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CRÓNICA

DÉCIMA VISITA A UBRIQUE

Hace nueve años que visité por primera vez la localidad gaditana, conocida principalmente por su artesanía del cuero hasta que la estelar irrupción de Jesulín en el estrellato taurino y, sobre todo, de eso que llaman la ‘prensa del corazón’, la puso definitivamente en el mapa, convirtiéndola en un lugar popular hasta para quien no sea aficionado a ‘la fiesta nacional‘. Por lo que a mi respecta, de no ser por la Subida a Ubrique, la competición del motor que suele ser punto de partida del nacional de montaña, difícilmente la hubiese llegado a pisar nunca. La lejanía desde Asturias, mi nula afición a los toros y mi escaso apego por los climas cálidos habrían hecho de este típico exponente de los ’pueblos blancos’ andaluces, uno de esos lugares en los que no piensas cuando planificas las vacaciones, habiendo muchos otros por delante en tu lista de preferencias.

Sin embargo, Ubrique y sus alrededores se han convertido desde hace ya casi una década en uno de mis ‘destinos de carreras’ favoritos. Cada año, desde aquella primera visita del 2004, el largo desplazamiento desde Asturias es el único inconveniente de un fin de semana que, por lo demás, suele ser de lo más agradable, mezclando ’trabajo y placer’ durante tres días. A ello contribuye, por ejemplo, el ambiente de ’vuelta al cole’ que suele tener cada año la jornada del viernes, cuando después de la larga pausa invernal te reencuentras con un buen número de amigos y conocidos, tanto de la zona como de esa especie de ’circo ambulante’ que es el nacional de montaña. Un certamen en el que sus ’artistas’ suelen repetir temporada tras temporada, recorriendo España de acá para allá con sus camiones, sus coches y sus equipos, en muchos de los cuales no faltan incluso miembros de sus respectivas familias, convirtiendo el conjunto en una curiosa y, por lo general, bien avenida ‘troupe ambulante’ de la que, en cierto modo, hace ya tiempo que nos sentimos parte integrante en nuestras labores informativas.

Otro factor que ayuda a disfrutar del fin de semana tan lejos de casa es el alojamiento en la cercana y muy tranquila localidad de ’El Bosque’, situada a apenas unos kilómetros del bullicioso Ubrique, que durante los tres días de la Subida se convierte en una versión andaluza del ruidoso Arriondas de cada Fito. De estos diez años, en ocho hemos montado nuestra ‘base de operaciones’ en ‘El Bosque’, y siete de ellos, además, en el mismo lugar, el Hotel Rural Enrique Calvillo, un sitio que descubrimos ‘por error’ cuando en 2006 nuestra agente de viajes, Geli, no pudo conseguirmos habitación en Ubrique y que, desde entonces, es un fijo en la lista de establecimiento hoteleros que le paso cada principio de temporada para que vaya haciendo las reservas de todas las carreras del año.

También influye en que Ubrique sea una carrera que nos agrade el hecho de que su infraestructura la hace ser una de las más cómodas para trabajar de toda la campaña. Aunque la zona de asistencia sea, por momentos, algo caótica, su cercanía a la salida y las primeras y muy características curvas del trazado, hace que se facilite de forma notable nuestra habitual labor de redactor/fotógrafo y su inevitable ir y venir entre recorrido y parque de trabajo para sacar fotos y recabar informaciones.

Tal vez un poco por todo ello, aunque a primera hora de la mañana del pasado viernes la pereza fuese grande ante los casi 900 kilómetros de viaje que nos aguardaban, en cuanto Jose y Corsino me recogieron en Gijón con el FIAT Línea que, gracias a Marcelino Hevia y Motornalón, será nuestra ’montura’ esta temporada, también había ya ese punto de ganas e ilusión que la prueba andaluza me proporciona cada año. Además, pronto se impuso en todo el grupo, al que se unió en esta ocasión Javi, el ’telemetrista’ del equipo de Fombona, ese ’buen rollo’ que siempre hay cuando se juntan cuatro aficionados a las carreras y se ponen a ‘hablar de coches’ haciendo que, de ese modo, los kilómetros parezcan no ser tantos … o, al menos, den la sensación de recorrerse más deprisa.
Sin rivales en la Copa de Europa, Vilariño rebajó por tres veces su propio record
Javi Villa estrenó con triple victoria en la categoría 2 el nuevo BRC B49
Estreno victorioso también para el Audi DTM de Fombona, ganador en categoría 1
Raúl Borreguero impuso el Mosler entre los carrozados en la primera oficial

Poco después de las cinco de la tarde ya estábamos aparcando en las inmediaciones de la Plaza de toros de Ubrique donde, en hora tan taurina, la actividad era intensa pero con la arena del coso llena de otro tipo de ‘Miuras’ muy diferente a los que torease Jesulín en algunas de sus mejores faenas. En su lugar, los ‘medios’ de la plaza estaban tomados por los coches que iban a participar el sábado y domingo en las seis mangas previstas en el programa del fin de semana. Un programa estilo ‘europeo‘ (dos de entrenos y una carrera el sábado, una de entrenos y las dos restantes oficiales el domingo) por aquello de la puntuabilidad de la subida para esa Copa de Europa y esa challenge internacional FIA que no dejan de ser, sobre todo, reclamos para conseguir más notoriedad y patrocinadores ya que, en el aspecto deportivo cada año aportan menos. De hecho, esta vez ni siquiera había un solo piloto foráneo en liza, excepción hecha del británico Mike Roy, habitual en las pruebas andaluzas con su MKI Indy ‘estabulado‘ en la zona, y de su compatriota y residente en la región, Anna Haliley. Realmente, el único participante que aportaba la validez FIA del evento era Andrés Vilariño, un año más presente con su barqueta Norma, bastante mejorada respecto al año pasado, sobre todo en lo que a aerodinámica se refiere, y con la que, si no ocurría nada raro, debería ser el ganador absoluto del fin de semana.

Lógicamente, nuestro mayor interés estaba en las numerosas novedades que presentaba la lista del Campeonato de España. Una lista que sin ser numerosa al menos si que era de lo más variada, con esa diversidad de tipos de monturas que sigue ofreciendo la montaña y con unos cuantos cambios, de coches y pilotos, en los que nos centrábamos especialmente durante lo que quedaba de la tarde del viernes, grabando un reportaje para el programa de televisión ’Sobre Ruedas’ de la siguiente semana. En él hablamos con Fombona sobre sus expectativas ante el debut pilotando el impresionante Audi A4 R13 DTM (máximo foco de atención para todos los aficionados, estuviese donde estuviese), con Noriego, que estrenaba el anterior Audi del gijonés (ese plurivictorioso A4ST para el que teníamos el placer de diseñar una decoración más, ¡y van ni se sabe cuantas!), con Gerard De la Casa, de vuelta al campeonato de España tras muchísimos años (¿quién no lo recuerda con aquel Escort Cosworth a principios de los 90 en el Fito o Santo Emiliano?), con Marcelino Hevia, recién llegado del Col de St.Pierre, primera cita del europeo (y retornando también al nacional tras larga ausencia, excepción hecha de su breve aparición del año pasado en Santo Emiliano), con Rubén Iván Blanco, otro asturiano más que se lanza a la aventura de la montaña española (con ese espíritu que me gusta tanto y que se basa en ir, ante todo, a disfrutar con familia y amigos), con Oscar Palacio, expectante respecto a las posibilidades de su nueva montura, el Demon Car (a cuyo lado nos encontrábamos con un protagonista de nuestra primera visita a Ubrique, Josep María Guitart), con Joseba Castro, dispuesto a compatibilizar su labor de piloto del coche 0 en el nacional de rallyes con la nueva experiencia en la montaña (al volante, además, del coche campeón el año pasado, el Silver de Oscarsan Sport), con Juan Carlos Silvestre, que nos presentaba a su nuevo piloto, el joven mallorquín Toni Alarcón (que venía de ganar, aun con golpe incluido, en la primera carrera del certamen balear) y, finalmente (y, en realidad, ya el sábado por la mañana), con Javi Villa y Jairo Pesquera, encargados de hacer debutar el nuevo BRC B49 de magnífico aspecto y a cuya presentación oficial habíamos acudido el miércoles como perfecto aperitivo para ‘meternos en ambiente’ antes del viaje a Ubrique. Así que, en lugar de contaros yo aquí lo que nos dijeron, creo que mejor será que le echéis un vistazo al vídeo que podéis encontrar al final de esta crónica para escucharlo de boca de los protagonistas, acompañado, además, de imágenes de los diferentes vehículos que serán mucho más ilustrativas que cualquier cosa que yo pueda escribir.

El viernes se cerraba, unas horas después, con la ya clásica cena en el Mesón El Duque, en la que no podían faltar los medallones de venado… aunque esta vez estaviesen un pelín demasiado ’hechos’ para mi gusto. En todo caso, y como titulé el primer ’punto de vista’ de la temporada, “no somos supersticiosos pero nos gustan las tradiciones”, y esta cena del viernes es ya una de las varias que tenemos en el fin de semana de Ubrique y que, coincidiendo con mi décima visita a la prueba, me empeñé en cumplir a rajatabla. Por ello, el sábado y el domingo, ya en la subida, volví a apostarme, después de unos cuantos años sin hacerlo, en el exterior de la curva del Pluviómetro (¡lástima que ahora el interior sea zona totalmente prohibida!), y no faltaron, tampoco, las visitas a la 'curva de las Pitas' (la clásica redonda del inicio de la prueba) ni al cruce de la gasolinera, sin duda los tres sitios más característicos de una subida que es más rápida y técnica de lo que a primera vista pueda parece. Y, naturalmente, volviendo a la parte gastronómica, tampoco ’perdoné’ los ’Huevos a lo Bestia’ y el helado de chocolate blanco con chocolate negro caliente del restaurante de nuestro hotel, tradicional cena del sábado en la mayoría de estos ’diez Ubriques’ que cumplimos este año. Una décima visita sobre cuyo desarrollo deportivo paso a contaros a continuación, separando la crónica en las diferentes categorías en disputa a lo largo del fin de semana.
Gerard De la Casa dominó el grupo A y subió al podio del nacional el sábado
Aznar fue segundo en la carrera 2 y tercero en la general de la catgegoría 1
Positiva primera actuación de Oscar Palacio con el Demon Car, tercero en CM
Toni Alarcón fue segundo de la categoría 2 en las dos oficiales del domingo

LA SOLEDAD DEL CORREDOR DE FONDO (copa de Europa FIA, challenge internacional de montaña)

La montaña es lo más parecido que tiene el automovilismo a las pruebas de velocidad del atletismo, caracterizadas por un esfuerzo corto, intenso, que no permite el más mínimo error desde que el corredor sale disparado de los tacos de salida hasta que, apenas unos segundos después, se abalanza sobre la línea de meta. Pero también comparte con las competiciones atléticas esa lucha solitaria contra tus propios límites tan típica de las pruebas de fondo, en las que casi lo de menos es la posición final, siendo más importante batirte a ti mismo, mejorar tus propias marcas, ponerte nuevos retos. Algo así imagino que fue, durante el fin de semana de Ubrique, la principal motivación que tuvo el que, realmente, era único participante en la Copa de Europa FIA, Andrés Vilariño, ya que el resto de clasificados en la categoría continental no pensaban en la misma sino en sus respectivos campeonatos nacionales o regionales… además de que, evidentemente, tampoco tenían opción alguna, a nivel de maquinaria, para tratar siquiera de competir por el triunfo ‘europeo’ contra la imponente barqueta Norma de motor 3 litros.

Así que, sin tener contra quien luchar por la victoria, que debía de ser suya salvo problemas mecánicos, errores de pilotaje o la muy improbable aparición de la lluvia (el cielo se mantuvo despejado y de un radiante azul durante todo el fin de semana), para el veterano piloto vasco el reto estaba en sacar el máximo rendimiento a esa barqueta que la temporada pasada no le dio las satisfacciones esperadas. Pero si el año pasado los tiempos no salían, en esta ocasión empezaban a ser buenos desde el principio. Tras no poder tomar la salida en la primera manga de entrenos, en la que se montaba un buen follón en la zona de asistencia y acababan quedándose sin participar la mayoría de los que deberían ser principales protagonistas, en la siguiente Vilariño ya rebajaba su mejor crono del año pasado, parando el reloj en un 2:15.9 que todavía era un registro de ‘nivel CM’ pero que, unido a ver pasar la Norma, pegada al suelo como una lapa, servía de anunció de lo que estaba por venir. Y, en efecto, el ‘anuncio’ de que este año la Norma iba pero que muy bien se confirmaba en la subida oficial que cerraba la jornada del sábado, en la que Andrés batía su muy antiguo record de la prueba (¡de los tiempos de la Osella!), bajando por primera vez de la barrera de los 2:13. Una marca a la que limaba otra décima en la carrera 2 (primera oficial del domingo) para pegarle otro ‘tajo’ aun más importante en la subida final, llegando hasta ese 2:10.721 que se convierte en el nuevo record absoluto de la Subida a Ubrique y cuya consecución llenaba de alegría a un exultante Vilariño, al que hacía tiempo que no veíamos tan satisfecho como cuando se bajaba de la Norma a la entrada al parque cerrado final. Como esos corredores de maratón que luchan, sobre todo, contra sus límites y marcas personales, el veterano atleta, en la soledad de su pelea, había logrado la victoria más valiosa que un deportista puede lograr, superarse una vez más, batir su propio record, seguir demostrándose a si mismo que aun se puede mejorar. El resto, los puestos, los títulos, los premios, no son sino adornos, satisfactorios sin duda, pero, en cierto modo, innecesarios… o al menos así me gustaría a mi que muchos deportistas entendiesen la competición, con ese viejo espíritu que anima al solitario corredor de fondo, que tienen también su reflejo en la montaña y que se basa en la lucha individual contra el crono como principal objetivo.
Jonathan Alvarez acabó tercero en la general de CM
Noriego no tuvo fortuna el sábado pero el domingo ya pisó podio con el Audi
Claro dominio de Marcelino Hevia en el grupo N con el EVO X
Maldonado tuvo que conformarse con la segunda plaza de grupo A

FOMBONA Y EL AUDI DTM IMPRESIONAN (Campeonato de España, categoría I)

Nosotros ya habíamos tenido la fortuna de verlo de cerca en el Salón del Automóvil de competición celebrado en Avilés a principios de marzo, así que el pasado viernes, en Ubrique, cuando nos lo volvíamos a encontrar, no nos pillaba de sorpresa ni su imponente aspecto ni su magnético poder de atracción, haciendo que en todo momento hubiese gente alrededor admirándolo. Me refiero, naturalmente, a la nueva ‘arma absoluta’ de José Antonio López-Fombona, ese fantástico Audi A4 R13, procedente del DTM, sobre el que confluían todas las miradas desde que la gente de FAST Motorsport lo descargó del camión, en la tarde del viernes, hasta que lo volvió a cargar, ya con dos victorias en su haber, a mediodía del domingo. Una auténtica maravilla de la técnica, un coche creado por y para la competición por un grupo de ingenieros que en su currículo tienen innumerables victorias en Le Mans, la pura esencia del lobo con piel de cordero, una fiera vestida con esa carrocería que quiere hacerlo parecerse a un inofensivo turismo de cuatro puertas (bien musculado, eso si, con todos esos aletines y ensaches aquí y allá) y bajo la que se esconde un sofisticado prototipo lleno de esos detalles que, si te gusta la mecánica, te puedes pasar horas observando sin cansarte.  Un coche fantástico, de los que sólo se pueden ver ya en la montaña gracias a un reglamento aun permisivo, pese a sus muchas restricciones respecto al de los ‘buenos viejos tiempos’, que tiene en el grupo A2 un interesante ‘cajón de sastre’ para dar cabida, con eso de ’vehículos procedentes de campeonatos extranjeros' a ‘aparatos’ como el Audi DTM que todos queríamos ver de cerca el viernes y al que todos estábamos deseando ver en acción el sábado.

Por eso el desenlace de la primera de entrenos, que seguíamos desde el exterior de la curva de las Pitas para sacar la clásica foto con las casas blancas de Ubrique como fondo al paso de los coches, era todo un anticlímax. Ni el esperado Audi de Fombona ni, tampoco, los de Aznar y Noriego o el Ferrari de Abia eran de la partida debido al ya comentado ‘lío’ que se organizaba en la siempre algo caótica ‘calle de asistencia’, cuya coordinación con las zonas de presalida y salida no es fácil precisamente. Un lío que aplazaba hasta la siguiente manga de entrenos el esperado momento de ver, por fin, en acción al ‘monstruo’. Y, visto lo visto, casi diría que era mejor. Porque para la segunda manga nos situábamos en el exterior de la curva del Pluviómetro, una paella de ‘izquierdas’, precedida de una ‘derecha’ que se abre camino entre las rocas y a la que sigue una empinada cuesta camino del siguiente y cerrado viraje, también de ‘derechas’. Un escenario clásico donde los haya, en el que se agolpan cada año muchísimos aficionados, ocupando cada mínimo espacio en los riscos que se recortan sobre el brillante cielo azul, recordándonos, por momentos, esas películas del oeste americano con los ‘sioux’ acechando desde las montañas al paso de la caravana de pioneros o la columna montada del séptimo de caballería. Un escenario perfecto, además, para apreciar, en un instante, las posibilidades, virtudes y defectos, del A4 DTM, que trazaba la ‘derecha’ previa y la paella con ligeras dudas a causa que algún que otro bote provocado por su dura suspensión y su rígido chasis pero que, una vez superada esta última con una trayectoria que se abría al máximo en la salida, poco menos que se ‘teletransportaba’ hasta el siguiente viraje, ‘tragándose’ en un abrir y cerrar de ojos la acusada pendiente que separa ambas curvas con una aceleración impresionante. Poco importaba que el crono en meta fuese aun alto, un 2:35 que situaba a Fombona en la cuarta plaza por detrás del primer GT (el Mosler de Borreguero), el primer grupo A (el Córdoba WRC de De la Casa) y el primer grupo N (el EVO X de Marcelino Hevia). Al fin y al cabo, era sólo la primera toma de contacto para el piloto con semejante coche fuera de su habitat natural de los circuitos... y la impresión que nos dejaba su potencial era abrumadora. Por ello, cuando en la subida oficial de la carrera 1 apenas si le faltaba al gijonés una décima para lograr ya estrenarlo con victoria al primer intento, pese a estar aun muy lejos de tenerlo completamente ‘domado’, la sensación de que estábamos ante el dúo coche-piloto a batir para lo que quedaba de fin de semana (¡y de campeonato!) se acrecentaba.
Fernando Navarrete fue segundo de GT con el Porsche 968
El podio de los Gran Turismo lo completó el Ferrari 360 de Juanjo Abia
Segunda plaza en grupo N para el EVO IX de César Gutiérrez
Rubén Iván Blanco fue segundo de grupo A en las carreras 1 y 2

Una sensación que compartíamos con José Antonio el domingo a primera hora y ante la que se mostraba cauto. “Vamos a ir a poco a poco” nos decía, pero la tranquilidad que desprendía su expresión nos parecía más significativa que sus palabras… y su 2:22 de la siguiente oficial no hacían sino confirmar lo que ya esperábamos, el binomio Fombona-Audi DTM iba a estar ya fuera del alcance del resto, para los que el 2:24 era una frontera poco menos que insuperable. Algo que, antes del arranque de esa segunda oficial del fin de semana, también se temía el ganador de la víspera, Raúl Borreguero, que nos comentaba estar ya en el límite de lo que podía lograr con el Mosler: “Igual si intentamos bajar más lo que hacemos es empeorar un par de segundos”… palabras poco menos que proféticas ya que su tiempo era segundo y pico peor que el logrado el sábado, con un problema en el cambio como causa adicional para hacerle perder no sólo la primera plaza sino, también, la segunda, que iba a parar a manos de Aznar. El almeriense había tenido un día difícil la víspera, con el sistema ‘cutoff’ de su A4ST fallando y complicándole la vida en cada cambio de marcha, lo que acababa dejándolo en la cuarta posición, por detrás del Córdoba de Gerard De la Casa, que festejaba con un magnífico podio su retorno al nacional. Sin embargo, caprichos de la electrónica, al arrancar el veterano Audi superturismo el domingo por la mañana todo volvía a funcionar, y Aznar se acercaba ya a sus mejores tiempos de años anteriores en Ubrique, siendo segundo en la carrera 2, aunque a tres segundos y medio de Fombona.

En la manga final, el gijonés daba otra ‘vuelta de tuerca’ y sumaba su segunda victoria del fin de semana. Cada vez más a gusto con el coche, del que nos había contado sus impresiones apenas unos minutos antes (“es una maravilla, mejora en todo al A4ST, sólo tengo que acostumbrarme a la dirección, que es demasiado asistida para mi gusto y hace que tenga que ir con cuidado en las zonas rápidas”), Fombona ponía el listón aun más inalcanzable para sus rivales en la categoría 1 del nacional con un 2:20.762 que dejaba las cosas más que claras. En su primer fin de semana con el Audi DTM, José Antonio había acabado completado los 4.450 kilómetros de la subida a Ubrique casi dos segundos y medio más rápido de lo que nunca lo había hecho al volante del 'superturismo' con el que logró sus cinco títulos nacionales… una mejora preocupante para sus rivales porque, lógicamente, a medida que vaya cogiendo más confianza con el imponente R13, los cronos deberán caer aun más y no quiero ni pensar como podrá ir semejante aparato por Falperra… bueno, si quiero pensarlo ¡y estoy deseando verlo!

A cuatro segundos de Fombona, la segunda plaza en la carrera 3 era para Borreguero, que bajaba finalmente a ese 24 en el que ya había estado el año pasado, completando el tercer podio del fin de semana Eduardo Noriego, que iba visiblemente a más en su estreno del Audi A4ST ex-Fombona. Un estreno que se le complicaba el sábado, cuando era otro de los que se quedaban con las ganas de subir en la primera de entrenos… lo que en su caso era aun más problemático ya que no había probado todavía el coche y ese hubiese sido su primer contacto con el mismo. Un primer contacto que tampoco tenía lugar en la segunda manga de práctica, cuando le ponían la señal de ‘stop’ en la salida, momentos antes de que le tocase arrancar y, después de apagar el motor, la puesta en marcha fallaba al intentar volver a encenderlo, obligándole a apartarse y volver de nuevo a la asistencia sin haber recorrido ni un solo centímetro. Así que, finalmente, esos tan esperados primeros metros con el superturismo los tenía que hacer el extremeño en la manga oficial de la carrera 1, que afrontaba sin referencia alguna sobre el comportamiento del coche y con neumáticos usados, ya que tampoco era plan de gastar unas gomas nuevas en semejantes circunstancias. El resultado era un 2:38, a diez segundos de sus mejores cronos con el EVO IX de grupo N, y una novena plaza. Prestaciones que ya mejoraba ostensiblemente el la primera oficial del domingo, con un 26.8 que le dejaba a menos de medio segundo del podio, cuyo tercer escalón acababa pisando, como ya quedó comentado más arriba, en la carrera 3, con un 26.0 que completaba su notable progresión. Habrá que estar atentos al de Almendralejo en las próximas carreras, porque en cuanto esté más hecho al Audi va a ser un piloto a tener muy en cuenta para los puestos de cabeza en todas las pruebas del nacional.
Angela Vilariño acabó cuarta en la general de la categoría 2
Tercer puesto en grupo N para José Blanco Rosales y su habitual EVO IX
Claro triunfo en Históricos para Clemente y su SEAT 124
El BMW de Manuel Jesús Moreno fue tercero del grupo A en la carrera 3

La mejora de Noriego relegaba a Aznar a la cuarta plaza en la carrera 3 y, por detrás del almeriense, los puestos del quinto al doce eran exactamente los mismos que en la carrera 2 y con su mayoría de ocupantes habiendo estado también por esa zona de la tabla el día anterior en la carrera 1. Así que vamos a un repaso rápido de todas esas otras luchas que nos han ido quedando un poco relegadas en el relato al centrarlo en la pelea por la victoria y los puestos de podio. El sábado, Gerard De la Casa había accedido al ‘cajón’, como ya quedó brevemente comentado, y aunque el domingo no podía repetir la hazaña ante la mejoría de los A4ST, que la víspera no habían tenido su día, el andorrano sumaba dos quintas plazas y seguía siendo el gran dominador del grupo A, distanciando siempre con claridad al otro Córdoba WRC, el de Maldonado. El almeriense nos comentaba que, independientemente de lo rápido que iba Gerard, parte de la diferencia también estaba en que su coche es un EVO2 mientras que el de su rival (un ex-Auriol del equipo oficial SEAT) es un EVO3, equipado además con brida más grande y la correspondiente electrónica para sacarle todo el partido al aire extra. Un detalle ese, el de tener la electrónica adecuada para que el motor sin brida funcione mejor, que le faltaba al tercero en liza en el grupo A, el EVO VI del asturiano Rubén Iván Blanco, que se tenía que conformar con la tercera plaza en las dos primeras carreras, acabando a duras penas la última al fallar un fusible de la bomba de gasolina, lo que dejaba el peldaño final del grupo A en poder del local Manuel Jesús Moreno y su BMW M3.

En grupo N, otro asturiano, Marcelino Hevia, era el gran dominador, situándose además con su EVO X en la sexta plaza de la general en las tres mangas oficiales del fin de semana. Un positivo arranque de temporada para ‘Marce’ que, sin nadie que le inquietase realmente en su categoría, se había pasado los dos días haciendo pruebas y cambios en el coche con vistas a sus siguientes compromisos, las subidas a Falperra y el Fito en las que confluyen los dos campeonatos en los que está inmerso este año, el europeo y el nacional. El segundo puesto entre los ‘derivados de la serie’ era para otro EVO, también con piloto astur a sus mandos, el IX de César Gutiérrez, con el que hablábamos al término del fin de semana y que, aun sin acabar del todo satisfecho de cómo le habían ido las cosas tampoco es que se quejase ya que el resultado era más o menos el esperado y los cronos acaban siendo similares a los de la pasada campaña y suficientes para superar al tercero en discordia en la categoría, el incombustible José Blanco Rosales, una vez más en la línea de salida del nacional con su vistoso Mitsubishi rojigualda.

En GT, por detrás de Borreguero, sin rival de momento en la categoría, ausentes el actual campeón Manuel Cabo, y su habitual contrincante de otros años, Angel Castro (cuyos Cupra y Toledo han pasado a engrosar la cada vez más envidiable colección de Teo Martín), la segunda plaza en las tres mangas era para Fernando Navarrete (que se divertía y divertía con el Porsche 968, un coche que suena estupendamente y se mueve más de lo que el piloto quisiese pero justo lo que el público desea) y la tercera para Juanjo Abia (con esa preciosidad de Ferrari, al que, además, le resultaban de los más favorecedores los cambios hechos en su decoración). Para ambos eran los puestos ocho y nueve de la general en las dos oficiales del domingo tras haber sido, respectivamente, séptimo y décimo el sábado.

Cerraba el topten de los carrozados en las carreras 2 y 3 el SIMCA Rally del murciano Julián Bornás, estrenando con victoria su incorporación a la categoría E2000 cuyas modificaciones permiten este año que las pequeñas ‘bombas’ francesas (y otros coches, como el AX de Molina visto también en Ubrique) puedan integrarse de nuevo en el nacional de montaña tras varias temporadas en las que estaban fuera de clasificación al no incluírseles con los históricos. De estos últimos, también había sólo dos en Ubrique, entre los que Clemente, un año más bajando sus cronos en Ubrique, imponía con claridad su SEAT 124 al Porsche 911 de Rafael Serratosa.
Poca fortuna para Jairo Pesquera en su estreno del nuevo BRC
Joseba Castro fue a más en cada subida en su debut en el nacional de montaña
Julián Bornas se metió entre los diez mejores de carrozados el domingo
Jiménez no pudo romper el dominio de los Mitsubishi en grupo N

JAVI VILLA VOLVIO A DOMINAR... PERO NO FUE TAN FÁCIL COMO PUDO PARECER (Campeonato de España, categoría II)

El año pasado, en su primera visita a Ubrique, Javi Villa ganó claramente con el BRC CM05EVO las tres subidas puntuables de la categoría reservada a los CM. Un año después, en esta ocasión al volante del nuevo B49 de Bango Racing Cars, Javi volvió a marcar diferencias desde la primera oficial y se llevó también las tres victorias. Sin embargo, el desarrollo de los dos fines de semana fue bastante diferente para el asturiano y su equipo. Entonces, aunque se trataba de su estreno en la subida gaditana, todo fue como la seda para el rapidísimo piloto procedente de los circuitos, mientras que en esta ocasión los típicos ’problemas de juventud’ de todo coche nuevo hicieron que el trabajo fuese mucho más duro e ingrato durante todo el fin de semana. Porque, evidentemente, otro resultado que no fuesen tres victorias de Villa no cabía en los pronósticos ni, tampoco, en los objetivos que él mismo se había autoimpuesto, así que acabar lográndolas diría que fue para Javi casi más una obligación que cualquier otra cosa.

Qué habría que trabajar de firme en la puesta a punto del nuevo coche quedaba claro simplemente con ver la ‘espantada’ que le daba la zaga del B49 a Villa en cuanto pisaba a fondo el acelerador a la salida de la curva de Las Pitas en la primera manga de entrenos. Sólo su habilidad impedía un trompo o algo peor, y el altísimo crono que registraba en meta, 2:34, sexto entre los CM, evidenciaba que el inicio no había sido precisamente bueno y que quedaba bastante tarea por delante. Una tarea a la que Javi y su equipo se entregaban de inmediato… y aunque el coche no acabar de ir exactamente como su piloto quería durante las dos jornadas, su puesta a punto si progresaba lo suficiente como para que nadie pudiese inquietar al piloto de BRC en las tres subidas de carrera. En la del sábado, Javi ganaba con un 2:15.7 que ya era mejor que su tiempo del primer día el año anterior… aunque también hay que tener en cuenta que entonces no conocía la subida y ahora ya contaba con la experiencia previa del 2012. El domingo, los cambios hechos en los reglajes no daban los resultados previstos así que Villa se ‘conformaba’ con ganar las dos restantes mangas puntuables, pero sin poder estar en los tiempos del 2012 y cerrando el fin de semana con el registro de la carrera 1 como su mejor crono. Tres victorias claras, en todo caso, que sitúan ya a Javi como líder y claro favorito a un título que el año pasado ya debía haber sido suyo de no ser por el absurdo sistema de puntuación. Un sistema que, por fin, se ha modificado para esta temporada, aumentando la diferencia de puntos entre las primeras plazas y, sobre todo, permitiendo descontar las carreras que cada uno quiera, sin que tengan que pertenecer todas a diferentes pruebas como era el caso estos últimos años. Una circunstancia que, unida a que esta vez sólo hay una coincidencia de fechas entre los calendarios del nacional de montaña y la NASCAR europea (de nuevo Falperra saldrá perdiendo) hacen que el piloto de BRC se presente ya como el máximo candidato. Porque si ha ganado a la primera con el nuevo coche, pese a que este no estuviese aun al cien por cien (Javi hablaba de un 70% el sábado) está claro que imposible será que nadie le inquiete a poco que el nuevo B49 vaya mejorando.

De todas formas , que gane Villa es algo con lo que sus rivales ya cuentan, al fin y al cabo, Javi, todo un auténtico piloto profesional, juega ‘en otra liga‘ como se suele decir en estos casos. Por ello, independientemente de disfrutar con el lujo que supone su presencia para el nacional de montaña, tal vez el mayor interés vaya a estar en la pelea por la segunda plaza. Una pelea que, por lo visto en Ubrique, puede tener además el ‘morbillo’ de enfrentar al actual campeón, Oscar Palacio, con el nuevo piloto de su antigua marca, Toni Alarcón… y en la que también parece querer entrar otro ‘recién llegado‘ al campeonato, el asturiano afincado en Andalucía Jonathan Alvarez. El sábado, quien empezó fuerte fue el joven mallorquín, autor nada menos que del mejor tiempo en la primera de entrenos, esa en la que Villa subió ’tranquilo’ tras un par de sustos del nuevo BRC. Luego, con Javi ya ocupando ese primer puesto al que parece predestinado en cada subida, fue el turno de Jonathan de ser el ’mejor del resto’ en la segunda de entrenos. Pero llegada la hora de la primera oficial se impuso la experiencia, y mientras Toni pagaba sus ganas con un toque contra un bordillo en la parte inicial, llegando a la frenada de la gasolinera envuelto en humo al bloquear mientras la carrocería rozaba con la goma delantera derecha y teniendo que parar poco después, Oscar lograba un segundo puesto que era un magnífico estreno para su colaboración con Demon Car. Un resultado que ni el propio piloto esperaba ya que el objetivo para esta primera prueba era, sobre todo, empezar a trabajar con el nuevo coche y ver donde podía estar en relación a los Silver y BRC. El primer podio del año lo completaba Jonathan, encantado de estar a poco más de medio segundo de quien es poco menos que su maestro en esto de los CM. Por detrás del trío de cabeza, el hueco ya era mayor, siendo cuarta Angela Vilariño, que acababa contenta con su rendimiento, mejorando ya cronos respecto al año pasado, y quinto Jairo Pesquera, que sufría las dificultades ya comentadas del estreno del nuevo BRC, acrecentadas en su caso con unos problemas de temperatura que acabarían por costarle el abandono en la primera manga del domingo, al ceder el motor de su B49.

Las mangas del segundo día eran, en cambio, mucho más positivas para Toni Alarcón, que en nada intimidado por el toque de la víspera seguía demostrando su rapidez y en la carrera 2 ya bajaba, aunque fuese por poco, al 2:18, poniéndose fuera del alcance de Oscar, que seguía progresando con el Demon pero se quedaba algo más de una décima por encima del 2:19, siendo tercero por delante de Jonathan, que se descolgaba algo más en esta ocasión pero aun tenía margen suficiente sobre Angela, quinta y algo en ‘tierra de nadie’, a 2.6 del asturiano y con 2.8 sobre el debutante Joseba Castro, que iba progresando y, lo que es tanto o más importante, se lo pasaba realmente bien con el Silver. Ambos repetirían posiciones y, prácticamente, distancias en la manga que cerraba la jornada.

En esa última subida oficial también se repetían exactamente las posiciones de cabeza, de nuevo con Toni Alarcón bajando tiempos para acabar con un interesante 2:18.323, a un segundo del mejor crono de Oscar el año pasado con el Silver y a poco más de dos y medio del inalcanzable Javi Villa. Nada mal para ser su primera carrera del nacional y no conocer la subida. ¿Habrá encontrado Silvestre un ’nuevo Roca’? Evidentemente es muy pronto para decirlo pero lo que es indudable es que el joven balear procedente del karting apunta muy buenas maneras y habrá que seguir de cerca su evolución. Como también habrá que estar atento al progreso del Demon en manos de Oscar, que en la carrera 3 volvía a ser tercero, aunque empeoraba algo su crono previo y estaba a punto de verse sorprendido por Jonathan, al que le faltaban sólo 29 milésimas para batirle y sumar su segundo puesto de podio del fin de semana. De todas formas Jonathan si se subía luego al podio ‘real‘, ya que la suma de los cronos de las tres mangas oficiales es la que define las posiciones finales a efectos de palmarés y entrega de premios. Un podio que, en la categoría II del nacional, ocupaban tres asturianos: Javi Villa, Oscar Palacio y el de ‘Marbellastur’, poniendo un bonito broche para la abundante expedición astur a Ubrique, un pueblo que nos queda lejos pero en el que, cada año por estas fechas, nos sentimos casi como en casa.

Texto y fotos: Daniel Ceán-Bermúdez