La renuncia de la subida de Ubrique a la puntuabilidad para el Campeonato de España hizo que, tras su arranque a finales de marzo en Estepona, el nacional tuviera que esperar hasta mediados de mayo para disputar en el Fito su segunda prueba del 2022. La subida asturiana celebraba sus bodas de oro siendo una vez más la etapa española del Campeonato de Europa, que había retornado a Falperra la semana anterior para su ya clásica doble cita ibérica, pero sin puntuar en esta ocasión para el Campeonato de Asturias, lo que reducía de forma notable el número de participantes en la jornada del sábado.

En todo caso, aunque había menos cantidad de inscritos que en otras ediciones no faltaba la habitual calidad que aporta el europeo, con el aliciente que siempre supone ver pilotos y vehículos que nunca habían venido a competir por estos lares, circunstancia que se daba en esta ocasión en un buen número de los foráneos, varios de los cuales comprobarían, en forma de golpes y averías, la dificultad y dureza de las rampas que parten de Arriondas.

SOLO EN LA CUMBRE

Después de tantos años peleando con Faggioli en el Campeonato de Europa, Merli se ha quedado esta temporada sólo en la cumbre de la montaña continental pero no por ello deja de emplearse a fondo, como bien había demostrado el domingo anterior en Falperra.

En la subida portuguesa, el trentino tenía un buen susto en los entrenamientos del sábado, cuando 'apoyaba' la Osella lateralmente contra un guardarrail y acababa llegando a meta con una pancarta publicitaria enganchada al alerón trasero. Nada que le incitase a levantar mucho el pie, en todo caso, ya que el domingo, además de ser claramente el más rápido en las tres mangas de carrera rebajaba su tiempo en cada una para terminar la última a menos de una décima del récord de 1'46"994 establecido por el mismo en la anterior edición 'europea' de Falperra, la del 2019.

Una semana después, en la prueba española del certamen continental, la lluvia caída el sábado por la tarde y durante la madrugada del domingo dejaba una serie de zonas húmedas en las partes más sombrías del trazado que el sol no acababa de secar por completo. Aún así, Merli, además de volver a imponerse en todas las subidas de carrera se quedaba en la última a apenas ocho décimas de su plusmarca del 2018, último año con un Fito cien por cien seco, cuando paró el crono en 2'25"425.

Con estas dos victorias en el grupo E2-SS (el de los 'monoplazas', recordemos que el triunfo al 'scratch' sigue sin importar a efectos de puntos en el Campeonato de Europa salvo para el título de 'Best Performer') más la conseguida en el Col de Saint Pierre, prueba inaugural del certamen celebrada en Francia a principios de abril, Merli se destaca al frente de la clasificación de la Categoría 2 ya que en el grupo E2-SC (el de los 'biplazas'), ausente Faggioli no hay un dominador claro y ya se han producido tres ganadores diferentes.

En Francia venció el local Billy Ritchen, que no tiene intención de seguir el europeo, en Portugal se impuso el checo Petr Trnka, que si va a hacer el resto del campeonato, y en España el ganador fue Javi Villa, a quien le gustaría continuar en el certamen continental pero, a día de hoy, carece de presupuesto para ello. Una lástima ya que, con los resultados conseguidos en el Col de Saint Pierre, Falperra y el Fito, el piloto asturiano ocupa la segunda posición de la Categoría 2 y la primera del grupo E2-SC. Pero, desafortunadamente, salvo que la llegada de algún patrocinador permita al equipo de Bango Racing Cars ampliar su programa para acudir a más pruebas del fuera de España, me temo que nos quedaremos con las ganas de ver hasta donde podían llegar Javi y el BR53 en la clasificaciones finales del Campeonato de Europa de esta temporada.

EL MEJOR DEL RESTO

Grandes campeones como Dale Earnhardt o Ayrton Senna dijeron en alguna ocasión eso tantas veces repetido después de 'El segundo es el primero de los perdedores'. Una visión de las carreras que da importancia sólo a la victoria. Evidentemente, ganar en lo que todos buscan. Pero, en ocasiones, cuando el triunfo es objetivamente imposible, más allá de circunstancias inesperadas en forma de averías y accidentes que dejen fuera de combate al que todos dan como vencedor, terminar justo tras él es todo un éxito. Justamente eso ocurrió, por partida doble además, en el Fito con los pilotos que ocuparon el segundo puesto en las clasificaciones absoluta y de la Categoría 2 de los campeonatos europeo y español.

En el Campeonato de Europa de esta temporada todos saben que batir a Merli es imposible. La lucha en el Fito volvía a estar en ser el mejor del resto. Una pelea que la semana anterior sobre el rapidísimo trazado de Falperra, se había decantado a favor de Petr Trnka. El checo ya había demostrado a finales del año pasado, en el 'Masters', lo a gusto que se encontraba en las veloces rampas que parten de Braga al volante de su Norma M20 de potente motor de ocho cilindros en uve y tres litros de cilindrada, el tipo de propulsor que, a día de hoy, sigue marcando la diferencia en los trazados más veloces, los más habituales en el europeo.

Pero el Fito es otra cosa. Ya lo había sido en buena medida el también bastante virado Col de Saint Pierre, donde sólo el invencible Merli y el local Billy Ritchen, bien armado con otra potente 'barqueta' de propulsor V8 3.000, habían terminado por delante de Javi Villa y el BRC BR53 de propulsor 1.4 sobrealimentado. Así que, teniendo en cuenta ese 'extra' que siempre aporta el piloto asturiano en la prueba de casa, apostar porque repitiera el magnífico resultado del 2021 no era descabellado. Y menos aún después de que las nubes dejaran caer una buena cantidad de agua sobre Arriondas y sus inmediaciones el sábado por la tarde y el domingo de madrugada. Aunque el sol acudía el domingo, como suele hacer cada año, las partes más sombrías y reviradas del trazado de la cara sur conservarían a lo largo de la jornada las suficientes zonas húmedas como para que los caballos de más con los que contaban los rivales de Villa no fueran la ventaja insalvable que habían sido en Falperra.

En esas condiciones, Javi estaba en su salsa y no daba opción a los rivales que en Portugal le habían dejado atrás, batiéndolos a todos en las tres subidas de carrera. A Trnka le acababa sacando casi cuatro segundos y medio en la suma de las dos que contaban, las dos últimas, la de piso más seco, tras haberle endosado más de cinco en la primera, con firme más resbaladizo. A su compatriota Benes le 'metía' quince en esa y casi ocho en la suma de las otras dos. Por lo menos ambos lograban terminar, tercero y cuarto, ya que al resto les iba bastante peor. El alemán Alexander Hin, que había sido tercero en Portugal, no llegaba ni a completar la primera subida oficial, siendo uno de los varios debutantes en el Fito que terminaban con sus vehículos recogidos por una grúa después de probar la dureza de algún guardarrail. Y Joseba Iraola, que se había quedado a un paso del podio en Falperra, perdía toda opción entre la avería de la primera manga y el trompo de la segunda, teniendo al menos la satisfacción de terminar a una décima de Javi en la última, batiendo también él, con su Nova de motor 1.7 turbo, a todos esos V8 3000 cuya numerosa caballería resulta mucho más difícil de domar en la estrecha y retorcida cinta de asfalto asturiana.

Curiosamente, en el Campeonato de España, Villa acababa asumiendo el papel de Merli en el europeo, el de inevitable e inalcanzable ganador de la general y la Categoría 2, quedando el interés en ver quien podía ser el mejor del resto. Un lugar que, con los inconvenientes sufridos por Iraola, quedaba en poder del compañero de equipo de Javi, Gonzalo Díaz. En su debut en las rampas de casa, el piloto de Arriondas no sólo repetía el segundo puesto de su estreno con el BRC BR53 en el nacional hace un par de meses en Estepona si no que, además, se clasificaba quinto absoluto del europeo, sacándose la espina de la decepción sufrida una semana antes, cuando un problema en la transmisión le había dejado fuera de combate en Falperra.

El podio del certamen español lo cerraba otro Gonzalo, Cabañas, en su segunda competición al volante de la Nova NP03 de motor BMW 1.000. El piloto madrileño había estrenado en Falperra la interesante montura francesa, que comparte tipo y características de propulsor con los CM pero los aventaja en peso (alrededor de 80 kilos menos), aerodinámica (mayores dimensiones), chasis y suspensiones (más sofisticados ambos componentes). Con ella se ha embarcado Gonzalo en un ambicioso programa en el Campeonato de Europa, en los que deben de ser, además, los primeros pasos de un 'Hill Climb Team Spain' a través del que, en años venideros y si todas las piezas acaban encajando a nivel de apoyos institucionales y, especialmente, de patrocinadores, otros jóvenes pilotos puedan salir también a competir fuera de nuestras fronteras.

LA PRIMERA SABE BIEN, LA SEGUNDA AÚN MEJOR

El primer triunfo siempre tiene un sabor especial. Más aún si se consigue en casa, rodeado de tu gente. Así había sido para Benito Pérez cuando ganó la Categoría 3 del Campeonato de España en la subida al Fito del 2021. Doce meses después, el piloto riosellano buscaba repetir éxito con la responsabilidad extra que supone partir como favorito, aunque sólo fuese por su condición de local y de último ganador.

El sábado, cuando un chaparrón empapaba el trazado justo antes de la primera manga de carrera del Campeonato de España, las condiciones eran similares a las de entonces, cuando sobre piso deslizante había conseguido el domingo con su BRC B49 una ventaja que le había permitido resistir el contraataque de Mario Asenjo y el Silver Car S3 sobre asfalto seco en la manga final.

Esta vez, sin embargo, la situación era diferente. El domingo no llovía y con la pista secándose el resultado se iba a decidir en las dos últimas subidas de carrera. Los más de tres segundos de margen logrados con tanto esfuerzo la víspera no iban a servir de nada. Tocaba volver a empezar y el primer asalto del nuevo duelo se decantaba también a favor del asturiano, pero el cántabro le seguía a apenas una décimas después de que ambas tuvieran que repetir ascensión a causa de la bandera roja causada por una fuga de aceite en el Talex de Garikoitz Flores, con conato de incendio incluido que, por fortuna, se resolvía con rapidez y sin daños de importancia.

Quedaba un todo o nada final mientras las nubes amenazaban con volver. Si descargaban los tiempos iban a resultar, con toda seguridad, peores que los marcados el sábado y la victoria ya sería para Benito. Un desenlace que ni el propio interesado quería. Deseaba medirse de nuevo con su rival y ganar en una lucha de tú a tú, al ataque en lugar a de a la defensiva como el año anterior. Finalmente, el sol se imponía y el cielo anunciaba el color ganador, el azul del BRC del asturiano. 'Beni' mejoraba en casi dos segundos y medio su registro anterior, distanciaba en cerca de ocho décimas a Mario y se adjudicaba definitivamente la victoria. Un triunfo que le sabía aún mejor que el del 2021 aunque aquel hubiese sido el primero.

Para Asenjo era, por tanto, el segundo puesto a menos de un segundo, un buen resultado teniendo en cuenta que cargaba con 10 kilos más que su rival tras ganar en Estepona, donde el de BRC había sido tercero, y que le permitía mantenerse al frente de la general del campeonato.

Entre ambos había quedado en la prueba andaluza Javi Rodríguez, que les volvía a acompañar en el podio, esta vez en la tercera posición. El joven piloto tinerfeño volvía a tener en su falta de experiencia sobre pisos resbaladizos su mayor hándicap y está deseando que llegue un fin de semana sin nada de lluvia para tratar de confirmarse, definitivamente, como tercero en discordia en la lucha por el título. Un papel que el año pasado asumió Edgar Montellà, muy desafortunado en el Fito, con dos avería que le dejaron sin apenas rodar el sábado aunque al menos pudo salvar la cuarta posición el domingo. Ambos piensan ya en Ibi, donde, en pleno mes de junio, el calor debería garantizar dos jornadas de piso totalmente seco, algo que hasta ahora no ha sucedido en las dos pruebas que llevamos de temporada.

EL FITO NO PERDONA, EL FITO AGRADECE

La nómina de pilotos extranjeros que competía en la Categoría 1 del Campeonato de Europa, la de los vehículos 'carrozados', era de muy buen nivel este año en el Fito. La encabezaba Karl Schagerl, ganador con su espectacular VW Golf en el Col de Saint Pierre y en Falperra. Dos victorias que convertían al austríaco en favorito siempre y cuando fuera capaz de adaptarse al trazado asturiano, que visitaba por primera vez con su poderosa montura de tracción total y setecientos caballos para menos de kilos de peso. Algo que no siempre es fácil para los pilotos de estos 'Hill Climb Monsters', acostumbrados a los recorridos más anchos y rápidos habituales en centroeuropa.

A la vista de sus tiempos en las dos mangas de entrenamientos sobre seco del sábado, en las que era el único en bajar de los tres minutos, la incógnita sobre su rendimiento quedaba despejada. Schagerl estaba un paso por delante del resto y la victoria debía ser suya. Una sensación que se acrecentaba al comenzar el domingo, cuando lideraba la primera subida de carrera del europeo, con el piso aún mostrando un buen número de zonas húmedas.Sin embargo todo se iba al traste para el sonriente Karl cuando el diferencial de su Golf fallaba en la segunda oficial. Aunque conseguía una reparación de emergencia para al menos poder salir en la tercera sin tracción al eje delantero, su objetivo ya era sólo puntuar y terminaba muy lejos de poder optar a la victoria.

Peor le iba al otro coche que, por apariencia externa y características técnicas, más impresionaba de los llegados desde más allá de los Pirineos. Era el Mitsubishi de Domagoj Perekovic, un EVO IX que escondía bajo su carrocería de aspecto tan aparatoso como descuidado un motor con casi 800 caballos de potencia para mover algo menos de 1300 kilos. Toda una 'bestia' que se le acababa desbocando al croata en la segunda manga oficial, cuando golpeaba de frente contra el guardarrail en la inclemente izquierda situada tras el famoso 'bote' de la parte final del recorrido. El muy dañado 'Mitsu' rebotaba y seguía hasta meta, dejando tras de sí un resbaladizo rastro que causaba uno de los largos parones que acaban por convertir en poco menos que interminable la penúltima subida del fin de semana.

Unos minutos antes ya había comprobado también la dificultad del Fito su compatriota Muhvic, que se llevaba por delante un pretil con su poderoso Mitsubishi, algo menos potente pero no por ello desprovisto de abundante caballería. Similar destino había tenido la víspera Goran Stefanovic, ganador del grupo 3 en las dos anterior citas del europeo, y segundo absoluto de 'carrozados' en Falperra. El macedonio había hecho 'pinball' con su Hyundai TCR llegando a la última curva durante la segunda manga de entrenamientos y pese a que trataba de reparar para salir el domingo, el arreglo no le permitía completar siquiera la primera oficial.

Toda esa escabechina entre los foráneos con monturas más competitivas contrastaba con la buena actuación de los nacionales, que acabarían por copar cinco de los seis primeros puestos en la clasificación de la Categoría 1 del Campeonato de Europa, cuyo resultado terminaba siendo, por tanto, prácticamente el mismo que la equivalente del certamen español. Este último arrancaba ya el sábado con una manga sobre piso que iba secando tras el aguacero caído al poco de terminar la segunda de entrenamientos y cuyos tiempos acabarían sirviendo de poco, más allá de ilusionar a Alberto Ordóñez con la posibilidad de ganar por tercer año consecutivo al volante de su VW Polo N5. El de Bimenes había sufrido una rotura de turbo nada más empezar la primera subida del día pero, tras reparar, lograba estar presente en la oficial y se situaba en cabeza por delante de tres de los cuatro máximos aspirantes al triunfo, Jordi Gaig con el Porsche Cup 2017, Gerard de la Casa con el Ford Fiesta RX y Humberto Janssens con el Porsche Cup 2014.

En esa lista de favoritos estaba también José Antonio López-Fombona, que venía de estrenar con poca fortuna la semana anterior en Falperra su muy esperado Audi RS5 DTM y parecía seguir perseguido por la mala suerte. Entonces un mensaje de alerta aparecido en la pantalla multifunción del sofisticado modelo procedente de los circuitos le había distraído lo justo llegando a la curva final del trazado portugués para hacer inevitable un toque contras las vallas. Ahora, la parte delantera izquierda del espectacular modelo germano volvía a sufrir daños antes incluso de iniciar la primera manga de carrera cuando, al frenar ante la presencia de uno de los muchos patinetes con los que los mecánicos se mueven por las asistencia, entraba en acción el sistema 'anti stall' que evita que el coche se cale a pocas vueltas y el resultado era un inesperado 'acelerón automático' que producía un toque contra un bordillo.

Con esos antecedentes, y con el inconveniente extra de unos frenos de carbono que son eficacísimos cuando alcanzan la temperatura óptima de funcionamiento tras calentarlos en la vuelta de formación de una carrera en pista pero que en un corto trazado de montaña apenas si llegan a acercarse a la misma, el cuarto puesto (tercero del nacional) con el que Fombona completaba la segunda de carrera del domingo, primera con piso ya más seco, no hacía presagiar lo que ocurriría en la segunda. Por delante del gijonés habían quedado Janssens y Gaig, con el andaluz batiendo al catalán y ambos superando al primer extranjero, el italiano Migliuolo, que se sobreponía a problemas en el turbo de su EVO IX para liderar en el grupo 3 del certamen continental. Pero, en realidad, todo estaba por decidir. Ninguno de ellos había bajado de los tres minutos y entre los cuatro había poco más de un segundo de diferencia.

La manga final se convertía, por tanto, en decisiva. El primero en meta era Migliulo con 2'58"578, tiempo que no podía rebajar Janssens aunque en la suma seguía por delante del italiano. Justo a continuación, Gaig cruzaba la meta en 2'59"362 y se veía superado por el italiano en el cómputo total del Campeonato de Europa. Quedaba sólo Fombona, que empezaba a vislumbrar ya el potencial de su nuevo Audi cuando se lanzaba con decisión desde los primeros metros. A medida que subía iba cogiendo cada vez más confianza, eso se traducía en un mejor ritmo que le llevaba a detener el crono en 2'55"999.

No era el mejor registro de un 'carrozado' en todo el fin de semana, honor con el que se tendría que conformar Schagerl, autor de un 2'54"099 el día anterior, pero era más que suficiente para darle un vuelco total a la clasificación. De estar fuera del podio de la Categoría 1 del europeo, Fombona pasaba a ser el ganador. De no estar aún clasificado en la correspondiente al de España, al tener sólo una manga completada hasta entonces, a llevarse también la victoria. Un doble triunfo que parecía imposible apenas unos minutos antes se convertía en realidad por esa mezcla mágica que a veces tiene el Fito, que rara vez perdona a quienes lo desafían por primera vez pero sabe mostrarse agradecido con aquellos que lo aman desde hace tanto tiempo como el veterano gijonés, triunfador una vez más en sus rampas cuarenta y cinco años después de su debut en la prueba.