Las vacaciones de verano del CEM AUTOhebdo SPORT 2023 concluyeron con la disputa de la subida Isla de Ibiza los días 13, 14 y 15 de octubre. Unas vacaciones demasiado largas para mantener vivo el interés de un certamen, ya que tres meses sin carreras es un plazo excesivo, especialmente si sólo hay seis en su calendario como es el caso este año del nacional de montaña.

Así las cosas, con el añadido además de la insularidad que siempre encarece el viaje y el hecho de que los títulos de las tres categorías, aunque no decididos matemáticamente, estén ya muy decantados después de las cuatro primeras citas del año, la edición número treinta y ocho de la popular 'Pujada a Sa Cala' tuvo que conformarse con una inscripción discreta, animada, eso sí, por la puntuabilidad también para el certamen balear, que aportó otro foco de interés a una prueba que, participe quien participe, sigue siendo cita ineludible para los aficionados al motor de la famosa isla blanca.

Vacaciones activas

Después de una larga, intensa y exitosa temporada yendo de aquí para allá por Europa, viajar a las Baleares suena a merecidas vacaciones. En cierto modo así era para Joseba Iraola y su equipo, que acudían primero al Puigmajor mallorquín y después a la ibicenca Sa Cala tras completar en Croacia su campaña en el Campeonato de Europa de Montaña con el triunfo en el grupo E2-SC del certamen continental.

Eso sí, las vacaciones del piloto vasco no tenían nada que ver con el típico asueto de playa y fiesta propio de las muy turísticas islas mediterráneas. Sobre todo eran vacaciones a nivel mental, ya que afrontaba las dos competiciones sin la tensión propia de los duelos que durante todo el año le han enfrentado al checo Trnka por la supremacía entre las 'barquetas' del europeo. Pero, evidentemente, tanto en Puigmajor como en Ibiza, Joseba salía a ganar.

Se puede decir, por tanto, que eran unas vacaciones de esas 'activas', que también pueden ser muy satisfactorias. De hecho, lo eran para el piloto de la Nova. Tras imponerse por segundo año consecutivo en el histórico Puigmajor, su triunfo en Ibiza era rotundo. Una victoria que, junto a las logradas en el Fito, Valdeorras y Chantada, lo sitúan a un paso de adjudicarse el título en la Categoría 2 del CEM AUTOhebdo SPORT ya que su único rival este año en el nacional, Jacobo Senín, había decidido poner fin a su temporada tras obtener un nuevo título en el Campeonato de Galicia, valorando que no merecía la pena seguir en el de España ante las mínimas opciones matemáticas que le quedaban tras las dos derrotas en las pruebas gallegas.

Así que a Iraola le bastaba poco menos que con terminar en Ibiza para alcanzar el liderato del certamen pero Joseba no se limitaba a llegar a meta sin más. En la subida de carrera del sábado batía por más de dos segundos el récord del trazado pese a montar gomas usadas. Y aunque el domingo las humedades que había en el asfalto impedían ir más deprisa, confirmaba su primer puesto absoluto y de la Categoría 2 siendo de nuevo el más rápido en las dos restantes mangas oficiales. Una victoria clara que sentencia de forma poco menos que definitiva un campeonato que empezó a ser suyo en Valdeorras y cuya consecución deberá celebrar a mediados de noviembre en el escenario de su anterior entorchado nacional, la subida a La Santa.

El único que podía suponer una lejana amenaza al triunfo de Iraola en Ibiza era Rob Dwane. Tras su muy positivo estreno en Chantada con la Silver Car CS el rápido piloto irlandés repetía con la 'barqueta' navarra en el escenario donde a sus mandos había conseguido Raúl Ferré dos años antes la victoria con récord del trazado incluido. Teniendo en cuenta que en la subida lucense Dwane terminó rodando en mejores cronos que los logrados por el andorrano, ese era su primer objetivo en la prueba balear. Y, de conseguirlo, tal vez podía inquietar con el ágil y ligero sport-prototipo de Silver Car al más potente pero también más pesado de Nova. Una posibilidad que se esfumaba enseguida tras un problema de junta de culata el sábado que aconsejaba no apretar al máximo la mecánica, lo que impedía a Rob bajar en su mejor manga, la oficial del sábado, de los dos minutos para completar los cuatro kilómetros de 'Sa Cala', lejos tanto del 1'56"613 conseguido por Ferré en el 2021 como del 1'54"201 y el par de 1'55" con los que Iraola dejaba claro que sus vacaciones habían sido de lo más activas.

El puesto que quedaba por ocupar en el podio de la subida ibicenca se lo disputaban como premio extra los dos pilotos que luchaban por la victoria en el certamen balear, Pedro Mayol y Miguel Ángel Campins. Para ambos el principal objetivo era batir al otro en su lucha por el campeonato regional así que los dos renunciaban a la manga de carrera del sábado para centrarse en las dos del domingo, que eran las que contaban en su particular pelea. En ellas, además, era el mejor tiempo de cada uno el que definiría la clasificación del campeonato de la FAIB. En la primera el más rápido era Campins con el BRC BR53, aventajando en algo menos de siete décimas a Mayol y su Norma. Pero, dado que las humedades en el piso iban disminuyendo a medida que avanzaba la mañana, la decisiva iba a ser la última. En ese último intento, Mayol mejoraba casi segundo y medio mientras Campins empeoraba un par de décimas con el resultado de doble triunfo para el de la Norma, que acababa tercero en la suma de tiempos para el nacional, tras Iraola y Dwane, y primero con el mejor crono absoluto en el regional.

Ganador del siglo XXI

Desde que Max Verstappen debutó en Fórmula 1 antes siquiera de poder optar al carnet de conducir ya casi no sorprende que un menor de edad participe y hasta triunfe en una competición automovilística. Cada vez son más los ejemplos de pilotos jovencísimos que no sólo compiten si no que incluso luchan por la victoria en diferentes modalidades del automovilismo contra adversarios con más años en su carnet de identidad.

En montaña, especialidad tradicionalmente asociada a pilotos más bien veteranos, hace ya varias temporadas años que participan pilotos con menos de dieciocho años de edad, pero hasta ahora ninguno había tenido opción a conseguir la victoria en una de las tres categorías del certamen. Sus objetivos estaban restringidos a competir entre ellos como primer paso para acceder a vehículos de más prestaciones con los que, una vez adquirida más edad y experiencia, pensar en metas más altas. Sin embargo, las muy especiales condiciones que se dieron en Ibiza, unidas al talento de un precoz piloto que está quemando etapas a la misma velocidad a la que hace avanzar su Demon Car, acabaron por propiciar un resultado histórico para el Campeonato de España, el triunfo en una de sus categorías, la 3, de un piloto de diecisiete años de edad, Jordi Vilardell.

Ausente tanto Javi Villa, líder destacado del la categoría que competía en el rally Vidreiro dentro de la Toyota GR Iberian Cup, como los pilotos que le habían acompañado en el podio en las anteriores pruebas de las temporada, Benito Pérez, Toni Arrufat, Aitor Manso, Javi Rodríguez y Edgar Montellà, la Categoría 3 tenía en Ibiza sólo tres participantes. Dos de ellos eran los Junior, Jordi Vilardell y David Cánovas, cuyos CM compiten con brida de admisión para limitar su potencia lo que, sobre el papel, situaba a Sandra Gómez como gran favorita para conseguir la victoria al volante del Talex con los colores de AUTOhebdo SPORT.

Pero, en ocasiones, una cosa son los pronósticos y otra los resultados finales. A la madrileña le costaba encontrar el ritmo en su primera visita a la muy técnica subida ibicenca. Aunque, como es habitual en ella, iba progresando en cada manga, la mejoría en sus cronos era insuficiente para optar a la victoria. Más rápido desde el principio se mostraba Vilardell, que había preparado a conciencia la prueba, a base tanto de reconocerla desde el asiento del copiloto, dado que por su edad aún no puede conducir en carretera abierta, como de pilotaje virtual en el simulador. Un trabajo previo que daba sus frutos porque el joven catalán ya rodaba en 2'14 en la segunda de entrenamientos del sábado, registro al que acabaría llegando Sandra en la última oficial del domingo. A esas alturas, Jordi ya tenía en su haber un 2'11 logrado en la oficial del primer día, al que añadiría otro en la manga final tras el 2'12 de la segunda de carrera, la más lenta para la mayoría de participantes debido a las humedades que había dejado la lluvia caída por la noche.

El sorprendente efecto de todo ello era el triunfo de un miembro de la 'Generación Z' en una de las categorías del Campeonato de España de Montaña. La primera victoria en el certamen de un piloto nacido en el siglo XXI.

Campeón invicto

El único título que podía quedar matemáticamente decidido en Ibiza era el de la Categoría 1. A Jordi Gaig le era suficiente con terminar cuarto para asegurarse el campeonato aunque su rival y compañero de equipo, Gerard de la Casa, lograra la victoria. A priori era tarea fácil para el piloto catalán, que llegaba al frente del campeonato después de ganar de forma consecutiva las cuatro anteriores citas de la temporada.

Pero ya se sabe que en las carreras siempre puede hacer imponderables y, en ese sentido, la subida ibicenca lo había demostrado bien a las claras en varias de sus ediciones, con más de un sobresalto para los pilotos que optaban al campeonato de los vehículos 'carrozados'.

En el 2011, a Fombona le era suficiente con acabar segundo en las dos fases puntuables que se disputaban entonces en cada prueba para proclamarse campeón. Sin embargo, el gijonés tenía un fin de semana lleno de problemas y acababa perdiendo el título ante Aznar tras ser sólo tercero y cuarto mientras el almeriense ganaba los dos días. En el 2021, Janssens lo tenía todo a su favor tras sufrir un toque Fombona el sábado, pero el granadino se salía el domingo y era el asturiano el que se adjudicaba finalmente el campeonato. Y el año pasado, a De la Casa le bastaba poco menos que con terminar pero casi ni lograba empezar al pararse su Ford Fiesta en los primeros metros de la manga de carrera del sábado aunque, finalmente, la avería se resolvía a tiempo para permitirle sumar al día siguiente los pocos puntos que le faltaban para proclamarse campeón.

Esta vez nada de esos ocurría. El Porsche de Gaig funcionaba tan bien como lo viene haciendo todo el año y su piloto no cometía el más mínimo error pese a que no se limitaba a usar la calculadora y conformarse con la actuación conservadora que le bastaba para conseguir el campeonato. Jordi atacaba desde el principio, en busca no sólo de otro triunfo si no, incluso, del récord del trazado, único objetivo que finalmente no podría cumplir.

Así las cosas, el resultado estaba claro. Hace dos años, Gaig había conseguido en Ibiza su primera victoria en la categoría de 'carrozados' del Campeonato de España. Ahora sumaba la sexta y se aseguraba definitivamente su primer título de Campeón de España. Un título que llega como culminación de una temporada perfecta, con cinco triunfos en otras tantas subidas, alcanzados todos ellos con amplio margen y sin dar opción alguna a su máximo rival, Gerard de la Casa. El andorrano se empleaba a fondo en el trazado ibicenco, tal vez el recorrido al que mejor se podía adaptar su Fiesta procedente del rallycross, pero tenía que conformarse una vez más con la posición que había ocupado en las tres anteriores pruebas, la segunda.

Por detrás del inalcanzable dúo de cabeza, el tercer escalón del podio era un magnífico premio para Josu Lertxundi en su debut en el Campeonato de España. El piloto vasco venía de ganar entre los 'carrozados' en Urbasa con su Porsche, tras haber sido cuarto de la categoría en Jaizkibel, y se adaptaba bien al técnico trazado ibicenco para conseguir la tercera posición después de tres mangas de carrera en 2'22, crono fuera del alcance del resto de competidores. Entre ellos, el que más cerca estaba de esa marca era Xavi de la Vega, que rebajaba en tres segundos su mejor tiempo del año anterior para acabar repitiendo exactamente el mismo resultado, cuarto de la general de la Categoría 1 y primero de la clase 4 con su SEAT León Supercopa.

Igual destino esperaba a Antonio Noguera, que rebajaba en casi tres segundos su crono del 2022 para ser de nuevo quinto de 'carrozados' y asegurarse la Copa de España de la clase 6 (vehículos Históricos) con su Porsche Carrera. El veterano piloto valenciano acababa por delante de Kike Perelló. En su retorno a una prueba del nacional después de más de un año de ausencia, el menorquín optaba por el Subaru Impreza al considerarlo más adecuado para el técnico trazado de Sa Cala que el Porsche usado un par de semanas antes en Puigmajor y terminaba imponiéndose tanto en la clase 3 del CEM como entre los turismos del certamen balear.

Tanto en esa clasificación como en la del nacional le seguía 'Jimmy' Riera, que rodaba a excelente ritmo todo el fin de semana para vencer en la clase 5b del CEM AUTOhebdo SPORT con su Renault Clio Cup por delante del SEAT Ibiza del líder de la misma, Isma Rico. El joven piloto de Totana sufría lo suyo con problemas en la caja de cambios pero lograba sumar unos importantes puntos para afianzar su primera posición en el certamen. Un puesto que ya se ha asegurado, en lo que respecta a la clase 5c, el siempre entusiasta Fran Benítez, que viajaba a Ibiza con sus padres como único equipo y terminaba segundo con su Citroën Saxo por detrás del Honda Civic del mallorquín David Ramis, que completaba los diez primeros de la general de 'carrozados' del CEM por detrás de otro participante de la zona, José Luis Nigorra. El veterano pero siempre rápido piloto balear se clasificaba noveno de la Categoría 1 al volante de un bonito VW Golf de estética 'circuitera', con aletines y sin defensas al estilo de los habituales en el europeo de turismos allá por los años ochenta.

Después de su retorno en Ibiza, el CEM AUTOhebdo SPORT pondrá fin a su temporada del 2023 en Totana a mediados de noviembre. Una fecha inusual para la clásica cita de la subida a La Santa, en la que se decidirán los títulos de las categorías 2 y 3, con Joseba Iraola y Javi Villa tan destacados al frente de ambas clasificaciones como para que, teniendo en cuenta el número de participantes que suele haber en cada prueba, prácticamente les sea suficiente con terminar para proclamarse campeones.

Fotos: Víctor Bermejo