La nieve en grandes cantidades volvió a hacer acto de presencia en el Rallye de Suecia, alejando los problemas con los tramos de tierra poco nevados que se habían producido en años anteriores. Con un terreno prácticamente cubierto al 100% por el tan deseado manto blanco el espectáculo estaba asegurado y el único rallye totalmente invernal que queda en el calendario del campeonato del mundo se pudo desarrollar del mejor modo posible ofreciendo esas imágenes que cada año se graban en la retina de los aficionados, en las que la maestría al volante de los mejores pilotos de rallyes del mundo se puede apreciar en su máxima expresión.

Con una inscripción en la abundaban los buenos especialistas escandinavos al volante de WRC privados, la prueba sueca no iba a defraudar las expectativas, dando lugar a un rallye tan bonito de ver como emocionante de seguir, y en el que no faltaron los duelos cerrados, estando la victoria en el aire casi hasta el final y siendo la lucha por el último escalón del podio apasionante hasta el último metro.

Gronholm volvió a ganar con el Focus (foto Ford Media)	Loeb fue el único que siguió el ritmo del vencedor (foto Team Kronos)	Sensacional rallye de Carlsson, tercero al final (foto Mitsubishi Media Service)

Gronholm marca el ritmo

Desde el primer momento Marcus Gronholm quería dejar claro que este era su territorio. El finlandés sabía que en la nieve sueca Loeb sería un duro rival, pero que él era esta vez el favorito. Por mucho que Seb haya sido el primer no escandinavo en ganar el rallye sueco, las pistas forestales de los alrededores de Karlstad siguen siendo, todavía, uno de los cotos más cerrados del mundial, uno de esos lugares donde los pilotos nórdicos todavía tienen ese "algo más" que les falta al resto. Así que Markus atacaba de salida y pronto cobraba una ligera ventaja, acrecentada además por el tonto incidente que le costaba a su rival francés un buen susto y una penalización de diez segundos en un control horario. Y es que Loeb no cerraba bien el capot de su Xsara tras quitar la parrilla de faros, este se le abría en plena marcha y entre parar sin visibilidad alguna y solucionar el problema, el alsaciano se dejaba un puñado de segundos y, probablemente, algo de su proverbial sangre fría.

Como ya comentábamos a raíz del MonteCarlo, este año hay realmente sólo tres pilotos que puedan optar a la victoria en cada rallye. El tercero es, claro está, el noruego Peter Solberg al que en este inicio de temporada parece haberle mirado un tuerto. Un palier roto tras un aterrizaje un poco demasiado brusco dejaba al de Subaru fuera de combate ya el primer día, al igual que le pasara hace escasas fechas en tierras francesas, con lo que la lucha por la victoria volvía a quedar centrada al duelo mano a mano Gronholm-Loeb.

Galli hizo un rallye soberbio y peleó por ola tercera plaza hasta el último tramo (foto Mitsubishi Media Service)	Los Subaru tuvieron otro día negro, Atkinson aunque retrasado pudo terminar... (foto SWRT)	...mientras que a Solberg todo se le torció ya desde el primer día (foto SWRT)

¡Que duelo por la tercera plaza!

El que los dos primeros marcasen un ritmo imposible de seguir para el resto no mermó ni un ápice el interés en la lucha por el resto de posiciones de honor. En particular, el duelo por la tercera plaza fue de los que hacen afición. Y por muchas razones, la más obvia lo igualado que estuvo, no decidiéndose hasta el último tramo, pero también y mucho por quienes eran sus protagonistas, dos pilotos de esos que por rapidez y espectacularidad merecen tener un volante oficial entre sus hábiles manos. Nos referimos al sueco Daniel Carlsson y el italiano Gigi Galli. Ambos salían en Suecia con sendos Mitsubishi WRC privados y los dos daban un auténtico recital al volante de un coche cuyo fabricante ha decidido abandonar justo cuando más cerca de ser competitivo estaba.

El caso es que Carlsson y Galli pelearon por el último escalón del podio desde el primer al último tramo casi como si la vida les fuese en ello. De hecho para ambos, sobre todo tal vez para el sueco, esta era una de esas últimas oportunidades para demostrar su valía y llamar la atención sobre sus enormes cualidades. Era un duelo entre el piloto local, supermotivado en caso y que sabe lo que es rodar sobre la nieve "de nacimiento" y el piloto foráneo que no se asusta ante nada y que en terrenos superdeslizantes es donde más a gusto se encuentra para desplegar su increíblemente exuberante estilo. Al final la recompensa de la tercera posición se la llevó Carlsson, tras estar casi siempre ambos separados por distancias tan mínimas que se debían medir en décimas de segundo, y luego de un postrero problema con el cambio del coche del italiano que le dejó con la sensación de haber podido hacer algo más en la última especial. En todo caso, los dos demostraron lo mucho que valen y lo injusto que puede ser, a veces, esto de los rallyes, cuando otros pilotos con más medios económicos pero menos talento alcanzan puestos que, si se adjudicasen sólo por clase y valor, les deberían estar vetados.

Pons nunca estuvo entre los diez más rápidos en los tramos pero no falló y acabó séptimo (foto RACC Prensa)	Sordo rodaba ligeramente por delante de Pons cuando se salió y perdió toda opción (foto RACC Prensa)	Stohl fue uno de los muchos que luchaban por las primeras plazas y acabaron fuera (foto stohl.at)

El resto, muchos lo intentaron pero pocos lo consiguieron

Tras los dos duelos estelares que marcaron el rallye no faltaron otros protagonistas de interés que, por unas u otras causas fueron cediendo tiempo y posiciones o se quedaron en el camino. Quizás el resultado más amargo sea el del finlandés Jane Tuohino quien, con un Xsara WRC privadísimo estaba en puertas de terminar quinto cuando el motor de su coche enmudeció con la meta de la última especial a la vista, privándole de un resultado de prestigio para una vez que había optado más por la prudencia que por la exageración que había mostrado a veces en el pasado.
La quinta plaza a la que aspiraba Tuohino se la llevó un antiguo vencedor de la prueba, Thomas Radstrom, y aspiró a ella durante largo trecho el rapidísimo Mattias Ekstrom. El ex-campeón del DTM volvió a demostrar al volante del Skoda de Red Bull que es tan rápido en el asfalto de los circuitos como en los tramos nevados del rallye sueco aunque esta vez un "aterrizaje forzoso" tras un salto tomado tal vez de forma algo más descontrolada de la cuenta, acababa por destrozar el morro de su Fabia WRC y le dejaba en la cuneta.
También se quedaron en el trayecto gente como el noruego Kristian Solhberg, constantemente entre los diez mejores con un Subaru privado o el austriaco Stohl, de nuevo convincente con el 307WRC de Bozian ... hasta que lo puso patas arriba ¡exactamente en el mismo lugar en que se había salido momentos antes su compañero Henning Solberg! Al menos el noruego pudo seguir, dando de paso unas de esas imágenes que ponen en valor la abnegación de pilotos y copilotos, cuando su compañero Menkerud rompía a patadas lo que quedaba del parabrisas para facilitar la visión de su piloto aunque ello les costase a ambos ir "tragando nieve" hasta la meta.

Los españoles todavía lejos

El rallye de nuestros dos máximos representantes en el mundial de este año, Xevi Pons y Dany Sordo, ha de tomarse como lo que fue, una demostración de que, al menos de momento, su ritmo en superficies tan particulares como la nieve sueca está todavía muy lejos del de los mejores del mundial ... y del de los especialistas locales. Ambos se tomaron el rallye con la firme intención de aprender, marcándose un ritmo "tranquilo" que les mantenía habitualmente en los puestos que van del diez al veinte de la general, con Dany ligeramente por delante de Xevi ... hasta que el cántabro acababa contra un muro de nieve y perdía seis minutos en volver a reemprender la marcha.
Pons, por su parte, no cometía el más mínimo error y acababa por tener recompensa a su paciencia cuando, pese a no haber marcado ningún crono entre los diez mejores en todo el rallye (exceptuando el décimo mejor tiempo en una de las cortas superespeciales) se clasificaba séptimo aprovechando los numerosos abandonos que se producían por delante. Xevi sacaba el máximo partido a aquello de "piano, piano si va lontano" y sumaba dos puntos para el mundial de pilotos y, lo que es más importante para su equipo, un buen puñado en el de constructores que permiten al Team Kronos mantenerse muy cerca de Ford en la general.
En todo caso, tanto para Pons como para Sordo, han de venir otros terrenos para ver si de verdad pueden ir acercándose a los cronos que todos queremos que registren. Tras dos rallyes tan especiales como Monte Carlo y Suecia, las próximas citas ya deben de ser lugares más propicios para verles en tiempos más acordes con lo que sus mecánicas les deben permitir.