inicio archivo calendario enlaces contacto
18|03|06 G.P. AUSTRALIA| FORMULA 1 | 1ªPRUEBA
Dominio de Kimi Raikkonen y Ferrari en el primer gran premio de la temporada 2007. Para Fernando Alonso su debut en McLaren se saldó con una segunda plaza que, visto lo visto, era lo máximo a lo que podía aspirar en Albert Park. El podio lo completó su nuevo compañero de equipo, el británico Lewis Hamilton, realmente brillante en su debut en Fórmula 1.
CRONICA

El gran premio de Australia de fórmula 1 significó el arranque de la temporada 2007 y la confirmación de que Ferrari, ahora mismo, está un paso por delante del resto de escuderías, McLaren incluida. Y la verdad es el resultado de Albert Park no nos pilló en absoluto por sorpresa, porque si analizábamos friamente las circustancias y los datos que tanto el final de la pasada temporada como la larga pausa invernal habían ido dejando aquí y allá, pocas dudas podía haber de que, aunque sea de momento, la superioridad de Ferrari era clara.
Porque la "Scuderia" acabó el 2006 poco menos que arrasando (¡recordad la abrumadora superioridad mostrada por Massa y Schumacher en Brasil!), porque el cambio al monogoma Bridgestone debía, por pura lógica, beneficiar a los equipos que, como el italiano, llevan años de experiencia con la marca japonesa, y porque en cuanto los test invernales dejaron las pistas más "ratoneras" y menos significativas (Jerez y Valencia) para para a desarrollarse en las más "de gran premio" (Montmeló y Bahrein), los cronos de Massa y Raikkonen eran siempre unas cuantas décimas mejores que cualquiera de los marcados por el resto. Así que esperar que fuera otro que un Ferrari el que se impusiese en Australia era esperar demasiado, incluso de un talento tan desmedido como el de Fernando Alonso.

Y es que, en la fórmula 1, los 'milagros' son cada día más y más difíciles. Y por muy bueno que sea un piloto como Alonso (y Fernando es uno de los mejores de la historia ¡sin duda!) y por mucho nivel que tenga una escudería como McLaren (y el equipo de Ron Dennis lo tiene, eso es indiscutible), recuperar la ventaja técnica con la que Ferrari cuenta en estos momentos no es cuestión de un día. Para McLaren, de hecho, salir de Australia como líder del mundial de constructores ya es, de por si, casi ese milagro del que hablamos al inicio del párrafo. Porque si Kimi ganó 'fácil', es viendo la carrera de Massa, sexto tras salir el último cargado 'hasta los topes de gasolina' y, aun así, no destrozando las ruedas blandas 'de uso obligado', cuando uno se tiene que dar cuenta de lo muy superiores que eran los coches rojos en Melbourne.

Pole, vuelta rápida y victoria: mejor imposible para Raikkonnen en su debut con Ferrari

Alonso sacó el máximo posible y acabó segundo pese a su mala salida

Espectacular debut en F1 de Lewis Hamilton, tercero y rodando delante de Alonso durante muchas vueltas

ENTRENAMIENTOS

Salvo el mejor tiempo de Alonso en la primera sesión de libres del viernes, disputados con pista mojada y que se iba secando a medida que avanzaba la mañana, el dominio Ferrari fue total a lo largo de todo el fin de semana. La calificación no fue una excepción, aunque bien es verdad que no todo fue de color de rosa (¡o de color rojo!) para los de Maranello. Un problema de cambio dejaba tirado a Massa al inicio de la Q2, enviando al brasileño a la parte de atrás de la parrilla y haciéndole perder el primer asalto en el duelo por ser el nuevo número 1 de Ferrari ante Raikkonnen. El finés no fallaba, mostraba una vez más su natural velocidad y hacia uso a la perfección de la impresionante competitividad que el Ferrari F2007 mostraba, sobre todo en el tercer sector de la pista, en el que, simplemente, el coche rojo "volaba bajo". La pole era una consecuencia lógica y la duda era saber quien le acompañaría en la primera fila. Y ese acompañante iba a ser Alonso. Fernando se empleaba a fondo y aunque su McLaren no era tan eficaz, sobre todo en ese ya comentado tercer sector, era lo suficientemente rápido como para permitirle hacerse con el segundo mejor crono y empezar a estar en su papel de presentar batalla al Ferrari desde el principio.

Cerca de los dos mejores representantes de los dos equipos máximos favoritos, se situaba el primero del que puede ser el tercero en discordia este año: BMW. Los coches alemanes se habían mostrado todo el invierno tan rápidos como poco fiables y, en el primer combate 'con fuego real' parecían estar a la altura y con opciones de meterse en la lucha Ferrari-McLaren ... aunque eso era lo que pensábamos porque no sabíamos lo ligeros de combustible que habían clasificado. En todo caso, en ese momento Heidfeld era tercero, Kubica quinto, y entre ellos se metía el que acabaría por ser el hombre del fin de semana: Lewis Hamilton. El campeón de la GP2 no mostraba ninguno de los puntos débiles que se pueden esperar de un debutante y, desde el primer momento, rodaba siempre en cronos sorprendentemente cercanos a los de su jefe de filas y doble campeón mundial. Que Lewis tenía talento ya se veía venir, que lo mostrase tan pronto y en una pista desconocida para él confirmaba que estamos ante una nueva estrella de la fórmula 1, cuyo brillo todavía no sabemos cuan intenso será pero que, sin duda, no será fugaz. Su crono de entrenos, a poco más de 2 décimas de Alonso, y con algo más de carga de gasolina, era ya una primera señal, ¡el domingo veríamos alguna más!

Con Ferrari, McLaren y BMW como "gallitos", el mejor del resto acaba por ser el Renault de Giancarlo Fisichella. La escudería que comanda Falvio Briatore empezaba a sufrir ya los devastadores efectos que va a tener en sus prestaciones la doble pérdida de Alonso y Michelin. Porque si quedarse sin el bicampeón mundial, sin el piloto capaz de poner ese 'algo más' cuando hace falta se va a notar (¡y mucho!) perder al mismo tiempo las gomas Michelin que tan bién se adecuaban al chasis anglo francés va a ser, incluso, más decisivo en la pérdida de competitividad de los Renault. Y para comprobarlo bastaba ir un año atrás y recordar lo arriba que estaba entonces Fisichella en el trazado de Albert Park, sólo superado por Alonso, y donde estaba ahora: sexto ¡y gracias! Y digo lo de gracias porque viendo como le había ido el fin de semana a su nuevo compañero, el finlandés Kovalainen, lo del 'Fisico' no estaba, después de todo, tan mal. Heikki tenía un debut realmente horrible, plagado de problemas en entrenos que apenas si le dejaban rodar y totalmente incapaz de controlar un coche que, sobre todo en su tren trasero, parecía a simple vista realmente más nervioso de la cuenta. Quedarse fuera de la Q3 sería el primero de los varapalos que sufriría el ex-ganador de la Carrera de Campeones de París durante un fin de semana que, seguro, no era el que había soñado para su debut en la fórmula 1.

El resto de protagonistas de la Q3 lo completaban los dos Toyota, mucho mejor de lo esperado tras un invierno realmente difícil, el siempre increiblemente rápido en calificación (¡y más en Melbourne, su casa!) Mark Webber, que conseguía un séptimo puesto 'imposible' con el RedBull ... ¡y el Super Aguri de Takuma Sato! El, en teoría, tercer equipo japonés se subía a las barbas de Honda (¿que digo? ...¡¡¡humillaba a los 'ecológicos' Honda!!!) y Sato conseguía una décima plaza con sabor a victoria para la formación de Aguri Suzuki, completada por la undécima de un convincente Anthony Davidson, mientras Button y Barrichello hacían poco menos que el ridículo con, en teoría, el mejor chasis y motor que Honda puede hacer ahora mismo.

Los BMW son ahora mismo la tercera potencia y Heidfled lo aprovechó para acabar cuarto

Renault va a sufrir este año, la quinta plaza de Fisichella era lo máximo a lo que podían aspirar

La remontada de Massa, de último a sexto y a una sola parada es de las que dan que pensar

CARRERA

Como suele pasar tantas y tantas veces en fórmula 1, la salida era no sólo el momento más emocionante de la carrera sino, también, el más decisivo. Raikkonen arrancaba de forma impecable desde la pole, en el lado derecho de la pista, el lado bueno, Alonso se quedaba patinando en el izquierdo, el lado malo ... y ahí se acababan sus opciones (¡si es que las tenía!) de plantar batalla al Ferrari. Heidfeld, que salía 'ligerito' y con gomas blandas como sabríamos tras su primer repostaje (¡a ver si hay forma de que se pueda saber quien lleva que gomas para la próxima, señores de Bridgestone!) le ganaba la posición al McLaren número 1, lo arrinconaba hacia el interior de la curva y no sólo le hacía perder a Fernando la segunda plaza sino que también le costaba la tercera. Y es que tras ellos dos, Kubica y Hamilton también 'se las tenían tiesas' en esos frenéticos primeros metros, pero el británico de McLaren dejaba la segunda señal de lo mucho que tiene por mostrar a la f1. En una maniobra de esas a las que Alonso nos ha acostumbrado en estos años anteriores, con el Renault, Hamilton buscaba hueco por el exterior, alargaba al máximo la frenada en la zona con más goma y no sólo le ganaba la partida a Kubica ..¡sino que pasaba a Alonso por fuera!

De golpe, Fernando era cuarto y en una sola vuelta Kimi ya le llevaba 'un mundo', porque un mundo es en esta fórmula 1 que te saquen ya tres segundos en la primera vuelta y que tu rival se vaya escapando a ritmo de uno, dos y, a veces, hasta tres segundos por vuelta. O pasaba algo 'raro' o la carrera, en lo que a la primera posición se refiere, estaba resuelta. Quedaba por dilucidar la segunda y enseguida veríamos que ese iba a ser un asunto privado entre los dos pilotos de McLaren. Porque Heidfeld paraba a hacer su primer repostaje mucho antes y, tras volver a pista, ya nunca rodaría en cronos como para amenazar a las flechas plateadas.

Quedaba, por tanto, ver cuando y como pasaría Alonso a Hamilton ... ¡y no estaba nada fácil! El inglés rodaba como un reloj y, salvo un par de 'sustillos' en forma de meter algo más de la cuenta las ruedas en el borde de la pista, no cometía errores pese a la presión que, sin duda, ha de suponer para cualquiera (¡y más para un debutante!) tener detrás a alguien tan implacable como Fernando. El primer repostaje dejaba las cosas como estaban y sería, finalmente, en el segundo, cuando Alonso conseguiría su objetivo. Justo en la vuelta en que a Hamilton le tocaba entrar, los dos McLaren alcanzaban a un par de doblados, Lewis dudaba y, de golpe, se dejaba el pequeño margen de segundo y medio, dos segundos, que había mantenido durante tantas vueltas. Fernando, que nunca perdona, se pegaba como una lapa y en cuanto Hamilton entraba en boxes se lanzaba a una de esas vueltas mágicas que sólo les hemos visto a él o a Schumacher en estos últimos años. Como, además, Fernando había 'ahorrado' combustible para estirar aun un giro más, otro giro al límite, el resultado era que tras hacer su segunda parada el español volvía a pista mientras su compañero todavía transitaba por mitad de la recta de tribuna. Alonso ya era segundo y ahí era hasta donde podía llegar hoy. Lo otro, llegar a Raikkonen, estaba fuera de su alcance por mucho que el finés tuviese un pequeño 'despiste' (su único error del fin de semana) llegando algo pasado a un viraje de derechas. La diferencia era confortable en favor del Ferrari y los tiempos por vuelta de unos y otros significativos: el mejor giro de Kimi más de un segundo más rápido que el mejor crono de Fernando ... ¡no había nada que hacer!

Así las cosas, las últimas vueltas fueron un casi sopífero esperar a que cayese la bandera a cuadros. Y digo casi porque hubo un notable sobresalto cuando Coulthard, tirándose en busca de un hueco imposible, se subió por encima de Wurz y nos dio el susto del día. Viendo desde las imágenes de la cámara subjetiva del Williams del austriaco lo cerca que pasaba el Redbull de la cabeza de Alex se da una cuenta de que, por muchas medidas de seguridad que se tomen, este es un deporte de riesgo y en cualquier momento puede pasar lo peor. Por fortuna, todo se quedaba en el susto y en los dos coches fuera sin ningún daño para sus pilotos.

El otro foco de interés de final de carrera era la remontada de Massa. El brasileño partía último, luego de su problema de entrenos y de que en Ferrari decidieran cambiarle el motor, lo que le condenaba al final de la parrilla. Cargado 'hasta arriba' el Ferrari de Felipe iba, pese a todo, ganando posiciones de forma constante en lo que parecía, claramente, una táctica a un sólo repostaje. Algo lógico cuando sales tan atrás pero menos este año pensando en la obligatoriedad de montar en algún momento de la carrera las gomas más blandas de los dos compuestos que en cada gran premio suministra Bridgestone y que, en Albert Park, se mostraban realmente casi demasiado blandas, no durando más de una decena de vueltas sin consumirse de forma alarmante ... ¡a menos que las montase un Ferrari! Cuando todo el mundo se preguntaba porque Ferrari optó por alargar la distancia entre vías de su chasís justo en el año en que todos sus rivales optaban por la contrario hubo quien dijo "cuidado que tal vez en Ferrari sepan algo de como usar las Bridgestone que los demás no saben". A la vista de como se comportaron las gomas blandas durante casi treinta vueltas en un coche cargado de gasolina a tope, todo hace pensar que, en efecto, en Ferrari han dado en el clavo con su diseño del 2007 ... ¡y es precisamente eso, mucho más que la clara victoria de Raikkonen, lo que debe de preocupar al resto!

Magnífica carrera de Rosberg, batiendo a los Toyota ...¡con su Williams Toyota!

Ralph Schmacher completó las posiciones con derecho a puntos

Takuma Sato causó sensación metiendo en el topten de calificación al Super Aguri