El sur de Tenerife es zona de sol y buen tiempo prácticamente siempre. Más aún a principios de junio, con el verano llamando a la puerta. Se trata de un destino turístico de lo más apetecible para los amantes de la playa y los deportes náuticos. Pero lo resulta menos para los competidores del nacional de montaña debido al largo desplazamiento y los mayores costes, en tiempo y dinero, que siempre supone la participación en una prueba insular para los equipos peninsulares. Por eso no suelen ser muchos los que acudan a las subidas canarias, representadas en las dos últimas temporadas sólo por la de Guía de Isora. En esta ocasión eran catorce los que acudían a la que era tercera cita del año, dispuestos a sacar partido al coeficiente 1.2 con el que puntúa la subida tinerfeña o, simplemente, pensando en disfrutar del fin de semana sin más aspiraciones. De todo ello había en el contingente peninsular, que abarcaba desde los tres primeros de las categorías 1 y 2 (y dos de los principales aspirantes de la 3), para quienes los puntos eran la principal motivación, hasta los murcianos José Antonio Sánchez y David Cánovas, que acudían con coches prestados y la sana intención de pasárselo bien, sin pensar excesivamente en el resultado.
La lucha individual contra el crono es la esencia misma de las pruebas de montaña. Más allá incluso de la pelea contra los otros competidores, que siempre es a distancia. Cuando un piloto espera impaciente en la línea salida sabe que el tiempo es su verdadero rival. Se trata, además, de un adversario implacable. No descansa ni concede tregua. No falla ni permite errores.
A veces, como ocurre este año con Javi Villa en el nacional de montaña, el tiempo es también el principal contrincante. Para el asturiano y su BRC BR53 ganar se ha convertido poco menos que en objetivo secundario esta temporada. El triunfo es casi un premio menor, que se da por descontado salvo avería o incidente. La motivación no es ser el más rápido si no ir cada vez más deprisa. El rival no tiene nombre ni apellidos, se identifica a través de fríos números. En Guía de Isora se llamaba 2:57.421, record establecido el año anterior por Joseba Iraola al volante de la Norma con motor 2 litros atmosférico. Un crono al que Javi ya se acercaba en la primera subida de entrenamientos y batía por casi dos segundos en la siguiente. Otro par de segundos caían en la primera manga de carrera, con un crono de 2:53.460 al que seguía otro prácticamente calcado (apenas una décima peor) en la que cerraba la jornada del sábado.
Garikoitz Flores y Domingo Estrada llegaban a Canarias empatados a victorias y a puntos después de haberse repartido las dos primeras posiciones en Estepona y el Fito. En Guía de Isora, salvo desastre que dejara a ambos sin puntos, iban a desempatar. La lógica hacía pensar que sería el navarro quien retornara a la península por delante en la tabla. Más que nada por su experiencia previa en la nada fácil subida tinerfeña, totalmente nueva para el joven cántabro. Razonamiento que, en realidad, ya había dejado sin vigor el santanderino ganando a la primera en el aún más difícil Fito.
De todas formas, al final eso es lo que acababa ocurriendo y ‘Gari’ vuelve a ser líder en solitario de la categoría 2. Eso sí, para ello intervino un factor totalmente ajeno al mayor o menor conocimiento del terreno de los dos contendientes, que parecía ser la clave cuando, en la primera oficial del sábado, el navarro de BRC aventajaba al cántabro de Silver en más de dos segundos. Además, mientras Garikoitz ya había rodado segundo y medio por debajo de su mejor crono del 2018, Domingo todavía estaba seis décimas por encima del registro conseguido doce meses antes por su rival. Parecía un margen demasiado alto, por mucho que el aspirante pudiese ir a más en cada manga, a medida que fuese ajustando su pilotaje y los reglajes de su CM al peculiar trazado canario. Un recorrido inicialmente ancho y rápido hasta que desemboca en una parte final más estrecha y virada.
Entonces se producía una circunstancia con la que nadie contaba y que, sin embargo, va a estar siempre ahí este año debido al nuevo sistema de competición del nacional: entraba en juego el factor suerte. Garikoitz Flores, como la mayoría de asiduos al certamen, está en la lista de pilotos prioritarios que suben primero en cada manga. Domingo Estrada, en cambio, aunque tiene también todo el derecho a formar parte de ese grupo (sin coste alguno, además, al haber competido ya en el mínimo de tres pruebas exigido para ello), ha decidido no hacerlo por no estar de acuerdo con ese apartado de la reglamentación. Así, mientras el de BRC era el décimo en tomar la salida para la segunda manga oficial, el sábado por la tarde, el de Silver partía el penúltimo. Con cerca de sesenta participantes eso se traducía en casi cuarenta minutos de diferencia entre el momento en que uno y otro afrontaban la subida. Y en ese tiempo, las cada vez más oscuras nubes que se habían ido acumulando sobre la parte alta del recorrido acababan haciéndose notar no sólo por tapar el sol. El resultado era que mientras al primero apenas si le molestaban unas inquietantes gotas en el parabrisas, al segundo le tocaba lidiar con la suficiente cantidad de ellas sobre el asfalto como para que el piso ya comenzase a estar resbaladizo. Traducido en tiempos la diferencia era notable. ‘Gari’ empeoraba unas décimas su registro previo pero volvía a rodar por debajo de su mejor tiempo del año pasado. Domingo, que en el punto intermedio, con trazado totalmente seco hasta ahí, sólo cedía un par de décimas ante su rival, se dejaba casi cuatro segundos en meta.
El azar había dictado sentencia en la pelea entre los dos líderes del campeonato. Y le había jugado también una mala pasada al piloto que los había batido a ambos en la manga anterior. Porque más deprisa que Flores y Estrada subió en la primera oficial Javier Afonso con otro Silver Car S3. El piloto canario no competía en una prueba del nacional desde la anterior edición de Guía de Isora. Entonces venía de ganar en Ubrique y le faltaron apenas un par de décimas para vencer también en la prueba de casa. Este año, sin el ritmo de competición de entonces, ‘Javito’ no estaba seguro de poder plantar cara a los peninsulares. Pero sus dudas se disipaban enseguida con un magnífico 3:02.847 en la primera subida de carrera que mejoraba en más de segundo y medio su crono más rápido del año anterior y le situaba tres décimas por delante del único que le había ganado entonces, Garikoitz Flores. Pero al igual que ocurría con Estrada, al no partir con los prioritarios a Afonso le tocaba cerrar la última manga del sábado y llegar a meta sobre piso de adherencia cuando menos dudosa.
La inesperada visita de la lluvia dejaba resultados engañosos al final del primer día de competición y convertía en decisiva la tercera subida oficial, que se celebraba a mediodía del domingo con cielo nublado y piso perfectamente seco para todos. Garikoitz salía de nuevo mucho antes que sus rivales, al ser el único de los tres en la lista de prioritarios, y su crono dejaba el desenlace muy abierto. El navarro mejoraba su tiempo más rápido de la víspera, bajando por primera vez de 3:03, pero se quedaba a algo menos de una décima del logrado por Afonso en la primera manga de carrera del sábado. Así que, tomando la salida alrededor de media hora después, el piloto canario sabía perfectamente lo que tenía que hacer para ganar, menos de 3:03.275. Un tiempo que rebajaba en medio segundo Estrada, aunque en su caso era insuficiente para aspirar a más que el tercer puesto a causa de su peor crono en la primera oficial, el que finalmente tenía que sumar al arruinar la lluvia el de la segunda.
Menos de medio minuto después cruzaba la meta Javito con un fantástico 3:00.906 que disipaba cualquier duda sobre quien iba a ser el ganador. El piloto canario no había usado la calculadora. Al contrario, había salido decidido en busca de la victoria que tan cerca tuvo el año anterior y esta vez si que la conseguía. Afonso se imponía en la categoría 2 y, además, tenía el premio extra de subir al podio absoluto como segundo clasificado de la general scratch tras batir, por milésimas, al segundo clasificado de la categoría 1, Christian Broberg, que también había logrado llegar hasta el 3:00 en la última subida de carrera.
La puntuabilidad este año para el campeonato de Canarias de Montaña además de para el de España atraía a la subida a Guía de Isora a los principales protagonistas del certamen regional, ausentes en la edición anterior. Su presencia se dejaba notar especialmente en la categoría de carrozados, con el Audi R8 LMS de Luis Monzón y el Porsche Cup 2008 de Enrique Cruz como principales aspirantes a suceder en el palmarés al ganador del año pasado y vigente campeón nacional Gerard De la Casa. El andorrano llegaba a Tenerife necesitado de puntos después de los problemas sufridos por su potente pero, en lo que va de año, frágil Subaru Impreza WRC. Y aunque era el claro favorito entre los pocos habituales del nacional de la categoría 3 este año que daban el largo salto hasta las islas Afortunadas (realmente sólo dos: Salvador Tineo con su Mitsubishi EVO IX, y Miguel Ángel Clemente, con su SEAT 124), otra cosa iba a ser ganar ante tan dura competencia local.
Eran, en todo caso, dos batallas diferentes. Porque a la hora de la verdad cada uno iba a lo suyo. Tanto Monzón como Cruz pensaban sobre todo en el certamen regional, hasta el punto de dar por bueno el resultado del sábado y no ser de la partida en las mangas del domingo. Además, el del Audi, se quejaba amargamente de no poder usar los calentadores de neumáticos en su GT3, permitidos en el campeonato canario pero prohibidos hace ya una buena cantidad de años en el nacional (y en el europeo). Que un piloto de su experiencia no tenga claro que si se inscribe en una prueba del campeonato de España es la reglamentación de este certamen la que impera resulta cuando menos sorprendente, aunque a estas alturas uno ya está curado de espanto y es muy escéptico ante según que posturas y declaraciones más o menos llamativas.
Sea como fuere, aun sin los calentadores, Monzón rodaba todo el sábado a un ritmo altísimo. En la primera subida de carrera rebajaba en más de tres segundos el mejor crono logrado el año anterior por De la Casa. Y en la segunda mejoraba su registro previo en otro par de segundos para romper la barrera del 3:10 y dejar sentenciada la categoría de carrozados sin tener que esperar a la última subida del domingo. Para entonces, el veterano piloto canario ya hacía unas cuantas horas que estaba en casa.
También Enrique Cruz se iba el sábado para casa después de rodar por debajo del record del año anterior. El del Porsche lograba un par de 3:12 que le situaban en la segunda posición al término de la primera jornada y se daba por satisfecho con esa posición en la clasificación del regional, sin que le importase que pudiera peligrar en la del nacional. Porque tras él, a poco más de un segundo en la última subida del sábado, estaba Gerard De la Casa, que había salvado por los pelos una situación muy comprometida. El motor más potente que monta su Subaru desde finales del año pasado volvía a hacer de las suyas como viene haciendo desde que comenzó la temporada y daba problemas en la subida de entrenamientos libres a la que tienen derecho los pilotos prioritarios. A la vista de la situación, el andorrano y su equipo concentraban sus esfuerzos en las mangas de carrera, cruzando los dedos para que la mecánica aguantase. En la primera oficial, el propulsor daba otro susto aunque resistía, protegido por la electrónica en modo avería. En la segunda ya iba mejor y permitía a Gerard acercarse a Cruz y pensar en que todavía era posible alcanzar la segunda posición.
Sus cuentas estaban claras. Si con el motor ‘pequeño’ había rodado el año anterior en 3:14, con el ‘grande’ tenía que ser posible bajar hasta el 3:11.3 que necesitaba hacer el domingo, en la última subida oficial, para desbancar al ausente piloto local. Y aunque fuese por el mínimo margen de 57 milésimas, Gerard lo conseguía y terminaba en una valiosa segunda posición, que lo es aún más dado el coeficiente 1.2 de la prueba canaria y lo abierto que está el certamen de la categoría 3 este año. Un campeonato que estrenaba tercer líder en lo que va de temporada con la sexta posición de Salvador Tineo, único piloto que ha puntuado en las tres pruebas disputadas. El malagueño tenía también su susto en forma de avería el sábado, con un manguito del turbo suelto en la primera oficial, pero completaba las otras dos con buenos tiempos, aunque no podía con otros dos de los pilotos locales que acudían a la prueba bien armados, Nauzet Brito y Pedro Javier Afonso. El primero era mucho más competitivo este año con su nuevo Porsche que con la veterana unidad de campañas anteriores y acababa cuarto con un par de 3:17 como mejores cronos. El segundo disfrutaba tanto del triunfo de su hijo en la categoría 2 como del pilotaje de su Ford Fiesta R5, con el que ganaba la clase 7 del nacional y concluía quinto de la general de carrozados.
Completada la visita a Canarias, el Campeonato de España de Montaña pondrá rumbo norte para pasar su ecuador. Un contrasentido geográfico que se explica por ser la de Guía de Isora la más sureña de sus localizaciones y alcanzarse en Alp la cuarta cita de una campaña prevista a ocho pero que, todo parece indicar, se quedará en siete ante la dificultad para encontrar una nueva fecha en la que disputar la aplazada subida de Ubrique.
En el Pirineo catalán ya se podrán sacar más conclusiones sobre las opciones de unos y otros en las tres categorías del campeonato. En realidad, en la 1 pocas dudas hay, más allá de la curiosidad por ver el rendimiento del nuevo BRC con motor 1.3 turbo y aerodinámica y suspensiones mejoradas que Javi Villa espera estrenar allí. En la 2, el duelo entre Garikoitz Flores y Domingo Estrada tendrá su cuarto capítulo, con el permiso de Mario Asenjo y el resto de habituales en la categoría más animada del campeonato este año. Entre ellos, merece mención especial por su mala fortuna hasta ahora el vasco Joseba Olea, autor de cronos de excelente nivel cuando la electrónica del nuevo Demon Car no hace de las suyas. Esperemos que los aires de casa le siente bien al CM catalán para que tengamos otro más que se sume a la pelea, aunque sólo sea la de ser el mejor del resto tras los dos gallos que se han destacado ya al frente de la tabla. Y en la 3 la principal cuestión es saber quien se decide a ir a por el título además de Gerard De la Casa. El ganador en Estepona, Humberto Janssens, se ha centrado desde entonces en las pruebas del regional andaluz. El líder tras el Fito, Fombona, sigue esperando poder estrenar por fin su nuevo Audi DTM (con el que, de salir en el nacional, lo haría en la categoría 2 al ser el coche un ‘silueta’) y, mientras tanto, compite aquí y allá con el Lamborghini, pensando más en divertirse que en puntos y campeonatos. Y el nuevo líder después de Guía de Isora, Salva Tineo, está compitiendo también en la NASCAR europea, certamen que tiene una de sus pruebas prevista para el mismo fin de semana de la subida catalana. Así que antes de hacer pronósticos en la categoría 3 habrá que esperar a que se publique la lista de inscritos de Alp para saber quienes entran en la quiniela.