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CRÓNICA

Lo teníamos ya todo preparado para volver a Braga, uno de los los ‘destinos de carreras’ que más nos gustan desde que lo descubrimos en nuestra primera visita a la ‘Rampa da Falperra’ hace ahora tres años. Pero la acumulación de compromisos con presencia de clientes en diferentes carreras (¡nada menos que seis pruebas íbamos a tener que atender de forma simultánea a lo largo del fin de semana!) y el hecho de que a la subida lusa fueran finalmente pocos los clientes que acudían a competir, nos hacía ‘usar la cabeza’ y cancelar nuestra presencia en la bonita subida portuguesa, ahorrándonos de paso unos euros, lo que nunca está de más en estos complicados tiempos que corren.

Así que, aunque nos hubiese apetecido muchísimo acompañar a Jose y Corsino, que partían dirección Braga el viernes, donde, además, se encontrarían con otro buen número de buenos amigos de esos que hemos hecho estos años en las carreras, como los gallegos Chapi, Nacho, Iago y Antonio o nuestras ya habituales colaboradoras astures Silvia y Sonia, tocaba quedarse en casa, pegado al ordenador para estar al tanto de lo que ocurría en la vertiginosa ‘rampa’ y, también, de lo que iba aconteciendo a nuestros diferentes clientes en las carreras de GP2 de Montmeló, la NASCAR europea de Dijon, el rallye Sliks de Sevilla y las dos citas regionales que tendrían lugar en Asturias a lo largo del sábado y el domingo. Todo un completo programa en otro de esos fines de semana en los que parece que quienes confeccionan los calendarios se ponen de acuerdo para que nos coincida todo a la vez y, aun sin movernos de casa, apenas si paremos de ‘ir de aquí para allá’, tratando de estar al día de todo lo que va pasando en tantos sitios diferentes, gracias a ese milagro tecnológico que es internet y, mucho más aun, gracias a la desinteresada colaboración de un buen número de amigos, sin los cuales sería imposible acabar pudiendo atender tantos frentes de forma simultánea. Así que, aunque sólo sea porque es de justicia, sirvan estas líneas para darles las gracias a todos ellos, desde Alex y Guti, enviándonos fotos del positivo estreno de Aznar con su nuevo Porsche en Sevilla, hasta Carlos, que nos proporcionó el material gráfico sobre el tramo de tierra del MUJA, pasando por Jorge e Iván, que se encargaron de que también ‘estuviésemos sin ir’ en el slalom de Cangas de Narcea. Entre todos ellos, más las conversaciones por teléfono con Aznar, Javi Villa, los emails de Ines y José Ramón desde Montmeló, y nuestro eficaz equipo de ‘enviados especiales’ a Falperra, con Chapi y Iago haciéndonos llegar ya durante el fin de semana las fotos que necesitábamos de forma más urgente, y con Jose contándome las primeras impresiones de los pilotos y lo que él mismo iba viendo ‘a pie de cuneta, acabamos logrando estar en seis sitios a la vez sin movernos de delante de esta pantalla, a la que épocas así acabo estando pegado muchas más horas de lo que sería aconsejable.
Faggioli batió su propio record y volvió a ser muy superior a todos con la Osella FA30 oficial
Milos Benes acabó segundo y fue el único que inquietó algo a Faggioli
Kramsky se tuvo que conformar con completar el podio y ser el primero de los fórmulas
Andrés Vilariño se impuso entre las barquetas CN y terminó cuarto de la general

Dicho todo esto, queda claro que me toca ahora contar ‘desde la distancia’ lo que fue la subida portuguesa, segunda cita del Campeonato de España de montaña y tercera del certamen continental, que había pasado ya por Francia y Austria antes de su habitual doble visita anual a la península que culminará este próximo fin de semana en ‘nuestro’ Fito. El año pasado utilizamos el recurso literario de echarle imaginación para narrar la Subida a Falperra sin haberla visto, así que no me parece que sea plan volver a repetir el ‘truco’. Y como tampoco me gusta limitarme a un relato meramente prosaico de los hechos, basado principalmente en los fríos números de los resultados y en lo comentado al respecto por algunos de los pocos protagonistas del nacional que se animaron a hacer el desplazamiento a tierras lusas (sólo trece, de los que finalmente serían doce los que pasarían el fin de semana en Braga, dándose la vuelta antes de tiempo Juanjo Abia al faltarle algunos requisitos para verificar y no poder solventar el problema a tiempo), vamos a intentar hacer algo a medio camino, mezclando unas cuantas reflexiones que se me fueron ocurriendo mientras seguía los tiempos por internet con lo que esos números que iban saliendo por la pantalla acabaron significando para las clasificaciones de las diferentes categorías. Todo ello, ilustrado con las fotos de ‘acción’ que nos enviaron Antonio y Iago Barrero, esos padre e hijo gallegos que conocimos hace ya un montón de años en una cuneta de un rallye de Llanes de cuyo desenlace mejor no acordarse (¿verdad amigo Juan?), y hasta con esa sección de ‘postales’ de la que siempre tenemos que prescindir cuando no podemos acudir en directo a una carrera pero que esta vez podemos incluir igualmente gracias, sobre todo, al siempre atento ojo de ese verdadero ‘crack’ que es nuestro colega (y sin embargo amigo) Miguel Díaz ‘Chapi’, a quien no se le escapó detalle en esa primera visita a Falperra a la que, en cierto modo, le ‘lié’ con la idea de vernos luego por allí… para luego acabar fallándole al quedarme en casa ¡te debo una… o puede que dos!

Pero basta ya de preámbulos, que ya estamos en la hoja dos del documento de Word y aun no hablamos nada de la subida… ¡así que vamos a ello de una vez!

Fombona arrasó en el campeonato de España, rodando más rápido incluso que los CM
Segunda posición en todas las mangas del nacional para Borreguero
Marcelino Hevia dominó el grupo N europeo y subió al podio del campeonato de España
Pese a algunos problemas con su A4ST, Noriego fue tercero del nacional en la carrera 2

De entrada, lo primero que se me ocurrió mientras seguía los tiempos por internet durante el fin de semana es que, muchas veces tenemos asociada la idea del interés de una competición a la incertidumbre del resultado… lo cual no tiene porque ser, en realidad, tan relevante. Indudablemente, ese ‘no saber quien va a ganar’ es uno de los principales alicientes del deporte. Y, sin embargo, hay ocasiones en que la importancia de conocer de antemano el nombre del ganador (bien sea porque, salvo sorpresa mayúscula, hay un favorito muy claro o porque vas a ver lo que sea en diferido) tampoco acaba restando alicientes si lo que de verdad te gusta es el espectáculo en si mismo. Una visión del deporte que, me temo, está algo en desuso, ya que el énfasis en seguir cualquier especialidad en función, sobre todo, de que gane este o aquel equipo o deportista, me da la sensación de que se está llevando cada vez más a extremos excesivos.

Sin embargo, en Falperra tuvimos una de esas ocasiones en las que lo de menos es saber quien va a ganar y diría que no por ello el espectáculo se acabó resintiendo lo más mínimo. Había en la prueba lusa, tanto en lo que respecta al Campeonato de Europa como al Campeonato de España, dos favoritos tan evidentes en sus respectivas categorías que basar el interés de la prueba en saber quien iba a ganar no tenía sentido alguno. Evidentemente, me refiero a Simone Faggioli como máximo (y casi diría, único) candidato a la victoria absoluta (y, por tanto, al triunfo en la general de la categoría 2 del certamen continental, en la que compiten monoplazas, barquetas y demás) y a José Antonio López-Fombona en lo que respecta a la categoría 1 del Campeonato de España (la de los vehículos ‘carrozados’). Salvo averías o errores ni a uno ni a otro se les iba a escapar la victoria y, sin embargo, estoy seguro de que saberlo no restó un ápice de disfrute a ninguno de los que tuvieron la fortuna de verlos subir a velocidades de vértigo por las rampas de Falperra, como tampoco te lo quita cuando ves ahora, varios días después, las imágenes en vídeo de la carrera grabadas durante el fin de semana.

En ambos casos la victoria era consecuencia lógica y, poco menos que inevitable, de tener a su favor esa superioridad en la combinación piloto-máquina que es clave para triunfar en cualquier competición del motor, en la que, por mucha ‘magia’ que se pueda esperar de las manos de un piloto, sin un coche de primer nivel es poco menos que imposible imponerse. Pero si lo tienes (y, en el caso que nos ocupa, tanto la Osella FA30 como el Audi exDTM son dos máquinas alucinantes), y lo acompañas de pilotos del talento, la experiencia y el valor que atesoran (y que volvieron a demostrar durante todo el fin de semana) tanto el italiano como el español, el resultado es lo de menos. Van a ganar y lo sabes… con tanta certeza como sabías que Michael Jordan iba a meter aquella canasta decisiva en las finales de la NBA o que Joe Montana iba a llevar hasta el ‘touchdown’ a los San Francisco 49ers en cualquiera de sus numerosos ‘drives’ ganadores, o que ‘Tiger’ Woods iba a embocar ese ‘putt’ largo que le separaba de llevarse otro ‘major’ o que Rafa Nadal iba a llegar a conectar ese revés que haría saltar la tierra batida de Roland Garros justo en el sitio exacto al que no pudiese llegar su rival o que Miguel Indurain iba a destrozar el crono en cualquiera de las contrarrelojs de sus cinco Tours de Francia. En todos esos casos… y en muchos otros, el interés y la belleza está en la acción en si misma, de un modo que te permite disfrutarla tanto o más incluso cuando la ves en diferido y el desenlace es de sobras conocido… al fin y al cabo ‘sabías’ que iban a ganar, ¡lo que querías ver es como lo hacían!

Por eso, que Faggioli ganase en Falperra no es noticia en si mismo, es sólo lo esperado. Pero, aun así, que lo hiciese del modo que lo hizo, rebajando de nuevo su propio record para dejarlo en un estratosférico 1:51.365 es lo que en realidad importa y lo que, imagino, verdaderamente haría vibrar a los espectadores de la subida portuguesa. Porque para hacer ese tiempo la Osella FA30 tuvo que llegar a rodar a casi doscientos cincuenta kilómetros por hora durante unos instantes interminables en la zona más rápida de la parte final del recorrido y, además, tuvo que superar los ‘doscientos’ en la mayoría del resto del trazado para acabar alcanzando una media de más de 168 de media en una carretera que, a esas velocidades, tiene que verse muy pero que muy estrecha, acrecentada además la sensación por el frondoso bosque que atraviesa, de cuyos árboles sólo separa al asfalto unas finas láminas de chapa, esos ‘quitamiedos’ que, más que nunca, deben de obrar el milagro de hacerte olvidar los temores al que alude su nombre.

Toni Alarcón logró en Falperra su primera victoria en el nacional de montaña de la categoría 2
Para Jairo Pesquera fue el triunfo en la carrera 1 de los CM, tambié su primera victoria
Oscar Palacio acabó segundo en el cómputo total y sigue trabajando con el Demon
Otro podio en la general de los CM para Jonathan Alvarez, que se consolida en el certamen

Y tres cuartos de lo mismo se puede decir en el caso de Fombona, por primera vez al volante del poderoso Audi DTM en un trazado en el que un fallo no es admisible y que afrontó con la misma determinación de siempre, pisándole a fondo ya desde el principio para pulverizar sin compasión todos sus límites previos logrados al volante del bien conocido A4ST. El 2:18.8 de la primera de entrenos, rebajando ya en más de cuatro segundos su mejor registro de siempre con el ‘súperturismo’ era la constatación de las impresiones que nos había dejado el R13 en Ubrique. Fombona con ese coche iba a ‘volar’ en Falperra, iba a redefinir su categoría saltando a una ‘nueva dimensión’, como si fuese a los mandos de una nave especial y, cuando notase que se acercaban los enemigos, pulsase el botón de ‘hiperpropulsión’ que lo ‘teletransportase’ fuera de su alcance. Un imaginario ‘botón’ que el gijonés pulsaba repetidas veces a lo largo del fin de semana, bajando sus cronos de forma tan espectacular como constante, para llegar más allá de ese 2:12 que mi amigo Juan y yo pronosticábamos cuando, él desde Ibiza y yo desde Gijón, seguíamos los tiempos por internet y ‘comentábamos’ la jugada a través del teléfono. De hecho, tras haber ganado la primera con un ‘14’ que abría un abismo de más de diez segundos respecto al siguiente clasificado del nacional de categoría 1 (¡y le situaba también delante de todos los habitualmente inalcanzables CM de la categoría 2!), el gijonés rebasaba ya la barrera del ‘12’ en la segunda oficial del sábado, en la que volvía a sacar diferencias de esas que, con humor, definen en la AutoSprint italiana como de las que ‘hay que medir con un calendario’. El domingo, Fombona ‘amenazaba’ con romper la frontera del 2:10 cuando en la última manga de entrenos paraba el crono a apenas una décima del mejor registro marcado en el 2011 por el rapidísimo y potentísimo Lamborghini Gallardo (un 4x4 de más de 500 caballos) del joven Patrick Cunha, cuyo andar tanto nos impresionase entonces… sirviéndonos de referencia ahora para, en la distancia, tratar de imaginar el espeluznante ritmo al que tuvo que subir el Audi cuyos colores nos son tan familiares por aquello de ser los que, en su día, decoraron el EVO X ‘TVMotor’ que pilotó su hijo Sergio en el, para nosotros, inolvidable Rallye de Pravia de 2010. Y aunque en la manga de carrera final unos ‘problemillas’ con la electrónica hiciesen que el motor del Audi ‘tosiese’ algo en alta, impidiendo a su piloto seguir rebajando sus registros para tener que ‘conformarse’ con ‘calcar’ prácticamente su crono ganador de la última del sábado, la tercera victoria del fin de semana no peligraba para Fombona y el pronóstico se cumplía con claridad sin que, por ello, el espectáculo se resintiese… o, si no, ¡que se lo pregunten a los afortunados que lo vieron pasar!

Guy Demuth estuvo lejos del podio, terminando finalmente en la quinta posición
Sexta plaza de la general y segunda posición en CM para Fausto Bormolini
Magfníficos cronos los que marcó todo el fin de semana Federico Liber con el Fórmula Gloria
El suizo Rollinger sólo pudo acabar octavo con su ya veterano Lola F3000

Así que, con Faggioli dominando en el europeo y Fombona en la categoría 1 del nacional, para buscar ‘emociones dependientes del resultado’ había que fijarse en otras categorías. Y también hubo de estas en Falperra, que nadie lo dude. Empezando por algunos de los diferentes grupos del certamen continental, en cuya general, tras el inalcanzable italiano y su fantástica Osella oficial se clasificó otra de esos extraordinarios cruces entre bárqueta y fórmula que son las FA30. Se trató de la  pilotada con maestría por Milos Benes quien tuvo incluso el ‘atrevimiento’ de acercarse a Faggioli mucho más de los esperable en la segunda manga oficial del sábado. El checo se quedó a poco más de un segundo del crono del italiano y esté, como confesaría en sus declaraciones post carrera del día siguiente, se vio obligado a  ‘atacar’… así que en esa motivación extra que supuso la relativa cercanía de Benes estuvo también una de las causas del nuevo record de la prueba establecido por el sensacional Simone en la manga final.

Pero no nos desviemos, hablábamos de que también hubo categorías en las que la pelea por la victoria no se decidió con tanta claridad. Por ejemplo, en el caso del europeo, destacaron las luchas por la primera plaza entre los CN (las barquetas ‘de toda la vida’, para entendernos) y en el grupo N… en ambos casos, además, con triunfo final para pilotos españoles. En el apartado de las barquetas (los sport-prototipos para los que somos también circuiteros) la pelea fue cerrada entre la Norma de Andrés Vilariño, que tan buena sensación había dejado en Ubrique, y la Osella PA30 de Fausto Bormolini, que ha decidido este año dejar de lado su F3000 con ‘look Ferrari’ para ponerse a los mandos de un biplaza (también así los llamábamos en mis tiempos). El vasco ‘dio primero’, ganando por algo más de un segundo la primera oficial del sábado, pero el italiano replicó en la segunda, dejando el desenlace en poco menos que un ‘todo o nada’ para la manga final del domingo. En ella, ambos bajaron de los dos minutos (aunque no pudieron con el record de la categoría, en poder de Zerla desde el 2011) siendo finalmente la victoria para Andrés, que volvió a batir a Fausto (esta vez por tres décimas) y cumplió con el objetivo que se había puesto a si mismo cuando lo entrevistamos en Ubrique hace apenas un mes, ganar entre los CN consciente de que los F3000 y las FA30 están ‘en otra división’.

El portugués Antonio Nogueira impuso su Porsche en la categoría 1 del europeo
El checo Lukas Vojacek impuso su EVO IX en el Grupo A continental
Otro EVO IX, el del croata Muhvic, fue segundo en el grupo N del europeo
El único clasificado en el europeo de históricos fue el Huron Fórmula Fod de Pratlong

Por lo que respecta al grupo N, Marcelino Hevia llegaba a Falperra con las ideas muy claras: en Francia le habían ganado pero allí, en cierto modo, había ‘pagado la novatada’ de su primera carrera en el europeo y esta vez las cosas iban a ser diferentes. Algo que empezaba a demostrar ya en entrenos y, lo que era más importante, reafirmaba en las dos oficiales del sábado, ganando en ambas. En la primera con algo más de un segundo de margen sobre el croata Muhvic, y en la segunda tras apretado sprint contra el mismo rival, al que distanciaba en esta ocasión en apenas dos décimas. Como en el Campeonato de Europa la clasificación se elabora con la suma de tiempos de las dos mejores mangas de cada piloto en las tres oficiales del fin de semana, las espadas estaban totalmente en alto para la última subida de carrera del domingo, en la que ‘Marce’ apretaba aun más y bajaba ya a un 2:23 que se convertía en ‘zona prohibida’ para el croata, de nuevo parando el crono por encima del 2:24. Una victoria magnífica para el asturiano, acompañada, además, del segundo puesto en la categoría 1 del europeo (la que agrupa a GTs, grupos A, N y S2000) sólo superado por un clásico de Falperra, el espléndido Porsche rojiblanco de Antonio Nogueira, y del tercer puesto en la general del Campeonato de España, por detrás del Mosler de Borreguero y por delante del Audi A4ST de Eduardo Noriego, al que la caja de su superturismo le daba guerra durante todo el fin de semana, y al que el del EVO X batía en dos de las tres subidas de carrera.

Angela Vilariño cerró el fin de semana con un excelente segundo puesto en la carrera 3
Fernando Navarrete se clasificó en la quinta plaza del nacional de categoría 1
Problemas con el cambio le complicaron el fin de semana a César Gutiérrez
Con su EVO VI fallando, Rubén Iván Blanco se limitó a acabar y sumar los puntos del grupo A

Pero si igualada fue la pelea entre los grupo N europeos, no lo fue menos la que mantuvieron, sobre todo en la primera oficial, los protagonistas de la categoría 2 del nacional, la de los siempre rápidos y espectaculares CM. Ausente Javi Villa, el gran dominador de la categoría en Ubrique (y en todas las carreras en que compitió el año pasado) debido a que, al igual que en 2012, el fin de semana de Falperra tenía carrera de la NASCAR europea, el pronóstico quedaba mucho más abierto, con opciones reales de victoria para las tres marcas en liza esta temporada: BRC, con el nuevo B49 en manos de Jairo Pesquera y el todavía competitivo CM05EVO de Jonathan Alvarez, Silver, principalmente con el joven y rápido Toni Alarcón, y Demon, con Oscar Palacio al acecho en busca de aprovechar la oportunidad para ofrecerle al fabricante catalán su primera victoria.

La carrera 1 se convertía en una de esas ocasiones en las que parece que nadie quiere ganar ya que, quien más quien menos tenía problemas o acusaba su falta de conocimiento del vertiginoso trazado portugués, en el que hay que estar muy seguro de donde te sitúas para trazar y pisarle a fondo. Así que, al final, la victoria era para Jairo Pesquera, con un 2:16 que era un tiempo aun alto pero que, en este primer envite, le bastaba al asturiano para lograr su primer triunfo en una prueba de ámbito nacional y al nuevo B49 de BRC para elevar a ‘cuatro de cuatro’ su cuenta ganadora en este arranque de campeonato. A décima y media terminaba Toni Alarcón, pese a que su Silver no ‘estiraba’ en alta todo lo necesario en una subida tan rápida, y a 61 centésimas de él (y menos de un cuarto de segundo del ganador) completaba el podio Oscar Palacio, inmerso durante todo el fin de semana en multitud de pruebas en los reglajes del Demon, para cuyas suspensiones y chasis era una dura e interesante prueba el recorrido portugués.
Tiago Reis impuso su Norma en el campeonato portugués
Pedro Salvador batió a todos los CM del campeonato de España
La preciosa barqueta Wolf 2 litros de Pitorri cerró el 'top ten' continental
La checa Beresova marcó cronos de buen nivel en el grupo N europeo

Recordándonos a las carreras de CM de ’otros tiempos’, cuando todos acababan agrupados en distancias mínimas, cuarto era Jonathan Alvarez, a sólo siete décimas de la victoria y, sin embargo, fuera del podio, y quinta Ángela Vilariño, que nunca había terminado tan cerca del primero, a sólo 1.1. Precisamente esa distancia separaría en la carrera 2 a los tres que la completaban sin problemas… o al menos sin que estos fuesen los que hacían subir muy despacio a Jairo, al que la electrónica de su motor le empezaba a jugar una mala pasada, y a Ángela, que se encontraba al BRC a paso lento junto en el peor sitio, llegando a la chicane, perdiendo un montón de tiempo hasta que podía superarle. Con dos de los cinco contendientes eliminados de las opciones a podio, este se lo repartían Toni Alarcón, Oscar Palacio y Jonathan Alvarez en el mismo orden que habían terminado antes… con la diferencia de que, ahora, eran primero, segundo y tercero, ganando todos ellos una plaza y bajando algo sus tiempos anteriores para situarse a caballo entre el 2:14 y el 2:15… todavía lejos, en todo caso, de los 2:11-2:12 con los que se ganaba en CM los dos años anteriores.

El domingo, una vez encontrado en Silver el problema que impedía al motor de Alarcón desarrollar todo su potencial, el joven mallorquín, que descubría el  trazado portugués y, de inmediato, se encontraba muy a gusto en un recorrido tan ‘circuitero’, se distanciaba con claridad de sus rivales y acababa cerrando su primera visita a Falperra con una nueva victoria y un magnífico 2:11.294… que mejoraba el record de Aritz del 2011… pero no era el nuevo ‘tope’ de la categoría ya que ese se encargaba de establecerlo otro Silver, el pilotado por el portugués Pedro Salvador, cuyo andar impresionaba a todos durante el fin de semana hasta el punto de que había quien pensaba que el luso, al correr fuera del campeonato de España, montaba en su S2 un propulsor de más cilindrada cuando, en realidad, se trataba de una unidad del mismo cubicaje que las usadas por los nuestros e, incluso, de un modelo algo anterior. Así que el mérito de su ritmo hay que buscarlo en las manos del joven portugués y en su buen conocimiento del trazado de Falperra, una subida que puede parecer fácil, por aquello de que apenas si tiene ‘cuatro curvas’, pero que es tremendamente técnica, en la que hay que ‘hilar muy fino’ y donde hay poco margen para sacar ventaja y prácticamente ninguno para cometer errores. Características todas ellas que, unidas, todo hay que decirlo, al magnífico entorno del ‘Bom Jesús’ y a la exquisita gastronomía de la zona, me ‘engancharon’ durante mi primera visita a Falperra, en el que ya parece lejano 2010. Así que espero que el año que viene los calendarios nos sean más propicios y podamos volver tras llevar ya dos años de ausencia. Conformémonos por esta vez con saber que todos los que fueron el pasado fin de semana por primera vez, algunos por lo que les habíamos contado de aquello, otros por que tenían ganas de conocerlo y los demás porque les tocaba competir en ella por vez primera, quedaron encantados con la experiencia. ¡Al final va a resultar que no tengo gustos tan raros después de todo!

 

Texto: Daniel Ceán-Bermúdez, fotos Iago y Antonio Barrero