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Doblete de los Red Bull en la última prueba de la temporada 2009, que sirvió de estreno al futurista trazado de Abu Dhabi. La avería en los frenos del McLaren de Hamilton, autor de una espectacular pole y líder en las primeras vueltas, dejó sin rival por la victoria a Vettel, que venció secundado por su compañero Webber.
El podio lo completó el ya campeón mundial, Button, que luchó hasta la última vuelta por la segunda plaza.

Con los títulos de pilotos y constructores ya resueltos en Brasil, el mundial de fórmula 1 llegaba al nuevo trazado de Abu Dhabi para celebrar el final de una temporada que ha sido, cuando menos, diferente y que ¿quién sabe? igual marca el inicio de una nueva época en la máxima categoría del automovilismo mundial. Así que cerrar la campaña en un circuito totalmente nuevo y tan ‘futurista’ como el que ha surgido en apenas unos meses en el emirato árabe no podía ser más apropiado.

El principal aliciente del fin de semana era descubrir la pista de Yas Marina, que hasta ahora nos habíamos tenido que imaginar a base de imágenes virtuales y simuladores. Un circuito arquitectónicamente alucinante, que parecía sacado de un video juego, con todas esas luces y esos edificios de ciencia ficción rodeando la pista en el más puro estilo ‘Need for Speed’ o similar. Detalles tan inusuales como la salida del pitlane a pista a través de un túnel, la escapatoria de final de la recta más larga bajo una de las tribunas o el que la pista ‘atraviese’ un hotel de lujo, eran las características principales de un trazado que, por lo que respecta a lo que realmente nos importa, su capacidad para deparar carreras divertidas, apenas si se mostraba superior a los tan anodinos de Valencia o Singapur, anteriores ejemplos de esta ‘nueva tendencia’ de construir ‘Mónacos del siglo XXI’ que, desgraciadamente, poco o nada aportan al espectáculo deportivo.

La tradicional foto de 'fin de curso', para el 2010 va a haber bastantes cambios.

La espectacular arquitectura del circuito de Yas Marina dejó vistas tan inusuales como esta...

...aunque nada más sorprendente que la salida de boxes ¡a través de un túnel!

En un trazado así, digamos que ‘semiurbano’ y además con dos largas rectas para hacer buen uso del KERS, el claro favorito era Hamilton, siempre a gusto entre muros y que se está convirtiendo poco menos que en el gran especialista de este tipo de pistas, como demuestran sus habitualmente buenas prestaciones en Valencia o Singapur, incluso en una temporada como la del 2009, en la que su McLaren dista bastante de estar al nivel de los mejores coches de la parrilla. Y el británico corroboraba esa sensación de que el estreno de Abu Dhabi podía ser suyo rodando rapidísimo ya desde los libres, con un McLaren cuya falta de apoyo aerodinámico en curva rápida no es tan grave cuando estas apenas si existen, lo que permite a Lewis sacarle el máximo y compensar la menor competitividad de su coche respecto a los grandes dominadores de la temporada, los Brawn y los Red Bull, que en Yas Marina, coincidían de nuevo en la parte alta de las listas de tiempos. Algo que no pasado tantas veces como pudiera parecer a lo largo de todo el año, coincidiendo muchas veces los ‘valles’ en la gráfica competitividad de uno de ellos con los ‘picos’ en la curva del otro.

La pole de Hamilton, con una diferencia escandalosa sobre el mejor del resto, el Red Bull de Vettel, se explicaba apenas si a medias con la ligeramente menor carga de combustible del McLaren. De las siete décimas que Lewis le había sacado a Sebastián, apenas tres, como mucho cuatro, se podían deber al menor peso, el resto era una combinación perfecta entre el cada día más aparente talento natural de Lewis y el buen funcionamiento del KERS desarrollado por Mercedes, dispositivo que en Abu Dhabi iba a aparecer por última vez y parecía querer despedirse a lo grande.

La carrera se presentaba interesante, con Hamilton en pole pero debiendo parar tres o cuatro vueltas antes que los dos Red Bull de Vettel y Webber, a los que debían seguir de cerca los Brawn de Button y Barrichello. Con la ayuda del KERS, Lewis no debía tener problemas para mantener en la arrancada el primer puesto que ocupaba en la parrilla de salida, pero, aun así, la amenaza de Vettel era firme durante los primeros metros, y sólo el uso del ‘botón mágico’ en la larga recta de la parte de atrás del circuito permitío al McLaren consolidar finalmente su primera posición tras las habituales escaramuzas de la vuelta inicial, entre las que destacaba  la decisión con la que Kubica imponía su BMW al Toyota de Trulli, en lucha por la sexta plaza..

Vettel confirmó el subcampeonato con una clara victoria

Webber resistió la acometida final de Button y completó un nuevo doblete para Red Bull

El Campeón del Mundo 2009 cerró la temporada con otra convincente actuación

Una vez resistido el primer ataque de Vettel, Hamilton se empleaba a fondo, consciente de que necesitaba un ‘colchón’ de tres o cuatro segundos para poder estar a salvo del Red Bull tras el primer repostaje. Pero aunque el británico era el más rápido, su diferencia en tiempos por vuelta con el alemán era muy inferior a la obtenida en su fantástica vuelta en pos de la pole del sábado. La distancia crecía, pero muy poco a poco, y a lo más que llegaba era a 1.7 segundos en la vuelta 10… para descender de nuevo por debajo del segundo en la 11, cuando Hamilton no podía evitar una ligera pasada de frenada, en lo que en eso momento atribuimos a un error suyo por ir rodando tan al límite pero que, como luego veríamos, no era sino el primer síntoma de que algo no iba bien en los frenos del McLaren.

Cuando Hamilton entraba a repostar, en la vuelta 17, su ventaja sobre Vettel era de menos de segundo y media, lo que parecía insuficiente para contener el empuje del alemán. De todas formas, apenas si hubo tiempo de hacer números para comprobarlo. Al poco de volver a la pista, desde el box el McLaren indicaban a su piloto que había un problema con el disco trasero derecho y, unos instantes después, le indicaban que se retirase para evitar males mayores.

Con Hamilton fuera de carrera, el interés de la lucha por la victoria se desvanecía por completo, ya que Vettel dominaba con claridad a su compañero Webber, y ambos habían abierto hueco de forma rápida respecto a los Brawn de Button y Barrichello, entre los que tampoco se planteaba batalla alguna, con el británico distanciando sin problemas a su imagino que ya bastante desmotivado compañero brasileño.

Todo ello daba lugar a una carrera de esas ‘planas’ y en las que apenas si pasa nada, que sólo animaba en la parte intermedia la magnífica prestación de Kamui Kobayashi. El japonés de Toyota confirmaba las buenas sensaciones que había dejado en su debut en Brasil y, a base de mantener un magnífico ritmo y parar sólo una vez en boxes, progresaba de forma imparable desde su puesto once al primer paso por meta hasta convertirse incluso en preocupación para los Brawn, en lucha por la tercera posición. Aunque finalmente la lógica se imponía, y con la notable carga de combustible necesaria para completar la carrera tras su único repostaje, Kamui acababa por quedar detrás de Heidfeld, su magnífica sexta plaza tenía aún más valor por el hecho de terminar justo delante de su experimentado compañero de equipo, Jarno Trulli, séptimo tras haber ido a dos paradas.

Barrichello sólo pudo ser cuarto y nunca inquietó a Vettel en la lucha por el subcmapeonato.

Kobayashi volvió a impresionar y esta vez sumó sus primeros puntos, acabando quinto...

...y batiendo a base de ritmo y estrategia a su más experto compañero, Jarno Trulli

Con todas las posiciones muy definidas, las últimas vueltas se animaba, y de que forma, gracias al inesperado ataque final de Button a la segunda plaza que ocupaba Webber. El australiano había levantado tal vez demasiado el pié, consciente de que no iba a poder inquietar a Vettel, y en los giros finales no podía evitar verse alcanzado por el nuevo campeón mundial, que parecía decidido a demostrar a los que todavía dudan de él, que es un merecido ganador del título. La pelea entre el RedBull y el Brawn fue de esas ‘que hacen afición’, dura pero limpia, con los dos pilotos tapando huecos pero, a la vez, dejando al rival el suficiente espacio para que pudiese seguir en la pista.

Al final, tras llegar a rodar incluso en paralelo en un par de ocasiones, Webber acababa por resistir el empuje de Button y completaba un nuevo doblete para Red Bull, que cierra una temporada con sabor agridulce para el equipo de las bebidas energéticas. Dulce porque han ganado nada menos que cinco grandes premios, agrio porque puede quedar la sensación de que han perdido una gran oportunidad de hacerse con el título, contando con el mejor chasis pero sufriendo una serie de inoportunos problemas mecánicos y, también, más de un fallo ‘evitable’ por parte de sus pilotos. De todas formas, Vettel, que entraba en meta como claro ganador, sumando su tercera victoria del año, se confirma como una de las grandes estrellas de la nueva fórmula 1: su juventud y su inmenso talento deberían permitirle tener más opciones de hacerse con el mundial en años venideros.

Detrás de los dos Red Bull entraban los dos Brawn, lo que permitía a Button cerrar su temporada de ensueño desde el podio, del que llevaba ausente ya demasiadas carreras. Para Barrichello, la cuarta plaza no era sino un final un tanto triste a una temporada que tiene toda la pinta de haber sido su último gran oportunidad. Una oportunidad que, por mucho que se empeñen los amantes de las ‘teorías conspiratorias de los equipos británicos’, ha perdido él mismo a base de no ser capaz de aprovechar el extraordinario potencial del Brawn GP en la primera mitad de la campaña. Después, cuando llegó su reacción, cimentada entre otras cosas en un cambio del material de las pastillas de freno que se adaptaba mejor a su estilo (y peor al de Button), ya era tarde, y al final ni siquiera ha podido hacerse con el subcampeonato, lo único que restaba por decidir en Abu Dhabi y que se llevó, con claridad, Vettel, en ningún momento amenazado por el brasileño en esta carrera final de la temporada.

Sebastien Buemi sumó un punto tras una buena carrera con el Toro Rosso

Hamilton consiguió una pole estratosférica con el McLaren pero en carrera le fallaron los frenos

La noche cae sobre el mundial 2009, que terminó bajo los focos de Abu Dhabi

Hablando de ‘premios menores’ que quedaban por resolver, también estaba en juego en Yas Marina la tercera plaza en el mundial de constructores, que alcanzaba más trascendencia al estar en juego entre esos dos ‘eternos rivales’ de la F1 que son McLaren y Ferrari. La escudería británico partía con un punto de ventaja, y la pole de Hamilton unida a la pésima calificación de Raikkonen (de los segundos de ambos, mejor no hablar, ya que su rendimiento volvió a ser muy decepcionante), parecía ponerlo todo a favor de las ‘flechas plateadas’. Pero el abandono del inglés dejaba de nuevo el resultado en el aire… aunque pronto se vería que Raikkonen y el Ferrari no tenían ritmo para llegar a la zona de puntos. Ello hacía que el ‘derby’ quedara en un ‘empate a cero’ que dejaba las cosas como estaban, es decir con McLaren por delante de Ferrari, tras haber empezado el año ‘menos mal’ los italianos pero irse diluyendo el F2009 mientras mejoraba de forma notable el MP4/24, lo que permitía a los de Woking adelantar a los de Maranello, donde ya se piensa más en el futuro y en esa llegada de Fernando Alonso que tanta expectación está ya causando y sobre cuyos resultados es todavía demasiado pronto para hacer siquiera el más mínimo pronóstico. Si algo ha dejado claro este mundial 2009 es que la influencia del piloto en la mejora de un monoplaza es cada vez más insignificante (¡si no a ver como se explica que el Renault, con el en teoría mejor ‘desarrollador’ de la parrilla al volante, haya acabado siendo uno de los peores coches!), mientras que es cada vez más determinante contar con un proyecto competitivo desde el principio, especialmente ahora que no hay apenas tests y el concepto de base es clave para el resultado de prácticamente toda la temporada.

Así que, paciencia y a esperar a las primeras pruebas del 2010, allá por Febrero, para empezar a hacerse una primera idea de donde podrán estar unos y otros. Y, mientras tanto, sólo queda saborear lo bueno de una temporada que, espero, marque el inicio de un ‘retorno a los orígenes’ de la F1, con cada vez  menor influencia de los grandes fabricantes (¡tres días después de caer el telón en Abu Dhabi, Toyota hace también ‘mutis por el foro’!) y con más opciones para que las victorias y los títulos se repartan como en los buenos viejos tiempos de la segunda mitad de los setenta, cuando lo mismo ganaba un gran premio un McLaren o un Ferrari que un Williams, un Lotus, un  Brabham, un Ligier… ¡o hasta un Shadow, un March, un Wolf o un Penske!