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30|09|07 G.P. JAPÓN | FORMULA 1 | 15ªPRUEBA
Lo que parecía imposible está a punto de ocurrir, Lewis Hamilton, un debutante en la fórmula 1, está a un paso de proclamarse campeón del mundo. Su convincente victoria en Monte Fuji, tras un fin de semana marcado por la lluvia y en el que no cometió el más mínimo error, y el accidente de Alonso cuando trataba de acercarse al inglés, por delante ya desde la calificación del sábado, dejan el mundial en la mano de Lewis, que sale de Japón con 12 puntos de ventaja a falta de sólo dos carreras.
CRONICA

La fórmula 1 retornaba a las inmediaciones de la montaña sagrada japonesa, el Monte Fuji, 30 años después. Y, como en la primera de aquellas dos carreras de la segunda mitad de los setenta, la del 76 (de cuyo resultado uno se enteraba días después ya que lo de la F1 en directo por la tele de madrugada no se 'llevaba' como ahora), la lluvia se erigía en protagonista decisivo en la lucha por el título, decantando la balanza, curiosamente, hacia un lado muy similar, ¡hacia un británico pilotando un McLaren!

Entoces, el título se lo jugaban Hunt y Lauda, en una de las temporadas más complejas y polémicas de la historia de la fórmula 1: aquel año hubo 'de todo' y no falta quien asegura que la rivalidad McLaren-Ferrari, que ha alcanzado este verano cotas máximas con todo el lío del "Stepneygate", se fraguó en aquel verano del 76, el primero en el que seguí lo de más de cerca que pude la F1 a través de las revistas y la prensa de entonces. La descalificación del McLaren de Hunt tras ganar en el Jarama con un alerón un centímetro más alto de la cuenta, su posterior 'reinserción' en la clasificación de la carrera española, el enganchón Ferrari-McLaren en la salida del gran premio británico, con Teddy Mayer jugando hábilmente sus cartas para conseguir que su equipo reparase a tiempo para la segunda salida el M23 dañado de James, el dramático gran premio de Alemania, con el famosísimo accidente que a punto estuvo de costarle la vida a Lauda, que le dejó marcado para siempre y que significó el fin de las carreras en el viejo Nurburgring, el milagroso retorno del austriaco apena unas semanas después de escapar de la muerte, la sanción a los McLaren en Monza por usar gasolina no conforme ... todo eso pasó en el 76 antes de la carrera del Fuji en la que se iba decidir el campeonato. Una carrera en la que sucedieron tantas cosas que, por si solas, darían para escribir un libro ... y de la que se sigue hablando más de 30 años después sin que, todavía, este realmente del todo claro que pasó de verdad en aquellos minutos previos y posteriores a la salida, que acabaron desembocando en la retirada de Lauda bajo un torrencial aguacero (con 'el valor de tener miedo' según unos, 'engañado por un acuerdo previo de abandono masivo' según otros) y en la consecución del título por Hunt, tras alcanzar 'in extremis' el puesto mínimo que necesitaba para superar el total de puntos del austriaco.

Ahora, treinta y un años después, la temporada de la fórmula 1 ha sido no se si tanto o más polémica que entonces. Desde luego la percepción en España es que más, simplemente diría yo porque entonces aquí de fórmula 1 no hablaba nadie y escribían pocos, apenas sólo 'el maestro' Javier del Arco, cuyas crónicas recomendaría leer y releer a todos los que nos inundan cada día con sus 'conocimientos en la materia' de un tiempo a esta parte sin llegarle ni a la suela de los zapatos. En todo caso, el campeonato 2007 ha estado lleno de 'venenos' y, aunque todavía no haya terminado, el resultado del gran premio de Japón lo ha dejado, como entonces, tan a favor del británico de McLaren tras una carrera en el circuito del Fuji bajo la lluvia que uno no podía menos que pensar como la historia tiene esa condenada costumbre de repetirse y acabar por dar, una y otra vez, similares desenlaces.

Lo que, sin lugar a dudas, tiene que haberle quedado claro a todo el mundo que sea capaz de ve rmás allá del fanatismo al que muchos nos están intentando dirigir, 'futbolizando' la fórmula 1 hasta extremos próximos a la nausea, es que si al final gana el campeonato, Lewis Hamilton lo va a conseguir porque habra sido, pura y simplemente, el mejor esta temporada. O, si se quiere ver de otra forma, el que ha cometido menos errores. La remontada de Alonso en las últimas carreras había dejado la lucha por el campeonato en su punto más álgido, Fernando llevaba dos grandes premios seguidos impecables, siendo mejor que Lewis en dos pistas 'de las de antes', Monza y Spa. Pero llegaba el retorno de la F1 al Fuji, y el circuito japonés no tenía, sobre el papel, ninguna de las características de los trazados en los que el español ha sido más superior al inglés, los más rápidos como el italiano, el belga o Silverstone, donde también le venció de principio a fin a igualdad de estrategias. En cambio, la pista de las laderas de la montaña sagrada recordaba mucho más a la de Indianápolis ... justamente donde Hamilton había ganado su primer duelo cuerpo a cuerpo con Alonso. Pero el sábado aparecía un factor extra 'la lluvia'. Y, claro, la mayoría ya parecían tenerlo más que claro, 'en agua Fernando tiene ventaja'. Algo que, personalmente, tenía interés en combrobar con más elementos de juicio tras lo visto en la única ocasión en que este año se ha rodado sobre mojado, en aquellas frenéticas últimas vueltas del gran premio de Europa en el nuevo Nurburgring, en las que, sí, Fernando había estado sublime 'destrozando' a Massa ...¡pero Hamilton había rodado tan o más rápido en su desesperada y al final baldía lucha por sumar al menos un punto!

Hamilton rodó siempre por delante de Alonso y el abandono de este le deja el título en bandeja

Espléndida carrera de Kovalainen, segundo y resistiendo el atque final de Raikkonen

Tras ser tercero Kimi tiene aun opciones matemáticas al título y amenaza la segunda plaza de Alonso

ENTRENAMIENTOS

La Q1 parecía dar argumentos a los que pensaban que la lluvia había llegado justo a tiempo para aliarse con Alonso, mientras Fernando pasaba sin problemas el primer corte, Lewis sufría y se metía in extremis en la Q2. Un primer análisis podía indicar que, en efecto, Hamilton no iba a tener opción ante Alonso ... pero había un dato importante que explicaba los peores cronos del británico en la parte inicial de la tanda. Simplemente, Lewis había optado por las gomas de lluvia extrema mientras que Fernando montaba las mixtas. La elección del asturiano era la acertada y el inglés tenía que darse prisa para cambiar neumáticos y tener tiempo, por los pelos, de marcar una buena vuelta (a sólo una décima de la del español) y seguir en la pelea.

La Q2 ya sembraba más dudas en quien era capaz de rodar más rápido sobre una pista que parecía cristal. Los cronos de los dos pilotos de McLaren eran prácticamente calcados, con Hamilton acabando finalmente 53 milésimas por delante de Alonso. El duelo en la decisiva Q3 estaba servido. Fernando daba primero, marcando la pole provisional, pero Lewis replicaba de la forma que había hecho en Silverstone, con una vuelta al límite del tiempo útil que le daba una pole position que tenía más valor que el ya de por si importante hecho de salir el primero: había batido a Fernando bajo la lluvia y, como sabríamos al día siguiente tras sus paradas en boxes, ¡incluso con más gasolina en el depósito de su McLaren! Lo de que la lluvia iba a ser el mejor aliado de Alonso ya no estaba tan claro, y para los que nos gusta, ante todo y sobre todo, la fórmula 1, la carrera se presentaba apasionante. Teníamos ya planteado ese duelo de tu a tu entre los dos mejores, a igualdad de coche y, si las previsiones meteorológicas acertaban, sobre pista encharcada ... ¡que más se podía pedir!

David Coulthard fue 4º, sacando tajada como casi siempre que las cosas se ponen complidas

Quinta plaza para Fisichella tras una carrera no tan brillante como la de su compañero de equipo

Massa acabó sexto tras vencer un duelo 'salvaje' con Kubica en las últimas curvas

CARRERA

Lo malo para el espectáculo (aunque hay que reconocer que bueno para la seguridad, que debe de primar nos guste o no a los más 'carrozas') es que estamos en el 2007 no en los setenta, y la tan esperada salida con los dos pilotos de Mclaren afrontando la primera frenada con el cuchillo entre los dientes envueltos por cortinas de agua, no se iba a producir. El safety car dirigía al grupo por una cantidad interminable de vueltas, durante las cuales el único interés estaba en la extraña situación creada por los Ferrari, que optaban, contra toda lógica, por las gomas mixtas, y cometían un error doble: primero porque con la cantidad de agua que había sobre la pista, los intermedios no servían, como pronto comprobaba Massa, saliéndose y, de paso, cometiendo otro error al adelantar bajo régimen de carrera neutralizada para recuperar su posición, lo que le costaría un drive through; y segundo, porque el uso de las "full wet" había sido considerado obligatorio por dirección de carrera, algo de lo que, increiblemente, en Ferrari decían no haber recibido notificación. El caso es que, obligados por reglamento o no, los Ferrari tenían que cambiar gomas 'si o si' porque, simplemente, con las mixtas no había forma de mantenerse en pista. Tanto Kimi como Felipe pasaban por boxes y se reincorporaban a la cola del pelotón, las escasas opciones de optar todavía al mundial para los pilotos de Ferrari se hacían aun menores.

Una vez el Mercedes pilotado por Maylander de vuelta a boxes se iniciaba por fin la carrera con la salida lanzada en la que Hamilton conservaba sin problemas su posición y Alonso le trataba de seguir lo más cerca que podía ... aunque pronto el monitor de tiempos mostraba como, poco a poco, décima a décima, el británico se iba dsitanciando. Con tantísimas vueltas tras el safety car, el primer repostaje del duo de cabeza llegaba en menos de diez vueltas. Y el que paraba era Fernando, que ya acumulaba más de tres segundos de desventaja respecto a Lewis. Y si eso no era bueno para los intereses del español peor era lo que venía después. De vuelta a la pista Fernando se salía perdiendo otro puñado de segundos y, además, se encontraba detrás de un grupo de cuatro formado por Fisichella, Kovalainen, Kubica y Coulthard. Hamilton, por su parte, repostaba un giro después y entre la ventaja que llevaba y la que acumulaba en la vuelta extra conseguía retornar justo delante de ese pelotón. La carrera se le ponía muy cuesta arriba a Alonso porque, además, los dos McLaren iban cargados 'hasta los topes' con la clara intención de no volver a pasar por boxes y estar, así, a cubierto de cualquier posible nueva salida del safety car y la lotería que eso supone si tienes que repostar de nuevo bajo las actuales reglas que se aplican en esos casos ... como bien se pudo comprobar este año en Canada.

El hecho de ir tan 'pesados' hacía a los dos McLaren vulnerables a corto plazo ante los que iban más ligeros y todavía no habían pasado por boxes. De ahí los intentos de adelantamiento de Kubica a Hamilton y de Vettel a Alonso que acabaron con toques y trompos en ambos casos, más inocuo el sufrido por el inglés, más grave el recibido por el español, al que la 'embestida' del Toro Rosso producía notables desperfectos en los elementos aerodinámicos del lado derecho de su monoplaza. Con más de diez segundos de desventaja sobre Hamilton, con el británico por lo general rodando más rápido vuelta a vuelta y con tráfico por el medio la remontada de Alonso se tornaba ya poco menos que imposible. Pero Fernando no es de los que se rindan, seguía intentándolo ... ¡y acababa pagándolo caro! Un fuerte golpe contra las barreras de protección, tras el enésimo 'aquaplanning' del día, dejaba al McLaren número 1 herido de muerte en el centro de la pista. La carrera y, probáblemente, el mundial acababa de quedar decidido. A Alonso no le quedaba más opción que bajarse del destrozado monoplaza y resignarse a su suerte. Sus palabras en directo ante las cámaras, sin dramatizar ni buscar más excusas que la explicación de lo ocurrido me dejaban claro algo que cada día sospecho más, que muchas de las 'historias' que nos 'vende' la prensa son eso, 'historias' y que si se limitasen a dejar hablar a los protagonistas y a no buscarle las vueltas a todo lo que dicen las cosas estarían mucho más claras ... ¡aunque a lo peor entonces se vendían menos periódicos y se tenían peores audiencias claro!

El subsiguiente periodo de safety car necesario para retirar el McLaren del español acababa con dos de los grandes protagonistas de la carrera hasta el momento, el Red Bull de Webber y el Toro Rosso de Vettel. En particular este último era 'el hombre del día', rodando sin complejos con los de delante, llegando incluso a liderar brevemente cuando los McLaren repostaban y demostrando todo su inmenso talento justo cuando más se nota, cuando el piso esta tan resbaladizo como lo estaba el del circuito del Fuji. Sinceramente, hasta este domingo no había considerado a Vettel como un futuro 'superclase', si acaso me parecía un joven piloto prometedor pero que todavía tenía bastante trabajo por delante. Su demostración del pasado domingo me tiene que hacer cambiar de opinión, es en carreras como esta del Fuji donde quien tiene talento de verdad lo saca a relucir y la actuación del joven alemán no podía por menos que recordarme la de otro compatriota suyo, hace muchos años, pilotando también muy por encima de las posibilidades de su máquina en una carrera bajo intensa lluvia: me refiero al añorado Stephan Bellof y su Tyrrel Ford en aquel Monaco del 84, en el que Senna con el Toleman Hart se estaba 'comíendo' a Prost y su McLaren TAG cuando la carrera se suspendía ... ¡momento en que Bellof remontaba aun más deprisa que el brasileño!

Si aquella prestación 'imposible' de Bellof no tuvo todo el premio que merecía, la de Vettel esta vez tampoco. Entre que el safety car circulaba con extrema prudencia, provocando una excesiva cercanía entre unos otros, que Hamilton abusaba de su posición en cabeza de la fila para marcar el ritmo, parando más de la cuenta en alguno de sus intentos por mantener los delicados discos de carbono en una temperatura aceptable, y que Vettel seguía demasiado pegado a Webber cuando esto último pasaba, el caso es que el Toro Rosso del alemán acababa por impactar contra el Red Bull del australiano, dejando a los dos fuera y, me imagino, tremendamente frustrado (¡por decirlo suave!) al patrón de la empresa fabricante de bebidas energéticas propietario de ambos equipos.

Kubica tuvo una carrera realmente movida, toque con Hamilton incluido, para acabar séptimo

La penalización a Liuzzi le dio un inesperado y merecido primer punto a Sutil y Spyker

Sebastien Vettel fue la sensación del gran premio llegando incluso a liderar con el ToroRosso

La parte final de la carrera no tenía historia en lo que respecta a la lucha por la victoria. Hamilton se volvía a escapar una vez se les daba a todos luz verde, y nada ni nadie se podía interponer entre el inglés y una victoria de esas que marcan la diferencia. Había ganado en las peores condiciones de pista posibles y sin cometer el más mínimo error, mientras que su mucho más experimentado compañero de equipo, un reconocido especialista además en pilotar sobre mojado, no podía evitar acabar cayendo en una de las múltiples trampas de un gran premio que acababa por convertirse en el más difícil del año y en el que quien más quien menos las 'pasó canutas' para mantenerse en pista.

Si en la primera plaza no había suspense en la parte final de la carrera, donde si había emociones fuertes era en dos luchas que tenían como denominador común la presencia de un Ferrari en ellas. La primera, el duelo entre finlandeses, Kovalainen-Raikkonen, por la segunda plaza, se decantaba del lado del de Renault, que obtenía así su mejor resultado hasta la fecha y completaba un sorprendente 'doblete de rookies' al frente de la carrera en la que, en teoría, debían haber sido los más expertos quienes hubiesen debido sacar ventaja. La segunda era una pelea total y absolutamente 'salvaje' entre Kubica y Massa por la sexta plaza, con maniobras de esas que uno creía que nunca más iba a ver en una carrera de fórmula 1 y que traían a la memoria aquellas dos vueltas 'suicidas' de Arnoux y Villeneuve en Francia 79. Entonces el duelo había sido en seco y el del Ferrari acababa por entrar delante tras varios toques y hacerse ambos en paralelo y rueda con rueda buena parte de la pista. Ahora la lucha era similar en estilo pero sobre mojado, con las variables de menor adherencia y falta de visibilidad como 'extras' y, finalmente, era Massa el que pasaba por meta unos metros antes que Kubica luego de aprovechar al máximo la escapatoria de asfalto del exterior del último viraje para salir catapultado y sobrepasar al BMW sin contemplaciones.

Se acababa así un gran premio de Japón en el que la lluvia había vuelto a mezclar todas las cartas, a permitir 'milagros' como ver a un Toro Rosso liderando (¡la primera vez de un 'Minardi' desde aquella histórica vuelta en cabeza de Pier Luigi Martini en Estoril 89!) o a un Spyker sumando un punto (Sutil acababa noveno tras Liuzzi pero este era penalizado por adelantarle con bandera amarilla, dejando la octava plaza en manos del joven y rapidísimo piloto alemán, ¡otro más que viene pisando muy fuerte!) y que, como nota más negativa, deja el campeonato poco menos que sentenciado salvo catástrofe para Hamilton en China o Brasil. Pero bueno, en fórmula 1 nunca se sabe, y este domingo en el ultramoderno circuito de Shanghai hay una nueva cita con el mundial más complicado de la historia ... ¡al menos para los que no vivieron el del 76!