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Daniel Ceán-Bermúdez
@daniel_cean

SUBIDA ORDINO-ARCALÍS

30 septiembre y 1 octubre 2017 - Campeonato de España de Montaña, 8ª prueba

Algo más de dos meses después de su penúltima prueba puntuable, celebrada a mediados de junio en Alp, el Campeonato de España de Montaña regresaba a los Pirineos para completar su calendario del 2017 en Andorra con la subida Ordino-Arcalís.


La prueba andorrana puntuaba también para el Campeonato de Francia de la División 2, el Trofeo de los Pirineos y el Campeonato de Cataluña, pero ni con esas lograba un número alto de participantes, que apenas superaban los cuarenta en el total de todos los certámenes. De ellos, sólo una docena eran participantes inscritos en las tres categorías del Campeonato de España, entre los que, en realidad, la mitad eran ‘locales’, encabezados, en la categoría 3, por Gerard De la Casa (en su segunda salida al volante del Subaru Imprezza WRC que había estrenado la semana anterior en las rampas de la Subida a La Santa), y en la 2 por Edgar Montellá y Ramón Plaus con sus habituales Speedcar. El debut en montaña de Amalia Vinyes, al volante de un SEAT Leon Cup de Baporo, era otra de las aportaciones andorranas a la lista de participantes del nacional, que contaba con la sorpresa de ver de nuevo en una prueba de nuestro campeonato al portugués Pedro Salvador y su Silver Car EF10, y en la que también estaban César Rodríguez y Jonathan Álvarez, los dos contendientes del único título aun en juego, el de la categoría 2. José Antonio Aznar, que acudía a Andorra con su Ginetta aunque ya no necesitaba los puntos una vez proclamado campeón de la categoría 3 en Alp, Francisco Jiménez, que quería añadir a su título en el grupo N el tercer puesto en la general de carrozados del nacional, y Juan Carlos Albendea, en busca de un cuarto resultado para asegurarse el título en el grupo H, eran los otros tres participantes que han competido de forma habitual este año en el nacional y se presentaban también a su última cita.


Todos ellos se encontraban el sábado con un día desapacible, en el que primero la lluvia y después la niebla complicaban el normal desarrollo de la prueba. Qué el piso estuviese mojado no era más problema que el habitual de tener que pilotar sobre asfalto resbaladizo, pero la niebla acababa por adueñarse del precioso paisaje por el que discurre la sepenteante carretera que va de Ordino a Vallnord-Arcalís y los organizadores no tenían más remedio que aplazar al domingo la primera subida oficial, ya que las condiciones de visibilidad eran tan mínimas cómo para hacer imposible seguir con el programa previsto. De ese modo, todo se decidía el domingo con tres mangas de carrera consecutivas, celebradas ya sobre seco aunque con un asfalto aun bastante deslizante debido tanto a las humedades que había dejado el agua caída el día anterior cómo a las bajas temperaturas y el cielo cubierto que impedía al sol calentar mínimamente el ambiente y el asfalto con sus tímidos rayos.


Dimitri Pereira fue el vencedor oficial de la prueba y se impuso en las clasificaciones del campeonato francés y el trofeo de los Pirineos.

César Rodríguez logró su primera victoria absoluta en el Campeonato de España y se llevó además el título en la categoría 2 del certamen nacional

El ya campeón de España de la categoría 3, José Antonio Aznar, cerró la temporada con otra victoria entre los carrozados del nacional

MEZCLA DE CAMPEONATOS, LÍO DE CLASIFICACIONES


No falla. En cuanto se juntan varios campeonatos de montaña en una misma prueba el lío de resultados y la proclamación de numerosos ganadores diferentes no hace nada por ayudar a difundir una especialidad que necesita acercarse al público, no espantarlo con reglamentos que, a veces, ni los propios competidores parecen tener claros. En el caso de la edición de este año de la subida de Ordino-Arcalís, se daba la circunstancia de que para las clasificaciones de los certámenes galos y del Trofeo de los Pirineos se tenía en cuenta el mejor tiempo de cada piloto en una de las subidas oficiales, mientras que en los campeonatos español y catalán se sumaban los dos mejores de cada participantes. Y, a efectos oficiales en cuanto a la general scratch de la prueba y la adjudicación del trofeo Joan Vinyes a su ganador absoluto, prevalecía el sistema francés, es decir el mejor crono en una de las oficiales… aunque, curiosamente, quien conseguía ese mejor tiempo en una manga de carrera acababa siendo el portugués Pedro Salvador, que no lograba clasificarse a efectos del campeonato de España, el certamen en el que estaba inscrito, por no completar ninguna de las otras dos subidas de carrera. Así que, finalmente, el ganador era el más rápido de los galos, Dimitri Pereira, que repetía de este modo su triunfo de Alp, encabezando en esta ocasión un podio cien por cien francés en el que le acompañaban la joven Evelyn Breda, segunda al volante de un Dallara Fórmula 3, y el piloto de SpeedCar en el país vecino, Yves Tholy, siempre rápido al volante del CM del fabricante catalán.


A continuación ya se clasificaban los primeros del campeonato de España, en cuya actuación centraremos el análisis que podéis leer a continuación, desglosado en diferentes apartados y basado en lo que hemos hablado con varios de los protagonistas y visto en las imágenes que nos ha hecho llegar Terranova Productions para elaborar el reportaje de la prueba que se emitirá la próxima semana en Teledeporte.


Pedro Salvador marcó el mejor crono absoluto del fin de semana en la última oficial pero no se clasificó al ser la única que completó

Segunda posición en la general y el campeonato francés para Emelyne Breda

El podio absoluto de la subida lo completó otro francés, Yves Tholy, primero de los CM galos.

EL TRIUNFO DE LA FÉ


Luchar hasta el final y no darse por vencido siempre tiene premio. Sea esta conseguir el objetivo por el que se pelea o, simplemente, quedar satisfecho con uno mismo por haberlo intentado, dando todo lo que se lleva dentro. En ese sentido diría que los dos contendientes por el título en la categoría 2 del Campeonato de España de Montaña tienen motivos para terminar la temporada contentos… aunque, evidentemente, más lo estará el ganador, César Rodríguez, que el derrotado, Jonathan Álvarez, después de un resultado que es casi imposible que pueda ser más igualado. De hecho, el gallego y el asturiano han concluido el campeonato empatados a 152 puntos, una vez descontado el peor resultado de cada uno (los 13 puntos del cuarto puesto de César en Estepona, el cero de la no participación de Jonathan en el Fito). Y, además, han logrado esos puntos a través de exactamente los mismos puestos: cuatro primeros, un segundo y dos terceros, lo que hace inútil el primero de los dos criterios de desempate a aplicar según las prescripciones comunes de los reglamentos en vigor de la RFEdA. Se trata, concretamente, del 27.1.a que dice lo siguiente para realizar el desempate:


a) Según la calidad de los puestos obtenidos (primeros puestos, después segundos puestos, etc.) por ellos en las clasificaciones de las competiciones puntuables y que hayan servido para constituir su total de puntos retenidos.


Así que toca pasar al segundo punto, el 27.1.b, cuyo texto es:


b) Según la calidad de los puestos obtenidos por ellos en las clasificaciones de todas las competiciones puntuables en las cuales hayan tomado parte cada uno de los aspirantes empatados.


En este caso, César ha tomado parte en una prueba más, con ese cuarto puesto de Estepona cómo resultado extra además de los contabilizados en su total de puntos retenidos, mientras que Jonathan no tiene ningún otro resultado, ya que no participó en el Fito a causa de los daños sufridos por su BRC el fin de semana anterior en Falperra. Así que ese cuarto lugar del gallego es el que decanta a su favor la consecución del título de campeón de España de la categoría 2. Un desenlace al límite de la igualdad para un certamen que ha sido el único en mantener la emoción hasta el final, con una cerrada lucha deportiva entre sus dos principales competidores. Lucha que parecía no ser tal a principio de temporada, con Jonathan Álvarez tomando ventaja tras vencer con cierta claridad en las dos pruebas andaluzas, Estepona y Ubrique. Pero entonces llegó Falperra, el asturiano tuvo un fuerte golpe que le dejó fuera de combate para el Fito mientras César ganaba las dos pruebas y, de repente, el campeonato estaba mucho más igualado de lo que parecía. Luego, el asturiano volvió a tomar ventaja, tras retornar en la doble cita canaria y vencer tanto en Guía de Isora cómo en Tamaimo. Pero en Alp le replicó el gallego, dejando aun abierta la resolución de la contienda hasta la cita final en Andorra.


Edgar Montellá fue segundo del campeonato de España y se impuso en la categoría 1 del certamen catalán

Jonathan Álvarez sólo pudo ser tercero y perdió 'in extremis' el título en la categoría 2 del Campeonato de España

Segunda plaza en la categoría 3 del nacional y victoria en carrozados del campeonato de Cataluña para Gerard De la Casa.

Una última carrera en la que César tenía que ganar y a Jonathan le bastaba con ser segundo. Pero ya se sabe que llegar a una última carrera sin la certeza matemática del título hace que nada esté asegurado hasta que se pasa bajo la bandera a cuadros. Así que, aun sin depender sólo de si mismo, el piloto gallego de Silver iba a Ordino-Arcalís dispuesto a jugar su última baza. Y lo hacía, además, con la decidida apuesta del fabricante navarro, que estrenaba para la ocasión la nueva evolución aerodinámica de su conocido S2, rebautizado S3 y caracterizado por un frontal decididamente agresivo, una formas generales más fluidas y el clásico color gris oscuro de los buenos viejos tiempos de Joan Roca. Y aunque el trazado de la subida andorrana, con su continuo acelera-frena, sea probablemente uno de los terrenos en los que menos influye esa ciencia que parece magia y en la que se estudia la interacción entre los cuerpos sólidos en movimiento y el aire que los circunda, el caso es que el Silver Car S3 debutaba con victoria en manos de César Rodríguez. El orensano marcaba el mejor crono en las tres mangas oficiales aunque fuese con cronos siempre por encima del 2:30, tal vez algo altos pero entendibles por las humedades, las bajas temperaturas y el escaso agarre que, en general, proporcionaba el asfalto en las decisivas mangas del domingo. Sea cómo fuere, César había cumplido con su parte, tenía que ganar y había ganado, más no podía hacer.


El resto dependía de lo que fuese capaz de conseguir Jonathan. La lógica indicaba que no debería tener problemas para ser segundo. Al fin y al cabo sólo había dos competidores más en la categoría 2, los andorranos Edgar Montellá y Ramón Plaus, a los que había batido con holgura en Alp. Pero entre que los pilotos locales afrontaban la prueba con la motivación extra de correr en casa, que el trazado que va de Ordino a la estación de esquí de Vallnord-Arcalís es bastante atípico si lo comparamos con el resto de pruebas del certamen y que la presión de verse tan cerca del éxito tan deseado podía agarrotar más de la cuenta los nervios del pasional piloto asturiano, el resultado no estaba tan claro como parecía. En la primera oficial, los dos Speed Car de Montellá y Plaus se intercalaban entre el Silver de César y el BRC de Jonathan. Y aunque el asturiano rebajaba sus cronos en las dos siguientes mangas de carrera, mientras los andorranos, por turno, fallaban uno en cada una, la mejoría sólo le bastaba para rebasar a Plaus. Jonathan era tercero, por detrás de Montellá, y su ventaja en puntos netos se desvanecía en el último momento, dejándole con la miel en los labios después de una temporada que ha sido para él cómo una especie de montaña rusa y que, finalmente, no le va a dejar la recompensa que esperaba y por la que tanto ha peleado.


Una recompensa que será para César cómo premio a su tesón, a su fé y a su capacidad de lucha. El gallego no se ha rendido en ningún momento, ha sabido sobreponerse a un mal arranque y al traspiés que supuso la doble derrota en Canarias, y ha terminado el campeonato a lo grande, ganando las dos últimas carreras para acabar llevándose el título de la categoría 2 en última instancia después de haber perdido el año pasado el de la 1 también justo al final. Y ¿quién sabe? Tal vez haya sido precisamente esa experiencia previa, de saber lo que se siente cuando se llega a la última carrera con todo en juego, una de las claves para que el piloto gallego haya sido capaz de dar la vuelta al resultado justo cuando más importa.


Amalia Vinyes completó el podio en la categoría 3 del Campeonato de España.

Ronald Garcés se impuso entre los participantes con vehículos carrozados del certamen galo

Francisco Jiménez confirmó su título en el grupo N y acaba además tercero del campeonato de España en la categoría 3

LA BIODIVERSIDAD DE LA MONTAÑA


Un GT3 procedente de las pistas, un WRC llegado de los tramos del mundial de rallyes, un coche pariente directo de los TCR, la nueva ola en el mundo de los turismos en circuito, una berlina de grupo N de un modelo que ha sido referente en nuestro nacional de asfalto, un veterano clásico y un típico representante de una copa monomarca. Más variedad imposible entre la media docena de participantes en la categoría 3 de la última prueba del nacional de este año. Una buena muestra de la diversidad de mecánicas que permite la especialidad y que, pese a todo, no consigue atraer un número de competidores suficiente, hasta llegar a cotas tan mínimas cómo la de sólo seis en esta cita final del año.


De ellos, estaba claro que dos iban a luchar por la victoria, José Antonio Aznar, con el Ginetta GT3, y Gerard De la Casa, con el Subaru Imprezza WRC. En casi cualquier otro trazado la ventaja sería clara para el potente GT del piloto andaluz, pero en el ‘empacho’ de paellas que es la subida de Ordino-Arcalís, y más aun sobre piso resbaladizo, el World Rally Car podía tener sus opciones, y más si a sus mandos está alguien que conoce también el terreno y tiene tanta experiencia con estos coches cómo es el piloto andorrano. Además, Aznar hacía un trompo en la primera oficial, lo que obligaba al almeriense a un ‘todo o nada’ en las otras dos subidas de carrera. Y aunque ya no necesitaba ganar, con el título asegurado desde Alp, José Antonio se empleaba a fondo y pese a que la larga primera de su G55 lo hacía algo perezoso a la hora de desplegar toda su caballería al acelerar tras cada una de las doce cerradas paellas, el andaluz conseguía batir por apenas unas décimas al andorrano en las dos restantes mangas para cerrar el año con victoria.


En el podio los acompañaba Amalia Vinyes, que demostraba esa versatilidad que debe de ser genética en esta familia andorrana, y debutaba en montaña con una tercera posición cuyo valor aumenta viendo los cronos que logró con el SEAT León Cup. Un día después de que su hermano, Joan, estuviese a apenas unos segundos de ganar el rallye de Llanes, batiendo a todos los R5 con el menos competitivo N5, Amalia se quedaba a poco más de segundo y medio de Aznar, y a apenas uno de De La Casa, en la segunda oficial. Un registro más que notable porque el León recién llegado de las pistas no tenía en la subida andorrana un hábitat muy de su gusto y, además, su piloto se estrenaba en la especialidad. Así que esperemos que le haya gustado la experiencia y se anime a seguir los pasos de sus padres y su hermano mayor. Nos haría ilusión volver a tener el apellido Vinyes de forma habitual en las pruebas de montaña… y viendo el estreno de Amalia, estaría además muy arriba en las clasificaciones, cómo es norma en la familia.


Cierro este repaso a los resultados de la última prueba del año con los dos pilotos que ocuparon las dos siguientes posiciones en Andorra, Francisco Jiménez y Juan Carlos Albendea. Los dos han alcanzado los objetivos que se habían propuesto, ganando respectivamente el título en la Copa de España de grupo N y en la de históricos, y han sido de esos pocos ‘valientes’ que han apostado por la montaña en una temporada muy escasa de participantes asiduos en el nacional. Aunque sólo sea por eso ya se merecen el reconocimiento que, en el caso del cordobés, tendrá el añadido de subir al podio final de la categoría 3 en la Gala de Campeones de la RFEdA. Algo que le hacía especial ilusión a bueno de Francisco. Más cómo él, y cómo Albendea, se necesitan en cada prueba, gente a la que le gusta la montaña y que se recorre España de punta a punta para competir en una especialidad que sigue siendo no sé si la gran desconocida o la gran incomprendida del automovilismo español.


El andorrano Isidre Loan se impuso entre los participantes del campeonato francés de históricos.

Para Juan Carlos Albendea el título del grupo H en el Campeonato de España.

El veteranísimo Ramón Rosell completó la corta lista de participantes del nacional.

¡ME EQUIVOQUÉ OTRA VEZ!


Desde hace ya más años de los que me gustaría recordar, cada final de temporada del Campeonato de España de Montaña digo lo mismo: tenemos que haber tocado fondo, esto ya no puede ir peor… ¡y siempre me equivoco! Porque, las cosas cómo son, si bien el nacional del 2017 había empezado con síntomas de mejoría, el balance final del certamen una vez completada su octava y última prueba, el pasado fin de semana en Andorra, ha de ser, por fuerza, negativo. La participación en cada prueba de pilotos que siguiesen con asiduidad el campeonato ha ido cayendo de forma poco menos que imparable una vez disputadas las dos citas iniciales en Andalucía, para culminar en la prueba final con un panorama desolador: la categoría 1 desierta y un paupérrimo total de diez pilotos clasificados entre las otras dos.


Algo que, en todo caso, se veía venir porque, las cosas cómo son, este campeonato del 2017 nacía poco menos que condenado por un calendario absurdo, que acumulaba sus cuatro primeras carreras en apenas un par de meses para, a continuación, disputar dos consecutivas en la isla de Tenerife y cerrarse con dos en los Pirineos, separadas sus sedes por apenas unos kilómetros pero celebradas con más de dos meses de diferencia. Si a ello unimos que de las ocho pruebas puntuables, dos tenían lugar fuera del territorio nacional (Falperra, en Portugal, y Ordino-Arcalís, en Andorra), y cuatro (esas dos más la del Fito y la de Alp) estaban incluidas en competiciones puntuables para otros campeonatos, a los que pertenecían sus respectivos ganadores, relegando a los primeros del Campeonato de España a un segundo plano, el resultado no podía ser otro que el habido. Al final, hay más títulos, entre los tres de campeón de España de las categorías 1, 2 y 3, y los dieciséis de las diferentes Copas de España en liza (¡de los que siete han quedado desiertos!), que participantes reales en el certamen, lo que no hace si no devaluar los éxitos de los pocos que han vuelto a apostar por una especialidad que se merece mucho más.


Pero quiero ser optimista, así que apuesto a que esta vez si que, de verdad, hemos tocado fondo. Al fin y al cabo, este año no podía ser otra cosa que una temporada de transición, habida cuenta del cambio en la directiva de la federación española. Lo que hemos tenido ya venía de atrás, era la famosa ‘herencia recibida’ que dicen los políticos y, cómo tal, se puede aceptar que no haya habido forma de hacer mejor las cosas. Pero ahora toca afrontar la realidad y aportar soluciones, aprender de los errores y evitar que se repitan. En ese sentido, al menos percibo intención de ir en esa línea de buscar un muy necesario cambio en lugar de mantenerse en el inmovilismo de tantos años que nos ha ido llevando cada vez a peor, hasta ese fondo del que no hay forma de escapar, cómo si fuese de arenas movedizas. Por primera vez este año ha habido un patrocinador, Sportech, que ha decidido invertir en la montaña y que, por lo que parece, tiene un plan a largo plazo para la especialidad. Sería una auténtica lástima desperdiciar esta ocasión. Hay que soltar lastre, dejar atrás lo que ya sabemos todos que no funciona y despegarnos de ese viscoso fondo que nos tiene atrapados para empezar a salir a flote. Y, aunque vaya a costar lo suyo, creo que se puede conseguir… ¡Espero acertar por fin!


Fotos: Campeonato de España de Montaña Sportech y Pujada Andorra

CLASIFICACIONES CAMPEONATO DE ESPAÑA

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