Lluvia y frío en el sur, sol y calor en el norte. Así de loca esta la primavera del 2018. El resultado fue un fin de semana de cielo azul y altas temperaturas sobre las rampas del Fito. Notable contrapunto a los mucho más nubosos, húmedos y frescos que habíamos tenido en las dos anteriores pruebas del Campeonato de España de Montaña Sportech, las celebradas en Estepona y Ubrique. Lo que si tuvo en común la prueba asturiana con las dos andaluzas fue esa sensación de que no se iba a acabar nunca. Tanto el sábado como el domingo los parones y retrasos, debidos a diversos incidentes, convirtieron en interminables las dos jornadas y no nos dejaron disfrutar tanto como nos hubiese gustado del gran espectáculo que siempre supone la visión directa de los mejores pilotos y máquinas del Campeonato de Europa de Montaña. Porque, evidentemente, el principal aliciente del Fito volvían a ser los Faggioli, Merli y compañía. Las ágiles barquetas y los poderosos GTs y siluetas subiendo por las rampas de la cara sur del Sueve mientras el eco de sus motores resuena en la montaña. Un festín para los sentidos, de duración fugaz si se compara con las muchas horas pasadas a pié de cuneta, pero de tal intensidad como para hacerte (casi) olvidar las incomodidades y el cansancio que se acumula a lo largo de un fin de semana realmente largo y duro.

NO SIEMPRE GANA EL MÁS RÁPIDO

Se suele decir en las carreras que “para llegar primero… primero hay que llegar”. Y, también, que para ganar campeonatos hay que ser regular y constante. Dos axiomas indiscutibles, que lo son aún más en el europeo de montaña. Su enrevesado sistema de puntuación no prima al más rápido en la general absoluta. Ni siquiera a los ganadores de sus dos categorías, ya que asigna la misma cantidad de puntos a los vencedores de cada uno de los grupos incluidos en ambas. Para ello basta con que esos grupos tengan al menos tres participantes.

El resultado es una clasificación poco menos que incomprensible, cuyo absurdo cobra especial relevancia ahora mismo tras las dos subidas que el certamen continental ha disputado en la península Ibérica durante el mes de mayo: la rampa da Falperra en Portugal y la subida al Fito en España. Porque, mientras todos estábamos pendientes del enésimo duelo entre Merli y Faggioli, cada uno de ellos compitiendo en realidad en grupos diferentes, el primero en el E2-SS (el de los monoplazas o ‘fórmulas’) y el segundo en el E2-SC (el de los sport-prototipos o ‘barquetas’), resulta que, después de todo, el líder de la máxima categoría del certamen (aunque se llame la 2, otro sinsentido) tras la doble cita del sur de Europa es el joven Andrea Bormolini. Un piloto que ha sido noveno en Portugal y séptimo en España tras haber logrado resultados similares en las dos anteriores pruebas del campeonato, el Col de Saint Pierre, en Francia, y Rechberg, en Austria.

¿Cómo es posible? La explicación se encuentra en las victorias logradas por el hijo del veterano Fausto en el grupo CN, donde no tiene rival a su altura y suma triunfo tras triunfo (y el pleno de 25 puntos en cada subida) al volante de la antigua montura de su tío, una ya muy baqueteada Osella PA20. Andrea ha ganado el grupo CN en las cuatro carreras disputadas hasta ahora, mientras que los dos grandes protagonistas del campeonato tienen en su haber un traspié cada uno en sus respectivos grupos. Faggioli sufrió un toque en la manga final del col de Saint Pierre y se tuvo que conformar con la segunda plaza entre los E2-SC, por detrás del francés Sebastien Petit. Y Merli acaba de tener su paso en falso en el Fito, cuando la rotura de un semieje de su Osella FA30, en la última subida oficial, le dejó tirado después de un fin de semana en el que llevaba pleno de primeros puestos en todas las mangas disputadas y había batido por dos veces el record de la prueba.

Así que, ahora mismo, tanto Faggioli como Merli cuentan con tres triunfos en sus respectivos grupos y ya no pueden permitirse un paso en falso más en las dos restantes citas de la primera mitad de temporada. Porque, en otra de las peculiaridades del reglamento, cada piloto puede descontar dos resultados a final de año… pero no los dos peores que logre en toda la campaña sino el más flojo que consiga en cada una de sus mitades. Por tanto, la situación aún tiene remedio para ambos. Tal y como va el campeonato, si ninguno de los dos falla en sus respectivos grupos y Bormolini Junior continúa con su racha en el CN, a final de temporada podríamos tener tres campeones de Europa de la categoría 2… ¡y ‘menos mal’ que el checo Vitver ya no puede hacer pleno de victorias en el otro grupo en liza entre los denominados ‘coches de competición’, el E2-SH (los ‘siluetas’), porque entonces existiría la posibilidad de tener cuatro campeones empatados a puntos, sin que tenga importancia alguna los puestos al scratch logrados por ellos en las diferentes pruebas.

Pero a quien si importa el resultado en la general absoluta de cada subida es a los dos grandes protagonistas de la montaña europea en los últimos años, el eterno campeón, Simone Faggioli, piloto oficial de Norma, y el aspirante, Christian Merli, decidido mucho más a ganarle cada fin de semana que a vencer ‘sólo’ en su grupo al volante de la Osella ‘monoplaza’ de fábrica. Un coche que este año rinde a un nivel superior, como dejaba bien claro el fantástico record logrado el domingo anterior por Merli en Falperra. Un registro conseguido en la última subida oficial que no le permitía desbancar a Faggioli de la primera plaza en la suma de las dos mangas pero suponía un triunfo moral de indudable valor. Hasta ahora nadie había sido capaz de subir más deprisa la vertiginosa rampa lusa que el extraordinario piloto florentino. Desde el día 13 de mayo ya hay quien lo ha conseguido.

Lograr lo mismo en otro feudo poco menos que inexpugnable para el de Norma era el objetivo de Merli en el Fito donde, además, ya había vencido el año pasado. Entonces, la electrónica de la barqueta gala de Faggioli había hecho de las suyas y el triunfo se lo había llevado el de Osella. Pero había ganado sin rodar por debajo del record establecido por su rival el año anterior y, en cierto modo, ‘gracias’ a una avería. Doce meses después, el siempre serio y concentrado Christian salía a por todas ya desde los entrenos del sábado y nos dejaba a todos poco menos que con la boca abierta, no sólo por su agresivo rodar sino, sobre todo, cuando mirábamos la pantalla de tiempos en la última manga de entrenamientos de la primera jornada y veíamos que había parado el crono en 2:27.202… ¡tres décimas por debajo del record de Faggioli! ¡¡en entrenos!! ¡¡¡sin montar goma nueva!!! Una absoluta barbaridad que le convertía, de inmediato, en el máximo favorito al triunfo al día siguiente, cuando los pilotos del campeonato de Europa disputasen las dos mangas de carrera.

Antes de su inicio teníamos ocasión de charlar brevemente con ambos. Todo lo que nos contaron sobre diferentes temas lo podéis ver en el vídeo situado al final de este reportaje. En lo que respecta a como afrontaban el duelo final, Faggioli era muy consciente del gran rendimiento de la Osella de su rival pero no se daba por vencido. Y Merli pensaba que, incluso con neumáticos frescos, no se iba a poder bajar mucho el registro del día anterior. Si ese ‘no mucho’ eran los dos segundos que le limó al record en la primera oficial sólo él lo sabe. Desde luego, a nosotros nos parecía bastante, porque a esos niveles bajar cada décima cuesta lo suyo. Y, además, el nuevo record establecido por Christian en 2:25.425 hacía inútil la muy notable mejoría de Simone, que rodaba más deprisa de lo que nunca lo había hecho antes en las rampas del Sueve y, sin embargo, tenía que conformarse con la segunda plaza, a nueve décimas de su gran rival.

Después de ese primer asalto, a ritmo de record por parte y parte, el segundo se presentaba apasionante. Así que su desenlace acababa por ser toda una decepción para el espectáculo. Un semieje se partía en la Osella número 2, y Merli tenía que detenerse en el recorrido. Cuando Faggioli llegaba a su altura con la Norma número 1 y lo veía parado sabía que le bastaba con cruzar la meta para ganar. Así que ‘aseguraba el tiro’, no arriesgaba más de la cuenta y completaba la subida final tres segundos y medio más lento (¡mejor sería decir ‘menos rápido’!) que en la manga anterior. La victoria era suya… y, lo más importante de cara al campeonato, Merli no ganaba en su grupo al no poder terminar, por lo que ambos están ahora empatados a tres victorias, con exactamente las mismas opciones de llevarse el título a final de año… y con la misma obligación de no fallar en ninguna de las pruebas que quedan antes de mitad de temporada. De ello dependerá que a final de campaña tengamos uno, dos o hasta tres campeones de Europa de montaña en la categoría 2, así de ridículo es el sistema de puntuación del certamen continental.

LA BELLEZA DE LA VELOCIDAD

A principios de 1979, los asistentes a la presentación del Ferrari 312T4 de Fórmula 1 no sabían como decirle al gran Enzo que aquel coche era horrible. Alguno, más atrevido o más inconsciente, acabó por hacerlo y el ‘Commendatore’ le respondió ‘¡¡es bonito si gana!!’. Casi cuarenta años después, a la enorme distancia que hay, en todos los sentidos, entre Maranello y Langreo, Ferrari y BRC, las expresiones y comentarios fueron similares cuando Jesús Bango y Javi Villa retiraron la lona que cubría el BRC BR53, el nuevo modelo del fabricante asturiano realizado según la normativa del grupo E2-SC FIA. Su altísima cúpula, obligada por las medidas que el reglamento exige para el arco de seguridad de su habitáculo, le daba un aspecto cuando menos ‘extraño’.

Pero, al igual que aquel monoplaza, de aspecto macizo y poco atractivo, que llevó a Jody Schekter al título mundial y se convirtió en uno de los favoritos para cualquier ferrarista, el nuevo coche de Bango se está haciendo querer a base de triunfos. En el campeonato de España, Villa ya había ganado con claridad en Estepona y en Ubrique. Pero en el Fito, aliado su pilotaje con un conocimiento milimétrico de las rampas de la cara sur del Sueve, su triunfo fue mucho más rotundo. De hecho, en la subida de casa, Javi tenía sus miras puestas más allá, en el podio europeo. Ya había sido sexto scratch tanto en el Col de Saint Pierre como en Falperra, donde completó el fin de semana con el cuarto mejor crono absoluto en la última manga, así que en el Fito, con ese extra que tiene en su técnico y difícil recorrido, podía lograrlo.

El sábado, en la primera oficial del nacional, Javi se situó tercero ‘continental’ tras marcar un fantástico 2:33 que rebajaba en más de tres segundos el mejor crono nunca logrado por un piloto español en la subida parraguesa. Pero los del europeo guardaban sus neumáticos nuevos para el domingo, y además podían usar un juego a estrenar en cada manga. En la primera oficial el francés Petit bajaba hasta un 2:30 que ya estaba fuera del alcance del asturiano, cuyas gomas de menor sección empezaban, además, a mostrarse castigadas tras el esfuerzo del día anterior. Finalmente, en la última manga, la avería de Merli permitía a Villa subir al podio. Pero acabar tercero o cuarto no deja de ser casi testimonial en este caso, lo llamativo es ver la progresión que está consiguiendo el asturiano con el nuevo BRC, acercándose cada vez más, con un vehículo de motor 1000cc turbo, neumáticos más estrechos y unos 70 kilos por encima del límite que permite el reglamento, a los registros de los mejores pilotos de la montaña europea al volante de barquetas a las que no sobra un gramo, con propulsores de 3 litros, y mucha más goma para llevar la potencia al suelo. Definitivamente, el BR53 no será muy bonito a la vista, pero cumple la definición de belleza que le gustaba a Enzo Ferrari y preconizaban los primeros modernistas italianos: tiene la belleza de la velocidad.

DOBLETE McLAREN

Hace ya casi ocho años, el 13 de junio del 2010, McLaren logró el que, a fecha de hoy, sigue siendo su último doblete en la Fórmula 1. Sucedió en el Gran Premio de Canadá, celebrado en el circuito de Montreal, donde Lewis Hamilton logró la victoria por delante de su compañero de equipo Jenson Button. Era el tercer 1-2 en lo que iba de temporada de la formación que entonces dirigía Ron Dennis. Sería el último no sólo de ese año sino de todos los que han venido después. Y, a la vista de cómo le van las cosas a la formación que ahora controla Zak Brown, está por ver cuando se volverá a repetir un resultado así para los coches que ahora van pintados con su clásico naranja papaya de los viejos tiempos.

Así que quien nos iba a decir que asistiríamos en un lugar tan diferente a los circuitos de Fórmula 1, la subida al Fito, a un doblete de la histórica marca fundada en los años sesenta por el neocelandés Bruce McLaren. Un resultado en cierto modo predecible a la vista de la lista de inscritos en la categoría 1 del europeo, la denominada ‘production’ y en la que compiten los coches de los grupos GT, A, N y S20. Obviamente son los ‘Gran Turismo’ los que ‘cortan el bacalao’ en esta segunda división del europeo (aunque se denomine con el número 1). Y entre ellos, en el Fito, ausente al final el Porsche GT3R de Schmitter, los más potentes eran los dos McLaren del francés Pierre Courroye y el checo Jan Milon. El del francés era un MP12C y el del eslovaco la siguiente evolución del GT3 de Woking, el aún más imponente 650C. Dos preciosos GT con motor V8 biturbo y unos buenos 500 caballos para empujar sus agresivas formas de fibra de carbono. Frente a ellos poco iban a poder hacer los otros dos GT en liza, el ya veterano Lamborghini Gallardo del francés Caumon y el Porsche Cup 2010 de José Antonio Aznar.

De todas formas, una avería el sábado en el embrague del McLaren blanco, el menos moderno pero de piloto más rápido, Courroye, abría la esperanza a un triunfo español cuando Aznar terminaba la primera jornada en cabeza. Pero el galo reparaba y era de nuevo de la partida el domingo. Eso sí, el embrague no estaba en perfectas condiciones y, tras charlar con el joven galo (un piloto de sólo 22 años, que ya es campeón de carrozados en su país y compite también en la categoría GT4 de circuitos, de ahí su ausencia en Falperra) nos tocaba ayudar a empujarlo en la empinada zona de presalida. Había que ahorrar arrancadas para hacer sólo las dos más importantes, las de las dos mangas de carrera. En ambas, aunque fuese con alguna ‘duda’, el poderoso McLaren ‘despegaba’ Fito arriba. Y una vez en marcha, Courroye demostraba su rapidez. El sábado, en la única manga de entrenos que había completado, ya había marcado un notable 3:00 en el siempre difícil primer contacto con el sinuoso recorrido de la cara sur del Sueve. El domingo, en la primera oficial, el joven galo lograba un 2:55.7 que era el mejor crono nunca logrado por un GT en la prueba asturiana. Con sus rivales por encima de la barrera del 3, la victoria era suya si acababa sin problemas la manga final. Y así era. Un 2:57 le situaba de nuevo fuera del alcance de sus rivales y certificaba una victoria tan trabajada como merecida de un joven piloto que apunta muy buenas maneras y cuenta, además, con ese otro factor fundamental para ser alguien en esto de las carreras, unos buenos medios económicos. Así que no nos extrañaría que en un futuro no muy lejano lo podamos ver aspirar a cotas mayores, tiempo al tiempo.

LA JUVENTUD AL PODER

La categoría 1 del Campeonato de España de Montaña Sportech presentaba en el Fito un doble duelo generacional de lo más atractivo. De un lado los veteranos pluricampeones de Europa y de España, Andrés Vilariño y Pantxo Egozkue, al volante de sendas barquetas de motor 3 litros, una Norma y una Osella respectivamente. Del otro lo jóvenes campeones nacionales de las dos últimas campañas, Javi Villa y Joseba Iraola, el asturiano con el BRC BR53 de propulsor 1000 turbo, el vasco con la Norma de grupo motriz de 2000cc.

Sobre el papel, la mayor potencia de las barquetas de los veteranos les debía convertir en los favoritos. Pero, por un lado, aunque en el cómputo total de Falperra había quedado por detrás de Andrés (el mejor español en la subida portuguesa), Javi ya había ‘avisado’ de sus posibilidades con el cuarto mejor crono absoluto en la manga final, por delante tanto del vasco como de otra Norma 3000 bien llevada, la del luxemburgués Demuth. Eso había sido en la rapidísima prueba lusa, así que en el revirado Fito, el de Loroñe iba a volar. Y, por otro lado, los cronos cada vez mejores de Joseba en su primera temporada en el nacional con la barqueta se contraponían a la larga inactividad de Pantxo, con pocos kilómetros al volante de la Osella.

El primer duelo, el que debía enfrentar a Villa con Vilariño, no llegaba ni a existir. Mientras Javi ya bajaba de 2:40 en la primera subida de entrenos, Andrés no llegaba a meta, parándose en el recorrido al sufrir problemas con el sistema de cambio por levas que tanta guerra le viene dando desde hace ya más de un año. El veterano campeón ya no saldría en el resto de mangas del fin de semana. Mientras, el joven asturiano iría bajando segundos en cada subida de la primera jornada hasta acabar con un 2:33.0 que rebajaba en más de tres segundos el mejor crono logrado en el Fito por su rival en años anteriores. Definitivamente, Javi estaba fuera del alcance de todos los competidores en el nacional y el domingo ya no necesitaría repetir el tiempo de la víspera. Le bastaba con un par de ‘34s’ para lograr su tercera victoria de la temporada con el BRC BR53.

El segundo duelo, entre Iraola y Egozkue, empezaba con ventaja para el veterano. Pero era un resultado engañoso. Mientras el 2:45 de Pantxo en la primera de entrenos acabaría siendo su mejor crono en la jornada inicial, Joseba empezaba con un ‘50’ para acabar el día con un 39 más que notable que le daba una amplia ventaja en la pelea por la segunda posición. Una pelea que no era tal el domingo, porque mientras el de la Norma 2 litros repetía otro ‘39’ y cerraba su actuación con un ‘40’, el de la Osella a lo más que conseguía bajar era a un insuficiente ‘43’. Iraola repetía así su resultado de Estepona y Ubrique mientras Egozkue tenía que conformarse con una lejana tercera posición.

SÓLO ANTE EL PELIGRO

Un tipo alto, vestido de negro, de andar desgarbado y ademanes tranquilos, que se transforma en rápido y letal cuando ha de enfrentarse, arma en mano, a unos enemigos que le superan en número. Así es el personaje de Gary Cooper en la inolvidable ‘Sólo ante el peligro’. Y así es y actúa otro ‘Gari’, este con ‘i’ latina, en la categoría 2 del campeonato de España de Montaña Sportech. Después del paso en falso de Ubrique, Garikoitz Flores volvió a ser en el Fito el más veloz a la hora de desenfundar en el cerrado duelo entre los CM-Promoción. Naturalmente, su arma no es un Colt de seis balas en el tambor. En su caso se trata de un BRC B49, al que hizo subir a velocidad de proyectil por las rampas del Fito.

En la manga oficial del sábado, no hacía falta mirar los tiempos para saber quien era el que había pasado más rápido por la redonda derecha que precede a la recta de Cofiño. El coche azul del piloto navarro no había dejado un centímetro de asfalto, segando incluso algo de hierba al ceñirse al máximo para acortar terreno y ganar unas centésimas al crono. Ni Montellá, siempre espectacular con el Speed Car, ni Afonso, aún familiarizándose al volante del Silver con el difícil recorrido de la subida asturiana, ni Ordoki, súper agresivo en su pelea para meter el B49 en el viraje, habían pasado tan deprisa como Garikoitz. Y aunque una curva como esa no lo diga todo, suele ser una buena pista. Pocos minutos después el cronómetro contaba la historia completa: en la meta el mejor tiempo era suyo, un 2:51 que le situaba nada menos que con tres segundos de ventaja sobre los ‘54s’ logrado por los otros tres. El trío formado por Ordoki, Afonso y Montellá terminaba agrupado en apenas cinco décimas, con el otro navarro de BRC por delante del canario de Silver y el andorrano de Speed Car. Igual que el sheriff del famoso western, en el primer asalto ‘Gari’ había repelido con dureza la amenaza de sus enemigos.

En esa pelea había estado ausente otro de los llamados a participar en la lucha: el líder del certamen, Christian Broberg. El piloto del Silver gris había tenido la mala experiencia de perder el control de su coche en la rápida izquierda ‘del bote’ durante la segunda manga de entrenos y estaba en su box restañando las heridas que el guardarrail había dejado en la parte trasera derecha de su montura. En su primera visita al Fito, con un coche tocado y sin opción al error al día siguiente si quería sumar al menos algún punto, el sueco-malagueño no se iba poder unir al trío que volvería a tratar de amenazar al ‘Gari’ al día siguiente.

Porque, evidentemente, la película no había concluido aún. Restaban otro par de duelos al sol el domingo por la mañana. Su escenario no era una calle desierta y polvorienta de un viejo poblado del salvaje oeste. Pero el resultado sobre la carretera que atravesaba las verdes y abarrotadas laderas del Fito era el mismo: el sheriff abatía una tras otro a sus oponentes. ‘Gari’ repelía con decisión los ataques de Ordoki, Montellá y Afonso, que parecían relevarse en su intento por batirle. Si el sábado había sido el del BRC blanco quien había estado más cerca (o, más bien, menos lejos) de conseguirlo, en la primera del domingo la vanguardia de los asaltantes la ocupaba el del Speed Car azul. Pero su 53.5 era insuficiente ante un nuevo 51 del imperturbable líder del fin de semana. La suerte ya estaba echada y Garikoitz se podía permitir levantar algo el pie en el último envite, pero sin dejar tampoco que el tercero en intentar ganarle, el piloto del Silver blanco esta vez, lo lograra aunque fuese en una sola manga.

Así que el resumen del fin de semana era algo así como ‘bang, bang, bang’. Tan rápido y letal como el protagonista del legendario western, ‘Gari’ había despachado a sus enemigos con tres certeros disparos para lograr una victoria rotunda que le devuelve el liderato en la general que se había dejado en Ubrique. Su demostración del Fito le convierte, además, en el gran favorito para lo mucho que aún queda de temporada. Pero sus rivales no se van a rendir tan fácilmente. Son cuatro, son jóvenes, son rápidos y tienen ganas de revancha. Esta película todavía no ha terminado.

JANSSENS, AL SPRINT Y EN SOLITARIO

El ex-ciclista belga cruzó la meta el primero, en la subida oficial del sábado, con el ínfimo margen de cuatro milésimas de ventaja sobre el segundo y el no menos exiguo de media décima respecto al tercero. Como cuando ganaba al sprint en sus tiempos de dar pedales, con un último golpe de riñones para meter la rueda de la bici por delante sobre la misma línea de meta. Así de igualada fue la manga de carrera del sábado en la categoría 3 del nacional entre el primer clasificado, Humberto Janssens, y sus dos cercanísimos perseguidores, José Antonio López-Fombona y Gerard De la Casa. Los tres rompieron la barrera de los tres minutos en un primer asalto lleno de igualdad que presagiaba emociones fuertes para las dos subidas de carrera del domingo.

Así que cuando Janssens y Fombona empataban a la milésima en la manga de entrenos que abría la última jornada de competición la expectación crecía hasta al límite. ¡Ahora sí que más igualdad era imposible! Sin embargo, la siguiente subida de carrera se resolvía de un modo más lógico para una prueba ciclista que se disputase sobre las empinadas rampas del Fito, una meta nada apropiada para llegadas al sprint y mucho más propicia para demarrajes y vencedores en solitario. El piloto del Porsche ‘soltaba de rueda’ al del Lamborghini y se presentaba en la cima con casi tres segundos de ventaja después de bajar hasta un 2:56.0 que era, además, nuevo record en la categoría de carrozados del nacional. Fombona repetía en el 59 de la víspera, De la Casa se quedaba esta vez al borde del 3:00 y Aznar, que en el tiempo intermedio estaba también en la pelea, a 6 milésimas del asturiano, bastante hacía con acabar cuarto, en 3:04, después de fallarle la palanca del cambio en la parte final del recorrido.

La ‘escapada’ de Janssens dejaba poco menos que sentenciada la prueba y el resultado de la manga final se parecía al de la típica contrareloj final de una gran vuelta ciclista, cuando el primero de la tabla reafirma su posición con una nueva victoria mientras los demás ya se conforman con asegurar sus puestos en el podio. El granadino del Porsche volvía a ser el más rápido, pese a empeorar su registro anterior en un par de segundos. Fombona terminaba por encima de los tres minutos y confirmaba la segunda plaza. Y aunque Aznar lograba su mejor crono del fin de semana, con un 3:01, mientras que De la Casa no llegaba a meta, el andorrano mantenía la tercera plaza en el cómputo total del fin de semana. Una pelea de gran importancia (aunque pasaba algo inadvertida, con toda la atención centrada en la lucha por la victoria) porque el tercer lugar del andorrano le permitía seguir al frente de la general del campeonato por delante del almeriense. Y como todo apunta a que ni Janssens ni Fombona van a seguir el certamen al completo (al menos a Canarias no tienen pensado acudir), el duelo entre De la Casa y Aznar puede ser el ‘leiv motiv’ del campeonato en la segunda mitad de temporada.

INICIO DE TEMPORADA EN EL REGIONAL ASTURIANO

El campeonato de Asturias de Montaña del 2018 arrancaba en el Fito una temporada marcada por la reducción en el número de pruebas. Seis son las previstas en el calendario, un número escaso pero tal vez más lógico que los excesos de hace pocos años para una especialidad que, nos guste o no, está de capa caída en la región. Una lástima pero una realidad ante la que probablemente sea mejor apostar por la calidad que la cantidad.

En ese sentido, empezar en el Fito era la habitual espada de doble filo que supone para los pilotos del regional participar de teloneros del nacional y el europeo. Inevitablemente sus prestaciones quedan en segundo plano, con la atención de la mayoría mucho más centrada en los participantes de los dos certámenes superiores que, además, toman parte en las seis mangas del fin de semana mientras que los regionales sólo compiten en cuatro. Como, además, tres son las del sábado, de las que las dos últimas cuentan ya para la clasificación mientras son de entrenos para los europeos y una de cada para los nacionales, el habitual lío de saber quien corre qué y cuándo estaba servido un año más en esa Santísima Trinidad de la Montaña que es la prueba de la cara Sur del Sueve: tres campeonatos distintos pero una sola subida.

Además, con los dos asturianos del nacional, Javi Villa y Fombona, dominando sus respectivas categorías, los que serán protagonistas en el resto de citas del certamen lo tenían aún más difícil para destacar. De todas formas, el Fito ya dejaba entrever algo de lo que podremos apreciar con más claridad a partir de Muncó. En la categoría 1, la presencia de los dos últimos campeones, Albino García y Rafa Guardiola, con sendas barquetas Norma, era el principal aliciente. El vencedor del certamen en el 2017 se presentaba en el Fito con un ejemplar de la CN dos litros francesa que mostraba un cuidado aspecto y una impecable preparación. A su lado, la más veterana unidad de su predecesor en la conquista del título (chasis número 1 del modelo N20 según nos comentaba su piloto) perdía en la batalla de la estética cuando veíamos ambos vehículos en la asistencia. Y también quedaba por detrás en la que realmente cuenta, la del crono. En las dos mangas de carrera del sábado, tras el inalcanzable Villa, Albino dominaba con autoridad entre el resto de asturianos mientras Rafa se las veía y deseaba para acabar apenas un par de décimas por delante del Speed Car GT1000 de Adrián Artidiello en la segunda, después de haber sido superado por el expiloto de trial en la primera. Precediendo a ambos concluía la subida que cerraba la jornada inicial el otro aspirante a los puestos de podio, Ismael García Peón con el Silver Car EF10, que no terminaba la primera oficial pero se situaba a apenas un par de segundos de Albino en la segunda.

El domingo, Albino, que había limando más de cinco segundos al crono entre la primera y segunda oficial el sábado, bajaba otros tres en la única manga de la segunda jornada para acabar ya rodando con claridad por debajo del 2:50. Su 2:48.216 hacía inútil el esfuerzo de ‘Mael’, que mejoraba hasta terminar en 2:51 y se aseguraba la tercera plaza de la general. Tras ellos, Guardiola no podía siquiera tomar la salida en la manga final, al apagar inadvertidamente la Norma en los instantes previos y no poder usar ya la batería externa para ponerla de nuevo en marcha. Y entre los CM, el exkartista Raúl Feito, que ya había estado muy cerca de los cronos de Artidiello en la última del día anterior, demostraba su progresión con una estupenda subida final. Al volante de su Silver, rompía la barrera de los tres minutos con unas décimas menos que el del Speed Car y le ganaba en la suma de tiempos por apenas décima y media. Un apretado desenlace que augura interesantes peleas entre estos dos jóvenes pilotos.

Ambos CM terminaban por detrás en la general del ganador en la categoría 3, Fombona. El gijonés estaba, lógicamente, ‘en otra liga’ con su Lamborghini respecto a los otros competidores en carrozados del Campeonato de Asturias. Entre estos, el mejor resultado, aunque con desenlace agridulce, lo conseguía José Luis Alonso al volante del Fiesta N5 de ‘OscarSan Sport’. ‘Joselo’ era el más rápido en las dos oficiales del sábado, con un par de 3’10 logrados pese a no subir a gusto con un coche que daba la sensación, al menos sonora, de ir fallando al acelerar. En todo caso, peor era lo del domingo, cuando sufría un fuerte toque que dejaba bastante dañado el hasta entonces inmaculado N5 blanco.

Pese a todo, la segunda plaza en la suma de tiempos seguía siendo para el de ‘Autos Tapia’ toda vez que su más inmediato perseguidor, Primitivo Ambrés, no podía mejorar sus tiempos de la víspera y tenía que conformarse con una tercera posición muy valiosa a efectos del campeonato ya que, de los tres primeros en el Fito, es el que parece con más intención de seguir todo el certamen. Por detrás del piloto del SEAT León, otro habitual en los puestos de cabeza de estas últimas campañas, Hugo Fernández, situaba su habitual Subaru en cabeza del grupo A precediendo a Xabel Solís, una vez más rapidísimo en la prueba de casa con el 106, primer grupo X del regional y ganador también en la clase 9 del nacional.

Por lo que respecta a la categoría 2, su escasa participación por segundo año consecutivo volvía a demostrar lo innecesario de su existencia. Sólo el langreano Víctor Manuel Carvallo era de la partida con su Audi TT, así que le bastaba con terminar para lograr la victoria. Definitivamente, una categoría que carece por completo de sentido.

LOS DEL NACIONAL A CANARIAS, LOS DEL REGIONAL A MUNCÓ… Y VILLA AL EUROPEO

Después del Fito, la siguiente cita del Campeonato de España de Montaña Sportech será la subida de Guía de Isora. Incluso con su mayor coeficiente de 1.2 este año, todo apunta a que serán pocos los peninsulares (y hasta los insulares que no residan en Tenerife) los que acudan a la cuarta cita del certamen. Sin ir más lejos, el líder de la categoría 1, Javi Villa, estará compitiendo ese fin de semana, del 9 y 10 de junio, en la lejana Alemania, previo paso la semana anterior por la República Checa. Tras lograr tres victorias en las tres primeras pruebas del nacional, el asturiano y el equipo de BRC tomarán parte en las dos siguientes pruebas del europeo para reincorporarse al campeonato de España en Alp, allá por julio.

Mientras tanto, en Asturias los pilotos y equipos del regional pasarán a convertirse en los principales protagonistas de la siguiente prueba del certamen, la subida a Muncó, que este año tiene lugar en el primer fin de semana de junio. Nos espera, por tanto, un inicio de mes muy montañero, ya que de un modo u otro estaremos muy pendientes de todas esas subidas, asistiendo en directo a Muncó y Guía de Isora y siguiendo en la distancia las de EcceHomo y Glasbach.

Fotos: Alfonso Hevia y Daniel Ceán-Bermúdez