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Otra carrera perfecta de Button y Brawn, que siguen imparables camino no ya sólo del título mundial sino de batir todos los records de la triunfal campaña 2004 de Schumacher y Ferrari.
En Turquía sólo la pole de Vettel impidió un nuevo pleno total del británico, al que los Red Bull de Webber y el propio Sebastian escoltaron en el podio final.

Si a alguien a quien le gusta tanto la fórmula 1 como el que esto escribe le cuesta ponerse a redactar el resumen de la última carrera, y cuatro días después de la misma poco menos que tiene que ‘obligarse’ a hacerlo es que, definitivamente, poco hay que contar sobre la misma. Y ni más ni menos eso es lo que me ocurre a la hora de decidirme, por fin, a ‘cumplir’ con mi autoimpuesta obligación de publicar un comentario sobre cada uno de los grandes premios del mundial de f1. Porque poco se puede decir del gran premio de Turquía, séptima cita de la temporada que terminó con el sexto triunfo de Jenson Button y el Brawn GP, cifra que ya, de por si, lo dice casi todo sobre el abrumador dominio que está ejerciendo el renacido piloto británico a los mandos del fabuloso monoplaza que el equipo de Ross Brawn ha realizado en esta temporada de profundo cambio de reglas que nadie mejor que la gente exHonda ha sabido interpretar mejor.

Jenson Button y Brawn GP no se cansan de ganar, ¡ya van seis de siete!

Webber no cometió errores y se hizo con la segunda plaza

Vettel consiguió la pole pero falló en la primera vuelta y su estrategia a tres paradas le impidió ser segundo

La victoria de Button en Turquía fue tan o más clara aun que la más rotunda de las cinco anteriores, con el único ‘pero’ de no hacerse con la pole, que le arrebató Sebastián Vettel a base de jugársela en la calificación con una menor carga de combustible en su Red Bull. Pero la apuesta del alemán y su equipo por conseguir el primer puesto en la parrilla de salida, relegando a Button a la segunda plaza y, lo que en teoría era peor, al lado sucio de la recta de salida, no se concretó el domingo en más que unos pocos metros por delante del imparable Brawn.

Sin coches dotados de KERS cerca (pocos quedan ya, ¡sólo los Ferrari y los McLaren!), Vettel pudo al menos esta vez conservar su puesto en la arrancada, y mantuvo tras de si a Button, que probablemente estaba en esos instantes iniciales más pendiente de la salida de su compañero Barrichello, desde el lado limpio, de ahí su escorada posición en el puesto dos de la parrilla. Pero ‘Rubinho’ desaprovechaba la enésima oportunidad de sacar partido del mejor coche del campeonato, salía peor aun que en Australia y no sólo no amenazaba a Button sino que era totalmente ‘engullido’ por el resto del grupo, lo que le condenaba a una carrera de recuperación que se convertía en todo un rosario de errores y de la que se acababa retirando, con problemas de cambio … ¡cuando ya estaba a punto de ser doblado por su compañero de equipo!

Libre de la oposición del único piloto que combatía con sus mismas armas, Button no tardó en tomar el mando. Antes de terminar la primera vuelta el inmaculado Brawn del inglés ya estaba en cabeza, aprovechando un error de Vettel, que trataba desde el primer momento de poner tierra de por medio con un coche más ligero, consciente de que iba a tener que parar una vez más, con lo que necesitaba acumular ventaja como fuese. El alemán se salía ligeramente tras la famosa curva 8 y Button no perdonaba, le superaba y ya nadie ‘le veía el pelo’. Victoria clara y sin paliativos, con un ritmo ‘imposible’ de seguir para sus rivales. Sólo el ‘espejismo’ de ver como Vettel, tras su primera parada y mucho más ligero, se le acercaba y se llegaba a pegar a su rebufo animaba un poco el tercio inicial de carrera. Pero el Red Bull no conseguía pasar y no sólo perdía toda opción a la victoria (que, aun superando a Button en eso momento hubiese tenido poco menos que imposible) sino que se ponía a merced de su compañero de equipo, Webber, a dos paradas y rodando con su habitual consistencia. En Red Bull se empecinaban en mantener la estrategia inicial prevista para Vettel, pese a que el error de la primera vuelt ala hacía ya inútil, y el joven alemán se tenía que conformar finalmente con completar el podio, acercándose en las vueltas finales a Webber pero sin poder atacarlo, encorsetado además por unos ambiguos mensajes de radio desde su box que le ‘aconsejaban’ no ir a por Mark, ya que este era más rápido … aunque los tiempos por vuelta de uno y otro en ese momento no lo demostrasen precisamente … cosas de la absurda prohibición de las ordenes de equipo, que obligan a este tipo de malabarismo dialécticos en lugar de sacar el típico panel de ‘mantener posiciones’ de toda la vida.

Los Toyota volvieron a puntuar, Trulli acabó cuarto y Glock séptimo

Rosberg consiguió el mejor resultado de la temporada para Williams, terminando quinto

Los Ferrari no fueron tan competitivos como en Mónaco y sólo Masa entró en los puntos, el sexto

Lejísimos de los tres primeros, que demostraban de nuevo como los dos mejores monoplazas de la cosecha 2009 son, con diferencia, el Brawn y el Red Bull, pese a sus concepciones totalmente diferentes, la lucha más interesante … bueno, ¡probablemente la única que había! era la que mantenían Trulli y Rosberg por la cuarta plaza. El italiano acababa imponiendo su Toyota, de vuelta a puestos delanteros tras el desastre de Mónaco, pero siempre un paso por detrás de los coches ganadores, y el alemán conseguía por fin un buen resultado con ‘el mejor coche de los libres’, el Williams. Y lo hacía a base de salir algo más cargado, calificando noveno pero aprovechando muy bien sus ‘vueltas extra’ en la parte inicial de la carrera para superar a los Ferrari, al Renault de Alonso, al BMW de Kubica y hasta al Toyota de Trulli, llegando a rodar incluso cuarto aunque cediendo finalmente ante Jarno en el siguiente repostaje. Buena carrera, en todo caso, la de Nico, con un Williams que hubiese llevado a los puntos también Nakajima, meritorio séptimo hasta que en el  último repostaje reaparecía la vieja ‘maldición de los cambios de rueda, que tan ligada está al equipo de Sir Frank desde hace ya tantos años. Los que si puntuaron los dos fueron los Toyota, con Glock rehaciéndose de su discreta Q2 con una carrera realmente sólida que le permitió ir ganando puestos a base de rodar rápido cuando tenía pista libre, consiguiendo así hacerse en la parte final de la prueba con la octava plaza, aprovechando el retraso sufrido en boxes por Nakajima.

En los puntos también podían haber acabado los dos Ferrari, lo que tal y como empezó el año la ‘scuderia’ hubiese sido todo un logro, aunque al final sólo Massa consiguió terminar entre los ocho primeros. El F60 dio, en todo caso, un ligero paso atrás respecto a Montmeló y Mónaco, mostrándose como un buen coche para pelear en el animado segundo grupo pero sin ninguna opción de asomarse siquiera a las plazas de podio. Al menos, Massa hizo una carrera sin fallos, en un circuito en el que, no lo olvidemos, había ganado de forma consecutiva las tres pasadas campañas, pero ello le sirvió sólo para acabar sexto, mientras que Raikkonen arruinó sus opciones con una pésima primera vuelta, en la que se vio metido en un cuerpo a cuerpo con Alonso del que salió mal parado, dañando su alerón delantero contra la trasera del Renault del español. A partir de ahí, la carrera del campeón 2007 fue de esas en las que uno se lo imagina pilotando con la mente en otra aparte, sin ritmo la mayoría de las vueltas pero con alguna que otra realmente buena aquí o allá, o hasta marcando el mejor parcial absoluto en el tercer sector durante el último giro cuando ya llevaba unos cuantos más que condenado a terminar noveno … ¡cosas de Kimi!

Mejoría de BMW que permitió a Kubica inaugurar su casillero finalizando séptimo

Desastrosa actuación de Barrichello, mala salida, trompo intentando pasar a Kovalainen y abandono final

Los Renault van de mal en peor, esta vez ni siquiera Alonso pudo entrar en los puntos con el R29

Completando el repaso a los que consiguieron sumar algo en Estambul, resta sólo alguien que tenía todavía la cuenta a cero a estas alturas del año, algo que nos hubiese parecido imposible no ya durante el invierno sino, incluso, tras ver su carrera en Australia. Me refiero a Robert Kubica, ‘enterrado’ en las clasificaciones por un BMW que iba a menos en cada carrera pero que en Turquía parecía, por fin, recuperar un mínimo de competitividad. Ello le bastaba al siempre rápido piloto polaco para meterse en la Q3 y hacer una carrera, por fin, sin problemas, que le daba dos puntitos, los primeros del año en que, se suponía, iba a estar luchando por el campeonato.

Y si dos puntos pueden parece poco botín para lo que se podía esperar de Kubica y BMW, ¿qué decir de lo obtenido por Alonso y Renault o Hamilton y McLaren? Los ‘enemigos íntimos’ del loco 2007 en la escudería anglo-alemana tuvieron en Turquía otro capítulo más del calvario que tiene que suponer para pilotos acostumbrados a pelear por victorias y títulos estar condenados a no tener opciones apenas ni a entrar entre los diez primeros. Alonso, al menos, consiguió meterse en la Q3, aunque fuese por los pelos, pero luego no pudo aprovechar la mayor ligereza de su R29, calificando sólo octavo pese a llevar bastante menos gasolina que los otros nueve que peleaban por las cinco primeras filas de parrilla. Con una estrategia pensada para salir más adelante, sus posibilidades en carrera eran mínimas saliendo tan ligero, y así ocurría. Fernando repostaba antes que nadie, volvía a pista en medio del pelotón y sin ritmo alguno para poder defenderse de los que le seguían en los giros iniciales pero paraban más tarde, y su posición iba empeorando a medida que avanzaba la carrera, cayendo hasta un décimo puesto que no era peor por el desastroso rendimiento de Barrichello o la mala fortuna de Nakajima. Y si la carrera del español fue frustrante, no menos lo fue la de Hamilton, lastrado ya desde la calificación con su segunda eliminación consecutiva en la Q1, con responsabilidad compartida entre un coche que no va y un piloto que no conseguía sacarle, como mínimo, lo que si era capaz su compañero, Kovalainen que, por lo menos, pasaba el ‘primer corte’, ¡aunque tampoco es que llegase muy lejos! En carrera, Lewis ya rendía algo mejor, y a base de ir ‘cargadísimo’ y hacer sólo una parada, conseguía un sufrido decimotercer puesto, batiendo a Heikki, que iba a dos ... pero nada más. Al vigente campeón le espera, definitivamente, todo un ‘añito en el infierno’ al volante de un coche que en Estambul Park demostró todas sus carencias, no va en curvas rápidas por aerodinámica y tampoco va en zonas más viradas de media velocidad en las que el agarre dependa más de las suspensiones y eso que en la jerga se llama ‘grip mecánico’.

Los cronos de Hamilton el viernes fueron un espejismo, el McLaren es uno de los peores coches del campeonato

Vettal sólo resistió unos metros en la primera plaza

1x6, Button y Brawn camino de batir todos los records

Y llegados a este punto, ya no se me ocurre que más contar del gran premio turco … casi diría que me sorprende haber llegado a la tercera hoja del documento de Word hablando del mismo. Ahora viene uno de los clásicos del calendario, el gran premio británico en Silverstone, donde el año pasado la lluvia nos deparó una carrera magnífica. ¡A ver si el siempre caprichoso clima de las islas colabora para hacer de la de este año algo más que un paseo militar de Button y Brawn!

Antes de eso, la F1 se juega buena parte de su futuro inmediato con la decisión final sobre las reglas y las inscripciones de unos y otros para el 2010. Personalmente pienso que, tras tantos ‘tambores de guerra’ que han sonado últimamente las aguas volverán a su cauce con la habitual decisión más o menos salomónica de recortar en parte las siempre excesivas propuestas iniciales de Mosley and company. Y, en todo caso, soy de los que creen que los grandes fabricantes necesitan mucho más a las fórmula 1 que al revés. De hecho no puedo evitar pensar que las grandes marcas llevan siendo, durante muchos años, más parte del problema que de la solución … así que si alguna aprovecha la coyuntura para quitarse de en medio pero, a cambio, entran nuevos equipos, gestionados por gente de las carreras ‘de toda la vida’, y los disparatados presupuestos que se manejan hoy día se reducen a una escala que sea mínimamente razonable, al final todos habremos salido ganando … por mucho que se lea y oiga por ahí demasiado catastrofismo procedente de los que o no han conocido otra cosa que la ‘F1 de las marcas’, o viven demasiado bien en sus excesos como para admitir siquiera que pueda existir alternativa a los mismos.