Miguel Díaz
@migueldiaz_LDS

CÓMO ME ALEGRO POR TI, SÁNDOR MARTÍN

BOXEO

En la madrugada del pasado sábado, Sándor Martín Clemente (22 agosto de 1993, Barcelona) conseguía una histórica victoria para el boxeo español, al derrotar a los puntos a una figura mundial como Mikey García (Campeón Mundial en cuatro divisiones, y seguramente un futuro “hall of famer” del boxeo). Un resultado tan inesperado para el público norteamericano (que pese a ser el vigente Campeón Europeo catalogaba como favorito a García), como soñado por muchos de los que se levantaron a las cinco de la mañana, a este lado del charco, para ser testigos de este fantástico hito. Una victoria que esperamos abra nuevas puertas a Sándor en Norteamérica, y le permita optar a grandes combates, con las grandes bolsas que ello conlleva, por supuesto que también.

Hace dos años, tuve la oportunidad de conocer a Sándor, coincidiendo desde entonces en varias ocasiones, todas ellas vinculadas al Azteca Box del Ventorrillo, gimnasio dirigido por Luis Suárez, que de hecho en su faceta de promotor también trajo a Sándor Martín en dos ocasiones a ExpoCoruña, una para pelear y otra para recibir un homenaje como Campeón Europeo. Y si hoy me causa una enorme alegría ver triunfar a Sándor, es porque siempre que he estado con él me ha demostrado tener una cabeza muy bien amueblada, no sólo para gestionar inteligentemente los éxitos que deseo siga teniendo, sino incluso para ser un excelente embajador del deporte. Su elocuencia y capacidad de comunicación quedaron demostradas en una entrevista que tuve la oportunidad de hacer en aquel momento para el diario “dxt campeón”, y donde el púgil barcelonés se mostró tan ameno para los aficionados al boxeo, como didáctico para los que pretendan serlo.

Es por ello que ahora me he permitido rescatar algunos de los párrafos y declaraciones originales, que relato a continuación.

(Acerca del complejo entramado de organizaciones que rigen el boxeo)
“Entiendo que pueda resultar complejo para los no aficionados: Podríamos decir que el boxeo se rige por organismos privados, que intentan ofrecer las mejores peleas, y en consecuencia aumentar su reputación y beneficios. A partir de ahí, a nivel mundial podríamos hablar de la “Asociación Mundial” (WBA), el “Consejo Mundial” (WBC), la “Organización Mundial” (WBO) y la “Federación Internacional” (IBF). En los últimos tiempos hay que añadir a esas instituciones una quinta que es la “Organización Internacional” (IBO), y puede decirse que son las que tratan de repartirse, básicamente, el negocio relacionado con el boxeo. En Europa la organización más prestigiosa es la EBU, que además tiene dos títulos en juego: El EBU absoluto y el de los países de Unión Europea, inferior en rango. Para que los aficionados al fútbol nos entiendan, diremos que el título EBU absoluto (título que ostenta desde julio de 2019 en el peso superligero) es como la “Champions League”, mientras que el de la Unión Europea es la “Europa League”.

(Sobre otros certámenes en formato torneo, como las World Boxing Super Series)
“Es una excelente ocasión de que los mejores se enfrenten en cada peso, sin que las típicas negociaciones e intereses lo impidan o retrasen. Esas ‘Super Series’ consisten en un torneo por eliminatorias, donde los ganadores van avanzando hasta llegar a una gran final. Además de una importante repercusión internacional, por ejemplo retransmitida a través de canales como Eurosport, es un formato atrevido dado que tampoco impide que en un combate de cualquier eliminatoria, pueda haber otros títulos en juego. Ahora bien, el sistema plantea una serie de inconvenientes y limitaciones. Para empezar, el de la continuidad: Para enganchar a la audiencia, requieres que no pase demasiado tiempo entre unos cuartos de final y una semifinal. Sin embargo el boxeo profesional es tan duro y tiene un entrenamiento tan exigente, que después de un combate es necesario un tiempo de descanso. Y eso puede ser un problema si, por ejemplo, se desea que la siguiente eliminatoria sea dentro de cuatro meses… pero a uno de los dos púgiles los médicos le recomiendan no competir hasta dentro de siete. Por otra parte, hay que pensar que el formato de eliminatorias de un torneo establece una serie de enfrentamientos, y esos combates se van a celebrar sin que los púgiles y managers puedan negociar tantas condiciones. Las condiciones las pone el torneo. En consecuencia, el beneficio económico de esos combates es mucho menor respecto al sistema de gestión tradicional del boxeo. En todo caso, un torneo como éste puede resultar excelente para que todos aquellos que todavía no son “superestrellas mundiales” consigan visibilidad, y empiecen a serlo. Puede ser un excelente escaparate para las figuras del boxeo amateur olímpico, que salten al profesionalismo.”

(En la época de aquella entrevista, habíamos visto cómo la cadena norteamericana por cable HBO abandonaba el boxeo -durante años un feudo que le reportó grandes beneficios - y al mismo tiempo la plataforma DAZN firmaba el mayor contrato deportivo de la historia con Saúl “Canelo” Álvarez. Le pregunté si eso representaba un cambio en el modelo de negocio)
“Más que cambio en el modelo, es una adaptación a los nuevos tiempos. Es una pena lo de HBO, que ha emitido algunos de los mejores combates de la historia, pero todo evoluciona. Ellos hacían grandes promociones en ‘pay per view’, donde un aficionado pagaba de golpe 80 dólares por ver a Tyson, De la Hoya, Pacquiao o cualquier estrella de la época. Ahora el plan es que tú te suscribes, por 10 al mes, a una plataforma donde puedes acceder regularmente a ver eventos de todo el mundo, en directo o con una biblioteca de combates en diferido, como sucede con los canales de series tipo Netflix. En realidad, es sólo adaptarse.”

(El boxeo parece estar de moda. Proliferan gimnasios de boxeo donde vemos a famosos del cine, la música o la moda. Sándor, que tiempos después de esta entrevista terminó siendo el entrenador personal de varios youtubers famosos, apuntaba ya entonces que)
“Del boxeo siempre dicen que está en crisis, y parece que lleva muriéndose doscientos años, pero siempre perdura. El taekwondo, el karate o el kickboxing han tenido su momento de popularidad, como también ahora lo tienen las artes marciales mixtas. Pero el boxeo seguirá siendo el rey de los deportes de combate por su amplia historia, su tradición, y el respeto que despierta el legado de todos aquellos que se han subido y suben a un ring. Tal vez lo que nos falta conseguir en este deporte, es que todas esas marcas de moda que diseñan productos o publicidad con la imagen del boxeo, realmente den el paso de invertir en él. A nivel personal cuento con algunos patrocinadores, empresas de sectores variados como Maldita Bellota, Paparazzi Bar, Hashtag Bracelets, Ray Sugar Boxing, Recuperaciones Lorente o más recientemente una firma de ropa llamada ‘Never I Can´t’. Pero me refiero a algo más general y masivo.”

(Sandor Martín afirma que los fundamentos del boxeo son sencillos, que el boxeo son poco más que seis golpes y cuatro esquivas, pero que es la combinación de todo ello, así como el grado de maestría en cada uno, lo que marca diferencias)
“El directo de izquierda o ‘jab’ es el golpe más sencillo de todos, y dominándolo se puede llegar a ser Campeón del Mundo. La prueba son los hermanos Klitschko, que con un boxeo basado en el ‘jab’ mantuvieron durante años la hegemonía de los pesos pesados. Sin embargo eso puede no bastar. Para triunfar comercialmente en Estados Unidos, Vitali Klitschko tuvo que exponer algo más, y lo mismo pasó con Guillermo Rigondeaux. Ha habido gente con éxito deportivo pero sin éxito comercial, porque para eso hay que gustar al aficionado. Es un deporte espectáculo y el boxeador es a la vez el dueño y el esclavo del público. Los boxeadores más taquilleros van a tener más oportunidades de disputar títulos, porque son los que la gente quiere ver.”

(Pero ¿qué es lo que la gente quiere ver? ¿Hay distintos gustos según el lugar? ¿Se perciben esas diferencias a nivel de nuestro país? Sándor afirmaba que sí)
“Una figura es una figura y destaca, pero el boxeo que gusta en Madrid puede no ser el que agrada en Barcelona. Boxeadores como José Legrá, por citar un ejemplo, demuestra que esto ha pasado siempre. Estoy contento con el reconocimiento que tengo en mi ciudad, pero me encanta la cultura de boxeo que hay en Madrid, que posiblemente no hay en otro lugar. Aficionados con solera, que han aprendido de boxeo con sus padres y abuelos.”

(En aquel momento, el boxeador más taquillero del país era Kerman Lejárraga, cuyos combates en Bilbao fácilmente metían a más de diez mil personas en un pabellón ¿Es más fácil destacar en ciudades más pequeñas? Sándor nos hacía un análisis casi sociológico, que es bueno leer y comparar con el tipo de declaraciones de deportistas que solemos ver en televisión...)
“Hablamos de temas distintos. En una ciudad como Madrid o Barcelona hay todos los medios e infraestructura para hacer cualquier evento, y se llega a mucha más gente por tratarse de ciudades con más habitantes. Ahora bien, es cierto que la visibilidad no es máxima, porque la oferta de espectáculos y ocio es mucho más variada que en ciudades más pequeñas. Por otra parte en Bilbao, ciudad donde he peleado y donde hay un ambiente magnífico, parecido al de Madrid, pasa algo especial con Kerman. No sólo tiene éxito sobre el ring y un enorme potencial, sino que además ha alcanzado un vínculo muy estrecho con el público, y creo que ha conseguido encarnar muchos de los valores tradicionales del País Vasco: Es un chico humilde, pero a la vez orgulloso de su pequeño pueblo de procedencia, que habla euskera, tiene un apellido autóctono, y una pegada tremenda. Esto gusta mucho en una región cuyo folklore y cultura incluye deportes de tradición rural, basados en la fortaleza. Creo que tiene un gran potencial y sería fabuloso que el fenómeno Kerman llegase a Madrid y otras ciudades. En realidad nos interesa a todos, y si gano el Europeo, a mí me encantaría poder defenderlo tanto en Barcelona como en Madrid, o en Bilbao… ¡o aquí en A Coruña!.”

(Precisamente en A Coruña pudimos ver competir a Sándor Martín a mediados de 2018, como combate estelar de la velada Noche de Titanes)
“Me sentí muy a gusto en vuestra ciudad y fue un evento espectacular, con una organización de diez. El elenco fue buenísimo, porque lo habitual en las veladas es que el promotor monte un evento con púgiles locales. Sin embargo esto fue un acontecimiento especial, donde los coruñeses tuvieron oportunidad de ver en directo a púgiles notorios de toda España. Y todos vinimos gracias al esfuerzo que hizo Luis Suárez y su gente, que merece valorarse. Creo que hay que potenciar este tipo de acontecimientos. Tristemente, las veladas han estado durante mucho tiempo desplazadas a polideportivos en polígonos industriales, o sitios lúgubres en un ambiente casi marginal, alejado de las principales calles de la ciudad. Por eso me parecen fabulosas las promociones que han llevado el boxeo a teatros, casinos y grandes plazas de Madrid o Barcelona, porque consiguen aportar una etiqueta especial al deporte. Cuidar el producto y llevar una promoción adecuada, orientando el evento hacia unos modales y formas más sofisticados. Convertir una velada en un acto social importante, donde se otorga al boxeo la distinción y nobleza que yo creo que se merece.”

(Durante años, Sandor Martín ha ejercido de seleccionador catalán)
“La oportunidad llegó de forma súbita, poco antes de que comenzase un Campeonato de España. Lo estoy realizando por voluntad propia, de forma altruista, porque creo que me corresponde seguir orientando a los jóvenes, de la misma manera que en su día otros me enseñaron a mí. Es un trabajo que me ayuda a entender y valorar el esfuerzo que mi padre, como entrenador, ha hecho a lo largo de los años con muchos otros boxeadores. Deportivamente estamos consiguiendo mejorar los resultados de años anteriores, y por tanto estoy satisfecho. Además considero que los entrenadores, a través del deporte, tienen la oportunidad de ejercer una influencia positiva en los jóvenes, y una auténtica labor social. Lo malo es que uno tiene que tratar de fabricarse una coraza, para evitar verse afectado personalmente cuando algún chico te falla, porque a mitad de camino quiere abandonar, después de haber invertido mucho tiempo, esfuerzo y dinero en él. Tanto en el boxeo amateur como en el profesional, para sacar adelante a un boxeador hay que invertir previamente en él. Las compensaciones, si llegan, lo hacen mucho después. Pero el boxeador a menudo es desagradecido con los que le han ayudado a crecer, y yo espero no serlo. Esto es un problema que seguramente no se da sólo en el boxeo, sino en general. A veces no hay los apoyos necesarios, ni como sociedad somos lo bastante buenos como para aportar a los jóvenes unos referentes sólidos. Nuestro país tiene muchos famosos, pero pocos referentes. A veces creo que como país estamos potenciando la mediocridad, en lugar de promover a grandes talentos, que acaban teniendo que marcharse a otros países para ser reconocidos. Lo pienso del boxeo, porque veo que al deportista no se le cuida para que pueda labrarse un futuro cuando acaba su trayectoria deportiva, pero también de los estudiantes más brillantes y los mejores científicos, que se van y acaban generando riqueza en otros países.”

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