Encontrase con unos días lluviosos en Alicante en pleno mes de junio parece improbable. Pero, sea por cosa del famoso cambio climático o por esa típica frase acuñada hace mucho para estos temas de 'el tiempo está loco', el caso es que justo eso ocurrió en las fechas de la subida a Les Revoltes d'Ibi, segunda prueba del CEM AUTOhebdo SPORT 2023. A la competición alicantina le tocó uno de esos fines de semana tan habituales en el Fito de sábado lluvioso y domingo soleado, que complican la tarea a participantes y organizador además de afectar de forma muy notable al desarrollo deportivo de la prueba. Con una manga de carrera el primer día, dos el segundo y el resultado deciciéndose por la suma de los dos mejores tiempos de cada piloto, todo se termina jugando casi a una carta en la jornada final mientras que los riesgos asumidos la víspera, cuando el piso presenta una adherencia más precaria debido al asfalto mojado, acaban por resultar inútiles.

Así las cosas, el lado positivo para los espectadores es que la emoción se mantiene hasta el final. Algo que, además, se incrementó en Ibi al recuperarse para la última manga de carrera el clásico orden de salida de toda la vida en la montaña, es decir el inverso a la numeración de la lista de inscritos. Un cambio asociado a la llegada este año de las retransmisiones vía 'streaming' de las pruebas del certamen, a cuyo desenlace dota de más interés, que se estrenó en Ibi junto al propuesto por su organizador de dividir en el resto de mangas a los participantes en dos grupos de más o menos el mismo número de participantes, con el objetivo de igualar más la duración de las diferentes subidas y los tiempos de asistencia para todos los participantes. Detalles que nos parecen positivos y que esperemos contribuyan a la muy necesaria revitalización de una especialidad tan fascinante como incomprendida.

DESDE FUERA ES TODO MÁS FÁCIL

Las prestaciones de su preciosa 'barqueta' Nova, sus claros triunfos el año pasado en las pruebas del Campeonato de Galicia, su buen debut en el de España en la subida al Fito un mes antes y la ausencia del único participante en el nacional que le había batido en la prueba asturiana convertían a Jacobo Senín en el claro favorito para conseguir el triunfo absoluto y en la Categoría 2 en Ibi.

Por mucho que, en la que era su primera visita a la competición de la Villa del Juguete, el joven piloto de Santiago de Compostela no quisiera considerarse a sí mismo como el piloto a batir la conclusión era obvia. En ausencia de Joseba Iraola, que finalmente había logrado el presupuesto necesario para continuar en la subida checa de Ecce Homo su programa en el europeo, Senín tenía que ganar con holgura en la prueba alicantina.

Finalmente así sería pero, como suele ocurrir muchas veces en situaciones de este tipo, lo que desde fuera parece evidente y hasta fácil (siempre teniendo en cuenta que nunca es fácil pilotar a ritmo de competición un 'aparato' como la Nova de motor 1.7 turbo) en realidad no lo es tanto. Es más, el primer triunfo del gallego en el Campeonato de España llegaba después de un fin de semana en el que su protagonista sufría lo suyo por circunstancias de esas que se suelen dar en las carreras y contribuyen a que incluso las que parecen más previsibles no lo sean tanto.

De entrada, la lluvia del sábado podía darle la vuelta al pronóstico del modo en que el asfalto mojado tiende a hacerlo al ofrecer una oportunidad inesperada a los pilotos con monturas menos potentes pero, también, más dóciles sobre piso deslizante. Sin embargo, el chaparrón de mediodía duraba lo justo para empapar el recorrido antes de que las nubes decidieran que ya habían descargado suficiente agua, permitiendo que la subida de carrera con la que se cerraba la primera jornada se disputara con humedad en todo el trazado pero sin más lluvia. En esas condiciones, Senín, que había marcado el quinto mejor tiempo tras el chaparrón que afectó a la segunda manga de entrenamientos, recuperaba el primer puesto que ya había logrado en la primera y terminaba el día en cabeza, haciendo buenos los pronósticos.

Sin embargo, la clasificación no contaba toda la historia. Una fisura en el 'intercooler' significaba una importante pérdida de potencia en el propulsor sobrealimentado de la Nova. Después de completar la jornada, su equipo tenía trabajo extra para, con la ayuda de un soldador local, resolver el problema aunque fuera de forma provisional.

El domingo, ya con asfalto totalmente seco en los cerca de cinco kilómetros del técnico y rápido recorrido que parte del casco urbano de Ibi, Jacobo debía confirmar el primer puesto sin mayores problemas. Los cronos de las dos restantes mangas de carrera así lo atestiguaban aunque, de nuevo, eran algo engañosos. Aunque las distancias respecto al resto de participantes eran amplias a favor del santiagués, alcanzar la meta no había resultado sencillo. La avería de la víspera se reproducía y obligaba al piloto gallego a olvidarse de buscar el 'récord' del trazado, establecido dos años antes por Javi Villa. Aunque conseguir una nueva plusmarca le apetecía, tocaba usar la cabeza, aguantarse las ganas de pisar el acelerador a fondo, cuidar la mecánica, pensar en los puntos del campeonato y limitarse a ganar, lo que nunca es poco aunque dicho así lo parezca. Y es que, muchas veces, las apariencias engañan y lo que desde fuera se ve como tarea sencilla, desde dentro no lo es en absoluto.

FALTÓ POCO PARA LA SORPRESA

Desde su debut en montaña en la subida a Santo Emiliano del 2011 se cuentan con los dedos de una mano (y sobra alguno para completar el recuento) las veces en que Javi Villa ha sido batido por algún rival al volante de un CM. Entre el 2012 y el 2016, el asturiano disputó cinco temporadas en la categoría de los siempre espectaculares prototipos con motor de moto de 1.000cc, se proclamó campeón en cuatro de ellas (perdiendo el título en la del 2012 por su ausencia en Falperra pese a ganar todas las demás citas del certamen) y se impuso al resto de pilotos de los CMs en la inmensa mayoría de las pruebas puntuables celebradas esos años.

Por eso, en su retorno esta temporada a la actualmente denominada Categoría 3 para desarrollar el nuevo BRC B59, todo resultado que no sea un triunfo de Villa se ha de considerar una sorpresa altamente improbable. En ese sentido, su victoria en el Fito, cita inaugural de la temporada, confirmaba el pronóstico. Pero, de todas formas, que en la subida de casa de Javi, celebrada además sobre piso en condiciones cambiantes, las diferencias respecto a sus más inmediatos perseguidores, su tocayo tinerfeño Javi Rodríguez y su compañero de marca Benito Pérez, no fueran tan grandes comparadas con las que recordábamos de muchas de las carreras de su anterior etapa en la categoría daban una pista de que, tal vez, la victoria de uno de sus rivales no era tan imposible como pensábamos.

De todas formas, en el lluvioso sábado de Ibi, Villa se destacaba con claridad sobre asfalto mojado, distanciando en más de tres segundos al piloto canario del Speed Car y en más de cuatro al otro asturiano de BRC. Todo parecía bajo control y nada hacía presagiar lo que ocurriría el domingo por mucho que, sin agua sobre el trazado, los cronos de la jornada final fuesen mucho mejores que los de la víspera y la clasificación se acabase elaborando con la suma de registros de las dos últimas subidas oficiales.

Sobre piso seco en la segunda, Benito, ganador entre los CM el año pasado en Ibi, situaba el B49 de Bango Racing Cars en lo más alto de la lista de tiempos de la Categoría 3, batiendo a Javi y el más moderno B59 por casi un segundo. Lo inesperado estaba camino de producirse.

Quedaba una última manga que iba a resultar decisiva. Ocurría entonces un incidente durante la participación de los vehículos carrozados que acabaría por convertirse en clave junto al hecho de que Benito hubiese optado por no apuntarse en esta prueba como piloto prioritario, lo que le situaba lejos en el orden de salida de los dos Javis. El SEAT León de Rubén Marco dejaba un importante reguero de aceite al inicio de la segunda mitad del recorrido, la más rápida. Benito, que partía antes al celebrarse la subida final en orden inverso a la numeración de la lista de inscritos, empeoraba su magnífico crono previo en más de dos segundos y medio. Su 2'30"340 estaba lejos del 2'27"771 con el que se había impuesto en la manga anterior y, también del 2'28"677 logrado entonces por Villa, mientras que era apenas una décima mejor que el 2'30"485 con el que Javi Rodríguez había sido tercero.

Conociendo ya el crono de su rival mientras esperaban su turno para salir, el favorito y el aspirante veían en ese aceite que había dejado más lento el trazado una oportunidad y no se lo pensaban dos veces. ¡Había que ir a por todas! A Javi Rodríguez ese ataque a fondo le salía mal, llegaba demasiado rápido al cruce inicial y poco faltaba para que ahí concluyera su ascenso. Aunque lograba salvar el golpe y retornaba al asfalto tras unos metros por la tierra, el tiempo perdido le acababa costando incluso la tercera posición, que le arrebataba Toni Arrufat a base de ir de menos a más todo el fin de semana con su Silver Car S3.

Javi Villa, en cambio, si aprovechaba la ocasión. Levantaba menos el pie (¡si es que lo levantaba algo!) en la zona cubierta de sepiolita y llegaba a la meta en casi una décima menos de tiempo del que había tardado antes. Más que suficiente para remontar lo perdido en la segunda oficial y acabar ganando en el cómputo total por apenas ocho décimas. Por poco no saltó la sorpresa que, visto lo visto en Ibi, ya no lo será tanto si llega a producirse en alguna de las siguientes citas del certamen, empezando por la subida de Valdeorras, en la que Villa no tenía inicialmente previsto estar, por coincidencia con el rallye de Lisboa de la Toyota GR Iberian Cup, pero el adelanto en una semana de la competición portuguesa le permitirá acudir a la tercera cita del CEM AUTOhebdo SPORT 2023.

LA NUEVA REFERENCIA

El vigente campeón, el actual líder y el vencedor en su última participación en la prueba. La Categoría 1 del CEM AUTOhebdo SPORT presentaba en Ibi ese trío de aspirantes a la victoria, formado respectivamente por Gerard de la Casa con el Ford Fiesta WRX, Jordi Gaig con el Porsche 911 GT3-R y 'Lolo' Avilés con el Ginetta GT3. Cada uno de ellos tenía motivos para pensar en el triunfo. El andorrano tendría ventaja si llovía gracias a la tracción total de su coche procedente del rallycross. El catalán se había mostrado muy superior en el Fito, un recorrido menos adecuado para su montura. El andaluz tenía buen recuerdo de su triunfo dos años antes, logrado con un crono sólo superado en el 2022 por Fombona con el todopoderoso Audi RS5 DTM.

Sin embargo, una cosa era la teoría y los posibles deseos de los tres contendientes pero otra muy distinta era la realidad. Tanto en mojado, el sábado, como en seco, el domingo, se repetía el mismo nombre en lo alto de la lista de tiempos, el de Jordi Gaig. El sábado, pese al asfalto deslizante de la manga de carrera tras el intenso chaparrón del mediodía, el del Porsche superaba en casi dos segundos al del Ford, que no podía compensar con su 4X4 el partido que le sacaba su compañero en la asistencia de Baporo a la velocidad y capacidad de propulsión del eficacísimo GT alemán, mientras que el del Ginetta, sin la magía de la electrónica para ayudarle a domar la caballería de su potente V8, sufría y cedía casí nueve segundos mientras rogaba a las nubes que no volvieran el domingo por la mañana.

Al día siguiente, con cielo despejado y piso seco por fin, la segunda manga de carrera deparaba un desenlace mucho más igualado, con el mismo orden que la víspera pero apenas tres décimas separando a los dos primeros y el tercero a poco más de un segundo. Con diferencias tan ajustadas todo estaba aún muy abierto y por decidir en la manga final. Pero Gaig, que partía unos minutos antes al haber sido incluido a última hora en la lista de prioritarios, rebajaba su registro previo en casi segundo y se ponía fuera del alcance de sus rivales. De la Casa empeoraba tres décimas, 'Lolo' mejoraba una y media y en la suma nada cambiaba. El ganador era el catalán del Porsche por delante del andorrano del Ford y el malagueño del Ginetta. Un segundo triunfo consecutivo para Gaig que consolida su liderato y lo convierte en el hombre a batir y la nueva referencia de la categoría.

Por detrás del trío de cabeza, había otra interesante lucha a tres por las siguientes posiciones. Una pugna que presentaba, además, esa variedad mecánica que sólo la montaña puede ofrecer. Enfrentaba a tres vehículos de características y orígenes muy diferentes, el SEAT León Supercopa tracción delantera procedente de los circuitos de Xavi de la Vega, el JTR S600 propulsión trasera específicamente concebido para la montaña por su piloto-constructor, Juan Trino Galera, y el Ford Fiesta N5 4X4 pensado por RMC para los rallyes de Sergio Hernández.

El sábado, el rápido piloto murciano sacaba partido de la tracción total de su coche para distanciar con claridad al resto pero el domingo, sobre seco, cambiaban las tornas y todo lo hecho el día anterior quedaba convertido en anécdota a efectos de la clasificación, ya que los dos cronos del segundo día eran los que iban a contar en el resultado final. De entrada, en la segunda oficial, el almeriense situaba el S600 algo menos de un segundo por delante del León del catalán, con el N5 del murciano apenas seis décimas por detrás, en lo que era además un duelo particular entre los dos últimos por la victoria en la clase 4.

Al igual que en la pelea por los puestos de podio, todo quedaba por decidir en la manga final. Y en este caso la última subida si producía cambios en el orden que había establecido la anterior. Con el piso en peores condiciones al inicio de la rápido parte final del recorrido a causa del aceite vertido por el León de Rubén Marco, los tres emporaban sus registros pero De la Vega era el que menos lo hacía y eso le acababa dando el doble premio de la cuarta posición y la victoria en la clase 4. Trino era el que más tiempo se dejaba en la manga final pero conseguía al menos contener a Hernández para terminar quinto en la general de la Categoría 1 en su retorno al nacional con el siempre espectacular JTR. Para el joven piloto murciano quedaba, por tanto, el sexto lugar en el cómputo total a apenas cuatro décimas del quinto.

En el medio de ese pelea a tres por el cuarto lugar se metía en la última manga Ferrán Cabrera, que marcaba el quinto mejor crono de 'carrozados' con su Renault Clio procedente de la copa monomarca de circuitos. Un registro con el que concluía séptimo de la Categoría 1 y se adjudicaba la clase 5a. Tras él, siendo también junto al castellonense uno de los pocos que lograba rodar más rápido en la subida final, terminaba Julián Maregil. El de Villajoyosa completaba su positivo retorno a una prueba del nacional, en el que tan buenos resultados lograra hace ya casi dos décadas, ganando con holgura la clase 5b con su Citroën Saxo por delante de los dos contendientes por la misma en el Fito, los murcianos Isma Rico y José Antonio Sánchez. En la prueba asturiana el del BMW había conseguido resistir el ataque de su joven rival del SEAT pero en Ibi Isma confirmaba su constante progresión y se situaba por delante de su compañero de asistencia en todas las mangas de carrera para acabar segundo de la clase y noveno de la general, siendo José Antonio quien completaba los puestos de podio de la 5b y los diez primeros de la general de 'carrozados'.

Fotos: DelJjrPhotographySport