| Año IV | 2005
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 Ferrol | Campeonato de España de Rallyes 2005 | 7ª prueba
Ferrol volvía a tener un rallye del nacional tras muchos años de ausencia en una zona con una enorme afición. Con tres rallyes gallegos en el campeonato, la sombra del "descenso" de categoría para uno de ellos pone a Galicia en la misma situación que llevamos ya unos años viviendo en Asturias, con tres pruebas de excelente nivel de las que una puede sobrar. En Ferrol todo el mundo estaba tremendamente concienciado con la importancia de hacer el mejor rallye posible y realmente lo consiguieron. Con un comportamiento ejemplar del público y unos tramos muy selectivos, el rallye ferrolano nos pareció una prueba merecedora de seguir en el nacional por muchos años.
Numerosas novedades en la lista de inscritos, la mejor en cantidad y calidad de lo que va de año. Destacaba la presencia de nada menos que cinco Clio Super 1600, con cuatro de ellos repartidos a partes iguales entre los equipos Imex-Laca y De La Puente. La sorpresa era ver al malagueño Rueda con los canarios y al canario Armide Martín con los burgaleses, aunque eso si, con publicidad de Imex-Laca. Armide tiene previsto salir también en el Príncipe y el Costa del Sol y en Ferrol estrenaba una nueva evolución de motor en el Clio ex-Rueda, realizada por De la Puente y que, de mostrarse eficaz, se montaría también en el coche de Sergio Fombona para los próximos rallyes.
Otra novedad destacada era la presencia del piloto oficial de Mitsubishi Portugal Armindo Araujo. El luso era la auténtica sensación del rallye, espectacular y rápido desde el primer tramo y marcando cronos cada vez mejores que culminaron con un scratch en la primera especial de la tarde, batiendo con su EVO8 de grupo N a todos los super 1600. Además, Araujo realizó un rallye impecable y sin errores, lo que unido a la debacle de muchos de los favoritos le acabó aupando a un sensacional segundo puesto absoluto, el mejor resultado obtenido por un grupo N en mucho tiempo.
A efectos del campeonato de España, la victoria en grupo N se la adjudicó, contra todo pronóstico, Fran Suárez. La joven promesa canaria hacía su debut en la península y partía con las ideas muy claras. Como nos comentaba el viernes tras el shakedown, su objetivo era conocer un rallye "diferente" a los de las islas "¡que ya se acaba uno aburriendo de correr siempre en los mismos tramos!".
Fran cumplía con creces sus objetivos, realizaba un rallye muy regular y acababa por ser de los pocos EVOs supervivientes lo que le aupaba muy arriba en la general y esperamos le anime a volver pronto al campeonato de España aunque, en teoría, esta debiera ser su única salida fuera de las islas este año.
También nuevo protagonista en grupo N era el gallego Roberto Blach al volante de un EVO8 alquilado a RMC Motorsport. Blach fue otra de las víctimas de la demoledora última pasada por Ferreiro, cuando su embrague, que ya le había venido dando problemas desde unos tramos antes, acabó por romperse del todo privándole de un excelente resultado. Y es que, a la vista de lo acontencido en la accidentada última especial, la cuarta plaza final podía haber sido suya.
 
La peor noticia del rallye fue la que obligó a no tomar la salida a Pedro Burgo tras haber participado en el shakedown y la ceremonia de salida el sábado. El fallecimiento de un familiar muy cercano unido al infarto sufrido por su padre el mismo día, hacían que para el bravo piloto gallego las carreras quedasen, logicamente, en un segundo plano.
Entre tanto EVO y C2 era toda una delicia poder ver un coche diferente, y más si está tan bien presentado como el Puma Kit Car de Pablo Castelos. El coche, totalmente nuevo y traido hace unas semanas de Inglaterra, había rodado como un reloj tanto en unos tests previos al rallye como en el shakedown pero, para desesperación de su piloto, empezaba a dar probemas desde el primer tramo. Una pérdida de "valvulina", que caía sobre una rueda, hacía a Pablo ser prudente en las dos primeras especiales, pero lo peor estaba por llegar, al romperse el colector de escape en el tercer tramo obligándole al abandono.