El gran premio de España se decidió en la primera curva, el resto fue sólo un largo y casi diría que monótono esperar a la bajada de la bandera a cuadros. El 'cuerpo a cuerpo' entre Massa y Alonso se resolvió en favor del brasileño y el resto de la carrera ya no tuvo historia. Fernando sabía que su mejor oportunidad, probáblemente su única oportunidad, de ganar por segundo año consecutivo en Montmeló pasaba por superar a Felipe en los primeros metros de carrera. Al menos así habría alguna opción de romper el superior ritmo del Ferrari. Era un 'todo o nada' y los dos lo sabían: el McLaren de Alonso cogió el rebufo del Ferrari de Massa, busco el exterior de la primera curva y entró en ella cerrando en lo posible la trayectoria y unos centímetros por delante. Tal vez eso habría bastado para pasar a Massa hace sólo un mes ... pero no ahora. El brasileño parece otro tras el 'domingo negro de Malasia' y esta vez no sólo no se sentía intimidado sino que daba la máxima réplica al ataque de su rival, alargando la trazado y 'haciéndose sitio' hacia el exterior. El toque entre los dos monoplazas era inevitable y, dada la posición de cada uno sobre la pista, el que tenía todas las de perder era Alonso. El español no tenía más remedio que salirse a la tierra y ahí perdía la carrera. Al menos, Fernando conseguía volver a la pista sin que, milagrosamente, nadie le tocara y con sólo los mínimos daños que una 'excursión' como la que acababa de hacer suele producir en estos cada día más delicados fórmula 1 de hoy día, llenos de apéndices aerodinámicos por todas partes.

El momento decisivo, Alonso por la tierra, Massa por el asfalto. De ahí al final todo fácil para el de Ferrari	Felipe Massa sumó su segunda victoria y tercera pole consecutiva	Hamilton sigue sin cometer el más mínimo error y ya es líder del mundial

ENTRENAMIENTOS

En realidad, la carrera se acabó de decidir en esa primera curva, pero había empezado a resolverse en la sesión de calificación. En un circuito como Montmeló, donde todos los equipos entrenan una y otra vez, las sorpresas son poco menos que imposibles y los cronos de entrenos suelen marcar una jerarquía prácticamente definitiva. Si a ello unimos la proverbial dificultad para adelantar que tiene la pista catalana, a la que en absoluto ponía remedio la nueva chicane que sustituía a la rápida y complicada curva en bajada que daba pasa hasta ahora a la recta de tribunas, la conclusión para todos era clara: el que consiguiese la pole tenía 'media carrera ganada'.

Y la pole, la tercera consecutiva, era para un Felipe Massa que se está convirtiendo en el hombre a batir a medida que avanza la temporada, superadas la mala suerte de Australia y sus errores de Malasia que parecían condenarle ya, tan pronto, a seguir siendo el 'número 2' de Ferrari. Pero el brasileño ha reaccionado del mejor modo posible ante una situación en la que se jugaba, probáblemente, el futuro de su carrera en la F1, y en Montmeló se hacía con una pole por delante de Alonso de esas que tienen un valor especial. Fernando lo intentaba todo ... pero le faltaban treinta milésimas. El primer asalto estaba perdido, quedaba el segundo, esa salida en la que se acabaría de decidir la pelea.

Tras el incidente de la salida Alonson sacó el máximo posible de Montmeló, la tercera plaza	Los BMW siguen abonados al cuarto puesto ...sólo que esta vez le tocó el turno a Kubica	El RedBull va cada día mejor aunque todavía no es del todo fiable. Coulthard acabó quinto sufriendo al final

CARRERA

Los primeros metros, cuyo relato abre este comentario, eran realmente casi lo único destacable de un Gran Premio de España que no pasará a la historia precisamente por lo emocionante de su desarrollo. Los miles de espectadores que volvían a abarrotar las tribunas del 'circuit' pasaban del cero al infinito ...y de nuevo al cero en apenas unos segundos. La intensidad de las emociones en el escaso intervalo que iba del apagarse los semáforos al ver el McLaren número 1 haciendo 'campo a traves' mostraban una vez más porque la fórmula 1 captura la imaginación y engancha la mirada. Lo malo es que esa intensidad se desvanecía pronto, y tras volver Alonso a la pista en cuarta posición, superado por el Ferrari de Raikkonen y el McLaren de Massa, lo que le quedaba al aficionado español era esperar un milagro, porque no habría otra forma de recuperar el terreno perdido.

Massa se iba por delante de forma implacable, Hamilton le seguía pero no parecía en condiciones de amenazarle en ningún momento, y para Alonso, pese a todo, las cosas acababan por no rodar tan mal. Primero porque el Ferrari de Raikkonen enmudecía de repente, provocando esa reacción de júbilo por parte de la afición que tan impropia nos parece a los más 'puristas' pero que tan lógica es cuando se va a ver la f1 no como el espectáculo que es sino como una contienda en la que sólo se quiere que haya un ganador: 'el nuestro'. Con Raikkonen fuera, Fernando subía hasta la tercera plaza pero todavía no podía respirar tranquilo, ante el amenazador ritmo del BMW de Heidfeld. Pero un rocambolesco incidente en el box del equipo alemán demostraba una vez más que en la super tecnológica fórmula 1 el factor humano sigue contando, para bien o para mal. Un malentendido entre el mecánico que montaba la rueda delantera derecha y el encargado de 'dar salida' al piloto acababa por costarle a 'Nick the quick' la carrera. La tuerca que salía botando sentenciaba al alemán a una vuelta lenta de retorno al box para no perder la rueda, y ahí se acababan sus aspiraciones de subirse por primera vez este año al podio.

El relevo en el acoso a Alonso lo recogía el compañero de Heidfeld, el polaco Robert Kubica, pero estaba demasiado lejos como para ser una amenaza real, con lo que Fernando salvaba lo salvable tras el incidente incial, y acababa tercero, mientras que Kubica sumaba otro cuarto puesto para BMW, ¡el cuarto en cuatro carreras!

Otra buena carrera de Nico Rosberg que sumó tres puntos con el Williams-Toyota	Kovalainen pudo por fin con Fisichella y acabó séptimo	Primer y muy celebrado y merecido punto para Takuma Sato y el SuperAguri

Tras los tres equipos que ya empiezan a ser habituales dominadores este año: Ferrari, McLaren-Mercedes y BMW-Sauber, la lucha por ser el mejor del resto deparaba un par de sospresas. La quinta plaza era para David Coulthard y el RedBull-Renault, un coche que está empezando a mostrarse muy competitivo y al que sólo le falta algo más de fiabilidad para empezar a optar a algo más. En Bahrein el veterano escocés ya había merecido acabar quinto tras una remontada épica desde el fondo de la parrilla pero la mecánica le traicionó a poco del final. En Barcelona, aunque fuese 'por los pelos' el RedBull diseñado por Adrian Newey aguantó entero hasta el final, permitiendo a piloto y equipo cosechar su primer resultado del año. Habrá que seguir de cerca la evolución de los RedBull a partir de ahora, no se porque me da que pueden llegar a convertirse en la sorpresa de la segunda mitad de temporada.

Y si de sorpresa podía calificarse la quinta plaza de Coulthard, no lo era menos la sexta de Rosberg y el Williams-Toyota, otro binomio que conseguía superar al 'dueño de sus motores' como había hecho Redbull con Renault. Nico está mostrándose mucho más maduro en estas primeras carreras del año, tratando de volver a la buena senda emprendida al inicio de la pasada campaña y que luego perdió de forma bastante aparatosa a medida que avanzaba la temporada. Su carrera de Montmeló fue intachable y los tres puntos un merecido premio para el piloto y para el equipo de Frank Williams.

Tras Rosberg acababa otro piloto que se quiere reivindicar cuanto antes, Heikki Kovalainen. Después de sus muy decpecionantes primeras carreras en fórmula 1 con el Renault (¿no será que todos esperábamos demasiado?), el finés conseguía, por fin, superar a su compañero de equipo Fisichella y sumaba dos puntos que son casi a lo máximo a lo que se puede aspirar con un Renault que ni Alonso podía colocar en el podio, tal es la diferencia de tiempos entre el R26 y los monoplazas de los equipos de cabeza.

Cerraba las ocho primeras plazas un piloto del equipo al que podíamos calificar de la sensación de este inicio de temporada. Me refiero a SuperAguri. Hace apenas un año el equipo de Aguri Suzuki debutaba con un chasis ex-Arrows poco menos que rescatado del museo. Doce meses después, y ya con un F1 'de verdad' (el Honda del 2006) Takuma Sato sumaba el primer punto para la que, aunque parezca increible, se está convirtiendo en 'primera escuadra japonesa' ... ante la desesperación de los gigantes nipones: Honda y Toyota, que siguen de mal en peor.

Aunque, realmente, si hay que darle a alguien el título de 'revelació', de 'sensación' o de lo que sea que se nos ocurra ese es Lewis Hamilton. Lo del británico es cada vez más increible y sólo pensar que ya es líder del mundial y que no se ha bajado del podio desde su debut en Australia, da vértigo. Antes o después Hamilton cometerá un error, simplemente porque eso es algo inevitable, pero con lo hecho hasta ahora ya basta (¡y sobra!) para convencer hasta al más excéptico: este chico es un auténtico fuera de serie. Pensar que un debutante pueda optar al título era algo, por mucho que pilote un McLaren, que me parecía, simplemente, imposible antes de empezar la temporada. Ahora ya empiezo a no descartarlo del todo aunque me siga pareciendo improbable ... pero visto lo visto una cosa esta clara: Hamilton es capaz de todo y su primer triunfo no va a tardar en llegar a poco que los Ferrari se descuiden. ¿Quien nos iba a decir que Alonso iba a tener un enemigo tan o más duro en casa, con un novato de compañero de equipo, que entre los Ferrari?