Después de la doble visita a la isla de Tenerife, para disputar las subidas de Guía de Isora y Tamaimo, el Campeonato de España de Montaña Sportech 2017 había quedado muy definido en casi todas sus categorías y grupos. Y, lógicamente, ello incidía en la participación de la siguiente prueba del certamen, al subida Alp 2500, que se disputaba a mediados de julio en la localidad gerundense de Alp.
Javi Villa, ya campeón de la categoría 1 y con el nuevo BRC para el grupo E2-SC aun sin terminar, no acudía a la prueba catalana. Tampoco hacían el largo desplazamiento otros dos habituales del inicio de campaña, Vilariño y Fombona, que optaban por competir en la subida de Chantada, en Galicia, mucho más cercana a sus bases de operaciones. Y tampoco acudían los andaluces Alberto García Mateos y Alberto Doménech, que ya se habían asegurado en Canarias los títulos en la Copa de España de los grupos E1 y GTB respectivamente.
Así que de los pocos (más o menos) asiduos este año en el campeonato, faltaban unos cuantos en Alp, a dónde acudían ‘Lolo’ Avilés y Toni Ariete, en la categoría 1, César Rodríguez, Jonathan Álvarez, Garikoitz Flores y Arkaitz Ordoki, en la 2, y José Antonio Aznar, Sergi Pañella, Francisco Jiménez, José Blanco Rosales y Juan Carlos Albendea, en la 3. A ellos se unía, si hablamos de pilotos que hubiesen competido en alguna otra prueba del nacional de este año, el canario Javier Afonso. Animado por sus buenos resultados en las dos citas de Tenerife al volante de su habitual Silver Car, ‘Javito’ se presentaba en Alp al volante de un Speed Car GTR alquilado a ‘Pep Motor’, con el que haría su debut en la península.
Frente al contingente digamos ‘nacional’, la representación local era menos numerosa que en ediciones anteriores, aunque no faltaba la calidad que siempre añaden gente del nivel de Gerard De la Casa, con su afinadísimo SEAT Córdoba WRC, o Luis Aguilera, con otro excelente ejemplar de la marca catalana, un León procedente de los circuitos. A ellos se unían este año otro par de ‘reyes de la selva’, los de Jaume Font y la andorrana Ingrid Rossell, que compartían espacio bajo la carpa de Baporo con el modelo procedente de los rallyes y con uno de los muy especiales BMW que iban a atraer no pocas miradas en la novedosa presencia a modo de exhibición de la categoría Legend: el 528 con el que salía Joan Vinyes, coche campeón de España en el 85 en manos de su padre. Un título que había conseguido en lucha precisamente con otro de los turismos bávaros presentes en Alp para esta muy particular recreación de los viejos tiempos de la montaña, el 325 con el que subiría Xevi Riera para rememorar viejos tiempos. El terceto lo completaba el magnífico M3 E30 de Francesc Gutiérrez, que este año no tomaba parte en la prueba a nivel competitivo… aunque no por ello iba a dejar de subir a ritmo muy de carreras, cómo tendríamos ocasión de comprobar.
La reunión de los tres coches y sus pilotos en la primera curva del trazado, al inicio de la jornada del sábado, para una sesión de fotos y vídeo, marcaba el arranque de un caluroso fin de semana celebrado con un esquema de cuatro mangas el sábado (dos de entrenos y dos oficiales), y dos el domingo (una más de entreno y la última de carrera). Tampoco era el habitual en las otras pruebas del campeonato de España el orden de salida, ya que los participantes del nacional salían antes que los del regional. Una medida acertada, en mi opinión, ya que prácticamente garantiza la participación en todas las mangas de los competidores en el Campeonato de España aun en el caso de retrasos por incidentes que produzcan parones y acaben pudiendo evitar que se complete alguna de ellas por falta de tiempo.
Con los participantes del campeonato de Cataluña se mezclaban también los venidos de Francia para tomar parte en la prueba del Trofeo de los Pirineos, que también eran menos numerosos respecto al año pasado. La única excepción era el Dimitri Pereira, que salía con el número 3 en su barqueta Norma, incluido no sé muy bien por qué entre los participantes de la categoría 1 del Campeonato de España, para la que, finalmente, ni puntuaba ni bloqueaba puntos.
Ahora que está tan de moda eso de lo ‘plurinacional’ no deja de ser curioso que el vencedor en la prueba del Campeonato de España de Montaña disputada en Cataluña fuese un piloto francés, de nombre ruso y apellido portugués. ¡Toda esa amalgama de nacionalidades produjo el triunfo de Dimitri Pereira en la cita gerundense del certamen español!
Al volante de su barqueta Norma con motor Honda de dos litros, el galo debía ser el claro favorito al triunfo absoluto, aunque sus registros del año anterior, por detrás de varios CM del Campeonato de España, dejaban en el aire la duda si esta vez podría con ellos. Pero con un año más de experiencia al volante de la potente CM, Pereira, actual Campeón de la Copa de Francia de montaña, se mostraba mucho más rápido esta vez y lideraba desde la primera manga de entrenos. Sus cronos de 3:05 y 3:04 en las dos subidas de práctica del sábado todavía podían estar al alcance del binomio más rápido entre los competidores del Campeonato de España presentes en Alp, el formado ‘Lolo’ Avilés y su BRC B49 con propulsor ‘Kawasaki 1400’… pero el 3:02 de la primera oficial, ya por debajo del record de los CM logrado por Javi Villa el año pasado, y el aun mejor 3:01 de la segunda, dejaban claro que no iba a haber opción alguna para el malagueño.
Además, el francés estaba convencido de poder bajar aun más, cómo nos comentaba el sábado cuando charlábamos con él instantes antes de tomar la salida en la manga que cerraba la jornada, y se ponía como objetivo romper la barrera de los tres minutos. Una meta que alcanzaba en la subida oficial del domingo, cuando refrendaba su victoria con un magnífico registro de 2:58.991, que le dejaba a poco más de un segundo del record del trazado, establecido por Andrés Vilariño en la edición del 2015 al volante de la más potente Norma de motor tres litros.
Finalmente, tal y cómo hemos comentado unas líneas más arriba, aun apareciendo inscrito en el campeonato de España, el francés ni sumaba ni bloqueaba puntos para la categoría 1 del nacional, así que el vencedor de la misma a efectos de nuestro certamen era ‘Lolo’ Avilés. El ya bicampeón Junior iba también mejorando cronos en cada subida oficial para cerrar su actuación con el 3:03.212 conseguido el domingo. Un registro que supone un nuevo record para los CM+… aunque se quedaba todavía a poco más de tres décimas del 3:02.864 logrado por Villa el año pasado con la versión ‘CM-promoción’ del B49 de Bango Racing Cars, equipada con motor de 1000cc y sin cambio de levas en el volante.
De los tres títulos de Campeón de España de Montaña en juego esta temporada, el único que se decidirá en la última prueba del año será el de la categoría 2. Y se lo jugarán dos pilotos que se merecen conseguirlo por su dedicación al certamen y, especialmente, por su espíritu de lucha y la forma tan sana que tienen de afrontar las carreras: Jonathan Álvarez y César Rodríguez.
El asturiano llegaba a Alp con la ventaja que le daban sus dos victorias en la doble visita del campeonato a las Islas Canarias y siendo muy consciente de que ya dependía de si mismo y le bastaba con sumar un segundo y un tercer puesto en las dos pruebas pirenaicas para llevarse el título, aunque en ambas se impusiese el gallego. Y por si César lo tenía difícil, la rotura del motor de su Silver en unos tests realizados la semana anterior a Alp se lo ponía aun más complicado. Los días previos a la subida catalana se convertían en todo un calvario para el de Cortegada, que lograba un motor de recambio, con el que también tenía problemas, solucionados a última hora y sin dejarle apenas tiempo para reconocer el terreno.
Aun así, César tomaba la delantera en la primera oficial del sábado, seguido por Jonathan a apenas medio segundo. Un margen que el astur-marbellí engujaba en la siguiente manga de carrera, cuando se imponía por algo más de un segundo y tomaba la delantera en el cómputo total. De todas formas, las diferencias eran mínimas, y dado que al día siguiente la tercera oficial se iba a disputar a media mañana, cuando el intenso calor sobre Alp debería ser algo menor, lo más probables es que uno de los dos cronos del sábado no sirviese para nada y el mejor del fin de semana se lograse el domingo.
Y, en efecto, así era. El que lo conseguía era César, que apuraba al máximo cada trazada del rápido trazado de Alp con su Silver naranja, dispuesto a lograr la victoria y mantenerse en la pelea hasta el final. El gallego rebajaba su mejor marca de la víspera en más de dos segundos y medio, rodando incluso por debajo de su crono del año pasado con el CM+, mientras que el asturiano cometía un error con su BRC amarillo y registraba su peor tiempo del fin de semana. El liderato de la carrera volvía a cambiar de manos y la victoria era para el gallego, que mantiene así sus aspiraciones al título. De hecho, con su tercer triunfo del año, César recupera la primera plaza en puntos totales, pero en puntos netos, descontando un resultado, es Jonathan el que llegará a Andorra por delante y allí le bastará con acabar segundo para proclamarse campeón de la categoría 2.
En todo caso, gane quien gane de los dos, ambos se lo habrán merecido, y ver su sincero abrazo nada más bajarse del coche al término de la última oficial de Alp era toda una demostración de que se puede competir con deportividad. Ser rivales en la carretera y amigos fuera de ella en la más pura esencia de ese buen ambiente entre sus competidores que sigue siendo una de las características que más apreciamos de las pruebas de montaña.
Con un solo punto separándole de la consecución matemática del título después de sus dos victorias en Tenerife, estaba claro que, salvo catástrofe que nadie le deseaba, José Antonio Aznar se iba a proclamar campeón de la categoría 3 en Alp. Pero el piloto almeriense no se iba a conformar con acabar decimoquinto, el resultado necesario para asegurarle el campeonato si ganaba Sergi Pañella (lo cual era más que complicado, además, dado el nivel de los demás rivales). José Antonio quería celebrar su segundo campeonato de España de carrozados desde lo más alto del podio.
Una celebración que casi se le chafaba en la primera oficial del sábado, cuando un error al ajustar el ABS en la compleja ‘botonera’ estilo avión de combate del Ginetta G55 le causaba un buen susto. El sistema antibloqueo de frenos quedaba tarado en la posición opuesta a la que el piloto suele llevarlo y cuando llegaba a la primera frenada fuerte el pedal apenas respondía. El andaluz salvaba el golpe por muy poco y seguía cómo podía hasta meta, cediendo casi cuatro segundos respecto a Gerard De la Casa, que rodaba ya en un notable 3:17 con su Córdoba WRC en la primera oficial.
Recuperado del susto, Aznar ya empezaba a poner las cosas en su sitio en la segunda manga de carrera del sábado, en la que era el más rápido con un 3:15, aun lejano de sus posibilidades con el potente GT3 británico pero que ya le permitía batir en algo más de un segundo al andorrano del SEAT. De todas formas, en la suma de las dos mangas, Gerard seguía por delante y todo quedaba por decidir en la subida oficial del domingo. Y ahí si que ya no había más sorpresas. El almeriense se ponía totalmente fuera del alcance de su rival con un 3:13.5 que le llevaba definitivamente a ese lugar en lo más alto del podio desde el que quería celebrar la consecución del título.
La segunda posición era para De la Casa, pese a no poder reeditar su ‘16’ de la segunda oficial del sábado. Y el podio lo completaba Luis Aguilera, que repetía el podio entre los carrozados del nacional ya logrado el pasado año en esta prueba. Y lo hacía, además, con un crono prácticamente calcado al volante de su SEAT León, con el que batía al modelo más moderno de Jaume Font, cuarto en el cómputo total. Quinto se clasificaba Sergi Pañella, sumando unos puntos que le dejan a un paso de asegurarse el subcampeonato de España de la categoría 3 con su EVO X.
En sexta posición concluía Ingrid Rosell, habitual en las pruebas sobre hielo y que demostraba también su rapidez sobre el asfalto al volante de otro SEAT León procedente de los circuitos. A continuación de la joven andorrana terminaba Francisco Jiménez, que daba un paso poco menos que decisivo para la consecución del título del grupo N, después de batir en las dos mangas del sábado a su rival en el certamen, José Blanco Rosales, que el domingo ya no era de la partida. El de Mijas apenas tiene ya opciones matemáticas para revalidad su triunfo del año pasado, ya que deberá ganar en Andorra y esperar que Jiménez no puntúe para poder remontar la diferencia que lleva el cordobés.
Cómo en históricos Albendea también se aseguraba el título con su triunfo en Alp, los de la Copa de España del grupo N y el Campeonato de España de la categoría 2 serán los únicos que se decidan de forma definitiva en la cita final del campeonato, prevista para el 30 de octubre y el 1 de noviembre en la subida de Ordino-Arcalís, en Andorra. Una prueba situada a apenas unos kilómetros de la de Alp pero separada más de dos meses en el tiempo lo que hace inviable que los equipos interesados en tomar parte en ella puedan dejar los coches en la zona para ahorrarse la repetición del largo desplazamiento, en uno más de los despropósitos de este calendario que nos ha tocado sufrir este año en el Campeonato de España de Montaña y que, en buena parte, ha sido el causante del pobre seguimiento del certamen a lo largo de la temporada. Tema a revisar, sin duda, para el año que viene.
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