Apenas una semana después del trágico suceso que marcó por completo el pasado Rallye Príncipe de Asturias, teníamos una nueva cita, en este caso la séptima del campeonato regional de Montaña. La Subida al Sueve iba a servir, por una parte, para tratar de pasar página, en la medida de lo posible, tras unos días muy convulsos en el automovilismo asturiano y nacional, pero además, sería una prueba de fuego para los organizadores como para los aficionados, ya que todas las miradas, tanto de la gente del motor, como de los que sólo prestan atención a nuestro deporte cuando ocurre una desgracia, iban a estar pendientes de todo lo que sucediese este fin de semana.

A nivel organizativo, la subida contó con un cuidado y muy importante encintado del recorrido, bastante más que en otras ediciones para procurar al máximo evitar dejar accesibles zonas potencialmente peligrosas. Además, los comisarios estuvieron mucho más activos de lo habitual ya desde bastantes minutos antes del comienzo de las mangas para evitar que la gente se saliese de las zonas seguras. El público, en un porcentaje muy elevado actuó de forma excepcional, colocándose de forma prudente y concienciada de la necesidad de que el automovilismo no vuelva a ser noticia por situaciones como las del Príncipe. Evidentemente siempre queda la excepción que hay en todas las carreras y que no facilita en absoluto el trabajo de los organizadores, pero en este caso, y como se vio en la famosa última paella de meta, los propios espectadores fueron los primeros en abroncar a todos aquellos que, estando situados en una zona prohibida, se negaban a quitarse. Esperemos que esta dinámica continúe en el futuro y no sea flor de un día, y es que a partir de ahora cualquier prueba va a ser mirada con lupa, siendo el próximo Rallye Villa de Llanes una cita clave y en el que seguramente cualquier mínimo detalle será susceptible de llevar a un tramo a anularse, cosa que ninguno deseamos ya que, al fin y al cabo, a todos nos gustan las carreras y lo que queremos es disfrutar de ellas. Así que, hoy por hoy, lo mejor que podemos hacer para colaborar es situarnos con especial esmero en zonas seguras.

Entre los turismos también se presentaba una batalla interesante con una buena cantidad de coches potentes y variados, en una lucha que iba a estar entre habituales y no habituales del campeonato. Así pues, a priori la pelea por la victoria parecía que iba a ser cosa de José Luis Alonso, que con su Lancer Evo VIII se encontraba en plena pelea por el liderato de la categoría II con Alberto Ordóñez, otro de los candidatos a dar guerra con su rápido Clio Sport. Frente a ellos, Julio César Castrillo con Porsche 911 GT3 y Jonathan Pérez, que tras oficiar hace un par de años como coche 0, en esta ocasión se inscribía con el Mitsubishi Lancer Evo X del nacional de rallyes, parecían los principales favoritos al triunfo final de carrozados, pero sin olvidarse de Isaac Moro, César Gutiérrez, Albino García o la armada de AX A1/2 que sin duda iban a dar mucha guerra entre los puestos altos de la clasificación. Por cierto, y hablando de los ‘atómicos’ AX, en esta ocasión Jaime y Daniel Montes, padre e hijo, acompañaban a Rubén Bulnes participando ambos con los dos A1/2 de la casa, demostrando que ambas generaciones están en plena forma para competir juntos.

Así pues, y ya con todos los pilotos presentes y preparados, a las 15:00 arrancaba la primera y única subida de entrenamientos, con puntualidad absoluta y con una climatología que, a pesar de la lluvia caída el día anterior, iba a respetar totalmente el desarrollo de la prueba, pudiendo disfrutar de un día y unas temperaturas más propias del verano que acaba de concluir, que del otoño en el que apenas llevamos unos días inmersos. En esta primera ascensión, Fermín Busta no daba opción, confirmando los pronósticos y marcando el mejor tiempo con un BRC que ya desde la subida a La Faya tiene una puesta a punto con la que se encuentra mucho más a gusto que a principios de temporada. Por detrás, Óscar Palacio cedía 1,7 segundos con el piloto de Parres, mientras que Jairo Pesquera cerraba las posiciones de podio con un excelente Jonathan Pérez a sus espaldas, cuarto absoluto y primer carrozado con el Mitsubishi Lancer Evo X, demostrando el gran nivel que da el correr un campeonato de España de Rallyes. Por detrás, Víctor Abraham completaba, además con buenos cronos, una subida que los últimos años se atragantaba continuamente a su montura, con continuos problemas mecánicos. A continuación se situaban Jesús Manuel Candás con el cuarto CM inscrito, seguido del Lancer Evo VIII José Luis Alonso, segundo en carrozados y ganando además la partida a Alberto Ordóñez, que suplía con manos la diferencia de potencia con sus competidores en una subida donde tener caballos debajo del capot es fundamental, llegando el piloto de Bimenes a superar incluso al Porsche 911 GT3 de Julio César Castrillo. Tras ellos, se situaban los tres primeros clasificados del grupo N, César Gutiérrez, Ángel Paniceres y José Albino García, entre los que la diferencia de poco más de un segundo y medio hacía presagiar una interesante lucha por el triunfo entre los vehículos de producción. Y si interesante se presentaba la batalla por el grupo N, no menos emoción se podía esperar entre los A2, con Daniel Montes e Isaac Moro separados por tan sólo 349 milésimas, sin olvidarse de Rubén Bulnes, que a menos de 1 segundo los vigilaba de cerca. Sorprendía ver a Rafa Guardiola tan atrás en esa manga de entrenamientos, pero un trompo en una de las paellas le hacía retroceder a la posición 19, lugar que evidentemente no correspondía con su rendimiento real y más viendo sus excelentes prestaciones en directo.

Si hasta el momento, las dos subidas se habían desarrollado sin grandes complicaciones y sin ningún parón, la última de las mangas programadas sí se vería obligada a interrumpirse en dos ocasiones. La primera por el fuerte accidente del Ford Sierra Cosworth de Antonio Corujo, y la otra casi al término de la prueba por el susto que acabó con Jesús Manuel Candás fuera de carrera a causa de la rotura de una rótula de su Silver. En ambos casos los pilotos no sufrieron ningún daño y además la organización actuó de forma rápida y ágil, solucionando ambos lances en pocos minutos. Precisamente el accidente de Candás obligaba a Fermín Busta a detenerse casi al final de la subida, viéndose obligado a subir de nuevo con los neumáticos con unos 4 km extra. Una circunstancia que le iba a impedir disfrutar el máximo nivel de prestaciones de sus gomas en la ascensión definitiva y, por tanto, mejorar su tiempo de la primera subida oficial, pero que de todas formas no le privaba de repetir victoria en esta fase B, por delante de un magnífico Jairo Pesquera que bajaba su mejor tiempo nada menos que 2 segundos para terminar a tan sólo 521 milésimas de Busta. Tercero volvía a ser Rafa Guardiola, que se acercaba a 6 décimas de una victoria que cada vez tiene más cerca. Por su parte, Óscar Palacio se veía relegado a la cuarta posición en una última ascensión donde las diferencias entre los cuatro primeros fueron mínimas.

Así, tras el cómputo de los mejores tiempos de las dos fases, la clasificación final dejaba a Fermín Busta como vencedor, logrando su segunda victoria absoluta de la temporada tras la lograda en Castrillón. El podio lo completaban Óscar Palacio y Jairo Pesquera, que le ganaba la partida a Guardiola por tan sólo una décima. En la categoría II, la victoria era para Jonathan Pérez, con José Luis Alonso y Julio César Castrillo a continuación, por delante de Alberto Ordóñez, que vencía en el Gr.X, y de José Albino García, que hacía lo propio en el Gr.N. Dani Montes vencía entre los A2 con su Citroën AX A1/2, Jesús Álvarez llevaba su BMW M3 E30 al primer puesto dentro del Gr.SA, así como en el trofeo propulsión de Asturias, y Francisco Javier Sanz se subía al escalón más alto del podio de históricos.

Y ya para cerrar esta crónica, no querría acabar sin decir que ya estamos terminando la temporada 2012 de montaña, y que como viene siendo ya tradición, queda todo por decidir para la última prueba, que este año vuelve a ser la Subida a Cudillero. En la categoría I nuevamente se decidirá el título entre Fermín Busta y Óscar Palacio, llegando este último con ventaja, aunque no deberá despistarse lo más mínimo si no quiere que Fermín le quite el título sobre la bocina. Y en la categoría II la emoción es mayor si cabe, con 2 puntos de diferencia entre "Joselo" y Alberto Ordóñez, por lo que cada uno depende de sí mismo para ganar el título. Máxima igualdad imposible... y el desenlace en menos de un mes.