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13-14|06|2014 RALLYE DE ORENSE  
 Cto.España Rallyes Asfalto, 4ª prueba
Fuster, copilotado por Rozada, logró su sexta victoria en Orense y la primera del Fiesta R5
Dos trompos por la mañana pusieron el rallye muy cuesta arriba para los Vallejo, que acabaron segundos pero pasan a liderar el nacional
Los hermanos Burgo van poco a poco cogiendo ritmo con el Porsche y en Orense sumaron su primer podio con el GT
Segundo abandono consecutivo para Surhayén Pernía y David Vázquez que se descuelgan de la lucha por el título
Vinyes-Mercader volvieron a dominar en dos ruedas motrices y terminaron a un paso del podio absoluto con el Swift S1600
Quinta plaza para 'Rantur'-Vallejo en el primer rallye del orensano con el Porsche
Antxústegui-Iglesias acabaron sextos de la general y segundos en dos ruedas motrices
Otro doble triunfo en el grupo N y la EVO CUP para Carchat-Ribeiro
José Luis Peláez, copilotado esta vez por Rodrigo Sanjuán, acabó octavo scratch y subió al podio de la división II
Vallín-Odriozola sufrieron su primer abandono del año cuando lideraban con claridad el grupo R2 a falta de sólo dos tramos
Apretada victoria en el grupo R2 para los locales Iago Silva-Diego Grande, novenos de la general con su Citroen C2
Ángel Paniceres y Salvador Belzunces empataron a tiempo con los ganadores del grupo R2, terminando segundos de la categoría y décimos scratch
Un pinchazo dejó fuera de combate a Jonathan Pérez y Francisco Javier Alvarez en su primer rallye del nacional 2014
Los hermanos Pais estaban haciendo un buen rallye con el Megane hasta que se salieron en el tc6, cuando eran segundos del grupo N y novenos de la general
Tampoco tuvieron fortuna Edgar Vigo-Fátima Ameneiro, retirados en el penúltimo enlace a causa de un pinchazo que acabó dañando la mecánica de su EVO
Victoria en Nacional 2 y puesto once de la general para José Alonso Liste y Javier Prieto
Fran Cima y Alex Noriega sufrieron para terminar pero lo lograron, en el puesto doce de la general
Adrián Díaz y Sara Fernández se impusieron con claridad en la Copa Suzuki
Segunda posición en la Swift para los locales David Cortés-Rubén Soto
El podio de la Copa Suzuki lo completó otro equipo gallego, el formado por Fernando Rico y Andrea Lamas
Quinta plaza en la Copa Swift para José Pazó y Mauro Barreiro
Pablo Pazó, copilotado por Alejandro López, tuvo un rallye complicado pero logró acabar sexto de la Swift y conserva el liderato en la general de la copa
Félix Macias y Mónica Alvarez eran décimos de la general cuando tuvieron que abandonar en la séptima especial
Alberto Monarri, copilotado en esta ocasión por Roberto Arias, volvió a llevar a la meta el Dacia Sandero

El frenético ritmo de esta primera mitad de temporada nos llevaba de nuevo a emprender camino de Galicia el pasado viernes 13, fecha ‘popular’ entre los amantes del cine de terror más ‘gore’ en la que arrancaba la cuarta cita del Campeonato de España de Rallyes de Asfalto del 2014, el oficialmente denominado ‘47º Rallye Ourense – Ourense Termal’ que, permítanme sus organizadores, para nosotros siempre será ‘el Orense’, así como nuestro ‘Príncipe de Asturias – Ciudad de Oviedo’ es ‘el Príncipe’ (¡o era! que a saber como se tendrá que llamar ahora con eso de la abdicación y la Princesa que sucederá en el escalafón a la figura que lleva dando nombre al rallye tantos años) o, si hablamos de otros idiomas, el ‘ADAC Deustchland Rally’ es ‘el rallye de Alemania’ y el ‘Neste Oil Finland Rally’ es el de Finlandia (¡o el 1000 lagos si nos ponemos nostálgicos!) sin que por ello esté uno despreciando sus lenguas vernáculas cuando los nombra usando la propia.

Y camino de Orense partíamos a media mañana del viernes, con cambio de última hora en nuestra ‘alineación titular’ debido a la baja de nuestro cámara habitual de TVMotor, Jose, recuperándose de una inocua pero molesta intervención quirúrgica que lo dejaba fuera de combate por unos días, ocupando Gelu 'Astur al Corte' su puesto junto a Corsino como encargados de grabar las imágenes con las que está elaborado el vídeo resumen que podéis ver al final de estas líneas. Un resumen que, una vez más, os recomiendo ver para tener una idea general del desarrollo del rallye (los que no la tengáis ya, claro), de modo que luego podáis afrontar este texto más como un complemento a la información recogida en el vídeo que como una crónica en la que se explique tramo a tramo lo que ocurrió en la prueba ya que, una vez más, voy a optar por dividirlo en varios apartados, centrados más en reflexiones y/o opiniones personales que del típico relato cronológico sobre como fue el rallye.

¡QUÉ CALOR!

Aguanto fatal el calor, soy de los que en un día de verano anda buscando la sombra y, de hecho, no piso la playa desde hace lustros pese a vivir en una ciudad costera que tiene dos y que está rodeada de otro buen número de ellas. Y es que el hecho de estar tumbado en una toalla, con el sol tostándome es, en mi caso, lo más parecido a una tortura que os podáis imaginar. Así que, cada año, la perspectiva de acudir a Orense en pleno junio, sabiendo que, en esa zona y en esta época de finales de la primavera, allí ya hace mucho más calor del que nunca llegará a Gijón en pleno verano, se me hace siempre especialmente cuesta arriba.

Y, efectivamente, hacia calor, mucho calor, cuando a eso de la una del mediodía llegábamos al recinto ferial orensano, sede un año más de la zona de asistencia y las oficinas del rallye. El sol apretaba de firme, especialmente en la explanada situada en alto y al aire libre donde se ubicaba la amplia expedición de RMC, bajo cuyas carpas estaban alineados dos de los favoritos del rallye, el Fiesta R5 de Fuster y el EVO X R4 de Pernía, así como dos de las novedades que aportaba la no muy numerosa inscripción del rallye, los Porsches con los que iban a competir el local Jorge González ‘Rantur’, que había tenido su primer contacto con el GT en el rallysprint de Fabero, y el asturiano Jonathan Pérez, que lo había pilotado en otro rallysprint, el de Nava, luciendo ya la decoración de inspiración ‘Martini Racing’ que hicimos hace unos meses para el Silver de ‘Mael’ Peón y que, desde entonces, han adoptado los diferentes vehículos de Ricardo Villa y el propio ‘Yoni’.

La otra novedad de la lista era el Megane N4 de ‘Puskas Racing’ usado el año pasado por Carchat y con el que Alex Pais tenía previsto haber salido en el Rías, haciéndolo finalmente en Orense. El Renault estaba, al igual que el resto de participantes, bajo la protectora sombra del pabellón central, donde la temperatura, con ser alta, era más soportable y en cuyo amplio espacio cabían de sobra los apenas cuarenta coches más que completaban una lista que no llegaba a los cincuenta participantes. Entre ellos no faltaban los otros aspirantes a las plazas de honor, los dos Porsche ‘2010’ de Sergio Vallejo y Pedro Burgo, ni el resto de ‘pocos’ habituales del certamen este año, como los Suzuki S1600 oficiales, el EVO X de Carchat, el Citroen DS3 R3T de Peláez y el Opel Adam R2 de Vallín, luciendo orgulloso el número 1 en sus puertas.

Pero si hacía calor en ‘Expourense’ más aun, si cabe, era el que se ‘sufría’ en el centro comercial donde, al igual que el año pasado, se llevaban a cabo las verificaciones y al que acudíamos tras un rápido almuerzo en la carpa de RMC (auténtico horno con su lona negra atrayendo los rayos solares como un gigantesco imán). Sólo a base de las latas de refrescos amablemente ofrecidas por un par de promotoras de dos conocidas marcas de bebidas isotónicas y energéticas se hacía algo más llevadero el siempre algo largo y tedioso proceso de asistir a unas verificaciones… y eso que sólo veíamos las del último grupo de participantes, los de la parte ‘noble’ de la lista de inscritos.

Sudando ya la ‘gota gorda’ nos dirigíamos a continuación al Polígono de San Ciprián, tradicional sede desde hace ya varias temporadas del primer tramo del rallye. Un corto tramo espectáculo que de espectacular tiene poco, más que nada porque los coches de rallye se llevan mal con recorridos de asfalto planos y anchos… y más aun si hay amenazadores bordillos aquí y allá contra las que te puedes dejar todas tus opciones por querer ser más agresivo de la cuenta en la típica especial de esas en las que ‘hay todo que perder y nada o casi nada que ganar’.

Aunque el tramo arrancaba a las ocho y media de la tarde, el sol seguía apretando de firme, lo que unido al mucho calor ya aguantado durante el resto de la jornada hacía que terminásemos el día casi tan derrotados como la selección española, a la que mientras salíamos del polígono, tras acabar la corta ‘superespecial’, empezaba ya a vapulear Holanda. Un vapuleo cuya culminación seguíamos apenas unos minutos después desde la terraza del Hostal Cid, por segundo año consecutivo nuestra base de operaciones en el rallye orensano y en el que, junto a nuestros habituales ‘guías’ en los rallyes gallegos, Chapi, Nacho y compañía, disfrutábamos de una cena abundante y barata, nos refrescábamos con unas cervezas y hacíamos planes para la jornada del sábado. Una jornada que, por mi parte, iba a estar centrada en mi ya habitual trabajo en la asistencia, repartido entre encargarme del Twitter de los clientes, grabar imágenes ‘de recurso’ para los vídeo reportajes y andar de aquí para allá pulsando la opinión de unos y otros. Una tarea que a veces acaba resultando pesada y hasta algo monótona, pero que en esta ocasión me parecía casi atractiva ante la perspectiva de pasarme el día a pleno sol en los, por otra parte, preciosos tramos orensanos a los que, de entrada, tenía previsto acudir, pero de lo que desistía en vista del tremendo calor soportado durante la jornada del viernes.

Así que, una vez más, nada puedo contaros de lo visto en directo en los tramos, más allá del irrelevante ‘semirubano’ del viernes. Será porque me hago mayor (¡eso seguro!) o porque los alicientes son cada vez más escasos (¡diría que eso también!) o porque mi trabajo es cada vez más ‘de oficina’ (¡esclavitudes del Twitter y demás ‘inventos’!) pero cada vez veo menos ‘acción’ en los rallyes del nacional... lo que no hace precisamente fácil ponerse luego a escribir estos reportajes. Pero como me niego a dejar de hacerlos pues allá vamos, a por otro en el que van a primar más las sensaciones indirectas que las directas, la intuición que lo visto en directo, los datos que lo percibido por los sentidos… lo cual, dicho sea de paso (y no es una excusa) a veces no deja de ser también lo que se hace cuando se ven tres o cuatro curvas de los cientos de ellas que tiene un rallye, extrapolando conclusiones a través de lo (poco) que se puede apreciar en ellas. Una conclusiones que no dejan de basarse, más o menos, en lo mismo que voy a basar esta vez las mías sobre ‘el Orense’ del 2014.
 
¿EL HOMBRE O LA MÁQUINA?

Es la eterna cuestión en los deportes del motor ¿qué influye más, la mecánica o el piloto? Una pregunta cuya respuesta es, por lo general, bastante obvia, por mucho que no acabe de gustarnos del todo admitirlo: la máquina tiene casi siempre más influencia que el hombre en el resultado final. Sin embargo, aun con esta premisa en mente, también es cierto que hay ocasiones en las que ‘la mano del hombre’ (o ‘las manos’ si hablamos en argot de carreras) también tienen ocasión de ‘decir la suya’. Y, ya puestos, no sólo ‘las manos’ sino, tanto o más, ‘la cabeza’. Porque en muchas ocasiones el factor mental es tan o más clave que el físico, y además de pilotar bien hay que ser capaz de afrontar las situaciones de un modo que te permita sacar el máximo partido del material a tu disposición, optimizando su rendimiento y evitando los errores. Y si todo esto se consigue puede ocurrir que se acabe logrando vencer aun con un medio mecánico en teoría inferior. Es entonces cuando el hombre acaba prevaleciendo sobre la máquina, algo que, me da la sensación, fue lo que ocurrió en esta calurosa 47ª edición del rallye orensano.

De entrada, la cuarta cita del nacional se presentaba como una especie de calco de las dos anteriores, las del Sierra Morena y el Rías. En ambas ocasiones Vallejo partía como favorito con el Porsche ‘cosecha 2010’… pero el terreno más favorable para las prestaciones y características de su montura se encontraba principalmente en la segunda mitad de la prueba por lo que sus rivales, Fuster y el Fiesta R5 en Córdoba, Meira y el EVO X R4 en Vigo, tenían que tratar de cobrar la máxima ventaja posible en la primera para, después, intentar resistir la poco menos que inevitable remontada del GT en la segunda. Un guión que era aun más obvio en Orense, con los rotos y estrechos tramos de ‘Os Peares’ y ‘A Peroxa’ siendo el terreno donde, en la mañana del sábado, Fuster (y Pernía, el otro único aspirante real a la victoria) tenían que ‘echar el resto’ para tratar de distanciar a Vallejo antes de que el gallego lanzase su ataque, por la tarde, en San Pedro de Rocas y Luintra, siendo Toen, cuyas dos pasadas se disputaban una como cierre de la primera mitad y otra como arranque de la segunda, algo así como terreno ‘casi neutral’, con zonas reasfaltadas más del gusto del Porsche pero de estrechez no tan adecuada para el ancho GT procedente de los circuitos.

De los dos aspirantes a ‘dar la sorpresa’ y romper el ‘monopolio Porsche’ en lo que llevábamos de campeonato (tres victorias en los tres rallyes disputados antes del Orense), uno de ellos, Pernía, quedaba pronto fuera de toda opción. Después de ser el primer líder del rallye, aunque fuese ganando por una décima de segundo el poco menos que testimonial tramo del viernes, una combinación de fallos del coche (problema de frenos en el primer tramo del sábado), del piloto (toque en el tercero) y del equipo (error al calcular el combustible a utilizar o al repostar en el ‘refuelling’) hacían que el joven piloto cántabro estuviese ya muy lejos de poder optar al triunfo cuando su EVO X se quedaba tirado en el primer paso por Toen, obligándole a sumar su segundo cero consecutivo de la temporada.

En cambio, el otro piloto ‘no Porsche’ que podía intentar ganar, Fuster con el Ford Fiesta R5, cumplía más que a la perfección su papel con una impecable serie de scratchs, cinco de cinco, en la mañana del sábado que le permitía llegar a la asistencia del mediodía como líder. Y si esto podía entrar dentro de lo previsible, dada las características de los tramos matinales, de piso muy roto, virados, estrechos, los típicos tramos gallegos de hace unos cuantos años… lo que ya no era tan esperable era que su margen se acercase a los cincuenta segundos. Una diferencia importante en la que había tanto o más mérito por parte del levantino, motivadísimo y muy decidido a aprovechar en lo posible ‘su terreno’, como, sobre todo, demérito de su rival, que cometía eso que en el tenis se llaman ‘errores no forzados’ (que, en realidad, casi siempre están forzados por la presión del contrario) en forma de un par de trompos en los que se dejaba un buen puñado de segundos. En el primero, en una zona muy estrecha de ‘A Peroxa’, Vallejo tenía que recorrer incluso un buen montón de metros ‘marcha atrás’ hasta encontrar un hueco donde poder dar la vuelta, tocando aun así la trasera del Porsche, con la fortuna de que el único daño fuese un poco de fibra de la defensa y uno de los terminales de escape algo doblado. En el segundo, en la popular zona de la rotonda y el cruce de Toen, sólo una frenada ‘de emergencia’ le permitía salvar una situación más que comprometida cuando llegada con una velocidad a todas luces excesiva a las inmediaciones del ángulo de derechas, sobre cuya escapatoria interior acababa trazando un llamativo ‘cero’ para poder seguir adelante perdiendo lo menos posible.

De todas formas, cuando a la entrada del reagrupamiento del mediodía le preguntábamos a Fuster sobre sus posibilidades de resistir en cabeza hasta el final del rallye, se mostraba pesimista aunque nos adelantaba que iba a dar el máximo (‘el 110%’ para ser exactos) en el primer paso por San Pedro de Rocas y Luintra… ‘¡y luego ya veremos!’. Y es que, efectivamente, en esos dos tramos, de medías superiores a los noventa kilómetros por hora, era donde Vallejo y su Porsche iban a encontrar el terreno favorable que no habían tenido por la mañana. La clave iba a estar especialmente en los casi 30 kilómetros del largo ‘San Pedro’ en el que, en efecto, Sergio lograba el scratch con un excelente 18:00.9, bajando en más de una decena de segundos su mejor crono de siempre con un GT en ese tramo… aunque lejos del record de 17:45 que ostenta en el mismo Fuster desde el 2011, también al volante de un Porsche (el, digan lo que digan, algo, o bastante, menos competitivo modelo del 2007 en ambos casos). El levantino daba, en efecto, el 110% y ‘sólo’ cedía una docena de segundos, apenas medio por kilómetro, lo que, unidos a los siete y medio que le habían caído en el paso previo por Toen, le mantenía en cabeza aun con algo menos de medio minuto de margen… que se reducía en apenas dos en el siguiente, Luintra1, lo que dejaba la distancia en 25.7 todavía a favor del piloto del Fiesta R5 cuando ya ‘sólo’ restaba el bucle final, con los segundos pasos por San Pedro y Luintra seguidos de la corta superespecial que cerraba el recorrido.

Llegados a ese punto era momento de preguntarle al otro ‘duelista’ y, al igual que antes Fuster se había mostrado pesimista en cuanto a sus opciones de aguantar ahora se mostraba del mismo modo Vallejo respecto a las suyas de culminar la remontada. ‘Voy así’, nos decía, acompañando sus palabras con el típico gesto para estos casos de poner el pulgar bajo el mentón. Y, a su lado, uno de los miembros de su equipo le apuntaba que, además, ser segundo igual no estaba tan mal, pensando en el campeonato, ya que le pondría de líder de la general. En todo caso, por su expresión ante este último comentario, me quedaba claro que el de Meira lo iba a intentar en el segundo paso por ‘San Pedro’. ¡Y a fe que lo hacía! Su crono era un soberbio 17:47.9… al que Fuster replicaba con un tan o más fantástico, dadas las diferentes características de ambos coches, 17:59.8, ‘sólo’ 11.9 segundos peor lo que le permitía encarar las dos últimas especiales aun con 15.6 segundos de ventaja.

Era entonces cuando, definitivamente, el factor mental se imponía y Vallejo ‘tiraba la toalla’, pensaba en los puntos y levantaba ostensiblemente el pie en Luintra2, donde Fuster seguía en modo ‘maximum attack’, marcando el scratch y elevando su diferencia a casi 25 segundos. La suerte estaba echada, el corto tramo final iba a ser el trámite que suelen y deben ser estas especiales y la victoria se quedaba finalmente en poder del piloto que no había fallado, que más había aguantado la presión, que mejor había optimizado sus recursos y las prestaciones de su coche en función del terreno. Un triunfo, en suma, del hombre frente a la máquina, en el sentido de que, finalmente, habían sido más decisivos los aciertos y fallos de los pilotos que la mayor o menor potencia o capacidad de tracción de sus coches.

De todas formas, que nadie se engañe, de no haber errado Vallejo (‘errare humanum est’ nadie está libre de ello) lo más probable es que siguiésemos hablando de dominio total de los Porsche y de su tercera victoria consecutiva. Por eso, incluso para el en esta ocasión derrotado (dulce derrota si llega acompañada del liderato en la general del certamen como es el caso) es hasta una buena noticia no haber vencido… que ya se sabe lo que pasa cuando siempre gana el mismo, el interés decae y las victorias, por repetidas, parece que tienen menos valor. En todo caso, bienvenido sea el emocionante desenlace de este Orense 2014, aunque sólo sea por aquello de que, por una vez, la máquina no ha sido tan decisiva. Algo que pasa en pocas ocasiones y que, por ello, resulta más satisfactorio para el espectador (hinchas aparte, claro) cuando ocurre.

A LA SOMBRA DE LOS LÍDERES

Aunque la sombra fuese, junto al agua, uno de los bienes más preciados en el rallye orensano, la que, una vez más, ejercieron los primeros espadas del campeonato sobre el resto de participantes no es tan agradecida como la que permite protegerse del sol en jornadas de tanto calor. Se trata de una sombra tan lógica como, en cierto modo, injusta, ya que, quien más quien menos, la mayoría nos fijamos más en la lucha por la victoria absoluta que en las diferentes peleas por el resto de (numerosas) clasificaciones, copas y trofeos en juego en cada rallye del nacional. Por eso no quiero terminar este reportaje sin centrarme un poco en algunas de esas ‘otras guerras’ que también hubo en Orense, con sus vencedores y vencidos, peleadas con tanto o más esfuerzo y tesón que la ya descrita de los dos ‘duelistas’ por el galardón más preciado.

De todas ellas vamos a empezar por una pelea tan interesante como desigual, la que enfrentó al Porsche de Burgo con el Suzuki de Vinyes. El premio en este caso era ocupar el tercer peldaño del podio absoluto, acompañando en el mismo a los dos equipos que acapararon todo el protagonismo del rallye. Un premio que fue, como era esperar, para los hermanos Burgo, ya que de los dos aspirantes a esa plaza dejada libre por el abandono de Pernía, eran los que contaban con la mecánica más competitiva, el potente GT, además en su ya más que famosa ‘versión 2010’. Pero, aunque finalmente se cumpliese la lógica y el piloto lucense acabase tercero, la verdad es que no lo tuvo precisamente fácil, lo cual no hace sino engrandecer aun más la prestación de su rival andorrano, autor de nuevo de cronos sensacionales con el Súper 1600 japonés. Un coche que tiene más que por la mano después de ni recuerdo ya cuantas temporadas sacándoles todo el jugo y con el que, tras haber ‘pisado podio’ en Vigo, estuvo cerca de volver a lograr ese resultado poco menos que imposible en Orense.

De hecho, Vinyes estuvo por delante de Burgo durante prácticamente medio rallye, aprovechando al máximo los complicados ‘Os Peares’ y ‘A Peroxa’ para abrir un hueco de casi medio minuto que, aun sabiendo que iba a ser insuficiente, defendió con uñas y dientes en los rápidos tramos de la tarde. En ellos, la lógica se impuso y Burgo, cogiendo cada vez más confianza con el nuevo Porsche, rebajó su desventaja a algo menos de veinte segundos después de los dos pasos por Toen y enjugó el resto de diferencia en el primero por San Pedro de Rocas, situándose ya tercero, 9.1 segundos por delante de su aguerrido rival. Pero como Vinyes no es de los que se dan por vencido fácilmente, la distancia se redujo a casi nada en la siguiente especial, Luintra, en la que Joan batió a Pedro por 6 segundos. Evidentemente, salvo fallo de Burgo o problema en su Porsche, el segundo paso por San Pedro iba a dejar la lucha definitivamente resuelta, pero la ‘tozudez’ del piloto de Suzuki hacía que incluso en el terreno más desfavorable para su montura el margen creciese mucho menos en la segunda pasada, en la que sólo cedía diez ante el potente Porsche, mejorando su crono previo en seis segundos mientras su rival (imagino que ‘usando ya la calculadora’) lo empeoraba en once. La perseverancia de Vinyes (llamémosla también cabezonería, orgullo de campeón, raza o mil cosas más, todas ellas en sentido positivo, claro está) volvía a quedar de manifiesto cuando, otra vez, volvía a restarle tiempo al piloto del Porsche en ‘Luintra2’, casi seis segundos en esta ocasión, dejando en sólo siete y medio la ventaja de Burgo cuando se encaraba el corto tramo espectáculo final. En sus apenas dos kilómetros estaba claro que rebajarlos iba a ser imposible… pero no por ello cedía Vinyes en su encomiable empeño, recortando uno más para acabar finalmente a sólo seis y medio como perdedor de una pelea en la que el simple hecho de haber sido capaz de estar ya era toda una victoria. Una pelea que, de paso, le llevaba a ganar con claridad al otro Porsche en la meta, el ‘2007’ de ‘Rantur’, a quien le costaba cogerle el ritmo al GT en unos tramos en los que el orensano siempre ha brillado pero en los que, en esta ocasión, su prestación era tal vez algo más gris de lo que se podía esperar… sobre todo viendo por delante suyo en la tabla un Swift S1600. En todo caso, más que buscar deméritos en la actuación de ‘Rantur’, diría que hay que aplaudir especialmente la de Vinyes, metido todo el día en una guerra que no era la suya (esa es la de ‘dos ruedas motrices’/’división II’ y ahí, una vez más, ganó con absoluta rotundidad, nuevamente secundado, a distancia, por su compañero Antxústegui) y dejando en el aire esa pregunta que nos llevamos haciendo hace tiempo, cada que lo vemos en el límite y más allá con el pequeño Suzuki… ¿de que sería capaz Joan, un piloto con experiencia en pilotar ‘traseras’ en circuitos y montaña, al volante de uno de esos Porsche como el que, finalmente, le dejó fuera del podio? Pregunta que, me temo, se quedará sin respuesta.

La siguiente pelea también tuvo como protagonista a un andorrano, otro de esos ‘finlandeses de la península’ que son, desde mi punto de vista, los pilotos venidos del Principado pirenaico, con esa capacidad, nacida muy probablemente de vivir en una zona donde el piso es resbaladizo durante muchos meses al año, de ir deprisa y, a la vez, dar espectáculo… dos cualidades que cada vez es más difícil encontrar juntas. Me refiero, naturalmente, a Joan Carchat, cuya lucha fue en este rallye no contra ningún rival en particular sino, sobre todo, contra si mismo… o, más concretamente, contra los efectos de una costilla ‘tocada’, lesión que, si ya duele sólo con respirar, no quiero ni imaginarme lo que debe de incordiar (por decirlo suave) cuando vas subido en un coche de carreras tratando de ir lo más rápido posible por unas carreteras llenas de baches que sacuden todo tu cuerpo como si estuviese metido en una batidora. A base de pundonor, un fuerte vendaje y dosis constantes de ‘Reflex’, Carchat fue superando tramo a tramo la dura prueba del rallye orensano, logrando además estar más o menos en el lugar ya habitual este año para su EVO X con los colores del Banco Madrid: el primero del grupo N y no muy lejos de volver a estar en el ‘top5’ de la general. Al final, pinchazo incluido en el segundo paso por Toen, Joan acabó séptimo scratch llevándose, de paso, su segunda victoria consecutiva en la EVO CUP, certamen del que, además, es el nuevo líder. Un premio extra realmente merecido, aunque sólo fuera por el sufrimiento de aguantar el dolor durante todo el rallye. Un dolor que, unido al intenso calor vivido en Orense, le hacía bajarse del coche en cada reagrupamiento con gesto totalmente desencajado mientras se llevaba la mano a la zona dolorida, en pose digna de cierto famoso emperador francés. Un dolor que da más mérito a su rallye y añade otro buen resultado a la notable temporada que Carchat está llevando a cabo con el EVO X grupo N FIA, demostrando una vez más eso en lo que no me canso de insistir: tal y como está el campeonato se pueden hacer puestos muy buenos con un coche de estas características, ni tan ‘gordo’ ni tan caro como los punteros pero más fiable y que, bien llevado, aun puede tener mucho que decir… además de ofrecer una relación precio/prestaciones/diversión poco menos que imbatible ahora mismo.

Algo, esto último, que están comprobando la que es probablemente la pareja más entusiasta, simpática y agradable al trato que se puede uno encontrar ahora mismo en el, a veces, demasiado enrarecido ambiente del nacional de asfalto, la que forman Edgar Vigo y Fátima Ameneiro. Su permanente sonrisa cada vez que uno se acerca a ellos es todo un bálsamo en un certamen en el que, demasiadas veces, falta alegría y sobra crispación. Por eso me resultó especialmente doloroso que se tuviesen que retirar tan cerca del final de este durísimo Orense, cuando un pinchazo cerca de la meta del último paso por Luintra acabó dañando la mecánica de su EVO, obligándoles a parar definitivamente en el enlace final camino del tramo espectáculo. Una auténtica lástima, como lo había sido también el abandono en el tramo anterior, San Pedro de Rocas, del Opel Adam de Esteban Vallín, que estaba dominando una vez más el grupo R2 con total autoridad, peleándose además de tú a tú con el más potente R3 de José Luis Peláez en busca del tercer peldaño del podio en la División II. Por desgracia, el roto asfalto orensano acabó con la impecable racha de fiabilidad del pequeño Opel, alargando, de paso, otra racha, esta de lo más negativa, hasta el punto de parecer ya una maldición, la que persigue a Esteban cada vez que visita el rallye orensano… ¡en el que nunca ha conseguido alcanzar la meta!

Tratando de buscar algo positivo al injusto abandono del Adam, su retirada propició al menos una emocionante y espectacular pelea por la victoria en el grupo R2 que, con el Opel claramente distanciado en cabeza de la categoría, hubiese tenido mucho menos realce de haber sido ‘sólo’ por conseguir la segunda plaza. Una lucha, además, entre dos jóvenes pilotos, uno gallego, Iago Silva, y el otro asturiano, Ángel Paniceres, que no se resolvió hasta el último tramo… ¡y lo hizo, además, en base al resultado del primero! El caso es que, después de pasarse y repasarse en las tres últimas especiales, en las que el liderato de R2 cambió de uno a otro de forma sucesiva, ambos afrontaban el segundo paso por el corto tramo espectáculo de San Ciprián con el mínimo margen de dos décimas de segundo a favor de Ángel. Una diferencia que fue exactamente la que les separó, pero favorable a Iago, en los 1850 metros de la especial trazada en el polígono industrial. De este modo, ambos concluían empatados, y el desempate venía dado, como indica el reglamento para estos casos, por el crono de cada uno en el primer tramo del rallye, precisamente la anterior pasada por ‘San Ciprián’, la que abría la prueba en la tarde/noche del día anterior. En ella, el joven piloto local había sido más rápido por lo que suya era, definitivamente, la victoria entre los R2, acompañada de un magnífico noveno puesto en la general scratch, cuyos diez primeros cerraba su rival en esta bonita pelea, logrando de este modo su primer ‘topten’ en una prueba del nacional de asfalto. Un excelente resultado para Paniceres ‘Junior’ que se veía acompañado por el premio concedido por la Fundación Estanislao Reverter al mejor piloto novel del rallye: una bonita reproducción a escala del histórico Alpinche, que esperamos sea anticipo de la completa restauración de tan emblemático vehículo a tamaño real para ocupar el lugar que merece en el museo recientemente inaugurado por esta siempre activa fundación orensana. Una ciudad en la que ‘su rallye’ sigue siendo todo un acontecimiento, algo que siempre es buena noticia para una especialidad que, nos guste o no, continúa pasando poco menos que desapercibida para eso que llaman ‘el gran público’. Por ello, aunque volviésemos ‘asados de calor’ lo más probable es que regresemos el año que viene porque un nacional sin el duro rallye orensano no sería lo mismo y seguro que, aunque la situación no es fácil para sus organizadores (como le viene ocurriendo a la mayoría últimamente), serán capaces de dar otro paso más camino de ese 50 aniversario que ya está, casi, a la vuelta de la esquina para la histórica prueba de la ‘ciudad termal’.

 FICHA DE LA PRUEBA
Denominación: 47º RALLYE OURENSE - OURENSE TERMAL

Fecha: 13-14 de junio de 2014
Organizador: Escudería Ourense
Puntuabilidad: Cto. de España de Rallyes de Asfalto
Web oficial: www.rallyeourense.es

Inscritos: 50 - Autorizados a tomar la salida: 48
Participantes Campeonato de España: salen 46, llegan 30
Kilómetros cronometrados: 200,88
Pruebas especiales: 12 (neutralizado el tc5)
Tramos distintos: 6

Líderes sucesivos (cto.España):
tc1: Pernía, tc2 a tc12: Fuster
Scratchs (cto.España):
Miguel Angel Fuster: 7
Sergio Vallejo: 4
Surhayén Pernía: 1


CLASIFICACIONES
CAMPEONATO DE ESPAÑA
1 M.FUSTER-
B.ROZADA
FORD FIESTA R5 2:13:36.9
2 S.VALLEJO-
D.VALLEJO
PORSCHE 911 GT3 2010 a 0:29.7
3 P.BURGO-
M.BURGO
PORSCHE 911 GT3 2010 a 4:43.2
-> CLASIFICACIÓN FINAL
SEGUNDO RALLYE
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-> CLASIFICACIÓN FINAL
 ASÍ VA EL CAMPEONATO
ABSOLUTO
1 Sergio VALLEJO 100
2 Miguel FUSTER 95
3 Joan VINYES 73
DIVISIÓN II
1 Joan VINYES 105
2 Esteban VALLÍN 102.5
3 Gorka ANTXÚSTEGUI 90
Texto: Daniel Ceán-Bermúdez, Fotos: Iago y Antonio Barrero, Daniel Ceán-Bermúdez
POSTALES
Aunque lo sigamos llamando 'el Orense', que conste que este es el (largo) nombre oficial
Hacia tanto calor que hasta los dragones llevaban gafas de sol
Con los termómetros por encima de los treinta grados este es el bien más preciado...
...especialmente si vas metido en un coche de correr donde las temperaturas son aun mayores
La mejor forma de refrescarse ¡gracias a Magdaleno y su equipo!
¡Y si todo lo anterior fallaba siempre estaba la opción de ir al puesto 'salvavidas'!
En mis tiempos cuando hablábamos de un R4 y un R5 nos referíamos a estos ...
...¡así que aun nos cuesta acostumbrarnos a que ahora son estos!
Si 'Kuku' Noriega decide hacer caso a su slogan y dedicarse a la fiesta...
...Fran Cima ya tiene preparado el relevo para el asiento de la derecha del León
Hablando de copis, mala fortuna para Figueiredo en su retorno después de 9 años...
...y rallye tranquilo para Arias, ¡con el Sandero apenas si hay que medir la presión de las ruedas!
¡Wroom! ¡wroom! yo mismo me monto mi rallye, con Zanini adelantando a Cañellas
Ni luciendo el 'mumber one' se libró Vallín de la maldición que le persigue en Orense
La conexión andorrana, Joan Vinyes y Joan 'Napoleón' Carchat
¡Si me hubiese llamado Del Bosgue no nos habrían machacado los holandeses!
¿Peregrinos del camino de Santiago tomándose un respiro? ...
...¿Sioux preparados para atacar la caravana de pioneros?...
...ni una cosa ni otra, son aficionados al motor en el tramo de San Ciprián
El veterano 'Ventura' no le tiene miedo a los siempre traicioneros bordillos
Cónclave de azafatas
¡A la mesa que ya está casi lista la paella!
...me dijo anoche leré, qué si quería leré...
El nacional 2014 va a ser cosa de estos dos
VÍDEO