Pese al supercaluroso verano que hemos tenido en el 2005, el hecho de que la temporada regional de rallyes se haya acabado concentrando en el último tercio del año está haciendo que el campeonato acabe pasado por agua, lo que siempre propicia tanto espectáculo como resultados inesperados.
En el Carbón volvimos al frío y la lluvia de la edición inaugural de la prueba, hace dos años, y como por aquel entonces el vencedor no sería, precisamente, el piloto del coche más potente de los inscritos. Es lo que tiene la lluvia, y más si cae con la fuerza que cayó, por momentos, este domingo, y si lo hace, además, sobre unos tramos ya de por si tremendamente complicados como eran, sobre todo, Morcín y el Cordal.
Viendo como estaba la parte inicial de Espinos, el tramo en teoría "fácil" del rallye, imaginarse como podrían encontrarse las otras especiales "metía miedo" y escuchar los comentarios al respecto de los pilotos cuando les preguntabas sobre ello confirmaba todo lo imaginado. Para rodar no ya deprisa, sino simplemente con un mínimo margen de seguridad para no salirse, había que echarle realmente mucho valor así que lo primero en casos como este es felicitar a todos los "valientes" que tomaron parte, del primero en la meta al último, sin olvidar a ninguno de los muchos (casi la mitad) que se quedarían por el camino.

Alejandro e Irene llevaban tiempo mereciendo una victoria como esta

Fombona no se rindió y atacando así marcó los tres últimos scratchs

La mejor operación del día fue la de Aquilino que vuelve a liderar el regional

Fombona marca el primer scratch pero no lo ve claro

Como ya quedó comentado, Espinos, el tramo que abría el rallye, era, en teoría, el tramo menos complicado y, en buena lógica, el más favorable a los coches más potentes como el Clio S1600. Por ello, el scratch marcado por Sergio Fombona, no sorprendía a nadie pero la diferencia obtenida sobre sus más inmediatos seguidores, menos de diez segundos sobre Alejandro Rodríguez y Rubén González, y, sobre todo, las sensaciones que le daba a su piloto el comportamiento del Súper 1600, dejaban en el aire la duda de si la victoria clara que todos esperaban iba a obtener Sergio sería de verdad tan fácil. Y es que el Clio de De la Puente venía reglado excesivamente duro y su piloto no se encontraba nada a gusto con su comportamiento, especialmente pensando en los dos siguientes tramos, Morcín y el Cordal, en los que "ablandar todo lo ablandable" era la única elección lógica en lo que a puesta a punto se refiere.

Fombona pincha, Alejandro nuevo líder

Las posibilidades de victoria de Sergio Fombona se quedaban en la primer pasada por Morcín contra el afilado borde de un desagüe que rajaba ligeramente una de las cubiertas de su Clio, le obligaba a parar y cambiar el neumático y le costaba dos minutos. El scratch, mientras tanto, era para Alejandro Rodríguez que se alzaba así con un liderato que ya nadie le podría arrebatar.
Segundo tanto en el tramo como en la general era Carlos Márquez, llevando al límite y un poco más allá su C2, que en las zonas de subida no podía competir contra los Clios como nos tenía acostumbrados hasta ahora en rallyes "más planos". Aun así, Márquez se batía a fondo contra Aquilino al que superaba, de momento, por poco más de dos segundos.
Otro aspirante a las primeras plazas que cedía en Morcín era Castrillo, que se marcaba un trompo con ligero toque en la trasera derecha incluido, en el que cedía muchísimo tiempo y toda posibilidad de acabar bien colocado. Cada vez era más claro, a la vista de como estaba el piso, que la clave para acabar arriba era no cometer errores. Pero claro, eso es siempre más fácil de pensar o decir que de llevarlo a la práctica, y la lista de bajas era ya amplia tras sólo dos tramos, con gente de la experiencia de Miguel Arias ya fuera, acompañado en la relación de abandonos por otros pilotos con teóricas opciones a una buena clasificación como Isidoro Beteta o José María Lombardía

Trompos de Márquez y Fombona

El último tramo del primer bucle era El Cordal y en él iba quedar prácticamente decidido el rallye. Sergio Fombona, pese a los dos minutos perdidos, todavía podía optar a un buen puesto en la general, así que seguía al ataque, seguía llevándose sustos por todas partes, y en uno de estos acababa por hacer un trompo, quedar con las ruedas de tracción en un barrizal y tardar una eternidad en salir. Decididamente no era el día de Sergio que, pese a todo, decidía llegar hasta final de tramo para allí, con más calma, ver que opciones quedaban todavía de cara al bucle final.
En el mismo tramo también perdía Márquez sus posibles esperanzas de repetir la victoria de Siero. Un trompo y la consiguiente maniobra para volver a situar el C2 "mirando al frente" le costaban al del MUJA algo más de medio minuto, lo que significaba no sólo ver como Alejandro, autor de un nuevo y estratosférico scratch, se escapaba irremisiblemente, sino como Aquilino le superaba y Alberto Redondo se le echaba encima.

Alejandro gana el rallye, Fombona se lleva los scratchs

La segunda mitad del rallye tenía poca historia en lo que a cambios importantes en la general se refiere. Alejandro Rodríguez había acumulado una diferencia de cuarenta segundos sobre Aquilino que se antojaba insalvable. El llanisco era consciente de que ir a por el de Candás era imposible, y además, en su caso, había que mantener la cabeza fría y pensar sobre todo en el campeonato. La segunda plaza, por delante de Márquez y Fombona, le devolvía al del Clio amarillo y verde el liderato del regional, luego de un rallye tremendamente inteligente por su parte, en el que fue de los que mejor interpretó cual era la táctica adecuada, "no fallar".
Márquez conseguía, finalmente, contener a Redondo y sumaba también unos valiosos puntos que le acercan incluso a la cabeza de la tabla. Quinto era el Mitsu de Rubén González, que esta vez funcionaba a la perfección, reconociendo su piloto que era más problema suyo que del coche el no haber podido acabar más arriba en un rallye, en principio, favorable a coches de tracción total como el suyo.

Remontando hasta la novena plaza, tras haber caído hasta la veintinueve, Sergio Fombona sumaba tambien unos "puntitos" y se daba al menos el gustazo de ganar, con claridad, los tres tramos del segundo bucle. En la asistencia de mitad de rallye los técnicos de De la Puente habían puesto el Clio finalmente a gusto de su piloto y, con unos reglajes ya adecuados al terreno, los cronos de Sergio hablaban claro de "lo que pudo haber sido y no fue".

Cuando más resbala más se lucen algunos

Es lo bueno que tiene un rallye corrido sobre este tipo de tramos y en estas condiciones, que los "más valientes entre los valientes" pueden dar un paso al frente. Y de esos en Turón tuvimos unos cuantos. A parte de los ya nombrados, especialmente Alejandro Rodríguez, que ya se merecía desde hace un par de años una victoria como esta, no queremos terminar la crónica sin destacar a unos cuantos más. Empezando por Alberto Redondo, otra vez sacando todo lo que tiene a su Saxo para acabar cuarto, y siguiendo por David González, autor de la enésima demostración de clase y manos que, esperemos, finalmente sirva para que le coloquen donde merece en las listas de inscritos. Y sin olvidarnos, claro está, de Pablo Alvarez, que tiende a pasar desapercibido por lo fino que lleva su Ibiza pero que es de esos casos en los que los tiempos hablan más a su favor de lo que a simple vista, desde la cuneta, se pueda observar. Su sexta plaza en un rallye tan difícil no puede ser casualidad, aquí tenemos otro piloto de los que hay que considerar en cada carrera. Como ya consideramos cada vez que lo vemos inscrito a Rubén Iván Blanco, de nuevo entre los diez mejores ¡y eso que venía de correr otro rallye regional el día anterior en Cantabria!

Todo se decidirá en Cangas

El campeonato ha quedado definitivamente reducido a tres aspirantes, Aquilino Sánchez, Sergio Fombona y Carlos Márquez. La ventaja en puntos es para el primero aunque la lógica de la mecánica más competitiva apunta al segundo, mientras que el tercero es el que lo tiene inicialmente más complicado. En todo caso, dada la fecha prevista para el Cangas, la climatología puede ser de nuevo factor clave, igualando posibilidades mecánicas y añadiendo aun más factores de incertidumbre. Ahora queda un mes para ir haciendo cuentas, ¡y preparando ropa de abrigo! Quien nos iba a decir a principios de año, cuando tan negro parecía el panorama en el regional de rallyes, que íbamos a acabar teniendo un desenlace del Campeonato tan emocionante.