En Mónaco, la sanción a Schumacher y las sucesivas averías del Williams de Webber y el McLaren de Raikkonen nos dejaron con la duda de si Alonso y Renault hubiesen ganado igual con todos ellos en la lucha hasta el final. En Silverstone, en cambio, no hubo lugar para duda de ningún tipo. Alonso y su Renault dominaron de un modo tal que su superioridad convirtió la carrera en una de las más sosas de los últimos tiempos.
Un dominio absoluto que empezó ya en entrenos, con la cuarta pole consecutiva para el asturiano, y que se hizo aun más evidente en los primeros giros de la carrera. Si el Renault número 1 se escapaba como lo estaba haciendo y, además, iba más cargado de combustible como todo el mundo sospechaba, es que simplemente no había nada que hacer para pararlo. Y así era, Alonso paraba en boxes más tarde para hacer el primer repostaje y en ese momento todos sabíamos que la carrera estaba vista para sentencia salvo improbable avería del coche o error del piloto, dos factores que parece casi, casi, imposible que sucedan a la vista de la marcha "imposible" que lleva Fernando este año: 8 carreras, 5 victorias, 3 segundos puestos. ¡Simplemente imparable!

Cuarta pole consecutiva para Alonso... (foto Renault Media)	..líder desde la salida... (foto Renault Media)	...y primero en la llegada ¡Así parece hasta fácil! (foto Renault Media)

Alonso en solitario, lucha por la segunda plaza

Con Alonso tan claramente superior desde el primer giro, el interés de la carrera pasaba a la lucha por la segunda plaza. Raikkonen había intentado el imposible de superar a Fernando en los primeros giros, consciente de que con el Renault presumíblemente más cargado esa era su única oportunidad. Pero Kimi no encontraba hueco y estaba, además, a punto de pasarse un par de veces. Y eso, con Schumacher detrás, ¡no era muy recomendable! El finlandés comprendía enseguida que su objetivo no iba a ser tratar de ir a por el primero sino defenderse del tercero y a ello se aplicaba el resto de la carrera.
El duelo por la segunda plaza estaba servido y se iba a convertir en una de esas peleas estratégicas tan habituales en la fórmula 1 moderna que, por mucho que nos quieran convencer de ello, seguirán gustándonos menos que una buena pelea "cuerpo a cuerpo" a base de adelantamientos en la pista. Pero como una cosa es lo que nos guste a los aficionados y otra lo que la F1 actual ofrece, el caso es que el adelantamiento, al final, se produjo pero fue de esos "virtuales" en los que Schumacher y Ferrari son maestros.
En la primera parada el alemán no pudo conseguirlo, pero en la segunda hizo valer ese nuevo factor que este año influye también en esto de las estrategias y que tanto despista a mucho "analista recién llegado", el hecho de montar gomas nuevas. Porque este año parar más tarde no siempre es una ventaja como lo era el pasado cuando no se cambiaban neumáticos. Así que Schumacher paró una vuelta antes que Raikkonen, y pese a rodar esa vuelta con la mayor carga del combustible recién repostado, los neumáticos "frescos" que Ferrari se había reservado para el último tercio de carrera y las manos del alemán hicieron posible que cuando Kimi salía de boxes, sólo una vuelta después, el Ferrari ya estuviese trazando Copse y desapareciendo en la distancia.

El segundo pit stop permitió a Schumacher acabar superando a Raikkonen por la segunda plaza (foto Bridgestone)	Kimi y McLaren tampoco ganaron "en casa". Este año no es el suyo (foto McLaren Media)	Con Fisichella al volante el Renault mete menos miedo, el "Fisico" sólo pudo ser cuarto (foto Renault Media)

Fisichella reacciona tarde

Con Alonso marcando un ritmo arrollador, hinchándose a vueltas rápidas, el trabajo de Fisichella queda casi siempre en entredicho. El italiano está en esa posición incómoda que otros pilotos han tenido en la historia de la F1, la de ser compañeros de equipo de uno de los "grandes", lo que acaba por hacerte parecer bastante peor de lo que realmente eres. Le pasó a Berger cuando compartía equipo con Senna en McLaren, por ejemplo, pero el austriaco pronto se dio cuenta de que simplemente no había nada que hacer y se dedicó a rodar a su ritmo, sin excusas ni remordimientos. Parece que el "Fisico", en cambio, todavía no se ha resignado, y eso tal vez le lleve a sufrir aun más en la desequilibrada comparación.
En Silverstone, una vez más, el italiano estaba bastante más atrás que el español y volvía a demostrar que le falta ser capaz de mantener el mismo ritmo toda la carrera. Algo que siempre acaba por costarle algún que otro puesto y que en esta ocasión le impidió poder subir al podio cuando, en la parte final de carrera, era el más rápido en pista. Pero el ataque postrero de Giancarlo sólo le sirvió para acercarse a Raikkonen en los últimos giros ... y quedarse ahí, sin el menor atisbo de que tuviese siquiera opción a intentar adelantar al finlandés y devolverle la jugada de Suzuka del año pasado, ¡por mucho que su ingeniero se lo recordase vía radio!

Montoya estuvo muy lejos de su rendimiento en Silverstone el año pasado (foto McLaren Media)	Heidfeld volvió a sumar puntos para BMW-Sauber con su séptima plaza (foto BMW press)	Villeneuve completó el buen resultado del equipo alemano-suizo acabando octavo (foto BMW press)

Los BMW para arriba, los Honda cada vez peor

Ya muy lejos de los cuatro de cabeza, Felipe Massa y Juan Pablo Montoya hacían dos carreras realmente anónimas aunque efectivas que les valían para terminar quinto y sexto respectivamente.
Tras ellos, los dos BMW Sauber de Heidfeld y Villeneuve completaban las posiciones con derecho a puntos, obteniendo un buen resultado de conjunto para el equipo bávaro que, poco a poco, se va asentando y puede acabar siendo el cuarto equipo en la jerarquía de este 2006. Porque los actuales cuartos, Honda, siguen de mal en peor y en Silverstone tuvieron un fin de semana realmente para olvidar, justo en el gran premio "de casa" de Jenson Button, al que no le salía bien absolutamente nada justo donde más ganas tenía de hacerlo bien.
El "desastre Button" empezaba ya en entrenos cuando el inglés dejaba para última hora su salida a pista en la primera parte de la sesión de calificación ...¡y justo cuando se disponía a marcar su tiempo le tocaba entrar al pesaje! Sin tiempo para hacer una buena vuelta, Button no pasaba siquiera el primer corte y se veía condenada a la parte final de la parrilla. Luego, en carrera, su Honda no resistía más que unas vueltas así que al inglés no le quedaba más que bajarse, saludar a sus fans y marcharse para casa realmente deprimido.
Para su compañero de equipo, Barrichello, los entrenos pintaban mejor, y su puesto en tercera fila le daba alguna esperanza. Pero el ritmo de carrera decía otra cosa y Rubinho iba apareciendo cada vez más atrás en la clasificación hasta acabar décimo. ¡Mucho tienen que cambiar las cosas en Honda para enderezar una temporada en la que se las prometían muy felices!