| Año IV | 2005
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 La Trona | Campeonato de España de Montaña 2005 | 7ª prueba
El esperado retorno del Campeonato de España a Cataluña tuvo sus cosas buenas y no tan buenas. Lo bueno, sin duda, el trazado de la subida, que utiliza parte de la bajada del famoso tramo "mundialista" y que es realmente espectacular además de muy selectivo por su dificultad y longitud. Para ganar aquí, a demás de máquina hacen falta manos.
Lo "menos bueno", una organización con medios un tanto escasos y que deberá hacer un esfuerzo para ponerse al nivel exigible a una prueba del Campeonato de España. El que, por ejemplo, los tiempos tardasen una eternidad en salir, especialmente el sábado, es algo a mejorar de cara a próximas ediciones que esperamos sigan a esta primera presencia de La Trona en el nacional, el escenario por si sólo ya lo merece. ¡Y a ver si se anima a ir más público! Porque eran realmente poquitos los aficionados presentes a lo largo del recorrido, algo que nos sorprendió dada la afición a las carreras que siempre ha habido en Cataluña.
Paseando por la zona de asistencia nos encontramos, de repente, con toda una reliquia, nada menos que un CG Simca, ex-Ruggeri, en perfecto estado de conservación y con cuyo actual propietario, el francés Gerard Magro estuvimos charlando un buen rato. Gerard quería haber competido en La Trona pero al no tener la prueba estatus internacional no podía salir por lo que, finalmente, la organización le dejó subir tras los participantes, a modo de exhibición, en la manga de entrenos del sábado.
Los andaluces se están convirtiendo en mayoría en el nacional este año. Tras coger Curro Agüí la temproada "en marcha" luego de sus buenos resultados en las subidas "de casa", en La Trona le acompañaba Fernando Servillera, con un EVO VII que situaba enseguida entre los mejores del grupo N, subiendo al podio los dos días tras el EVO VI de su compañero de equipo.
Si a ello unimos la presencia, ya habitual, de los Lirola, Alberto García, Román y Aznar, la "colonia andaluza" empieza a tener ya una cierta entidad lo cual es, sin duda, una buena noticia para el campeonato, ¡cuantos más seamos en cada carrera mejor!
Claro favorito del público local era el Córdoba WRC de Jordi Zurita, un piloto que vive muy cerca de La Trona. Dado su conocimiento del terreno, el tipo de recorrido y la competitividad de su montura, no es de extrañar que Zurita se llevase la victoria en la Fase B, tras haber sido batido en la A por un "desmelenado" Fombona.
A Jordi, cuyo copi habitual es el llanisco Dani Cué, le preguntamos por los rumores que le sitúan como coche "0" en el próximo Llanes, a lo que nos contestó que "todavía no sabemos si iremos o no, depende de como nos salga todo en un rallye regional que hay la semana antes y además hay que tener en cuenta que es una fecha algo mala para mi, que tengo tres hijos y esa semana empiezan en el colegio".
A ver si al final todo cuadra y podemos disfrutar de un WRC de nuevo en los tramos del Llanes ¡aunque sea de coche 0!
La Trona supuso un nuevo record de inscripción en la Copa CM, nada menos que 25 eran los participantes previstos, de los que finalmente faltaba Iván Suárez inscrito también en la subida a la Manzana, del regional asturiano, que se celebraba el mismo sábado que la Fase A. Como el de Colloto es rápido pero no tanto como para estar en dos sitios a la vez, al final su elección fue defender el liderato del regional y no compareció en Cataluña.
Entre los inscritos una amplia representación catalana, encabezada por los Guitart y con Jordi Griñó como máxima amenaza para los pilotos del nacional. Al final, estos impusieron el mayor ritmo que se coge rodando tan al límite como se rueda en el campeonato de España en cada carrera y Griñó no pasó del cuarto mejor crono en la Fase A, aunque la exclusión de los tres primeros el domingo le dio un inesperado podio en la Fase B
Entre los CM estaba, sorprendentemente, el M1 de Musach, que ya tuvimos ocasión de ver en el Fito y que, realmente, no cumple la normativa técnica de CM del Campeonato de España. De todas formas, una avería ya en los primeros entrenos del sábado dejó fuera al curioso prototipo catalán, con lo que nos quedamos con ganas de ver su evolución desde su anterior enfrentamiento con los otros CM en el que sus cronos estaban todavía bastante lejos de ser competitivos.
Tras rozarlo varias veces este año, finalmente el equipo BRC-LMC consiguió subir a tres de sus pilotos al mismo podio, y lo hicieron además por partida doble, tanto en la Fase A del sábado como en la B del domingo. Sin embargo de este último podio quedará sólo la foto para el recuerdo ya que la sorpresa saltó un buen rato después, cuando ya saliamos de vuelta para Asturias. En las verificaciones técnicas los comisarios consideraron anómala la instalación eléctrica de los tres BRC y fueron excluidos. El disgusto de todos los miembros del equipo era grande y el hecho de que, según comentaba Jesús Bango, "esto no afecta en nada al rendimiento del motor" no hacía sino aumentar la decepción. Como además, parece ser que los vehículos de los otros fabricantes de CM tampoco cumplen estrictamente el artículo que se aplicó para excluir a los BRC y los coches habían competido con la misma instalación el sábado y en las anteriores pruebas, la sensación de impotencia ante lo sucedido era grande entre los afectados. Aunque hubiesen querido reclamar a los rivales, el plazo de reclamación ya había acabado dos horas antes, luego de un cuando menos poco habitual procedimiento de apertura de parque cerrado. Este se abrió "media hora después de publicarse la clasificación oficial provisional" según se citaba en una nota expuesta en el tablón de anuncios, en lugar de abrirse media hora tras publicarse la "oficial" a secas como se hace en todas partes.
Lo que más sorprende de todo es que, como ya ha ocurrido otro par de veces este año (Rosales en Totana, los 206 del equipo de Ibiza en Riego de Ambrós) unos coches que compiten con las mismas especificaciones sean "legales" en una de las fases del fin de semana e "ilegales" en otra. En este punto me parece que había que unificar de una vez criterios porque al final lo que se consigue es, ante todo, crear una sensación de desconcierto general que en nada ayuda al buen desarrollo del campeonato. Siempre estaremos a favor de verificar con el mayor rigor, pero aplicando ese mismo rigor a todos y en todas las ocasiones.