Daniel Ceán-Bermúdez
@daniel_cean

RALLY DE AVILÉS

05-06 Julio 2019 - Campeonato de España de Rallyes Históricos, 3ª prueba

Después de dos pruebas con protagonismo sobre todo para los equipos del campeonato de Europa, el nacional de rallyes históricos pasó al primer plano en su tercera cita del año. Lo hizo con más calidad que cantidad en un rallye de Avilés en el que el número de equipos participantes no llegó a los sesenta. Una cifra que se nos antoja escasa, especialmente porque de ellos apenas un tercio competían en el apartado que, inevitablemente, reclama más la atención de los aficionados, el de velocidad. De ese modo, aunque el rallye luce realmente bien en la ciudad, con un buen número de espectadores en la ceremonia de salida (en el Centro Niemeyer) y el parque cerrado (en la céntrica plaza de España) para admirar ese museo en movimiento que componen siempre los vehículos de diferentes épocas que participan en las distintas categorías del certamen, el espectáculo se queda luego bastante corto en unos tramos que siguen siendo de lo más bonitos y difíciles y, por tanto, dejan al público con ganas de más.


Buen ambiente en la ceremonia de salida en el Niemeyer…

…y preciosos coches en el parque cerrado de la Plaza de España…

…pero en los tramos el rallye acabó sabiendo a poco

VELOCIDAD:


En el rallye de velocidad faltaba cantidad con sólo doce equipos compitiendo realmente por los puntos en las dos categorías con status de Campeonato de España, las de pre90 y pre81, a los que añadían una decena de vehículos ‘transparentes’ a efectos de la general, repartidos a partes iguales entre la categoría 5 del nacional (para coches más modernos o con suficiente ‘edad’ para ser considerados históricos pero no conformes a la ficha de homologación de la época) y el trofeo regional asturiano.

Lo que no faltaban eran alicientes, en especial con tres equipos que partían como principales aspirantes a los puestos de cabeza y para los que la victoria tendría, de conseguirla, un significado especial. Daniel Alonso volvía a estar acompañado en el rallye de casa por el veterano Salva Belzunces en busca de celebrar con victoria su record de participaciones en el rallye avilesino. Manuel Muniente se reencontraba con su copiloto de hace 20 años en esta misma prueba, Diego Vallejo, y los dos volvían a compartir un Peugeot, aunque esta vez fuera un 309 en lugar del añorado 306 Maxi. Y Dani Solá, ganador del rallye cuando puntuaba para el certamen de coches modernos, en el 2006, debutaba en el de históricos copilotado por el llanisco Álex Noriega y con la mente puesta en dedicar el triunfo a un miembro de su equipo, Jordi Tarrés, fallecido de forma repentina apenas tres días antes.


Dani Solá y Álex Noriega debutaron con victoria en el nacional de históricos

Marcos García y Juan Ferro repitieron el resultado de Pravia, segunda posición en la general y la categoría pre90 del campeonato de España y ganadores en el certamen regional

Segundo triunfo consecutivo en pre81 para los gallegos Francisco López y Miguel Peña

Sin embargo, la que podría haber sido una bonita lucha a tres bandas por la victoria no llegaba realmente a producirse. En el primer paso por el laberíntico tramo de Corvera, Daniel Alonso se abría un poco más de la cuenta para tomar el cerrado cruce de Taujo (ascendente este año al hacerse todo el recorrido del rallye en sentido contrario al de la edición anterior) y la rueda trasera izquierda de su Ford Sierra impactaba con fuerza contra una arqueta de hormigón. El resultado era un aparatoso salto seguido de daños en el puente trasero que dejaban fuera de combate al piloto avilesino.

El más rápido en esa especial era Muniente, que repetía scratch en la siguiente, Vilabona. Dos tramos en los que el segundo puesto y el infortunio se los repartían a partes iguales entre Solá, que cedía casi veinte segundos en Corvera a causa de algún problemilla en el M3, y Marcos García (copilotado por Juan Ferro), que golpeaba con dureza la trasera de su Sierra Cosworth en Villabona. El resultado era que al final de la primera sección, el del Peugeot lideraba con más de veinte segundos de ventaja sobre el del BMW y cerca de 40 respecto al del Ford.


Aldo de Alberto y Eva Suárez dominaron con claridad la categoría 5 pese a problemas de frenos en el Córdoba WRC

Ignacio José Díez y Miguel Ángel Fernández completaron el podio de pre90

Francisco Casas, copilotado esta vez por Javier Zamora, fue segundo de pre81

Unas diferencias que desaparecían en la tercera especial cuando la extinción del 309 de Muniente se disparaba accidentalmente en pleno tramo y dañaba el motor, obligándole a terminar con el propulsor fallando antes de abandonar en el enlace posterior. El primer puesto quedaba entonces en poder de Dani Solá, que superaba a Marcos García en las dos especiales del segundo bucle aunque a efectos de la general acababa por perder unas décimas respecto a su rival. La explicación al aparente contrasentido estaba en una penalización de 10 segundos que era ligeramente superior a los 9,6 en los que el catalán había aventajado al de Trevías en la suma de tiempos de los dos tramos

Aunque, en realidad, si hablamos de la suma de tiempos de las cuatro primeras especiales, había alguien que había ido más deprisa que ambos en el cómputo total. Se trataba de Aldo de Alberto, copilotado por Eva Suárez en su SEAT Córdoba WRC incluido en la categoría 5 y, por tanto, fuera de concurso a efectos del CERVH. Un buen susto con los frenos, al irse abajo por completo el pedal en el primer tramo, había hecho que Aldo no pudiese atacar en el primer bucle. Pero en el segundo ya rodaba en cronos acordes con el potencial de su montura y suyos eran los mejores cronos absolutos en los dos tramos previos a la asistencia del mediodía, a la que llegaba con una ventaja de casi 15 segundos respecto a Solá, líder en la clasificación conjunta de las dos categorías con status de Campeonato de España, las de pre90 y pre81. El de Vic era, además, el primer clasificado en la correspondiente a los modelos homologados antes del 1990, cuya segunda posición ocupaba su inmediato seguidor en la general, Marcos García, mientras que en la reservada a los de origen previo al 1981 el liderato era, con amplio margen, para el Escort MKI de su vigente campeón, el gallego Francisco López Rivas, y su copiloto Miguel Peña.


Un toque en el primer tramo dejó sin opciones a Daniel Alonso y Salvador Belzunces

Manuel Muniente y Diego Vallejo lideraron al inicio del rallye pero tuvieron que retirarse con problemas de motor en la segunda sección

El estreno del Ford Sierra terminó con abandono por avería mecánica para Miguel Otegui y Giovanni Breda

Con cuatro especiales aún por delante, a disputar sobre dos bucles compuestos por los tramos de La Peral-Riberas y La Corrada-La Lloba, se planteaban, por tanto, dos rallyes diferentes. De un lado el duelo ‘por el honor’ entre Aldo y Dani por ser el más rápido (la clasificación que, aunque ‘no exista’ por cuestiones reglamentarias siempre acabamos mirando todos). Del otro el duelo ‘por los puntos’ entre el catalán y Marcos. En ambos casos la diferencia entre perseguidor y perseguido estaba alrededor de una quincena de segundos así que no estaba aún todo dicho.

En el primero, los caprichosos frenos del World Rally Car amarillo se encargaban de evitar el que hubiese sido otro triunfo con significado especial, ya que la copiloto, Eva, buscaba unirse en el palmarés del rallye avilesino a su padre, Tino ‘El Manjoyu’, vencedor en las ediciones de 1978 y 1979. Finalmente, tras sufrir algún que otro susto más, Aldo tenía que levantar el pie y conformarse con ganar ampliamente con su 4x4 la categoría 5 pero terminar por detrás en la suma de tiempos de los dos ‘traseras’ de marca diferente y decoración inspirada en la clásica de la petrolera FINA que protagonizaban el segundo duelo.


Sexta posición de la general del CERVH para el Lancia 037 de ‘Luisetti’ y Del Pino

El tercer puesto en pre81 fue para el R5 Turbo de Pablo Biedma y Alain Gómez

Una salida de carretera en el primer tramo retrasó a Rafael Olivero e Iván Trujillo pero lograron acabar octavos de la general y cuartos de pre81

Un duelo que Solá controlaba con solvencia aumentando su ventaja en casi ocho segundos en el primer tramo de la tarde antes de ceder sólo una décima en el segundo. Con más de veinte segundos a falta del bucle final, Dani sentenciaba el rallye con otro scratch en el segundo paso por La Peral y de nada valía el postrero mejor crono de Marcos, que volvía a ser el más rápido camino de La Lloba. En la suma de las cuatro especiales el catalán aumentaba en algo más de nueve segundos la ventaja conseguida por la mañana y llegaba a Avilés como ganador con la alegría del triunfo teñida de emoción por el recuerdo a su amigo fallecido, a quien tanto Dani como Alex dedicaban la victoria.

Para Marcos García y Juan Ferro era otra segunda posición a efectos del nacional, tanto en la scratch como en la categoría pre90, y una clara victoria en la clasificación regional, repitiendo exactamente el resultado de Pravia después de otro estupendo rallye, realizado a un ritmo tan veloz como espectacular.

El podio del campeonato de España lo completaban los ganadores en pre81, López y Peña, pese a algunos problemas con el radiador de aceite de su Escort en los tramos de la tarde que, de todas formas, no les impedían marcar todos los scratchs de su categoría para acabar imponiéndose con casi siete minutos de ventaja. La segunda posición entre los coches de modelos más veteranos del certamen de velocidad era para el Porsche del líder de su clasificación en el campeonato, el madrileño Francisco Casas, copilotado esta vez por Javier Zamora. Entre los dos primeros de pre81 se clasificaba el Peugeot 205 GTi de los asturianos Ignacio José Díez y Miguel Ángel Fernández, terceros de pre90 y cuartos de la general demostrando que, aunque obviamente no se pueda pelear por la victoria con modelos más modestos y económicos como el suyo (lo que, dicho sea de paso, nunca se pudo conseguir tampoco en la época de la que datan los coches que compiten en el CERVH) si que es posible conseguir buenos resultados.


REGULARIDAD:


Gorka Gorroño y Mikel Oleaga llegaban a la tercera prueba del campeonato con dos victorias consecutivas en las dos anteriores citas del certamen. En el Costa Brava habían ganado con cierta claridad. Y en el Asturias Histórico habían repetido triunfo, rompiendo además el maleficio que tenían con el rallye praviano, que se les había resistido hasta entonces. Así que apostar contra ellos en Avilés se antojaba arriesgado. Si acaso, se podía pensar en que José Ramón Campos y Raúl Gutiérrez, más acoplados a su ‘Deltona’, les pudieran poner las cosas difíciles en un rallye que el experimentado equipo asturiano conoce muy bien. Pero una avería en el Lancia camino de las verificaciones obligaba al pluricampeón nacional de Regularidad Sport a tener que tomar la salida al volante de un mucho menos competitivo Golf con el que sufría en las zonas más empinadas y acababa terminando cuarto del nacional y segundo del regional.

En esta última clasificación le precedía su hijo, Santiago, copilotado en otro Volkswagen por Javier Alonso. Además de ganar en el Trofeo de Asturias, el más joven de los Campos intentaba tomar el relevo de su padre en la difícil labor de disputar la victoria a Gorroño y Oleaga en el CERVH. Pero no era posible, los vascos se escapaban de salida y acababan ganando con más solvencia, si cabe, que en Lérida y en Pravia para elecar a tres de tres su cuenta de triunfos en lo que va de año. Así que habrá que esperar a Extremadura para ver si alguien es capaz de batir a estos poco menos que infalibles Gorka y Mikel.


Tercera victoria consecutiva en Regularidad Sport para Gorka Gorroño y Mikel Oleaga

Asier Santamaría e Isaías Bringas fueron segundos en Regularidad Sport

Tercera posición en el nacional de Regularidad Sport, y primera en el regional, para Santiago Campos y Javier Alonso

Tal era su dominio que pronto los resultados de cada especial desplazaban el interés a la lucha por la segunda posición, donde se proponía uno de esos duelos que sólo permite la regularidad, el que oponía a dos coches de características y prestaciones tan diferentes como el Golf de Samuel Campos y el Ford Sierra Cosworth de Asier Santamaría. Finalmente, el de la UCAV, copilotado por Isaías Bringas, imponía el que, si estuviésemos hablando de un rallye de velocidad, ganaría siempre, salvo avería o accidente. Pero precisamente uno de los alicientes de esta especialidad que tan imposible resulta de descifrar para el aficionado a pie de cuneta está en duelos así, en los que la mecánica no lo es todo, aunque pueda influir en según que terrenos, siendo la compenetración entre los dos ocupantes del vehículo el factor más determinante. Ni más ni menos que eso tan deseado y añorado en muchas otras competiciones del motor más populares, en las que hace tiempo que el factor humano, aunque siga siendo importante, no es siempre decisivo.


Antonio Verdaguer y María Jesús Mora repitieron en Avilés su triunfo del Costa Brava en Regularidad

Pancho Martínez y José Manuel Villamayor lucharon hasta el final por la victoria en el nacional de Regularidad y fueron terceros en el regional, que tuvo una controvertida asignación de tiempos en el primer tramo

El podio de Regularidad del campeonato de España lo completaron José Manuel López y Jordi Ibarra

Sí en Regularidad Sport el dominio de Gorroño y Oleaga amenaza con quitarle incertidumbre a la lucha por cada victoria y por el título, en Regularidad la pelea está siendo mucho más cerrada. En el Costa Brava, el rallye se jugó a la décima y al final se lo llevaron Antonio Verdaguer y ‘Meius’ Mora con ese Porsche 944 blanco en el que pocos se fijan hasta que miran la clasificación y ven que está casi siempre en cabeza. En el Asturias Histórico, los dos Golf del ‘Pancho Villa Team’ ocuparon las dos primeras posiciones, con el equipo de los ‘patrones’ de la formación por delante de sus compañeros más jóvenes. Y en Avilés, los vencedores en las dos citas previas pelearon por la victoria hasta el final sentando las bases de un duelo que puede ser constante a lo largo de la temporada.

La pareja catalana llegaba al tercer rallye del año con ganas de resarcirse de la ‘pifia’ que les dejó sin opciones nada más iniciarse el segundo. Su etapa final en Pravia ya avisaba de sus intenciones, cuando sus registros fueron incluso mejores que los de los vencedores asturianos. Y justamente con ese mismo ritmo empezaron en Avilés, cobrando ventaja desde el primer momento mientras ‘Pancho’ y Villa tardaban un poco en coger el ritmo que les suele llevar a afinar tanto o más que nadie en cada control de paso. Cuando lo lograron, empezaron a recortar diferencias, pero Verdaguer y Mora, pese a descubrir unos tramos cuya estrechez y complejidad de trazado, con mil y un cruces, los hace muy diferentes a los habituales de las pruebas catalanas, lograron conservar parte del margen acumulado a primera hora y acabaron sumando su segunda victoria del año. Un triunfo muy trabajado que les consolida al frente de la general del campeonato de España y les confirma como muy serios aspirantes al título en su primera temporada en el nacional.


La victoria en la clasificación del Trofeo de Asturias de Regularidad fue para Andrés Gala y Pedro Otero

Segunda posición en el regional de regularidad para Rubén Fernández y David Suárez

José Ramón Campos, copilotado por Raúl Gutiérrez, completó el doblete familiar en el Trofeo de Asturias de Regularidad Sport

Para ‘Pancho’ y Villa fue finalmente la segunda posición en la clasificación de Regularidad del CERVH. Pero, curiosamente, ser el primer equipo asturiano en la general no les valió más que para ser terceros en la tabla del certamen regional. Algo que puede resultar chocante pero se debió dos factores. De un lado, uno ya previsto y que podía tener ese efecto, al no hacer los equipos inscritos sólo en el certamen astur el bucle final. Del otro, uno inesperado, la neutralización de la primera especial para la mayoría de los participantes en el Trofeo de Asturias a causa de una avería en el Golf de Helena García y Pablo Álvarez. El coche quedó obstruyendo el paso al inicio del tramo de Corvera y los competidores que venían a continuación no pudieron hacer el recorrido con normalidad. Por ello, como es norma en estos casos, los comisarios deportivos les asignaron posteriormente un resultado. El problema viene cuando el que se les dio fue el conseguido en su segundo paso por el tramo. Y aunque con el reglamento en la mano no hay nada que objetar, ya que la decisión sobre los tiempos que se dan a los equipos en estos casos queda a criterio exclusivamente de los comisarios deportivos, también es cierto que el adoptado en esta ocasión acabó deparando un desenlace de lo más paradójico. Porque en regularidad más que en ninguna otra especialidad, en las segundas pasadas por el mismo tramo se afina mucho más que en las primeras. Y, debido a ello, un buen número de los equipos que no compitieron en la primera especial acabaron teniendo en la clasificación un resultado mejor que los dos que si la completaron a ritmo de carrera, los formados por Martínez-Villamayor y Pérez-Villar.

Al respecto, creo que todos estamos de acuerdo en que una neutralización no debe de perjudicar a los afectados. Pero otra cosa muy diferente es que los acabe beneficiando como fue el caso esta vez, teniendo, además, una influencia decisiva en el resultado final del rallye para los participantes en el Trofeo de Asturias de Regularidad, al menos en lo que a la segunda posición se refiere, que se adjudicaron por un par de décimas (y tras corregirse un error en un control que los hundía en la tabla pero se pudo demostrar) para Rubén Fernández y David Suárez con su R11. Eso sí, la victoria, con o sin ese tiempo que nunca hicieron en el primer tramo, fue de todas formas para otro Golf de la escudería ‘Pancho Villa’, el de Andrés Gala y Pedro Otero.


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