El Campeonato de España de Rallyes para Vehículos Históricos inició la parte final de su temporada del 2024 en Tenerife. La cita isleña del CERVH no cerraba este año el calendario, buscando con ello la presencia de más equipos peninsulares que necesitasen los puntos para optar a alguno de los títulos en juego. Pero con la mayoría de los de velocidad ya decididos matemáticamente en Avilés fueron finalmente los participantes de las categorías de regularidad los que más competidores foráneos aportaron a una lista de inscritos que, de todas formas, volvió a ser numerosa gracias a la buena cantidad de formaciones locales que tomaron parte en la prueba.
Finalmente tomaron la salida desde la Plaza de España de Santa Cruz de Tenerife un total de sesenta y ocho, con quince habituales del CERVH repartidos prácticamente a partes iguales entre velocidad y regularidad. Todos ellos se enfrentaron a un trazado muy diferente al del año pasado, ya que en esta ocasión la mayoría de los tramos estaban en la zona noroeste de la isla, conservándose de la edición anterior sólo los dos últimos, 'Candelaria', con su curioso recorrido en bucle, y 'Los Loros', un largo y duro fin de fiesta. Como, además, los tres nuevos, 'Medianías', 'La Guancha' y 'El Tanque', tampoco es que fuesen precisamente fáciles, el resultado fue un rallye al viejo estilo, con amplias diferencias y alta tasa de abandonos, especialmente en velocidad con menos de la mitad de los participantes en sus diferentes categorías completando las nueve especiales.
La convocatoria este año en el CERVH de un título absoluto, a imagen y semejanza del europeo, que también lo estrena esta temporada, pero con la diferencia de no permitir los descartes de dos resultados reintroducidos en las clasificaciones de cada categoría, se planteaba como un aliciente extra para que los participantes siguiesen el campeonato hasta el final en lugar de no acudir a las últimas pruebas si ya se habían asegurado el de los coches de su misma época. Sin embargo, con los títulos de 'Pre 81' y 'Pre 90' ya decididos en Avilés y sus veteranas mecánicas algo cansadas, tanto Joan Riberas y Álvaro Menéndez como Joan Ventura y Josep Autet se daban por satisfechos con lo conseguido antes del verano y no acudían a Tenerife a defender sus opciones en el certamen absoluto.
Una opciones que, en realidad, eran escasas una vez que Manuel Muniente había alcanzado el liderato en la segunda cita asturiana, compensando a base de triunfos el paso en falso del inicio de la temporada en el Costa Brava y teniendo también ya a tiro el campeonato de 'Pre 2000'. Así que, con o sin descartes, el claro favorito a principio de año (no en vano se trataba del piloto más experto y, además, compitiendo al volante del coche más moderno) llegaba a la competición canaria con la posibilidad de dejar sentenciadas matemáticamente ambas clasificaciones y, de paso, acercar a los dos títulos a su copiloto desde la tercera prueba, Diego Rodríguez Louzao.
Justamente eso era lo que ocurría en un rallye que no tenía historia alguna en lo que respecta a la primera posición. Muniente y Louzao marcaban el mejor tiempo con su afinado BMW M3 E36 en las nueve especiales logrando además siempre diferencias significativas. Al final del primer bucle de tres tramos ya contaban con casi un minuto de ventaja sobre el Mitsubishi EVO V de Toni Afonso y Jonay Miranda. Después del segundo, con nuevas pasadas por los mismos tramos, la ventaja era ya superior a los dos minutos. Y en meta, luego de tres especiales más y tras el abandono de los Gran Canarios del coche japonés, se acercaba a los cuatro y medio sobre el equipo que finalmente acababa segundo, el formado por David Benito y Patricia González, que además repetían con su pequeño Peugeot 106 el puesto de honor en 'Pre 2000' logrado el año pasado.
Donde si había emoción era en la lucha por la victoria en 'Pre 81' y el tercer puesto del podio absoluto. Se lo jugaban en un bonito mano a mano dos equipos locales, los formados por Raimon Martínez y Rusbel Pérez, con Talbot Sunbeam Lotus, y por César Estévez y Yonai García, con Mazda RX7. Tanto unos como otros sufrían con los frenos de sus monturas, teniendo además Raimon y Rusbel que lidiar con un amortiguador doblado. Finalmente todo se jugaba en la vertiginosa bajada final de Los Loros, en la que, emulando a Zanini y Sabater cuando se tiraban con fé en cada cuesta abajo a principios de los ochenta, los del Talbot Lotus lograban imponerse por apenas tres segundos a los del Mazda.
Tras ellos en la general concluían Óscar García y Adelina Bassas, que llegaban a estar también por momentos en la pelea por el tercer lugar absoluto pero acababan por dejar que los de casa se la jugasen mientras ellos aseguraban el podio de 'Pre 2000' y unos importantes puntos que mantienen a la copiloto con opciones matemáticas de alcanzar el campeonato en Galicia aunque para ello necesitará sumar allí más que Louzao, que saldrá de nuevo con Muniente en busca de completar el éxito de su piloto y ganar también los certámenes absoluto y 'Pre 2000'.
Sextos, y un tanto en tierra de nadie, concluían Joaquim Doménech y Laura Pedrosa, con su precioso Ford Escort 'Carlos Sainz Réplica' a algo más de dos minutos del Clio y casi dos por delante del siguiente en la tabla, el BMW 325 de Armando Díaz y Elena Pérez, únicos supervivientes en 'Pre 90'. La escabechina que el duro trazado del rallye provocaba en los participantes de velocidad era especialmente notable en esta categoría, liderada inicialmente por Alexis Expósito y Verónica González hasta la rotura de la correa del alternador de su Opel Corsa en la tercera especial, ya que siete de los ocho equipos que tomaban la salida sufrían algún tipo de problema que les impedía completar todo el recorrido aunque algunos retornaban por la tarde en super-rallye para al menos disfrutar un poco más de su participación.
El Isla de Tenerife dejaba también matemáticamente resuelta la Copa de España Classic ya que, tras su desventura final en Avilés, Pau Romero y Tania Comellas no eran de la partida en Canarias mientras que sus rivales en la lucha por el título, Miguel Otegui y Giovanni Breda, se aseguraban el título ganando con holgura a bordo de su Porsche 996.
Como era de esperar dada la situación de sus clasificaciones, las categorías de Regularidad Sport y de Regularidad del CERVH 2024 tendrán que esperar a la cita final de la temporada, a principios de noviembre en el Rías Altas, para conocer a sus campeones.
En el caso de 'Regularidad Sport', Tenerife podía dejar resueltos los títulos de pilotos y copilotos si los hermanos Carbonell, que llegaban a la isla al frente de la clasificación, lograban una nueva victoria y sus rivales, Fran Martínez y José Manuel Villamayor, no terminaban en la segunda posición. Resultado posible sobre el papel pero poco probable en la realidad a la vista de la superioridad mostrada por los dos equipos de los Ford Sierra Cosworth 4x4 en las anteriores pruebas y de la presencia de sólo otras dos formaciones con pilotos registrados para puntuar en el campeonato.
De todas formas, en los rallyes nunca se sabe. Nadie está nunca a salvo de incidentes o averías como bien habían comprobado hace un año en esta misma prueba los protagonistas de la lucha por el título. Entonces, una avería dejó fuera de combate a los mallorquines cuando lideraban la prueba y los asturianos acabaron por llevarse el campeonato de pilotos a base de sufrir para alcanzar la meta con su fatigado VW Golf pidiendo la hora.
En esta ocasión las mecánicas no fallaban pero, como si de una maldición se tratase, los Carbonell eran de nuevo víctimas del duro rallye tinerfeño. Después de que en la primera especial los asturianos se hubiesen situado por delante de los mallorquines con algo menos de cinco puntos, distanciando ya ambos equipos al resto por amplio margen, una salida de carretera en el segundo tramo ponía brusco y prematuro fin al duelo. El Sierra de Jaime y Enrique aterrizaba descolocado tras un salto en un rasante de una estrecha bajada y acababa impactando contra unas rocas, quedando destrozada su parte delantera derecha.
El abandono era inevitable y a partir de ahí no había más color que el vistoso rojo fosforito del Sierra del 'Pancho Villa Rally Team', que se adjudicaba con claridad su tercera victoria de la temporada. Un triunfo con pleno de puntos, al ganar también el TC-plus que, unido a la retirada de sus rivales, deja a ambos equipos empatados a 96 puntos al frente de la tabla. Situación de máxima igualdad que es algo engañosa, ya que teniendo en cuenta los descartes de dos resultados que se aplicarán para elaborar la clasificación final del campeonato, los asturianos llevan ventaja y les sería suficiente con terminar segundos, aunque sus rivales hagan pleno de puntos, o hasta cuartos si son ellos quienes se imponen en el TC-plus.
En la categoría de 'Regularidad' eran cuatro los equipos con opciones al título después de las cinco primeras citas de la temporada. Precisamente esas cuatro formaciones peninsulares ocuparon las cuatro primeras posiciones en Tenerife al término de un rallye que tuvo sus jerarquías muy definidas prácticamente durante todo su desarrollo y cuyo desenlace redujo a tres, los que subieron al podio, el número de los que mantienen posibilidades matemáticas después de competir en la prueba canaria.
Lideraron de principio a fin Rufino Sasián y Eloy Dehesa que, logrando su tercera victoria del año, se resarcieron del mejor modo posible del abandono por rotura de un palier de su Porsche en Avilés. Sin embargo, su alegría no fue plena porque en el TC-Plus sólo pudieron ser terceros siendo además el primer puesto para los líderes del campeonato, Darío José García y Emilio Pascual. El madrileño y el vasco llegaron incluso a amenazar el triunfo en el rallye de los cántabros pero acabaron teniendo que preocuparse más de los que venían por detrás, Toni Verdaguer y Toni Grau. Finalmente los del BMW conservaron el segundo puesto por apenas punto y medio sobre los catalanes del Porsche 944, que completaron el podio, fueron segundos del TC-Plus y también conservan opciones al campeonato. Con otra unidad del modelo germano de motor delantero, utilizado en sustitución de su ya muy castigado Peugeot 205, concluyeron justo a continuación Christian y Marie Lantres, resultado que los deja definitivamente fuera de la lucha por el título aunque pueden acabar siendo jueces en su resolución si se mezclan en la lucha por la victoria y los puestos de podio en el Rías Altas.
Todo ello convierte a la prueba gallega en una auténtica final, especialmente entre los dos equipos que terminaron los dos primeros en el Isla de Tenerife. Tanto los ganadores, Rufino Sasián y Eloy Dehesa, como los segundos clasificados, Darío José García y Emilio Pascual, dependen de si mismos. El equipo que gane en Coruña, si se anota además los puntos extra del TC-Plus, es campeón independiente del resultado del otro. En cambio Verdaguer y Grau necesitan no sólo hacer ese pleno de puntos si no, también, que los del BMW no concluyan entre los tres primeros mientras que no les influiría el resultado de los del Porsche. De todas formas, teniendo en cuenta que en toda la temporada nadie ha logrado ganar en la categoría de 'Regularidad' tanto el rallye como el TC-Plus las combinaciones aumentan así que habrá que ir haciendo números sobre la marcha a medida que avanza la cita final del año para saber quienes son los que se llevan los títulos en juego.
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