La fórmula 1 se mueve tan deprisa que basta una semana para que las perspectivas cambien de forma radical. Si hace sólo siete días, en Bahrein, la igualdad había sido la tónica dominante entre los cuatro equipo punteros (Renault, McLaren, Ferrari y Honda), en Malasia los monoplazas franco-ingleses de Flavio Briatore han mostrado una superioridad preocupante para sus rivales. El doblete Fisichella-Alonso, primero de la marca francesa en la "era moderna" y segundo de su historia tras aquel polémico Arnoux-Prost del 83 (¡curiosamente también con el teórico piloto número 2 por delante!), fue conseguido con tal solvencia que, inmediatamente, todos empezamos a recordar como el año pasado, a estas alturas del año, la situación era parecida ...¡y ya sabemos como acabó la temporada!

Primera curva ¡y Alonso ya es tercero! (foto Renault Media)	Doblete Renault con Button y Honda de invitados (foto Renault Media)	El Campeón ya toma ventaja (foto Renault Media)

Pole para Fisichella ... ¡kilos de más para Alonso!

La segunda calificación con el nuevo sistema 2006 volvió a resultar interesante y, si queremos buscarle algún pero, sólo nos sobrarían esas vueltas de "gastar gasolina" que los pilotos clasificados para la tanda definitiva dan durante los primeros minutos de la misma hasta que se quedan con la carga óptima para optar al mejor crono. Y fue ahí, precisamente, donde se decidió la carrera del domingo. Porque mientras Fisichella se hacía con la pole por delante del Honda de Button y los rápidos pero, presumíblemente descargados, Williams de Rosberg y Webber, Alonso se encontraba con un coche que pesaba más de la cuenta tras un error de su equipo a la hora de repostar la cantidad de combustible prevista para la última tanda, la misma que ha de usarse en el inicio de la carrera. Esos "kilos de más" enviaron a Alonso a una octava plaza, tras Schumacher y los McLaren, que era en realidad séptima ya que el Ferrari debía retrasarse diez puestos en parrilla tras la sustitución de su motor el día anterior. Los cambios de motor fueron otra de las claves del fin de semana, el primer ciclo de dos carreras ha sido demasiado para muchos de los V8 y las sustituciones de propulsores afectaron a buena parte de la parrilla, haciendo que los cronos de la calificación sólo sirviesen, en muchos casos, para hacernos una idea de la competitividad de unos y otros, pero no para adjudicarles el puesto definitivo.

Button fue el único que pudo seguir el ritmo de los Renault (foto Honda F1)	Montoya volvió a sumar puntos pero nunca tuvo opciones a pelear con los primeros (foto McLaren)	Massa tras Speed en los inicios de la remontada que le llevaría a acabar delante de Schumacher (foto RedBull Media)

¡Que salida de Alonso!

La salida es siempre uno de esos momentos mágicos que hacen de la fórmula 1 lo que es, un espectáculo extraordinario. Esta vez, además, la arrancada absolutamente increíble de Alonso desde la séptima posición contribuyó aun más a hacer de los primeros metros de la carrera los mejores del día. Fernando salió una vez más como un disparo desde su posición en el exterior de la cuarta fila, se fue al centro y encontró el espacio justo entre los McLaren de Raikkonen y Montoya que se acercaban uno al otro para tapar el hueco ...¡pero llegaban tarde! Ya esta maniobra por si sola, tan parecida a aquella de Gilles Villeneuve en Brasil 80 pasando por el medio del Renault de Jabouille y el ligier de Pironi, era de las que entran en la pequeña historia de la F1 ¡pero quedaba una más! Partiendo desde la segunda fila, los Williams iban 'a lo suyo' con un Nico Rosberg aplicando al máximo aquello de que en fórmula 1 el primer y máximo rival es tu compañero de equipo. El hijo de Keke cerraba hacia el interior al otro Williams, pilotado por Webber, y cuando ambos llegaban emparejados al vértice del primer viraje de derechas una exhalación azul y amarilla les superaba ¡¡¡por el exterior!!! En unos metros Alonso había pasado de ser séptimo y tener la preocupación de como adelantar rivales con un coche más cargado, a ser tercero y convertirse en la pesadilla de los que venían detrás, más ligeros pero incapaces de pasarle. Ahí, en esos primeros cinco segundos de carrera, fraguó el Campeón del Mundo su subida al podio hora y media después.

Schumacher y Ferrari tuvieron un fin de semana estilo 2005, lleno de problemas (foto Bridgestone)	Primeros puntos para BMW gracias a Villeneuve que se pasó la carrera en guerra con los Toyota (foto BMW)	Tras su gran prestación en entrenos Rosberg tuvo una carrera para olvidar (foto WilliamsF1)

Fisichella impecable, Alonso implacable

Aunque quedaba mucho gran premio la carrera estaba ya casi decidida tras la primera vuelta. Porque, además del tapón que Alonso haría sobre todos los demás y del que sólo escapaba Button, siguiendo a Fisichella pero sin dar nunca sensación de poder amenazarle, el primer giro servía para dejar fuera al único que, tal vez, podía haber puesto en peligro el podio del español. Nos referimos, claro está, a Kimi Raikkonen que luego de tener que ceder por poco ante Montoya en otra de esas luchas fratricidas que tan nerviosos ponen a los jefes de equipo, se encontró con la desagradable sensación de recibir un impacto por detrás en plena salida de la quinta curva. Klien "embistió" con su RedBull al McLaren y para ambos se acabó la carrera, en el caso de Kimi de inmediato, con una rotura de suspensión que le envió contra el muro nada más acelerar unos metros después.

De ahí al primer respotaje no había más novedad. Fisichella y Button iban tomando ventaja y paraban antes, Alonso seguía las vueltas de más que su exceso de combustible cargado por error le permitía, y lo hacía sin dejar que nadie le superase. Realmente el único que le seguía de cerca era el Williams de Webber pero tras el espectacular reventón del motor Cosworth de su compañero Rosberg, daba la sensación de que el australiano sabía que su destino en esta carrera estaba sellado. Los Williams son rápidos pero no fiables y unas vueltas después del abandono de Nico, Mark también decía adios.

Button no puede con los Renault

Tras el primer repostaje, Alonso ya competía con una carga de combustible similar al resto y, como suele ser habitual, él ponía el resto para marcar la diferencia. Su ritmo era claramente el más rápido y la distancia que Button había acumulado en la primera parte de carrera se fundía como nieve al sol. Aun así, justo antes del segundo repostaje para ambos, el británico todavía conservaba unos cuatro segundos que podían serle suficientes pero, entre que Button no se mostraba todo lo incisivo que hubiese debido en varios doblajes y que Alonso entraba antes, y saliendo con gomas frescas le quitaba más de segundo por vuelta, cuando el Honda del inglés hacía última salida del pitlane el Renault del español ya tomaba la primera curva, Alonso era segundo y la única incógnita que quedaba por resolver estaba despejada. Porque, por mucho que los aficionados españoles (¡y los comentaristas de Tele 5!) se empeñasen en que Fernando podía aun ir a por su compañero Fisichella, este estaba desde el principio fuera de alcance, rodando media carrera más descargado y, además, con un motor nuevo tras la rotura sufrida en Bahrein. La única posibilidad que tenía Alonso de alcanzar a su compañero de equipo era que este cometiese un error pero, esta vez, el "Fisico" no fallaba y se llevaba un triunfo merecido y muy importante para él y para su equipo.

Montoya gris, los Ferrari en el orden "equivocado"

Sin poder nunca inmiscuirse en la lucha por el podio, con un motor Mercedes que acusaba el paso de las vueltas y al que había que 'mimar', Montoya bastante hacía con acabar cuarto, sumar unos puntos para McLaren, y epserar tiempos mejores que, seguro, llegarán.

Tras el colombiano venían los Ferrari ¡con la sorpresa de ver a Massa por delante de Schumacher! El brasileño había partido último, luego de dos cambios de motor en entrenos, y en su equipo optaban por lo lógico en esos casos, cargar el depósito a tope, parar sólo una vez e ir 'recogiendo cadáveres' por el camino. El joven Felipe hacía una carrera impecable y cuando Schumacher salía de su último repostaje, luego de un segundo 'stint' decepcionante debido a unos Bridgestone que no iban finos, se encontraba por detrás de su teórico segundo. Y como ya deberíamos saber, aunque algunos se empeñan en olvidarlo, que las órdenes de equipo (al menos las tan obvias como la que se hubiese necesitado en este caso), están prohibidas pues el alemán no tenía más remedio que seguir al brasileño y conformarse con acabar sexto y dejarse un puntito que quien sabe si echara de menos más adelante.

Primeros puntos para BMW y Toyota

La séptima y octava plaza se la jugaban entre el BMW de Villeneuve y el Toyota de Ralf, con ventaja para el primero luego de una carrera llena de oficio y en la que el punto álgido era un magnífico adelantamiento a final de recta al otro Toyota, el de Trulli. Para ambas marcas lo importante era sumar los primeros puntos aunque el valor de los mismos es muy diferente, mientras que para BMW-Sauber es un primer éxito en su nueva asociación que parte con objetivos modestos para este año, para Toyota no deja de ser un fracaso salir del segundo gran premio del año ¡con un sólo punto! Como consuelo para Gascoigne y los suyos está el que, comparado con el rendimiento en Bahrein, la mejoría en Sepang fue notable ...¡pero es que estaban tan abajo que mejorar no era difícil! Me da la sensación que para ellos, como para muchos otros, va a ser un año largo y duro.