Con cuarenta y cinco ediciones celebradas, treinta de ellas valederas para el Campeonato de España de las que diez fueron además puntuables para el de Europa, la subida a Jaizkibel sigue siendo una de las citas más clásicas de la montaña nacional pese a que haga ya más de dos décadas que no está en los calendarios de ambos certámenes.
Este año del 2023, la coincidencia de fechas como la última prueba del campeonato continental privaba a Jaizkibel de la presencia del vencedor de las tres anteriores ediciones y actual 'recordman' del trazado, Joseba Iraola, que buscaba en Croacia los pocos puntos que le faltaban para proclamarse ganador del grupo E2-SC del europeo y Subcampeón de Europa de la Categoría 2. Un muy merecido doble éxito que alcanzaba terminando segundo de su grupo tras su gran rival este año, el checo Petr Trnka, y tercero de la general, superados ambos por el imbatible Christian Merli. El italiano ya se había asegurado su tercer título de Campeón de Europa y cerraba en la Busetzki Dani su triunfal campaña con pleno de diez victorias absolutas en otras tantas subidas. En nueve de esos podios le ha acompañado Joseba, cinco veces segundo y cuatro tercero además de vencedor con la Nova en cinco ocasiones de su grupo, el de los 'biplazas', que se han visto superados un año más por la Osella 'monoplaza' del italiano.
La ausencia de Iraola abría de par en par al segundo clasificado en el 2022, Arkaitz Ordoki, la oportunidad para sucederle en el palmarés de Jaizkibel. El navarro, que doce meses antes había subido al segundo escalón del podio tras concluir por detrás del vasco en la general pilotando una Norma de motor 2 litros, competía en esta ocasión al volante de la Nova de propulsor 1.000cc que había adquirido a principios de temporada. Una 'barqueta' menos potente pero más ligera y de chasis más moderno, con la que Ordoki dominaba de principio fin, marcando el mejor crono absoluto tanto en las dos subidas de entrenamientos como en las dos de carrera. La última la completaba en 2:34.510, bajando en casi dos segundos el 2:36.4 logrado en la primera, con el que había calcado prácticamente su registro del año anterior con la 2.000. De ese modo certificaba Arkaitz el soñado triunfo en Jaizkibel, añadiendo su nombre a la prestigiosa lista de vencedores, siendo además el primer navarro en ganar la prueba desde que se impusiera por última vez el ilustre navarro-mexicano Pantxo Egozkue allá por el 1994, en plena época 'europea' de la prueba.
A ese crono de referencia para las Norma 2 litros que superaba Ordoki en la manga final para asegurar la victoria no se conseguía acercar en ningún momento Miguel Gutiérrez con su ya veterana unidad de la 'barqueta' francesa. Eso sí, el cántabro iba bajando tiempos en cada manga y conseguía el segundo puesto, conteniendo a Aitor Manso. El vasco repetía el tercer lugar y absoluto y primero de CM conseguido en el 2022 pero lo hacía quedándose con el Talex que pilotaba en esta ocasión a más de tres segundos y medio de su mejor registro de doce meses antes con su habitual BRC, tiempo que le habría otorgado esta vez el segundo puesto de la general. De todas formas, a efectos de los campeonatos vasco y guipuzcoano esa diferencia no era relevante ya que Aitor lograba la victoria en ambos por delante del francés Arnaud Dardans, un año más entre los protagonistas de Jaizkibel con su BRC de vistoso color naranja.
Entre ambos en la general se colaba contra todo pronóstico, Julen Etxebarría, cuarto absoluto en su primera participación al volante de un CM. Julen había terminado segundo en la selección del Volante AUTOhebdo Sport de montaña celebrada en el mes de marzo, resultado gracias al que tenía la ocasión de competir en Jaizkibel con un Talex decorado con los colores de la revista. Una oportunidad que el vasco aprovechaba muy bien, mostrando una notable progresión en cada manga para terminar a un paso del podio.
Mientras que el triunfo absoluto y en la categoría de las 'barquetas' y 'CMs' estaba claro desde el principio, la victoria entre los vehículos 'carrozados' no se decidía hasta la última manga. De entrada, la presencia de los dos primeros clasificados el año anterior, Bruno Scherer con su habitual y potente Porsche GT3 e Igor Uríen con su ligero y efectivo Citroën AX proto de motor Hayabusa, ya garantizaba un duelo interesante, con el vasco en busca de la revancha ante el francés, ganador en el 2022 de un igualado duelo entre ambos. Además, el regreso del vencedor en el 2021, Beñat Población, en el que era muy esperado estreno del Lotus Exige procedente de los circuitos que había adquirido ya hace más de un año y llevaba preparando poco a poco desde entonces añadía un nuevo aliciente a la pelea por la primera posición.
Las dos subidas de entrenamientos concluían con el mismo resultado, Beñat por delante de Igor y de Bruno. Pero las diferencias entre los dos primeros disminuían de forma notable en la segunda, cuando menos de un segundo separaba al Lotus del Citroën. Un margen que se reducía a apenas tres décimas en la primera manga de carrera, de nuevo con Beñat delante pero con Igor decidido a pelear hasta el final mientras ambos distanciaban a Bruno, que cedía más de un segundo y medio.
Todo se iba a jugar, por tanto, en la última manga. Pero mientras Beñat rebajaba su registro previo en más de un segundo Igor veía con desesperación como el embrague fallaba cuando se disponía a partir desde la zona de asistencia. Finalmente sus mecánicos, ayudados por los de su rival en un gesto de gran deportividad, lograban que el AX pudiera tomar la salida pero su piloto ya no lograba mejorar el tiempo de la manga anterior y tenía que conformarse con el segundo puesto y la triple consolación de superar con claridad a Scherer, batir sus tiempos del año anterior y adjudicarse el triunfo a efectos del campeonato vasco.
Para Scherer, que no podía reeditar sus cronos del 2022, quedaba, por tanto, el tercer escalón del podio, acompañado de la victoria en la clasificación del certamen guipuzcoano. Tanto en esa tabla como en la general de carrozados le seguía de cerca Josu Lertxundi, que rodaba a muy buen ritmo pese a su aún muy corta experiencia al volante del Porsche Cup del 2008. Por detrás de los dos GT alemanes concluía el espectacular Mitsubishi del rumano afincado en Francia Marius Petre, quinto absoluto de 'carrozados' y tercero del Campeonato de Guipuzcoa.
Con los cinco primeros perteneciendo al grupo 2, el primer vencedor de otro grupo era el sexto clasificado, Jon Aramburu, que imponía con claridad en el 3 su Cupra TCR a los dos BMW más rápidos de los más de veinte modelos de la marca bávara presentes en la prueba, el M3 E46 de Ibon Otaegui y el M3 E36 de Andoitz Garmendia. A continuación, completando las diez primeras posiciones de la Categoría 2 y las cinco primeras del grupo 3 termibaban dos Mitsubishi, el EVO IX de Aitor Sorozabal y el VI del eterno y todavía competitivo Joxe Labaka. Otro clásico de Jaizkibel concluía justo a continuación, 'Jojo' Duperou, cuyo M3 GTR volvió a ser uno de los coches más admirados por los aficionados.
Justo tras el veterano francés acababa el riojano Adrián Muñoz, vencedor en el grupo 4 con su muy afinado R5 GT Turbo, que llevaba con gran brío para batir al BMW de 'Aitortxu' Zabaleta y el Peugeot 206RC de Jesús Iturburu, que terminaban separados por el exiguo margen de quince milésimas de segundo pero a más de tres segundos del ganador. En ese mismo grupo 4, destacaba también de toda una leyenda de la montaña francesa y española, Michel Lamiscarre, de vuelta a Jaizkibel al volante de un Porsche Cayman cuando se cumplían cuarenta años de su sensacional triunfo absoluto con un Simca Rallye en la muy lluviosa edición del 1983.
La presencia, a sus setenta y dos años de edad, del popular 'Scarlami' era, además, toda una demostración del tirón que sigue teniendo Jaizkibel independientemente de que puntúe para este o aquel campeonato. Para muchos competidores, como el francés, la familia Hoyos, con Patxi de vuelta a la acción con su SEAT 124 y su hijo y su sobrino, Aitor e Inhar, repartiéndose las victorias en el grupo 5, la copa Propulsión y la clase H3, o tantos otros que volvieron a acudir a la cita, bien fuese para participar, para trabajar en su organización o como espectadores, Jaizkibel es mucho más que una carrera.