar lo resbaladizo del terreno para dar el máximo espectáculo, entre los que Ferrero se llevaba la palma, dando toda una exhibición de llevar de lado su BMW para disfrute de los aficionados que decidieron desplazarse hasta Amieva.

Y diría que poco más puedo contar de una prueba que, por lo que he visto y oído, es de esas que, por trazado, tiene pinta de ser de esas que me gustan … pero que por cuestiones de calendario no he podido seguir en directo en sus dos primeras ediciones ¡a ver si el año que viene hay más suerte!