Sorpresa en la zona de verificaciones donde nos encontramos con una serie de vehículos "clásicos" perfectamente alineados delante de una pancarta reivindicativa. Se trataba de una llamada de atención de sus propietarios ante la prohibición que pesa, desde esta temporada, sobre los coches con más de 25 años, que ya no pueden tomar parte en las competiciones encuadrados en el Grupo S. Los veteranos subieron antes de los competidores en entrenos y la primera oficial, dando espectáculo y haciéndonos sentir nostálgicos ante unos tiempos que seguramente fueron mejores en algunos aspectos pero que, por desgracia, ya no volverán.

Sorprendente fue también la montura presentada para la ocasión por el popular Gabino. El piloto de la Mallacina dejó por una vez su "atómico" R11 Turbo que le da tantos o más disgustos por sus problemas mecánicos, que satisfacciones por su extraordinaria competitividad, y subió a los mandos de un Renault Megane con el que fue a más, terminando por registrar un muy notable séptimo mejor crono en carrozados en la segunda subida oficial, luego de haber perdido mucho tiempo en la primera.

Nueva montura también para Marcos Marzoa. En este caso se trataba del recientemente adquirido Saxo VTS ex-Pablo Garrido. El coche, según nos comentaron los comisarios técnicos, ha sido convenientemente "desinflado" para poder participar en la categoría Junior, algo que no hubiese sido posible de haberse mantenido con las especificaciones que ha llevado el resto de la temporada. Marcos no tuvo un buen estreno, con problemas de cambio en la subida de entrenos que le impidieron tomar parte en las subidas oficiales.

Con más de 60 inscritos, estando previstas las tres subidas para después de comer y teniendo en cuenta que a estas alturas del año ya empieza a anochecer bastante antes, había cierta preoocupación respecto a la hora de finalziación de la subida, sobre todo si había incidentes. Con muy buen criterio, la organización decidió dar las salidas en todas las mangas cada 30 segundos (excepto para los CM y Fórmulas entre los que se dejó un minuto) lo que agilizó enormemente el desarrollo de la prueba y, unido a la falta de incidentes, propició que se terminase todavía con luz de sobra para alivio de todos.

Los pilotos también colaboraron al rápido desarrollo de las tres subidas, al no haber ningún incidente grave que obligase a ningún parón. Ejemplar al respecto fue la actitud de Sergio Díaz, quien rompió el grupo de su BMW quedando parado a la salida de una curva ciega de la rápida parte final del recorrido. Sergio se situó en la curva anterior para avisar a sus compañeros del peligro que podía suponer la situación de su coche, con lo que todos pasaron perfectamente por el lugar. Al final del día sólo se registraron cuatro abandonos, y de ellos sólo por accidente el del Fiesta de Rubén Fernández que se salió contra los troncos de la curva de "Llano del Rio" aunque con fortuna sin mayores consecuencias.

Con los coches 00 y 0 dieron todo un recital de sus "manos" Bernardino y Marcelino Hevia. El padre ya nos deleitó el año pasado en esta misma subida llevando la Fiat Dobló que trasladaba a la prensa de un modo sencillamente increible. Este año, disfrutó e hizo disfrutar con el M3 "muleto" de su hijo. "Marce", por su parte, dio todo un festival de cruzadas con el M3 que ha llevado al título nacional de grupo N, teniendo incluso un pequeño susto a la salida de Llano del Rio, tocando contra las vallas y perdiendo la matrícula en el lance. Nada grave, ya que siguió a fondo hasta arriba como si tal cosa.

El resultado de Tudela-Veguín ha dejado el campeonato al rojo ante la prueba final en Carbayín. Oscar Palacio sigue líder pero "Monchu" le pisa los talones. El que quede delante del otro en Carbayín será campeón y el pronóstico no es fácil. "Monchu" espera 'que no llueva porque entonces no tengo nada que hacer, pero si está seco se va a intentar' mientras que Oscar quiere ser optimista aunque considera que 'debo estudiar bien que pasa, porque en las últimas carreras no estoy tan bien como antes, no se si será tema de neumáticos o algo en el coche'. Así pues, en Carbayín duelo en todo lo alto por el título ¡para no perdérselo!