Ya es tradición en la larga historia de la Fórmula 1 y Ferrari que cuando el campeonato llega a territorio italiano los "coches rojos" estén delante, independientemente de como les haya ido en el resto de carreras. En otros tiempos circulaban las más rocambolescas historias al respecto de como esto era posible pero, hoy día, con lo controlado que está todo, no es cuestión de pensar mal. Simplemente la motivación extra que para todos los miembros de la "scuderia" supone correr en casa hace que para las carreras de Imola siempre hagan un esfuerzo especial que se traduce, como ocurría esta vez, en una serie de evoluciones para el monoplaza de Maranello que debían devolverlo a la lucha por las primeras plazas, recobrando así esa competitividad que este año sólo habían mostrado los Ferrari en Bahrein. Y el trabajo de las hyestes de Jean Todt dio sus frutos, la pole de Schumacher era sólo el primer aviso de lo que podía pasar el domingo aunque, quien más quien menos, la achacaba a una exigua carga de gasolina en el coche del alemán buscando, al menos, acaparar las portadas del día de la carrera.

Schumacher y Todt en lo más alto del podio otra vez (foto Renault Media)	Como el año pasado ...¡pero a la inversa! (foto Bridgestone)	Renault buscó sorprender en boxes pero no salió bien (foto Renault Media)

¡El Ferrari no iba tan descargado!

Con Jenson Button acompañando a Schumacher en la primera fila, en otra de las buenas actuaciones en calificación que ya están siendo habituales por parte del inglés y que luego, rara vez, se traducen en un resultado tan brillante en carrera, la duda del inicio de carrera estaba en ver cuando entraban a repostar los Ferrari y cuando lo hacían los Renault y McLaren, situados más atrás en parrilla, presumiblemente por ir más cargados. Y al final era así ...¡pero no tanto! Los Ferrari de Schumacher y Massa, y los Honda de Button y Barrichello precedían a sus rivales en el primer paso por boxes, pero lo hacían alrededor de la vuelta veinte y las cinco vueltas de más que alargaba Alonso su primer turno le servín, si, para superar al brasileño del coche italiano y al británico del monoplaza japonés, pero no para recortar apenas la distancia que le había sacado "el kaiser" en esas primeras 19 vueltas que dio en cabeza desde la salida.
Como además este año al repostar se cambian también neumáticos la teoría de que el que para más tarde tiene todo la ventaja ya no es tan vigente lo que complica mucho las elucubraciones de la gran cantidad de "recien llegados" a esto de las carreras que pululan ahora mismo por ahí oficiando como "sesudos analistas". Y la demostración de que este año el tema es bastante más complejo la daban Schumacher y Ferrari, rodando nada más salir de sui repostaje tan o más rápidos que los que todavían seguían en pista, y ello pese a ir cargados de gasolina. Las ruedas nuevas son una variable decisiva en el nuevo orden de la fórmula 1 2006 y nunca hasta esta carrera se había visto tan clara su influencia.

El caso es que, tras el primer repostaje, Schumacher seguía líder con más de diez segundos de ventaja, los mismos que le llevaba a Alonso cuando entró a repostar cinco giros antes que el español. La carrera podía parecer entonces decidida pero las Bridgestone del alemán, quer tan buen servicio le dieron en esas cinco vueltas, pasaron factura poco después y en apenas otros cinco giros la diferencia entre el Ferrari que lideraba y el Renault que le perseguía se fue fundiendo a la misma velocidad a la que el tan temido "graining" aparecía en los neumáticos del coche rojo.

Buena carrera de Montoya... (foto McLaren Media)	...¡y más bien discreta la de Kimi! (foto McLaren Media)	Otra buena actuación de Webber y Williams (foto Williams F1)

Schumacher contra Alonso: parte 1

De golpe, Alonso estaba totalmente pegado a Schumacher, se mostraba visíblemente más rápido y se aprestaba a superar al aleman. Pero como el propio Fernando se encargó de demostrar el año pasado, en justo la situación contraria, adelantar en Imola es poco menos que imposible aun con un coche dos segundos por vuelta más rápido si tu rival no comete errores. Y lo mismo que hace 365 días ocurría cuando Schumacher acosaba a Alonso se repetía de forma insistintente ahora, con el alemán por delante.
Fernando en su cockpit y los ingenieros de Renault en su box se desesperaban ante la imposibilidad de encontrar un hueco y, a la vista del bajísimo ritmo al que rodaba el Ferrari, siempre por encima de 1:27 cuando para Alonso era "fácil" bajar del 1:25, optaban por buscar una solución alternativa. Fernando paraba en boxes antes de lo previsto, con la idea de intentar aprovechar la, como mucho, una vuelta que Ferrari iba a tardar en reaccionar y, con las gomas nuevas aunque cargado, hacer al menos un 1:26 que le permitiese aparecer por delante de Schummy cuando este volviese a pista. Pero eso era desconocer algo que sólo Michael y Ross Brawn sabían, que el campeonísimo alemán estaba rodando tan despacio para contener a su rival con más tranquilidad pero que, si hacía falta, tenía al menos ese segundo que necesitaban sus rivales para superarle. Así que, avisado Schumacher de la entrada de Alonso en boxes, se sacaba de la manga una vuelta de entrada a boxes visíblemente más rápidas que las anteriores, repostaba, cambiaba ruedas ...¡y salía de nuevo por delante!

Schumacher contra Alonso: parte 1

La frustración para los hombres de Renault era patente, habían gastado su último cartucho y habían errado el tiro. Ahora la única opción era pasar en pista, sin más estrategías, en un duelo final y cuerpo a cuerpo como el del año pasado, de esos que nos gusta ver a los que no le acabamos de encontrar "la gracia" a tanto repostaje, tanta estrategía y tanta "partida de ajedrez" en que a veces, se convierte la fórmula 1 actual. Lo malo es que estábamos en Imola y ya podíamos imaginar lo que iba a pasar porque ya habiamos vivido la misma situación y con los mismos protagonistas. Y aunque esta vez el orden fuera el inverso el resultado debía de ser el mismo porque estábamos de nuevo ante el duelo entre dos de los mejores pilotos de la historia, y en un caso así esperar que uno de ellos cometa un error es casi una esperanza vana. Así que, como el año pasado cuando Alonso dio tida una lección de como tapar todos los resquicios con tanta decisión como limpieza, anticipando ligeramente las frenadas, cerrando algo más las trayectorias en los puntos más peligrosos, y procurando ganar metros a la salida de cada curva para llegar con algo de desahogo a la siguiente, Schumacher le aplicó al asturiano su misma medicina y con el mismo resultado. Fernando lo intentó, claro que si, pero un par de sustos le hicieron usar la cabeza, sacar la calculadora, pensar en los 8 puntos que sumaba y en que Raikkonen y Fisichella estaba por detrás y las últimas cinco vueltas ya fueron de trámite, !en Imola iba a ganar un Ferrari!

El triunfo de Schumacher puede tener muchas lecturas y habrá que esperar al menos al siguiente gran premio para ver si el retorno de Ferrari y Bridgestone es real o no. También el año pasado en esta misma pista el monoplaza de Maranello y las gomas japonesas fueron competitivos y después ya sabemos como transcurrió el resto de la temporada.

Button y Honda otra vez fueron a menos (foto Honda F1)	Fisichella tuvo otro día difícil (foto Renault Media)	Albers fue protagonista muy a su pesar (foto Midland F1)

Montoya en el podio, Kimi muy gris

El duelo Schumacher-Alonso acaparó por completo la atención del gran premio pero por detrás no dejaron de pasar cosas interesantes. Por ejemplo la buena carrera de Montoya, con un McLaren que, de todas formas, no fue nunca el coche temible que se espera siempre de las flechas plateadas. El colombiano ganó el duelo con el Ferrari de Massa por la tercera posición a base de superarle por estrategia (los únicos adelantamientos que vimos en Imola fueron de este estilo, esos que algunos llaman "virtuales") y se acabó por subir al podio en un resultado que le viene muy bien para empezar a aniamrse tras un inicio de temporada un tanto deprimente.

El que, en cambio, parecía ciertamente deprimido en Imola era su compañero en McLaren. Kimi Raikkonen tuvo un fin de semana realmente gris, partiendo retrasado en parrilla, arrancando mal y perdiendo posiciones en las primera vuelta y realizando después una carrera bastante anónima aunque premiada, al menos, con los puntos de la quinta plaza.

Webber bien, Button de más a menos

Tras Kimi la sexta plaza la ocupaba un Mark Webber que sigue haciendo buenas carreras y algún día deberá encontrar recompensa a todo su trabajo. En Imola era sexto con un Williams tal vez menos "explosivo" que en carreras anteriores pero lo suficientemente fiable como para permitirle alcanzar la meta sin problemas, batiendo además con claridad a su compañero de equipo y revelación del inicio de temporada, Nico Rosberg, que en Imola no brillaba en ningún momento.

También acababa en los puntos Button y su Honda pero con pocos motivos para terminar satisfecho. El inglés partía desde la primera fila pero nunca contaba para la victoria y tras perder la posición tras Schumacher luego del primer repostaje acababa por enterrar todas sus opciones a un buen resultado cuando el encargado de "darle salida" en el segundo repostaje levantaba la señal indicadora una fracción de segundo antes de la cuenta, haciendo que Button arrancase ¡con la manguera del combustible todavía enganchada! Todo un desastre que, por fortuna, no trajo mayores consecuencias que el recordar lo peligrosas que son estas maniobras "aunque nunca pase nada".