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CRÓNICA

Iniciamos la temporada 2013 de ‘cita’ del modo que menos me gusta, hablando ‘de oídas’ del primer rallye del nacional (y etapa española del ERC): el rally Islas Canarias. Una prueba que hemos seguido desde la distancia y sobre cuyo desarrollo y desenlace os contamos a continuación nuestras muy personales impresiones, basadas en ese cocktail que sale de mezclar lo que los fríos números de los tiempos te dicen con lo que quienes asistieron en directo te comentan o lo que algunos de los participantes fueron contando a lo largo de las dos jornadas de rallye… todo ello aderezado con las impresiones que se puedan sacar de las imágenes vistas a través de internet. Evidentemente no es lo mismo que estar allí pero, al fin y al cabo, tampoco muchas veces cuando uno está ‘in situ’ ve mucho más… aunque bien es verdad que estar ‘en directo’ siempre te acaba dando ese ‘extra’ de sensaciones que es imposible conseguir a tantos kilómetros de distancia por muy fiables que sean tus fuentes de información.

Kubica, copilotado por Baran, fue imbatible mientras duró en carrera
Kopecky-Dresler repitieron victoria con el Skoda Fabia S2000 oficial
Segunda posición final para Breen-Nagle con el Peugeot 207 S2000
Monzón-Deniz cerraron el podio del ERC y se impusieron en el nacional con el Mini

ERC: KUBICA ASOMBRA… PERO KOPECKY GANA

A veces, cuando un piloto es muy superior a sus rivales, se dice eso de ‘¡este les gana hasta pilotando con una sola mano!’. Un comentario que suele ser una exageración… pero que nunca estuvo más cerca de la realidad como durante la primera etapa del rally Islas Canarias 2013, cuando Robert Kubica, aun con su brazo derecho lejos de estar al cien por cien tras su terrible accidente del año pasado en Italia, dominó con absoluta autoridad a todos sus rivales, cerrando la jornada con pleno de scratchs (ocho de ocho) y más de un minuto de ventaja sobre su más inmediato seguidor, Jan Kopecky.

En el que era su estreno en el remozado ERC (el ‘nuevo’ europeo surgido de la ‘fusión’ entre los intereses de Eurosport y la FIA), el polaco dio un auténtico recital en la complicada etapa del viernes, ganado todos los tramos y marcando, en algunos de ellos, diferencias realmente más que notables. Evidentemente, las condiciones de piso mojado sobre las que se disputaron varias de las especiales de la primera etapa suponían una ventaja para los mayores bajos del motor 1.6 Turbo de su Citroen DS3 RRC frente a los más ‘puntiagudos’ súper 2000 atmosféricos del Skoda Fabia de Kopecky o el Peugeot 207 de Breen (que terminaba el día tercero ¡a casi dos minutos!)… pero las bondades del ‘casi World Rally Car’ de Kubica no explican por si solas tan abrumadora superioridad.

De hecho, con otro de esos ‘Regional Rally Car’, el local Luis Monzón, perfecto conocedor del terreno, no le ganaba ni un solo tramo al S2000 de Kopecky así que, evidentemente, el coche no lo era todo y en el recital de Kubica había mucho del inmenso talento con el que el piloto polaco hacía diabluras en la fórmula 1 al volante primero de los BMW-Sauber y después de esos Renault que ‘volaban’ en sus manos y que ahora, ‘disfrazados’ de Lotus, lo hacen en las de otro genial ‘circuitero’ también amigo de los rallyes, Kimi Raikkonen. Qué luego, el sábado, Robert tirase todo por la borda estrellándose contra un guardarail en una rápida derecha, a la que llegaba más deprisa de lo necesario, no era sino un desenlace tan injusto como, en cierto modo, esperable.
Para el Subaru de Aigner-Heigl fue el cuarto puesto absoluto, primero en producción
Segunda plaza en la categoría producción del ERC para el Megane de Bonnefis-Fournier
Espectaculares cronos en agua de Vinyes-Mercader pero el aternador cedió
La victoria entre los dos ruedas motrices fue para el Swift de Antxistegui-Pin

Al fin y al cabo, el destino de Kubica era el habitual de muchos pilotos de circuitos cuando compiten en rallyes, acabar fuera de la carretera por no adaptar su estilo ‘siempre al límite’ de la pista al que requieren los rallyes, en los que no todo está tan medido y calculado como en las pistas por lo que siempre es necesario dejar ese mínimo margen para poder rectificar en caso de error. Un destino que ya sufrieron antes que él otros grandes de la fórmula 1 como Jim Clark (asombrando a todos en aquel RAC del 66 hasta que acabó volcando el ya maltratado Ford Cortina en el traicionero tramo de Glengap), Alain Prost (que terminó ‘haciendo el pino’ con un R5 turbo en el rallye du Var del 82) o, más recientemente, el propio Kimi (‘visitando el escenario’ más de la cuenta durante sus incursiones en el mundial de rallyes). En todo caso, la rapidez y la habilidad de un piloto del talento de Kubica es algo incuestionable. Se trata de un auténtico fuera de serie del volante, y sólo el tiempo dirá si, una vez adquirida más experiencia en la ruta, consigue el ‘autocontrol’ necesario para triunfar en los rallyes, una especialidad que, ahora mismo, se presenta como su más probable futuro en vista de que, desafortunadamente, un retorno a la fórmula 1 no parece por el momento muy probable.

Con Kubica fuera en el segundo tramo del sábado, el rallye ‘europeo’ quedó en manos de Kopecky, claro dominador entre los S2000. El checo no tuvo en Craig Breen y compañía la dura competencia que supuso el año pasado en los tramos canarios su compañero de marca Mikkelsen, así que una vez liberado de la larga sombra que suponía el polaco, el piloto de Skoda sumó una victoria que hasta se podría definir como fácil, aventajando en casi dos minutos al joven irlandés de Peugeot, al que, como es lógico, todavía le falta rodaje para estar al nivel de su más experimentado rival. En todo caso, para el más reciente ‘graduado’ de la WRC Academy, el resultado de Canarias supone un importante paso adelante en el ERC, en cuya clasificación se sitúa segundo por detrás de Kopecky y en la que, tal vez, sea el principal y casi único rival del checo para el título… salvo que Kubica complete finalmente un buen programa en el certamen y consiga concretar en resultados la extraordinaria rapidez mostrada en su espectacular estreno con el DS3 RRC.

El podio ‘europeo’ lo completó Monzón, al que un pinchazo en la tarde del viernes alejó de toda opción de pelearse con los mejores Super 2000 a los que, en buena lógica, debería de haber ganado con el Mini RRC ‘Prodrive’ y en cuyos cronos estuvo el sábado, aunque el tiempo perdido el día anterior ya no le permitiese más que terminar tercero, aprovechando los problemas del segundo 207 de la Peugeot Academy, pilotado por Jérémi Ancian. El francés, de engañoso apellido dada su joven edad, mostró buenas maneras el viernes, terminando la complicada etapa inicial en la tercera posición (a 51 segundos de su compañero Breen), pero dos pinchazos en el primer bucle del sábado le dejaron en la cuneta sin más ruedas ‘sanas’ que montar para poder seguir en carrera.

El resto de Súper 2000 ‘europeos’ nunca estuvieron en la pelea por los puestos de cabeza, siendo claramente superados por los mejores en las categorías de ‘Producción’ y ‘Dos Ruedas Motrices’. En la primera, el claro dominador fue el austriaco Andreas Aigner, que acabó cuarto de la general con el Subaru Impreza en especificaciones R4 FIA… con el que, si echamos un vistazo a su tiempo final, invirtió 3.6 segundos menos en completar el rallye que el mejor R4+ ‘nacional’, el Mitsubishi EVO X de Jonathan Pérez. Un dato interesante aunque, para ser justo con los nuestros, también hay que tener en cuenta que al austriaco no le pilló tanta agua con slicks en el primer tramo del viernes como a los EVOs españoles (que salían bastante más atrás, en el rallye ‘no FIA’), y sólo ahí ya ‘le cayó’ casi un minuto a ‘Yoni’ respecto al crono de Aigner.
Los húngaros Puskadi-Godor llevaron a la séptima plaza del ERC su vistoso Fabia S2000
Octava posición para otro S2000, el 207 de Leandri-Jamoul
Consani-Gorczica fueron novenos scratchs con el segundo Megane que acabó en el topten
Buenos cronos mientras duraron en carrera para Ancian-Turckheim

Segundo en ‘producción’ acabó el Megane R4 de Germain Bonnefis, un coche en el que los habituales seguidores del nacional teníamos puesta especial atención para ver donde puede estar, respecto a los EVOs, la unidad similar que pronto veremos en el Campeonato de España en manos de Joan Carchat. Viendo los cronos del galo, que en su primer rallye con el Renault semioficial acabó a 1.40 de Aigner (y, por tanto, a similar distancia del mejor R4 nacional), está claro que, como es de esperar tratándose de un tracción delantera contra los 4x4, el andorrano lo va a tener poco menos que imposible contra los EVOs… aunque no nos extrañaría que, en según que circunstancias, puede darles algún que otro susto. En todo caso, su presencia y la de la marca del rombo con un coche ‘casi-oficial’ supondrá sin duda un interesante aliciente para un campeonato de España tan necesitado de novedades de este estilo.

Antes de centrarnos ya de lleno en el rallye del nacional, nos queda por repasar la categoría de ‘dos ruedas motrices’ del ERC, en la que, realmente, hablaremos también del Campeonato de España, ya que el dominio de los ‘nuestros’ fue total… aunque la fortuna no estuvo con dos de los principales protagonistas. El viernes, tanto Joan Vinyes y Gorka Antxustegui, con los Suzuki Swift S1600, como Enrique García Ojeda, con el Citroen DS3 R3, aprovecharon al máximo lo deslizante del asfalto para situarse mucho más arriba en la tabla de lo que se podría esperar de sus monturas. De hecho, Joan llegó a estar durante buena parte del día en la segunda plaza del Campeonato de España, ocupando la séptima del ERC hasta el penúltimo tramo del día. Pero, en el último, problemas con el alternador del Suzuki le retrasaron, obligándole a abandonar en el enlace posterior.

Su plaza en la clasificación del europeo la heredó Ojeda, para el que el disgusto llegó poco después, cuando en el pesaje de final de etapa su Citroen no llegaba, por unos cuatro kilos, al peso mínimo establecido por la reglamentación FIA. Una diferencia que el equipo del piloto cántabro atribuyó a la pérdida de una pieza del aislante del escape en el transcurso de la competición. Pero, aunque evidentemente ese peso de menos no fuese ni premeditado ni la clave para los sensacionales cronos de Kike (no son cuatro kilos más o menos los que permiten esos tiempos), la exclusión era inapelable, dejando el liderato de los dos ruedas motrices, tanto a efectos del ERC como del nacional, en manos del único de los tres protagonistas españoles de la categoría que pudo seguir en carrera, Gorka Antxustegui. Para el vasco de Suzuki sería finalmente la victoria en ‘2WD’ y la sexta plaza en la general scratch del ERC, por delante de los S2000 privados del húngaro Puskadi (Skoda) y el francés Leandri (Peugeot).

En conjunto, el nuevo ERC acabó aportando una participación de nivel general parecido al visto los años anteriores con el IRC. Evidentemente, la presencia de Kubica supuso un importante factor añadido aunque, a cambio, el valor medio de los S2000 presentes fuese probablemente inferior habiendo mejorado, en cambio, el de los participantes en producción y dos ruedas motrices. En todo caso, el remozado certamen europeo está todavía en su fase inicial, con pruebas que, por diferentes motivos (climatología, fecha, distancia, etc.) no tienen porque ser especialmente representativas de lo que puede llegar a dar de si una vez empiecen a disputarse las más clásicas citas del continente. Así que habrá que darle un margen de confianza al ‘nuevo’ campeonato y ver si puede continuar donde el IRC estaba hace un par de temporadas, cuando era toda una alternativa al mundial y, en no pocas ocasiones, lo superaba en interés.
Fuster-Cué remontaron el sábado para acabar segundos del campeonato de España
Problemas con la caja de cambios impidieron a Pons-Haro defender la segunda plaza
Victoria en la EVO CUP para Jonathan Pérez-Javier Alvarez, cuartos del nacional
Quinto puesto en su estreno en Canarias para Alberto Meira, copilotado por David Vázquez

CAMPEONATO DE ESPAÑA: MONZON BATE A LOS PORSCHE CON EL MINI RRC

El nacional de asfalto 2013 empezó en Canarias con la habitual escasa participación de peninsulares, acrecentada si cabe este año por la no puntuabilidad del rallye para más monomarca que la EVO CUP. En total fueron una docena los equipos españoles de fuera de las islas que hicieron el largo y costoso desplazamiento a un rallye que, para quienes pueden permitirse participar en él, ofrece el importante premio de su coeficiente 1.5 por lo que cualquier resultado que se consiga vale su peso en muchos puntos… siendo además mucho más fácil sumarlos al tener bastante menos competencia para ello ya que, con tan pocos contendientes, prácticamente terminar asegura siempre un buen botín para empezar el año con una interesante ventaja respecto a los que inicien la campaña en la primera cita peninsular (el rallye de Cantabria… si sus organizadores consiguen reunir el presupuesto para hacerlo).

Qué durante la pausa invernal se hablase más de los posibles cambios en el reglamento técnico que de nuevos coches, equipos o pilotos, no deja de ser otro de esos síntomas preocupantes de un campeonato que lleva años sobreviviendo como puede a base del esfuerzo de los pocos que siguen apostando por él... más, me temo, porque ‘les va el cocido’ en ello que por puro convencimiento de la validez del mismo. Esta vez las cuestiones técnicas a debatir durante los últimos meses fueron la posibilidad de limitar la velocidad punta de los GT y la inclusión en el campeonato de los RRC. Finalmente lo de tratar de hacer ‘menos rápidos’ a los Porsche se decidió ‘aplazar’ apenas unas semanas antes del inicio del campeonato (sin que se haya descartado por completo) y lo de incluir a los ‘Regional Rally Car’ si salió adelante, barajándose incluso la curiosa posibilidad de permitirles más brida para seguir con esa lógica absurda en la que llevamos metidos hace años de sacar a todos los coches de la normativa FIA para tratar de hacerlos más competitivos ante esos Porsche que nacieron con la idea de ser algo así como GTs derivados de la serie y, poco a poco, se le acabaron escapando de las manos a los legisladores de turno. De todas formas, el que los RRC puedan competir en el nacional 2013 supuso al menos una novedad en cuanto a participantes, al optar el canario Luis Monzón por uno de estos coches, un Mini de Prodrive con el que se acabó llevando ‘de calle’ el rallye del Campeonato de España.
Los canarios Viera-Pérez remontaron hasta la sexta plaza del nacional
Muy buenos cronos de Ojeda-Marcos el viernes pero el DS3 no dio el peso y fue excluido
Una penalización hizo descender a Cruz-Bonilla de la sexta a la octava posición
Víctor Senra y Kike Velasco acabaron novenos con un EVO X N+

Una victoria que se cimentó, sobre todo, en el hecho de salir en la lista FIA lo que le permitió acumular una amplísima ventaja sobre los Porsche en el bucle inicial del viernes, cuando los GT nacionales ‘naufragaron’ con slicks bajo el chaparrón del que, además, se libraron en parte los contendientes que partían muy por delante de ellos gracias a estar encuadrados en el rallye ‘europeo’. Así que no deja de ser curioso como el hecho de que finalmente al RRC no le dejasen más brida para pelear con los Porsche le acabase beneficiando de un modo tan decisivo, dejando el rallye del nacional poco menos que sentenciado a favor de Monzón en apenas tres tramos. En ellos, el mejor Porsche clasificado, el de Xevi Pons, se había dejado ya más de dos minutos y cuarto respecto al Mini, cediendo el de Miguel Fuster casi dos y medio y viéndose ambos superados por los dos ruedas motrices nacionales que salían en el ERC, los Suzuki de Vinyes y Antxústegui y el Citroen de Ojeda.

Luego, cuando el piso fue secando, los Porsche empezaron a remontar, dejando pronto atrás a los tracción delantera, pero el margen logrado por Monzón y el Mini RRC era ya insuperable. Ni siquiera el tiempo perdido por el canario el viernes por la tarde, cuando pinchó, hizo que las diferencias disminuyesen lo suficiente como para que el sábado aun ‘hubiese rallye’. A la etapa final salió Monzón todavía con casi minuto y medio de ventaja sobre Pons y con algo más sobre Fuster. Así que, aunque este último diese todo un festival en los tramos del segundo día, marcando todos los scratchs del campeonato de España, apenas si pudo reducir la diferencia en menos de treinta segundos respecto al piloto del Mini, que controlaba sin problemas la situación y se llevaba una clara victoria. Para Fuster acabó siendo la segunda plaza por delante de Pons, que bastante hizo con terminar una vez que la caja de su Porsche empezó a dar síntomas de no querer seguir funcionando. Al menos, el catalán pudo llegar a meta y salvó, aunque fuese por poco, la tercera posición, sumando ese importante puñado extra de puntos que siempre da un podio en un rallye de coeficiente máximo, ya que un tercer puesto vale más que una victoria en cualquier otra prueba del campeonato.
Décimo puesto en el nacional para el EVO X grupo N de los hermanos Pais
José Antonio Suárez y Cándido Carrera ganaron con holgura en R2
Segunda posición en el grupo R2 para otro Fiesta, el de Marco Lorenzo-Néstor Gómez
Emma Falcón, copilotada por Peñate, fue la primer líder de los R2 pero se salió

En estos rallyes ‘europeos’ también suma más puntos que si ganase en cualquier otra prueba el que logra la cuarta plaza, premio que se llevó en Canarias Jonathan Pérez, que acabó encabezando la ‘jauría’ de EVOs R4+ del nacional alineada en el rallye de las islas por el equipo de RMC. Un cuarteto en el que el asturiano terminó imponiéndose al gallego Meira (lastrado por un trompo en el primer tramo y el hecho de debutar en los tramos canarios) y al local Viera, que ocuparon las dos siguientes plazas de la tabla. El restante, el cántabro Pernía, quedó apeado de la lucha demasiado pronto, al romper un palier el viernes y acabar cediendo el embrague poco después, aunque al menos pudo ‘reengancharse’ el sábado marcando cronos muy similares a los de sus compañeros de equipo, entre los que la igualdad fue notable en casi todos los tramos, decidiéndose las posiciones finales sobre todo por las mayores o menores ‘desventuras’ de unos y otros en el ya ampliamente comentado lío del bucle inicial, con la lluvia pillándoles a todos ellos con las ruedas equivocadas.

Entre los EVOs anduvo también durante casi todo el rallye el Porsche del local Cruz, aunque una penalización le hizo caer hasta la octava plaza, por detrás de Antxústegui y por delante de los dos restantes Mitsubishis que llegaron a meta, el N+ de Senra, no muy afortunado en su estreno con el coche de ARVidal, y el N FIA de Pais, sumando los puntos de su categoría sin oposición. La exigua tabla del nacional la completaron los Fiesta R2, entre los que la sorpresa la dio inicialmente la local Emma Falcón, rapidísima en el primer tramo pero que acabó fuera de la carretera en el segundo. Más prudente empezó José Antonio Suárez, al que se le nota como la experiencia adquirida en el mundial empieza a imponerse sobre esa exhuberancia juvenil que tanto gusta en las cunetas pero tantos disgustos suele dar a los jefes de equipo. El de Pravia superó sin fallos el complicado bucle inicial y luego ya no tuvo problemas para ir distanciando con claridad al resto de pequeños Ford, entre los que finalmente sólo termino el de Marco Lorenzo, distanciado en más de cinco minutos.

Un veterano Peugeot 206, el del canario Damián Suárez, cerró, en el puesto 13, la corta clasificación de la primera cita del nacional de asfalto 2013. Un campeonato que debería tener su siguiente asalto en Cantabria, ya con las copas de Suzuki y Renault más el resto de los que deberían ser los ‘habituales’ pero no se han desplazado a Canarias. Tiempo ahora, por tanto, de volver a especular con quienes serán de la partida y, sobre todo, cambiar el discurso de estos últimos años, el ya muy manido ‘ventajas y desventajas de los GTs frente a los S2000’ por otro parecido tanto en planteamiento como, me imagino, en desenlace: si hace buen tiempo ganarán los Porsche, si hace malo será el RRC el coche a batir.

Texto: Daniel Ceán-Bermúdez
Fotos: Sergio Castellano (www.lacuneta.net)