El mundial iniciaba en Alemania su anual periplo por los rallyes de asfalto que este año será más corto que en las últimas temporadas al cambiarse el histórico San Remo por la tierra del antiguo Costa Esmeralda en Cerdeña.
El rallye de Alemania, un casi recien llegado al mundial, no acaba de ser del agrado de los pilotos por sus extraños tramos llenos de cruces y diferentes tipos de superficie. Este año, para complicar aun más las cosas, la lluvia hizo acto de presencia de forma que las ya de por si difíciles carreteras alemanas se convirtieron en una sucesión de trampas que sorprendieron a más de uno de los hombres fuertes del campeonato.
De hecho, la primera especial disputada por estrechas cintas de asfalto entre viñedos y con lluvia intermitente, ya se cobró su primera víctima. Markus Gronholm sufría un espectacular aquaplanning en una frenada y arrancaba una rueda de su 307WRC, incidente que ya se está volviendo desgraciadamente habitual para el finlandés esta temporada. El temprano abandono del hombre de punta de Peugeot dejaba toda la responsabilidad de la marca del león en manos del debutante con el equipo oficial Cedric Robert y del reaparecido, tras su temporada "de reflexión" Freddy Loix. Pese a tomarse el rallye con prudencia, sobre todo tras el abandono de su jefe de filas, Cedric (piloto oficial del Peugeot 206 S1600 en el campeonato francés) dominaba durante todo el rallye a su más experto compañero de marca lo que, suponemos, no deja, una vez más, en buen lugar a Freddy a los ojos del siempre exigente Corrado Provera.
El primer tramo estaba lleno de alegrías para los aficionados
españoles, Sainz marcaba el scratch por delante de Loeb, prefigurando lo que sería el resto del rallye, con los Citroen por delante del resto. La gran sorpresa era comprobar quien se situaba como mejor "no Citroen", ¡nada menos que Dany Solá con el Mitsubishi WRC! El crono marcado por el catalán dejaba perplejos a todos los habituales seguidores del mundial. Por desgracia, la demostración del joven piloto del RACC no iba a durar mucho más, al salirse con dureza en la segunda especial en su intento por seguir sacando del Lancer WRC bastante más de lo que el coche realmente puede dar. De todas formas, la demostración del primer tramo quedá ahí para quien quiera sacar consecuencias.
El resto de la primera etapa, integramente disputada sobre las especiales que atraviesan los viñedos de la zona del Mosella y lugar favorito de los fotógrafos para captar las isntantaneas de los WRC rodando entre las vides, se convirtió en un duelo a dos entre Loeb y Duval. El belga se encontraba como en casa en unos tramos que por piso y trazado parecen sacados de las 24 horas de Yprés o de cualquer otro de los típicos rallyes de su país. François marcaba dos scratchs consecutivos en la segunda y tercera especial y sólo un problema electrónico con su cambio secuencial en el cuarto tramo le impedía acabar el día más cerca de Loeb. El alsaciano, ganador de las dos anteriores ediciones de este rallye, demostraba a las claras su condición de favorito para imponerse por tercera vez consecutiva, marcando el resto de scratchs del día lo que le daba ya un confortable liderato con casi medio minuto de ventaja sobre su compañero de equipo en Citroen, Carlos Sainz. el madrileño había seguido de cerca el duelo Loeb-Duval y aprovechó a la perfección los problemas del belga para situarse en una segunda plaza que debería defender con uñas y dientes los dos siguientes días del más que probable contrataque del piloto de Ford.
Ya por encima del minuto de desventaja con el líder, Solberg hacía un rallye inteligente en un terreno poco favorable para el Subaru y precedía con claridad a un más que prudente Martin quien tras el tremendo golpe de Argentina se tomaba las cosas con bastante más cautela en los retorcidos tramos alemanes. A pocos segundos de Markko, Pannizi completaba la mejor etapa del Mitsubishi WRC en lo que va de temporada, ¡justo cuando la marca japonesa ha decidido dejar el campeonato! A espaldas de Gilles, la sensación eran los cronos alcanzados por Roman Kresta y Alex Bengué. El checo llevaba su Skoda con su siempre espectacular estilo a una magnífica 7ª posición de la general, superando con claridad a sus más expertos compañeros de marca Schwarz y Gardemeister, mientras que el francés, que ya causase sensación el año pasado en el Tour de Corse hasta su abandono por accidente, era nada menos que el mejor Peugeot en la clasificación, situando su 206WRC del Equipe de France por delante de los 307WRC oficiales de Robert y Loix.
La segunda etapa suponía un radical cambio de escenario, de los viñedos de las riveras del Mosella el rallye pasaba a la zona militar de Baunholder con sus tramos sobre cemento. Lo que no cambiaba era el clima, la lluvia seguía siendo protagonista y las carreteras éstaban tan o más húmedas y resbaladizas que el día anterior. Como aperitivo antes de llegar a la zona militar, los participantes tenían que afrontar antes la especial de Bosemberg en la que dos de ellos eran las víctimas de las difíciles condiciones. Tanto el Skoda de Roman Kresta como el Mitsubishi de Gilles Pannizzi acaban fuera de la carretera obligandoles al abandono. En el caso del francés, el golpe era realmente fuerte aunque, tras el susto inicial, se pudo comprobar que los dos ocupantes del maltrecho Lancer WRC no habían sufrido daños de consideración. El primero en llegar al lugar del accidente fue Marko Martin, deteniéndose el estonio para conocer el estado de sus compañeros y reemprendiendo la marcha tras ver que estaban bien, lo que le hacía perder mucho tiempo. Poco después una auténtica tromba de agua caía sobre el tramo al paso de los siguientes participantes lo que aconsejaba a cancelar la especial tras la llegada de Loix.
Así pues, la etapa empezaba propiamente ya dentro de las instalaciones militares de Baumholder e incluía dos pasadas al temido
Panzerplatte, un tramo de 40 kilómetros ¡con 45 cambios de asfalto y 95 cruces! Si a ello unimos los bloques de hormigón que delimitan la pista en buena parte de su recorrido, no es de extrañar que esta fuese la especial más temida y a la vez más esperada por todos. El que peor parado saldría sería el actual campeón mundial Petter Solberg, el noruego golpeaba contra uno de los durísimos bloques de hormigón que jalonaban el recorrido dañando de forma irreparable su Imprezza y viéndose, por tanto, obligado al abandono.
La lucha en cabeza seguía reservada a un duelo Loeb-Duval. El belga daba cuenta de Sainz a lo largo del día pero no podía recortar diferencias respecto al francés que encaraba así el último día con casi un minuto de ventaja.
Tras los dos lluviosos días anteriores, el domingo las nubes, aunque siguieron cubriendo la mayor parte del cielo, al menos no decargaron sobre las carreteras cercanas a Saarland. Con suelo seco en la mayoría de las zonas, Duval lanzó un último ataque intentando acercarse a Loeb pero el francés tenía la situación bajo control y tras a ceder unos segundos en los dos primeros tramos, replicaba en el tercero dejandole claro al belga que no tenía ninguna posibilidad de recuperar el terreno perdido. Sainz debía conformarse con la tercera posición tras un trompo en el que perdía las pocas opciones que le quedaban de amenazar al piloto del Focus. De todas formas, Carlos se mostraba satisfecho con el resultado, un nuevo podio en su ya interminable lista de puestos entre los tres priemros de pruebas del mundial, que le permite ascender a la tercera posición de la general y continuar la remontada que está llevando a cabo en la segunda mitad de temporada, enderezando un año que se le había puesto mjy complicado.
En animar la última etapa pensaron los pilotos de Peugeot y Subaru. Por un lado, Loix no estaba, de ningún modo, dispuesto a que el "novato" Robert acabase delante suyo. Freddy marcaba incluso un scratch en la primera especial del día pero Cedric no se dejaba impresionar, replicaba con un scratch, su primero en el mundial, en el tercer tramo de la jornada y acababa el rallye en un muy meritorio quinto puesto, justo por delante de Loix. En Subaru el duelo era algo más dedigual ya que enfrentaba al Imprezza oficial de Hirvonnen con el privado del francés Sarrazin. el ex-piloto de Fórmula 1, ahora enrolado en el equipo de la Federación Francesa, demostraba toda su clase poniendo contra las cuerdas al coche oficial durante casi todo el rallye y cediendo sólo muy cerca de la meta y por escasos segundos. Toda una demostración de Stephane en su debut en el mundial, demostrando que es capaz de ir rápido tanto en los circuitos como fuera de ellos.
Los dos últimos tramos se los adjudicaba Gronholm, repescado gracias al sistema de "super rallye" pero, lógicamente, sin contar para la clasificación general tras su abandono del primer día. De todas formas, habrá que empezar a acsotumbrarse a este nuevo sistema que será el usado la próxima temporada y que va a complicar enormemente las clasificaciones de cada rallye, llevándonos a situaciones de esas que ya "sufrimos" este año en el nacional montaña, con el absurdo de que en cada rallye no va a haber un ganador ¡sinó tres! Pudiera incluso darse el caso de que el que mejor tiempo final acumule tras los tres días ¡no sea el ganador en ninguno de ellos si en cada día alguno de los que se no completan el rallye el más rápido que él en esa jornada! ¡Cosas de la FIA! Todo sea por contentar a las marcas y a la tele que son los que pagan... |
