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27|05|07 G.P. MONACO| FORMULA 1 | 5ªPRUEBA
En la que sólo era su sexta carrera de fórmula 1, Lewis Hamilton consiguió su primera victoria en un gran premio y se confirma como claro aspirante al título mundial en su temporada de debut en la máxima categoría. En una carrera realmente 'loca', marcada por las cuatro salidas del coche de seguridad y por el brutal accidente de Kubica, Alonso sólo pudo ser séptimo mientras los Ferrari fracasaban, Heidfeld secundaba a Hamilton y Wurz coseguía un totalmente inesperado podio para Williams.
CRONICA

Lewis Hamilton consiguió en el circuito Gilles Villeneuve de Montreal su primera victoria en un gran premio de fórmula 1. Y lo hizo a base de no cometer el más mínimo error a lo largo de todo el fin de semana, todo lo contrario de su compañero en McLaren-Mercedes, Fernando Alonso, que desde la calificación encadenó una serie de fallos que se vieron, además, amplificados por la inportuna salida del primer safety car y que acabaron por relegarle a la séptima posición.

Tras todo lo hablado y escrito luego del gran premio de Mónaco, parecía claro que Canadá iba a ser escenario de un duelo cerrado entre ambos, con Alonso dispuesto a reafirmar su condición de número 1 de McLaren y Hamilton en absoluto dispuesto a convertirse en el número 2 del equipo. En una situación así, y más siendo Fernando uno de los dos contendientes y conociendo su capacidad para mantener la calma en las situaciones más comprometidas, lo que pocos podíamos esperar es que fuese precisamente el doble campeón mundial el que acabase fallando, mientras que el "novato" completaba un fin de semana prácticamente perfecto, tras el cual ya no queda duda: Lewis va a optar al título mundial en su temporada de debut en la fórmula 1.

Hamilton venía con ganas de revancha tras Mónaco y en Montreal sumó su primera pole y su primera victoria

Heidfeld hizo una carrera tan impecable como la de Hamilton y ello le valió la segunda plaza

Tras sobrevivir al "asalto" de Speed, Wurz aprovechó su oportunidad y subió al podio

ENTRENAMIENTOS

El primer asalto del duelo Alonso-Hamilton tenía ya un desenlace inesperado. Fernando marcaba el mejor crono al primer intento en los minutos decisivos de la Q3, pero Lewis lo rebajaba ostensiblemente en su segunda tentativa, apenas segundos antes del final de la tanda de calificación. Pero pese al 'tiempazo' del británico, nada estaba aun decidido: apenas unos cientos de metros por detrás venía el español ...¡y venía fortísimo! De hecho, los dos primeros parciales de Alonso eran aun mejores que los registrados por Hamilton, pero justo tras el segundo, llegando a la frenada de la famosa horquilla del circuito de Montreal, Fernando se pasaba ligeramente de frenada, no mucho pero si lo suficiente para arruinar su vuelta rápida y darle la 'pole position' a su compañero-rival. Al menos, su crono anterior permitía al asturiano ser segundo y McLaren copaba así la primera fila y todo quedaba preparado para una feroz lucha entre ambos desde el primer metro de carrera.

Tras los McLaren-Mercedes la sorpresa era no encontrar a ningún Ferrari, al 'colarse' el BMW de Heidfeld por delante de unos desibujados Raikkonen y Massa, que eran sólo cuarto y quinto y, lo que es peor, no parecían ni ir más cargados como justificación de su peor tiempo ni habían dado sensación alguna de poder inquietar a los McLaren a lo largo de todo el fin de semana. Algo ha pasado en Ferrari desde su insultante superioridad de Melbourne porque ahora mismo el F2007 no es ni su sombra del coche que arrasó en el gran premio inicial del año ¡sin ni siquiera tener que usar todas las 'vueltas' de su motor!

Kovalainen pescó en río revuelto y acabó cuarto tras salir el último

Raikkonen acabó quinto tras una carrera totalmente anónima

Sensacional sexta plaza de Sato obtenida por méritos propios desde la salida

CARRERA

Por sexta vez en seis carreras el que llegó primero a la primera curva ganó la carrera. Así que no es de extrañar que Alonso se jugase el todo por el todo otra vez en esos primeros metros ... lo malo fue que al igual que le ocurrió en Montmeló, en esos metros iba a perder toda opción a la victoria. En esta ocasión, además, la sensación era que había algo más en juego que la siempre importante victoria en un gran premio. Diría que se trataba también de una cuestión de orgullo, de un "este no me gana" que, por una vez, hacía prevalecer en la siempre privilegiada cabeza de Fernando la busqueda de la recompensa inmediata en lugar de la reflexión y la paciencia que tan buenos resultados le han dado estos dos años para llevarse al final de temporada 'el premio gordo'.

Al apagarse las luces rojas del semáforo de salida, Hamilton salía bien pero Fernando parecía haber cogido algo más de impulso y se le ponía casi en paralelo. Pegado al británico, Heidfeld metía también la máxima presión y, en una situación así, que hubiese sido Lewis el que se hubiese ido recto casi que no nos hubiera extrañado. Pero no, ¡este chico no falla! el McLaren número 2 trazaba por el sitio la complicada izquierda-derecha que da inicio a cada vuelta en el circuito de Montreal, mientras que Alonso se quedaba sin hueco para entrar, veía como sus neumáticos delanteros se bloqueaban y no tenía más opción que seguir recto, hacer un poco de "cross" por la escapatoria y reincorporarse a pista unos metros más allá con la suerte, al menos, de no haber roto nada ni ser tocado por nadie, aunque perdiendo no sólo la opción de pasar a Hamilton sino siendo también rebasado por Heidfeld ... ¡la carrera se le ponía ya muy cuesta arriba!

Sin embargo, por si este mal inicio no era poco, las cosas iban a ir de mal en peor para el bicampeón mundial. Primero porque no sólo no podía inquietar nunca a Heidfeld, primer condición para poder superarle y tratar de seguir a un Hamilton que ya se estaba escapando, sino porque, poco a poco, el alemán se le iba, y Fernando, probáblemente en un intento desesperado de no rendirse, seguía buscando los límites y cometía dos nuevos errores en la ya para él maldita primera curva. El segundo fallo permitía incluso a un poco incisivo Massa superarle, dejando al español cuarto y cada vez más frustrado ... ¡y lo peor estaba aun por llegar! Cuando poco más allá de la vuelta veinte empezaba el primer turno de repostajes, el primer en entrar era Heidfeld, en la 21. Dos giros después lo hacía Hamilton ... y justo cuando en la siguiente vuelta le tocaba a Alonso (lo que confirmaba que los dos McLaren habían calificado con, virtualmente, la misma cantidad de combustible) ... ¡el safety car acababa de entrar en pista tras el golpe contra uno de los muros del Spyker de Sutil!
Con la nueva reglamentación del procedimiento a usar con el coche de seguridad en pista, el pitlane se cierra hasta que todos los monoplazas quedan alienados detrás suyo, con los doblados en la parte final de la cola, lo que implica al menos una vuelta mientras esta "reordenación" se lleva a acabo. El problema para Alonso (y para Rosberg) es que no podían dar ni una vuelta más ¡o se quedaban tirados sin gasolina! Así que, aun sabiendo que la penalización era inevitable, Fernando y Nico hacían su primera parada y volvían a pista para, pocos segundos después, abrirse ya el pit lane ... ¡y entrar casi todos los demás en auténtica desbandada! La confusión era notable, con Raikkonen teniendo que esperar mientras su equipo atendía a Massa, y con el brasileño y Fisichella precipitándose en volver a pista ... sin hacer caso del semáforo de salida de boxes todavía en rojo ¡y ante el cual estaba incluso parado Kubica! Si para Alonso y Rosberg la operación había sido nefasta (les costaría un 'stop and go'), para Felipe y el 'Fisico' era, simplemente, catastrófica, ya que significaba 'bandera negra' y la consiguiente e inmediata exclusión de la carrera.

A Alonso no le salió nada bien y encima le perjudicó el primer safety car

Ralph Schumacher sumó un punto casi sin querer ahora que se habla de su inminente salida de Toyota

Las cuatro salidas del safety car condicionaron por completo la carrera

Pero todo el lío de esta primera intervención del safety car quedaba totalmente en segundo plano cuando se producía, apenas, un par de vueltas después, la segunda. Y esta vez la causa era mucho más grave que limpiar una parte de la pista de los restos dejados por el Spyker, esta vez se había producido uno de esos accidentes que todos sabemos que siempre pueden pasar pero que nunca queremos que ocurran. El BMW de Kubica había entrado emparejado por el exterior de la rápida izquierda que lleva a L'Epingle con el Toyota de Trulli ... ¡y se salía en uno de esos sitios donde vale más no salirse! Una zona que se pasa a fondo en la velocidad más alta, lo que implica ir a más de 300 por hora ... y sin apenas escapatoria antes del muro de hormigón. El impacto era tan inevitable como escalofriante: el BMW salía, literalmente, volando, esparciendo pedazos a su paso para acabar por atravesar la pista de lado a lado y quedar volcado sobre un costado al borde de la siguiente curva con su piloto dentro.
El susto fue mayúsculo, acrecentado para los que lo veíamos en la 'tele' por el hecho de que, de inmediato, se dejaron de ofrecer imágenes del lugar del accidente con lo que durante bastantes minutos no supimos si al bravo piloto polaco le había pasado 'lo que hace mucho que no pasa'. Por fortuna (¡y porque las medidas de seguridad de los F1 han avanzado de forma impresionante!), Kubica salió poco menos que ileso del tremendo accidente, así que la sensación de alivio cuando se conocieron las primeras noticias sobre su estado fue notable.

Como si todos, los que veíamos la carrera y los que competían en ella, nos hubiésemos tomado un respiro mientras pasaban esos interminables minutos, la reanudación del gran premio fue casi diría que tranquila pese a que el nuevo reagrupamiento tras el safety car había abierto por completo la lucha por la victoria al poner de nuevo a Heidfeld pegado a Hamilton. Alonso y Rosberg les seguían pero debía aun de pasar por boxes para cumplir su sanción, lo que el asturiano hacía unas vueltas después, volviendo a pista en el puesto 13. Fernando se reintegraba a la carrera con la firme convicción de darlo todo y tratar de salvar lo salvable. Al menos, los dos safety car que tanto le habían perjudicado también hacían que las diferencias con los coches que le precedían no fuesen muy grandes, por lo que pensar incluso en un podio todavía no era descabellado. Así que a ello se ponía Fernando, superando en rápida sucesión a Wurz y Barrichello, marcando las mejores vueltas de carrera, ganando otra cuantas plazas a medida que algunos de los que le precedían iban haciendo su parada en boxes, y acercándose al Ferrari de Raikkonen, séptimo en ese momento.

Pero el duelo Kimi-Fernando no se iba a decidir con un adelantamiento en pista como parecía. El otro Spyker, el de Albers, se iba también contra un muro ...¡y el safety car debía de volver a salir mientras se limpiaba la pista! Tanto Raikkonen como Alonso aprovechaban para, de inmediato, entrar en boxes a hacer su segunda parada y los mecánicos de McLaren eran más rápidos que los de Ferrari, lo que permitía al español ganarle la posición por centímetros al finlandés mientras los dos circulaban en paralelo por la calle de boxes con los limitadores de velocídad impidiéndoles dar rienda suelta a sus ganas de ir a fondo desde el primer metro. Después de todo lo que había pasado, Fernando era séptimo y todavía tenía sus buenas opciones de ganar unas cuantas plazas más, tal era la igualdad en el pelotón tras el inalcanzable duo de cabeza.
Pero hoy no era el día de Alonso. Un nuevo error en la primera curva, le costaba dos nuevas plazas, le dejaba otra vez por detrás de Raikkonen y, lo que era peor, demostraba que no había de forma de ir para arriba. Las gomas blandas que el McLaren número 1 montaba para la parte final de carrera se degradaban casi de inmediato, probáblemente solicitiadas en exceso en el intento desesperado de remontar, y pronto se veía que Fernando no sólo no iba a poder volver a dar caza a Raikkonen ... ¡sino que bastante tendría con defenderse de Sato! El piloto del SuperAguri había estado rodando en excelentes cronos desde el principio, se había ya permitido el lujo de pasar al Ferrari de Raikkonen a principio de carrera ... ¡y ahora se iba decidido a por el McLaren de Alonso! Takuma no se lo pensaba y se 'tiraba' de forma espectacular por el exterior a la entrada de la chicane que lleva al 'muro de los campeones'. Fernando, simplemente, no podía resistirse, cedía y se conformaba con acabar séptimo y sumar, al menos, dos puntos. Para el japonés y su equipo era, pues,una sexta plaza que tiene un sabor de auténtica victoria por ser conseguida, si, en una carrera 'loca' pero a base de ritmo y de lucha no por abandonos de otros o 'suerte' a la hora de los pitstops.

Más afortunado aunque no por ello inmerecido, era el increible tercer puesto obtenido por el Williams-Toyota de Wurz. El austriaco había sobrevivio al 'asalto' del Toro Rosso de Speed en la parte inicial de la carrera, sin más daño que un soporte lateral del alerón trasero algo tocado. A partir de ahí, Wurz conseguía estar siempre atento a todo lo que pasaba, no cometía un sólo error y, a base de hacer toda la carrera con sólo un repostaje, se alzaba hasta una tercera plaza que tiene sabor de auténtica reivindicación para piloto y equipo. Para Alex porque tras tantos años de probador y con apenas un par de ocasiones para demostrar sus posibilidades (¡una de ellas también con podio, por cierto!) acabar tercero era un resultado de ensueño. Para Frank Williams y los suyos porque tras el frustrante año pasado esta temporada las cosas ya van saliendo 'como tienen que salir' y, por una vez, la suerte no sólo no les volvía la espalda sino que les ayudaba ese poquito que, a veces, hace tanta falta para concretar en hechos lo apuntado en intenciones y ganas. ¡Seguro que este no es el último buen resultado del año para el veterano equipo inglés!

Los dos primeros escalones del podio ya tenían dueño desde los primeros metros de carrera. Ni Hamilton ni Heidfeld se dejaban enredar en las numerosas trampas que este gran premio ponía a todos sus participantes. Del alemán ya sabemos que es un piloto de esos que se suelen definir como 'sólidos' y que rara vez comete errores. Del inglés ya empezamos a esperárnoslo casi todo. En una carrera en la que lo más fácil era 'meter la pata', Lewis no hizo absolutamente nada mal. Tuvo, además, la suerte de que primer su repostaje se produjese justo una vuelta antes de la primera salida del safety car, lo que le libró de seguros problemas, y tras cada reanudación de carrera demostró una frialdad y un dominio de la situación propio de un auténtico veterano. Lo de Lewis ya va en serio y prometo no volver a acordarme de que es un 'novato', Hamilton es ya un piloto de fórmula 1 'hecho y derecho' y se postula como un claro aspirante al título. Todavía tendrá que tener también su mal día (como le tocó precisamente a su compañero Alonso en Canadá) pero mientras tanto, y como se suele decir ¡que le quiten lo bailao!