La coincidencia de fechas entre la Subida a Santo Emiliano y el rallye de Orense, segunda que se produce este año entre pruebas de los Campeonato de España de montaña y rallyes, hizo que en esta ocasión la ‘sacrificado’ por nuestra parte fuese la segunda cita gallega del nacional de asfalto. Un sacrificio que, he de reconocer, tampoco fue excesivo ya que Santo Emiliano, además de estar al lado de casa es una de mis pruebas favoritas, por lo que cambiarla por un viaje a Orense donde el calor suele ser como mínimo notable en esta época del año, no era mal trueque precisamente.

De todas formas, por motivos de trabajo había que estar pendiente también del rallye orensano, así que a base de seguir los tiempos por internet y de hablar por teléfono con nuestro ‘corresponsal en Galicia’, el colega y sin embargo amigo Miguel Díaz ‘Chapi’, estuvimos bastante al tanto de lo que pasaba… que no fue mucho ya que, aun con la inesperada presencia de la lluvia, diría que se cumplió el guión previsto, haciendo buenos los pronósticos que daban a los Porsche como claros favoritos. Algo que, por otra parte, ya no es novedad en prácticamente ninguna prueba del nacional desde hace tiempo, por mucho que haya quien se siga empeñando en ‘vendernos’ una presunta igualdad técnica en un campeonato que, en realidad, tiene todos los visos de volver a ser este año un monopolio Porsche, con Fuster de nuevo como claro favorito y empezando ya a tomar ventaja tras lograr en Orense su segunda victoria de la temporada.

Por ello, y como, sinceramente, nos apetecía poco ponernos a escribir por enésima vez de lo mismo o parecido a lo que ya hemos escrito otras veces (que si los Porsche son claramente superiores en la mayoría de los terrenos y hasta en agua se defienden mejor contra los S2000 de lo que estos se defienden contra los GT en seco; que si detrás del grupo de cabeza apenas si hay ‘clase media’, con sólo los dos Swift S1600, el DS3 y apenas un par de EVOs grupo N en esa tierra de nadie que queda entre los ‘punteros’ y los ‘coperos’; que si de estos últimos sólo la Swift tiene buena participación y algo de interés, aunque este sea mucho mayor viendo los tiempos por internet que viendo pasar los coches por los tramos, algo común a la mayoría de estos coches modernos que 'andan más que transmiten'; que si las nuevas categorías permitidas este año apenas si están atrayendo nuevos participantes porque el problema no es de falta de coches con los que correr si no de falta de dinero para poder hacerlo; que si, con la decisión de Jonathan Pérez de pasarse a los R4, los S2000 se mueren un poco más y Hevia se queda ‘sólo ante el peligro’ como defensor de una categoría insostenible dados sus costes en un campeonato como el nuestro en el que, además, las reglas la perjudican cada año más; que Xevi Pons vuelve a demostrar como las diferencias de nivel entre los campeonatos mundiales y nacionales son tan grandes como para que un piloto que no logró cuajar del todo en el mundial sea siempre protagonista destacado en el nacional se suba en el coche que se suba... etc, etc) al final fueron pasando los días y la crónica del Orense 2012 no acababa de arrancar.

Así que, finalmente, optamos por ‘liar’ a Chapi para que nos diese su particular versión de lo visto en los tramos orensanos. Al fin y al cabo, él si que estuvo allí por lo que siempre tendrá más valor lo que cuente alguien que asistió a la prueba que lo que os pueda decir quien la siguió en la distancia. Y aunque esta semana para él era frenética, cerrando mil y un temas para completar otro número de ‘Crono Motor’ (la única revista que se salva, y con mucho, del penoso nivel que ahora mismo presenta el panorama de la prensa del motor nacional, sobre todo si hablamos de temas relacionados con la competición) todavía tuvo tiempo para dedicarnos un rato y resumir en unas líneas lo que dio de si la cuarta prueba del campeonato de España de Rallyes de Asfalto 2012, el Rallye de Orense. Su crónica, corta para lo que es costumbre en esta web, hace justicia a eso de ‘lo bueno, si breve, dos veces bueno’ y me parece, además, un perfecto aperitivo para, tras leerla, dirigirse de inmediato al kiosko más cercano y comprar el último número de ‘Crono Motor’, en el que ‘Chapi’, Bárcena y compañía dedican un amplio espacio a glosar no sólo todo lo ocurrido en el rallye orensano sino también en el siempre popular (y este año conflictivo) rallye de Narón, además de completar otro mes la revista con una serie de artículos de esos que merecen sentarse cómodamente, con una tapita y un refresco o una cerveza al lado, para leer con calma y disfrutar de historias de esas que es cada vez es más raro ver en negro sobre blanco en una prensa del motor más pendiente de contentar al anunciante que al aficionado. Además, aunque no deja de ser paradójico que lo diga alguien que se gana la vida escribiendo en internet, donde esté leer en papel que se quiten el PC, el iPad, el eBook y cualquier 'cachivache' electrónico de esos a los que, poco a poco, nos va 'condenando' el progreso.

ASÍ VÍO ‘CHAPI’ EL RALLYE DE ORENSE

En el futuro, no dudo que el transporte y las comunicaciones avanzarán hasta el punto de que las personas puedan trasladarse inmediatamente de un sitio a otro, de la misma manera que hoy viajan los correos electrónicos, o las palabras de una conversación telefónica. Personalmente creo que no llegaré a verlo, ni tampoco nuestro estimado Daniel Ceán, líder dogmático de esta decenaria web. Pero ni él ni yo debemos tomarlo con tristeza, sino con alivio, ya que si pudiésemos estar en varios sitios al mismo tiempo, seguramente acabaríamos teniendo compromisos, “jaleos” y todo tipo de trabajos que hacer en todos ellos.

Como nuestro Citador de Campeones estaba en Santo Emiliano, muy ocupado divagando acerca de la similitud de Asturias con Sicilia (comparación original, teniendo en cuenta que siempre ha sido mi comunidad autónoma, y no la suya, la que tradicionalmente se relaciona con según qué estereotipos…), ha solicitado la ayuda de un servidor para contar un poco lo que sucedía en Ourense, escenario de la cuarta cita del Campeonato de España de Rallyes de asfalto.

El viernes la carrera comenzaba con el habitual tramo urbano poligonero (este año sin tierra, mejor para los GT), pero el rallye de verdad empezaba el sábado, con lluvia por la mañana y elecciones de neumáticos que marcaron la carrera.

Alberto Hevia se equivocó al optar por gomas duras al inicio y cargó con una “losa” de segundos todo el rallye, mientras que Xevi Pons fue adaptándose a su vehículo a medida que avanzó la prueba. A mitad de carrera los Porsche de Miguel Fuster y Sergio Vallejo dominaban claramente, siendo su oposición más importante Alberto Meira (hasta que un pinchazo y averías derivadas del mismo le llevaban a abandonar a media mañana) y Víctor Senra, ambos en sendos Mitsubishi R4+ del preparador Roberto Méndez.

A poco de iniciar la sección de tarde (ya con sol y sin más “incertidumbre” que el decidir qué Porsche ganaría) el pinchazo de Vallejo en el Cañón do Sil le retrasaba varios minutos y Fuster afrontaba el resto del rallye en “modo control”, evitando riesgos y asegurándose la victoria. Pons comenzó a marcar muy buenos cronos (incluso algún scratch) y suya fue la segunda plaza, por delante de Senra que por apenas unas décimas consiguió defender su puesto en el podio, ante el ataque final de Hevia.